Capítulo 5
Día 10: Miércoles por la tarde
-¡Por la oficina corren los rumores más increíbles sobre ti y el jefe! -estaba diciendo Ayame , que miraba especulativamente a Rin y después, sin molestarse en disimular, la caja con el logo de un famoso diseñador que había al lado de su escritorio-. Ten cuidado porque aquí se sabe todo y la gente está empezando a hablar.
-¿De
verdad? -preguntó Rin, sorprendida de que su problema
hubiera adquirido, además, otra dimensión. La de
cotilleos en la oficina. Ojalá hubiera escondido la caja del
vestido, pensó.
-Sesshomaru Taisho se marchará de aquí, pero tú tendrás que quedarte...
-¿Qué dicen esos rumores?
Ayame
hizo una mueca.
-Bueno, dicen que estuvisteis toda la tarde del
lunes en su despacho sin salir una sola vez... y también dicen
otras cosas que yo no me creo.
-¿A
qué te refieres?
-Pues, bueno, ya sabes cómo es la gente. Dicen que Satoshi... bueno, como el niño tiene el pelito rubio y la piel tan blanca...
-No digas más -la interrumpió Rin, escondiendo la cabeza ante el desesperante acierto de aquel rumor.
-El equipo de dirección está convencido de que Sesshomaru te ha dado este puesto para que los espíes. Dicen que cuando estás con Sesshomaru Taisho, la puerta siempre está cerrada.
Era
absolutamente cierto y no precisamente lo más habitual en las
reuniones entre un empleado de su categoría y un poderoso
magnate de los negocios.
Sintiéndose culpable y angustiada
por todo ello y, sobre todo, por tener que decirle a Sesshomaru que
Satoshi era su hijo, Rin tomó el teléfono y marcó
la extensión de su jefe en cuanto Ayame salió de su
despacho.
-Sesshomaru... tengo que hablar contigo, pero no quiero ir a tu despacho.
-¿Por
qué?
-Me parece
que nuestro comportamiento ha causado muchos rumores...
-A mí esas tonterías me dan igual -la interrumpió él con tono superior-. Y tú tampoco deberías preocuparte.
-Mira,
tenemos que hablar de Satoshi...
-No estoy preparado para eso... quizá no lo esté nunca -dijo entonces, con aparente firmeza.
-No lo entiendes...
-Claro que lo entiendo. Tú y tu hijo sois un paquete. Puede que sea insensible, pero no soy idiota -volvió a interrumpirla él con frialdad-. Un coche irá a buscarte a casa esta tarde a las ocho.
Después
de eso, Sesshomaru colgó el teléfono, dando la
conversación por terminada. Rin lanzó un gemido de
desesperación. ¿Por qué estaba tan seguro de que
podía conseguirla otra vez? ¿Era tan evidente que
seguía enamorada de él?
¿Y cómo se
atrevía a decir que estaba pensándose si podría
soportar volver con ella desde que sabía que tenía un
hijo?
Quince minutos después, durante la hora de la comida, fue una sorpresa para Rin mirar por la ventana de la cocina de la guardería, donde estaba lavando el biberón de Satoshi, y ver a Sesshomaru hablando con la supervisora.
Estaba mirando alrededor, como si buscara a un niño en especial, y Rin observó la evidente incomodidad de la mujer cuando señaló a Satoshi. Sesshomaru dio un paso hacia el niño y apretó los dientes, pálido.
Un minuto después, salía de la guardería.
-
Día 10: Miércoles por la noche
¿Habría descubierto Sesshomaru que Satoshi era su hijo? Era en lo único que Rin podía pensar desde la hora de la comida. Sesshomaru se había ido de la guardería y no había vuelto al despacho en toda la tarde.
A las ocho, Rin fue recogida en su apartamento por una limusina. Con el elegante vestido azul oscuro que había elegido por la mañana, debería sentirse encantada, pero estaba demasiado nerviosa.
Sesshomaru la recibió en el magnífico vestíbulo de su casa. Espectacular con el esmoquin, la miró de arriba abajo con admiración y una brillante sonrisa iluminó sus atractivas facciones.
-Quiero que conozcas a mi hermano Inuyasha y a su mujer al igual que la mujer de Jaken antes de que llegue el resto de los invitados.
En aquel momento hubiera preferido hablar a solas con Sesshomaru, pero, obviamente, no eran ni el momento ni el sitio adecuados para hacer una confesión sobre Satoshi. Había sido una tonta pensando que él habría descubierto la verdad solo con mirar al niño.
Y
la verdad era que no sabía cómo iba a decirle a
Sesshomaru que era hijo suyo.
En ese momento, él puso una
mano en su espalda.
-¿Recuerdas a la mujer que salió de mi dormitorio el año pasado?
Rin se quedó helada.
-Sí... pero...
-La mujer de Jaken, acababa de salir de una clínica después de un aborto espontáneo. Yo me fui a un hotel para que Jaken y ella pudieran estar solos hasta que volvieran a Japon -explicó Sesshomaru entonces-. Supongo que él estaría en la ducha cuando tú llegaste...
-¿Estás intentando convencerme de que...?
Pero Rin no pudo seguir hablando porque acababan de llegar al salón de baile, donde una mujer muy alta estaba al lado de Jaken , tambien estaba el hermano de Sesshomaru al que ella había visto en fotografías junto a una elegante mujer.
Sesshomaru estaba intentando convencerla de que la mujer medio desnuda era la esposa de su amigo y ella se negaba a creerlo... pero la evidencia estaba justo frente a ella. Ella era la mujer que Rin había visto en el apartamento de Sesshomaru y la miraba con cara de disculpa.
-Volvemos a encontrarnos, Rin -sonrió la joven, intentando disculparse-. Aquel día fui tan grosera contigo... Ni siquiera le conté a Jaken que habías entrado en el apartamento. Y, por supuesto, tampoco se lo conté a Sesshomaru. No es excusa, pero estaba destrozada en ese momento y cuando entraste... bueno, no sé, perdí la cabeza... me olvidé completamente de que no era nuestro apartamento.
-No
pasa nada... lo comprendo. Por favor, no te preocupes -dijo Rin,
sorprendida de que Sesshomaru hubiera dicho la verdad.
-Hola yo soy Kagome la esposa de Inuyasha, encantada de conocerte.
- El gusto es mio - Tragando saliva, le dio a Kagome un paquetito envuelto en papel de regalo-. y Feliz cumpleaños.
Los invitados charlaban en grupos y los que llegaban eran una buena distracción, pero Rin no hubiera podido mirar a Sesshomaru aunque su vida dependiera de ello.
"¿Qué tal se te da arrastrarte?", le había preguntado el día anterior. ¿Cómo podía arrastrarse cuando el suelo se había hundido bajo sus pies? A Rin le temblaban las piernas y su mundo parecía derrumbarse...
Continuara...
Notas: Falta muy poco para el desenlace de esta historia, ahora a agradecer los hermosos reviews n..n
Agradecimientos a:
Seshhi23 , Mizuho, Zetus sama, InuSesshogirl, Lara-chan, Alcione Yil de cefiro, Cati, Usagui223, Silera, Kathleen Potter Black.
