Yo llevaré el anillo!
Las últimas palabras de Frodo fueron acogidas por un gran silencio. Mientras todos trataban aún de asimilar lo ocurrido, Elrond se levantó y, sorprendentemente, apoyó la propuesta del mediano. Parecia que estaba ya todo decidido: El hobbit llevaría el anillo y lo destruiría en el Monte del Destino. Esa era, despues de todo, la única esperanza que tenían, y si no fuera porqué no estaba el horno para bollos, mas de uno se hubiera hechado a reir con lo absurdo de la proposición.
Boromir, al igual que algunos hombres y enanos, miraba a Elrond como si éste se hubiera vuelto loco, una vez perdida toda esperanza. Arien, por otro lado, dudaba de si era una broma o no. ¿Cómo podian, todos estos hombres sabios, decidir una cosa así? ¡Las posibilidades de que el plan saliera bien eran... nulas!
Aragorn pareció pensar lo mismo, pués, muy seriamente y con la voy más grave que nunca, anunció que él acompañaria a Frodo.
-"....Y conmigo vendrá Boromir. Es un hombre valiente"
Casi se pudo oir un suspiro de alivio unánime. Desde luego, Arien se quedó mucho más tranquila. Mandar al mediano solo a Mordor era un suicidio, pero si lo acompañaban dos hombres fornidos y templados...al menos, alguna esperanza había. Pocas, sí, demasiado pocas, pero algo era algo... De repente, una pequeña figurra irrumpió en el concilio. Más de uno se levantó, alarmado, antes de que se descubriera quién era el intruso:
- Usted no va a mandar al señor Frodo a Mordor solo, vaya si no......
Arien no fue la unica que dejo ir una risa al oir hablar a Sam. Incluso Aragorn sonrió.
*********
Pocos dias más tarde, todo el valle estaba enterado de la decisión del concilio: una compañía de nueve personas seria la encargada de llevar el anillo al volcán de Mordor, donde seria destruido. Se decidió que Sam acompañaria a Frodo, el portador, y que Aragorn y Boromir lo acompañarían un trecho, almenos hasta Gondor. Estos dos últimos parecian haber olvidado sus diferencias, y Boromir, al fin, habia aceptado la decisión del concilio, y estaba dispuesto, en vistas del bien común, a unirse al montaraz.
Ahora, la incognita era quién llenaria las plazas restantes. Parecía casi seguro que Gandalf partiria como guía de la comunidad, y Merry y Pippin, que parecía que no tenían ni idea de lo que tendrian que afrontar, estaban más que dispuestos a acompañar a su amigo Frodo, sin importarles las advertencias de los demás.
Arien estaba desayunando cuando le llegó la noticia, por boca de Arwen. Legolas y Gimli se unirían a la comunidad como representantes de las pueblos libres de la Tierra Media. Junto con Gandalf, los hobbits y los hombres, sumaban nueve: la cuenta estaba cerrada, ya estaba todo preparado, y la partida sería inminente, pués el invierno no tardaria en llegar.
Los días posteriores al concilio, Arien no pudo dormir. Sentía que quedarse en Rivendell sin hacer nada seria su mayor desafío... simplemente quedarse esperando a que lleguen noticias, a qué algun dia viera llegar un mensajero de la Ciudad Blanca anunciando a un nuevo y victorioso rey... o, lo que era mucho más probable, esperar a que el Poder Negro cubriera toda la tierra y Rivendell fuera sitiada y, al fin, destruida. Por las noches, Arien se despertaba inquieta. ¿Podría aceptar ese tipo de vida?
Pero en el concilio ya se lo dejaron muy claro:
Recordaba cuando Aragorn se ofreció para acompañar a Frodo: la cara de agradecimiento de Frodo, la determinación y tristeza que habia en los ojos del montaraz... y en ese momento ella sintió deseos de asumir ella tambien las responsabilidades, de dejarlo todo a un lado y darlo el todo por el todo en una misión loca y suicida. Pero justo en el momento en que se levantaba, decidida, una mano se posó sobre la suya, y una gran fuerza la mantuvo sentada, contra su voluntad. Oyó la voz de Gandalf dentro de su cabeza:
- Ni se te ocurra.
Aungue el mago mantenia la vista fija en Frodo, concentraba su energia en mantener calmada a la chica, y Arien ni siquiera pensó en dicutir.
