VI Casi sin querer.
Se hallaban en el gran comedor a punto de desayunar. Había sido una semana difícil y tenían muchas cosas que contar. Harry les terminaba de explicar lo que Luna le había dicho sobre lo sucedido con los Slytherin y de su charla con ellos.
-Así que esa chica de Ravenclaw ya le había comentado a Luna lo de Malfoy- Hermione movía su té con parsimonia, analizando seguramente algo.
¿Cuál¿Esa de cabello negro que está junto a la puerta- Ron devoraba unos pastelillos de calabaza. Harry asintió mientras se acercaba un plato de avena –Ya la había visto...no me cae bien- Ron enfatizó esto último.
Harry y Hermione sólo atinaron a poner los ojos en blanco. Ante esta acción, Ron para defenderse agregó –Oigan, tengo mis razones. En lo personal creo que le gusta meterse en lo que no le importa.
¿Porqué lo dices- Preguntó Hermione recelosa.
-Pues...porque se ha acercado a mí en varias ocasiones preguntándome muchas cosas.
¿Qué tipo de cosas- Hermione levantó una ceja con aire inquisitivo.
-Pues...cosas, sobre ti, sobre mí...y especialmente sobre Harry. Quería saber si era cierto que nos habíamos peleado y parecía muy interesada en los sentimientos de él hacia Luna.- Harry enrojeció ante este último comentario, pero Ron, pasando eso por alto, muy serio dijo –Creo que le gustas, amigo.
¿Y tú que le dijiste- dijo Hermione ignorando por completo el estupor de Harry.
-Nada ¿qué querías que le dijera?...aunque se acercó en un plan muy amistoso, no tenía porqué contarle nuestras cosas...ah, bueno, sí...sólo le dije que se olvidara de Harry, que él no tenía ojos más que para Luna...
¿Porqué le dijiste eso- preguntó azorado Harry, adquiriendo a su vez, el mismo color del tomate.
-Para que me dejara en paz, por supuesto- dijo Ron con toda la naturalidad del mundo, mientras seguía comiendo despreocupadamente.
¡Ay Ron¡Eres tan sutil- Hermione movía la cabeza con desaprobación, luego, en tono reflexivo agregó –pero ¿qué te hace pensar que le gusta Harry?
¿Qué otro motivo tendría entonces para interesarse tanto por lo que pasa o no entre él y Luna?
-Entre Luna y yo no pasa nada...-murmuró Harry no muy convencido, al tiempo que Hermione, en tono casi inaudible, decía muy pensativa "si ¿qué otro motivo?".
En ese momento, Valery Miller se levantó de la mesa de Ravenclaw y se dirigió a la salida. Harry notó que tenía un aspecto raro, aunque no podía precisar lo que era. Volteó hacia sus amigos. Ron seguía muy ocupado saboreando un postre, al parecer de vainilla, mientras Hermione, la miraba sagaz y disimuladamente.
Había algo que no checaba. Harry lo sabía muy bien, pero no podía concentrarse en ello, pensaba en lo que había dicho Ron y se preguntaba que tanta razón tendría su amigo. Acaso Luna...no, él sólo la ayudaba en sus imaginarias pesquisas por...no encontraba una explicación. "Muy bien" se dijo con sorna a si mismo "si yo no puedo entender que demonios me pasa ¿cómo voy a confrontar a los demás?". Y Harry se halló pensando de pronto, que en realidad no le importaba, tan sólo deseaba dejarse llevar por esa tranquilidad que lo inundaba cuando se hallaba con Loovegod, cuando veía sus ojos, llenos de buenos augurios, que le hacían sentir que todo estaría bien. La voz risueña de Ron interrumpió sus pensamientos.
-...entonces Snape llegó y Neville se asustó tanto, que tiró toda la cerveza de mantequilla encima de Lavender ¡ella casi lo asesina!...Harry ¿me estás escuchando- Ron había lanzado una breve carcajada, pero se interrumpió cuando vio el gesto distraído de su amigo¿se puede saber en qué piensas- terminó con algo de enfado.
¿Eh?...en...no, en nada...- dijo Harry saliendo de su trance.
