Amor y
Sangre
Por: Duo Maxwell Yui (Matt Ishida)
Capitulo Sexto.
"Bien, la venganza es un plato que se sirve frió ¿ no, pues la mía será un placer, ya esta todo listo, aquí esta el antídoto para volver a transformar a un vampiro en humano, nunca lo llegamos a utilizar, pero según el científico que lo creo me aseguro que en unos días o en cierto tiempo uno podía volver a ser humano nuevamente, la verdad que pensaba destruir el antídoto ya que yo no deseo ser humana, con lo divertido que es ser joven y hermosa eternamente jajá jajá…." Relena ahora tenía un nuevo plan para destruir a Duo y arrebatarle a Heero, al parecer aun no avía aprendido la lección de que el amor nace del cariño y del roce entre dos seres y no se puede obligar a amar.
Paso
una semana desde que Heero fuera transformado por Duo en un vampiro,
ambos disfrutaban del tiempo que compartían y no se cansaban
de estar juntos, al revés su amor era cada vez mas fuerte,
ellos mientras mas estaban juntos mas disfrutaban y si en algún
momento se separaban ya estaban extrañándose
mutuamente, ¿Quién dice que el amor es algo pasajero,
las personas no saben que mientras dos amantes aviven el fuego de la
pasión ese amor no se extingue nunca.
Heero suéltame
que tenemos que ir a descansar, dentro de poco amanecerá y no
creo que sea buena idea un bronceado al sol no crees?-
Pero Heero
no lo soltaba, al revés le sostenía con mas fuerza aun,
solo que ahora buscaba ansioso con sus labios, los labios de su
trenzado.
-Heero Mm.…-"La verdad que se esta tan a gusto
cuando Heero se pone en plan posesivo y mimoso…." Duo realmente
aun no podía creer que al fin hubiera alcanzado la felicidad,
lo único que le hubiese gustado poder ser un ser normal y no
un vampiro, así podría salir a la luz del sol tomado de
la mano de su amante y pasear por el parque o caminar los dos por una
playa mientras se acarician tomados de la cintura,
Heero también
echaba de menos ser humano, pero si tenia que pagar ese precio para
estar con el ser amado con gusto lo volvería a hacer, ahora al
menos era feliz cosa que en su vida mortal no llego a conseguir.
-Oye
Heero, tu… ¿no echas de menos alguna vez a Quatre, a Trowa y
a Wufei y a la gente que conocías en tu vida humana?... yo ha
veces los extraño mucho, les echo de menos…-
-Duo…yo
también echo de menos ver el sol y sentir el calor de los
rayos del sol acariciando mi cuerpo, pero puedo vivir sin eso, lo que
se es que no podría vivir si tu me faltases y mientras te
tenga a mi lado todo esta bien eso es lo único que se.-
Heero…
jamás te escuche decir algo tan bonito.-
- Eso es por que
escondo muy bien lo que siento…y solo ahora me siento con fuerzas
de sacar de dentro lo que llevaba tan escondido.-
- Pero yo en un
principio pensé que tu a quien amabas era…-
-
¿Relena?...quizás me sentí algo atraído
hacia ella, lo reconozco, pero también me sentía
atraído hacia ti Duo…. Y me temo que hasta llegue a
engañarme a mi mismo en un tiempo tratando de acercarme a ella
y negar lo que sentía hacia ti…lo único que logre con
todo esto fue que mientras mas me quería acercar a ella mas
dejaba de sentirme atraído por ella y mientras mas quería
alejarme de ti mas te deseaba…finalmente decidí marcharme
cuando termino la guerra, a ella no la amaba y a ti te quería
mas que mi vida pero tuve miedo… no por mi si no por ti que
pensaría o que aria la gente si nos veía juntos…¿me
perdonaras algún día por huir como lo hice?-
Duo
puso cara de pensativo.
-Puedo perdonarte que huyeras pero no
tiene perdón que una persona oculte sus sentimientos como tu
as echo toda tu vida...aunque eso de huir ¿Tan feo me ves que
huyes de mi?-
-Uhmmmmmm feo? No Duito ahora mismo si huyese de ti
es para no tirarme sobre ti y hacer lo que mi cabecita y mi cuerpo
desea hacerte…-
sin mas Heero comenzó a acariciar
suavemente el cuerpo de su amado provocando tal placer en su pareja
que Duo no pudo evitar gemir de placer ante cada caricia y cada beso,
el placer de hacer el amor unido al sabor de la sangre mientras se
amaban tomaban uno del otro pequeños sorbos de sangre, quizás
para un mortal fuese horrible, pero para dos amantes vampiros
intercambiar sangre mientras hacen el amor es mas que placer es
alcanzar el éxtasis, y así antes del amanecer ambos se
dejaron llevar por lo que sentían y después se dejaron
caer pesadamente sobre un ataúd echo para dos y abrazados
esperaron a que el sueño les invadiera como todas las
mañanas.
