Capitulo 8:
"Yo te puedo comprender…"
Kidara compro toda la ropa que se le presento en frente, de la más cursi hasta la mas sensual, por alguna extraña razón todas las bolsas desaparecieron lentamente una a una, hasta que Kidara quedo con las manos vacías, Kilua sintió un bulto en su bolsillo, se suponía que era el báculo y lo ignoro, mientras avanzaban hacia el hotel Kilua le relato las experiencias en el coliseo del cielo.
... y nos embarcamos a la isla ballena... por cierto, para que es lo que compraste, donde está? – le pregunto mirándola.
Es por la fiesta, yo apreciaba mucho a aquel anciano, y ustedes irán, no me atrevo a ir sola,
Con traje? – le pregunto con horror.
Depende de ti – le dijo sin prestarle mucha atención.
Vamos, donde están las bolsas?
En tú bolsillo – le respondió ignorándolo.
Mi bolsillo? – repitió, metió la mano y saco una de las bolsas, siguió sacando más y más bolsas, pronto una cantidad de personas se reunieron a su alrededor, cada vez que sacaba algo le aplaudían, Kilua los ignoro hasta que saco el báculo, los aplausos y los gritos de "ohh" le dieron mala espina, introdujo rápidamente las cosas, se alejo apretando los dientes y queriendo golpear a todos los presentes, alcanzo a Kidara que iba dos cuadras adelante, la gente lo seguía llevando niños en brazos.
...NIÑO, DANOS OTRO SHOW¡¡¡ - le grito un padre desesperado, con una niña llorando en sus brazos.
Kidara¡, no seas así¡¡¡ - le reclamo Kilua corriendo y mirando hacia atrás de reojo. Kidara se dio la media vuelta tomo vuelo y fue a par con Kilua.
Eres cazador o no? – le pregunto con cara de aburrida.
Claro que si¡, pero esto es algo diferente ! – le replico.. mientras discutía con Kidara más gente se juntaba para ver a la joven alada, y al chico del bolsillo mágico.
Muy bien, ahora también me siguen a mí, quieres dar un paseo? – le pregunto ofreciéndole la mano.
Pensé que nunca lo dirías¡ - le dijo, la tomo del brazo y ella se lo llevo, al cabo de unos instantes estaban en el techo del hotel, sentados en las orillas.
Por que no te preocupa lo que te ocurre, es muy vergonzoso que te traten de mago¡ - le dijo, le grito la ultima frase, ella miraba el cielo con rostro de soñadora.
Dime, tú le dices todo a Gon? – le pregunto mirando la curiosa forma de una nube.
No todo, pero le digo lo que me preocupa y esas cosas – le dijo mirándola pensativo.
Por que?
El es mi amigo, tú nunca tuviste uno a mi edad?
Sólo eran compañeros de trabajo, tuve un verdadero amigo cuando era muy pequeña, pero pronto le deje por un capricho que me volvió cazadora – le dijo.
Quien era?
Tú te consideras mí amigo?
Claro.. o eso creo, en mi caso es difícil saber si hice una amistad.. – le dijo recordando lo que le dijo Irumy.
yo tengo el mismo problema por que..
somos asesinos – dijeron al unísono.
Sí... un asesino tiene doble personalidad – le dijo con cierta nostalgia – mi niñez no fue muy agradable, y la tuya tampoco.
Sí, a veces pienso que sólo soy un experimento científico...
Dime quien era?
Era... yo, fue Kurapica, él no me miro como alguien diferente, todos me trataban como un objeto más de la tribu, no como persona, la tribu era muy orgullosa, y creo que eso fue lo que los derrumbo – le dijo mirando como el sol se escondía.
"los", es cierto tú no consideras...
será mejor que bajemos, creo que no me equivoque, muchas gracias Kilua – dio un paso adelante y se dejo caer hacia abajo, Kilua le imito, se agarro del barandal del balcón, Kidara estaba parada doblando sus alas, él le siguió. Al entrar notaron que había un chiquero, los colchones estaban desechos, el relleno estaba esparcido por la sala, pero sus amigos no estaban, recorrieron con tranquilidad el piso, encontraron a Kurapica en su habitación durmiendo placidamente, al entrar al inmenso baño se resbalaron, todo estaba mojado, Leorio estaba bañándose en el enorme jacuzzi con Gon como si fuera una enorme piscina, al principio parecía que no llevaran ropa alguna. Kidara se ruborizo al entrar, y luego les miro helada.