***
Faltaban tan solo dos días para la partida de la comunidad. Los nueve miembros se pasaban el dia reunidos, así que Arien casi se extraño cuando se encontró a Legolas paseando por el pinar que rodeaba la casa. El elfo, gracias a su excelente vista y oido, ya se habia percatado de su presencia, y miro como la chica se acercaba, con una sonrisa en los labios.
- Te vas. – dijo la muchaca, mirando el suelo.. No sonaba como una afirmación, sino mas bien como un reproche. Legolas se la quedo mirando sorpredido.
- Si.
Se quedaron en silencio un largo rato, Arien mirando el paisaje con cara de enfado, y Legolas mirandola a ella. Al fin, ella respondió:
- Pués qué suerte...
-¡No digas eso! Por supuesto qué no es ninguna suerte.
- Pués la verdad......¿¿Crees que es mejor quedarse aquí esperando?? ¿Quedarse sin hacer nada? Lo siento, pero yo eso no lo puedo aguantar, es...
- ¿Y piesas que ir en busca de la muerte es la mejor solucion?- contesto el elfo, con la voz totalmente calmada- Aun eres demasiado joven para darte cuenta del riesgo en el que te metes, solo alguien de tu edad podría....
Si algo odiaba Arien en este mundo, era que la tomasen por una niña pequeña, y la sola sonrisa de él ya hizo que saltara:
- ¡¡SI, CLARO!! ¿Piensas que solo soy una niña pequeña, verdad? ¿¿Que me tengo que quedar en casa calladita y no molestrar, no?? Por supuesto que sé los riesgos que hay, pero tú que te crees?
- Arien, porfavor, no quería....
-Como si fuera tan facil tener que ver como vosotros arriesgais la vida..... si poder hacer nada.....- La voz de ella se quebro, y se giró de espaldas, para que Legolas no viera sus lagrimas de.. ¿impotencia?¿Rabia?- Sin poder hacer nada mientras los otros mueren..... yo me fuí de Harad con una misión, entiendes?! Y no puedo quedarme con lo brazon cruzados.. no puedo, no y No!
El elfo puso las manos sobre sus hombros, y delicadamente le dio la vuelta, mirandole a los ojos:
- Arien, tu ya has hecho mucho, sólo venir desde Harad hasta aquí ya demuestra tu valor. Y a nadie le gustaria pensar que una chica tan bonita como tu se desperdicia en una mision sin ninguna esperanza. ¿De acuerdo?
Arien solto una risa sarcastica – Oh, de acuerdo. Sere una niña buena y me quedare en casita. Es eso lo que todos esperais de mi, ¿verdad?.- Le preguntó, derrotada, a la vez que se dejaba caer sobre un banco. Legolas se sento junto a ella, conciliador, y le intentó secar la lagrimas lo mejor que pudo, tomandose su tiempo, y al acabar le levató la cara delicadamente.
- ¿Sabes? Todos nosotros partiremos con el corazón mucho más ligero si sabemos que vas a estar esperando nuestro regreso... aquí. Segura y protegida, al menos, todo lo segura y protegida que alguien puede estar en estos dias.
- ¿Todos?
- Gandalf, Aragorn, los hobbits... y yo.
La chica dibujó media sonrisa en su cara, y lentamente, levantó una mano hacia el rostro de él...quería grabar en su mente esa cara bella, amable, angelical. "Si los angeles existen....deben de tener su aspecto y su voz". Se quedaron un momento mirandose, con la mano de ella a medio camino. Confundidos. Rapidamente, ella bajó la mano e improvisó una risa:
- Gracias!
Rapidamente, se levantó y se fue corriendo para la casa, riendo , con el vestido blanco (el mismo que el del primer dia, pués de momento no disponia de un vestuario muy limitado) ondeando detrás suyo.
* * * * * * * *
La joven entró como un vendaval en la biblioteca de la casa, donde Gandalf y Elrond consultaban una serie de mapas, aparentemente tratando de establecer la mejor ruta hacia el monte del destino.
-Padre, - (Era la primera vez que llamaba a Elrond de ese modo) - Me marcho.
