El Heredero de Gryffindor

-por Arwenej-

Capítulo 7 – "De vuelta al hogar"


Harry notó clavada en él las miradas de Neville, Luna, Ginny, Ron y Hermione. No sabía lo que le había ocurrido. Se había enfadado mucho por lo que le había dicho Malfoy y la ira le dominó.

Cuando se sintió preso de la ira, un poder, que nunca había sentido, manaba por todos los poros de su piel. Era caliente, y para él, reconfortante.

Pero, la situación empeoró cuando ese poder creó una cortina de fuego alrededor suya impenetrable. Entonces fue cuando tomó conciencia la verdadera posición en la que se encontraba.

Fue fácil para él deducir el método de reducir ese poder que le estaba dominando. Tenía que intentar reducir su enfado, su ira. La ira era lo que estaba manejando aquel poder indomable.

Gradualmente, consiguió relajarse, pero eso no quitó el susto a sus contertulios, incluyendo a Malfoy, que se fue poseyendo un gran secreto...

Harry sintió un escalofrío. ¿Qué podría hacer Malfoy con SU secreto? Su padre era un mortífago y... sintió otro escalofrío... no quería pensarlo.

Miró a sus amigos. Seguían nerviosos y no sabían que decir.

Ron, Hermione y Ginny sabían algo, estaba seguro, pero nada les había preparado para observar aquel derroche de energía

Y Neville y Luna... ellos no tenían ni idea que le estaba pasando a Harry...

Sin embargo, fue Neville el que tomó primero la palabra.

- Harry, ¿cómo has hecho eso? –preguntó temeroso.

- No lo sé –contestó Harry, casi para sí mismo. –No lo sé.

El resto del viaje lo pasaron en silencio, excepto cuando comenzó a anochecer (señal de que llegaban a Hogwarts) y Ron comentó que ya debían empezar a cambiarse.

A partir de esa frase, se desarrolló una conversación sobre el nuevo profesor de DCAO, quién sería, si sería de la Orden. Harry se alegró de que por fin la atención de sus compañeros se desviara hacia otros temas.

- ¿Seguiremos este año con el ED? –preguntó Luna dirigiéndose a Harry.

- Por mí podemos seguir, aunque quizás querréis que sea otro el que lidere... -dijo Harry. –También puede que halla este año un profesor competente de DCAO y no queráis seguir...

- ¡Oh, no! –intervino Ginny. –Harry, tú has sido el mejor profesor que hemos tenido en todos nuestros años en Hogwarts... Y sabes más que todos nosotros...

"S", pensó Hermione, "claro que sabe más que todos nosotros. ¡Oh, por Dios! ¡Es un brujo elemental de fuego y no lo sabe! Puede ser muy peligroso para cualquiera. La situación anterior se le podría haber ido de las manos y nadie salvo otro brujo elemental podría haber impedido todo esto. Además los brujos con poderes elementales son muy raros... tendré que buscar ese libro que leí...".

- ¡Ginny, por favor! –contestó Harry. –No debe haber sido para tanto... sin embargo, si todos quieren que siga, seguiré.

- Nosotros queremos que sigas –dijo Neville. -¿No es así? –preguntó buscando el apoyo de sus compañeros lo que provocó un asentimiento general.

Fue después de esa declaración cuando Hogwarts apareció por fin. Harry se dio cuenta de que todavía tenía que cambiarse y mirando de reojo a sus acompañantes decidió usar la magia. Cogió la varita para disimular y la túnica de Hogwarts remplazó a la ropa muggle que había llevado durante todo el viaje.

Luna y Neville le miraron con curiosidad, sin saber como había hecho eso. Dio gracias por habérsele ocurrido disimular con la varita, ya que la magia sin varita les habría impactado más profundamente y nunca hubieran reaccionado como antes a su presencia.

- Transformaciones –les explicó Harry con una mentira. –Lo aprendí cuando estábamos estudiando para los TIMOS.

Neville y Luna asintieron.

"Está mintiendo", pensó Neville, "cuando hicimos nuestros TIMOS, las Transformaciones no se le daban tan bien. Encima lo que ha pasado antes... Pues si esa no es la explicación... ¿cuál es?"

- Fascinante –dijo Neville. –Has cambiado mucho desde la última vez que nos vimos...

A Harry le sorprendió ese comentario e iba a contestarlo. Pero en ese momento el tren efectuó su parada y todos los del compartimento salieron hacia el andén de Hogsmeade.

Todos los amigos cogieron un carruaje conducido por un par thestrals. Al verlos Harry sintió una punzada dolorosa al relacionarlos a ellos con el recuerdo de la muerte de Sirius.

Sin embargo, intentó relegar ese recuerdo al último rincón de su mente. Suspirando, subió al carruaje y fueron portados por unos ligeros thestrals a Hogwarts.

Cruzaron el vestíbulo pasando por delante de la escalinata de mármol y llegaron al Gran Comedor. Se sentaron en sus sitios correspondientes (Harry, Ron, Hermione, Neville y Ginny en la mesa de Gryffindor y Luna en Ravenclaw).

