Hola!!!!!! Siento haber tardado tantísimo en actualizar, pero es que me he estado planteando seriamente el dejar esta historia aquí... pero no me gusta dejar las cosas a medias. Supongo que la mitad de la gente que empezó a leerla al principio se haya olvidado de ella, y sólo yo tengo la culpa de ello (he dejado la historia descansando 5 meses....) Voy a intentar dejarla lo mejor posible y luego ya veremos como queda. Gracias. D
Ariel B.Black : Holaaaa!!! Me has hechado de menos??? He estado castigada casi toso el veranito sin ordenador, pero tú tampoco has actualizado nada.... tenemod que hablar por el msn!!! A ver cuando coincidimos!!! Venga, besos!!!
dany black : Siento no haber escrito antes como me pediste en tu rr . lo siento mucho, prometo empezar a actualizar pronto... besitos!!
amsp14 : Siento muchísimo no haber actualizado antes... de verdad. . No te preocupes, harán muchas bromas. A de más, siempre que llega a un colegio uno/a nuevo/a, es la que más liga... ¿Qué podrá hacer George con todos esos moscones a su alrededor? Que mala soy con él... tranquila, no habrá SLASH.
Joanne Distte : hola chicaaaa!!! Ya ves, he vuelto a escribir aquí... por cierto, dentro de poco mandaré el próximo chap de la otra historia. Weno me alegro mucho de que te guste esta historia, la tenia bastante abandonada.... pobrecita... . besitos!!! Y felicidades por el cumple!
ximena : me alegra mucho que te haya gustado. Besos
strega-in-progress : Me alegra muchísimo que te haya gustado mi fic!!! En serio, casi me da un infarto cuando vi cinco reviews a la vez.... tú me convenciste de que siguiera con la historia!!! Tienes razón con lo de las palabrotas... vale, intento no pasarme con las palabrotas, pero también tienes razón, no se puede dejar que hablen como si fueran monjas!! Perdóname por lo de Snape... aunque a veces no lo puedo evitar.... me saca de quicio en algunos fics y lo pago aquí... . No es esa Penélope con la que salió Percy, él no se mete con esa clase de gente... Ah! Y lo de la frase al principio del fic.... . me equivoqué y dejé una anotación.... bueno, espero tu rr de este capítulo. Besos!!!
6.Cap. ¡¡ODIO SER MUJER!!
-Va a ser una temporada muy difícil. –pensó cansada Michelle. –Muy difícil...
Por haberse despistado recibió un cojinazo en la nuca, y se lanzó de nuevo sobre la pelirroja.
Rachel se unió pronto con Clara al lado, y Alicia en cuanto estuvo algo mas presentable (seca, en bragas y una camiseta) que fue en el momento en el que George recibía más coginazos por lo despistado que de pronto estaba.
En cinco minutos, ya estaban todas tranquilamente echadas sobre la alfombra o en su respectiva cama. Era la primera vez que George no estaba corriendo o haciendo bromas por los terrenos, sala común o los pasillos. El tiempo era bastante malo: estaba lloviendo a cántaros, pero aún así, Fred y él estarían en la cómoda y calentita sala común. En verdad, él y Fred sólo pasaban tiempo en su cuarto lo indispensable: dormir, ducharse, y experimentar para sus artículos de broma. En cambio ahora, no le apetecía para nada irse a otro sitio que su habitación donde estaba tranquilamente con sus nuevas amigas.
Alicia miraba fotos con Clara y reían escandalosamente a cada poco. Michelle estaba tumbada boca arriba en la alfombra con los ojos cerrados, pensando. Rachel leía en su cama. Y George miraba por la ventana desde su cama.
-Mensaje para ese par de escandalosas: dejar de reír como dos estúpidas. –dijo Rachel sin dejar de mirar su libro. –Así no hay quien lea.
Alicia y Clara la miraron indignadas y siguieron mirando las fotos, esta vez echando leves risitas.
-¿En que piensas, Michelle? –preguntó Clara.
-¿Humm? –dijo distraída. –Nada... –miró de reojo a George. –me acordaba de la fiesta....
-¿Esa en la que acabaste en la cama con Fred? –preguntó Alicia con una sonrisa pícara.
-George. –corrigió Michelle. –Y no acabé en la cama con él. Nos dimos unos besitos y punto.
-Bueno... ¿pues como besa? –preguntó Clara intrigada acercándose a ella para escuchar mejor. George dejó de mirar la ventana para mirarla a ella.
-¿Quieres que te lo describa o te doy una clase práctica? –dijo con sorna Michelle. –A ver, so boba, ¿cómo voy a decirte como besa?
-¡No quiero descripciones! –dijo molesta por la burla e impaciente por una respuesta. –Dime si lo hace bien o mal.
-¡Eso! –apuntó George con una sonrisa maliciosa.