Gandalf y el Señor interrumpieron su tarea, alarmados. Intercambiaron una seria mirada, y luego el mago abandonó la estancia, porque no queria meterse en los "asuntos familiares" de los otros dos. Elrond, por su parte, cuando se le pasó el estado de shock, se recompuso y tomó aire, como si fuera a recitar un discurso muy pensado y ensayado:
- Arien, comprendo tus deseos de querer participar en la aventura, pero tu juventud no te deja pensar con claridad. El corazon me dice que hay muy pocas esperanzas para la Tierra Media... y no voy a tolerar que te pierdas con ellas.
- Padre...
- ¡No me interrumpas! No pienso hablar esto ni una sola vez más. Es un capricho, y no te lo voy a permitir: Te vas a quedar en Rivendel, y esperarás, junto con todos, el final. No puedo consentir que te vayas.
-¡Pero qué derecho tienes tu a decidir sobre mi vida!- Saltó ella.
- Soy tu padre
"Arien, calma, controlate!!" La chica respiro y conto hasta diez antes de continuar.
- Si me dejases acabar.... Ya sé que no me vas a dejar ir a la Misión, no voy a perder el tiempo intentando convencerte. Pero lo que te quería decir es que necesito hacer un viage de un par de semanas. A Bree.
- ¿Porqué necesitas ir allí? Si es para ir a buscar el equipaje que dejaste, puede ir cualquier sirviente. Es peligroso para una muchacha viajar por estos caminos: enviaré un sirviente.
Arien ya se esperaba esta negativa, así que no se inmutó y prosiguió con su plan, perfectamente calmada.
- Elrond, no olvides qué, aparte de tu – remarco la palabra- hija, también soy la reina titular de Harad. Hay cosas que no puedo permitir que caigan en manos equivocadas, y necesito contactar con cierta persona, que esta esperando mis instrucciones. *Necesito* ir. Y cuanto mas pronto mejor... padre.
El elfo se quedo pensativo: la idea no le hacia nada de gracia, pero, aparentemente, era algo importante, y tampoco quería que la chica se sintiese exesivamente atada. Recordaba demasiado bien que, cuando una mujer humana se sentia demasiado atada... buscaba la libertad, sin importarle lo que dejara en el camino. Suspiró:
- De acuerdo. Haré que te escolten mis mejores caballeros.
Satisfecha, Arien Schezard abandonó la sala, no sinn antes hechar un sutil vistazo a los mapas desparramasdos sobre la mesa.
* * * * * *
Dos días más tadre, en una mañana gris, la compañía de su anillo partió del valle de Rivendel. Fué una partida triste, sin cantos, y las despedidas fueron sentidas. Mientras Arwen miraba a Aragorn de forma triste y indescifrable, Arien se abrazó fuertemente a Gandalf, despidiendose de quien habia sido su maestro y confidente durante muchos años. Tambien se despidió de Aragorn y los Hobbits, e intercambió palabras corteses y de esperanza con Boromir y Gimli. Al llegar a Legolas, se quedó sonriendo y le dió dos besos. Le explicó:
- Así nos conocimos, y así nos despedimos al final. Ojalá os vaya todo bien. Adiós, Legolas, rezaré a mis dioses por vosotros.
- Namarië, Arien. Que los Valar te protejan. Espero que, si algun dia regresamos...tu estes allí para darnos la bienvenida.
Un furtivo abrazo, y la compañía se puso en movimiento. Cruzó la arcada de la puerta y la niebla de la mañana se los fue tragando, uno a uno.
*******
Esa misma tarde, Arien partío dirección a Bree, escoltada por glorfindel y otros tres elfos, que por la apariencia, debían de ser de las mas altas casas élficas (aunque los rangos y jerarquia de las diferentes casas élficas fue algo que la chica nunca comprendió).
Y, durante bastante tiempo, en la casa de elrond se esperó ansiosamente alguna noticia de las dos compañias.
Continuará.....
______________________________________________________________________
1:16 p.m, ...Hola a todos!! Por fin e decidido continuar el fic (Gracias a tu review, !!!!) si e tardado tanto era porque habia varias cosas que no tenia muy claras, pero ahora ya me ha venido la inspiración, y hay instoria para rato... aunque creo que se va a poner un poco "Dark" con el tiempo..en fin , ya veremos.Espero que hasta el momento os vaya gustando y , esto..... no estaria de mas un review, para saber lo k pensais. (Si!!! Alimentad a la autora!!! Kiero Reviews!!).
