El Heredero de Gryffindor
-por Arwenej-
Capítulo 6 - "Fuego"
De camino a la estación de King Cross, Harry notaba como las miradas de sus amigos se le clavaban en la nuca. Estaban extrañados del cambio que estaba sufriendo su amigo, y a decir verdad, él los entendía. Todavía no se había acostumbrado a poder dominar la magia en su estado puro, es decir, manejarla sin intermediario.
Aunque comprendía la curiosidad de sus amigos, no entendía todavía porque estaban en su habitación el día anterior. Le pareció una ilusión al principio, pero cada vez que recordaba la imagen, le parecía más y más real.
Cuando llegaron por fin al andén 9 y ¾, Harry se fue con Ginny buscar un departamento, mientras Ron y Hermione se fueron a la parte delantera con los demás prefectos.
Un chaval de dieciséis años, regordete, acompañado por su sapo, estaba en uno de los compartimentos que abrieron. Era Neville Longbottom.
Ginny quiso quedarse en aquél compartimento, y Harry aunque no le hacía mucha gracia tener que disimular delante de su amigo, aceptó, intentando que Ginny no descubriera su resignación.
Harry no quería estar con Neville por dos motivos. No era que su compañero de habitación le cayera mal, sino al contrario, el año pasado le había apoyado cuando casi nadie lo hacía. Sin embargo, Harry tenía que ocultar por una parte sus nuevos poderes recién descubiertos, que había empezado a usar en Grimmauld Place, el cuartel de la Orden del Fénix, casi sin darse cuenta.
Tampoco sabía si tendría algún otro poder que no conociera, y apreciaba demasiado a Neville (a pesar de que fuera un torpón en las clases, era muy buen amigo) como para despreciar su amistad y no quería que le considerara un "bicho raro".
Por otra parte, sabía que Neville había sido considerado "El-único-con-poder-para-destruir-al-Innombrable" antes que él (aunque sólo por ser enteramente sangre limpia) y sólo dejaron de pensar en él cuando otro término de la profecía se cumplió: "y será marcado como su igual". Harry seguía pensando que era extraño que Voldemort no hubiera elegido al sangre limpia y hubiera escogido al sangre mezclada. Según su propia teoría únicamente los sangre limpia eran dignos de consideración.
Por todo esto, Harry se sintió "extraño" cuando entraron a aquel compartimiento.
Neville estaba en su compartimento leyendo tranquilamente el periódico mágico "El Profeta". Su abuela había decidido ir temprano primeramente para evitar la muchedumbre de padres y alumnos que allí se formaría a partir de las once menos cuarto. Segundo porque estaban en guerra y había que evitar a toda costa las muchedumbres, la señora Longbottom sabía que en cuanto su nieto entrara en el andén estaría seguro.
Cuando Neville había entrado al tren, éste estaba casi desierto. Buscó un departamento vacío, cosa que fue fácil de encontrar, y llevaba allí bastante rato hasta que Harry y Ginny entraron en la puerta.
Ginny entró primero y Neville la saludó como a una amiga, una buena amiga. De hecho, fue el curso pasado antes de irse de vacaciones cuando tuvieron que escaparse de la Brigada de Umbridge. Luego lo del departamento de misterios con los demás... Pero volviendo a dónde estábamos, Neville no le encontró a Ginny ninguna diferencia, excepto un ligero bronceado, más altura y más... mujer... por así decirlo.
Pero la gran sorpresa llegó al ver a Harry entrar. Parecía algo triste y resentido, pero más firme e irradiante de un misterioso poder. Su mirada castaña se fijó en los ojos verdes e hipnotizantes de Harry. Brillaban con gran intensidad.
A Neville le asombraba no haberse percatado nunca en los cinco años que había dormido en el mismo cuarto que Harry, pero luego se dio cuenta de que no llevaba sus gafas puestas... ¿por qué no? Siempre le había parecido que Harry necesitaba gafas para ver siempre, era uno de esos miopes que sin sus gafas no ven dos palmos más allá... ¿cómo se le había arreglado la vista? Que él supiera era imposible mágicamente. Las operaciones de vista mágicas eran muy complicadas de hacer y necesitaban gran precisión. Nadie las hacía, ya que no se podía dar ninguna garantía de quedar bien.
Neville tampoco creía que el brillo de sus ojos fuera tan... ¿verde? Era una mirada mágica y misteriosa.
