Capitulo 11:

Pasar el tiempo…

... un rayo de sol se asomó por la ventana, los 5 despertaron y se arreglaron para bajar, entrañablemente Kidara había dejado su ropa materializa, y se había puesto ropa muy común ( out faldas, y vestidos ). Tomaron el barco al llegar a la estación, en medio del viaje Kidara aprendió a pescar, se deslizaron por las velas de él barco juguetones y sin preocupaciones; Kidara se sentía muy rara. Al llegar en la tarde el capitán les regalo unas peras y se largo; cuando Gon y Kilua habían llegado les dio manzanas, cuando fueron con Kurapica y Leorio duraznos y ahora peras. Kidara uso el mismo método que uso para llevarlos al aéreo; ellos no se quejaron; estaban cansados, llegaron a las 12 aproximadamente, Gon corrió hacía su casa, los demás; a excepción de Kidara se acercaron caminando, Kidara se mantuvo a la sombra de un árbol, Kurapica se dio vuelta para llamarla a venir; pero ya no estaba,

Hola Mito – San¡¡¡ - grito Gon agitando la mano.

Hola Gon¡¡¡ abuela Gon está de vuelta con sus amigos¡¡ - a medida que se acercaban la sonrisa de Mito – San se hacía cada vez más sincera y llena de gozo, pero tambien notaban que llevaba un niño en brazos.

Mucho gusto.. – le dijo Kurapica subiendo las escaleras.

Hola¡ bienvenidos¡ está volvieron muy pronto¡ - les dijo invitándolos a pasar.

... y Kidara? – pregunto Gon mirando a todos lados.

Ella estaba en ese árbol que está a lo lejos la iba a invitar a venir, pero ya no estaba...

Kidara, Gon? - pregunto Mito meciendo el niño en sus brazos.

Es una amiga, cuando venga la conocerás... y ese bebe Mito – San? – pregunto Gon.

OH! Es de la señora Wingserth; me pidió de lo cuidara... – dijo mirándolo de manera inconsciente, los observo unos instantes t un tick le propuso algo...- que les paso, los ataco algo? – les pregunto alarmada. Era cierto, pues no habían remendado su ropa tras haber luchado, estaban en un estado deplorable, y llena de roturas.

... no se preocupe, estará bien... – dijo Kilua mirando su ropa.

Vengan, traen ropa de cambio, no? – todos asintieron con la cabeza ( Leorio no llevaba; pero aún así, asintió sabiendo sus complejos), Leorio empezó a caminar tieso – tú! Tu estás mintiendo, si no tienes deberías haberme dicho¡ - le exclamó – tendrás que conformarte con lo que te de¡

Todos entraron, Kurapica miró hacia tras, por que Kidara se abría ido?

Kidara estaba metida en el bosque; algo raro ocurría, se sentía distinta, sentía muy extraña, sentía algo trepar su espalda y por todo su cuerpo, sentía un palpitar por todo su cuerpo, era algo inexplicable, fuera de eso sentí "alegría" si le podía decir así, había algo dentro de ella que despertaba.

Sabía que no debía temer a aquello, pero aún así no quería saber más; eran cosas que no comprendía, o nunca había sentido. Al caer la tarde, sintió el olor a humo, a lo lejos, se acercó se manera tímida hacía el lugar ( como si ella supiera lo que es la timidez), y vio a sus amigos sentados en frente de una laguna, cocinando pescados, debería bajar, al verlos riendo decidió estar pero que ellos no lo notarán y si lo hacía emergería; a un instante se hundió en el agua; su ropa nen cambio de color a azul, y se sumergió en el agua como si un pez hubiera saltado.

Vio los pies de Gon y Kilua nadar, y las figuras confusas de Kurapica sentado el agua y la fogata, y muy lejos los pies de Leorio, que tenía algo como un fleco de tela color rosa. Algo le cayo en la cabeza, Gon y Kilua se acercaron y la vieron por debajo del agua, ella les siguió en la emergida, ellos le lanzaron agua, ella simplemente se tapo con las manos, y les siguió el juego, lo que le ocurría era una nueva experiencia. Kurapica los miraba desde la orilla sentado junto al fuego; vestía su traje rojo, tras haberse cambiado a causa de las exigencias de Mito – San, Leorio en cambio llevaba unos pantalones de señora rosa, algo como una blusa floreada; Mito – San lo había vestido así por causas obvias.

Hola – le dijo Kurapica a Kidara desde la orilla.

Hola... – dijo un poco redimida; sabia que estaban sentidos con ella por no haberse presentado.

No te preocupes, Mito – San ya sabe de ti, es cosa de que te presentes en persona – le dijo Kilua saliendo del agua, fijo su mirada un momento en Leorio y se largo a reír. Gon le imito, Kidara los miro unos momentos y se rió suavemente tras su mano, notó otra pequeña risa proveniente de Kurapica. Leorio se puso rojo de furia y de vergüenza, a continuación se escondió entre los árboles.

Yo cambiare tu ropa... . le ofreció aún riéndose Kidara.