Michelle estaba bastante nerviosa. Le sudaban las manos y no dejaba de mirar hacia la ventana, donde estaba George. Lo fulminó con la mirada antes de continuar.
-No pensaba en George... pensaba en lo de Alicia y Max Taylor. No nos contaste nada más de que amaneció mientras estabais en la misma cama.
-¡Bah! –dijo como si la experiencia hubiera sido de lo menos impresionante. –Mucha carita guapa, mucho cuerpo deslumbrante, pero en la cama sólo me faltaba bostezar.
-¿Y eso? –preguntó Rachel mirándolas por encima del libro. -¿la tiene pequeña? –Alicia negó con la cabeza. -¿Delgada como un spaghetti? –Alicia volvió a negar.
-Es normal, pero el tío sabe usarla igual que un niño de tres años. –dijo con aburrimiento. -¡Era imposible sentir algo más que aburrimiento!
Todas se echaron a reír a carcajadas. Alicia no le importó mucho y esperó a que callaran. Michelle, aún echada en el suelo, alardeó:
-¡Claro! La nena necesita alguien explosivo, ¿no? –se burló.
-¿Alguien como George? –le dijo con sorna Alicia.
-No estaría mal... –murmuró George.
-¿Cómo dices Georgina? –preguntó Clara con una sonrisa pícara.
-¿Humm? ¡Oh, nada! Se lo oí a una tía. Dijo que era una pena que hubieran intercambiado a George Weasley porque era una bomba en la cama. –comentó.
Eso en parte era verdad; lo que había ocurrido era que una chica había contado su experiencia con George en la cama. Había dicho que ya era muy bueno con las bromas, pero que lo que hacía en la cama no tenía comparación. Se lo contó Lee, que lo había escuchado todo mientras fingía mirar una rotura de su mochila.
Las chicas se quedaron algo pensativas e intercambiaron miradas pícaras, en cambio Michelle lo miró con cara de "Vaya morro que le hechas al asunto" y George se encogió de hombros y le susurró fingiendo que miraba una mancha de la alfombra.
-Es la verdad. Si quieres, lo probamos dentro de un mes cuando todo esto pase. –le susurró con una sonrisa pícara.
-No me vengas con lesbianismos. –le murmuró divertida por lo absurdo que resultaba una chica pidiéndole sexo a otra para cuando volviera a ser hombre.
-Tú te lo pierdes. –le dijo haciéndose el indignado.
-¿Y qué tal con Michael Gray, Rachel? –preguntó Clara.
-¡Es una ricura! –dijo Rachel dejando por fin el libro sobre la mesita de la cama. –Por dios, me dijo cada cosa... es muy romántico. No me dejó de mirarme con unos ojitos de.... –chilló emocionada. -¡¡Ay pero qué cielo!! También me habló de su país, Escocia. Allí su vida fue muy dura.... Vivió allí hasta los ocho años. Su padre no podía vivir en la casa donde la madre de Michael había muerto. Estaba muy enferma, vivían en un pueblecito apartado, y el hospital estaba muy lejos. Vino una ambulancia con un médico por si acaso la mujer no aguantaba de camino al hospital... cuando el médico abrió la puerta de la sala en la que se encontraba la mujer con el maletín y con los chicos de la ambulancia, la madre de Michael dio su última bocanada de aire y su corazón dejó de latir. Sólo tenía siete años.
Durante un largo minuto, todos tenían los ojos humedecidos y la boca abierta. De pronto, al lado de Michelle, oyó un fuerte sollozo.
-¡¡¡¡Buaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!! –gritó George. Las mejillas estaban llenas de gruesas lágrimas que recorrían su cara con rapidez. –Es que.... es tan triste... –chilló.
Rachel, intentando no llorar, le tendió un pañuelo, pero cuando oyeron un leve sollozo de Clara, las cuatro chicas se unieron al llanto de George, cosa que a los cinco minutos cambió y empezaron a reirse (la situación era algo divertida; la que empezó a reír fue Michelle, que recordó de pronto que la que había empezado a llorar escandalosamente había sido George.)
Cuando todas estaban dormidas, Michelle se fue a la cama de George y se tumbó a los pies.
-Georgina, creo que la poción fue buena. –bromeó. –Te has vuelto algo sentimental, ¿no crees?
-¡Oh, cállate! –dijo aparentemente molesto. –Al parecer también he cambiado un poco en la personalidad y soy algo más sensible. ¡Mierda! Pero no te preocupes, ¿eh? Eso va a cambiar.... sí señor. Va a cambiar. A de más, tú también lloraste, y Rachel lo contó de una manera....
-Sí, es su forma de decirlo, a veces dice las cosas que parece un libro. Le decimos que sea escritora, y lo hace, pero no nos deja ver nada de lo que escribe.
-Oye Michelle.
-¿Humm?
-Ser mujer es una mierda.
-¡¡¡Eh!!! -gritó la chica ofendida.
