Joanne Diste: gracias por avisarme lo de los revierws anónimos, ya está
arreglado. Pero... ¿Cómo pudiste saber que no los recibía?? Oo tengo
muchas cosas que aprender.. U ya borré las otras historias, también
tenía que investigar por ahí... aún no he hecho lo de default chapter, pero
en seguido la haré. Me alegra saber que te gusta como escribo, ¡aunque, a
juzgar por los rr recibidos, sólo han leído mi historia dos personas!
Bueno, tendré paciencia.... TT
¡¡Los que vayan a leer este capítulo y no me hayan dejado rr nunca, ya saben, que los revierws se agradecen!!
-----------------3 cap. La fiesta.
-¡Es el doble de grande que la de Gryffindor, pero ni la mitad de acogedora! –murmuró Rachel.
-Sí, es cierto. Aunque no le vendría nada mal este tamaño a Gryffindor. –dijo Fred entrando el último.
La sala común estaba desierta, con una mesa alargada llena de bebida y comida, más que nada golosinas. Fred comentó que habían echado un hechizo repelente para que abandonaran la sala los que no estaban invitados.
Fred llamó a la puerta en la que ponía en un cartel grande de madera "Tíos" (obviamente, antes había otra palabra como "hombres", pero los Ravenclaw l habían cambiado con un hechizo) y abrió sin esperar respuesta. Se encontró con un largo pasillo que ponía encima de las puertas en carteles de madera, los cursos. Llamó a los de séptimo y sexto.
Por señas dijo que lo esperaran en la sala común y entró en la habitación en el momento en el que abrieron la puerta.
Las chicas dejaron en una perchas las túnicas (eran para que no se vieran la ropa que llevaban) Rachel tenía unos pantalones ajustados negros y una camisa rosa que enseñaba la espalda, con dos tirantes que se unían detrás del cuello.
Clara unos pantalones ajustados color café con una camiseta apretada que enseñaba mucho un hombro de rayas color café y blancas.
Alicia, la más salida del grupo y la más alocada, llevaba una minifalda vaquera y un top blanco.
Michelle, unos pantalones muy ajustados con una camiseta verde preciosa que enseñaba mucha espalda, parecida a la de Rachel. Era la primera vez que se vestía así y que se maquillaba. Había quedado irreconocible.
Esperaron pacientemente sentadas (excepto Clara, que en cuanto vio ranas de chocolate, casi volcó la mesa) hasta que unos chicos salieron, entre ellos Fred y George. Esta vez, cuando Michelle vio a Fred, que fue a saludarla, le dio un vuelco al estómago.
Él se quitó la túnica y la dejó en la percha. Llevaba unos vaqueros colgando con una pequeña cadenita, y una camiseta. En la camiseta (negra) se veía un dibujo de una chica frente a un muro con varios sprays para pintar un muro. La camiseta estaba encantada, y la chica tenía vida, y pintaba con los sprays el muro poniendo "Weasley".
-¿Y esos pantalones? –le dijo Michelle cuando se recuperó de la sacudida del estómago. –Bonita cadenita.
Fred se puso rojo y levantó las cejas un poco, sorprendido.
-Me los acaba de dejar Max Taylor. Lo conoces, ¿no? –le preguntó con una sonrisa burlona. Michelle gruñó ante el comentario. ¡Pues claro que Fred sabía que babeaba por Max!
Se dio la vuelta y se dirigió a sus amigas. La gente había empezado a aparecer, como la música. Media hora más tarde, la fiesta y la gente se había animado ahora bailaban y bebían.
Max se acercó a ellas. Rachel y Clara tuvieron que sujetar a Alicia porque casi se cae de la emoción. Se levantó rápidamente cuando Max estuvo ante ellas. El chico esbozó una sonrisa deliciosa que hizo a Alicia taparse la boca por las babas.
-¿Sois las que trajisteis las bebidas? –preguntó Max a Alicia generosamente. Alicia sólo parpadeó y dijo sin dejar de mirarlo con la boca abierta:
-¿Eh?
