Hola! Siento el retraso pero me fue imposible traducir nada antes de los exámenes. He aprovechado mi semana de vacaciones para traducir esto. La semana que viene vuelvo a clase así que no se cuanto tardare en traducir el siguiente capitulo. Espero tenerlo para finales de Octubre primeros de Noviembre como muy tarde pero no aseguro nada. Una cosa mas, Naia ha calculado que la historia tendrá entre 30 y 35 capítulos así que aun nos queda historia!;)
Ale disfrutad!
Capitulo Veintidós
Harry permaneció en su silla durante unos minutes tras la partida de Hermione, reflexionando sobre los sucesos del día. Suspirando, se fue a la mesa y, tras sacar una pluma y pergamino, se puso a escribir esta carta. El director le había asegurado que ella la recibiría al día siguiente.
Querida Fleur:
Te escribo para pedirte un favor….
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Harry permaneció levantado hasta tarde esa noche, escribiendo la carta para Fleur, después intentando planear que haría, que diría, como tendría que actuar.
Dumbledore anunciaría su vuelta mañana por la mañana, diciendo que había sido secuestrado, había conseguido escapar y había estado entrenándose desde entonces. Toda la parte concerniente a los elfos, magis, elementales y dragones seria escondida hasta su llegada en cinco días.
Después estaba el asunto de Snape. Por mucho asco que Harry le tuviera al hombre, era una pieza valiosa para la orden, pero no podía ser de ningún uso con esa cosa en el.
Harry había tenido una visión del Señor Oscuro recibiendo el aparato, ya que le había sido entregado tras un informe de Colagusano, un informe que no había sido del agrado del Señor Oscuro. Necesitaba alterar la cosa lo suficiente para que Snape pudiera espiar pero sin que Voldemort se diera cuenta que su pequeño aparato había sido manipulado..
Suspirando, y sin tener la mas mínima gana de enfrentarse a la escuela mañana, se fue a dormir, deseando que Teneb estuviera allí. Sintiendo el sufrimiento de su amo, Lucky salto a la cama y se acurruco al lado de Harry. El zorrito había permanecido en la bolsa, durmiendo, gracias a un pequeño encantamiento de Harry, ya que no quería que el curioso zorrito corriera por el castillo o se escapara al Bosque.
Tan pronto como había estado solo en su habitación le había despertado. El pequeño había estado bastante mosqueado por haber sido hechizado y había estado enfurruñado desde entonces.
El calor del pequeño cuerpo se filtro a través de la manta y consoló a Harry. Shadow estaría de vuelta en cinco días y esperaba con ansias volver a tener su semental, pero sabía que Erin se ocuparía de su montura.
Obligándose a dormir, aun le costo largo rato caer en los brazos de Morfeo, las preocupaciones sobre lo que iba a ocurrir le molestaban.
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Hermione se levanto a las cinco de la mañana como siempre había hecho, su despertador sacándola de su descanso. Una ola de agotamiento empezó a extenderse por su cuerpo, haciéndole difícil sentarse. Todo su cuerpo le gritaba que volviera bajo las mantas, se tumbara y durmiera durante una semana. Instintivamente busco el cajón de su mesilla de noche, lo abrió y tras unos minutos de rebuscar cogio un vial medio lleno con un liquido color dorado. Descorchándolo, se lo llevo a los labios antes de darse cuenta de lo que estaba a punto de hacer. Sorprendida, paro el movimiento, el vial a medio camino de su boca. ¿Era tan adicta? ¿Tan dependiente de la poción? Siempre se había enorgullecido de ser autosuficiente; ¿No podía hacer su parte sin la poción?
Recordó la primera vez que la tomo.
Flashback
Había pasado un mes desde la masacre de Londres. Voldemort había estado atacando mucho, apuntando a las Familias mas conocidas de la luz. Afortunadamente, la mayoría de ellos habían podido irse en secreto o esconderse. Lamentablemente algunas no fueron lo suficientemente rápidas y fueron aniquiladas a pesar de luchar con todas sus fuerzas. La mayoría de los Aurores habían sido borrados del mapa, el Ministerio estaba en ruinas: Fudge había sido despedido, Diggory había sido elegido rápidamente como nuevo Ministro.
Después vino la caída de Durmstrang, la destrucción de Beauxbâtons… Durante esos meses se creo una orden júnior, formada por los mejores estudiantes de cada año desde cuarto hasta séptimo. Ella y Ron formaban parte de ella. Estaban siendo entrenados de forma extensiva en DCAO, Encantamientos, Transformaciones y Pociones.
Rápidamente se dio cuenta que un montón de estudiantes les tenian a ella y Ron como punto de referencia, incluso los estudiantes de cursos mas avanzados. Eran el legado de Harry y habían participado en sus aventuras. Los más jóvenes les veían como salvadores. Pero no lo eran.
Mientras el tiempo pasaba, había sido elegida como secretaria de la orden júnior, Ron era uno de los líderes, pero normalmente se ocupaba de planificar. Los clubes habían sido un éxito y Hermione se había prestado voluntaria para ser una de los que los organizaba y reunía los resultados. El ser una de las mejores elaboradoras de pociones de su curso la había llevado tambien a unirse al grupo de Pociones. Tambien había empezado a dar clases particulares a varios estudiantes y tenia que hacer las tareas de prefecta.
Había empezado a dormir menos y menos, una media de cuatro horas por noche y la estaba dejando hecha polvo, pero necesitaba hacerlo, para sentirse útil y su orgullo la impedía pedir ahora. Puede que viniera de una familia muggle, pero era una gran bruja y ¡demostraría que podía hacer esto sola!
Pero se estaba cansando más y más, tenía problemas para concentrarse y era propensa a quedarse dormida. Algo que ocurrió en clase unos días mas tarde.
Había estado en Transformaciones. Estaban revisando los pasos para la transformación de animago. Sintió que sus parpados se hacían mas pesados y aunque intentaba permanecer despierta, era una batalla perdida y estaba dormida minutos mas tarde.
Una fuerte sacudida la despertó. Alzando la vista, se encontró con la cara preocupada de su profesora de Transformaciones.
"¿Señorita Granger? ¿Se encuentra bien?"
Con la cara roja, oyó unas cuantas risas sofocadas, mientras intentaba reunir sus pensamientos.
"S-Si, profesora, lo siento…."
McGonagall, la miro fijamente.
"Quédese después de clase, Señorita Granger, e intente permanecer despierta durante mi clase."
Deseando que la tierra se abriera y se la tragara, escucho a la profesora mientras explicaba el peligro de la transformación.
La charla con la profesora la dejo hecha polvo. La jefa de Gryffindor estaba preocupada por su comportamiento, sus notas habían empeorado un poco. No mucho, pero suficiente para preocuparla. Entonces la pregunto si le gustaría ser relevada de alguna de sus tareas.
Esto dolió a la joven Gryffindor. Tenia que encontrar una solución pero no admitiría que no podía hacerlo. Tras asegurarle a su profesora que estaría bien, que solo estaba un poco retrasada respecto a su horario pero que no era nada por lo que preocuparse. Tan pronto como las clases terminaron fue a la Biblioteca, no parecería débil, aguantaría. Tras investigar un poco, encontró lo que había estado buscando: La poción Entropian.
Estaba en un libro de la Sección Restringida, sobre pociones Energéticas.
La poción Entropian:
Esta simple poción energética fue creada por Eldara la Brillante en la Edad Media. Esta droga incrementa los niveles de energía del consumidor y le permite vivir durmiendo poco o nada. Esta poción, gracias al pelo de unicornio mezclado con una pequeña dosis de guante de zorro y con la voz del consumidor, incrementa la cantidad de oxigeno que pueden llevar los glóbulos rojos así como multiplicar las reservas de energía del consumidor.
Sin embargo esta poción si es usada repetidamente puede ser bastante adictiva, ya que el cuerpo del consumidor se acostumbra a estos niveles de energía y la supresión del uso de la poción crea una sensación de agotamiento extreme ya que el cuerpo acostumbrado al alto nivel de energía no puede mantenerse con los habituales. El uso repetido de la poción deja residuos en el cuerpo, incrementando la necesidad de tomar la poción. La situación puede llevar a un completo agotamiento e incluso a un coma mágico. Esta poción debe tomarse con extremado cuidado.
Esto era lo que necesitaba, tendría cuidado pero con las dosis adecuadas, esto le permitiría continuar con todo. Si, esta era la solución. Los ingredientes eran fáciles de conseguir y la poción, aunque complicada no requería mucho tiempo para prepararse, solo tres horas.
El día siguiente, reunió los ingredientes y empezó a preparar la poción que había leído. Preparo un lote entero para usarlo en el futuro.