Que ocurrió? – les pregunto Kilua molesto. Miro hacía atrás, Kidara había salido del baño.
Bueno, estábamos tan aburridos que decidimos divertirnos, pero no sabíamos como, la tina es enorme, así que nos metimos a como si fuera una piscina - le dijo Leorio con recelo.
No es excusa – les dijo - ... pero no estaría mal tomar un baño¡¡¡ - se saco la ropa quedando en polera y pantalón, y se lanzo d un salto a la tina.
Kidara se sentía avergonzada, nunca había sentido el pudor, sin ese sentimiento de risa que no podía resistir, estaba muy confundida, había pasado la mitad de su vida dentro de un laboratorio. La puerta de la habitación de Kurapica se abrió lentamente.
Hola, ya llegas? – le dijo sobándose los ojos.
Si, Kilua tubo un encuentro, y traje ropa para el recuento del anciano – le dijo moviendo su cabeza para que no viera su cara ruborizada.
Es cierto, por que no vas sola?
Esa gente no me aprecia mucho, piensan que hice que el anciano gastara lo que le quedaba en mí... como duermes con ellos así? – le pregunto cambiando de tema.
Son mis amigos, ya estoy habituado a su actitud y simplemente no me molesta – le dijo asomándose por la puerta.
Son especiales para ti?
Es natural, son mi familia – le respondió con cara de soñador.
Sí.. para nosotros la amistad es la familia... yo solo fui adoptada, no se que le ocurrió a mi familia, pero me gustaría saber – le dijo mirando las flores que pendían de un florero de porcelana en el pasillo.
Que hiciste hoy? – le pregunto.
Pregúntale a Kilua, le corresponde a el,
... – Kurapica noto que siempre terminaban hablando solos, seria obra del destino, la miro unos instantes, con la ropa que llevaba le parecía una joven muy corriente; una soñadora, miro su pendiente, idéntico al de él – desde cuando llevas ese pendiente?
El pendiente? – le dijo tocándolo.
Si, es igual al mío.
Lo llevo desde que tengo memoria...- se asomo por la puerta, vio a los tres usar Nen para hacer grandes olas con el agua, el piso estaba cubierto por está, hizo un movimiento, y el agua sobre la cerámica se deslizó sobre ellos, obviamente estaba helada, ellos la miraron y le lanzaron agua sin éxito. Kidara se escondió tras la puerta, Kurapica le miro, realmente su estado era diferente al principio, ella ya estaba perdonada, la vio reírse suavemente, una risa que era difícil sacar de ella.
Cuando todo estaba relativamente seco, Kilua saco de sus mojados pantalones las bolsas que estaban intactas.
No quiero que vayan así nada más al recuento del anciano, no tengo intenciones de usar Nen, quiero tener un día normal, y les pido que me acompañen – les dijo sacando con cuidado cada prenda, y doblándola sobre el sillón, separo en 6 montones, según ella; ropa para Kilua, ropa para Gon, para Kurapica, Leorio, para ella, y la que no les gustaría a ninguno.
Por que nos tenemos que vestir? – le pregunto Kilua revisando la gran variedad de ropas.
Para mí es una ocasión muy especial – le dijo resignada, y casi ignorando lo que le decía.
Por que no haces lo que hiciste en la subasta? – le pregunto Leorio, Kilua le dio una patada poco disimulada; no era un recuerdo muy agradable.
Cúmplanme un capricho – les dijo mirándolos serenamente, cierto brillo broto en sus ojos, y le respondieron con un vago: " deacuerdo..."
Bien; yo no quiero nada muy incomodo – le advirtió Kilua revisando su propio montón.
Vayan probándoselas, si les quedan pequeños o grandes pueden usar Nen para controlar las medidas.
Por una media hora la habitación fue un caos, Kurapica se había sentado tranquilamente en el sillón mientras veía la ropa, Kidara simplemente había tomado toda la ropa que vio y la trajo, no había gusto ni combinación, a medida que veía los trajes, se imaginaba como se vería, y se ponía azul, o daba cualquier expresión de recelo dependiendo de la prenda.
Kilua se había llevado todas las prendas, se cambio junto a Gon, de vez en cuando se escuchaban carcajadas, gritos o un: " demonios¡", Kilua salió con militares, un chaqueta color crema que le tapaba la boca, sobre una polera blanca con una franja ligeramente azul. Gon le acompañaba vestido como siempre.