-Sí, fui yo. –dijo Michelle. –Con su ayuda. –señaló a sus amigas. –Nos costó lo nuestro, pero vamos.
Max asintió con la cabeza y se llevó una botella a los labios, una botella que las chicas no habían visto, y miraron sorprendidas. Por supuesto, cuando se acercó a ellas, no le habían mirado las manos, si no los ojos (de un azul espectacular) y la hombría, (eso sólo Alicia, que destacaba en el grupo por ser la más salida, atrevida y extrovertida)
Una chica que parecía borracha y que tenía un porro en la mano (¡¡Y eso que hacía media hora que había empezado la fiesta!!) se tiró en la espalda de Max y cuando éste se dio la vuelta, empezó a murmurarle unas cosas en las que sólo se podían entender palabras sueltas:
-¡Hic! Buenorro... hijo tuyo... habitación.... protección.
Alicia se puso roja y dio un paso al frente, pero sus amigas la detuvieron. Alicia, con un par de manotazos, se puso al lado de Max (que miraba con cara de asco a la chica) y le espetó a la borracha:
-Mira, "guapa". Max está esta noche con migo. Así que déjate las bragas puestas y nos harás un gran favor.
Así era Alicia. Muy cortada con un tío el primer minuto, y al siguiente, sólo le queda llevárselo a la cama. (pero ella no era como Penélope)
Max la miró con una sonrisa y la borracha, dejando caer el porro por la sorpresa, se alejó. Max le pasó un brazo por los hombros y se la llevó hacia la comida y la bebida hablando con ella.
Las chicas se miraron asombradas y se empezaron a reír. ¡¡Sería suertuda, la tía!!
-¡Ah! ¡Ahí está Mayka! –dijo Rachel dándole su cerveza de mantequilla a Michelle. –Ahora mismo vuelvo, tengo que aclarar con ella unos puntos de la próxima reunión para hacer la revista del siguiente curso. ¡Es que no tengo ni idea de a qué hora quedamos y en qué aula, no me acuerdo!
La "Hogwarts girl" era una revista creada por Mayka, de Ravenclaw, Rachel, Joanna de Hufflepuf y Katy de Slytherin. La idea había sido de Rachel, Mayka, y Joanna, pero luego habían metido a una Slytherin para poder completarla y que tuviera más éxito también entre las Slytherins.
La revista había sido diseñada y habían empezado a trabajar en ella al principio del año pasado, pero empezaron a sacarla al final de Navidad. La revista había sido todo un éxito, era un completo cotilleo sobre Hogwarts, pero también tenía notas de ánimo (cuando una chica estaba pasando un mal momento, padre muerto, madre enferma, etc) las alumnas la ayudaban con notas que pedían a las cuatro representantes de las casas que publicaran en la revista. En las notas ponían frases de ánimo etc. Ponían una sección en que varias alumnas vendían cosas o las intercambiaban; la interesada sólo tenían que hablar con una de las chicas, dependiendo de su casa. Otra sección era sobre el quidditch, los puntos ganados y perdidos, otra sobre belleza y moda que se llevaba en Hogwarts, y otra (la más extensa) sobre chicos. En la última, había listas, (mejor culo, chico más guapo, chico más listo, etc) en las que Max Taylor iba en cabeza en casi todas, aunque Draco Malfoy, un chico paliducho y atractivo de tercer año de Slytherin, estaba ganando puntos.
Aún había más secciones como música y otra en las que sacaban fotos graciosas (una de cada profe) en las que estaban haciendo el ridículo; Flitwik en el suelo tras tropezar, Snape con un moco asomando por su ganchuda nariz...
