¡Ajá! Por aquí ando de nuevo, a ver que salió de mi maquiavelica mente ). Capítulo íntegro Leto/Sirius, a ver como acaba esto y a ver si los reconcilio XDD. Reviews bien recibidos 0. Enjoy it!
Capítulo 2: Choque de Titanes
- Para variar, tarde – James resopló - ¿Qué le cuesta llegar a tiempo? – comenzó a dar vueltas alrededor del compartimento. Este era algo mas ancho y largo que los otros y en vez de tener asientos y lejas para colocar cosas, tenía una pequeña mesa redonda y algunas sillas colocadas en el centro.
- Tranquilo Potter, que se te va a cansar la neurona – Leto estaba sentada en una de las sillas jugando con un mechón de su pelo
- Tú siempre tan agradable – James hizo un gesto de burla -¿Dónde se habrá metido? – volvió a lanzar la pregunta, obviamente, sin obtener respuesta – Dustin, ve a buscarle – Dustin, un chico de la misma estatura que James, resopló y se levantó, pero no se dirigió a la puerta, sino que se acerco a James
- ¿Para qué? ¿Para que mientras yo esté fuera él vuelva y tengáis que estar esperandome a mi? – Dustin clavó sus ojos marrones en James
- Sí, tienes razón – Leto se rio por lo bajo - ¿Y tú de que te ries?
Leto negó con la cabeza y James volvió a resoplar. De pronto, se abrió la puerta del compartimento y Sirius entró cerrando la puerta tras de sí. Todos en la sala le miraron: unos despreocupados, unos burlones y James, enfadado. Pero su mirada estaba fija en Leto, que simplemente, le ignoraba
- ¡¿Se puedes saber donde diablos estabas! – le bramó James – ¡Estamos casi una hora esperándote!
- Vamos, Jamsie, relájate. El estrés no es bueno para el cutis – mientras decía esto, se fue a sentar en la silla que estaba frente a la de Leto, que seguía sin mirarle. Todos rieron a su comentario, incluso Leto tuvo que contenerse - ¡Oh! Galletas – y dicho esto, cogió un par del plato. James carraspeó.
- Bueno...ahora que por fin estamos todos – miró de reojo a Sirius, que seguía concentrado en sus galletas – He de deciros un par de cosas – Todos centraron su atención en James, pero sin moverse del sitio. Menos Sirius, que seguía absorto, lo que molestó a James – No sé si por suerte o por desgracia, Dipp entró en el equipo de Slytherin – todos se miraron curiosos
- ¿Cómo sabes eso? – le preguntó una chica, castaña de ojos verdes
- Hoffman, ya sabes que las chicas, en momentos de debilidad, tenéis la lengua muy larga – las chicas presentes miraron a James inquisitivamente – En uno de mis paseos por el tren, descubrí a unas Slys cuchicheando – empezó a relatar James solemne – No sé por qué, pensaron que yo era un prefecto – A Sirius se le escapó una risita – y se pusieron muy nerviosas. Así que las chantajee
- Eres un extorsionador – le interrumpió una Leto divertida
- No, yo sólo velo por el equipo
- Seguro... – Sirius se había vuelto para mirar a James, pero seguía comiendo galletas.
- Bueno, la otra cosa es qué, según me contó Griffiths, su hermano, que como todos sabéis juega como cazador en el equipo de Ravenclaw, este verano estuvo entrenando con un equipo profesional – todos abrieron la boca, sorprendidos – Por lo que debemos esperar que esté en una gran condición física – Leto sonrió mientras los otros la miraban extrañados. Todo el mundo empezó a cuchichear
- Bueno...- comenzó Sirius – Yo de él tendría cuidado – Leto miró por primera vez a Sirius – Las bludgers son muy peligrosas – acabó con aire de autosuficiencia. Leto se crispó.
- Yo de ti no le dirigiría una bludger intencionadamente a mi hermano, porque puede que acabes con la nariz rota – James vio venir la tormenta, así que intentó calmar los ánimos, sin lograrlo, claro.
- Vamos, vamos...tranquilos – intentó calmar James – Recordad lo que ha dicho Sirius: el estrés es malo para el cutis
- A mí no me lo digas – dijo Leto casi gritando – Hay cosas que me importan más que la apariencia – dijo mirando de reojo a Sirius
- ¿Qué insinuas? – preguntó Sirius con tono amenazador
- Vam... – James intentó hablar, pero sin lograrlo. Todo el equipo de quidditch miraba la pelea.