Cuando todos los estudiantes de cursos superiores entraron, entró el usual grupo de estudiantes de primer año. Se colocaron todos en fila delante de la mesa de profesores, la cual presidía Dumbledore. El puesto del profesor de DCAO estaba ocupado por un hombre de estatura mediana, vestido con una sencilla túnica azul oscuro, de cabello caoba liso y largo recogido por una coleta. Sus ojos eran marrón claro con unos toques verdes.

El sombrero cantó su canción y nada más terminar fueron repartidos los niños en las cuatro diferentes casas.

Cuando cada niño estuvo es su casa correspondiente, Dumbledore se levantó y pronunció su habitual discurso de bienvenida.

- ¡Bienvenidos todos de regreso a Hogwarts! Supongo que todos vosotros habréis dejado limpias vuestras cabecitas para que nuestros profesores vuelvan a llenarlas con material útil. Primero de todo quiero presentarles al profesor John Alderton, que enseñará Defensa Contra las Artes Oscuras este año –el nuevo profesor se levantó de su asiento y inclinó la cabeza mientras sus futuros alumnos le aplaudían-. También quiero decirles que en un pacto que hemos hecho con el ministerio, se han suprimido los decretos de la ley educacional, la Suma Inquisidora y su Brigada. Por así decirlo, todo lo hecho por nuestra anterior directora se anulará.

Varios aplausos interrumpieron al venerable director. Todos estaban alegres de que esa espantosa mujer se hubiera ido ya de la escuela.

- Y para finalizar dos palabras: ¡A comer! –finalizó Dumbledore y fue entonces donde los platos dorados se llenaron sabrosos platos seguramente preparados por los elfos domésticos.

Nada más aparecer la comida sobre las mesas, el tintineo de los cubiertos comenzó. Ron había sido el primero de la mesa en lanzarse a la comida. Hermione veía ese gesto con repulsión, pero Harry lo veía divertido.

- ¿Pe'o que os pa'a aho'a? –intentó vocalizar Ron con la boca llena de pudín.

- Ron, por favor, modérate, -dijo Hermione mientras Harry intentaba comer y reír al mismo tiempo –lo que haces es asqueroso...

La cena fue muy rápida, primeramente porque Ron arramblaba con todo y poco a los demás. Por muy rápido que apareciera la comida en seguida iba Ron y metía la mano dentro de la fuente o plato. Segundo, porque a Harry, la escena del tren todavía le quitaba las ganas de comer. Todavía se preguntaba que era Malfoy con el conocimiento que había adquirido cuando lo único que quería era divertirse un rato con Harry. Y tercero porque Harry no quería llegar tarde a su charla con el director. Tenía que preguntarle qué diablos le estaba pasando.

Cuando terminaron de cenar (Ron todavía tenía ganas de más) se fueron hacia sus salas comunes antes de que Harry saliera hacia el despacho de Dumbledore, Hermione le susurró la contraseña para que pudiera entrar en cuanto volviera.

Harry hizo el camino a la gárgola bastante rápido. Dijo la contraseña ("Meigas Fritas") y la gárgola de piedra se apartó y le dejó entrar.

Cuando Harry entró, lo primero en lo que se fijó fue en Fawkes, que mostraba sus plumas rojas y doradas con todo su esplendor. El escritorio estaba vacío, Dumbledore todavía no había llegado.

Harry se sentó en uno de los dos sillones de cuero que había delante del escritorio. Esperó tranquilamente al director observando como Fawkes se arreglaba las plumas.

Esperó poco tiempo. Dumbledore tardó unos escasos minutos en venir. Cuando entró lo hizo sigilosamente, pegando un susto a cualquiera, pero no a Harry. Cualquiera hubiera dicho que se había aparecido, pero Harry sabía que no era así. Primeramente, lo presentía y segundo, Hermione le había dicho más de mil veces que en Hogwarts no se puede aparecer.

- Buenas noches, profesor Dumbledore –le saludó Harry antes de que apareciera en su campo visual.

- Hola, Harry –le respondió respetuosamente el anciano director. Si Dumbledore parecía sorprendido no lo aparentó.

- He venido, inicialmente porque usted me lo pidió la noche siguiente a mi cumpleaños, pero también porque he notado que este último mes me han pasado cosas... raras –explicó Harry dudando en calificar lo que le había sucedido.

- Hum... ya veo... ¿puedes hacerme una demostración? –preguntó Dumbledore.

Harry asintió.

Una luz blanca rodeó su cuerpo, desapareció y apareció detrás del director.

Dumbledore le miraba sorprendido, pero intentó disimularlo ante Harry. Quería darle una apariencia de solidez. De nada sirvió hacerlo. El sexto sentido que le guiaba notó el engaño, pero no dijo nada.

- ¿Qué más sabes hacer? –preguntó de nuevo Dumbledore sin poder disimular su curiosidad.

Harry se concentró y conjuró un patronus. Esta vez Dumbledore no pudo ocultar su sorpresa. El patronus era un hechizo que muy pocos magos sabían hacer y el hecho de hacerlo sin varita... Era un derroche de poder muy grande, que dejaba cansado a cualquier estudiante. Y Harry permanecía como sin nada hubiera pasado... increíble.