Pero lo más gracioso de todo, era que los chicos y los profesores no podían leerla gracias unos hechizos, que borraban las letras hasta que la revista cayera en manos femeninas. Cuando alguna chica se apiadaba de ellos y les iba a decir de qué iba o algo, gracias a un hechizo se quedaba muda por media hora, y si lo intentaban decir por escrito, el tintero le estallaba en la cara y la pluma no escribía. Los hechizos los había puesto el mismo Dumbledore, encantado con la idea, sólo son el trato de poder ver cada mes las fotos de los profesores haciendo el ridículo. Había una cada mes, y era un completo éxito.
Clara se agarró al brazo de Michelle para no caer.
-¡Nos han dejado solas! ¡Solas! –dijo enfadada. -¡Me voy a ver a Robin, guapa!
Michelle fue a buscar algo de comer, pero alguien le tapó los ojos. Era George.
-¡Hola! –dijo con una sonrisa. -¡Qué guapo! –le dijo guiñándole un ojo. George llevaba unos pantalones negros y una camiseta roja que tenían el dibujo de un fantasmita (dibujo a lo Casper, no como los fantasmas de Hogwarts) que andaba por toda la camiseta gritando groserías y comiendo vagamente "tirado en el suelo".
-Gracias, tu tampoco andas mal. Retiro lo de que no te pareces a tu hermana. –murmuró entre dientes mirándola de arriba abajo.
Michelle gruñó. Era un cumplido, lo sabía, pero su hermana... no quería pensar en ella. Le fastidiaba bastante que fuera así de.... así.
Se dio la vuelta, chocando con Fred. Él le sonrió, y sintió unas maripositas en su estómago.... Fred la besaba, Michelle estaba en una nube....
-¿Michelle? –le preguntó Fred moviendo la mano ante sus ojos.
¡Mierda! ¡SE lo estaba imaginando todo! Fred no la había besado... se mordió el labio inferior, era tan mono...
-¿Vas a beber esta noche? –le preguntó Fred ofreciéndole una cerveza de mantequilla. –Es tradición emborracharse en la primera fiesta a la que vayas.
Michelle se rió despreocupadamente mientras negaba con la cabeza.
-¡Que sí! ¡Todo el mundo espera que lo hagas! –repitió Fred intentando convencerla.
Michelle conocía la tradición. Incluso algunas casas se sentían deshonrados cuando uno de una casa de fuera tuviera su primera fiesta con ellos. Eran los Slytherins, pero en Gryffindor, Hufflepuf y Ravenclaw, algunos integrantes también pensaban así.
Michelle se llevó una botella a los labios y fingió beber. Pero Fred la empujó la botella hacia la boca haciéndola atragantarse y beber la cerveza. Se apartó cuando la botella estuvo vacía tosiendo. Fred se rió. Esa sonrisa... esa cara...
¡¡¡¡¡¡Un momento, un momento, un momento!!!!!!
¿No le estaría empezando a gustar Fred Weasley, verdad? ¿¿¿Verdad???
Se dejó caer abatida sobre un sillón, donde bebió muchas botellas, demasiadas. Ya borracha, se sorprendió al ver como la lengua de Max Taylor recorría el cuello de Alicia. A un lado, Rachel tenía a tres chicos intentando ligársela a la vez, y un cigarrillo en los labios. Clara se besaba con un tal Will, invitado de Hufflepuf.
Cuando Michelle fue furiosa a quitarle de un manotazo el cigarrillo a Rachel, un chico la agarró del brazo y la puso en sus rodillas.
-¿Qué pasa, guapa? ¿Quieres hacerme un trabajillo de cinco minutos esta noche? –le dijo echándole el aliento, que olía mucho a alcohol.
Michelle se levantó muy asqueada limpiándose el trasero (había estado sobre las rodillas del chico) cuando un chico se acercaba a ella, Fred se apareció al lado casi corriendo, y miró amenazadoramente al chico que la miraba tanto.
-De nada, fue para quitarte a ese baboso de encima, ya te vi con ese... –dijo señalando al borracho que le había hecho la propuesta, que en ese momento estaba diciéndosela a otra chica.