- Qué eres un maldito cabeza de chorlito, que no tiene sangre en las venas, sino horchata, que eres un pervertido, un egocentrico, un hipócrita, un... – Leto intentó seguir pero Sirius le paró,
- Vaya, habló doña perfecta – Sirius se levantó de la silla, tirando la galleta que llevaba en la mano al suelo y empezó a dar vueltas por el compartimento – Habló aquella que es simpática con todo el mundo, la que no suelta borderías, a la que no se le han tenido que aguantar enfados descomunales por tonterías. Habló – Leto se crispó al oir eso. James suspiró. Vio que no podía calmarlos, así que les hizo una señal a los demás para que salieran del compartimento, lo cual hicieron de buena gana pues no querían quedarse sordos ante aquella batalla de decibelios
- ¿Sabes qué pasa? Qué yo no me engaño a mí misma. Yo sé que no soy perfecta y también sé que soy todo eso que has dicho que soy – Sirius la miró extrañado – Yo al menos soy sincera con la gente que me importa. No como tú. ¡Ah! Y deja de hablar de mi como si fuéramos amigos, porque, obviamente, ¡no lo somos! – Sirius alzó una ceja y empezó a reirse - ¿Qué te hace tanta gracia si se puede saber? – Leto no comprendía, así qué miró a Sirius esperando una respuesta borde. Pero lo que oyó fue muy distinto.
- ¿Por qué siempre nos pasa lo mismo? – Leto se quedó más extrañada todavía - ¿Por qué nos peleamos por una cosa y acabamos discutiendo por algo que no tiene nada que ver? – Leto empezó a comprender. La verdad es que Sirius tenía razón.
FlashBack
Una niña de unos doce años estaba sentada a la orilla de un lago, leyendo tranquilamente un libro, cuando una pelota de cuero cayó encima de ella. Un chico moreno de grandes ojos se acercó a ella.
- ¡Hey, Griffs, pásame la pelota! – le gritó el chico, que estaba a unos metros de ella.
- Eres un cretino. Hasta que no me llames por mi nombre no te la voy a dar – la chica se guardó la pelota bajo el brazo y continuo leyendo, como si nada, lo que hizo impacientar al chico.
- Vamos, ¡dámela! – le volvió a gritar. La chica ni se movió.
- Ven y búscala – le gritó la chica sin moverse.
- Maldita niñata – murmuró el chico andando hacia ella – Ya estoy aquí.Vamos, devuelvemela – le exigió el chico
- Eres un impertinente, podrías ser un poco más amable – le dijo la chica. Seguía sin mirarle – Ahora mismo podría romperla, o tirarla al lago
- Pero no lo vas a hacer, así que, ¡dámela! – volvió a exigirle el chico. La chica le miró desafiante. El chico la miró cansado – Estoy esperando – y le tendió la mano.
La chica simplemente se levantó, dejando el libro marcado por la página por donde iba, cogió la pelota y andó hasta la orilla del lago. El chico la miraba curioso
- ¿Y qué vas a hacer ahora?
- Darte una lección de humildad – dicho la chica dando un paso atrás – Despídete de tu pelota – El chico abrió los ojos y corrió hacia ella, pero la chica ya había lanzado la pelota, la cual se quedó flotando hacia la mitad del lago
- ¡Arg! – bramó el chico – Eres una niñata engreída
- ¡Oh vaya! Habló don humildad – dijo la chica dándose la vuelta y volviendose a sentar junto a su libro.
- Eres una estúpida – le gritó el chico mientras se acercaba a ella – Vamos, recoge mi pelota – la chica le miró y se rio
- ¿Por qué no la coges tú? – preguntó con falsa inocencia - ¡Oh vaya! ¡No puedes! Eres el gran Sirius Black, no puedes hacer nada que conlleve esfuerzo físico – la chica le miró burlona
- Te aseguro que me las pagarás todas juntas Griffs – le dijo desafiante el chico. La chica le miró con falsa incomprensión – Lo de la clase de pociones jamás te lo voy a perdonar.
- Si tú eres un patoso no es mi culpa – le dijo sin más la chica
- Qué casualidad que tu pie estuviera ahí y, ¡oh! ¡qué casualidad que mi cara fuera a parar en la poción de Snape¡ – le grito exasperado el chico
- Cosas de la vida – dijo la chica sin darle importancia
- Te acordarás toda tu vida de quién es Sirius Black
- Disculpa – le interrumpió la chica – Pero creo que la cuestión que discutíamos era sobre tu pelota – la chica rio y el chico, crispado por la furia, se dio la vuelta y se fue.
