Amor y
Sangre.
Por: Duo Maxwell Yui (Yuy).
Capitulo Quinto.
Cada
paso adelante de la Vampiro hacia su presa era un paso atrás
de la victima, hasta que la presa ya no podía dar mas pasos
atrás ya que había topado con la pared detrás
suya,"Estoy entre la espada y la pared como vulgarmente se diría
y lo peor es que no tengo fuerzas par combatir a un ser así…Maldita
sea!"Heero no podía dejar de pensar todo esto ya que estaba
apunto de ser transformado en un monstruo asesino por otro monstruo
asesino.
-No puedes huir de mi cariño, Heero…ya eres
mío.-
-¡No! te equivocas yo jamás seré
tuyo.- y en un rápido movimiento se lanzo al suelo y tomo la
espada catana con sus dos manos.
-Jajaja pretendes cortarme la
cabeza ¿Verdad? Pues déjame decirte que no podrías
ya que soy más rápida que tú.-
-¡De
todas maneras nada pierdo con intentarlo!- y sin mas se lanzo con la
espada en alto hacia donde se encontraba Relena, mas cuando blandió
la espada hacia donde esta se encontraba solo golpeo el aire ya que
realmente la rapidez de Relena era superior a la de cualquier
humano.
-Te lo advertí mi amor, ya te dije que fallarías
Heero, ahora se un buen chico y ya veras que cuando te transforme en
un ser divino como yo lo entiendes e incluso me estarás
agradecido de por vida!-
-Agradecerte que quieras destruirme la
vida por segunda vez? Ya una vez lo hiciste al transformar a la
persona que amo y ahora quieres hacerlo conmigo?...-
-¿Qué?
¿Me dices que amas a Duo Maxwell? Heero estas bajo su influjo
¿no lo ves? ¡Yo te liberare de ese influjo haciéndote
mío por siempre!-
Desde el suelo yacía un Duo
inconsciente en medio del suelo, estaba detrás de Relena y
poco a poco fue recobrándose del golpe que esta le dio,
acababa de recordar lo sucedió pero, algo le mantenía
quieto, no podía moverse , al parecer el golpe que le dio
Relena había sido muy fuerte ya que sus piernas no le
respondían , hizo lo único que pudo, abrió los
ojos un poco y vio dificultosamente ya que de su frente brotaba
copiosa sangre a la que apenas presto atención, ya que su
atención se volcó ante la escena que tenia delante y la
cual no pudo evitar…
Relena estaba ante Heero y este la
apuntaba con una espada.
-Heero pareces un niño que no se
entera, ¿acaso no as visto que antes no pudiste hacerme nada?
¿Quieres intentarlo una vez más? Venga Atacadme y veras
como nuevamente esquivo tu ataque.-
-Quizás tengas razón
Relena , quizás no sea capaz de rozarte si quiera pero are lo
que sea antes que convertirme en un ser horrible como tu, total ya no
pierdo nada tu me quitaste a la persona que mas amaba en este mundo…,
además quiero que sepas que el nunca me sedujo con ningún
poder que no fuera su corazón, un corazón generoso y
lleno de amor, algo que tu no conoces Relena, tu solo conoces de tus
caprichos y querer a alguien por la fuerza no es amar, amar es dejar
que la otra persona decida y sea feliz con quien
quiera…-
-¡¡Cállate! No quiero escuchar mas,
sigues bajo el influjo de Duo, pero ya basta, ahora serás
mío!-
-Jamás Relena…-Dijo en alto y luego añadió
en voz baja-…lo siento Duo…-
Relena pensó que Heero la
atacaría de nuevo con su espada, y esta vez se acabaría
el juego ya que el fallaría y ella esta vez lo tomaría
desprevenido y lo convertiría en vampiro, esos al menos eran
sus planes…pero se equivoco.
Heero en lugar de atacarla con la
catana… ¡volvió la hoja del revés y en un
rápido movimiento la hundió contra su propio
pecho!
