CAPITULO 8
Ya era sábado. El día de la misión había llegado. Esos días habían pasado rápidamente, casi sin darse cuenta. Todas las tardes, a las 6 en punto, Ginny quedaba con Malfoy en la entrada del castillo y juntos iban hasta el aula a entrenar, más de una vez habían encontrado a Blaise y a Pansy, pero Draco los había echado rápidamente. Ginny ya era capaz de hacer un crucius perfecto, y ahora estaba ensayando el imperios, Draco estaba realmente impresionado con la rapidez con la que la pelirroja aprendía a manejar los conjuros, y no ocultaba su expresión de sorpresa cada vez que hacía uno perfecto. Pero no solo entrenaban cuando quedaban por las tardes, también hablaban, a veces sobre las clases, otras sobre Voldemort, otras sobre las misiones y así estaban desde las 6 hasta las 9, que era aproximadamente la hora a la que Ginny volvía a su sala común.
Lo peor de todo eran Ron, Hermione y Harry, aunque más especialmente Ron, que siempre estaba encima de ella preguntándole donde estaba; afortunadamente ninguno de ellos sospechaba que Ginny tuviera algo que ver con Draco Malfoy, aunque Hermione de vez en cuando se quedaba mirando para ambos en las comidas, donde normalmente cruzaban algunas miradas, pero afortunadamente el trío había faltado a algunas clases debido a misiones para la orden y no tenían tiempo para pensar en Ginny. Las amigas de la pelirroja habían vuelvo a intentar acercarse a ella, pero Ginny no quería tener a nadie cerca, temía que por su culpa pudiera pasarles algo. La pelirroja también se había cruzado alguna que otra vez con Snape por los pasillos, el profesor aun no estaba curado de todo, pero le gustaba salir a dar paseos por el castillo; a veces cuando iba con Draco por los corredores y se los encontraban, el rubio paraba a hablar con su profesor sobre Voldemort y las misiones.
a donde vas, Ginny? –preguntó Hermione con una sonrisa mientras miraba a la pelirroja, que se dirigía con una extraña mirada hacia el retrato de la dama gorda.
a… dar una vuelta… quedé con unas amigas –contestó la chica en tono amable, el cual ya le costaba pronunciar.
ah, ok, pues pásalo bien, me alegro de que ya estés a bien con ellas
gracias, Herm, hasta luego.
Salió por el retrato en dirección al hall, donde había quedado con Draco para ir a la fiesta, que empezaría en unas horas.
hola Gin –saludó una voz detrás de ella
La chica se giró y se encontró cara a cara con Remus Lupin, su profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras.
hola Remus, ¿que tal?
bien, ¿A dónde vas?
a dar una vuelta
Remus la miró quisquillosamente, casi como si fuera la primera vez que la veía.
esta bien, pásalo bien, y Ginny, ten cuidado –dijo mientras se iba con paso rápido hacia las escaleras.
La pelirroja se quedó paralizada en el sitio ¿a que había venido eso? Vio alejarse a Remus, andaba tranquilamente, mirando hacia todos lados, con un exceso de confianza, de hecho dudaba que lo hubiera reconocido si no lo hubiera visto a la cara.
Miró su reloj y se dio cuenta que ya llegaba 3 minutos tarde, y conociendo lo que Malfoy odiaba que llegara tarde seguro que le echaba la bronca del siglo. Corrió el tramo que le quedaba hasta el hall y se encontró con el chico en la misma postura y en el mismo lugar que siempre, apoyado tranquilamente en la estatua de un hada con la mirada perdida, y un mechón de pelo cayéndole salvajemente sobre la frente.
lo siento –dijo ella mientras llegaba, jadeando y con la mano en el pecho, tratando de controlar su respiración
joder, siempre haces lo mismo, ¿Es que no tienes reloj?
ya te he dicho que lo siento –dijo Ginny mientras ponía los brazos en jarras.
vamos –ordenó Malfoy mientras se dirigían hacia el mismo pasillo de siempre, en las mazmorras.
veo que estas de mal humor –dijo Ginny mientras se colocaba al lado de Malfoy y caminaba con paso rápido a su lado
de mal humor, yo? Por que lo dices? –preguntó el sin mirarla
porque aun no me has besado hoy –declaró la chica con una sonrisa mirando a Malfoy, que enseguida giró la mirada para Ginny y la miró de arriba abajo.
Todas las noches cuando se metía en la cama y se quedaba un buen rato con la vista fija en el techo se juraba a sí mismo que ese día sería el último en el que estaría con Ginny de esa forma, no quería llegar a algo más con la pelirroja, porque cada vez que la veía no podía evitar sentir algo raro que no había sentido nunca, por lo que prefería alejarse. Pero claro… luego llegaba el día siguiente, y la pelirroja le decía esas cosas, con la sonrisa que siempre tenía dibujada para él y ¿Cómo podía resistirse?