Si... – Kidara fue, Leorio no se animó a salir; unos instantes después salió con un suspiro de alivio con sus ropas habituales, la única diferencia era que no llevaba ni corbata ni calzado. Kidara salió momentos después vestida como solía hacerlo cuando no usaba nen para su vestimenta.

Que ocurrió? – le pregunto Gon desilusionado de ella.

Yo... – no pudo decir nada, no podía expresar lo que sentía. Era algo como una ansiedad y algo semejante a la humillación, la única diferencia era que no era vergüenza en el sentido de orgullo, si no que pena por lo hecho.

Ignoraron su respuesta, o evitaron la respuesta, la invitaron a darse un chapuzón, el caso era que anteriormente se hubiera negado, pero sintió algo como alivio, se sintió ligera y se lanzo con ropa y todo. Salpicaron agua una vez más a Leorio, Kurapica reía desde la orilla, unas burbujas brotaron a orillas de el sector donde se encontraba, un brazo se extendió desde el agua y lo tiro dentro del lago. Él se molesto y miró con cara de pocos amigos a sus compañeros que lo habían tirado. En el momento en que los miró así los cuatro Kilua, Kidara, Gon y Leorio le lanzaron agua. el que estaba más seco era Leorio.

realmente... – exclamó Kurapica empuñando su puño y conteniendo su rabia.

Vamos¡¡¡ - le dijo Kidara dándole una palmada – deja de ser tan irrelevante y poco rebelde¡¡¡

Si... – Kidara hundió la cabeza de Kurapica en el agua, estaba realmente muy rara... ( no creen?)

Vamos¡¡¡ Kidara tú puedes¡¡¡ - le gritaron con animo Gon y Kilua, la causa era; Kurapica había tomado el pie de Kidara por de bajo de esta con su cadena; diciendo; "así que poco rebelde, que tal travieso? ". Kidara se safó tomando vuelo, Kurapica salió volando junto a ella,

Travieso? – le preguntó sarcástica.

... – le puso una cara muy singular, era de gozo y diversión.

Nos vemos¡¡¡ - le dijo safandose de la cadena de Kurapica y dejándolo caer – la verdad estás siendo exagerado¡¡¡ - y agito su mano despidiéndose de él.

Kurapica¡¡¡ - exclamaron los tres de abajo cuando él cay, les salpico agua.

... tú también te lo estás tomando muy enserio¡¡¡ - le dijo mostrándole el puño.

Jajajajajajajaja¡¡¡¡ - se rió Kidara y descendió delicadamente.

... – los tres demás se largaron a reír también; Kurapica tenía un pez saltando sobre sus piernas y una rana en su cabeza. Kurapica se los quito con el ceño fruncido; tras lo ocurrido él se había vuelto muy frío, no era mismo de la prueba del cazador( Genei Riodan).

La tarde transcurrió rápido sin que se dieran cuenta, ya era de noche, los 5 estaban en el césped del otro lado de la laguna, ya habían cenado, y sólo por pasar el tiempo observaban las estrellas.

Mira¡¡¡ tiene forma de conejo¡¡ - exclamó Gon apuntando una constelación. ( estaban tirados en círculo por lo cual todos tenían distintas perspectivas de lo que uno de ellos mirara.)

Para mí tiene forma de... nada¡¡ - exclamó Kilua con rostro " no sirvo para esto".

Para mí tampoco tiene forma... – le dijo Kidara con la misma cara.

Para mi tiene forma de un pollo sin cabeza – dijo Leorio entre dientes.

Tu que vez Kurapica? – le pregunto Gon.

Bueno... son estrellas muy brillantes; puedo decir que es Orión...

Tienes que ser tan científico? – le pregunto Kidara – esa de allá tiene la forma de oso...

Bueno... – dijo Kurapica con algo como una gotita a un lado de su rostro.

Que ves? – le pregunto Gon.

... bueno; veo un – anillo... de estrellas – dijo entre dientes.

Hee... – casi todos pensaban en lago más original, quien no lograba ver un anillo de estrellas?

Realmente fue muy... – Kidara tenía los ojos cerrados, y contenía un sentimiento – puedes ser un poco más flexible?

Bueno, así es Kurapica¡ - exclamó Gon sonriendo.

Tienes razón...

Oigan, son las doce, vamos a dormir? – les pregunto Kilua.

Si...

Como harás mañana para hablar con Mito – San? – le pregunto Gon.

Eso es problema mío Gon; realmente debieron escoger a alguien mejor que yo... – dijo casi en un susurro.

"Alguien mejor?" – pensó Kurapica. Que clase de calificación se daría a si misma...

Buenas noches...

Los 5 se quedaron dormidos en el pasto; ( naturalmente al gustoso y adorable aire limpio) Leorio roncaba, Gon y Kilua al parecer luchaban en sueños ( estaban dándose patadas y mordiéndose sin notarlo), Kidara se había retirado hacía el interior del bosque, era como la primera vez, la única diferencia era que está vez no se sentía calificada para estar con ellos, y había experimentado muchas cosas que no comprendía. Su cabeza se llenaba de preguntas; hasta que se quedo dormida en un árbol en el centro de un claro.