Michelle se lo agradeció con un gesto y bebió la séptima botella de esa noche.
-¡Siguiendo la tradición, ¿no!? –le preguntó bajito haciéndola reír.
-Nop, es para tener el valor de decirte que vengas a la cama con migo, guapo. –le susurró deslizando una mano por la espalda del pelirrojo. –Es que me encantas.
-Creo que has bebido demasiado... –dijo divertido mirándole los labios y conteniéndose para no llevársela a la habitación.
Michelle se puso coqueta, y antes de que el pelirrojo pudiera hacer algo, ya le estaba mordiendo una oreja.
Fred se estremeció y la apretó contra sí. Michelle, casi sonriendo, comenzó su camino hacia la boca del pelirrojo, dándole antes unos besos cortos, secos, en los labios, demorando el beso profundo que tanto esperaba el chico. Michelle y Fred se besaron entrelazando sus lenguas, en un beso rápido y apasionado. Fred notaba cómo a Michelle se le ponían los pelos de punta, y, cuando menos se lo esperaban, ella se separó.
Fred se quedó confuso, casi con ganas de preguntarle que pasaba, pero se contuvo. Michelle, con una sonrisa coqueta, se acercó a su oído y le susurró que fueran a una habitación.
Se acercaron a un cuarto, y después del hechizo silenciador, se abrazaron sobre la cama, sin dejar de besarse.
Fred le acarició todo el cuerpo, besándola por el cuello y la clavícula. Michelle no podía hacer nada más que disfrutar, con los ojos cerrados, y una sonrisa en los labios, gimiendo, notando la erección del chico contra su sexo, a través de la ropa (ambos aún vestidos, sólo Fred sin sus pantalones)
Pero algo, en ese momento, falló. Cuando Michelle gimió su nombre, Fred. Entonces fue cuando el pelirrojo la miró herido, muy desconcertado, y se separó de ella notablemente enfadado. La miró con asco antes de subirse los pantalones (que en ese momento estaban por los tobillos) y marcharse dejando a Michelle confusa.
------------HOLAAAAA!!!!!!------
A ver si sois capaces de decirme q ha pasado con Michelle y ese gemelo!!! Espero vuestros reviews!!!
Un besote gande pá todos.
¡¡Los que vayan a leer este capítulo y no me hayan dejado rr nunca, ya saben, que los revierws se agradecen!!
-----------------3 cap. La fiesta.
-¡Es el doble de grande que la de Gryffindor, pero ni la mitad de acogedora! –murmuró Rachel.
-Sí, es cierto. Aunque no le vendría nada mal este tamaño a Gryffindor. –dijo Fred entrando el último.
La sala común estaba desierta, con una mesa alargada llena de bebida y comida, más que nada golosinas. Fred comentó que habían echado un hechizo repelente para que abandonaran la sala los que no estaban invitados.
Fred llamó a la puerta en la que ponía en un cartel grande de madera "Tíos" (obviamente, antes había otra palabra como "hombres", pero los Ravenclaw l habían cambiado con un hechizo) y abrió sin esperar respuesta. Se encontró con un largo pasillo que ponía encima de las puertas en carteles de madera, los cursos. Llamó a los de séptimo y sexto.
Por señas dijo que lo esperaran en la sala común y entró en la habitación en el momento en el que abrieron la puerta.
Las chicas dejaron en una perchas las túnicas (eran para que no se vieran la ropa que llevaban) Rachel tenía unos pantalones ajustados negros y una camisa rosa que enseñaba la espalda, con dos tirantes que se unían detrás del cuello.
Clara unos pantalones ajustados color café con una camiseta apretada que enseñaba mucho un hombro de rayas color café y blancas.
Alicia, la más salida del grupo y la más alocada, llevaba una minifalda vaquera y un top blanco.
Michelle, unos pantalones muy ajustados con una camiseta verde preciosa que enseñaba mucha espalda, parecida a la de Rachel. Era la primera vez que se vestía así y que se maquillaba. Había quedado irreconocible.
