Capitulo 2: Sorpresas

FLASH BACK

La lechuza llego un poco atrasada a la casa de Ron. El animal se golpeo contra la ventana y el pequeño Percy gritó- ¡Se caen las nubes! – Lo que hizo que su madre, una mujer de cabello castaño se fijara en algo gris que caía lentamente incrustado en el vidrio. Cuando pudo rescatar a la lechuza, la leyó. Frunció el entrecejo y llamo a su marido que intentaba ponerse correctamente la corbata. Aún sin poder lograrlo, apareció un hombre pelirrojo y con un pequeño bigote sobre el labio.

- Parece que el "cuñado" del año necesita ayuda… ni siquiera puede sobrevivir un día solo… - Le dijo, haciéndole un nudo en la corbata de una vez. Ron tomó la carta y la miró.

- Bueno, pero por suerte estas aquí para ir a ayudar a mi hermanita… -

- ¿Que?¿No creerás que voy a ir yo sola, o si? –

¿Y tú no creerás que yo voy a dejar mi trabajo para ir a ayudar a ese estúpido con el que se caso mi hermana? –

- No se lo que vas a hacer, pero si se que YO sola, ni loca piso esa casa… -

- Muy bien. Llévate a Percy. – la chica resopló. Pensó en la pequeñita que seguramente quería a su madre y por razones obvias no podía tenerla y sintió compasión. Echándole una mirada de profundo odio a su marido, le dijo algo así como "e las pagaras" y fue a cambiarse de ropa. Cuando estuvo lista se dirigió a la casa de su cuñada.

Draco miraba el reloj y murmuraba maldiciones por lo bajo. No podía creer como podían tardar tanto… ¿Es que para ellos no existía la puntualidad? Obviamente no… Volvi162 a mirar la hora. Su hija seguía durmiendo placidamente en la cama… él ni siquiera quería acercarse… parecía como si se estuviera pudriendo y no sabía que hacer al respecto.

Por fin escuchó el "Ring" del timbre y casi corrió hacia la puerta para abrir. De inmediato se encontró con una mujer muy hermosa parada frente a él. Que rayos dices… es una sangre sucia… le decía su inconsciente. Hacia mucho tiempo que no lo molestaba… pero en los peores momentos esta regresaba para hacerle la vida imposible. Por si no te acuerdas, tu decías que o te juntabas con los Weasleys… y mírate, ahora te casaste con una… Draco intentó serenarse. Observó a Hermione que seguía parada en la puerta con cara de pocos amigos.

- ¿Y bien? ¿Vas a dejarme pasar o tendré que quedarme en la puerta? –

- Pasa – Le dijo este haciéndose a un lado. La chica entró y tras ella un niño de unos dos años…

- ¡Hey! ¿Que es esto? – ç

- Por si no lo recuerdas, es mi hijo… tu sobrino… se llama Percy… saluda al tío Draco hijo… -

- Hola maldito Malfoy… - Dijo el niño sin saber que las enseñanzas paternas no debían salir de casa.

- ¡¿Cómo dijiste?! – Draco miraba incrédulo al pequeño que se echó a llorar por el susto.

- ¡No le grites! – le dijo enojada Hermione alzando a su hijo y tratando de consolarlo. – Ya… ya… pero debes entender que no se saluda así a las personas… debes decirle por su nombre… no por sus defectos… - El niño asintió y acercándose al hombre que lo miraba severo, le dijo:

- Hola señor malfoy… -

- así me gusta mas… ahora, pregunto ¿para que lo trajiste? –

- Ni modo que lo dejara solo en mi casa… -

- Pero… -

- Pero nada. Ahora, te vas a trabajar y me dejas en paz… por dios… si que eres molesto… -

- ¡Oye! ¡Que esta es mi casa! –

- Como sea… ¿Y donde esta la pequeña Beth? -

- En la cama… -

- Bueno, entonces voy a verla. – La chica se dispuso a ir rumbo a la habitación, cuando el rubio la detuvo.

- Pero… hay algo… -

- ¿Algo? Esta enferma o algo así? –

- Eh… bueno… no… eso espero… pero, no, es que anoche… digamos que no se aguanto… y… -

- ¿Se hizo pis? – Draco la miraba atónito. Casi estaba sonrojado. ¿Cómo lo decía así como as?

- Aja. Esta dejando de usar pañales… -

- Oh… ya veo… si, ya pase por esa etapa. Bueno, veré que puedo hacer en el resto del día… porque me imagino que ya la habrás cambiado… - Al ver la cara de disgusto de él, puso una mueca y le gritó - ¡¿No la cambiaste?! ¡La dejaste así toda mojada! –

- No sabia que hacer… tu me entiendes… ese trabajo es de mujeres… -

- Oh dios… encima de Slytherin… hijo de mortífagos… insoportable arrogante… ¡eres machista! –

- Oye oye… que vuelvo a repetirte… es mi casa… y no digas todo eso que luego el niño me saluda de esa manera… - Dijo enojado, señalando al pequeño Percy que en ese momento intentaba hacer volar la escoba de Malfoy que estaba sobre la pared.