No vas a usar nada? – le pregunto Kidara.
Realmente no tengo gusto para estás cosas, prefiero ir así, esta el ropa que me gusta – le dijo con una amplia sonrisa.
Te agrada Kilua?
Sí, pero, no tienes una gorra?
Dame cualquier ropa – le dijo. Kilua trajo un pequeño pañuelo y se lo entrego – usa tu habilidad y cambiarlo
Cambiarlo, nunca he tratado – le dijo, pensó en su habilidad, por que no? – esta bien¡
Kilua lo doblo y lo dejo en la mesa, le impuso su aura y pensó en el deseo de una gorra, poco a poco el delicado pañuelo se impregno de su aura y cambio drásticamente, empezó a deformarse, y volverse redondo, él empujo el centro, y se ovalo, ludo extrajo de un extremo, quedando una aleta, y listo, la gorra estaba lista.
Genial¡ - exclamo Gon.
Si practicas un poco más no tendrás si quiera que darle forma con tus manos – le dijo Kidara, con una sonrisa de confianza.
Podré alguna vez? – le pregunto Gon apuntándose a si mismo.
Bueno... es una rama del Hatsu muy lejana del aumentador... pero depende de ti – le dijo pensativa. Fijo la mira al pasadizo por donde salía Leorio, llevaba un traje color verde prefundo, con una blusa blanca, una corbata azul brillante, y zapatos negros. Por un instante recordó cuando le había dejado el cabello blanco, al parecer Gon y Kilua también lo recordaron y se echaron a reír tapándose la boca. Sintió una leve risa de Kurapica, tas una chaqueta.
De que se ríen? – les pregunto mirándose, una vena empezó a palpitar por la molestia.
Reorio... abuelo... – le dijo Kilua sin poder contenerse, la imagen era lo bastante divertida para dejarlos un rato así.
No me recuerden.. – les advirtió con mala espina, se sentó en el sillón de en frente, con al fuerza, que los sillones se levantaron levemente. Los otros 4 miraron extrañados su alrededor.
Cuando será? – le pregunto Kilua sin mucho interés.
Hoy en la noche – le dijo serena.
Hoy? – repitió Leorio.
Si, siempre se me olvidan las cosas, y las recuerdo a ultima hora... – les dijo sin inmutarse, con una pequeña sonrisa fingida. Los 4 se soltaron un momento, la miraron extrañados; como era que tuviera una reputación así, si apenas recordaba las cosas?
.. por cierto, Kurapica no te cambiarás de ropa, ya es tiempo de que te vistas... – le comento Leorio.
Me está diciendo anormal? – le pregunto frunciendo el cejo.
No exactamente.. – le dijo Leorio retractándose.
Realmente es muy inmaduro.. – dijeron los demás cuando Kurapica le propino un puñetazo.
Y tú Kidara? – reitero Leorio. Kidara le envió una mirada asesina, Leorio se hecho atrás como un perro faldero.
También me estás diciendo anormal? – le pregunto cerrando los ojos y reteniéndose un momento. Kidara y Kurapica notaron su punto de vista, sobre su raza y sus pasados. Kilua los ignoro, y Gon tenia algo como una gotita que le decía: "que se puede hacer?", ambos Kidara y Kurapica le golpearon hasta que dejo de hacer preguntas estúpidas.
Ya entendí – Leorio les dijo con incontrolables lagrimas, e incontables chichones.
Más te vale – le dijo resignados los dos retomando lo que estaban haciendo con anterioridad, sin mirarlo.
La tarde paso rápida, Leorio gritaba desde su habitación mientras se curaba los chichones, Kidara se había vuelto a vestir como Suikun, la única diferencia era que físicamente era como siempre, Kurapica no se había preocupado en lo más mínimo, Gon iba como siempre, y Leorio se hacía los últimos retoques para que no se notarán los chichones.
Tomaron el auto deportivo de la federación, está vez Leorio manejo, Kidara le cedió a regañadientes, ella les fue indicando por donde y como llegar. Finalmente llegaron a un edificio de aspecto clásico, como si fuera una reliquia que había sobrevivido a los cambios que pasaban a través del tiempo.