Los días siguientes demostraron que la poción era un éxito, ya no sentía el agotamiento que había experimentado durante las pasadas semanas.
Fin del Flashback
No, ¡No era una adicta! demostraría a Harry que no lo era. Decidida coloco el vial de vuelta en su cajón y se levanto, el cansancio golpeándola con fuerza. Luchando contra el, se dirigió a la ducha. El agua fría haría el resto.
Se ducho rápidamente y bajo a la sala común, luchando por mantener los ojos abiertos. Sus parpados pesaban pero se obligo a bajar las escaleras. Siempre repasaba sus apuntes por la mañana, dejando listo todo lo que necesitaba para el día, las tutorías y los clubes. El día seria bastante frenético. Sabía que la vuelta de Harry crearía bastantes problemas. Y después estaba el asunto de la orden júnior. ¿Que iba a pasar ahora que Harry había vuelto? ¿Tomaría el liderazgo del grupo? Ahora mismo, la orden estaba gobernada por una especie de concilio: un miembro por cada casa y año; lo que significaba dieciséis personas: los de quinto año eran Blaise por Slytherin, Ron por Gryffindor, Padma Patil por Ravenclaw y Justin por Hufflepuff. ¿Qué pasaría ahora?
Sacudiendo la cabeza, ignoro estos pensamientos, el tiempo lo diría y era problema de Harry no suyo.
Mientras se preparaba para el día, mas Gryffindors empezaron a bajar. A las siete, Ron bajo y ambos se levantaron y dejaron la sala sin hablar, seguidos por unas pocas miradas sorprendidas. Normalmente se quedaban en la sala común un poco mas.
Caminaron rápidamente hasta la habitación de Harry y llamaron en el retrato. Un minuto más tarde, el retrato se abrió, revelando la entrada de la habitación.
Entraron y oyeron que la entrada se cerraba detrás de ellos.
Harry estaba sentado en un rincón, cerca de una ventana, su mirada fija en el bosque.
Se volvió hacia ellos y les saludo con una pequeña sonrisa, antes de volver su mirada al bosque, acariciando la piel roja de Lucky quien estaba cómodamente colocado en su regazo. Caminaron hasta el y se sentaron en el sillón al lado suyo. Un silencio tenso inundo la habitación.
"¿Preparado, Harry?" dijo finalmente Ron.
Suspirando, el joven mago miro a su amigo.
"No creo que nunca lo este…"
Mientras tanto, Hermione estaba observando el joven zorro con cautela.
"Emmm, ¿Harry? ¿Que es?" pregunto, señalando a la criatura pelirroja.
"¿El? Oh, su nombre es Lucky. Le encontré. Aparentemente toda su familia había sido asesinada, y solo el sobrevivió de ahí su nombre (N/T: Lucky significa afortunado) Conoceréis a Shadow en cinco días"
"¿Shadow?"
"Mi semental. Tened cuidado con el, es bastante temperamental. Sin embargo este chico de aquí es extremadamente sociable y curioso como un gato."
Probablemente sintiendo que se hablaba de el, el joven zorro se estiro y salto del regazo de Harry, aproximándose a los otros dos piernas y oliéndoles.
Mirando su reloj, Hermione se levanto.
"Deberíamos ir a desayunar, o llegaremos tarde"
Asintiendo, Ron se levanto. Con una ultima mirada por la ventana, Harry se levanto de su silla. Había estado preguntándose si debería llevar sus ropas de Athar o no. Llevarlas mostraría a la gente en que se había convertido y se darían cuenta que siempre le deberían un poco de respeto, incluso aunque quienes lo vieran no conocieran su significado. Por otro lado no llevarlas escondería lo que era ahora y haría que la gente le subestimara…pero tambien significaría que no serian tan rápidos en respetarle.
Finalmente tomo su decisión y de repente llevaba la túnica negra habitual de un estudiante de Hogwarts pero con pequeñas diferencias. El corte, aunque similar, le permitía mas libertad de movimientos. No llevaba el escudo de una casa sino su símbolo de Athar. No llevaba la corbata sino la torques. Su medallón de dragón estaba escondido bajo su ropa, así como la Llama de Sardogh. Se decidió en contra de llevar su espada, pero cogio los cuchillos, daga y dardos.
Dejaron la habitación, Harry cerrando y poniendo barreras tras ellos. Cogio a Lucky, decidiendo dejarle suelto fuera antes de ir al Comedor. Lanzo un fuerte hechizo escudo sobre su pequeño amigo ya que no quería que se hiriera durante su exploración de los terrenos del colegio. Se dirigieron al Comedor deteniéndose en la entrada para que Harry dejara salir a su zorro, después caminaron hasta una pequeña habitación al lado del Comedor. Durante todo esto, Harry se había vuelto invisible ya que no quería arriesgarse a que le vieran. Llamaron y entraron.
Tal como estaba planeado, el Director estaba allí así como todos los profesores. Se lanzaron miradas curiosas a Harry. Al parecer varios miembros del profesorado no habían sido avisados de la vuelta de Harry.
"Buenos días, señorita Granger, señor Weasley, señor Potter," Cuando Dumbledore dijo el ultimo nombre, se oyeron varios gritos ahogados mientras los ojos se volvían hacia el adolescente de pelo color ébano.
Los ojos de Snape estaban abiertos como platos mientras se señalaba la garganta. Con una sonrisa tranquilizadora, Dumbledore continuó.
"Como podéis ver, el señor Potter esta vivo y de vuelta entre nosotros. Las circunstancias de su ausencia permanecerán en secreto por ahora, pero probablemente serán explicadas en unos días." Algunos profesores estaban a punto de hacer preguntas, pero el viejo mago, alzo la mano.
"Estoy seguro que todos tenéis preguntas, pero esto tendrá que esperar. El desayuno nos espera."
De mala gana se dirigieron a la puerta. En su camino fuera, la mayoría lanzo a Harry miradas llenas de curiosidad y sospecha. Snape le miro airado mientras salía ruidosamente de la habitación, su túnica volando a su alrededor.
No molesto en lo más mínimo, Harry estiro su túnica, mirando sus cuchillos, después alzo la vista hasta el Director.
"¿Preparado Harry?"
Asintió, sin hablar, su cara una mascara inexpresiva, sus ojos tranquilos y concentrados, al menos en apariencia.
Con una sonrisa triste, Dumbledore les hizo señas para que fueran.
Los tres jóvenes se marcharon y unos segundos más tarde se detuvieron delante de la puerta del Gran Comedor. Inspirando profundamente, Harry las abrió y templando sus nervios, entro, Hermione y Ron a su lado.
El silencio les dio la bienvenida, solo roto por susurros ahogados mientras se abrían camino hasta la mesa de Gryffindor.
"¿Quien es?"
"¿Es Nuevo?"
"¿Sabes si…."
"…trasladado?..."
Lo ignoraron y se sentaron a la mesa, ganándose miradas inquisitivas de sus compañeros de casa.
Dumbledore entro unos segundos después de ellos y se abrió camino hasta la mesa de Profesores. Una vez allí golpeo ligeramente su vaso, pidiendo atención.
"Buenos días estudiantes" sus ojos brillaban "Hoy, estoy contento de anunciar la vuelta de uno de los vuestros. Tras un año de ausencia, esta de vuelta entre nosotros" El brillo de sus ojos se duplico al ver a gente juntar dos y dos y girar caras incrédulas hacia Harry. "así que, si mas espera, doy otra vez la bienvenida a Hogwarts al señor Potter"
El Comedor estallo en exclamaciones mientras todos los ojos se volvían hacia el extraño moreno que había estado acompañando a Ron y Hermione. La gente se puso de pie para verle mejor, mientras hablaban emocionados.
Dumbledore golpeo el vaso unas pocas veces mas, intentando atraer la atención de sus alumnos.
"Si, si, bienvenido otra vez señor Potter, pero tengo unos pocos anuncios que hacer. Como todos sabéis, los exámenes de final de curso tendrán lugar en una semana. Después de eso vienen las vacaciones. Podéis volver a casa o quedaros en el colegio que permanecerá abierto para albergar a aquellos que quieran pasar su tiempo aquí. Aquellos que quieran quedarse tendrán que hablar con el jefe de su casa.. El próximo curso empezara el uno de Septiembre. Al contrario del año pasado, no tomareis el Expreso para venir al colegio. Un profesor, un Auror o un Innombrable ira y os recogerá. Gracias por escuchar." Con eso se volvió a sentar y observo las reacciones a las noticias que había dado.
La casa de Gryffindor estaba acosando a los tres adolescentes, todos los miembros estaban intentando acercarse a Harry tanto como fuera posible, para hablar con el, para asegurarse de que realmente era el. La mayoría de ellos tenian grandes sonrisas en sus caras. La mesa de Hufflepuff estaba en un estado similar. Caras sonrientes y miradas curiosas se volvían hacia la mesa de los leones.