... realmente eres un niña muy rara, quizás salvaste la tribu una vez, pero esto ya fue muy lejos ... comento una voz en la cabeza de Kurapica.

Una niña miraba una multitud con los ojos llorosos estaba llena de sangre, y a su lado el cadáver de un animal. Extrañamente todas las personas eran en blanco y negro a excepción de él, la niña y la sangre.

Momentos después estaba con ella; era Kidara, ella estaba sentada en la orilla de un acantilado que daba a una laguna, si llegaba a caer era muy probable que muriera, ella se paró y extendió sus brazos, un viento fuerte soplo, y ella resbalo, él mismo estaba escondido en unos arbustos corrió a ver lo que le había pasado; estaba colgando de un roca. Él trato de ayudarla a subir, al parecer fue accidental, ella se negó golpeando su mano, pero en realidad lloraba, ella no comprendía al parecer lo que ocurría, pues lloraba sin expresión. Ella se soltó por cuenta propia y callo a la laguna. Él corrió lo más veloz que pudo ara verle, estaba sentada en la orilla...

... Lo lamento... – dijo la niña tímidamente.

Me preocupaste mucho "Kidara"... – dijo con alivio.

Mañana me iré, ya tengo 11, me desearas suerte? – le preguntó.

Claro¡ - ella se paro y lo abrazo.

... ya no aguantaba, estoy ya muy cansada de la gente de aquí y me sentiría muy mal si algo te pasara, volveré cuando pueda, no me podrás ver partir, por que me iré muy temprano, y... te quiero mucho... – le dijo en un susurro – lo escuche de una pareja... me da mucha pena decírtelo...

Kidara... vuelve pronto – le dijo envolviéndola en sus brazos...

... Kurapica despierta¡¡¡ - le dijo la voz de Gon.

Si...

Kidara no está...

No está? – se incorporo rápidamente.

Si, no estaba cuando dormimos anoche – le dijo Kilua.

No creo que halla problema, ya no es tan pequeña... – dijo casi en un susurro.

Que? – le pregunto Leorio.,

Que estará bien...

Kidara no estaba bien, se había caído de un árbol mientras soñaba, era el primer sueño que tenia en mucho tiempo, realmente tubo un sentido bastante tonto para ella. Había estado en una sala de espejos, en cada uno salía con distintas expresiones, pero la que más le impresionó fue una donde estaba sonrojada; de pronto todos los espejos se quebraron y callo hacía una luz, despertó en sima de un oso zorro. Este al principio se despertó como ella lo había hecho, y cuando la miró bien se lanzo a atacarla, ella no pudo evitar asustarse, pero aún así no reacciono como debía y le dijo; " que miras?", el osos indignado le dio un zarpazo, ella lo esquivó con desinterés, y se alejo caminando, Konta miró extrañado, por un momento sintió el aroma de Gon.

Kidara apareció entre las sombras de los árboles de la laguna, Kilua se percato se de su presencia, pero la ignoro, era problema de ella si no quería mostrarse. Kidara los siguió hasta la casa de Mito, respiro hondo y se digno a acompañarlos.

donde pasaste la noche? – le pregunto Kurapica sin mirarla.

La pase en un árbol – sin mentir, sin saber que debería haber respondido así; con tanta "alegría".

En un árbol? – reitero Kilua – yo no podría dormir en un sector así...

Yo estoy acostumbrada

Como sea...

Vas a hablar con Mito San? – le pregunto Gon llevando un pez pendiendo de su caña.

Supongo que si.

Mito llevaba el niño del día de ayer a cuestas, los recibió a todos y miró sin mucho interés a Kidara, sentía algo alrededor de ella. Ella se presentó tímidamente a Mito, ella la invito a la cocina, Kidara se rehusó ( ella no sabe cocinar), Kilua y Leorio respondieron por ella y termino "apuñalando" una tortilla con la espátula. Mito San notó su descontento y le dio al niño. El niño inmediatamente se largo a llorar, Kidara lo ignoró y se sentó junto a los demás, estaban metidos en la red buscando más información sobre la isla de la ambición. El niño seguía llorando...

Puedes callarlo? – le pregunto Leorio ya molesto.

Para que, deja que llore... – le dijo sin mucho interés.

Pero... – le replicó Leorio.

Damelo... – le dijo Kurapica extendiendo los brazas, ella se lo entrego con gusto, una vez en los brazos de Kurapica el niño calló.

Tienes ese don tanto con los niños, como con los animales... – susurro Leorio, Kurapica lo miró de reojo.

... Kidara tienes que tomarlo de tal forma de que este cómodo...

para que?

No te gustan lo bebés...

No, el punto es que no soy tan "delicada" como para tomar algo "así" – le dijo sentándose y mirando el trabajo de Gon y Kilua.

Ah... – exclamó Kurapica.

... Gon, vamos a comer¡¡¡ - les dijo Mito San.

Si...

Comer? – pregunto Kidara.

No tiene nada singular... – susurro Kilua caminando hacia el comedor.