Al llegar, Leorio abrió la puerta y se fue por su cuenta, los demás invitados lo miraron con desdén, comprendió que era como una falta de educación abrirle a los pasajeros, pero ellos ya habían bajado.
Por que no me avisaste? – le pregunto Leorio molesto a Kidara.
No me digas eso, yo tampoco sabia.. – le respondió – esas cosas se las debes preguntar a Kurapica.
Si.. – le respondió con poco animo mientras el ascensor se abría, y entraban a un balcón lleno de mesas, candelabros, y cócteles.
Es una fiesta de alta sociedad¡ - exclamo Kilua disimulado.
Desde aquí deben seguirme la corriente.. – les dijo Kidara avanzando con su vestido, que parecía muy sencillo a comparación de otros que levaban las demás jóvenes de su edad.
.. hola señorita¡ - dijo una voz optimista. La persona era un joven de alrededor de 20 años, de cabello castaño y ojos verdes; un joven realmente atractivo.
Hola – le respondió serena.
Me permitiría saber quienes son las persona que le acompañan?
Claro – le dijo fingido, se dio la media vuelta y murmuro : " metiche" – él joven rubio es mi hermano, los niños son mis primos, y el adulto es el nieto de una tía abuela, de mi tatara abuelo.
Ya veo.. – le dijo mirándolos con desprecio - .. usted fue la guarda espaldas de mi abuelo?
Sí, él realmente me ayudo mucho, a mejorarme de un problema que me abrumaba – le dijo sin ánimos.
.. me pregunto si usted me permite esta pieza – le pregunto cuando empezó una música muy lenta y sofisticada.
No gracias, vengo muy cansada de un viaje, si me permite, ojalá más tarde.. – le dijo con una falsa sonrisa.
Bueno... me alegra haberla saludado – le dijo yéndose hacia otra joven.
Si, si me necesite véame.. – le dijo de espaldas y regañadientes. Se dio la media vuelta, y miro a sus amigos, Leorio ya se había ido a beber ya molestar a alguna que otra joven, Kilua y Gon la miraban, y Kurapica se reía tapándose la boca – que les pasa?
Nada, es sólo la impresión que dejas.. – le respondió Kurapica mirándola.
Para que sepas – le dijo con resignación, y ruborizada – yo no bailo, ni tampoco se.. – Kurapica se rió con más ganas – y ahora que?
Es sólo que eres muy singular – le dijo sonriendo - nunca había oído de una joven que no bailara.
Apuesto mi dinero a que tú tampoco¡ - le dijo mirándolo con seriedad. Kurapica se detuvo un momento, un singular tono azul se presento, la atmósfera cambio.
La verdad yo tampoco... – le dijo avergonzado.
Dependiendo del caso tu personalidad cambia mucho.. – le comento, Gon y Kilua se alejaron, Kurapica se acerco a los barandales del balcón y Kidara contacto a la esposa del anciano. Muchos miraban a los desconocidos. En una hora Leorio había recibido 4 insultos, una bofetada, y una copa rota en su rostro, Gon y Kilua habían recorrido todo y comían lo que había en el cóctel.
...entonces los niños son sus primos? – le pregunto la señora dulcemente.
Si, son realmente muy buenos chicos – le dijo mirándolos.
El hombre mayor... déjeme recordar, era el sobrino..?
Se equivoca, es el nieto de una tía abuela, de tatara abuelo – le dijo sin trabarse.
Ya veo, tiene usted una familia muy compleja – le comento, pronto fijo su mirada en Kurapica, que miraba el cielo por el barandal, se fijo también en que unas jóvenes le miraba y reían – realmente estoy muy agradecida por lo que hizo al cuidar a mi esposo – le dijo volviendo la mirada.
Sí, pero yo estoy más agradecida, realmente me ayudo a mejorarme de lo que me había ocurrido con anterioridad.
... mmm.. realmente admiro lo que dice; que clase de problema tubo, si no es problema responder? – le pregunto.
Bueno... – le dijo un poco incomoda – en un accidente donde iban gran parte de mis familiares... los perdí.. – le dijo a tropezones.
OH¡ lo lamento nunca pensé eso¡ - se disculpo la mujer.
No se preocupe, era algo que alguna vez iba ocurrir – le dijo serena – que observa? – notando que desviaba su mirada.
Lo lamento, el joven rubio es su compañero? – le pregunto mirando como las jóvenes se acercaban de a poco a Kurapica.