Esperaron pacientemente sentadas (excepto Clara, que en cuanto vio ranas de chocolate, casi volcó la mesa) hasta que unos chicos salieron, entre ellos Fred y George. Esta vez, cuando Michelle vio a Fred, que fue a saludarla, le dio un vuelco al estómago.
Él se quitó la túnica y la dejó en la percha. Llevaba unos vaqueros colgando con una pequeña cadenita, y una camiseta. En la camiseta (negra) se veía un dibujo de una chica frente a un muro con varios sprays para pintar un muro. La camiseta estaba encantada, y la chica tenía vida, y pintaba con los sprays el muro poniendo "Weasley".
-¿Y esos pantalones? –le dijo Michelle cuando se recuperó de la sacudida del estómago. –Bonita cadenita.
Fred se puso rojo y levantó las cejas un poco, sorprendido.
-Me los acaba de dejar Max Taylor. Lo conoces, ¿no? –le preguntó con una sonrisa burlona. Michelle gruñó ante el comentario. ¡Pues claro que Fred sabía que babeaba por Max!
Se dio la vuelta y se dirigió a sus amigas. La gente había empezado a aparecer, como la música. Media hora más tarde, la fiesta y la gente se había animado ahora bailaban y bebían.
Max se acercó a ellas. Rachel y Clara tuvieron que sujetar a Alicia porque casi se cae de la emoción. Se levantó rápidamente cuando Max estuvo ante ellas. El chico esbozó una sonrisa deliciosa que hizo a Alicia taparse la boca por las babas.
-¿Sois las que trajisteis las bebidas? –preguntó Max a Alicia generosamente. Alicia sólo parpadeó y dijo sin dejar de mirarlo con la boca abierta:
-¿Eh?
-Sí, fui yo. –dijo Michelle. –Con su ayuda. –señaló a sus amigas. –Nos costó lo nuestro, pero vamos.
Max asintió con la cabeza y se llevó una botella a los labios, una botella que las chicas no habían visto, y miraron sorprendidas. Por supuesto, cuando se acercó a ellas, no le habían mirado las manos, si no los ojos (de un azul espectacular) y la hombría, (eso sólo Alicia, que destacaba en el grupo por ser la más salida, atrevida y extrovertida)
Una chica que parecía borracha y que tenía un porro en la mano (¡¡Y eso que hacía media hora que había empezado la fiesta!!) se tiró en la espalda de Max y cuando éste se dio la vuelta, empezó a murmurarle unas cosas en las que sólo se podían entender palabras sueltas:
-¡Hic! Buenorro... hijo tuyo... habitación.... protección.
Alicia se puso roja y dio un paso al frente, pero sus amigas la detuvieron. Alicia, con un par de manotazos, se puso al lado de Max (que miraba con cara de asco a la chica) y le espetó a la borracha:
-Mira, "guapa". Max está esta noche con migo. Así que déjate las bragas puestas y nos harás un gran favor.
Así era Alicia. Muy cortada con un tío el primer minuto, y al siguiente, sólo le queda llevárselo a la cama. (pero ella no era como Penélope)
Max la miró con una sonrisa y la borracha, dejando caer el porro por la sorpresa, se alejó. Max le pasó un brazo por los hombros y se la llevó hacia la comida y la bebida hablando con ella.
Las chicas se miraron asombradas y se empezaron a reír. ¡¡Sería suertuda, la tía!!
-¡Ah! ¡Ahí está Mayka! –dijo Rachel dándole su cerveza de mantequilla a Michelle. –Ahora mismo vuelvo, tengo que aclarar con ella unos puntos de la próxima reunión para hacer la revista del siguiente curso. ¡Es que no tengo ni idea de a qué hora quedamos y en qué aula, no me acuerdo!