-Déjalo en paz, Ron- Hermione leía muy atenta un libro y parecía tampoco haberse dado cuenta de la anécdota que Ron contaba. Y éste, completamente ofendido, abrió la boca para decir algo. Por suerte Luna llegó en esos momentos, y, sin preocuparse por saludar, se dirigió directamente a Harry con una gran sonrisa.
-Harry ¿qué crees- su voz dejaba ver una emoción poco usual en ella- estuve hablando con Valery Miller ¿y sabes lo qué me dijo¡qué ella también ha visto a los blibbers que hay en Howgarts!
Ron ahogó una risita, pero Hermione extrañamente pareció interesarse ¿Te dijo que los ha visto¿en dónde- Harry y Ron la miraron sorprendidos.
-En los linderos del bosque prohibido- señaló Luna recobrando su voz de ensueño –me dijo que eran como yo se los describí una vez: azules y brillantes...- Luna sonrió con dulzura y mirando a Harry le preguntó ¿verdad que me ayudarás a atrapar alguno¡Papá se pondrá tan feliz! Será un buen artículo para su revista...¡oh, Harry¿verdad que me acompañarás?
-Por supuesto...- dijo Harry pestañeando. No sabía que pensar.
-Entonces nos veremos a la entrada del castillo antes de que oscurezca, así tendremos el tiempo suficiente de cazar alguno y de llegar a tiempo a la cena- dicho esto, Luna sonrío una vez más y se encaminó hacia las mazmorras, seguramente a pociones. Harry la vio irse, preguntándose porque no podía resistirse a esos ojos y a su plateada súplica.
-Harry- susurró de pronto Hermione- no vayas...
Volteó mirándola preocupado, a su lado, Ron parecía no enterarse de nada.
Llegaba ya la hora de reunirse con Luna. Hermione y Ron lo acompañaban a la entrada del castillo, hablando en voz baja.
-Pero ¿Porqué les preocupa que Valery Miller diga que ha visto blubbers- preguntó Ron con ingenuidad.
-Blibbers- le corrigió Harry.
-Es que es muy extraño todo esto- dijo Hermione con el ceño fruncido dirigiéndose a Ron- primero trata de acercarse a ti, luego, ese interés por Harry y Luna...y ahora los blibbers. No sé ¿qué te hace pensar- Ron se encogió de hombros al no hallar una respuesta.
-Luna me ha dicho que ha faltado a clases- dejó caer Harry súbitamente. No sabía que importancia podría tener, pero el comentario hizo que Hermione se detuviera obligándolos a hacer lo mismo.
¿No será que en verdad le gustas y está tramando una especie de broma para molestar a Luna- sugirió Ron con cautela.
Los tres guardaron silencio, mirándose fijamente. Fue Ron el que nuevamente tomó la palabra.
-Si quieres, vamos con ustedes.
-No es necesario- contestó Harry de inmediato y luego calló ante la mirada escrutadora de sus amigos. Con esas palabras dichas irreflexivamente, descubrió que no deseaba compartir los momentos que pasaba con Loovegod
-Pero Harry...-Hermione iba a replicar.
-No se preocupen, estaremos bien. Al fin de cuentas, si no encontramos nada, regresaremos temprano- dijo tratando de convencerse a sí mismo. La verdad es que había algo de todo ese asunto que no terminaba de agradarle, pero no encontraba como decirle a Luna que esos seres en quien tanto creía, simplemente no existían. Temía herirla y que sus ojos grises lo miraran con enfado.
Se despidió de Ron y Hermione, diciéndoles para tranquilizarlos, que si no llegaba al finalizar la cena, podrían dirigirse a Dumbledore o McGonagall, y contarles a donde había ido. Terminó diciéndose para sus adentros que todo no eran más que temores infundados. Al llegar junto a Luna esa idea se reforzó. Todas sus dudas se disiparon y supo que quería estar con ella. A su lado, todo lo demás quedaba en el olvido y sólo existía ese mundo raro que Luna moldeaba a placer con su extravagante imaginación...ese mundo, del que, casi sin querer, ya formaba parte.