Mi compañero? – le pregunto ruborizándose – no,; es mi hermano, por que lo pregunta?
Bueno, esas jóvenes al parecer quieren algo con el – le dijo indicándole a las jóvenes – estas jóvenes, lo único que les interesan son los chicos... – trato de comentar, pero Kidara se acercaba al lugar muy molesta; incluso con celos.
Que ocurre? – pregunto con una enorme sonrisa.
... a hola, tú eres su compañera o algo? – le preguntaron las jóvenes que los rodeaban, Kurapica las ignoraba. Ellas se reían para llamar su atención.
No, es mi hermano – les dijo con mirada fría, y volviendo a sonrojarse; por que todo el mundo creía eso?
Pensábamos eso – le dijo una joven que usaba un vestido con tal escote que permitía que se vieran en gran parte sus senos.
Ja ja¡ - exclamo Kidara – pueden dejarlo en paz?
Por? – le preguntaron todas juntas.
Bueno.. ustedes no tienen oportunidad, y tiene una enfermedad incurable – dijo casi en un murmullo – es contagiosa – continuo con mucho énfasis y en un susurro.
Bueno... no teníamos esa intención.. – le dijeron avergonzadas e ingenuas creyendo lo que decía.
Las mujeres de hoy en día son unas ignorantes.. – dijo para sí. Kurapica se dio la vuelta, la miraba molesto.
Que intentabas, yo no estoy enfermo¡ - le dijo entre dientes.
Bueno... ja ja¡ - le dijo con una falsa sonrisa y un poco de rubor en su rostro.
Bueno.. si me estaban molestando – le dijo dándole un golpe en el hombro, y dirigiéndose al otro lado del balcón, ella le dio un risita.
La noche continuo, Gon y Kilua se mantuvieron despiertos, Leorio estaba un poco borracho, Kidara, se había cambiado de posición en la fiesta, ya no era muy sociable, se le veía tensa y preocupada. Kurapica se había alejado del lugar y se había instalado en un lugar donde no había mucha gente. La temperatura del ambiente descendía, las personas habían acudido con prendas y ligeras, y fueron invitados a entrar. Todos entraron a excepción de Kidara, Kilua, Gon, Kurapica, y un hombre que no era Leorio.
La temperatura está bajando por una habilidad de Nen... – pensó Kidara, el ambiente había cambiado muy repentinamente.
El ambiente es muy rao.. – le dijo Kilua caminando hacia ella. Gon le acompañaba, y Kurapica miraba al hombre que se había quedado.
Es culpa de él – dijo el joven mirando al hombre de lejos.
Es la única persona – completo Kidara.
Por que hará esto? - pregunto Gon.
Será? – comento Kidara enigmática. Se acercó asta quedar muy cerca de él – Kay?
... – el hombre le miro, tenía los ojos cerrados, su ropa eran unos harapos, increíblemente había estado toda la fiesta sin ser detectado, al abrir los ojos, notaron una mirada nítida, se tomo la piel del rostro y la tiro; era una mascara. Notaron un rostro joven e inocente, el color de su piel era claro, sus ojos eran difíciles de describir, eran brillantes y penetrantes. Él se despojo de sus harapos, demostrando un traje como un joven común – impresionada?
Ya me extrañaba que no me contactarás.. – le dijo con recelo la joven. Por un instante los demás quedaron anexos a la conversación.
Que haces en Cimaria? – le pregunto rodeándola.
Yo? – le dijo de manera atrevida y sarcástica – esperando asuntos pendientes, como está fiesta y como tú..
Ya veo... quieres el contacto con los "15", no? – le respondió.
Sí, Shina me dijo hace algún tiempo que tenía algo que decirme, quiero el contacto – le dijo yendo al grano.
No se de que hablen – interrumpió Kilua con las manos en los bolsillos – pero estamos levantando sospechas.
Tienes razón.. – le respondió Kidara mirando a los ventanales, las jóvenes ya algunos adultos miraban con horror, al ver como soportaban el frío.
Nos vamos? – pregunto Kurapica.
Si, en el camino les explicare – les dijo, pasaron desapercibidos por la sala, vieron a Leorio coquetear con una joven.
Y Leorio? – le pregunto Gon.
No te preocupes, no hay tiempo pera hacerlo entrar en razón...