La verdad, yo comía una vez al día... y tengo un estoma... – iba a decir estomago pequeño, pero la empujaron hacía el comedor. Mito San la miraba, está vez con interés.

Te llamas Kidara, no? – le pregunto sirviendo .

Hee... si – dijo sentándose.

Eres cazadora como Gon?

Bueno, si... por?

Bueno Gon ha ido teniendo muchos amigos nuevos; 1 # Kilua, después... como se llamaban? – dijo con ese respectivo movimiento de una de sus mechas de cabello.

Era Kurapica y Leorio, y ella es Kidara – le dijo Gon, un poco resentido.

Ah¡¡ cierto, si, y ahora tú... que edad tienes? – le pregunto con una sonrisa.

17, los cumplí la semana pasada – le dijo mirando la comida con prejuicios.

ah¡¡ , y en que trabajas? – pregunto con interés. Los demás a excepción de la abuela: palidecieron...

soy... – Kurapica le dio un golpecito por debajo de la mesa, ella se detuvo.

... es sacerdotisa.. – respondió por ella con un gesto de alivio.

Sacerdotisa? – dijo juntando sus manos – ya veo... por tu ropa...

No le gusta? – le pregunto mirándose. Mito San se acercó y la miró detenidamente.

Tienes un cabello muy bonito, pero está muy seco... y tu piel... eres muy descuidada¡¡ - le dijo tomando una mecha de cabello.

Bueno, por "otras ocupaciones" que tengo no puedo cuidarme mucho y tampoco me interesa mucho – le dijo tomando un sorbo de consomé.

Cuando termines de desayunar toma una ducha y ve a mi habitación – le dijo sentándose.

... yo te dije que nunca había visto una mujer tan descuidada – le dijo Kurapica balanceando la cuchara, Kidara le dio una patada por debajo de la mesa... al final del desayuno los 5 se habían pateado entre ellos ya varias veces ( hacían saltar la mesa, con comida y todo).

Kidara obedeció a Mito, los demás salieron nuevamente par practicar Ten. Kidara, cuando termino se dirigió a la habitación de Mito, ella la esperaba con un cepillo, un simple lápiz labial y loción.

Deberías cuidarte más, eres bastante llamativa... – le dijo con una sonrisa y empezó a cepillar su cabello, ya seco por idea de Kidara de hacer las cosas más eficientes ( Nen)...

No me interesa

Ya me di cuenta, no tienes el encanto que todas las mujeres tienen por las cosas materiales, o por atraer a los hombres – su cabello empezaba a tener brillo.

No tengo la menor intención

Has estado enamorada?

Enamorada, siquiera se lo que se debería sentir...para que pregunta eso?

No lo sabes? – pregunto alarmada.

No

Realmente es extraño, te acabo de conocer, yo siempre quise tener una pariente niña, para poder hablar con ella... el estar enamorada es como una enfermedad, no se quita con facilidad, es la enfermedad más peligrosa de todas...

... entonces no me interesa – se levantó bruscamente, pero sin ofender a Mito, se fue después de que ella le pinto los labios, amarró su cabello.

A todas las personas les pasa...

Lo se... – dijo en un susurro.

Kidara se alejo hacía el bosque; una tormenta se acercaba.

La tormenta estalló en el medio día, todos estaban dentro mirando por la ventana y tratando de pasar el tiempo, pero Kidara no volvía.

Kidara estaba sentada en un árbol enorme, la lluvia ya la había empapado, lo que Mito le había dicho le llegó hondo, la realidad era que habían muchas cosas que no comprendía. Sí, hay estaba Kidara con lápiz labial corrido sentada en un árbol pensativa.

Un viento fresco paso, bastante inusual en medio de una lluvia, se elevó lentamente, ascendió por las nubes hasta la cumbre de una montaña, se sentía incompleta, había lago que le faltaba, ALGO...

en la casa de Gon, se veía una figura roja entre las nubes acercarse, Kidara aterrizo en el techo de la tan peculiar casa, nadie se percato de aquello, y así transcurrió el día, Kidara no durmió esa noche que era ese ALGO que faltaba, realmente era algo muy curioso, si. Lo recordó de golpe una imagen le golpeo el subconsciente mientras repasaba las dolorosas imágenes con una sonrisa mezclada con lagrimas y gotas de lluvia; otra vez estaría fuera por una suposición y una molestia en su ser. Al menos confiaban en ella...

Que le habrá pasado? – se preguntaba Gon ya triste - que habremos dicho?

Que yo sepa; nada¡ - le dijo Kilua con un dulce en la boca.

Es mi culpa Gon... – se escucho débil la voz de Mito San.

Que le dijiste? – le pregunto Kilua un poco desinteresado por fuera, pero preocupado por dentro.

Bueno... realmente es extraño; hay muchos sentimientos que no conoce, le pregunte y le comente algunos, pero no se intereso, siquiera de sintió cohibida... – dijo con voz que sonaba disculpándose.

Bueno... nosotros nos habíamos dado cuenta de que esas cosas no le afectaban, pero no sabíamos si era preciso enseñárselas... – dijo suavemente Kurapica.