Fin del FlashBack
Leto seguía con la cabeza baja.
- ¿Por qué lo hiciste? – preguntó Leto rompiendo el incomodo silencio. Sirius la miró fijamente – El quedarte ahí parado, mirándome, como si no te enteraras de nada – Se refería al día que se pelearon.
- Realmente no me enteré de nada. Aun me preguntó por qué me afectó tanto ese expelliarmus. Creeme, si me hubiera enterado de lo que pasaba no me habría quedado así de embobado – Leto le fulminó con la mirada – Bueno...quiero decir...que... – intentó explicarse Sirius
- Ya...mejor déjalo. Mejor así – Dijo Leto sin mirarle
- ¿Amigos? – Sirius la miraba atento, con una sonrisa de oreja a oreja, tendiendole la mano. Leto le miró con recelo – Vamos. No puedes estar enfadada conmigo eternamente, si soy un ecanto – Sirius puso ojitos y Leto no pudo evitar reirse.
- Eres un payaso, Black – la chica miró por fin a Sirius y este le lanzó una galleta que esta cogió al vuelo y empezó a mordisquear
- Una pregunta – Leto le miró, esperandola - ¿por qué te afectó tanto?
- Es una historia larga – Sirius abrió la boca para decirle algo, pero ella se le adelantó – De la cuál no me apetece hablar y de la que intentaré no hablarte nunca – Sirius no volvió a preguntar, pero le lanzó otra galleta a Leto.
- Hm...- Leto le miró curiosa
- ¿Hm? ¿Qué? – preguntó ella
- Remus me dijo que tuviera cuidado al abrir la Caja de Pandora – Leto le miraba interesada, pero no dijo nada – Y sin embargo, no ha sido tan malo lo que me he encontrado dentro – concluyó dándole un mordisco a la galleta. Leto supuso que se refería a ella.
- Eso es porque no te has asomado lo suficiente para ver todo lo que hay – dijo altivamente – Lo peor está en el fondo.
- Sabes, realmente pensé que no me perdonarías o que al menos me iba a costar más – le dijo el chico mirándole a los ojos.
- Aún te queda mucha guerra – contestó Leto devolviendole la mirada – Esta es sólo la primera batalla – entonces se oyeron unos ruidos fuera del compartimento – Será mejor que salgamos, no se crean que nos llevamos bien o algo así – Sirius asintió y cogiendo un par de galletas, que se guardó en el bolsillo, salió junto a Leto del compartimento.
Fuera, estaba toda la tropa: James hablando de lo interesante que sería una asignatura dedicada al quidditch con M, mientras esta negaba con la cabeza y suspiraba pacientemente, explicandole a James por qué eso no era posible o al menos improbable, mientras que Nat reía al ver la cara de bobo de James al oir las explicaciones y Remus asentía en lo que M decía y mientras Bel hablaba con Peter animadamente sobre una noticia que había leido en El Profeta, que al verlos salir, sin rasguños, sin heridas y lo que era más increíble, sin pelearse, todos se quedaron sorprendidos.
- ¿Se puede saber que llevan esas galletas? – preguntó James al ver que tanto Leto como Sirius las comían.
- No sé – dijo Nat – Pero podríamos guardar una – Sirius y Leto la miraron con reisgnación – Ya sabéis, sólo por si acaso.
- Mejor guardar dos – añadió Bel con una sonrisa burlona y con su típico aire distraído. Sirius y Leto se unieron a las conversaciones y así en medio del pasillo pasaron el resto del viaje, hasta que una frenada que hizo que todos se tambalearan y haciendo que Peter, que estaba de pie, se cayera de culo al suelo produciendo las carcajadas de todos, les indicó que habían llegado a su destino, al lugar que sería su casa durante los próximos 9 meses: Hogwarts
Lo siento si se quedó aburrido (no me matéis! TT) hice lo que pude! Pero tenía que reconciliar a Sirius y a Leto antes de que empezara el curso. Aún queda mucho curso (y mucho fic) para que se vuelvan a pelear y son demasiado parecidos como para no hacerlo P
Bueno, no más, hasta el próx. Cap!
Ruby