- Impresionante –murmuró Dumbledore. –Nadie había logrado hacer que sus poderes crecieran tan rápido...

- Profesor, hay una cosa que quiero decirle... -dijo Harry ignorando la murmuración de Dumbledore. –Verá, en el tren... Malfoy... me hizo enfadar... y yo... no sé... creo que invoqué un fuego... aunque no estoy muy seguro. No era muy consciente de lo que hacia.

- ¿Invocaste un fuego? –preguntó sorprendido Dumbledore. -¿Qué tipo de fuego?

- No sé. Recuerdo que me enfadé y noté un... "poder" fluyendo por mi cuerpo. Era reconfortante y arrastraba la ira fuera de mí. Pero se salió de mi control. Creé una cortina de fuego alrededor mío... y se fue diluyendo al disminuir mi enfado. –contestó Harry. -¿Qué me pasó?

- Fuego... eres un elemental de fuego... -dijo Dumbledore más para sí mismo que para Harry. Levantó la vista. –No ha habido otro desde hace siglos. El fuego es indomable, aunque es lógico que de tener algún elemento seas ese. Leo es un signo de fuego. Aunque el fuego es el más poderoso de los elementos y requiere grandes capacidades para su control. El fuego te puede llegar a dominar, Harry.

- Eso no es lo peor... ¡Lo peor es que Malfoy lo sabe! –exclamó Harry escandalizado.

- Me temo que eso lo tendrás que arreglar tú –contestó Dumbledore. –De momento te dará clases el profesor John Alderton. Es una persona que merece mi confianza, así que cualquier cosa que le tengas que decir, dísela en confianza.

- ¿De qué conoce al profesor Alderton? –inquirió Harry curioso.

- Es un buen auror. Lo conozco desde que entró en Hogwarts. El resto te lo tendrá que contar él –contestó el venerable director.

- ¿Cuándo empezarán?

- Seguramente esta semana. Cuanto antes controles tus poderes mejor. No queremos que haya desafortunados accidentes. Los horarios de las clases te los dará él mismo –contestó Dumbledore.

- Bien, gracias –dijo Harry dirigiéndose a la puerta para marcharse. –Pero... espere, ¿este año no daré Oclumancia?

- No creo que te sea necesaria.

- Pero... ¿por qué no? –inquirió Harry.

- Es muy tarde y mañana empiezan las clases –dijo Dumbledore evadiendo la pregunta. –Sería mejor que te fueras a la cama.

Harry quiso protestar, pero la excusa de Dumbledore era buena, y se tuvo que ir. Aunque la próxima vez no se evadiría tan rápidamente...


Nota de la Autora: ¡gracias a todos por sus reviews! Animan mucho a la escritora (y a su musa (no, no me había olvidado de ti). Últimamente mi musa está hiperactiva y esta parte de la historia es para mi fácil de escribir, por lo que me está costando poco.

Como ven estoy actualizando rápido y lo hago en parte en función de los reviews (la otra parte es cosa de mi musa, según como esté).

((Nota: para los que no lo sepan mi musa es mi lado Arwenej, mi lado fantástico. Es el que mi inspira estas locas historias (ahora está muy orgullosa de ello). Así que es pa' que sepan que mi musa no es una segunda persona... a veces puede parecerlo, pero no))

Y ahora... contestación a reviews...

Sarhaliene: ya... en todos lo fics Harry tiene el poder del fuego... pero es que Harry es Leo signo de fuego... o lo ponía de fuego o lo ponía de todos y no quería hacerlo más anormal de lo que es... Weno, gracias por tu review y por tus comentarios... (si ves otro fallo me avisas... eh?

Nelly Esp: Draco... todavía no sé lo que le hará... Borrarle la memoria o... (puntos suspensivos) La reacción de Neville y Luna ya la has visto... espero que te haya gustado... (no sé si me ha quedado muy bien...) Gracias por tu review. Espero que tb te haya gustado el capítulo...

goldfinger-potter: ¡muchas gracias! me alegro que te guste. Espero q tb te haya gustado este capi.

TheHard: ¡bienvenido! Me alegro que te guste mi historia (y que te la leyeras rápido). Se hace corta... pues acá estamos incorporándole nuevos capítulos para que se te haga más larga!! Mi musa está halagada por todos los piropos de los lectores (se le sube mucho a la cabeza...) Gracias por decir q soy buena escritora!! Me alegra mucho que te guste mi modo de narrar!! Lo de los capítulos... va mejorando. Antes eran de 3 pags y ahora son de 5... poquito a poco llegamos a 6... (x cierto, de momento no tengo nada pensado de mi otro fic... ahora la insipiración viene para este y.... cuando vengan ideas actualizaré)

Claudio Potter: ¡acá tienes el próximo! No te quejarás.... no? Espero que este te guste tb...

Muchas gracias por sus reviews... alegra mucho saber que una tiene lectores así, que no la abandonan... Pongan reviews.... cuantos más mejor... (más rápido iré)

Arwenej