Bajaron por el ascensor, la temperatura volvió a la normalidad. Tomaron el auto, una vez más Kidara manejo como la calificaba Leorio; "endemoniada", pero estaba más seria.
Como primera pregunta; quien es él? – pregunto Kilua mirando al tal Kay.
Es el guarda espaldas del príncipe que rapte – le dijo tomando una curva bruscamente, haciendo que se hundieran en los asientos de cuero.
Que clase de cazador es? – le pregunto Leorio mirándolo.
Es un cazador haker
Haker? – le reitero Kurapica pensativo - ... a decir verdad; nunca había oído de esa rama.
Es una rama muy reciente que sólo se le otorga a los que han trabajado en la sede central, nuestro trabajo consiste en proteger los sistemas de web de los cazadores; la rama fue creada por el anciano del que les hable.
Era cazador? – le pregunto Leorio imaginándose un viejo decrepito.
Sí, también creo la rama de cazadores de informática; pero este trabajo no es sólo saber mucho sobre computadores y buenos programas; también consta de tener una habilidad de lucha destacable, el trabajo se mezcla con el de guarda espaldas, por eso un cazador de informática no es un luchador corriente.
Te incluyes? – le pregunto Gon mirando a Kay.
No, él es mucho mejor luchador que yo, incluso ustedes lo son – les dijo mirando hacia atrás e ignorando el auto que venia en frente tras pasarse de pista a la que iba en dirección opuesta.
Ten más cuidado¡ - le dijo Kurapica tomándose de el asiento del antero donde iba Kidara.
Que? – le pregunto Kidara sin notar lo que decía de manera entrañable.
Olvídalo... – le dijo mirando el cielo estrellado sin esperanzas de que le escuchara.
Cuando nos dirás para que vino? – le pregunto Kilua mirándolo sin confianza.
Me fue...
Siempre has sido así – le dijo el invitado – cuando hablas c0onmigo por la red se te "va" todo lo que habías acordado, o hecho alguna vez.
Pues...
Es problema de ella – le contradijo Kurapica mirándolo como si dijera: " ten algo de consideración" – tu sabes que es asesina; hay veces que es mejor olvidar.
Quien eres tú para decir eso?
Sólo cállate... – le respondió de manera ofensiva.
Ya llegamos – les dijo Kidara frenando de manera brusca y a propósito, para que se callaran ambos de una vez.
Subieron siguiéndole el paso apresurado a Kidara, al subir al ascensor Kay le dijo algo como" no te dije ella está arriba". En ese momento Kidara lo miró asintiendo. Al entrar al piso sintieron una atmósfera muy extraña; era como ansiedad y preocupación impregnada por todo el lugar. Al introducirse en la habitación principal encontraron un vestido puesto delicadamente sobre el sillón, unas botas y un bolso blanco. Kidara los tomo y los dejo en la mesita. Entro a la habitación de Leorio y tomo su Laptop, lo dejo a la vez en la mesa, y se sentó en frente de él esperando algo, Kay se sentó en frente, acompañado de Kurapica y Leorio, Gon y Kilua se sentaron en el piso.
Media hora después, seguían de la misma forma, sentados sin hacer nada: el reloj toco las 2 de la madrugada, una puerta se abrió dejando entrar la fresca brisa de la madrugada... una mujer que usaba una ropa blanca con una característica cruz roja, y un peinado ordenado; Shina, una de los "15".
Hola – les dijo de una manera muy formal.
Por que te demoraste tanto? – le pregunto Kidara molesta, sin mirarla.
Sólo fueron... – miro su celular, y se puso algo azul, al instante se avergonzó – bueno... jaja¡
Como sea ! – le dijo seria; algo le inquietaba – sólo explica lo que querías decir.
No importa que ellos estén? – le pregunto mirando a todos y acercándose.
Tarde o temprano lo sabrán, no importa cuando ocurra; sólo habla¡
Está bien... – dijo indecisa, se sentó a su lado, Kidara se movió para darle a paso a la computadora.
... pagina de acceso: radam 1.
... Código: Kuruta.
... búsqueda: árbol genealógico.
... árbol 16: padres; muertos hace 17 años; hijos: 1 ( géminis ), hija: Kidara; muerta hace: 16 años...
Que idioteces haces?¡ - le pregunto Kay escuchando lo que ella les leía. Kidara tanto como Kurapica se mantenían callados cabizbajos, con la mirada escondida.
