Declaimer: Los personajes de Card Captor Sakura no me pertenecen (aunque no me molestaría que me regalen a Shaoran y Eriol ), lamentablemente el Estudio Clamp me gano de mano y se los quedaron ellas.
Novia Fugitiva
(by Lady Verónica Black of Avalon)
Xiao Lang Li sospechaba que Sakura estaba huyendo de algo, y tenia razón. Volar al otro extremo del mundo para evitar su futuro marido era un comportamiento de lo más extraño para cualquier novia. Ella queria pensar las cosas con calma, pero Xiao Lang no le estaba facilitando la tarea. De entre todas las razones por las que ella no debería casarse con su novio, Xiao Lang se estaba convirtiéndose en la principal...
- Capitulo Dos -
"Como el agua y el aceite... ¡Yo aquí no me quedo!"
En aquella casa no había recibidor. La puerta conducía a un amplio y cómodo salón. Sakura sé encontro en mitad de él antes de volverse hacia Shaoran.
-Esto ha sido muy impositivo por su parte. Hubiera preferido pagar a Tao el tiempo que tuviera que esperar. Y me había ofrecido una habitación en su bar.
-Yo no dejaría ni a un perro dormir en una de esas habitaciones -dijo Li soltando el bolso de ella en el suelo.
Cuando sus ojos se cruzaron con los de ella, Sakura noto plenamente la forma en que él la estaba mirando. Empezó a sonrojarse y se puso furiosa por ello. Aquello era ridículo. Ella solo estaba de visita de negocios y en una semana se celebraría su boda. Era una locura que se sintiera tan atraída por un hombre que acababa de conocer hacia cinco minutos.
Se dio la vuelta apresurada y dio un paso hacia la gran chimenea de piedra extendiendo las manos sobre el pequeño fuego que ardía allí.
-¿Pasa algo malo? -pregunto él con un suave acento ronco.
-No -replico Sakura con rapidez-. Nada en absoluto. Es solo que... estaba admirando su chimenea.
Él se estaba acercando a ella por detrás. Sakura sintió que se le erizaban los pelos de la nuca y trago saliva comprendiendo de repente que estaba sola con aquel hombre en una casa a miles de kilómetros de su hogar.
Nunca debió haber tenido esa pelea con Kiosuke y no debería haber ido allí en primer lugar. Y mucho menos tuvo que dejar que el taxi se fuera sin ella.
Pero no era momento de demostrar sus miedos. Bajo la vista hacia los leños y dijo lo primero que se le paso por la cabeza:
-Es tan agradable ver un fuego de verdad. Yo vivo en una zona en la que estaba prohibido emitir humos de verdad, ¿sabe?
Estaba balbuceando, y lo sabia, pero no podia evitarlo, la mirada helada del hombre la intimidaba.
-Mi prometido tiene uno de esos fuegos falsos que se alimentan por gas y es precioso, pero no es el calor auténtico.
-¿Es esa una descripción de su novio?
Sakura se dio vuelta de golpe para mirarlo.
-¿No sabe hacer otra cosa que insultar a la gente?
-Oh, sé hacer muchas cosas, Sakura.
La carga de intención en sus palabras junto con su nombre le produjo a Sakura una ola de intimida que no había esperado. Entonces la invadió la rabia ante la facilidad con la que le hacia perder el equilibrio.
-Esta invadiendo mi espacio personal -dijo con la mayor firmeza que pudo.
Xiao Lang la miró por un largo instante.
-Esta casa es mi espacio personal, Sakura. Eres tú el que lo esta invadiendo.
-He venido para tratar un asunto de negocios -insistió ella-. ¿De verdad que no le llego mi carta?
Li se dio vuelta y se acerco a un armario.
-No, no la he recibido. La primera noticia que he tenido ha sido hace un momento cuando me ha puesto una copia ante mi nariz. Y en cuanto a mi "herencia",como tu la llamas, lo único que puedo recordar de mi primo tercero son las historias de mi abuela acerca de que era un alcohólico sin remedio. Y eso fue hace mucho, mucho tiempo. Así que no creo que nada de lo que me halla dejado merezca siquiera la servilleta en donde seguro habrá escrito su testamento.
-Mi empresa no se dedica a las servilletas -respondió Sakura con rigidez.
Shaoran volvió a mirarla.
-Pues quizás deberías. Eso podría evitar que fueras tan creída.
-Yo no soy creída. Estoy intentando ser profesional.