Los Ravenclaws estaban mucho más tranquilos. La mayoría estaban discutiendo, caras serias teñidas por sospecha y cautela.
Lo mismo pasaba con los Slytherin. Desde la masacre de Londres, la casa había estado dividida en aquellos que se oponían abiertamente a Voldemort, los que seguían el camino del Señor Oscuro y los que estaban entre medias ya fuera porque deseaban permanecer neutrales o porque aun no habían elegido un bando.
Blaise Zabini se había alzado como el líder del lado de la luz de Slytherin mientras que Draco Malfoy era considerado el príncipe de los Oscuros. Los dos chicos habían sido amigos durante mucho tiempo y a pesar de estar en bandos opuestos en la guerra, aun se les podía ver junto de vez en cuando.
Blaise estaba observando a Harry con un brillo calculador en sus ojos, intentando valorarle y prever las consecuencias que su vuelta tendría. Su cara estaba protegida y cauta. No confiaría en este tal Harry Potter sin tener prueba de que el adolescente moreno en verdad era quien decía ser. El joven Slytherin miro de reojo a su compañero rubio. El joven rubio tenía puesta su cara de póquer, sus ojos grises fijos en su rival. Los labios apretados y el ceño fruncido. Blaise sabia el porque, este Potter no se parecía en nada al antiguo orgullo de Gryffindor. Volvió a mirar a la mesa de los Leones.
Ya no estaba el esquelético buscador estrella, ya no estaban las gafas redondas y la cara abierta como un libro.
Si, si de verdad era Potter, entonces lo que quiera que hubiera pasado le había cambiado, cuanto quedaba por verse, y el lo vería antes de tomar una decisión. No había sobrevivido hasta ahora siendo tan tonto como para confiar en las cosas a primera vista. Mirando a la mesa de Ravenclaw capto la mirada de Cho Chang. La chica más mayor asintió, aparentemente compartiendo sus dudas.
El Slytherin lanzo una mirada a la mesa de Profesores. Dumbledore estaba sentado, un brillo hiperactivo en sus ojos azules mientras observaba la escena y Blaise tuvo que reprimir un suspiro. ¿Cómo podía ese mago estar siempre tan alegre? McGonnagall estaba hablando con Sinistra y Fig., lanzando miradas a su casa de vez en cuando. Flitwick parecía excitado por algo mientras hablaba con Vector y Ojo Loco. Mientras miraba al Jefe de su casa, Blaise se cruzo con su mirada. El hombre parecía estar enfurruñado por algo pero mientras sostenía la mirada de su estudiante empezó a mover los dedos ligeramente.
La palabra deletreada era cautela.
Blaise asintió ligeramente.
Si, cautela era la mejor conducta a adoptar.
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Harry se iba sintiendo cada vez más y más incomodo. Durante un año había estado solo, excepto por la presencia de Teneb, y el estar rodeado de gente como ahora le estaba superando. Esto añadido al continuo torrente de preguntas estaba haciendo que el control sobre sus poderes se fuera debilitando.
-Harry… Refuerza tus barreras.-
Casi dio un bote al oír la voz de su guardián.
/¿Arxeren? ¿Donde has estado?/
-Aquí y allí, principalmente trabajando en esos bloqueos….-
/¿Habéis tenido suerte?/
-Bueno….-
Harry sintió como fruncía el ceño ligeramente, pero lo disimulo, mientras escuchaba con un oído el incesante parloteo que le rodeaba.
/¿Arxeren? /
-Conseguimos encontrar la causa que esta detrás de una parte de ellos, pero la otra parte, estoy seguro que los Poderes y los Dragones saben lo que es, pero no van a decir nada. Solo se que no esta poniendo en peligro o reduciendo tus poderes.-
Esta vez, Harry no se molesto en esconder el ceño.
/No me gusta… Pero ¿Que hay de la otra parte? /
La voz de Arxeren entro en modo conferencia.
-En Teneb, las raíces de los bloqueos se deben al hechizo que los magos lanzaron a Magis, Elementales y elfos como represalia.-
/¿Estas seguro?/ Harry estaba un poco sorprendido que los magos hubieran sido capaces de crear un hechizo tan fuerte que su efecto siguiera siendo fuerte 20.000 años después .
-Si, la raíz principal tiene una firma definitivamente humana.-
/En ese caso, ¿Por que fue tan difícil descubrir lo que eran? /
-Te haré saber, Señor Obvio, que esta parte de los bloqueos era un complete embrollo. Este bloqueo esta activo en varias capas de la mente, cada una de ellas interconectadas, sus efectos varían con cada individuo. Tuvimos que encontrar la raíz del encantamiento para ver la firma…Añadelo al hecho de que esta entrelazado con el otro bloqueo y entenderás porque era tan difícil.-
/Ok, Ok…/
-Bueno, en ti, tenemos la misma parte que en Teneb, la que no conseguimos encontrar una causa, bueno, por lo menos nosotros. Lo extraño es que solo tú y tu amigo lo tenéis… ¡Pero bueno! La otra parte es un giro debido a la maldición asesina que fue reforzada cuando fuiste obligado a cruzar el Velo. Tus energías reaccionaron de forma extraña, retorciéndolo un poco.-
/¿Esta afectando a mis poderes?/
-No, no realmente, hace que tengas mas dificultad para controlarlo, así como para acceder a algunos de tus poderes.-
/¿Puedes retirarlo?/
Hubo una pausa, algo que no predecía una respuesta positiva.
-No, al menos no sin modificar tu magia interna lo que significaría que tendrías que volver a empezar tu entrenamiento desde cero.-
Harry suspiro.
/¿Y el de Teneb?/
-No sabemos. La magia humana nunca ha sido el fuerte de los guardianes. Habían pasado milenios desde que hubo un jinete humano y dejamos aparte vuestro tipo de magia, al no tener uso para el. Aunque podríamos intentarlo…-
/Pero…. /
-Pero, las posibilidades de que la caguemos en algo son mayores que las de que tengamos éxito, además, este encantamiento ha estado activo durante 20.000 años, esta completa y profundamente enraizado en sus núcleos internos. La mejor solución seria que vuestra raza los quitara, si aun hay gente que puede hacerlo…-
/Quizás Dumbledore supiera…. /
-Quizás, tendrás que preguntarle…-
Harry se dio cuenta de repente que ahora no era el mejor momento para hablar con su guardián.
/Arxeren, creo que deberíamos dejarlo por ahora, hablare con el director, pero será mejor que vuelva al debate…. /
-Si seria buena idea…Probablemente hablare contigo mas tarde, esta noche.-
/Como quieras, ¿Podrías decirle a Kaelia que le diga a Teneb que se reúna conmigo en el Plano esta noche?/
-Lo haré… Cuídate Harry, ¡Y por todo lo que es sagrado, mantén tus poderes bajo control!-
Si Harry hubiera estado en el plano, hubiera fruncido el ceño, pero ahora no era el momento. Con unas pocas palabras mas termino su conversación con su guardián, volviendo a concentrar su atención en lo que ocurría a su alrededor. Aparentemente nadie se había dado cuenta de que había desconectado. Aun estaba rodeado por su casa e inundado de preguntas. A pesar de lo que le había dicho a Arxeren, estaba poniéndole seriamente de los nervios. Estaba acostumbrado al silencio y la soledad, y ser el centro de atención como ahora no era santo de su devoción. No le gustaba antes de ir a los Cuarteles pero ahora le gustaba incluso menos.
Finalmente, tuvo suficiente. Se levanto, moviéndose con la fluidez que su entrenamiento le había dado. El silencio siguió su movimiento.
Levantando una ceja a Ron y Hermione, abrió la boca.
"¿No se supone que las clases empiezan en unos minutos?"
Inmediatamente la mayoría de los estudiantes en el comedor miraron sus relojes y maldiciones susurradas llenaron el aire mientras la mayoría se levantaba, corriendo, dándose prisa para llegar a la primera clase.
Harry apenas consiguió contenerse de sonreír malignamente. La mayoría de los profesores aun estaban en la mesa, un hecho que pocos parecían haber registrado… Cuando miro alrededor vio que la mayoría de los que lo habían hecho eran Slytherins.
"Te sigue sin gustar la atención, ¿no Harry?" dijo Ron con una pequeña sonrisa.
Harry negó con la cabeza.
"Aun menos que antes, ¿Que tenemos primero por cierto?"
"Historia, después Pociones. Estamos principalmente revisando para los TIMOS…" dijo Hermione. "¿Te presentaras?"
Harry se encogió de hombros.
"No lo se, no están lo primero en mi lista de prioridades."