Muchos besos a todos, y hasta la próxima!!!
Las últimas palabras de Frodo fueron acogidas por un gran silencio. Mientras todos trataban aún de asimilar lo ocurrido, Elrond se levantó y, sorprendentemente, apoyó la propuesta del mediano. Parecia que estaba ya todo decidido: El hobbit llevaría el anillo y lo destruiría en el Monte del Destino. Esa era, despues de todo, la única esperanza que tenían, y si no fuera porqué no estaba el horno para bollos, mas de uno se hubiera hechado a reir con lo absurdo de la proposición.
Boromir, al igual que algunos hombres y enanos, miraba a Elrond como si éste se hubiera vuelto loco, una vez perdida toda esperanza. Arien, por otro lado, dudaba de si era una broma o no. ¿Cómo podian, todos estos hombres sabios, decidir una cosa así? ¡Las posibilidades de que el plan saliera bien eran... nulas!
Aragorn pareció pensar lo mismo, pués, muy seriamente y con la voy más grave que nunca, anunció que él acompañaria a Frodo.
-"....Y conmigo vendrá Boromir. Es un hombre valiente"
Casi se pudo oir un suspiro de alivio unánime. Desde luego, Arien se quedó mucho más tranquila. Mandar al mediano solo a Mordor era un suicidio, pero si lo acompañaban dos hombres fornidos y templados...al menos, alguna esperanza había. Pocas, sí, demasiado pocas, pero algo era algo... De repente, una pequeña figurra irrumpió en el concilio. Más de uno se levantó, alarmado, antes de que se descubriera quién era el intruso:
- Usted no va a mandar al señor Frodo a Mordor solo, vaya si no......
Arien no fue la unica que dejo ir una risa al oir hablar a Sam. Incluso Aragorn sonrió.
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Pocos dias más tarde, todo el valle estaba enterado de la decisión del concilio: una compañía de nueve personas seria la encargada de llevar el anillo al volcán de Mordor, donde seria destruido. Se decidió que Sam acompañaria a Frodo, el portador, y que Aragorn y Boromir lo acompañarían un trecho, almenos hasta Gondor. Estos dos últimos parecian haber olvidado sus diferencias, y Boromir, al fin, habia aceptado la decisión del concilio, y estaba dispuesto, en vistas del bien común, a unirse al montaraz.
Ahora, la incognita era quién llenaria las plazas restantes. Parecía casi seguro que Gandalf partiria como guía de la comunidad, y Merry y Pippin, que parecía que no tenían ni idea de lo que tendrian que afrontar, estaban más que dispuestos a acompañar a su amigo Frodo, sin importarles las advertencias de los demás.
Arien estaba desayunando cuando le llegó la noticia, por boca de Arwen. Legolas y Gimli se unirían a la comunidad como representantes de las pueblos libres de la Tierra Media. Junto con Gandalf, los hobbits y los hombres, sumaban nueve: la cuenta estaba cerrada, ya estaba todo preparado, y la partida sería inminente, pués el invierno no tardaria en llegar.
Los días posteriores al concilio, Arien no pudo dormir. Sentía que quedarse en Rivendell sin hacer nada seria su mayor desafío... simplemente quedarse esperando a que lleguen noticias, a qué algun dia viera llegar un mensajero de la Ciudad Blanca anunciando a un nuevo y victorioso rey... o, lo que era mucho más probable, esperar a que el Poder Negro cubriera toda la tierra y Rivendell fuera sitiada y, al fin, destruida. Por las noches, Arien se despertaba inquieta. ¿Podría aceptar ese tipo de vida?
Pero en el concilio ya se lo dejaron muy claro:
Recordaba cuando Aragorn se ofreció para acompañar a Frodo: la cara de agradecimiento de Frodo, la determinación y tristeza que habia en los ojos del montaraz... y en ese momento ella sintió deseos de asumir ella tambien las responsabilidades, de dejarlo todo a un lado y darlo el todo por el todo en una misión loca y suicida. Pero justo en el momento en que se levantaba, decidida, una mano se posó sobre la suya, y una gran fuerza la mantuvo sentada, contra su voluntad. Oyó la voz de Gandalf dentro de su cabeza:
- Ni se te ocurra.
Aungue el mago mantenia la vista fija en Frodo, concentraba su energia en mantener calmada a la chica, y Arien ni siquiera pensó en dicutir.