¡¡NOOOOOOOOOOOOOOOO!-
Eran los gritos
desesperados de Duo al ver con sus propios ojos como Heero prefería
acabar con su vida a ser un vampiro.
Relena se quedo sorprendida ,
no esperaba eso de Heero, estaba tan embobada mirando la escena que
no se percato que Duo sacando fuerzas de flaqueza solamente movido
por el odio y la rabia la golpeaba con fuerza, lanzándola
contra la pared de en frente, esta quería protegerse ya que no
podía atacarle , ya que el era mas fuerte que ella o al menos
en esos momentos tal era la rabia de Duo que cegado de odio embestía
con tal fuerza que ni apenas ella que era vampiro lo veía
venir.
Duo la golpeo una tras otra vez, solo logro que esta
sangrara por la nariz y la boca, eran golpes que habrían
matado a un mortal, pero con ella este método no servia,
aunque eso a él le dio igual estuvo así asta que se
canso y al mirar al otro lado vio a Heero tirado en el suelo
ensartado en la espada que atravesaba el pecho de este y salía
la punta por su espalda, en medio de un charco de su propia
sangre.
Duo ni se percato que Relena aprovechaba para huir por la
ventana en lo que el miraba llorando el cuerpo de Heero.
Duo
se acerco a Heero con todo su cuerpo temblando por el llanto y el
dolor.
Duo en la pelea contra Relena se le soltó el largo
cabello de la trenza y así lo llevaba suelto, levanto el
cuerpo de Heero del suelo y cerrando los ojos saco la espada que
Heero tenia clavada, entonces sintió un gemido en voz bajita,
era de Heero ¡Aun vivía! Aunque poco a poco su vida se
extinguía entre los brazos de su amado que lo miraba
impotente, de los ojos de Duo caían lagrimas rojas, eran
lágrimas ensangrentadas las lágrimas de un
vampiro.
Heero al ver las lagrimas de Duo trato de decirle algo
"Duo eres tan bello tu cabello, es suave, no…no llores… no
sabia que un ser tan hermoso llorase sangre." esas palabras quería
decir el herido de muerte , pero de sus labios solo salían
palabras incomprensibles y por la comisura de sus labios empezó
a manar un hilillo de sangre,-Heero ¿Qué tratas de
decirme?...deberías guardar las fuerzas…te llevare a un
hospital y...¿Heero?... –preguntaba Duo tratando de entender
a Heero,que parecia querer decirle algo, Heero hizo un pequeño
gesto con la mano, tratando de limpiar las lagrimas del bello rostro
que tenia delante, levanto como pudo una mano hasta el rostro de Duo
y le limpio una lagrima que resbalaba por su mejilla.
-No quieres
que…llore…-
Heero asintió vagamente con la cabeza y
trato de sonreír aunque no pudo ya que el dolor era muy fuerte
y cada vez mas notaba que iba sumiéndose en la completa
oscuridad de la muerte, lo mas curioso era que moriría en los
brazos del mejor mensajero de la muerte, su Shinigami preferido,
antes de perder el conocimiento y que sus ojos se cerraran logro
articular con las fuerzas que le quedaban unas ultimas palabras que
Duo pudo escuchar perfectamente.
-….te…quiero…Duo…-y al
rato se cerraron los lindos ojos color cobalto de Heero.
No
hubo nada, solo dolor.
Duo ya no se lo pensó dos veces,
quizás lo que iba a hacer fuera lo peor que aria en su vida,
pero estaba decidido, y quizás ese gesto hiciera que Heero
jamás le perdonase pero prefería eso a perderlo para
siempre"Soy egoísta… lo que voy a cometer es una
atrocidad, se que jamás me perdonare ni yo mismo, pero tengo
que hacerlo…"
Sin mas Duo se agacho asta los labios de Heero,
donde brotaba un hilillo de sangre que teñía los labios
de este, así acerco sus labios a los de el y los unió
en lo que parecía un beso.