"Pero…"
"Hermione, los haga o no, ya tengo una tarea que cumplir en una semana. Además, cuando lleguen, estaré lo suficientemente ocupado intentando controlarles como para añadir el estrés de estos exámenes."
Hermione suspiro.
"Tienes razón. Solo desearía que pudiéramos tener una vida normal: ir al colegio, aprobar los exámenes, conseguir un trabajo, casarnos…Una normal y aburrida vida" bostezo, su voz somnolienta.
"Olvídalo Hermione, no hace ningún bien desear lo imposible." Mientras los tres caminaban hacia la puerta se incline sobre ella. "Me alegro de que no la tomaras hoy…"
Ron noto el intercambio y sintió un pinchazo de celos que rápidamente reprimió. No veía a Hermione desde una perspectiva romántica, era su hermana pero ahora que Harry estaba de vuelta, tenía miedo de que ya no estuvieran tan unidos. Aplasto este pensamiento. Estaba contento de que Harry hubiera vuelto. Es lo que había estado pidiendo desde que había oído lo de su desaparición
Su primer pensamiento cuando Harry había vuelto había sido darle una paliza por toda la preocupación que les había causado. Pero se había controlado. Le había costado mucho controlar su temperamento durante los últimos meses. Pero el y todos los líder de la orden júnior o miembros destacados habían sido fuertemente entrenados en las Artes Mentales, principalmente en Oclumancia, Legimancia y Control Emocional. La última había sido la parte que mas le había costado. Siempre había reaccionado primero y pensado después. Y para hacer las cosas peor, Snape había sido uno de sus profesores, algo que no hacia la tarea mas fácil. Pero al final lo había conseguido. Fallar no era una opción.
Había leído en algún sitio que la guerra cambia a la gente. Al principio no lo había creído, pero ahora mientras miraba a Harry y a Hermione, lo entendía. Incluso aunque consiguieran salir con vida de esto, nada volvería a ser lo mismo…
"¿así que el héroe esta de vuelta?..."
Ron fue sacado de sus pensamientos por el tono arrastrado de Malfoy. Los ojos del Slytherin estaban registrando los cambios que habían tenido lugar en la apariencia de su rival. El pelirrojo alcanzo su varita. A la mierda el control mental, no dejaría que este pequeño hurón le tocara las narices.
"Buenos días a ti tambien, Malfoy," replico Harry, no molesto en lo mas mínimo.
Esto pareció desconcertar al rubio durante unos segundos, antes de elegir otra aproximación.
"Estabas asustado, ¿verdad Potter?, huiste como el cobarde que eras, ¿no?"
"Piensa lo que quieras, Malfoy… No es como si me importara…"
Draco frunció el ceño.
"¿Entonces lo admites, Potter?" dijo mofándose.
Harry le atravesó con la mirada.
"No encuentro ninguna razón por la que te interesen mis acciones, Malfoy" Con eso les dio la espalda y se fue, ignorando el profundo ceño en la cara de su rival, la expresión de curiosidad de Blaise Zabini quien había estado observando toda la escena desde las sombras y las miradas preocupadas que sus viejos amigos le lanzaban. El rubio Slytherin salio ruidosamente de la habitación reflexionando sobre su último encuentro. Si Potter definitivamente había cambiado. Necesitaba informar a su padre de esto.
"reunión, esta noche a las 8, SdlM," dijo Hermione, tan pronto como Malfoy no pudo oírla.
"¿estará el aquí?" El Slytherin incline la cabeza hacia la puerta.
"Probablemente, no puedo asegurarlo."
Una pequeña sonrisa apareció en la cara de Blaise.
"será interesante, haré correr la voz."
Se separaron, cada uno yendo a sus clases respectivas
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El día pasó lentamente, al menos desde el punto de vista de Harry y sintió alivio cuando salio de su última clase que era Encantamientos. Tras unas palabras con Ron y Hermione, salio del castillo para dar un paseo por el lago. Necesitaba salir del castillo antes de que explotara..
Se estaba volviendo muy molesto rápidamente. Si Harry había encontrado en años anteriores que era irritante que le miraran fijamente, la situación ahora se estaba saliendo de madre.
Estaban los que le miraban como si fuera el Mesías, que había vuelto para librarles de Voldemort con un chasquido de sus dedos, estaban los que le miraban para asegurarse de que era real antes de susurrar emocionados a sus amigos, estaban los que le miraban con suspicacia… La lista continuaba
Respirando profundamente, se sentó en el borde del lago, mirando las tranquilas aguas e intentando tranquilizarse pero casi le da un infarto cuando una mancha pelirroja le salto encima.
Riendo suavemente, acaricio a la criaturita. El zorro le mordisqueo juguetonamente los dedos, ganándose una pequeña risa de su dos piernas. Feliz consigo mismo, el animal se puso en el regazo de Harry, acurrucándose, durmiéndose rápidamente mientras Harry continuaba acariciándole la piel. Todo estaba en silencio, una tranquilidad escalofriante caía sobre la naturaleza, ayudando a calmar los nervios alterados de Harry. No por primera vez ese día, Harry lamento la ausencia de Teneb. Se daba cuenta ahora lo mucho que había llegado a confiar en su hermano de sangre.
Con un suspiro, Harry, se quito la túnica exterior, y tras colocar a Lucky en ella, el zorro aun durmiendo profundamente, se levanto y con susurrar unas pocas palabras llamo a su espada para que viniera.
Mientras su mano se cerraba sobre la empuñadura, se deleito con el confort que la hoja le daba. Inspirando lentamente, cerró su mente al exterior, solo concentrándose en su cuerpo y su espada. Con movimientos deliberadamente lentos, empezó su rutina habitual. Haciéndolo una y otra vez, acelerando cada vez mas antes de ir frenando poquito a poco hasta que paro, inmóvil, la espada a su lado, su respiración dificultosa y su corazón latiendo con rapidez.
Aunque esto había quemado parte de su estrés, necesitaba más. Estaba a punto de conjurar un oponente, cuando recordó que no quería que sus habilidades sin varita se hicieran de conocimiento público. Puede que pareciera que estaba solo, pero no apostaría su vida en ello.
Molesto por tener que usar la varita, hizo un movimiento con ella con un gruñido, conjurando una sombra, programándola en uno de los niveles más altos.
Guardándose el palo de madera en la manga, alzo la espada e hizo una reverencia imitado por la figura delante de el antes de ponerse en posición, centrándose antes de atacar, ya que el muñeco no haría el primer movimiento.
Durante varios minutes canalizo todo su estrés en sus ataques. Sabiendo que tenía que volver al colegio ya que se aproximaba el atardecer, disipo la sombra con un golpe bien dado y envaino la espada, antes de desvanecerla de vuelta a su habitación. Se volvió para mirar el castillo. La vista hacia que su corazón se encogiera un poco. Seguía tan impresionante como siempre, pero no sabia si seguía teniendo un sitio allí.
Un lento aplauso lleno el aire.
Se giro en redondo, maldiciéndose mentalmente por no colocar sus barreras habituales. Borro cualquier emoción de su cara mientras se enfrentaba a su antiguo rival. Malfoy había cambiado un poco, se había hecho más alto y se había rellenado un poco. Pero aun seguía engominándose el pelo y llevaba la misma expresión de "soy superior a ti", comportándose como si fuera realeza.
"Bueno, parece que has aprendido una cosa o dos este año, Potter, por ridículo que suene" dijo, un brillo de depredador en sus ojos.
Harry permaneció en silencio. En su estado actual, Malfoy no era rival para el, así que se decidió por cruzar los brazos, rápidamente lanzando un pequeño hechizo somnífero sobre Lucky. No quería que Malfoy supiera de el si se podía evitar.
Finalmente ya que ninguno de ellos parecía querer hablar, Harry rompió el silencio,
"¿Que quieres, Malfoy?"
El adolescente rubio le lanzo una mirada cauta.
"¿Que te hace pensar que quiero algo?"
Harry puso los ojos en blanco.
"Por favor, Malfoy, puede que sea un Gryffindor pero no soy estupido." Pretendió no haber oído el susurro de "pues quien lo hubiera creído" del Slytherin. "Pero tienes que admitir que, dada nuestro pasado, es difícil pensar que me buscarías para tener una charla amistosa."
Una sonrisa maligna apareció en la cara de Malfoy.
"Has cambiado, Potter. Eso es obvio. Solo me pregunto cuanto…"
Los ojos de Harry se endurecieron.
"¿Por que lo preguntas, Malfoy? ¿Por qué el repentino interés?"
La sonrisa desapareció.
"Solo era un pensamiento, Potter. Podrías ser grande, sabes."
Harry reprimió un escalofrío; esas habían sido las palabras del Sombrero.