Harry se fijó en la mirada inquisitiva de Neville. Sabía que había cambiado mucho en poco tiempo. Había experimentado un cambio gradual desde su decimosexto cumpleaños. Si le hacía caso a Dumbledore, la causa sería que había recibido los poderes de Gryffindor. Al principio no lo creyó, ¿pero que otra causa podría haber para que tuviera de repente esos extraños poderes?
Luego estuvo también la reforma de su miopía. A mitad de mes de agosto se levantó una mañana y como gesto ya involuntario de pura costumbre buscó las gafas en la mesilla de noche. Cuando se las puso notó todo más borroso que con ellas. Se las quitó y lo vio todo más claro. Cuando bajó a la cocina a desayunar, todos los miembros de la Orden del Fénix se sorprendieron al ver que le faltaba tan común rasgo en su rostro. Nadie le pidió explicaciones, excepto Ron y Hermione, pero él no sabía contestar a sus preguntas.
Ginny vio como ambos, Neville y Harry se miraban. El primero estaba sorprendido por el cambio que había sufrido su compañero y el segundo estaba incómodo por las miradas inquisitivas del primero. Ella decidió romper el silencio que se había impuesto en el compartimento desde la llegada de Harry allí.
- Esto... Neville... ¿piensas hacer las pruebas para entrar en el equipo de Quidditch? –preguntó Ginny diciendo lo primero que le había pasado por la cabeza.
Neville la estaba observando sorprendido, como si no hubiera entendido la pregunta. Era bien conocida en todo el colegio su torpeza encima de una escoba.
Ginny se dio cuenta de que había metido la pata, la pregunta que le había hecho a Neville era una pregunta corriente para cualquiera, pero no para él. Incluso ella, que no estaba en el colegio en ese momento sabía que desastre había sido su primera clase de vuelo.
- No... no lo había considerado... -respondió balbuceante Neville. –De todos modos... no creo que yo hiciera un buen papel en el equipo.
Harry miró sorprendido a Ginny por la pregunta, y fácilmente entendió (gracias a su ligera habilidad telepática) que Ginny quería realmente desviar la atención de Neville sobre él. Se lo agradeció mentalmente, sin darse cuenta de que ese pensamiento llegó a Ginny. Decidió seguirle el juego.
- Deberías probarlo, Neville –dijo Harry. –Los años cambian a cualquiera. Ha pasado mucho desde la última vez que te montaste a una escoba.
- No creo que mi habilidad haya cambiado mucho –dijo Neville en voz alta. –"Al contrario que otros" –murmuró para si mismo de forma inaudible. Mas no pasó desapercibido para el oído fino de Harry, que notó que Neville aun estaba deseoso de preguntar su cambio físico.
- Yo te podría enseñar –dijo Harry –si Dolores Umbridge no me hubiese prohibido subirme a una escoba de por vida.
- Ahora ella está en el San Mungo, -observó Ginny. –Si le pides permiso a Dumbledore te lo concederá.
- Supongo –dijo Harry intentando atajar el tema. No tenía ganas de hablar de Dumbledore en ese momento. Todavía estaba molesto porque le seguía ocultando cosas de su pasado. Y el San Mungo tampoco era buen tema de conversación con Neville delante....
- ¡Hola! –dijo una chica rubia que había asomado su cabeza en el compartimento. -¿Puedo entrar? Los demás están llenos...
- Claro, Luna, entra –contestó Ginny. –Por mí no hay problema, puedes quedarte, ¿no? –preguntó buscando el apoyo de sus amigos.
Neville y Harry asintieron.
Luna se sentó al lado de Ginny, abrió una bolsa de viaje que llevaba y sacó "The Quibber" de allí.
El viaje transcurrió lentamente y fueron pasando por distintos parajes para llegar al norte de Gran Bretaña, donde se hallaba ubicado Hogwarts.
A mitad viaje, justo después de que la bruja regordeta de la golosinas hubiera pasado, volvieron Ron y Hermione.
Les habían dicho ya las contraseñas de la casa, y habían repartido las tareas a cada uno.
- ¡Hola! ¿Qué tal te han ido los TIMOS, Neville? –preguntó Hermione. Ella estaba muy orgullosa de sus calificaciones y le iba preguntando a todo el mundo sus resultados para poder comparar con ella.
- Bastante bien –contestó Neville.- ¡Aprobé pociones!
- ¡Muy bien, Neville, felicidades! –dijo Hermione a Neville con una gran sonrisa. - ¿y qué quieres....?
Hermione detuvo su pregunta allí al percatarse de la entrada de un prefecto indeseable de Slytherin y sus dos matones.
- ¡Muy bien!, ¡el squib aprobó pociones! –dijo Malfoy imitando la forma de hablar de Hermione. –Dios los cría y ellos se juntan... el squib, el cabeza-rajada, el pobretón, la sangre-sucia y la lunática.
