LA TERCERA LUNA (Regresó el invierno
Todo se encontraba listo para la llegada de las tan mencionadas tres amenazas que llegarían a las tierras egipcias, pero el nerviosismo no se hacia faltar en esos momentos. El día estaba por llegar a su fin, el rojo atardecer se veía al horizonte, y la luna comenzaba a asomarse, pero, no era lo único que se acercaba, sino también nubes, nubes tan rojas como el mismo atardecer, las cuales asombraban al pueblo egipcio, pero a la vez, lo alarmaba. Después de unos minutos, el cielo se había pintado de rojo gracias a las extrañas nubes, respetando la luna, la cual en ese momento era gigantesca, el viento se torno helado, pero, no era lo que le preocupaba a los egipcios, lo que más les preocupo, fue que del cielo comenzaron a caer pequeños copos de nieve, el frió era algo comun para los egipcios, ya que por las noches tenían temperaturas de 0 grados o menos, pero en Egipto no se conocía la nieve, era algo nuevo para ellos; debido al extraño acontecimiento, todo el reino fue invocado al palacio, ya que la faraóna tenia un importante anuncio que dar:
Neelam: Mi amado pueblo, los he reunido esta noche, para pedirles que huyan, quiero que se vayan, este no es un lugar seguro para nadie, el día de mañana algunos soldados llevaran a todos a un lugar seguro, hasta nuevo aviso. Así que disfruten esta noche, su última noche en Rabat.
La albina se retiro, para dirigirse a la habitación de Bakura. Ya ahí mando llamar a Seth, Yami y Malik. Al entrar a la habitación, los tres se encontraron con Neelam:
Yami: ¿Qué sucede, por que nos mandaste llamar?
Neelam: Los mande llamar, por que…esta nevada es la señal…
Neelam abrió una cortina, la cual cubría los tres calderos que poseían las pociones que ayudarían a deshacerse de las tres amenazas. La primera, era de un color rojo, la segunda, de color azul, la tercera era color dorado, ninguna de las pociones estaba lista aun, ya que faltaba un último ingrediente:
Neelam: Ahora, Yami, colócate detrás de la caldera roja, Seth, tu detrás de la caldera azul y Malik, detrás de la caldera dorada.
Neelam le dio a cada uno una daga, después, los tres dieron el último ingrediente, tres gotas de su propia sangre. Mientras Neelam recitaba la frase que venia al final de todos los pergaminos:
Un alma otorgara poder al fin del reino, tres obscuridades serán encerradas, dejando atrás la muerte que sellara sus almas y la venganza del centésimo Kuruelna.
LA SEGUNDA LUNA (Pero qué confusión)
La noche llevaba consigo una extraña confusión por parte de los tres elegidos para combatir a las amenazas, la cual era causada por la frase que había sido escuchada la noche anterior:
Seth: La muerte que sellara las almas¿Quién va a morir?
Yami: Kuruelna, Kuruelna…
Malik: No lo se, pero espero que seas tu.
Yami: Kuruelna, Kuruelna…
Seth: ¿Qué, como te atreves a decir eso, yo aun soy muy joven para morir, mejor tu…
Yami: Kuruelna, Kuruelna…
Malik: Si como no, si hablamos de juventud yo soy mas chico que tu, hermano…
Seth: NO SOY TU HERMANO…
Malik: Ok, hermanastro…
Seth: Tampoco…
Malik: Oye yo no tengo la culpa que tu padre se casara con mi madre…
Seth: Ni me lo recuerdes TT
Yami: ¿De que hablan?
Seth: De nada importante
Malik: ¿Qué tanto piensas?
Yami: Kuruelna…¿Qué es eso?
Malik: Es un pequeño pueblo que estaba al norte de Rabat, fue destruido, pero no se como ni por que.
La conversación continuaba, pero, en otra de las habitaciones, una albina se encontraba junto a su hermano al cual tal vez seria la última vez que lo vería, ya que la tristeza de saber que la única forma de que volviera a ver a su hermano seria que otro muriera en su lugar, ya que aunque no especificara quien seria el que moriría, ella sabia que los dioses no eran generosos y que la poción que se le fue entregada, no era a cambio de nada, su vida seria dada para sellar a las tres amenazas, y la vida de su hermano seria salvada. Después de varios minutos, cuando la albina se marchaba a su habitación, algo sostenía su brazo e impedía que se marchara, era la mano de su hermano, quien después de varios días de no abrir los ojos, por fin lo había hecho, esos ojos marrón que tanto ansiaba ver la albina, se acerco a el, lo beso en la frente y acaricio su cabello, ambos quedaron en silencio solo se miraban entre sí, el intento ponerse de pie, pero era bastante difícil en la condición que se encontraba, al lograr ponerse de pie, su cabeza comenzó a dar vueltas, no logro soportarlo y cayo sobre su cama, su hermana que lo miraba, solo podía pensar en todo lo que su hermano no sabia y en como decírselo, se armo de valor y comenzó a contar todo lo que había pasado desde que ella se aisló de su pueblo y mas que nada de su hermano. Cuando ella termino, la habitación quedo en silencio absoluto, Bakura se encontraba sorprendido al enterarse de todo lo que había sucedido a sus espaldas, pero aun así no reprochaba, no hablaba, y la desesperación de su hermana incrementaba a cada segundo, "Di algo Bakura, no te quedes callado" decía ella mientras tomaba la mano de la única familia que aun tenia en el mundo, pero el, liberándose de la mano de la albina, a la cual le dirigió una fría mirada mientras le decía "Vete de aquí Neelam, no tengo ganas de verte", el corazón de la albina se destrozaba mientras se proponía a salir de la habitación, pero antes de hacerlo se detuvo, y con la mirada baja solo dijo "Te arrepentirás de esas palabras", después se marcho dejando a su hermano con asombro ante las palabras de la albina. Mientras ella se dirigía, con lágrimas en los ojos, a su habitación, pero fue detenida por una joven aprendiz de hechicería:
Mana: ¿Qué sucede princesa:)
Neelam: Nada de tu incumbencia…��
Mana: -con la mirada baja- Disculpe mi atrevimiento… :(
Neelam simplemente no contesto y continúo con su camino hacia la habitación de Leyli. Al llegar a ella, Neelam, reventó en llanto frente a su amiga, el dolor que sentía dentro de ella era inmenso y sin importar cuanto intentara odiar a su hermano no lo lograba, su confiable amiga Leyli escuchaba todo lo que su joven amiga le decía. La joven albina solo repetía cuanto odiaba no tener la fuerza de su hermano para afrontar la situación que se avecinaba, que la fuerza que aparenta frente a su pueblo, familia y amigos era falsa. Después de horas de llanto y reclamos sin control, tomo fuerzas y se marcho de la habitación.