Sabíamos que ella no era lo que aparentaba, pero aún así la aceptamos... Kurapica proviene de una tribu extinta; y Kidara es la otra persona que queda, pero ella tiene ciertos problemas existenciales... – complementó Kilua.

Ya veo... pueden prometerme que se lo enseñaran? – les pregunto Mito esperanzada.

Nosotros no podemos hacer nada si ella se resiste... – le replicó Kurapica.

Bueno, habrá que hacer que acepte¡¡¡ - dijo Leorio mirando a Kurapica a par con Kilua.

... por que me miran así? – les preguntó ( recordatorio; en la prueba del cazador Leorio fue cuestionado con la pregunta de una psicóloga " soy hombre o mujer?", el caso es que miro a Kurapica de reojo; esa es la expresión de su rostro) – no pienso hacerlo...¡¡¡

vamos... Kurapica tu le debes un perdón... – dijo sarcástico Leorio.

No hubo nada más que pudiera decir, simplemente de malas ganas lo convencieron para que se lo dijera cuando pudiera. Kurapica salió al balcón, dio un suspiro y se puso a pensar; " si, era verdad yo le debo un perdón a ella..."

Kidara había mirado y escuchado la decisión, era verdad, nunca se había dado cuenta, pero ciertos sentimientos eran desconocidos para ella, aceptaría? Eso dependía de la argumentación de él...

En un instante estaba dentro de la casa, se cambio de ropa, se sentía segura, relajada, de verdad allí podía descansar... y cayó dormida.

Kurapica volvió a entrar a la casa, entro a la habitación de Kidara como sabiendo que sí volvía estaría allí... el sol alumbraba y hay estaba Kidara, dormida placidamente en su cama; era increíble pensar que era una asesina a sueldo, que había decapitado a sangre fría a una mujer, que tenía dentro de sí parte de una bestia; únicamente veía una joven común dormir en una mañana de lluvia.

... duerme bien...

Pasaron dos días y Kidara seguía dormida, pero de manera ridícula Kilua había entrado tomado el báculo de Kidara y largarse con el, después Gon entro por equivocación y no la notaron,

Al tercer día abrió los ojos ( se puede tomar como que despertó) y cerro los ojos nuevamente., y despertó, el 31 de noviembre despertó, al despertar sintió la TV, Gon y Kilua jugaban un juego que ella había comprado ( no la isla de la ambición) era de dos jugadores y había algo así como dos jóvenes vestidos con armaduras y caminaban por un bosque...

Hola... – les dijo en un bostezo.

Hola¡ - dijeron al unísono.

Cuanto dormí? – les pregunto restregándose los ojos.

No lo se... – murmuro Gon.

... a quien le importa¡ no te encontramos en el bosque¡ donde estabas? – le pregunto mas interesado en el juego.

Aquí...

Aquí? – preguntaron casi gritando.

Si... – bosteza – estaba en mi habitación ...

Estabas allí? – se miraron y contaron las veces que habían entrado y no la habían notado.

Si... – dijo Kidara cambiando su ropa. Kurapica apareció por la puerta...

Hola... despertaste? – le dijo.

No lo vez... cuanto dormí?

Unos 4 días... – le dijo...

Ah...

... y falta muy poco para navidad¡¡¡ - exclamó Gon con entusiasmo.

Recuerda que Mito, nos pidió ayuda para el bar... – dijo Kilua entusiasmándose con el juego ( acaba de subir de nivel a su personaje).

Ayudarla para navidad? – pregunto Kidara mirando la pantalla con interés.

Si... – reitero Kilua.

Oye puedo hacer algo? – le pregunto Kidara con la mirada fija en la pantalla.

Y si me hacer perder?

No lo haré... – tomo el control y empezó a practicar las secuencias de comandos, después se acercó a una bestia que había al fondo, está le lanzó una llamarada, el personaje se agachó, y lanzo un ataque de algo así como una bola de energía azul.

Le queda la mitad... – susurro Kilua.

Agáchate¡ - le dijo Kurapica conteniendo la respiración.

...USTEDES NO ENTIENDEN? EL DESAYUNO ESTÁ SERVIDO¡¡¡¡ - les grito Mito San muy molesta, Kidara la ignoró, al igual que los demás, Mito San se preparo para meterlos dentro de un saco, Kidara simplemente tiro la alfombra que estaba bajo los pies de Mito y la tiro está callo, y los 4 se dirigieron a la cocina.

Está casa está tan resbaladiza... – susurro Kidara.

... – Mito san únicamente ignoró lo ocurrido y se dirigió a la mesa a darles un sermón - ... dentro de muy poco será navidad; por esto todos deberán ayudarme, ya se que son invitados pero háganme ese favor, deberán trabajar a partir de hoy en el bar, y... por favor no sean muy duros con los clientes, a partir de hoy empiezan las fiestas de isla ballena...

fiestas? – se preguntaron Kidara, Kurapica Kilua y Leorio.