El rubio pareció sentir su incomodidad y la sonrisa maligna se hizo mas profunda. Harry se volvió para mirar el lago, dándole la espalda a su rival. Un tenso silencio se puso entre los dos, solo roto por la voz tensa de Harry.
"¿Sabes que Malfoy? Me dijeron que la vida es lo que elijamos que sea."
Se volvió hacia el adolescente.
"Aunque ya no estoy completamente de acuerdo con ello, todavía es verdad en cierto modo. Todos tenemos elecciones que hacer. Algunas fueron hechas por mi, otras no, pero tome esta decisión hace años. Por otro lado, tú aun tienes que decidirte… así que ¿Cual será tu elección?
Harry cogio su túnica, acunando a Lucky mientras escondía el cuerpo pelirrojo de Malfoy, y empezó a caminar de vuelta al castillo.
Se detuvo al oír al Slytherin hablar con voz amarga.
"Para ti es fácil de decir Potter, pero no todos tenemos el lujo de una elección."
El joven Athar volvió la cabeza, su mirada juntándose con la gris de Draco Malfoy.
"Siempre la tenemos."
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Mientras Harry volvía al Castillo, reflexiono en su encuentro con Malfoy. Esta tenia que ser la conversación más extraña que había tenido con el Slytherin. Entrando en el colegio, aparto estos pensamientos hasta el fondo de su mente mientras buscaba a Ron y Hermione.
Mirando el reloj, se dio cuenta de que era casi la hora de cenar y decidió poner a Lucky en el dormitorio de Gryffindor ya que se había decidió ayer que volvería al dormitorio una vez su vuelta fuera de conocimiento publico. Minutos mas tarde, estaba de vuelta en el Comedor. Inmediatamente vio el pelo rojo de Ron, sentado cerca de Hermione. Los dos le habían salvado un sitio. Se sintió aliviado de ver a Hermione. Tras la primera clase, tuvo que irse, demasiado cansada para aguantar el resto de clases. Mientras se dirigía hacia ellos, era consciente de las miradas y susurros que le seguían. Intento ignorarlos, pero no podía completamente.
Durante la mañana, por primera vez, había estado contento de ir a Pociones, ya que Snape se había asegurado que todo el mundo se concentrara en su tarea y no el. Sin embargo el profesor de Pociones no había cambiado su comportamiento.
Mientras se sentaba, Ron empezó inmediatamente a susurrarle enfadado.
"¿Donde estabas? ¡Desapareciste sin decir nada!"
Respondiéndole en susurros, un poco molesto, Harry suprimió las ganas de fruncir el ceño.
"Salí un rato, necesitaba estar solo."
Comprensión apareció en los ojos de su viejo amigo, pero algo del mosqueo persistía.
"Bueno, ¿Podrías decírmelo la próxima vez? Temía que hubieras vuelto a desaparecer."
La culpa invadió a Harry, pero el no era un travieso crío de cuatro años que tuviera que ser vigilado 24 horas al día/7 días a la semana.
"Lo haré Ron, pero tenia que salir de aquí un rato."
"¡Desapareciste durante horas Harry!"
"Ron, déjalo, por favor."
El pelirrojo estaba a punto de hablar cuando un fuerte codazo en las costillas de parte de Ginny, quien estaba sentada a su otro lado, le hizo callarse, provocando una cara indignada en el más joven de los chicos Weasley.
"¡Ginny!" Una mirada de la chica le callo de forma efectiva.
La más joven de los Weasley volvió su mirada a Harry.
Había estado loca por Harry, completamente, por no decir obsesionada con el y el tiempo que había pasado en casa de sus padres solo lo había hecho mas fuerte. Después de todo, era un héroe y su dulce personalidad era un bonus. Y entonces la había salvado. ¿Como podría haberse resistido? Pero ahora mientras le miraba, no podía sentir las mariposas en su estomago como siempre. No era su Harry. No, se había convertido en esta persona fría, que ya no mostraba sus emociones. Era más oscuro, más misterioso y poderoso. Si, puede que no lo mostrara pero lo era. Lanzo una mirada a Colin. El chico estaba mirando fijamente a Harry. Sintiendo la mirada de alguien sobre el, se giro para mirarla. Ella le hizo una fuerte inclinación de cabeza, con un dedo levantado. El le devolvió la inclinación antes de volver a ser el hiperactivo de siempre. Ella volvió a mirar a Harry. Confiaba en Colin. Ambos habían sido bien entrenados, no fallarían.
Ginny no era la única observando a Harry, en realidad la mayoría de los presentes en el comedor le lanzaban miradas de reojo de vez en cuando.
Hermione era consciente de esto y de la creciente incomodidad que aparecía en la cara de Harry no importa lo mucho que intentara esconderla. Pero estaba demasiado cansada para hacer algo al respecto. Había estado durmiendo durante la mayor parte del día, y se echaría una pequeña siesta antes de la reunión de la orden júnior. Había necesitado toda su fuerza de voluntad para no tomar un sorbo de la poción esta mañana en vez de dormir. Quizás Harry estaba en lo cierto… Incluso ahora, su cuerpo le pedía a gritos algo de descanso ya fuera natural o inducido mágicamente como la poción.
Ignoro estos pensamientos mientras la cena terminaba. Se levanto con un único pensamiento en su mente: Dormir.
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Harry miro a Hermione mientras se iba. Esperaba que estuviera bien, pero ahora tenía asuntos más urgentes que atender. Tras unas pocas palabras con Ron, para que no volviera a ponerse histérico, fue hacia la Gárgola que vigilaba la oficina del director y se puso a adivinar la contraseña.
Quince minutes mas tarde y un montón de dulces, estaba listo para mandar la estatua a tomar viento.
"Skittles" dijo alguien detrás de el.
Girándose en redondo, Harry se encontró cara a cara con un desdeñoso maestro de Pociones.
Sin una palabra, el hombre atravesó la entrada, ignorando al adolescente. Encogiéndose de hombros, siguió al profesor a la oficina del Director.
Como siempre, la oficina estaba llena de trastos extraños y con pintas raras y Fawkes estaba acicalándose las plumas en su percha.
En silencio, Harry camino hasta el pájaro, acariciándole ligeramente.
"Creo que le encanta que le arrasquen en la parte de atrás de la cabeza."
Harry no se movió, para cualquier observador habría parecido no sorprendido en lo mas mínimo por la voz inesperada, aunque su corazón se encontraba en ese momento en su boca.
"¿Director?" dijo, arrascando dicho punto de Fawkes ganándose un suave trino de contento por parte del pájaro mágico. No noto la mirada dura que el profesor de Pociones le lanzo.
"Buenas tardes, Harry."
"Buenas tardes Profesor."
"¿Hay algún problema?"
Con una ultima caricia, Harry se giro y le dio al anciano mago un grueso sobre
"No profesor, ¿podría asegurarse de que Fleur y su familia reciba esto?"
Asintiendo, Dumbledore, tomo el paquete y lo coloco con cuidado en su mesa
"¿Algo mas?"
Ante esto, Harry dudo, mirando de reojo a Snape.
Sacando su varita, empezó a trazar letras de fuego en el aire, no muy distintas de aquellas del recuerdo de Tom Sorvolo Ryddle.
Necesito hablar con usted sobre lo que paso hace 20.000 años.
Al leerlo, la cara de Dumbledore se ensombreció y lanzo una mirada de reojo a Snape. Cogiendo su varita, el director trazo unas letras.
Esto te enseñara lo que necesitas saber.
Con otro movimiento de su varita, convoco un grueso volumen y se lo dio a Harry, antes de dibujar nuevas palabras.
Ten cuidado, Harry, el conocimiento es un arma de doble filo...
Asintiendo, Harry lo cogió, mirando de reojo el titulo, para volver a mirarlo inmediatamente después.
Las crónicas de los Dumbledore.
Alzo la vista hasta el director.
"Señor…"
"No Harry, necesitaras esto para entenderlo."
Con un asentimiento inseguro, Harry fue hasta un rincón de la habitación, se sentó en un sillón y abrió el libro. Sintiendo su incomodidad, Fawkes voló hasta el, colocándose en uno de los brazos del sillón. ¡¿Cómo podía Dumbledore dejarle leer esto!? Las crónicas Familiares eran registros de la historia de cada miembro de la familia. El registro se hacia mágicamente y no podían ser falsificados. Este era el porque la mayoría de las veces las crónicas eran escondidas o fuertemente protegidas contra intrusos, ya que la mayoría de las veces contenían secretos oscuros de la familia.
Mirando a la primera pagina, Harry vio que era un glosario. Mirándolo por encima, finalmente encontró la parte que le interesaba. Poniendo su dedo en dicha parte, paso a la segunda hoja, donde la información deseaba estaba ahora escrita.
La Separación.