- ¡Ey tu! ¡No toques eso! – Hermione bufó y llevándose a su hijo de la mano se dirigió hacia la habitación. Entró y ambos adultos descubrieron que la niña estaba despierta… y adolorida…

- ¡eres un estúpido! ¡Se ha paspado! – Draco la miró sin entender y luego a su hija. Hermione la agarró y dándole la vuelta a la pequeña que comenzaba a lloriquear, le bajó los pantalones. Draco supo entonces lo que era una colita paspada y ver a su hijita tan dolorida lo lastimó a él. Pero no podía quedarse por mucho tiempo allí, porque tenía una reunión muy importante a la que acudir… la que había dejado por la mitad el día anterior cuando Ginny tuvo el accidente…

- Escúchame Granger… necesito que la cuides… utiliza mi dinero para comprarle algún antídoto… lo que sea. Pero no puedo quedarme por más tiempo. Mi trabajo espera. – Y dándole un tierno beso a su hija, se marchó de la habitación dejando a la mujer muy enojada.

- Bueno, Beth, ahora a curarte… -

Y dicho esto, se puso a preparar una crema para aplicarle a la niña que jugaba con su primo…

Ginny estaba acostada. El día de ayer había permanecido prácticamente dormida por las pociones que le habían hecho tomar. Le dolía mucho la cabeza por el golpe. Y también… ¿A quien se le ocurría volar en un día de tormenta? Por suerte el viento no le había permitido hacerlo muy arriba… porque sino… Quien sabe lo que habría ocurrido…

De pronto, la figura de su hija se le cruzó por la mente. Ya alguien que la abrazaba… Draco… Ellos eran su razón de vivir… si había algo que le había dado fuerzas para seguir adelante eran ellos. Su familia… los seres por los que tanto había luchado.

Sumida en sus pensamientos, no se percató de que alguien entraba en el lugar. Cuando levantó la vista, se encontró con una persona que ella concia muy bien… Harry.

- ¡Hola! – Le dijo, entregándole el ramo de flores que le había traído el muchacho.

- Harry… que sorpresa… -

- quería verte… últimamente ese marido que te conseguiste no te presta ni por un minuto… no se como lo soportas… - Ella sonrió.

- No lo hace de malo… es que simplemente no soporta la idea de perderme… -

- Esta bien… pero como hermano mayor adoptivo, DEBO tener la obligación de venir a verte ¿no crees? –

- Eh… si, claro… ¿Cómo esta Luna? – Le preguntó ella, deseosa de no ser el tema de conversación.

- Bien, en casa. No se sentía bien. Creo que comió algo en mal estado… pero ya sabes como es ella… dice que simplemente esta "empachada"… no se lo que signifique… pero bueno… - Ambos rieron. Hacia mucho que no reían… hacia mucho que no se veían, en realidad. Ginny se había dedicado todo ese tiempo de lleno a su hija. ¿Cómo estaría en ese momento? Dudó. No le gustaba la idea de Draco solo con Beth… pero en ese momento él estaría trabajando… ¿Con quien estaría su hija?

- Harry… por casualidad sabes con quien esta Beth? –

- Hablé con Hermione hoy. Me llamó desde tu casa. –

- ¿Desde mi casa? Pero… allí no tenemos feletono… o como se diga… -

- Se dice teléfono, y ella tiene un celular… en ocasiones resulta mas practico que las lechuzas… -

- No se que diablos estas diciendo… pero no importa… A veces olvido que ustedes dos se criaron en el mundo muggle… -

- Bueno, el punto es que ella esta cuidando a tu hija. Me pidió que te diga que las cosas están bien… pero que cuando veas humo salir por la chimenea, es que ella tiro a Draco dentro y lo esta asando para navidad… -

- Ah… bueno… creo que me quedo tranquila… - Volvieron a reír. Sabían perfectamente que Hermione jamás había aprobado el hecho de que se casaran y seguía sosteniendo que un día este se marcharía dejando a su familia. Pero Ginny sabia que Draco no sobreviviría ni un segundo lejos de ellos… y simplemente se limitaba a contestarle con un "si… si… claro…"

Los dos amigos continuaron hablando amistosamente el resto de la mañana. Como antes… como cuando aún estaban en Hogwarts y ella era la hermanita pequeña de Ron…

Draco regresó a su casa.

- Hoooolaaaaa – Gritó para saber donde diablos se encontraba esa sangre sucia con su hija. Pero nadie respondía. Al principio creyó que debían estar durmiendo la siesta y no se alarmó. Pero luego de buscarlos por toda la casa, descubrió con horror que no estaban allí. No había nadie. Desesperado, corrió en busca de ella a la casa de su suegra. Cuando llegó, Molly lo atendió. La mujer seguía sorprendiéndose cada vez que su yerno la visitaba, pero ya tenia asumido que era pariente de malfoy.

- ¡Draco! ¿Pasó algo? – El rubio no contestó a la pregunta-

- ¡Dígame que Granger se encuentra aquí de visita con mi hija! –

- Bueno, te lo diría encantada… pero es que ella ni siquiera aviso que vendría… ¿estas seguro que… - Pero la mujer no pudo seguir hablando. Draco ya había desaparecido. Llegó prácticamente volando a casa de Ron. Este no se encontraba allí y para seguir incrementando su terror, la chica tampoco estaba allí. Se sentó en el marco de la puerta y se tomó la cabeza con las manos.

- No puede ser… no… ¡UNA SANGRE SUCIA SECUESTRÓ A MI HIJA! –