Bueno, primero que todo quería explicar un poco este extraño fic que nadie leyó uú, pero bueno oo...Este se centra poco después de la 2º guerra mundial, hacia 1930 digamos que ya iban turistas a Japón, y aún se usaban los rickshaws (carritos que llevan a la gente, manejados por otra persona que corre hacia donde le indiques). El fic los inspire obviamente en kaleido star, en San Valentín y en un libro que leí titulado: Memorias de una Geisha, el autor es Arthur Golden por si a alguien le interesa. El que lo leyó notarán que eh sacado ideas de ahí, pues eh aprendido casi todo lo que se de culturas japonesas, mas bien de geishas en general, en este magnífico libro, que, curiosamente, también se situa alrededor de esas épocas.
Sin más preámbulos, les presentó el capitulo 2 que espero sea de su agrado, y mas aún deseo que lean.
Capitulo 2: El espectáculo.
Sora Naegino era apenas una aprendiz de geisha, pero debido al bajo presupuesto en su okiya, tenía que trabajar a pesar de no tener sus estudios completos. Era muy hermosa, pero no agradó a su primer cliente ya que no tenía la clase correcta para una geisha. Lo que no tomaban en cuenta en su okiya, una de poco nivel, es que eso podría traer mala reputación para este.
La joven Sora el día de hoy traía puesto su cuello rojo, al igual que un peinado simple, lo que indicaba que era una aprendiz, no como en el día que había conocido a aquel cliente extranjero, ella llevaba el cuello blanco indicando su alta categoría, claro esta que era puro engaño.
Ahora la fila de mujeres se movía para salir al escenario, algunas eran geishas, otras aprendices, claro esta que los caballeros preferían a las geishas, pero el jefe del okiya de Sora, Kallos, le había indicado que intentara cortejar, a pesar de su condición, a Yuri Killian. Este extranjero proveniente de Rusia era el mejor cliente en la casa de té Kitzuki, aunque era la primera vez que pisaba un sitio colmado de geishas, era el cliente mas prestigioso con el que hubieran podido soñar.
Danzaron largo rato, a pesar de que a la joven de cabellos rosados la habían obligado a convertirse en geisha, ella había aprendido a desearlo con todo su corazón. Quería dar un espléndido espectáculo, aunque no deseaba tener relaciones con un hombre para su beneficio económico.
May, otra aprendiz, era su rival en esto, pero con el tiempo fueron haciendose amigas. Esta lanzaba brillantes sonrisas y miradas desafiadoras y sensuales a todo aquel que osara posar sus ojos en ella.
Una vez que terminaron la danza, Sora notó la mirada intensa de aquel hombre de cabellos casi blancos, quemándola. En señal de nerviosismo se alisó el kimono , no tan lujosos como el de las geishas, pero igualmente hermoso. Sin notarlo, lo abrió, dejando ver su enagua fina, la enagua ro, y también sus blancas tabi junto a sus zori de paja.
Sabía que era un gesto normal que las geishas dejarán mostrar su enagua, ya que era parte de su traje, esta combinaba perfectamente con el kimono, pero no pudo dejar de sentirse avergonzada tras volver a sentir la fulminante mirada de Yuri.
Todos los clientes del lugar comenzarón a sentarse tras aplaudir largo rato a las bailarinas, estas se fueron sentando alrededor de los hombres, mientras una aprendiz tocaba el shamisen.
Sora era realmente inexperta en esto, y miraba nerviosa hacia todo el lugar, examinando los rostros de reojo, ya que no le era permitido mirarlos a la cara. Al parecer, el joven extranjero notó esto, ya que se paró y se le hizo una seña a Sora para salir del lugar. Tras dar unos pasos con estilo, algo que sabía hacer a la perfección y que dejaba boquiabiertos a muchos. Parecía que su kimono flotaba graciosamente tras ella, junto con la enagua.
Una vez fuera Yuri Killian se sentó en una roca, le indicó a la inexperta muchacha que hiciera lo mismo, pero ella, para no parecer maleducada, simplemente se arrodilló en la grama, quedando bajo él.
-Sabes...- le comentó mientras la miraba detenidamente- No suelo frecuentar este tipo de lugares, quiero decir, no es de mi agrado ver mujeres que complacen de esa forma a los hombres por dinero y sin conocerlos, vine simplemente por unos amigos y por protocolo naturalmente.
A este comentario Sora, quien solía ser una joven de mucha hablar, no supó que responder, simplemente inclinó la cabeza.
- Tu tampoco te ves a gusto con este trabajo...- dijo tras un largo silencio tomando su barbilla para que ella le mirara a los ojos, lo que produjo un fuere enrojecimiento en la joven.
- Yo soy una aprendiz, por eso aún no me junto mucho con los clientes, digamos que mi limitó a observar y aprender- soltó finalmente tomando algo más de confianza.
- Seguro cuando seas geisha tendrás miles de propuestas, es una pena, ya que en el podrías estar casada con el hombre que te plazca sin necesidad de andar con alguien que no ames...
Aquello dio en el clavo e hirió profundamente a Sora, ella no tenía familia ni recursos, sus padres habían muerto cuando ella era tan solo una niña, a los 7 años dejó a un compañero que quería con toda su alma, Leon, y siempre había tenido la esperanza de volver a verlo. Pero esto era lo único que tenía ahora, a los 15 años, y tan solo le faltaba 1 año para finalizar con sus estudios, no podía darse el lujo de tirarlo todo por la borda, pues terminaría mal, y si las descubrieran, de seguro la azotarían.
-No es tan sencillo joven yuri...- Dijo en un hilillo de voz soltando un manantial de lágrimas.
Continuara xD, a ver que les pareció.
Aclaraciones:
Okiya: Son casas donde acogen niñas para convertirlas en geishas.
Ro: enaguas para estaciones cálidas.
Tabi: medias blancas, que se abotonan a los lados.
Zori: Son hojotas, en este caso de paja, pero hay de diferentes materiales y este no es precisamente el mas lujoso.
Shamisen: Instrumento de cuerdas.
Cualquier duda sobre estas palabras puedo detallar mas la explicación y dar imágenes nn.