LA PRIMERA LUNA (EL FINAL)
La tan esperada luna llena por fin había llegado a la tierra de Rabat, el momento de la verdad había llegado, y por la noche, como ya se había previsto, llegaron las tres amenazas, los tres dragones de los dioses habían llegado, y no se irían sin destruir el ahora deshabitado Rabat, los elegidos se preparaban junto a los pequeños escuadrones que se habían quedado. Yami, deja a su hermana en manos de Bakura; Seth y Malik, sentados en una esquina de sus habitaciones, recordaban a su extraña familia; Neelam, se preparaba a salir en batalla y renunciar a su vida. Afuera:
Neelam: Vamos, es hora…
Todos estaban en sus posiciones listos para atacar; cuando la batalla comenzó los soldados atacaban con todo lo que podían, Yami, Seth y Malik ataban con los monstruos de sus barajas, y Neelam estaba parada detrás de todo el campo de batalla sin mover ni siquiera un dedo. La batalla continuo, hasta que paresia que los dragones ganarían, de hecho, uno de ellos estaba a punto de matar a Yami y lo hubiera logrado si no hubiese sido por Otogi quien intervino, el quedo tirado en el suelo desangrándose, pero antes de morir, vio a alguien muy bien conocido, una mujer a la cual le dio un mensaje o mejor dicho sus ultimas palabras:
Otogi: Mi princesa nunca la olvidare, ni la dejare sola, la protegeré aun después de la muerte…
�: Muchas gracias, Otogi…
Otogi: Mamba Blanca…
Luego murió, y la mujer se fue, ella no tenia razón por la cual estar ahí, ella nesecitaba ver a Bakura, su maestro y amigo. Mientras, la pelea continuaba, dejando a numerosos soldados heridos o muertos, pero, la señal de la albina había llegado:
Neelam: AHORA!
Yami, Seth y Malik lanzaron frascos con los brebajes de los calderos, cuando los mismos golpearon los cuerpos de los dragones, Neelam comenzó a gritar el mismo conjuro que utilizo cuando prepararon los brebajes. Después, los tres dragones se acercaron a ella y cuando intentaron atacarla abrió sus manos que sostenían un anillo de plata en forma de dos cabezas de serpientes entrelazadas, donde el poder de los tres dragones seria resguardado durante algún tiempo, pero el cuerpo de Neelam no resistió la fuerza de los dragones, y casi al instante ella murió, pero no sin antes decir "El anillo, la cruz y el segundo rompecabezas solo pueden ser controlados por las damas de plata"
Mientras, en la habitación de Bakura, el y Leyli esperaban noticias de sus hermanos, pero, en su lugar obtuvieron la llegada de uno de los alumnos más prodigiosos de Bakura, La Mamba Blanca:
Bakura: ¿Qué haces aquí?
MB: Vengo por usted, señor…
Leyli: ¿Quien es ella?
MB: Soy la mejor alumna de Bakura, la mamba blanca…
Leyli: �¿QUE¡
Bakura: Primero nesecito saber de mi hermana…
MB: Señor, la batalla termino, y su hermana murió a causa de Yami…
Bakura salió de la habitación, seguido por Leyli y MB, este fue directo con Yami y juro vengar a su hermana. Y cuando Yami regreso a palacio, se encontró en el pasillo a su hermana con una daga en el estomago, una rajada en el cuello y una nota que decía:
Faraón Yami:
Su hermana escucho demasiado y me deshice de ella, espero que no le moleste.
Atte:
MBDM1
FIN
Bueno, se que el final fue algo corto, pero fue así por que pronto terminare la segunda parte del Fic y créanme, es mucho mejor que esta, es mas digamos esto solo fue una introducción al verdadero Fic.
Nos estamos leyendo.
Atte:
Hannah Pegasus-Ishtar
