LA CURIOSIDAD

Después de haber pasado otra noche con Draco ya me hallaba en mi departamento, estaba trabajando como modelo desde hace un año y ya pronto tendría el dinero suficiente para poder retirarme del modelaje y tal vez formar una propia agencia, el modelaje a decir verdad me dejaba bastante buen dinero pero nunca la satisfacción que se siente de ser medímaga y poder ayudar a curar a otros en fin, haya vamos pensé de nuevo mientras entraba al edificio donde trabajo.

-¡Hola Hermi!

-¡Hola Hanna!

-¡Hola Mía!

-¡Hola Tom!

Y así iba saludando a mis compañeros y amigos de trabajo el ambiente en ese lugar siempre era bastante agradable y por lo menos conmigo ,"La modelo estrella" Siempre se comportaban de manera muy amable y divertida incluso con mis compañeras me llevaba bien excepto con mi rival más peligroso dentro de este entorno. Dana Nickelson, una rubia que se había tirado a más de un modelo y había hecho caer a otras modelos para que no le quitaran el lugar y ahí estaba ahora sentada junto a mi mientras nos maquillaban.

-Hola querida.

-Hola Dana, ¿Querida? Se te están acabando los insultos.

-Nada de eso es solo que adivina, ¿Quién consiguió el contrato para la portada de seven?

-Déjame adivinar-decía Hermione fingiendo emoción- ¡Tu!

-Así es queridita, ¡Te la gane!

-Que lastima-decía Hermione divertida-sabes yo solo gane la portada de cierta revista llamada Cosmopolitan.

-¡Que!-exclama furiosa Dana- ¡Estas mintiendo, estas ardida!

-Muy bien ya me terminaron de maquillar por cierto después te traigo la revista para que veas la portado chao "Querida".

Hermione salió muy divertida había conseguida la portada de una de las mejores revista que mujeres de todo el mundo compraban y con esta portada conseguiría mas propuestas de las que ya tenía mientras Dana, se tragaba su coraje.

-El estar tanto tiempo con Draco me está haciendo daño-pensaba yo pero esa sonrisa no me la quitarían en todo el día

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Draco aun seguía recostado las sabanas aun se sentían tibias y el perfume de Hermione rondaba el lugar, como el día de hoy era viernes no tenía mucho que hacer y de pronto la idea de hacer una vista sorpresa a Hermione pareció ser tentadora, "¿Por qué no?, menuda sorpresa se llevara"

-Al departamento de Hermione- decía yo mientras arrojaba los polvos a la chimenea pronto aparecí en su departamento en dos años nunca lo había conocida y ahora me arrepentía.

El apartamento era bastante lujoso y decorado de manera elegante pero sencilla, si en definitiva Hermione lo había decorado, empecé a recorrer el lugar por el comedor, la cocina en la cual me detuve un poco para tomar agua y al asomarme por una ventana note que el departamento estaba en un edificio bastante lujoso en verdad debía ganar bien con ese trabajo, seguí mi rumbo y encontré el baño limpio y ordenado después avance hasta llegar a su recamara la cual se hallaba intacta un poco lógico porque la cama que había dormido era la mía entonces me recosté en esta bastante cómoda con sus doseles blancos igual que la habitación solo un cuadro y el espejo entre otros adornos y lo vital como un tocador estaba en el lugar su perfume estaba cómodo descansando antes de salir a buscarla aunque no tenía idea de donde la podría hallar a esta hora de la mañana, fue cuando algo llamo mi atención una puerta que no había visto rápidamente me dirigí a ella y al abrirla me encontré con un enorme estudio las ventanas no tenían cortinas ni nada por el estilo esas ventanas también hacían la acción de puerta así es que salí al balcón que ahí se hallaba, ya había visto para afuera desde la cocina pero el balcón sería una mejor vista.

-Así que este es el tan mencionado New York que me cuenta, nada mal pero nunca como Inglaterra aquí hay mucho ruido-me decía cuando me gire a ver los demás edificios entonces la vi era ¡Hermione! Lucía un vestido blanco mientras estaba recostada en un sofá negro con unos aires de vampiresa que yo le conocía- ¡Pero qué demonios hace en esa foto!

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-¡Hola Hermione!

-Hasta que viene a saludar Vick.

-Estaba en sesión de fotos hasta ahora voy llegando al ensayo.

-Lo sé a mi después me toca una sesión para la revista esa que ya te conté, ¿Recuerdas?

-Seguro, cuando Dana se entera se pondrá histérica.

-Ya lo está y tuve el deleite de enterarla yo misma-decía Hermione mientras empezaba a reír para después ser acompañada por su amiga y compañera Victoria a vestidores.

-Que mala me hubieras esperado.

-Lo siento solo se dio en el momento, ¿Sabes?

-Fiu, fiu.

-¿A quién le chiflas Victoria?

-A ese bombón que viene entrando pero mira nada más que manjar de hombre

Cabello rubio platinado, andar elegante, paso decidido, ojos grises y fríos con porte de caballero y un semblante un poco molesto era el manjar de hombre que Victoria miraba con deleite y que Hermione empezaba a reconocer.

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-¡Pero qué demonios hace en esa foto!-ciertamente me esperaba de todo pero no que mi mujer estuviera en tan enorme cartel anunciando lo que parecía una marca de ropa y mas con esos labios tan rojos y sombras oscuras.

Sin ver más tiempo ese anuncio entre de nuevo al estudio necesitaba una dirección ¡Algo que me diga donde esta! Empecé abrir cajones sin hallar algo que me ayudara entonces note sobre el escritorio una foto mía, a un lado la de sus padres y la de sus amistades ya más alejadas se hallaban una tarjetas de presentación ¡Eureka!

-Vamos a ver qué explicación me das- tome mi abrigo que había dejado en la estancia.

Salí eh hice la parada a un carro amarillo; un Taxi, por obviedad le entregue la tarjeta al conductor señalándole que me llevara a la dirección indicada, el viaje no fue prologado y pronto llegamos al lugar que era bastante alto y con mucho cristal, al entrar vi a una mujer que atendía el teléfono parecía coquetear con quien tenía en el otro lado corto la comunicación en cuanto me vio.

-Buenos días.

-Buenos días ¿Señor?

-Vengo a ver a Hermione...-esa tipa no me había dejado terminar.

-¡Ya veo también es modelo, yo lo llevo!

-Yo no…

Sin darme tiempo de reaccionar se colgó de mi brazo sin dejarme echarle una réplica por esto, subimos a un extraño aparato muggle mientras más subía esa cosa la ciudad quedaba más por debajo de nosotros con una sacudida el aparato paro y salimos de él, al principio era un pasillo oscuro para después dar lugar a lo que parecía un enorme salón con varias luces y ahí estaba ella hablando con una guapa pelirroja que me había silbado, que vulgar pensé después la vi mientras la recepcionista me soltaba y yo entraba más al lugar, su cara paso a ser de una total sorpresa; me encantaba, cuando la agarraba desprevenida y mi rostro adquiría una mueca muy mía mientras ella seguía temerosa.

-¿Qué haces aquí Draco?

-Ya vez la curiosidad hasta donde nos puede traer- finalmente sonreí irónico.

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