... las fiestas son una celebración donde las personas dejan de trabajar un tiempo sobre la pesca para que la fauna se recupere un poco, y se relajan para divertirse para no sentir el deseo en medio del año...

no Gon, es una fiesta de la fecundidad para todo; la gente, el mar la tierra... y por eso nos divertimos, se dice que en estas épocas es cuando la tierra ríe – corrigió Mito.

Ríe? – se pregunto Kidara.

Es un decir de cuando la tierra esta fecunda – le explicó Kurapica.

Ya veo, y que me tocara hacer? – pregunto Kidara imaginándose como mesera; sintió cierta repugnancia.

Tú serás mesera, tú tambien Gon y todos tus amigos a excepción de ti – dijo apuntando a Leorio – no quiero a gente rara o agresiva en el bar, tu vas a controlar, los demás son muy jóvenes como para controlar... este es el único bar de la zona así que haremos tanto como comida como bebidas, para la segunda semana me gustaría que Kidara cocinara tambien o alguien; esto se extiende hasta navidad... – dijo sin tomar aire.

Respira... – susurro Kilua.

Navidad? – pregunto Leorio – yo; no gracias ...

Ya veo – dijo Kidara, lo estaba tocando en el hombro y sus ojos eran ligeramente distintos – te gusta emborracharte en navidad? – pregunto Kidara.

He...

Eso era? – pregunto Mito – con mayor razón trabajarás.

Nadie se rehusó, los invitados ahora era trabajadores, era un cambio justo por haberlos aceptado y alojarlos. La tarde llegó pronto a la primera hora había una sola mesa ocupada por una familia. Kidara estaba en la cocina tratando de aprender a cocinar...Y los demás servían.

Bien.. lo primero que harás es solo cocinar las cosas, no prepararás nada – le dijo la abuela a Kidara, hecho en la sartén una mezcla para pan queques, Kidara al principio solo movía la sartén para que la abuela no le dijera nada, después se molesto por que la primera le salió acuosa, la segunda la dejo tanto que se quemo y después hecho toda la mezcla en la sartén y empezó a "apuñalar" la tortilla, a continuación hecho azúcar a la mezcla y la sirvió quedo algo como un biscocho extrañamente los clientes no se molestaron y lo comieron con gusto; aún así la sacaron de la cocina pues dejo la cocina como...

La primera noche estuvo a la mitad de lleno, a la semana medianamente atareado y tranquilo, y las ultimas noches antes de navidad repleto Leorio tenía que trabajar mucho con sus puños llegaban borrachos y parejas de gente extravagante... por otra parte Kilua y Gon tenían problemas con clientela pues algunos trataban de aprovecharse de la inocencia de Gon o del trabajo a regañadientes de Kilua, Kidara por otra parte le "daba problemas a los clientes", algunos la miraban raro por su ropa o por sus cicatrices, de repente echaba miradas asesinas por que se molestaba con algunos clientes, Kurapica por su lado arreglaba problemas con los precios o los problemas que ocasionaban los demás, Mito pasaba atareada con la abuela en la cocina, Kurapica de vez en cuando hacia tragos con las pancartas de guía que había puesto Mito...

... Oiga señorita¡¡¡ tráigame otra cerveza¡¡¡ - grito un borracho de una de las mesas.

Si... – dijo haciendo malabares con las bandejas.. le dio la cerveza con brusquedad y se alejo, sintió algo en su partes traseras...

... cálmense¡¡ - gritaba Leorio, una pelea se había armado fuera del bar – aquí no¡¡¡

cállate idiota¡¡¡ - le grito uno de los tipos.

Idiota? – Leorio se arremangó la ropa y se lanzó a la batalla, resulto con un solo puñetazo pero se resolvió, los tipos salieron corriendo y volvieron a las 15 minutos con su pandilla.

Así que te crees muy fuerte?- le dijeron y le trataron de propinar una paliza, Leorio intento ganar pero no podía ellos era más y no estaba pensando correctamente como para usar nen.

Kilua al interior del bar sintió un barullo afuera, al salir se encontró con Leorio medio desmayado, Kilua se lanzó y los empezó a golpear por aburrimiento, era sólo una sombra, dejo al Leorio en unos arbustos y se volvió a meter al bar, si algo ocurría se daría cuenta...

" Leorio eres un inútil.."

Kurapica trabajaba tranquilamente, de repente sintió una molestia...

Ayudo a Kidara a llevar comida para la misma mesa del tipo borracho, dejaron las cosas en silencio, Kidara sintió otra vez esas manos pero no dijo nada, sólo dejo caer la botella que llevaba y recogió los pedazos.

... que te pasó? – le preguntó Kurapica.

Como le decían a esos tipos que les interesa sólo el sexo? – le pregunto Kidara con cara de molestia.

Les llaman pervertidos ... – le respondió Kurapica.

Hay uno de esos aquí... – y se alejo a la cocina.

Uno de esos? – se pregunto deteniéndose en la caja.

... Kurapica¡ Leorio se desmayó me puedo quedar afuera? – le preguntó Kilua desde lejos.

Si... – Kurapica espero a que Kidara volviera a esa mesa y Noto la mano del tipo cerca de la cadera de Kidara todo el tiempo. Se acercó y le llamó.