-¡Es verdad! No tenéis fuerza, sois muy sentimentales, todo lo que hacéis lo pensáis mucho antes de hacerlo, no como nosotros, que lo hacemos por instinto, hay que ocuparse más por la imagen, si ligas mucho eres una zorra pero si eres un tío eres un campeón...
-¡¡Y tu eres un machista!! ¿Qué tiene de malo pensar (hazlo alguna vez, George, te sorprenderías del resultado) ser sentimental, cuidar tu imagen? Y lo de ser una zorra o un campeón es auténtico MACHISMO. –lo miró maliciosamente. –Me alegra que te hayas transformado...
-¡Calla! Podrían oírte si alguna de ellas no está dormida.
-Perdón...
-Y aún no he acabado. –se quejó. –Esto se señaló el pecho. –Pesa, y los sujetadores son muy incómodos. Tengo tan poco pelo en las piernas que parezco un gay...
-Ahora eres mujer, imbécil, parece que a ratos se te olvida ¬¬
-Si, bueno, la verdad es que lo único de lo que me sirve esto es para saber que las mujeres Weasley tenemos un buen cuerpo. –dijo orgulloso y con una sonrisa que se le quebró. –Dentro de dos añinos voy a tener que vigilar muy bien a Ginny....
-Deja de decir estupideces. Tú no vas a vigilar a nadie, lo último que alguien quiere es tener a tres hermanos como perros rabiosos pendientes de cada gesto que haces. –dijo molesta.
A decir verdad, preferiría que Penélope lo hubiera hecho alguna vez, en vez de incitarla. Penélope se había sentido muy desdichada cuando Michelle le acabó gritando que no iba a perder su virginidad a los trece años como ella, que no iba a seguir su ejemplo. Su hermana mayor se había sentido como si Michelle no fuera su hermana, algo que la chica pasó completamente por alto, indiferente, ya que sabía que a la semana siguiente estaría igual, como siempre, comentándole su última caza y cada detalle, diciéndole que les gustaba más a los chicos y qué no les gustaba. Cosas, que cuando Penélope habría la boca para contarlas, Michelle desconectaba el cerebro y pensaba en el último partido de quidditch, en las últimas utilidades que le había dado a las vengalas del Doctor Filibuster, y el último castigo que le había dado su madre por el último accidente que Michelle hubiera cometido (poner las tortugas encima de la calefacción porque estaban muy mojadas, meter una avestruz en casa para que su abuela tuviera un animal de compañía....)
-Cállate tabla. –le espetó George.
Michelle arqueó una ceja. ¿Qué quería decir con eso? ¿Tabla? O George tenía mucho sueño, o se había confundido. Sus dudas se debieron de notar en la cara, porque George se lo explicó con infinita superioridad:
-Tabla de planchar. Tienes menos pecho que una niña de tres años.
-¡Eh! ¡Eso duele! –pensó Michelle. Lo miró dolida y con el ceño fruncido.
-¿Qué se siente al tener menos tetas que un tío? –le preguntó con burla.
-¡Oh! Cállate ya.
Se rió maliciosamente antes de ponerse a dormir. Cuando Michelle escuchó como la respiración de George se había hecho suave y profunda, se fue hacia su cama a dormir con una sonrisa en los labios. Cuando se dormía ponía una cara de angelito muy divertida para ser él.
-¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡AAAAAAAAAAHHHHHHHHHHH!!!!!!!!!!!!!
-¿Qué pasa? –preguntó la cabeza de Clara que había aparecido entre las cortinas. -¿Quién ha gritado?
-¡¡He sido yo!! –dijo una voz temblorosa tras la cama de George. –Creo que tengo que ir a la enfermería....
-¿Por? Georgina ¿Te pasa algo? –preguntó Rachel algo preocupada.
-¡Mirad!
Todas se acercaron hacia la cama de la pelirroja y se empezaron a reír al ver el motivo del grito. Las sábanas estaban teñidas de rojo por la sangre.
-¿Nunca has tenido la regla, Georgina? –preguntó Alicia riéndose. –No te preocupes, tenemos en el baño todo lo que necesitas...
George se puso muy rojo y miró de reojo a una Michelle que se retorcía por el suelo de la risa, obviamente, por motivos distintos a las otras tres.
-Claro que no es la primera vez... es sólo que... ejem... me asusté.
Michelle puso una mano en la frente negando con la cabeza en señal de desesperación.
-No pasa nada, Gina, en el baño tienes todo lo que necesitas. –repitió Alicia.
-Grrrrrr ¡¡¡¡Odio ser mujer!!!! –gritó para sí misma.
¡Así que estaba de mal humor, y todo! Conteniendo la risa, nos vestimos para ir a desayunar.
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¿Me echasteis de menos? Jejeje. No se que pondré en el siguiente capitulo... ¡¡¡Se me olvido todo lo que tenía pensado!!! Pero no pasa nada, algo se me ocurrirá....
Besitos!!!!