Duo al tiempo que besaba
aquellos labios bebía un poco de la sangre que manchaba los
labios del inconsciente Heero, y al rato se separo un poco, solo un
segundo para el mismo clavarse en su lengua el filo de sus colmillos,
después nuevamente inicio otra especie de beso solo que esta
vez, vertía pequeñas gotas de su propia sangre a la
boca de Heero.
En un principio Duo pensó que no
resultaría"jamas e echo esto, no se si funcione, ¡Por
favor que resulte!", fue cuando lo noto…
La boca de Heero
respondió, trago la sangre de Duo, poco a poco, quizás
paso un minuto o tal vez una eternidad, Heero comenzó a ganar
fuerzas, tantas que al final el debilitado era Duo y Heero era quien
le sostenía, la herida de la espada del pecho de Heero había
desaparecido por completo, ahora solo se podía ver un tono
rojizo que bordeaba los ojos color cobalto, el mismo tono rojizo que
bordeaba los ojos azul –violeta de Duo.
Heero era ahora un
vampiro, como Duo y como Relena.
Pero…¿Qué pasaría
ahora?¿Quizás el ser un vampiro cambiaria de alguna
manera a Heero?...esto se preguntaba Duo mareado, ya que Heero avía
bebido mucha sangre suya, y parecía que aun deseaba mas, por
que se acerco otra vez a sus labios..Solo que esta vez en lugar de
beber, lo beso, en un apasionado beso que dejo definitivamente k.o a
Duo.
-No te odio mi amor, Duo, se que lo hiciste por no perderme,
yo hubiera echo lo mismo en tu lugar, jamás permitiría
que murieses…solo que…-
OO… ¿'
¿Solo
qué que?...-
-Solo que tienes que enseñarme a no
matar y a calmar esta sed que tengo, mi bello maestro.-
Duo sonrió
a Heero.
-Te enseñare Heero.-
-Lo se amor.-
Luego sin
mas Heero beso nuevamente a Duo, solo que esta vez actuó con
caricias que excitaban poco a poco a Duo, que se dejo llevar esa
noche..."y aun nos quedan todas las noches del mundo para la
eternidad de nuestro amor…" pensó para si mismo Duo a lo
que Heero sonrió, ya que avía leído su mente,
ahora además de amantes estaban unidos por un lazo de amor y
sangre.
En un callejón oscuro una figura acechaba a una
joven que caminaba por la noche, sin esperar mas la figura se lanzo
sobre la chica y comenzó a morderla, bebiendo la sangre de la
joven que no podía ni hablar ni moverse, en breves minutos
termino con la agonía de la joven …
Ahora que disfrutaba
de su sufrimiento, se muere, que débiles los humanos…-
Relena
se secaba los labios con la manga de su traje, bueno ya reponiendo
fuerzas, ahora tenía que planear la forma de vengarme de Duo
"Maldito bastardo! Me golpeo y encima hizo suyo a Heero cuando
Heero era mío! Lo note ¿o creía que no notaria
la presencia de un nuevo vampiro? De todas formas eso no cambia nada,
me ahorro el trabajo de transformarlo yo… solo me queda quitar del
medio a Duo Maxwell,¡¡ para siempre! Jajajaja…"en un
rápido movimiento Relena se perdió entre las sombras de
la noche al escuchar como alguien se acercaba al cadáver de la
joven que acababa de matar en el callejón, mas tarde se
escucho un grito , cuando quien se acercaba hallo el cadáver.
En
un lugar de la noche dos figuras se amaban a la luz de la luna,
sintiendo sus cuerpos e intercambiando la sangre en besos con
mordisquitos los dos amantes vampiros, Duo y Heero, dos seres no
malévolos , ni creados por el mal, eran solamente dos seres
creados por la ambición de otros, dos victimas de una mente
sedienta de inmortalidad, dos seres que se amaban y tenían que
aprender a vivir una nueva vida , una vida que nunca eligieron ellos,
pero al menos era una vida en la que se tenían el uno al
otro.
Lo que no sabían era que tal vez dejaran de tenerse
el uno al otro dentro de poco...
Continuara….