La "Hogwarts girl" era una revista creada por Mayka, de Ravenclaw, Rachel, Joanna de Hufflepuf y Katy de Slytherin. La idea había sido de Rachel, Mayka, y Joanna, pero luego habían metido a una Slytherin para poder completarla y que tuviera más éxito también entre las Slytherins.
La revista había sido diseñada y habían empezado a trabajar en ella al principio del año pasado, pero empezaron a sacarla al final de Navidad. La revista había sido todo un éxito, era un completo cotilleo sobre Hogwarts, pero también tenía notas de ánimo (cuando una chica estaba pasando un mal momento, padre muerto, madre enferma, etc) las alumnas la ayudaban con notas que pedían a las cuatro representantes de las casas que publicaran en la revista. En las notas ponían frases de ánimo etc. Ponían una sección en que varias alumnas vendían cosas o las intercambiaban; la interesada sólo tenían que hablar con una de las chicas, dependiendo de su casa. Otra sección era sobre el quidditch, los puntos ganados y perdidos, otra sobre belleza y moda que se llevaba en Hogwarts, y otra (la más extensa) sobre chicos. En la última, había listas, (mejor culo, chico más guapo, chico más listo, etc) en las que Max Taylor iba en cabeza en casi todas, aunque Draco Malfoy, un chico paliducho y atractivo de tercer año de Slytherin, estaba ganando puntos.
Aún había más secciones como música y otra en las que sacaban fotos graciosas (una de cada profe) en las que estaban haciendo el ridículo; Flitwik en el suelo tras tropezar, Snape con un moco asomando por su ganchuda nariz...
Pero lo más gracioso de todo, era que los chicos y los profesores no podían leerla gracias unos hechizos, que borraban las letras hasta que la revista cayera en manos femeninas. Cuando alguna chica se apiadaba de ellos y les iba a decir de qué iba o algo, gracias a un hechizo se quedaba muda por media hora, y si lo intentaban decir por escrito, el tintero le estallaba en la cara y la pluma no escribía. Los hechizos los había puesto el mismo Dumbledore, encantado con la idea, sólo son el trato de poder ver cada mes las fotos de los profesores haciendo el ridículo. Había una cada mes, y era un completo éxito.
Clara se agarró al brazo de Michelle para no caer.
-¡Nos han dejado solas! ¡Solas! –dijo enfadada. -¡Me voy a ver a Robin, guapa!
Michelle fue a buscar algo de comer, pero alguien le tapó los ojos. Era George.
-¡Hola! –dijo con una sonrisa. -¡Qué guapo! –le dijo guiñándole un ojo. George llevaba unos pantalones negros y una camiseta roja que tenían el dibujo de un fantasmita (dibujo a lo Casper, no como los fantasmas de Hogwarts) que andaba por toda la camiseta gritando groserías y comiendo vagamente "tirado en el suelo".
-Gracias, tu tampoco andas mal. Retiro lo de que no te pareces a tu hermana. –murmuró entre dientes mirándola de arriba abajo.
Michelle gruñó. Era un cumplido, lo sabía, pero su hermana... no quería pensar en ella. Le fastidiaba bastante que fuera así de.... así.
Se dio la vuelta, chocando con Fred. Él le sonrió, y sintió unas maripositas en su estómago.... Fred la besaba, Michelle estaba en una nube....
-¿Michelle? –le preguntó Fred moviendo la mano ante sus ojos.
¡Mierda! ¡SE lo estaba imaginando todo! Fred no la había besado... se mordió el labio inferior, era tan mono...
-¿Vas a beber esta noche? –le preguntó Fred ofreciéndole una cerveza de mantequilla. –Es tradición emborracharse en la primera fiesta a la que vayas.
Michelle se rió despreocupadamente mientras negaba con la cabeza.
-¡Que sí! ¡Todo el mundo espera que lo hagas! –repitió Fred intentando convencerla.
Michelle conocía la tradición. Incluso algunas casas se sentían deshonrados cuando uno de una casa de fuera tuviera su primera fiesta con ellos. Eran los Slytherins, pero en Gryffindor, Hufflepuf y Ravenclaw, algunos integrantes también pensaban así.
