Capítulo 1: Accidentes

Draco y Ginny se habían separado del grupo al salir de la estación 9 ¾. Caminaban melancólicos pensando en tiempos pasados. Su mente vagaba en recuerdos empañados por lágrimas de tristeza y alegría. Ambos coincidían en recordar el momento en que se conocieron… no en muy buenas condiciones, pero que había servido para juntarlos y hacer que jamas se separaran. Tanto era así que en ese momento salían de dejar a su pequeña hija en el colegio que los había visto crecer… y enamorarse…

- ¿Draco, en que piensas? -

- Como siempre… en ti- le dijo acercándose y dandole un tierno beso en la mejilla.

- No, vamos… en serio… porque yo estoy pensando en Beth…-

- Yo siempre pienso en ella. Ustedes dos son todo para mi… en realidad ya son tres- dijo levantando al pequeño Jack que aplaudió contento.

Ginny sonrió. Le encantaba ver a su antiguo enemigo tan cambiado y mostrando el afecto que sentía por su familia.

Subieron al coche. Ella en el asiento de acompañante con su hijo en el regazo, y él conduciendo. Llevaban varios minutos de trayecto cuando a ella se le ocurrió preguntar: - ¿Recuerdas aquella vez que sufrí un accidente y debiste cuidar de ella junto a mi hermano y Hermione?-

- No me lo recuerdes – exclamó sin apartar la vista del camino. Pero en lo más hondo de su ser aquella "aventura" estaría entre sus mejores recuerdos…

FLASH BACK

Draco entró en su casa con su hija de la mano. La niña ya contaba con el año y medio de edad. Y su padre era el que debía usar babero por ella… pero en ese momento, quien ocupaba la mente del hombre era su esposa… Ginny Weasley. Tras ellos llegaron Molly, Hermione y Ron. Se dejaron caer en las sillas alrededor de la mesa y se miraron unos a otros. El silencio sepulcral reinaba la sala, y Molly decidió romperlo.

- Gracias a Dios que la caída desde la escoba no se produjo a mucha altura… porque sino… quien sabe…- Draco suspiró. Cuando le habían avisado que Ginny había tenido un accidente y estaba internada en el San Mungo, no lo dudó. Se fue en medio de una reunión de su empresa para salir corriendo a verla. Si le pasara algo… no quería ni pensarlo. El temor a quedarse sin ella lo asaltó y hasta que no la vio ni pudo intercambiar palabras con su mujer, no tuvo alivio. Y ahora, el sanador le había dicho que ella debía quedarse internada un tiempo. Hasta que mejorase…

Hermione preguntó qué pasaría con Beth, y por primera vez Draco se dio cuenta de que estaba solo con la niña.

Ahora si que estaba en problemas…

- ¿Tu no pensarás hacerte cargo de ella, o si?- preguntó Ron entre asustado y divertido.

- ¡Claro que si!, ¡es mi hija!- el pelirrojo comenzó a reír deseperadamente frente a un muy molesto Malfoy que lo asesinaba con la mirada. Molly fue la encargada de frenar a su hijo.

- Si quieres podemos ayudarte- le dijo la buena mujer – Seguramente Ron y Hermione estarán deseosos de hacerlo…- dijo con una sonrisa pícara en el rostro. Los tres se la quedaron mirando atónitos. Pero Ron y Hermione sabían que cuando a Molly se le metía algo en la cabeza, nadie podía contradecirla.

Esa noche, Draco no durmió muy bien. Se despertaba a cada hora soñando con Ginny y buscándola en sueños. A eso de las dos de la mañana, sintió pasos en la habitación. Buscó a tientas su varita a modo de precaución. Pero cuando estaba a punto de utilizarla, una vocecita conocida le dijo:

- Quero a mamá…- Draco tomó a su hija en brazos y la abrazó. Intentó darle calor a ese cuerpecito tan delicado que le pedía contención. Esa niña le hacía acordar tanto a Ginny que no podía evitar sentir tanto amor por ella.

Ambos se quedaron dormidos abrazados cariñosamente.

El día amaneció nublado. Draco despertó y casi se lleva por delante a la niña que dormía tranquilamente a su lado. De pronto sintió algo raro. Fue al baño y un grito de asco se escuchó por toda la casa. Se duchó intentando quitarse el pequeño regalito que su hija le había dejado… ¿Cómo rayos voy a olvidar que está aprendiendo a no usar pañales? El joven padre miró a su hija. Ahora si que no sabía que hacer. La que siempre había lavado y cambiado a la niña había sido Ginny… él no tenía ni idea de cómo hacerlo. Se quemó la cabeza intentando solucionar este embrollo. Lo peor era que tenía que irse a su trabajo… luego de ver que no tenía otra opción envió una lechuza a la casa de su "querido" cuñadito…

Seguramente ellos sabrán que hacer…

FIN DE FLASH BACK