Sin reparar en toda la gente que tal vez podría verles se acercó a la chica y antes de besarla le acarició la mejilla e hizo que la mano descendiera por el cuello de la chica, luego la besó profundamente mientras ella le abrazaba y se juntaba más contra él. La pelirroja no sabía por qué actuaba así, pero besar a Malfoy se había convertido en un hábito, un ritual que no podía dejar pasar ni un día. Ya no le importara el lado del que estaba, aunque cuando pensaba seriamente en ello una sensación de traición y vacío le ascendía por el cuerpo.
contenta? –preguntó el chico mientras se separaba y la agarraba de la cintura para continuar con su marcha hacia la sala.
Llegaron a la habitación y se metieron ambos en la chimenea, para ir hacia la casa de Tomas Rich, el mortifago que hacía la fiesta.
bienvenidos –saludó un hombre de pelo blanco cuando ambos llegaron- soy Tomas Rich
yo Draco Malfoy, ella Virgina Weasley –presentó el chico mientras salía de la chimenea y ayudaba a la pelirroja
La habitación en la que se encontraban era una amplia estancia, había tres chimeneas a cada lado, una alfombra roja en el suelo y dos armarios a cada lado de la puerta
he oído hablar mucho de tu padre, es uno de los mejores mortifagos que he conocido
gracias –dijo Draco en tono orgulloso
y por lo que he oído tu vas en el mismo camino
se hace lo que se puede
en cuanto a ti, señorita… también he oído hablar de tu padre, aunque me temo que no de la misma forma
Vir es de los nuestros –confirmó Draco debido a la mirada de desconfianza que ese hombre le estaba mandando a su compañera
eso se verá con el tiempo… por lo pronto tengo lo que necesita Voldemort
donde esta?
en la habitación de abajo, puse un par de hechizos protectores. Tenéis que seguir el pasillo, girar en la segunda a la derecha y luego bajar hasta encontrar una puerta azul, cuando lleguéis el hechizo se quitará automáticamente. Y tened cuidado de no encontraros a ninguno de esos imbéciles de la fiesta. Luego volved aquí, ya tenéis la red abierta para ir directamente a casa del Lord.
Ambos jóvenes asintieron y se dirigieron hacia la puerta.
muchos problemas con los del ministerio? –preguntó Draco antes de salir
son imbeciles, insoportables, no dejan de hablar de la destrucción de Voldemort, de verdad se creen que alguna vez lo van a conseguir?
ya falta poco, tranquilo –prometió Draco mientras salía con Ginny de la habitación y se dirigía hacia el lugar indicado.
Tomas dejó a ambos chicos y volvió a la fiesta, a lucir su hipocresía. Draco y Ginny, por su lado, siguieron el camino hasta la habitación del libro
es ahí –dijo Ginny
Ambos jóvenes se miraron y se acercaron a la par a la puerta, ambos sabían lo que estar ahí significaba, y lo que podrían conseguir con ello, solo que las intenciones no eran las mismas. Draco cogió el pomo de la puerta y lo giró con rapidez, con un gesto le indicó a Ginny que pasara a la habitación, y esta lo hizo, seguida de cerca por Draco, que tenía su mano en la espalda de la pelirroja. La mirada de ambos vagó por la oscuridad de la habitación, que se acrecentó, si eso era posible, al cerrar la puerta. En la habitación se respiraba un olor viciado, y una corriente de aire fría llegaba de todas partes. Entonces, de la nada y sin previo aviso, se iluminó el centro de la habitación. Ambos jóvenes saltaron del susto y tuvieron que taparse los ojos debido a la intensa luz.
que demonios…? –empezó Ginny, temiendo que tal vez ese mortifago les hubiera tendido una trampa.
espera… -dijo Draco con emoción mientras se acercaba a Ginny, la chica se aferró a él, como tantas veces había hecho.
Entonces, la luz se hizo menos intensa, la corriente de aire frío desapareció, y los chicos pudieron mirar al frente. Ante ellos se alzaba un atril de piedra, con toda clase de figuras y símbolos dibujados en relieve, seguramente hechizos de protección. Sobre el atril había suspendido un libro negro, de grandes dimensiones y con aspecto fantasmal. La invisible luz oscura que salía de él contrastaba a la perfección con la luz que se asomaba a través de la fría y dura piedra.
al fin… -dijo Draco con un brillo en los ojos mientras se dirigía hacia el libro
Ginny se quedó quieta en el sitio, esperando a que su compañero cogiera el libro y así poder irse de ahí de una vez, aunque salir de ahí para meterse en casa de Voldemort no era una idea mucho más tentadora… ¿para eso estaba haciendo todo esto? Para ver como Malfoy cogía el libro y ella no hacía nada? No era este el momento en el que debería tratar de detenerlo? Si Voldemort cogía el libro sería muy difícil vencerle. Por que no hacia nada? Que pretendía?