Muerta? – repitió la joven tragando saliva – esto era?
Sí, me pareció muy extraño...
Kurapica tú sabes algo, tengo entendido que eres un año mayor – le dijo amistoso Kay. El se mantuvo callado, parecía que no respondería.
... yo recuerdo que... – dijo con esfuerzo, y confuso - ... que un día apareció y... no estaba acompañada por nadie, recuerdo que su ropa era blanca con manchas de algo rojo, la gente le miraba muy confusa...
CALLATE ¡- le grito la joven, notaron que de sus ojos brotaban lagrimas brillantes y tristes. Por un momento hubo silencio, los que tenían nada que ver en la historia se retiraron.
Yo...
Sólo déjame hablar ¡- le dijo tercamente – ahora yo soy la que está molesta – le dijo mientras sus ojos se tornaban rojos – esos datos me ayudan a descubrir un secreto: yo pienso que...
Que no eres Kidara, si ocurrió hacer 16 años, tú edad es la misma que si esa persona hubiera vivido – le dijo mirándola.
Que tal si ni siquiera soy humana¡ - dijo ella parándose.
Seas o no el poder pensar libremente, sentir ciertos sentimiento, y la libertad; te hace ser humana¡ - le contradijo parándose y poniéndose frente a frente con ella.
Siempre existe ese raro sentimiento? – le dijo sentándose.
A que te refieres?
Me siento cohibida... quizás no lo hayas notado...
Por que? – sin comprender.
No lo sé, me empezó a ocurrir cuando recordé mi primera amistad – le dijo mirándolo con esperanza.
Tu primera amistad? – le dijo torciendo la cabeza en señal de no comprender.
Si – le dijo con rostro soñador – fuiste tú; quizás yo no fui la mejor amiga, pero tu para mi eras muy importante... eras como la única persona que existía para mí...
Yo...
Si comprendo, para ti es muy doloroso el recordar, no entiendes, todos los recuerdos que tengo son dulces por que yo quiero que sean así; quiero tener una buena impresión de lo que era la tribu¡ - le dijo escondiendo su mirada decepcionada de él.
Tú tienes esos recuerdos; es cierto éramos muy orgullosos; pero que significa todo esto? – le dijo molesto poniéndose cara a cara y muy cerca de su compañera.
Que ella diga eso responde muchas preguntas; hasta hace poco recibí un mail diciendo que yo estaba muerta; acordé con la persona hablar para aclarar lo que había pasado; y me dijo: "usted sabia que las personas se arman de sus errores?"; por supuesto que al principio no entendí; la persona llevaba el rostro tapado por una capucha, y su voz era demasiado franca...
Y que entendiste?
Que yo era perfecta...
Que tonterías dices; nadie es perfecto – le dijo molesto.
No, en una sola cosa había fallado; en mi amistad, me siento como si faltara algo en mi; ya que tengo el presentimiento de que anteriormente tuve algo que obedecer y lo olvide...
Y que estarías haciendo si lo recordaras? – le pregunto suavemente.
No lo se; ya el estar aquí no tiene sentido para mí... quiero entender el por que de esa información...
Kidara se mantuvo callada, Kurapica seguía en frente suyo; no retractado; ambos tenían la mente en blanco.
No se puede hacer nada? – dijo Kidara. Kurapica no comprendió el sentido de la pregunta.
Esta conversación no tiene rumbo alguno...
...explícame ese sentimiento que tengo – le dijo mirándolo.
Bueno, es muy normal... – le trato de responder torpemente.
Me siento como nunca lo había hecho... y es sólo contigo...
Yo... – Kurapica empezó a comprender su sentimiento; pero no entendía por que le preguntaba su significado.
Tu sientes lo mismo por mí? – le pregunto ingenuamente; estaba sonrojada.
Yo... – le trato de responder escondiendo la mirada y ligeramente ruborizado...
Un sonido ensordecedor partió de un extremo de la sala; los vidrios de la ventana que daba al balcón reventaron, los trozos llegaron encima de los dos jóvenes. Los demás salieron de la puerta que partía de la habitación continua, miraron la escena; Kidara estaba a medio sentar o para del sillón protegida por Kurapica de los vidrios.
Dos figuras entraron casi de manera imperceptible a la habitación; al cabo de un momento se despejo del polvo, Kidara se incorporo y como todos lo demás miraron hacia el ascensor de servicio.
Continuara…