... que quieres chico? – le preguntó, de su aliento emanaba un olor pestilente...

déjala en paz... – le dijo molesto mientras le servia una copa.

A quien , a esa camarera? – le pregunto con una sonrisa de idiota.

Si...

Chico no te alteres cosas como ella... no es necesario preocuparse... – le dijo balanceando la copa, y dejándola caer. Kurapica se apresuró a recoger( mordiéndose los labios). El viejo le dio una patada y es alejo, Kurapica paso por allí y le dio golpe rápido, el viejo se tambaleo y calló como desmayado.

... Kidara deberías de acabar con tus problemas como lo haces siempre, - le dijo en un susurro pasando a su lado.

La noche avanzó rápido, si se resumía Kilua había acabado con alrededor de 100 personas en lo que restaba de la noche, Kidara había dejado inconscientes a alrededor de 5 borrachos pervertidos, y los demás fue con tranquilidad.

realmente fue una noche muy larga...–dijo Kidara mientras limpiaba el piso junto con los demás.

Si...

Muchas gracias, nunca más les pediré que hagan esto... – dijo Mito san con una sonrisa de satisfacción.

No sé preocupe, es la manera de pagarle su hospitalidad... – le dijo Kurapica terminando con la ultima mesa.

En serio chicos gracias...

Kilua, Gon y Mito junto con la abuela se dirigieron a dormir, Kidara se reparaba para dormir fuera, pero se sentó unos momentos en un sillón el en balcón... el aire del amanecer era realmente fresco...

... Me puedo sentar? – pregunto una vos, Kidara se dio media vuelta; vio a Kurapica con un vaso de jugo.

Gustas? – le preguntó. Kidara le sonrió e hizo un espació en el sillón.

Claro¡

Te haz suavizado mucho...

He? – le preguntó abriendo más los ojos.

Por lo de hoy...

Ha... si... bueno la verdad si lo atacaba lo iba a matar, no me puedo controlar mucho... – le dijo.

Vas a dormir fuera otra vez?

Si, ya sabes...

Por que haces eso? – le pregunto tomando jugo de su propio vaso.

Bueno; me gusta mirara las cosa sencillas y pensar el por que de mí... – Kurapica se mantuvo en silencio.

Yo la verdad... me tengo que disculpar contigo... lamento lo que hice... si hubiera sabido nunca te hubiera tratado así...

No importa...

Pero yo – Kurapica por alguna razón esta sonrojado y no la miraba a ella sino que al horizonte, cuando la miró ella estaba dormida, rozó su mano y mágicamente ambos se quedaron dormidos...

Lo único que inquietaba era el: donde estaba Leorio?

Para ser navidad se había nublado...

Kurapica veía algo blanco sobre su cabeza, que era? Estaba soñando otra vez? No, no estaba soñando era real, algo lo tomaba del brazo...

ya despertaste? – le pregunto la vos de Kidara.

Donde estamos?

No mires abajo... estamos sobre volando una nube...

Una nube?

Está lloviendo; no te muevas mucho o te mojaras...

A donde vamos...? – dijo mirando hacía arriba, las alas de Kidara lo cubrían de la lluvia.

A un lugar que encontré aquí en isla ballena...

Que clase de lugar? – le pregunto mirando hacia el suelo, la laguna a la que solían ir se veía muy pequeña; el ella se reflejaban las nubes como un gran espejo.

Ya veras...

Ella siguió su camino hasta llegar a una montaña, al sobrevolarla vieron algo así como un cráter en el había un espejo; una laguna? Kidara aterrizo a orillas del que parecía ser un lago, a su alrededor había una pequeña orilla; el lugar era adornado por pequeñas plantas, algunas poseían pequeñas flores y un delicado césped, la supuesta agua de la laguna no era lo que aparentaba; eran cristales enormes cubiertos por hielo. La lluvia lo había llenado y con la altura y el frío se solidifico. Kidara se sentó en la orilla y Kurapica contemplo el lugar con los ojos muy abiertos.

como es que Gon no lo conoce? – le preguntó caminando sobre el hielo.

Esto está muy, no se puede llegar caminando, estamos en una de las "colas" de la isla, Gon no podría llegar aquí sin un avión – le dijo, cerró sus alas y arreglo las vendas de sus pies; el frío estaba haciendo efecto...

Es increíble que existan cristales de este tamaño – dijo acercándose a ella.

Pareces emocionado... – dijo soplando sus manos, en un instante su ropa era bastante más gruesa pero así (no llevaba zapatos), no cualquier persona aguanta el frío.

Es un hito de la ciencia; no se creía que existiera algo así, se creía que el diamante Culliman era el único de ese tamaño en su clase... tienes frío?

No debería ser así... podemos bajar, la primera vez que vine no me afectaba tanto el frió...

Claro... – se acercó y se sentó junto a ella sintió su mano muy fría – estas muy helada, segura que puedes volar? – puso su mano en su frente; la notó un poco sonrojada – tienes algo de fiebre...