lo hemos conseguido, Vir –dijo Draco orgullosamente- el Lord nos nombrará mortífagos después de esto. Y podremos al fin vencerles –su tono era tan emocionado que a Ginny se le pusieron los pelos de punta. Sobre lo que estaba hablando Malfoy era sobre matar, asesinar, secuestrar, robar, y lo decía tan tranquilamente como si no sintiera nada más. Fue en ese momento, solo en ese momento, cuando supo que había tomado la decisión correcta al hacer lo que estaba haciendo, tratar de detenerles, pero que podía hacer? Porque tener la convicción de querer hacer algo era muy bonito y simple, pero hacerlo era otro cantar.
Levantó la mirada y se encontrón con Draco admirando el libro, sujetándolo entre sus manso frías como el hielo; su mirada, tan inexpresiva como estaba siempre, en este momento tenían un brillo de felicidad, un brillo que nunca había tenido con ella. Un sentimiento de celos ascendió por su cuerpo, de verdad le importaba más un libro que ella?
vir
El sonido de su nombre, pronunciado de esa forma, solo como él la llamaba, hizo que su mente volviera a su cuerpo, su mirada volvió a alzarse y se encontró de frente con el libro negro, al que ahora podía ver con más claridad. Era ancho, y necesitaría ambas manos para poder sostenerlo con seguridad, irradiaba una extraña aura, el solo tenerlo cerca hacía que sus pelos se pusieran de punta, como podía Draco tenerlo entre sus manos con tanta confianza? La maldad y el horror que ese libro encerraban hizo que en la mente de Ginny aflorara la idea de lanzarlo de ahí, coger a Draco de la oreja, y sacarlo de la habitación, pero eso incluía demasiadas explicaciones, y hasta empezaba a dudar que Draco no la matara cuando se enterara de la verdad ¿sería él capaz de hacer eso? No! No?
que –dijo ella, tal vez, por la mirada que le dedicó Draco, en su voz se hubiera plasmado alguno de estos pensamientos, aunque el momento para el rubio era demasiado importante como para ponerse a pensar en cosas que él creía imposibles, como el hecho de que Ginny no estuviera con ellos, o que Voldemort alguna vez fuera vencido.
será mejor que nos vayamos –opinó él mientras enarcaba las cejas, debido al estado de la pelirroja, que se alejaba de él, como si tuviera miedo- estas bien?
….si, claro –contestó ella tratando de sacar esas tonterías de su cabeza y volver a ver a Malfoy como lo que era, pero… que era Malfoy?- vamos…
Draco se encogió de hombros y guió a Ginny hasta la salida de la habitación, nada más hacerlo escucharon un fuerte estruendo procedente del piso de arriba
que ocurre? –preguntó Ginny mirando hacia todos lados y sacando su varita, al igual que Draco
Gritos y más gritos empezaron a escucharse por todos los pasillos que llevaban a donde ellos estaban.
corre! –gritó Draco mientras la agarraba de la manga de la túnica y la instaba a correr tras él
Ginny hizo lo que el rubio le indicaba y se perdió junto con Draco por el laberinto de pasillos llenos de retratos y estatuas adornando las paredes. De repente una de las puertas de madera se abrió de golpe y de ella salió un hombre con túnica de gala que tenía una expresión de horror en el rostro
que ha pasado, Alfred? –gritó Draco nada más ver al hombre, mientras cerraba la puerta con un portazo
aurores! –gritó el hombre con las manos en la cabeza- por todas partes, se han llevado a Thomas
mierda –masculló el rubio mientras golpeaba la pared- conoces alguna salida?
no… si.. no se, supongo que la habrán cerrado… como demonios se enteraron de esto?
Draco se encogió de hombros al tiempo que se giraba y miraba de reojo a Ginny, que estaba perdida en sus propios pensamientos, si la veían ahí…
x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x
hola! Si lo se y lo siento mucho, he tardado demasiado, pero es que llevo tres semanas horribles a tope de examenes, esto desde luego no es vida, esta semana aun tengo cinco examenes y tres trabajos, estoy que no puedo más. Sorry la tardanza, pero de verdad que es que no me da tiempo para más, siento que el chap esté tan horrible, pero es que puff estoy a tope y no puedo más! Sorry! Muchas muchisisisisiismas gracias a todas las que me dejaron rr, de verdad muchas gracias y perdonadmeeeeeeeeeeeeeeeee! Muchas gracias a: Luthien, amsp14, imposibles, pupi-chan, a-grench, Andrómeda black, Lavinia Ml, sara fénix black, NaginiBerolatti, Gin W. Black y Anto. Perdonadme que no conteste los rr, pero tengo que ir a estudiar que aun me qedn examenes! Sorry! Muchas gracias