***
Faltaban tan solo dos días para la partida de la comunidad. Los nueve miembros se pasaban el dia reunidos, así que Arien casi se extraño cuando se encontró a Legolas paseando por el pinar que rodeaba la casa. El elfo, gracias a su excelente vista y oido, ya se habia percatado de su presencia, y miro como la chica se acercaba, con una sonrisa en los labios.
- Te vas. – dijo la muchaca, mirando el suelo.. No sonaba como una afirmación, sino mas bien como un reproche. Legolas se la quedo mirando sorpredido.
- Si.
Se quedaron en silencio un largo rato, Arien mirando el paisaje con cara de enfado, y Legolas mirandola a ella. Al fin, ella respondió:
- Pués qué suerte...
-¡No digas eso! Por supuesto qué no es ninguna suerte.
- Pués la verdad......¿¿Crees que es mejor quedarse aquí esperando?? ¿Quedarse sin hacer nada? Lo siento, pero yo eso no lo puedo aguantar, es...
- ¿Y piesas que ir en busca de la muerte es la mejor solucion?- contesto el elfo, con la voz totalmente calmada- Aun eres demasiado joven para darte cuenta del riesgo en el que te metes, solo alguien de tu edad podría....
Si algo odiaba Arien en este mundo, era que la tomasen por una niña pequeña, y la sola sonrisa de él ya hizo que saltara:
- ¡¡SI, CLARO!! ¿Piensas que solo soy una niña pequeña, verdad? ¿¿Que me tengo que quedar en casa calladita y no molestrar, no?? Por supuesto que sé los riesgos que hay, pero tú que te crees?
- Arien, porfavor, no quería....
-Como si fuera tan facil tener que ver como vosotros arriesgais la vida..... si poder hacer nada.....- La voz de ella se quebro, y se giró de espaldas, para que Legolas no viera sus lagrimas de.. ¿impotencia?¿Rabia?- Sin poder hacer nada mientras los otros mueren..... yo me fuí de Harad con una misión, entiendes?! Y no puedo quedarme con lo brazon cruzados.. no puedo, no y No!
El elfo puso las manos sobre sus hombros, y delicadamente le dio la vuelta, mirandole a los ojos:
- Arien, tu ya has hecho mucho, sólo venir desde Harad hasta aquí ya demuestra tu valor. Y a nadie le gustaria pensar que una chica tan bonita como tu se desperdicia en una mision sin ninguna esperanza. ¿De acuerdo?
Arien solto una risa sarcastica – Oh, de acuerdo. Sere una niña buena y me quedare en casita. Es eso lo que todos esperais de mi, ¿verdad?.- Le preguntó, derrotada, a la vez que se dejaba caer sobre un banco. Legolas se sento junto a ella, conciliador, y le intentó secar la lagrimas lo mejor que pudo, tomandose su tiempo, y al acabar le levató la cara delicadamente.
- ¿Sabes? Todos nosotros partiremos con el corazón mucho más ligero si sabemos que vas a estar esperando nuestro regreso... aquí. Segura y protegida, al menos, todo lo segura y protegida que alguien puede estar en estos dias.
- ¿Todos?
- Gandalf, Aragorn, los hobbits... y yo.
La chica dibujó media sonrisa en su cara, y lentamente, levantó una mano hacia el rostro de él...quería grabar en su mente esa cara bella, amable, angelical. "Si los angeles existen....deben de tener su aspecto y su voz". Se quedaron un momento mirandose, con la mano de ella a medio camino. Confundidos. Rapidamente, ella bajó la mano e improvisó una risa:
- Gracias!
Rapidamente, se levantó y se fue corriendo para la casa, riendo , con el vestido blanco (el mismo que el del primer dia, pués de momento no disponia de un vestuario muy limitado) ondeando detrás suyo.
* * * * * * * *
La joven entró como un vendaval en la biblioteca de la casa, donde Gandalf y Elrond consultaban una serie de mapas, aparentemente tratando de establecer la mejor ruta hacia el monte del destino.
-Padre, - (Era la primera vez que llamaba a Elrond de ese modo) - Me marcho.