Michelle se llevó una botella a los labios y fingió beber. Pero Fred la empujó la botella hacia la boca haciéndola atragantarse y beber la cerveza. Se apartó cuando la botella estuvo vacía tosiendo. Fred se rió. Esa sonrisa... esa cara...
¡¡¡¡¡¡Un momento, un momento, un momento!!!!!!
¿No le estaría empezando a gustar Fred Weasley, verdad? ¿¿¿Verdad???
Se dejó caer abatida sobre un sillón, donde bebió muchas botellas, demasiadas. Ya borracha, se sorprendió al ver como la lengua de Max Taylor recorría el cuello de Alicia. A un lado, Rachel tenía a tres chicos intentando ligársela a la vez, y un cigarrillo en los labios. Clara se besaba con un tal Will, invitado de Hufflepuf.
Cuando Michelle fue furiosa a quitarle de un manotazo el cigarrillo a Rachel, un chico la agarró del brazo y la puso en sus rodillas.
-¿Qué pasa, guapa? ¿Quieres hacerme un trabajillo de cinco minutos esta noche? –le dijo echándole el aliento, que olía mucho a alcohol.
Michelle se levantó muy asqueada limpiándose el trasero (había estado sobre las rodillas del chico) cuando un chico se acercaba a ella, Fred se apareció al lado casi corriendo, y miró amenazadoramente al chico que la miraba tanto.
-De nada, fue para quitarte a ese baboso de encima, ya te vi con ese... –dijo señalando al borracho que le había hecho la propuesta, que en ese momento estaba diciéndosela a otra chica.
Michelle se lo agradeció con un gesto y bebió la séptima botella de esa noche.
-¡Siguiendo la tradición, ¿no!? –le preguntó bajito haciéndola reír.
-Nop, es para tener el valor de decirte que vengas a la cama con migo, guapo. –le susurró deslizando una mano por la espalda del pelirrojo. –Es que me encantas.
-Creo que has bebido demasiado... –dijo divertido mirándole los labios y conteniéndose para no llevársela a la habitación.
Michelle se puso coqueta, y antes de que el pelirrojo pudiera hacer algo, ya le estaba mordiendo una oreja.
Fred se estremeció y la apretó contra sí. Michelle, casi sonriendo, comenzó su camino hacia la boca del pelirrojo, dándole antes unos besos cortos, secos, en los labios, demorando el beso profundo que tanto esperaba el chico. Michelle y Fred se besaron entrelazando sus lenguas, en un beso rápido y apasionado. Fred notaba cómo a Michelle se le ponían los pelos de punta, y, cuando menos se lo esperaban, ella se separó.
Fred se quedó confuso, casi con ganas de preguntarle que pasaba, pero se contuvo. Michelle, con una sonrisa coqueta, se acercó a su oído y le susurró que fueran a una habitación.
Se acercaron a un cuarto, y después del hechizo silenciador, se abrazaron sobre la cama, sin dejar de besarse.
Fred le acarició todo el cuerpo, besándola por el cuello y la clavícula. Michelle no podía hacer nada más que disfrutar, con los ojos cerrados, y una sonrisa en los labios, gimiendo, notando la erección del chico contra su sexo, a través de la ropa (ambos aún vestidos, sólo Fred sin sus pantalones)
Pero algo, en ese momento, falló. Cuando Michelle gimió su nombre, Fred. Entonces fue cuando el pelirrojo la miró herido, muy desconcertado, y se separó de ella notablemente enfadado. La miró con asco antes de subirse los pantalones (que en ese momento estaban por los tobillos) y marcharse dejando a Michelle confusa.
------------HOLAAAAA!!!!!!------
A ver si sois capaces de decirme q ha pasado con Michelle y ese gemelo!!! Espero vuestros reviews!!!
Un besote gande pá todos.