Como no hay luz, sin oscuridad, no hay sol sin
luna, ni blanco sin negro, ni odio sin amor, una vez mas no había
día sin noche, y allí, en lo alto del cielo el sol dio
pasó a la luna una noche más.
Los dos amantes
vampiros se levantaron de su lecho dispuestos a buscar un malhechor
con el que saciar su sed de sangre, cuando de pronto sintieron la
presencia de alguien tras la puerta de su hogar, Heero abrió
la puerta de golpe decidido a dar la cara a fuera quien fuera que
estaba espiándolos, pero al abrir la puerta solo se encontró
con una pequeña caja junto lo que parecía una carta,
Duo siempre tan curioso sin dudarlo tomo ambas cosas con la mirada
desaprobadota de Heero.
¿Qué tienes que coger las
cosas así sin pensar que sea algo malo?-
-UU no me regañes
Heero es una simple carta y mira….- mostrando lo que escondía
la caja-…dentro hay un bote muy bonito de cristal no te
parece?-
-Hm.-
Duo al abrir la carta cambio tanto su expresión
de alegre a más seria que no paso desapercibido para Heero
aquel cambio.
-¿Qué pasa?...-
-Es…una carta de
Relena…-
-¿Qué? Déjame leerla, Duo se la
pasó a Heero que leyó lo siguiente:
"Queridos
Heero y Duo ,antes de que tireis esta carta leedla bien pues tal vez
os interese lo que diga, junto a esta carta habréis recibido
un paquete que en su interior como ya lo abra abierto
Duo(conociéndole cualquiera lo sabría) hay una pequeña
botellita de cristal, tranquilos no es veneno lo que os mando, al
revés es el antídoto para volver a transformarse de
vampiro a humano, se que no me creeréis pero con esto solo
trato de que me perdonéis y os devuelva la vida que una vez os
quite, ahora los que tenéis el poder para decidir sois
vosotros, elegid bien la mortalidad, con sus defectos, envejecer y
ver como se marchita uno día a día, o la inmortalidad
la belleza eterna y la juventud para siempre, aunque sin lugar a
dudas se lo débiles que sois y seguramente elegiréis
ser mortales, pues bien ahora no me culpéis, la decisión
es vuestra si tan monstruos os veis por tomar la sangre de otros
seres vivos aquí tenéis la solución.
Solo
pido que me perdonéis.
Atentamente:
Reelena
peacecraft"
-¡Heero tenemos el antídoto!
¡Podemos ser humanos otra vez! Que bien ya no tendremos que
vivir en la oscuridad podremos volver a pasear bajo el sol y sentir
su calor ¡es fantástico! –Duo estaba feliz con la idea
de volver a ser mortal otra vez ya casi estaba a punto de destapar el
frasco y beber un sorbo, cuándo Heero se le anticipo
quitándoselo de las manos.
¿por que me lo
quitaste?...-
-No me fió de Relena aunque ella diga que
esto es realmente un antídoto no creo que de buenas a primeras
Relena se arrepienta de nada, nunca se a arrepentido de nada, no sabe
lo que es el arrepentimiento ,así que si es cierto que en
nuestras manos tenemos un antídoto es por que trama algo
malo…-
-Pero Heero ¿y si realmente esta
arrepentida?-
Heero negó con la cabeza-No, Duo, Relena si
se hubiera arrepentido se abría tomado ella parte de este
frasco pero si no lo a echo es por que planea algo, no se lo que
será…-
-;;...snif Anda Heerito solo un poquito unas
gotitas a ver que sucede por fi , por fi, por fiiiiiiii
¿Si?-
-¡No!-
Y haciendo caso omiso de la mirada
chibi-triste de Duo guardo otra vez el frasco en la caja y lo guardo
sobre un armario.
-Y no trates de tomarlo, ni se te ocurra
¿Entendido?-dijo muy serio Heero a Duo.