- Retira lo que has dicho, Malfoy –dijo Harry cabreándose. -¿cómo podía ese tipo hablar así a Hermione? ¿y a los demás?
Hermione y Ron se levantaron, notando el enfado de Harry y querían que no lanzara sus poderes en masa contra Malfoy, porque si eso ocurría... nadie sabía como acabaría el impulsor del problema.
Pero no sabía como calmarlo. Harry miraba con sus ojos verde esmeralda a los ojos grises de Draco. Fue entonces cuando Malfoy se dio cuenta de la carencia de sus gafas.
- Vaya, vaya, vaya –dijo Malfoy. –Nuestro cabeza-rajada nos ha salido presumido. ¿Te has quitado las gafas por alguien? –preguntó Draco. -¿Por la sangre-sucia, la lunática o la pelirroja pobretona amante de los muggles? Seguramente será por la pelirroja. Te debe recordar a tu querida madre sangre sucia- dijo Malfoy arrastrando las palabras e intentando herir lo más posible a su enemigo.
Pero esa había sido la gota que había colmado el vaso. El ambiente se comenzó a caldear, y la temperatura de la habitación subía rápidamente. Y esto no era una metáfora. Hermione, Ron y Ginny sabía que el foco era Harry, pero no sabía como estaba haciendo eso.
Alrededor de Harry comenzó a formarse un círculo de fuego. Al principio poco intenso, finalmente de color azul. El resto de los presentes en la habitación miraban sorprendidos como su amigo desaparecía tras una cortina de fuego.
Harry en su interior intentaba tranquilizarse, intentando que la ira le dejara de poseer. Entonces, gradualmente, la intensidad del fuego empezó a disminuir hasta que únicamente quedó como recuerdo de aquel incidente una quemadura circular en la moqueta alrededor de donde había estado Harry.
Malfoy todavía estaba en el umbral de la puerta observando eso y cuando todo acabó dijo:
- Eres un bicho raro, Potter –expresó arrastrando las palabras. Y se fue con sus gorilas de allí.
Nota de la Autora: Hola!!! Espero que les haya gustado este nuevo capítulo. Es un poco más largo que los anteriores y a mí me ha gustado escribirlo (me encantó la última frase!). De hecho me ha costado muy poco hacerlo (mi musa estaba hiperactiva). Les agradezco a todos ustedes los reviews que son el combustible para hacer que el motor de mi imaginación funcione.
Nota: modifiqué el primer capítulo
Contestación a reviews....
Sarhaliene: ya corregí en el primer capítulo la parte en la que lo ponía, además modifiqué un pequeño problema con los espacios que había. Gracias por avisarme, no me había dado cuenta. Gracias por tu review, me alegro que te esté gustando la historia y espero que te haya gustado este capítulo.
Sacralo: sí, a mí tb me gustó esa parte. Lo hice casi sin pensar, mecanografiando lo que me dictaba mi musa y luego el efecto me gustó mucho... me alegro que a ti tb! Luego me acordé de Sabrina y me di cuenta de que a ella le pasaba lo mismo. Juro que no me di cuenta!! Tb en Sabrina la magia empieza a los 16 años... pura casualidad!! Espero que tb te haya gustado este capítulo. A mí personalmente me encantó la última frase... ¿q hará Harry con Draco? ¿le borrará la memoria? ¿o será demasiado tarde cuando lo haga? Jeje... me encanta...
Claudio-Potter: ¡Esta vez actualicé pronto! Me alegro mucho de que te esté gustando la historia. Este capítulo es "ligeramente" más largo que el anterior. Espero que te guste.
Nelly Esp: ¿Sirius resucitado? ¡no, que va! No sé lo que voy a hacer... lo pensaré... si me sirve lo resucito y si no... en el hoyo... (estoy bromeando, por supuesto que quiero que vuelva, pero su vuelta se debe adaptar a la historia...) Lo de la confianza... eps... son otras circunstancias... no sé que hubieran hecho si hubiera sido JK si hubiera escrito esto... pero como no lo ha escrito y yo si pues hago que los personajes se adapten a la historia que planeo....
goldfinger-potter: Gracias, me alegro que te guste y espero que disfrutes tb con este capítulo.
LeoHagrid: ¡empecé a leer tu fic del heredero! Continúalo que está muy bien.... gracias por decirme eso de los reviews. Lo comprobaré cuando envie el capítulo...
Y también.... ANIMEN A LA ESCRITORA CON SUS REVIEWS
