Disclaimer: El mundo de Hogwarts pertenece a J.K.Rowling. Harry y Hermione se pertenecen el uno al otro. De no tener creo que nisiquiera tengo este disclaimer


EL CUMPLEAÑOS

Era el diecisiete cumpleaños de Ron normalmente no lo celebraban pero¿Cómo no iban a celebrar su diecisiete cumpleaños? Por fin era mayor de edad. La Señora Weasley le había hecho llegar un pastel de calabaza y chocolate. Se reunieron todos los amigos y de Ron en las cocinas de Hogwarts por la tarde. Tras una entrega de regalos a Ron entre los que destacó un póster dedicado por los jugadores de los Canons, se repartió el pastel y lo comieron entre risas.

"Hermione, tienes un poco de pastel aquí"- dijo Harry apuntando con un dedo el lugar en su poca propia boca.

"¿Donde?"- preguntó Hermione horrorizada empezando a buscar las migas con la lengua.

Harry no pudo más, verla jugar con su lengua era demasiado para sus hormonas adolescentes.

"Espera"- dijo acercándose mientras la miraba a los ojos atrapándola sin saberlo en su propio mundo.

Harry posó las manos en las mejillas de Hermione y las acarició pausadamente, sus pupilas color esmeralda fijas en las de ella. Lentamente su mirada descendió a su boca. La boca llena, apetecible; esos labios carnosos que habían sido creados para ser besados, los labios de su mejor amiga. Unos labios que prometían placeres ocultos, delicias prohibidas.

Venciendo el espacio que les separaba acarició con su lengua los labios de ella y la hizo estremecer. No tuvo bastante, necesitaba más, necesitaba que ella lo aceptara, que le devolviera la caricia.

"¿No hace mucho calor aquí?"- se preguntó.

Antes de separarse, después de recorrer sus labios con su lengua, mucho más tiempo del necesario para quitar una miga de pastel, le dio un suave y casto beso en los labios pero, no podía creerlo, Harry notó como Hermione presionaba sus labios contra los de él, le estaba devolviendo el beso.

Necesitaba más. Su lengua traviesa se abrió paso entre los carnosos labios de ella, sus lenguas húmedas y ávidas empezaron a danzar a un ritmo cadencioso, el sabor a calabaza les lleno los pulmones, la respiración ligeramente excitada era lo único que le mantenía cierta conciencia hasta que un gemido gutural de Hermione le sacó de su estado. No era un sueño. Estaba besando a su mejor amiga. A la única chica que ocupaba sus pensamientos desde hacía mucho tiempo y lo estaba haciendo en la cocina.

Se apartó lentamente temiendo la reacción de Hermione.

"Perdóname"- dijo sin querer mirarla

"¿Perdonarte?"- dijo Hermione intentando recuperar el aliento – "¿Por besarme o por no haberlo hecho hasta ahora?

Harry no podía creer su buena estrella. Hermione no estaba enfadada con él, más bien parecía estar contenta. La tomó de la mano y se fue hacia la puerta.

"Si nos disculpáis"- dijo mirando a sus amigos – "creo que hay algo que debemos mmmh… discutir"

Y se fueron cogidos de la mano y nadie les vio hasta el día después a la hora del almuerzo.