Y leyó y leyó y leyó, hasta que los ojos se le pusieron rojos, sus parpados se hicieron más y más pesados. Leyó, olvidando donde estaba, cuando estaba.
Leyó mientras el incidente ocurría, la discriminación crecía, la violencia alcanzaba nuevas cotas. Leyó cuando fue asesinado el primer humano y comenzó la espiral descendente que llevaría a la creación de los Muggles.
"Lo hicieron, no puedo creerlo. Yo, Wilfred Armand Dumbledore, informo de la acción cometida este día por las Tres Otras. Usando engaños y mentiras, nos hicieron creer su falsa oferta de paz entre nosotros para apuñalarnos por la espalda en este día. Cuatro quintos de nuestra gente fueron despojados en este día del poder que era suyo por derecho desde su nacimiento. Pocas comunidades escaparon a ellos. Y si esto no fuera suficiente borraron el recuerdo de su existencia a la mayoría de nosotros, para destruir cualquier evidencia de su crimen, y separaron las tierras, separándose de nosotros. De los nuestros aun menos escaparon a ello. Nuestro mundo esta en ruinas. Temo lo que nos deparara el futuro…."
"Han colocado nuestro mundo en el camino de la autodestrucción. Los pocos que conseguimos conservar nuestros poderes somos considerados culpables de este desastre. Hoy vi a una pareja y su hija que fueron atrapados por un grupo de gente sin poderes. Se habían vuelto locos con la perdida de sus habilidades, una parte de ellos mismos. Golpearon al hombre hasta la muerte, obligando a su mujer y a su hija a verlo, y después las lincharon. No pude hacer nada, eran demasiados y yo estaba solo. Ni siquiera pude salvar a la niña. No puedo sacarme sus caras de mi cabeza y se que sus gritos me perseguirán durante el resto de mi vida…."
"Las comunidades mágicas supervivientes se escondieron, como las que no tienen poderes, o Muggles como les llamamos ahora. Pero no antes de vengarnos de aquellos que nos condenaron a una vida en la sombra, una vida que siempre estará plagada por el peligro de ser encontrados. Nuestros hijos crecerán en un mundo de oscuridad, miedo y resentimiento. Esto clama venganza, y venganza tendremos.
Hoy, se reunión el círculo más fuerte de Encantadores, Hechiceros, Magos y Brujos: diez hombres y diez mujeres, los más fuertes entre nosotros. Cada Elemento estaba representado; se combino magia blanca y negra. El equilibrio era perfecto. Lanzamos la maldición y tuvo éxito. Dicen que la venganza es un plato que se sirve frío y lo encuentro adecuado. Puede que no sientan los efectos de la maldición inmediatamente pero cuando pasen los años y lo vean, no podrán hacer nada para impedirlo. Ahora viene la belleza de esta maldición mientras la sangre de uno de los miembros de este círculo perdure, nuestra venganza no terminara. Cogieron una parte de nosotros y se la quitaron a la mayoría, ¡Veamos ahora como se las apañan al otro lado de la barrera!..."
"Hoy, los primeros efectos de nuestra maldición se hicieron aparentes. Encuentro adecuado que aquellos que nos desprecian ahora sean bastante parecidos a nosotros. ¿No es irónico? El encantamiento les golpeo en su núcleo interno. Nunca esperaron que contraatacáramos cuando quedamos tan pocos. Nos subestimaron, pero lamentaran su traición. Reanna del clan de los Almarez fue quien lo diseño. Nadie puede igualar su genio cuando se trata de crear hechizos o encantamientos."
El registro se lanzaba a describir los efectos de la maldición que dejo a Harry pensativo. Nadie sabia o podría saber nunca quien fue realmente responsable del desastre que llevo a la Separación, pero incluso si los Elfos, Magis y Elementales habían lanzado el primer golpe a gran escala, los Humanos tambien tenian su parte de responsabilidad en todo este lío.
Incluso aunque su venganza fuera adecuada en cierto modo, solo había empeorado la situación.
De hecho, la maldición había atacado la afinidad de esas razas con una parte particular del mundo. En el caso de los elfos casi había roto su lazo con la naturaleza así como su empatia natural, mientras disminuía aun más su número de nacimientos. Sin su empatia natural y la afinidad con la naturaleza para anclarles y solo con el don de la empatia que variaba muchísimo dependiendo del individuo, el pueblo elfico no había tenido manera de contrarrestar el sentimiento de superioridad y arrogancia que su esperanza de vida les daba.
Lo mismo podía decirse de los Magis ya que el encantamiento redujo considerablemente su afinidad con la Magia. Otro golpe duro para los Hijos de la Magia fue que la maldición les hizo ciegos a los patrones mágicos de cada individuo. Aun podían ver las auras, pero esto no era suficiente para asegurar la prosperidad de su gente.
Esto se debía al hecho de que para tener un hijo estable, una pareja Magis tenian que tener patrones mágicos compatibles. Al no poder verlos, ya no podían encontrar su pareja perfecta, y de ahí el nacimiento de niños que morían pronto, ya fuera asesinados por su propia magia o por su incapacidad los flujos de magia que pasaban a través de ellos. Otra alternativa era el nacimiento de jóvenes mentalmente inestables.
Cuando llego a esa parte, los pensamientos de Harry vagaron hasta Garth. ¿Era entonces el Magis adolescente completamente responsable de sus crímenes? Sacudiendo la cabeza, ignoro estos pensamientos. Ahora no era el momento de ponerse a reflexionar sobre ello.
Continuó su lectura.
Los elementales habían sido afectados en una manera parecida, pero no tan profundamente como las otras razas. Su comprensión de los elementos se había reducido considerablemente, permitiendo que ocurrieran mas accidentes.
En los tres casos, la maldición creaba, al arrebatarles parte de lo que eran, una gran sensación de pérdida, más o menos pronunciada, según los efectos de la maldición en cada individuo: cuanto mas profundo fuera su odio a los humanos, mas profunda era la pérdida. Y en todos los casos este sentimiento estaba asociado a los humanos.
Los de Ynris siempre habían tenido un fuerte lazo con los humanos, por eso los más tolerantes estaban allí.
Finalmente cerró el libro y levanto la vista para encontrarse con la cara sombría de Albus Dumbledore.
"Así que, Harry, ahora, ya lo sabes…"
El joven moreno junto su mirada con la del anciano director y asintió.
"Si, lo se…."
Sin decir mas, le devolvió el libro a Dumbledore y se marcho sin decir nada mas, esto le había dejado mucho en que pensar.
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Harry camino directo a su dormitorio, hacia tiempo que había pasado el toque de queda y no quería despertar a nadie. Se coló en la sala común de Gryffindor con facilidad, usando su entrenamiento y en silencio subió hasta el dormitorio de los chicos de quinto curso. Sin hacer ruido y sin encender luces, se cambio y se fue a la cama, cerrando los ojos pero sin dormirse. Tenia que hablar con Teneb.
Entro fácilmente en un ligero trance y alcanzo el Primer Plano.
-¿Al fin llegaste?-
Se volvió y miro a Arxeren, poniendo los ojos en blanco.
"Si, pero estaba bastante ocupado…."
-No importa, avisare a Kaelia, Teneb esta bastante ansioso de hablar contigo.-
Esto inmediatamente alarmo a Harry.
"¿Por que?"
-El te lo explicara.-
Unos minutos mas tarde, Teneb apareció a su lado y Harry no pudo evitar que una sonrisa apareciera en su cara. Juntaron los antebrazos para saludarse, no hacia falta palabras.
"¿Como van las cosas, Teneb?"
La cara del elfo se ensombreció.
"No demasiado bien… Puede que nuestra llegada se posponga ligeramente. Deberíamos estar allí para finales de la semana que viene."
Harry reflexiono sobre esto… significaría que una parte de la escuela se habría ido para entonces. Bueno, puede que fuera mejor así.
Dio su opinión en voz alta pero no pudo mejorar el humor de Teneb.
"Bueno, al menos saldrá algo bueno de todo este lío." Dijo sombriamente.
Harry frunció el ceño ante el tono de voz usado por su hermano de sangre. Incluso en su forma espiritual, Teneb parecía estar tenso.
"¿Que ha pasado?
Con un suspiro, Teneb hizo que aparecieran dos sillas. Habían descubierto a través de su entrenamiento que podían influenciar sus alrededores mientras estaban en el plano y se habían estado aprovechando de ello desde entonces. Ambos se sentaron y Harry espero a que Teneb comenzara.
Tan pronto estuvieron cómodos, Teneb se lanzo a contar los sucesos del día...