Él sonrió lentamente y le dijo:
-¿Te ha dicho tu novio que tienes unos ojos hermosos y unas piernas estupendas?
Sakura se quedo con la boca abierta ante su provocación.
-No creo que la opinión de mi novio sobre mis ojos y piernas sea relevante.
-¿Y que hay de las otras partes? -pregunto Shaoran con cara de inocencia- ¿O también le dices que no son relevantes? porque para mi no lo son...
-Eso no es lo que queria decir y lo sabe muy bien -se obligo a decir con la mayor calma posible-. Simplemente esta tergiversando mis palabras.
-¡Vaya!¡Y yo que pensaba que esa era la especialidad de los abogados!
Sakura apretó los labios mientras Shaoran la miraba con una leve sonrisa en su cara demasiado atractiva para el gusto de ella.
Sakura inspiro con fuerza. Aquel hombre era totalmente imposible.
-Señor Li...
-Llámame Shaoran -la interrumpió él-. ¿Dónde esta ahora de todos modos?
-¿Quién?-pregunto asombrada por aquella repentina pregunta.
-Tu novio, ¿no te acuerdas de él?
-Por supuesto que me acuerdo de él. Está... -se detuvo- Kiosuke esta en Tokio, si tanto le interesa saberlo.
Entonces alzó la barbilla y lo miró desafiante.
-¿Hay alguna otra información que necesite saber de mi vida privada, Señor Li?
Hubiera preferido golpearlo en vez de hablarle fríamente, pero se negaba a rebajarse a tanto.
-Entonces, ¿Cuándo es la boda?
-El próximo sábado -respondió ella con rapidez-. Ahora ¿cree que podremos dejar de hablar de mí y empezar a...?
-Estas dedicada a tu profesión en cuerpo y alma, ¿verdad? -pregunto él con sarcasmo-. Supongo que debería sentirme halagado de que hallas echo un viaje tan largo para venir a verme cuando podrías estar en tu casa de Tokio contándole al viejo Kiosuke exactamente lo relevante que va a ser él en tu vida.
Shaoran noto el rubor de furia que le asomo a la cara, se dio la vuelta y abrió la puerta del armario.
-Da la impresión de que te vendría bien una copa. ¿Quieres una?
Sakura empezó a sentir el efecto de las muchas horas de viaje.
-Me encantaría tomar una taza de té -murmuro.
-¿Té?
-Es relajante. Especialmente cuando uno esta cansado.
Shaoran tomo una botella y dos vasos y se dio la vuelta hacia ella.
-¿Cuántas horas llevas de viaje?
Sakura se apoyo en la repisa de la chimenea.
-La verdad es que ya ni siquiera lo sé, tuve que trasbordar un par de veces porque no había pasajes libres directo a Hong Kong -intento parecer despreocupada sin demasiado éxito-.La diferencia horaria se hace confusa después de un tiempo. Salí del aeropuerto de Kin-Huan hacia la una y llegue a Shangai a las dos de la mañana, hora japonesa, auque aquí eran las primeras horas de la mañana. Después mientras estaba en la cafetería, me robaron el monedero. Por suerte tenia algo de dinero suelto en el bolso, pero no me llegaba para alquilar un coche, así que tuve que tomar el autobús y eso me llevo horas, de ahí tome un trasbordador hasta la isla, un taxi hasta el pueblo este y luego tome otro taxi en el bar con Tao...
Se detuvo y se encogió de hombros con gesto de impotencia.
-¿Y porque no te sientas? -dijo él con gentileza.
Sakura miro al sofá grande rojo al lado del fuego y pensó que debería mantener cierta imagen profesional ante aquel hombre tan desconcertante. No se movió.
-Es muy cómodo -le animo él, como si supiera como se sentía ella.
Eso venció su ultima gota de resolución y se sentó.
El sofá era viejo y estaba un poco desgastado en algunas zonas, pero era muy mullido y se hundía en algunas zonas, ella agotada se hundió entre los almohadones. Cerro los ojos y entonces, de repente, los abrió de nuevo.
Shaoran estaba a su lado, y su cercanía le estaba tensando todos los nervios del cuerpo. Cuando le paso uno de los vasos, lo acepto sin decir nada.
-Me he quedado sin té -dijo mientras Sakura probaba un alcohol desconocido que pareció llegarle al cerebro al instante-. A mí me apetecería, pero por desgracia, tendremos que conformarnos con el whisky. Bébelo y acabemos con este asunto rápido.