Gandalf y el Señor interrumpieron su tarea, alarmados. Intercambiaron una seria mirada, y luego el mago abandonó la estancia, porque no queria meterse en los "asuntos familiares" de los otros dos. Elrond, por su parte, cuando se le pasó el estado de shock, se recompuso y tomó aire, como si fuera a recitar un discurso muy pensado y ensayado:
- Arien, comprendo tus deseos de querer participar en la aventura, pero tu juventud no te deja pensar con claridad. El corazon me dice que hay muy pocas esperanzas para la Tierra Media... y no voy a tolerar que te pierdas con ellas.
- Padre...
- ¡No me interrumpas! No pienso hablar esto ni una sola vez más. Es un capricho, y no te lo voy a permitir: Te vas a quedar en Rivendel, y esperarás, junto con todos, el final. No puedo consentir que te vayas.
-¡Pero qué derecho tienes tu a decidir sobre mi vida!- Saltó ella.
- Soy tu padre
"Arien, calma, controlate!!" La chica respiro y conto hasta diez antes de continuar.
- Si me dejases acabar.... Ya sé que no me vas a dejar ir a la Misión, no voy a perder el tiempo intentando convencerte. Pero lo que te quería decir es que necesito hacer un viage de un par de semanas. A Bree.
- ¿Porqué necesitas ir allí? Si es para ir a buscar el equipaje que dejaste, puede ir cualquier sirviente. Es peligroso para una muchacha viajar por estos caminos: enviaré un sirviente.
Arien ya se esperaba esta negativa, así que no se inmutó y prosiguió con su plan, perfectamente calmada.
- Elrond, no olvides qué, aparte de tu – remarco la palabra- hija, también soy la reina titular de Harad. Hay cosas que no puedo permitir que caigan en manos equivocadas, y necesito contactar con cierta persona, que esta esperando mis instrucciones. *Necesito* ir. Y cuanto mas pronto mejor... padre.
El elfo se quedo pensativo: la idea no le hacia nada de gracia, pero, aparentemente, era algo importante, y tampoco quería que la chica se sintiese exesivamente atada. Recordaba demasiado bien que, cuando una mujer humana se sentia demasiado atada... buscaba la libertad, sin importarle lo que dejara en el camino. Suspiró:
- De acuerdo. Haré que te escolten mis mejores caballeros.
Satisfecha, Arien Schezard abandonó la sala, no sinn antes hechar un sutil vistazo a los mapas desparramasdos sobre la mesa.
* * * * * *
Dos días más tadre, en una mañana gris, la compañía de su anillo partió del valle de Rivendel. Fué una partida triste, sin cantos, y las despedidas fueron sentidas. Mientras Arwen miraba a Aragorn de forma triste y indescifrable, Arien se abrazó fuertemente a Gandalf, despidiendose de quien habia sido su maestro y confidente durante muchos años. Tambien se despidió de Aragorn y los Hobbits, e intercambió palabras corteses y de esperanza con Boromir y Gimli. Al llegar a Legolas, se quedó sonriendo y le dió dos besos. Le explicó:
- Así nos conocimos, y así nos despedimos al final. Ojalá os vaya todo bien. Adiós, Legolas, rezaré a mis dioses por vosotros.
- Namarië, Arien. Que los Valar te protejan. Espero que, si algun dia regresamos...tu estes allí para darnos la bienvenida.
Un furtivo abrazo, y la compañía se puso en movimiento. Cruzó la arcada de la puerta y la niebla de la mañana se los fue tragando, uno a uno.
*******
Esa misma tarde, Arien partío dirección a Bree, escoltada por glorfindel y otros tres elfos, que por la apariencia, debían de ser de las mas altas casas élficas (aunque los rangos y jerarquia de las diferentes casas élficas fue algo que la chica nunca comprendió).
Y, durante bastante tiempo, en la casa de elrond se esperó ansiosamente alguna noticia de las dos compañias.
Continuará.....
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1:16 p.m, ...Hola a todos!! Por fin e decidido continuar el fic (Gracias a tu review, !!!!) si e tardado tanto era porque habia varias cosas que no tenia muy claras, pero ahora ya me ha venido la inspiración, y hay instoria para rato... aunque creo que se va a poner un poco "Dark" con el tiempo..en fin , ya veremos.Espero que hasta el momento os vaya gustando y , esto..... no estaria de mas un review, para saber lo k pensais. (Si!!! Alimentad a la autora!!! Kiero Reviews!!).
Muchos besos a todos, y hasta la próxima!!!