Aparentemente, Valera estaba encontrándose un montón de oposición y su estatus de Regente era fuertemente rechazado. Doryan, Demenor, Celen y Real estaban haciendo todo lo que podían para ayudarla pero sus decisiones no estaban sentando bien a la población. Los Mayores de los Magis, aunque habían estado de acuerdo a ayudar a detener el ritual que Voldemort estaba a punto de realizar, no querían tener nada mas que ver con los humanos, los Elementales estaban poniéndose de su lado, pero seria mas fáciles de persuadir de tomar medidas si hubiera necesidad. El Concilio estaba completamente dividido y el lado de la oposición era mucho más fuerte. Tambien había disensión entre los Elfos. Los que venias de Ynris apoyaban en su mayoría a Valera. En Horevald, una pequeña minoría estaba de acuerdo con la Regente, más por fidelidad a la corona que por verdadera fe en su decisión. Pero la mayoría desaprobaba sus acciones, a pesar del hecho de que los mismísimos Dragones habían pedido algunas de ellas. Opheria y Kobalt aparentemente se habían puesto de parte de Teneb y esto hacia que Harry estuviera un poco mas tranquilo al saber que al menos no estaba solo en este lío. Lo que le hacia pensar era lo que Teneb informo sobre Djaryle. La joven elfa pasaba los días en la Biblioteca Real, leyendo libros de viejas profecías y antiguos hechizos. Porque no lo sabia y ella permanecía callada al respecto.
Pensar en Djaryle siempre le provocaba a Harry sentimientos encontrados. Por un lado parecían haber conectado realmente bien, y eso era lo que le hacia sentir incomodo, el porque había confiado en ella inmediatamente. Después de todo, nunca la había visto hasta entonces… Pero le recordaba un montón a Ron y Hermione…Su mente empezó a dar vueltas mientras lo pensaba y lo ignoro, volviendo a concentrarse en lo que estaba diciendo Teneb.
Las protestas habían empezado en Horevald. Hasta ahora no había habido violencia, pero los monarcas temían que la situación empeorase. A pesar de la naturaleza normalmente pacifica de los elfos, la maldición de los humanos había disminuido su repulsión por la violencia, lo que añadido al profundo resentimiento entre ambas razas podía llevar a un resultado explosivo.
Harry podía leer entre líneas, temían un levantamiento…Y por el bien de todos deseaba estar equivocado.
Teneb cambio a un tema menos desagradable. Para finales de la semana siguiente, el viernes por la tarde, lo que significaba en siete días, los maestros castigados mas otros pocos llegarían. Los estudiantes que desearan reunirse con sus familias o tutores durante las vacaciones se irían el viernes por la mañana. Najira, Reald, Halan y Teneb vendrían con ellos; Djaryle, Opheria y Kobalt se quedarían con Celen para asegurar su protección y ayudarle.
Varios eruditos de las tres razas tambien vendrían con un círculo de seis. Harry estaba aliviado de oír que el bloqueo que había puesto en Najira aguantaba… El chico moreno suspiro de alivio. Ahora, solo esperaba que Fleur o alguna de sus conocidas pudiera lidiar con la medio hermana de Celen.
Hablaron un poco más, pero Harry se dio cuenta de que la forma de Teneb se estaba apagando.
"Teneb, deberías irte, te estas difuminando."
El elfo moreno se paso una mano por el pelo.
"Probablemente tengas razón…"
"Siempre la tengo"
"En tus sueños, Astyan."
Harry sonrió, le gustaba ese nombre, pero ni en sueños se lo diría a alguien, le daría demasiado poder sobre el. Se levanto.
"Descansa amigo mío, hablaremos más tarde."
"Creo que seguiré tu consejo. Probablemente no pueda hablar contigo antes de que vuelva a tu mundo. Se esta haciendo mas peligroso bajar tus barreras mentales aquí…."
"Cuídate Teneb"
"Tu tambien Harry."
Con eso, se marcharon. Una vez de vuelta en su cuerpo, Harry se dio cuenta de que se había olvidado de decirle a Teneb lo que acababa de aprender. Golpeándose mentalmente, se prometió decírselo en la primera ocasión que encontrara antes de irse a dormir.
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Mientras Harry viajaba por el pasado, en la Sala de los Menesteres, unos adolescentes estaban preparándose para el futuro. La Orden júnior estaba reunida, pero esta vez unos cuantos miembros de la Orden oficial estaban presentes: la Profesora mcGonagall, Ojo Loco Moody…
Por una vez, no estaban entrenándose y todos los miembros estaban presentes. Se había decidido el día anterior que tras hacer que todos los miembros firmaran un contrato de confidencialidad, redactado por uno de los miembros adultos, la Orden júnior seria informada de la llegada de las otras razas para que ayudaran a mantener a los estudiantes que se quedaran controlados.
Costo media hora que todo el mundo llegara a la sala. Una vez todo el mundo estuvo listo, McGonnagall tomo las riendas de la reunión.
"Buenas tardes, estudiantes. Se ha convocado esta reunión debido a las circunstancias que rodean al señor Potter. Pero antes de que diga más, os pedimos que firméis este contrato de silencio. Sois conscientes de las consecuencias si llegáis a romperlo." Su cara era seria y contenida.
Hubo asentimientos por toda la sala.
"Bien, entonces firmadlo."
Entrego un trozo de pergamino al joven más cercano y lo observo mientras circulaba por la sala, silenciosamente divertida por el comportamiento típico de cada casa. Los Hufflepuffs estaban firmándolo sin leerlo, como estaban haciendo la mayoría de los Gryffindors. Los Ravenclaws estaban examinando el pergamino, intentando descifrar los hechizos que habían en el y leyéndolo brevemente. Los Slytherins estaban leyendo atentamente antes de firmar. Finalmente lo recogió y contó el numero de firmas, tras contra el numero de alumnos presentes. Satisfecha, protegió el pergamino al mandarlo de vuelta a la oficina del director.
"Ahora, dejare que el señor Weasley y la señorita Granger expliquen que paso ayer. Os pido que permanezcáis en silencio durante sus explicaciones. Las preguntas se harán una vez hayan terminado."
Hizo una seña a los dos adolescentes y Hermione empezó a hablar. Se había decidido que ella daría la mayoría de las explicaciones con alguna contribución ocasional de Ron.
Durante una hora, describió la gente que acompañaba a Harry, donde había estado, para lo que había sido entrenado. No menciono el maltrato que había sufrido.
"En unos días, algunos maestros y otras personas de cada raza vendrán a Hogwarts. Valoraran la situación y decidirán cual es el mejor modo de actuar para su gente." Cuando Hermione se detuvo, la habitación se lleno de ruido.
"¡Que!"
"¡Elfos!"
"¡Imposible!"
McGonagall tenía los labios apretados pero no pudo resistirse a echar una ojeada por la habitación. Los miembros de Slytherin llamaron su atención por su tranquilidad. Pero tambien era cierto que rara mente perdían su apariencia tranquila. Estaban hablando tranquilamente unos con otros. Mientras, los Gryffindors, Hufflepufss y algunos de los Ravenclaws más jóvenes estaban gritando emocionados. Los miembros más mayores de la Casa de Rowena estaban debatiendo tranquilamente, como los Slytherins.
De repente la habitación quedo en silencio.
Todos los ojos se volvieron hacia Hermione quien estaba de pie, con la varita levantada y una mano masajeándose las sienes mientras bostezaba. Tenía los ojos inyectados en sangre y la falta de la poción Entropía hacia que su paciencia fuera corta.
"Silencio, haced las preguntas uno a uno. En el sentido de las agujas del reloj empezando por Michel. Si no tienes preguntas, deja pasar tu turno." Levanto el hechizo e hizo señas al estudiante francés de 17 años para que empezara la primera ronda de preguntas.
Continuaron así durante dos horas. Finalmente los adultos que habían estado al fondo hasta entonces dieron un paso hacia delante. La voz seca de Ojo Loco atravesó la habitación.
"Ahora, escuchad. Seréis responsables de mantener a los otros estudiantes fuera del camino de nuestros visitantes. Vamos a mantener los contactos entre ellos y nosotros al mínimo, a menos que ellos nos pidan lo contrario. La reunión se aplaza, mañana a la misma hora, trabajaremos sobre los turnos y vuestras tareas."
"¿Se nos unirá Potter, ahora que esta de vuelta?"
Hermione y Ron compartieron una mirada dudosa antes de mirar a su profesora de Transformaciones.
"Aun hay que verlo. Su posición de jinete le obligara a trabajar con los otros jinetes. Se le preguntara, pero no creo que lo haga."
Unos minutes después la habitación empezó a vaciarse.
Sin que nadie se diera cuenta, Blaise Zabini se quedo atrás y espero a que los otros se fueran.
Una vez solo quedaron Hermione, Ron y los adultos, se aproximo a los dos adolescentes.
"Ahora, Granger, ¿Te importaría decirme lo que has omitido durante esta reunión?"