Sakura lo miro por encima del borde del vaso y se pregunto como iba a reconocer delante de aquel hombre que ella sabia menos de aquella herencia que él. ¿Qué era lo que el viejo Señor Kimishara le había dicho mientras su padre estaba convaleciente?
-Señor Li -empezó con más confianza de la que sentía-. Este asunto es bastante complejo. Sé que me he apresurado en venir desde el pueblo a verlo, pero era porque creía que usted me estaba esperando y que me podría buscar algún tipo de alojamiento. ¿Podría llevarme de nuevo al pueblo y lo hablamos mañana mientras yo busco transporte para volver a Hong Kong?
Shaoran la miró.
-¿Y como piensa pagarle a Tao?
-Le pagare mañana después de ir al banco. Así de sencillo.
-A Tao le gusta el dinero en metálico y por adelantado. Además, mañana es domingo y al día siguiente, es el centenario de la leyenda de Ying-Hua.
Sakura lo miro fijamente.
-¿El centenario de la leyenda de Ying-Hua?¿Y que tiene que ver?
-Es feriado en el pueblo -le brillaron los ojos de diversión al decirlo- Y los bancos ni ningún negocio abren...
Sakura se quedo con la boca abierta.
-Pero yo tengo que volver -murmuro-. Tengo muchas cosas que resolver.
El pequeño discurso que había estado preparando para contarle a Kiosuke le quemaba en el cerebro. Se mordió el labio.
-No hay otra forma -dijo Sakura por fin, cambiando de idea-. Me quedare aquí esta noche y me podrá llevar a Hong Kong mañana. Le mandare lo que le deba por la gasolina y demás y, por supuesto, lo compensare.
En la cara de Li apareció un nuevo gesto burlón.
-¿Sabes? -dijo él con delicadeza-. Me daba la impresión de que cuando querías algo de alguien lo podías por favor y luego esperabas lo mejor.
Sakura parpadeo y empezó a comprender con helada claridad que no iba a llegar a ningún sitio con aquel hombre. Trago saliva antes de hablar.
-Lo siento -murmuro-. Solo estaba pensando en la forma más práctica de salir de este problema.
Shaoran se levanto de un rápido movimiento y bajo la vista hacia ella.
-Bueno, pues te has equivocado. En primer lugar, aquí no hay ningún lugar en el que puedas dormir. Yo acabo de volver luego de pasar una temporada fuera y mi empleada de hogar se ha despedido.
-Ya me puedo imaginar por qué -exploto Sakura-. Probablemente no aguantó más sus comentarios sarcásticos y sus insultos.
-Aquí la especialista en eso eres tu Sakura -dijo él con suavidad.
Sakura lo miro con la mayor frialdad que pudo.
-Señor Li, por mucho que odie invadir su intimidad, usted también parece creer que es imposible que pueda dormir esta noche en el pueblo.
Él la miro de reojo.
-Yo solo he dicho que no era buena idea quedarse con Tao, pero hay otros sitios.
-Pero yo no tengo dinero -casi gimió ella-. El ladrón se llevo todo, hasta mis cheques de viaje. Mire -dijo intentando con desesperación mantener la frialdad-, no me importa en absoluto dormir en el sofá, pero si tenia una empleada, ¿no podría dormir en su habitación?-sintió entonces unas repentinas ganas de vengarse de él- A menos que ella durmiera con usted, claro está.
La mirada de él ahora fue completamente indescifrable.
-Y he recorrido un largo camino para traerle buenas noticias -exploto entonces ella-. Cualquiera diría que a usted no le importa un comino hacerse rico de la noche a la mañana.
Él entonces abrió los labios como para decir algo, pero se sentó de nuevo con un destello repentino de humor en los ojos. Sakura se quedo mirándole las largas piernas y la forma en que se le marcaban los músculos del tórax contra la camisa.
Podia sentir el calor de su cuerpo y se pregunto que sentiría si tuviera cerca su piel y sus fuertes brazos alrededor de ella.
Entonces sacudió la cabeza con impaciencia. No era bueno pensar en aquello. Podia estar bastante desequilibrada por lo que le había pasado con Kiosuke, pero todavía no había perdido la cabeza del todo.
Shaoran mantenía la expresión de burla. ¿Sabría en que estaba pensando ella? Se sintió sonrojar pero él dio un sorbo a su bebida con rapidez y dijo:
-De acuerdo, Sakura. ¿Exactamente como de rico voy a ser?
Continuara...