Fiebre? – dijo curiosa – vamonos rápido... – extendió sus alas y se elevo hasta cierto punto donde Kurapica sólo tenía que estirar su brazo para que ella lo levantará. Kurapica vió sus pies morados por el frió...

Ella se elevo con algo de esfuerzo llevándolo, Kidara iba bastante lento, y con los ojos entre abiertos, descendieron hasta la laguna Kidara soltó a su acompañante y se alejo entre el follaje del bosque...

... la luna se asomaba por las nubes, se veía entre el follaje de un árbol... un árbol? Que hacía ella en un árbol? ... ahora lo recordaba; según Kurapica tenía fiebre; fiebre ella? Bueno no era una gran novedad, movió su cabeza hacía su izquierda; había un bolso y a su vez estaban Gon y Leorio. A la derecha estaban Kurapica y Kilua, él estaba despierto...

... – ya despertaste? – le preguntó Kurapica mirando las estrellas y sin fijar su mirada en ella.

si... que ocurrió? – le preguntó incorporándose y quitándose de encima la mantilla que solía utilizar él.

Te ibas al bosque y caíste... lo demás llegaron en se momento buscándonos te encontramos y por como caíste era obvio lo ocurrido... a donde vas? – Kidara se alejo nuevamente hacía otro árbol. Él salto detrás de ella.

Quieres dejarme sola? – le dijo saltando al siguiente árbol trato de evitarlo hasta que llegaron al lago.

Por que quieres estar sola?

Por que me sigues? – le dijo volando sobre la laguna.

Sólo quiero saber un por que...

Desde cuando te interesa tanto, cuando estábamos en la tribu nunca te preocupaba mucho lo que ocurriera a tu alrededor, eso fue ideal para mí¡ no me gustaba que me hicieran tantas preguntas.! – le dijo alejándose de la orilla.

Ahora las cosas son muy distintas; además.. con quien estoy hablando? Con Kidara o Suikun? ...- le dijo casi a gritos despertando a ciertas personas.

Suikun... – le dijo suavemente...

No lo ves? Yo quiero hablar con Kidara no con su cubierta¡ - le dijo quedándose en la orilla.

No quiero ! no es problema de nadie no que sienta Kidara ¡¡¡ - le dijo cada vez más fuerte, por que se escondía tanto.?.. y ambos se quedaron en silencio. Kidara se acercó a la orilla y se sentó. Kurapica se mantuvo en pie – mi alma no es libre, aún pendo de un hilo, aún no encuentro la razón de vivir que buscaba...

No somos aún tan importantes? – le preguntó sin mirarla, eso le molestaba. El hecho de que para ella no fuera una razón poderosa...

No es eso... el punto que tengo es que soy un estorbó para ustedes... – Kurapica iba a hablar, pero Kidara continuo – la verdad si tengo que ser sincera; las cosas han cambiado mucho desde que los conocí, me he encontrado con muchos sentimientos que no entendía o nunca había sentido, me siento "feliz", pero aún así necesito tiempo...

tiempo? Entonces te irás? – le preguntó sin mirarla.

Eso creo – él se había acercado mucho a ella, ella lo miró y quedaron frente a frente con sus narices casi rozándose... Kidara sentía su rostro arder... pero que era? Eso se mantuvo por unos segundos notó un leve sonrojo en el rostro de Kurapica...

Un sonido proveniente de unos arbustos sus amigos cayeron de allí... ellos los miraron unos instantes y se alejaron corriendo con unas amplias sonrisas en sus rostros...

Kidara y Kurapica se miraron y rieron, pero no pudieron disimular su vergüenza... la relación entre ambos había cambiado mucho... Kidara se alejo volando; " nos vemos en la casa de Gon... " le dijo muy sonrojada...

de verdad te tienes que ir? – le preguntó Gon triste.

Si, mire mi dirección de Internet y... tengo muchos trabajos, me dará tiempo para pensar... les prometo escribir...

Ójala, nos invites otra ves... por cierto cuando se pueda tener un encontró con Chi o Shendu debes avisarnos... – le dijo Kilua mirando su cuenta...

Claro... bueno debo partir o no llegaré a tiempo a la terminal, no puedo cruzar el océano a volando... hasta pronto... – les dijo saltando por él balón hacia el cielo... ya era el día, todo, casi todo volvería ala normalidad...

"me gustaría saber que ocurrirá más adelante entre todos nosotros, realmente la pasé muy bien... "

Si recordar era bueno, como sería el volver a verlos, a cada uno de ellos, y tener una razón por la que tener que vivir era ellos, valía la pena, ya se había comprobado hace mucho, ella y ellos eran una familia... por que no tener que tener dentro de su corazón esos recuerdos en vez de aquellos recuerdos indeseables de un pasado ya ocurrido y que no se podía recuperar o arreglar...

La figura de ellos se hacía cada vez más pequeña pero el cariño más grande, el tiempo era cada vez más largo para ella, eso le daría un mayor anhelo de verlos lo más pronto posible.

Ellos que esperaban de ella? Lo que sabían era que alguien de entre ellos la esperaría más que ninguno, y que cuando ella les llamara sería para una nueva aventura... por que, no?

Continuara…