Hermione le lanzo una Mirada agotada antes de mirar de reojo al adulto que asintió.
"Sencillo, Zabini. La mayoría de los miembros de las otras razas no aprecian a los humanos o tienen muchos prejuicios contra nosotros. Esa es la razón por la que habrá mínimos contactos."
"¿Que hay del ministerio?"
"El Director se esta ocupando de eso."
Con un pequeño movimiento de cabeza, el Slytherin asintió y se fue derecho a su habitación. Al sopesar la información que se le acababa de dar, el comportamiento de Potter tenía un poco más de sentido, pero quería más información sobre el Chico de Oro de Gryffindor. No iba a apostar su vida a un ente desconocido. Potter era ahora una carta desconocida. Antes de su partida, había sido conocido por sus habilidades en el campo y en DCAO. ¿Pero ahora que? Blaise sabia que tenía poderes. Pero cuales eran, estaba aun por verse. Hablaría con sus compañeros de casa. Por ahora observarían antes de tomar una decisión. Dejemos que los Gryffindor se tiren de cabeza. Los Slytherins que se habían puesto de su parte no habían sobrevivido hasta ahora por hacer el estupido.
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Hasta aquí todo. A continuación va una lista de los personajes que no se puede poner en un capitulo aparte porque las reglas de no nos dejan. Para no tentar más a la suerte las reviews vuelves a estar en mi livejournal. A partir del siguiente capitulo volveré a contestarlas aquí. Besos
Estrella de la tarde
Elfos:
Teneb Ildar Oreansky: Hermano de sangre de Harry, hijo de Doryan e Ylesa, hermano de Delia, Mejor amigo de Celen y Djaryle, jinete de Gae: Emnag, Athar, con el don del aire.
Celen Soryan Ikerstorm-Vyriannight: Príncipe de los Elfos, hijo de Enrys y Valera, medio hermano de Najira, mejor amigo de Teneb.
Djaryle: amiga de la infancia de Teneb, posee un poco de Visión, pero no muy potente.
Demenor: Líder de los Cuarteles, jinete de Ulras, un Azurean
Doryan: Padre de Teneb y Delia, marido de Ylesa, Gran Consejero.
Ylesa: Madre de Teneb y Delia, esposa de Doryan, amiga de Valera, proveniente de Ynris
Enrys Olban Ikerstorm: Rey de los Elfos, marido de Valera, hermano gemelo de Reald, padre de Celen y Najira.
Valera Ryll Vyriannight: Reina de los Elfos, después Regente, esposa de Enrys, madre de Celen, amiga de Ylesa, proveniente de Ynris
Reald Eldir Ikerstorm: Hermano gemelo de Enrys
Inir: Daryn, ex-amigo de Teneb, jinete de un Quear, con el don de la tierra.
Vlad: Daryn, amigo de Garth
Xjahl: Daryn, amigo de Garth
Malisa: Daryn, ex-amiga de Teneb, jinete de un Azurean, con el don del fuego
Arnelle: Daryn, ex-amiga de Teneb, jinete de un Dawnris
Kario: jinete, mentor de Teneb
Effilin: jinete, maestro de Lucha
Edevia: jinete, maestra de Tiro con arco
Lienhor: jinete, maestro de Equitación
Haram: jinete, con el don del fuego
Jeesala: jinete, con el don del fuego
Garan: jinete, con el don del fuego
Ferin: jinete, con el don del fuego
Kassim: jinete, con el don del fuego
Téal: jinete, con el don del fuego
Zeld: jinete, mentor de Garth
Cya: Xhana, líder de las Doijas.
Jesen Tarenhils: Consejero, líder de los Belan (facción: neutral inclinándose hacia el lado conservador)
Toran: Consejero, Líder de los Hylmeans (facción: neutral, inclinándose hacia los cambios)
Gojik: un viejo cortesano
Elga: una Doija
Tyldan: un Deiser
Eryn: huérfano, alumno de los Templos, doce, chico de los establos
Ferim: Consejero.
Luctan: Elfo Oscuro
Magis:
Garth: Daryn, hijo de Jaris e Ilia
Opheria: Daryn, amiga de Teneb, jinete de Nelan, un Dusker
Sarwin: Maestro de Magia
Keal: Consejero, líder de la facción conservadora: los Aldyrs
Halan: Uno de los mayores de los Magis
Elementales:
Kobalt: Daryn, elemental de agua, amigo de Teneb, jinete de Polath, un Dewat
Chrisianne: Daryn, elemental de Aire, amiga de Garth
Ribor: Daryn, elemental de Tierra, amigo de Garth.
Nerthor: Elemental de Aire, jinete, maestro de Magia Mental
Luan: Elemental de Agua, Xhan, líder de los Deiser, representante de Solyen.
Ulthon: Consejero, Elemental de Aire, líder de la facción revolucionaria: los Oyeras.
Enanos:
Terio
Anok
Dragones:
Rexeran: Sowaroc, mayor, unido a Harry
Gae: Emnag, mayor, unida a Teneb
Altai: Azurean, mayor
Aurine: Dawnris, mayor
Phaïst: Firelans, mayor
Cehra: Quear, mayor
Dea: Wiscand, mayor
Seid: Dewat, mayor
Ulras: Azurean, unido a Demenor
Polath: Dewat, unido a Kobalt
Nelan: Dusker, unido a Opheria
Guardianes
Arxeren: Forma de Sowaroc, guardián de Harry
Kaelia: Forma de Emnag, guardiana de Teneb
Karzan: conocido de Arxeren
Veela, Semi Veelas:
Najira Tyra Hoersen: hija bastarda del Rey Enrys, medio hermana de Celen
Fleur Delacour
Gabrielle Delacour
Estudiantes de Hogwarts:
Frederik Million: estudiante de Slytherin, prefecto de quinto curso
Irene Davin: Hufflepuff
Maria Doyle: Hufflepuff, forma de animago: colibr
Maxim Kendal: Hufflepuff, forma de animago: oso
Susan Bones: Hufflepuff, forma de animago: mariposa
Ernie McMillan: Hufflepuff, forma de animago: caballo
Seamus Finnigan: Gryffindor, forma de animago: perro
Hermione Granger: Gryffindor, forma de animago: esfinge, prefecto
Ronald Weasley: Gryffindor, forma de animago: tigre, prefecto
Neville Longbottom: Gryffindor, forma de animago: un águila
Blaise Zabini: Prefecto de quinto año de Slytherin
Parvati Patil
Dean Thomas
Lavender Brown
George Weasley
Fred Weasley
Ginny (Ginevra) Weasley
Colin Creevey
Dennis Creevey
Lee Jordan
Justin Finch-Fletchey
Hannah Abbot
Padma Patil
Terry Boots
Luna Lovegood
Cho Chang
Mandy Blockehurst
Vincent Crabbe
Gregory Goyle
Draco Malfoy
Pansy Parkinson
Millicent Bullstrode
Mortifagos
Nott Padre
Avery
Fenrson
Lucius Malfoy: miembro del Circulo Interno
Rodolphe Lestrange: miembro del Circulo Interno, Torturador
Bellatrix Lestrange: miembro del Circulo Interno, mujer de Rodolphe
Deran: Aprendiz de Pociones
Yvan Roval: Miembro del Circulo Interno
Zanya Roval: mujer de Yvan, miembro del Circulo Interno
Hopkins: Investigador
Justus: Torturador
Keldan: Torturador
Isam: Entrenador
McNair
Nathael Valdon: Erudito Oscuro, especialista en rituales y artefactos oscuros
Jan Girtshenka: Erudito Oscuro, traductor, especialista en Magia Sanguínea y artefactos oscuros
Orden del Fénix:
Mundungus Fletcher
Moody Ojo Loco
Arthur Weasley
Molly Weasley
Arabella Figg
Remus Lupin
Sirius Black
Severus Snape
Poppy Pomfrey
Selina Allan: Enfermera francesa
Sophie Colin: Directora adjunta francesa, profesora de Estudios Muggle
Bruno Dupont: Profesor de Runas francés
Gerard Martin: Profesor de Encantamientos francés
Aurelie Durand: Profesora francesa de Transformaciones, cojefe de Slytherin
Dan Jenkins: Profesor de Defensa Física, Cojefe de Slytherin
Karl Terensky: Profesor de Pociones búlgaro
Zora Ferenskaya: Profesora búlgara de Adivinación
Minerva McGonagall
Filius Flitwick
Anna Sinistra
Mme Olympe Maxime: Directora francesa
Rubeus Hagrid
Amos Diggory
Otros:
Charlie Weasley
Bill Weasley
Percy Weasley
Cornelius Fudge
Ludo Bagman
Argus Filch
Oscuros:
Doeron
Djaira
Wlad Gildren aka Grindelwald
