Hola a todos, he estado ocupada, pero ya termine el capitulo, gracias por
sus reviews espero que la historia les siga gustando. Saludos a todos
^^
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LA CAIDA DE AZKABAN
Voldemort entró en una de los habitaciones de la mansión de los Riddle, con mucho cuidado colocó a Kira sobre la cama. Harry veía la habitación estaba muy deteriorada y llena de polvo, la cama estaba en malas condiciones y las cortinas sobre el dosel estaban raídas; la pintura de las paredes estaba oscurecida por el moho y la humedad. El chico se deprimió al pensar que su madre debía estar en ese lugar. Voldemort se acercó a él.
—Iré a buscar ayuda para ella, puedes usar tu magia para lo que desees, nadie te molestará aquí—
Voldemort salió dejándolos solos, Harry apareció un recipiente con agua y algunas telas, las remojó en el agua y empezó a limpiar la sangre del rostro de Kira, con cuidado abrió los ojos, intentó hablar pero la sangre proveniente de su pulmón se lo impedía, cada momento su respiración se hacía mas pausada, su pulmón sano empezaba a llenarse de sangre, por la comisura de sus labios empezaba a correr un delgado hilo de sangre, volvió a caer en la inconsciencia, Harry empezaba a desesperarse. Segundos después regresó Voldemort acompañado de Lucius Malfoy, llevaba consigo varios recipientes. Lucius se acerco a Kira y desgarró la ropa que cubría la herida del hombro. Harry puedo ver entonces el daño real, los músculos sobresalían, la piel había sido arrancada, la clavícula se había partido y un extremo de la fractura estaba totalmente expuesto: No pudo soportar más y les dio la espalda, pero aun así podía oír los lamentos de Kira cuando empezaron a curarla. Sintió que los minutos eran eternos; de pronto todo ceso. Malfoy se acercó a él y le entregó un frasco con un contenido de color verde
—Daselo a beber cada cuatro horas, eso le ayudara a sanar más rápido—
El chico se dirigió a la cama, Kira estaba completamente dormida, la herida de su hombro estaba totalmente cubierta de vendajes y la sangre ya no manchaba sus labios.
—Dormirá por un par de días— Dijo Voldemort saliendo después de la habitación acompañado de Malfoy
Harry no podía permitir que ella estuviera en un lugar así, durante la noche se dedicó a mejorar el lugar. Al otro día Malfoy entró a cambiar los vendajes de Kira y se sorprendió del cambio, la habitación había sido completamente restaurada, digna de un rey. Cambió los vendajes, Harry pudo ver que la herida del hombro estaba casi totalmente curada, seguramente al otro día estaría completamente curada.
—Sirius Black de verdad quería matarla— dijo Malfoy mientras recogía los vendajes usados. Harry se acercó a él.
—¿Sirius Black es el que mandó a atacar a mi madre?—
Voldemort entró en ese momento
—Sirius Black es el perro negro, es un animago—
El odio empezó a invadir el corazón de Harry —Quiero que pague por lo que hizo—
Voldemort lo vio a los ojos
—Si lo deseas realmente y me lo demuestras, te enseñaré todo lo que se, puedes llegar a convertirte en mi discípulo, con el suficiente poder y conocimiento para hacer lo que desees—
Después de decirle esto salió de la habitación, Malfoy terminó sus tareas e hizo lo mismo. Por los siguientes días Harry se mantuvo al lado de Kira, muchas noches se quedo dormido sosteniendo su mano, pensaba que si la soltaba algo terrible podría pasarle. Al cuarto día ella abrió los ojos, se sentía algo adolorida, pero totalmente recuperada. Harry la abrazó fuertemente, después de un rato, él se quedó dormido en sus brazos. Después de arroparlo y cerrar el dosel bajó al salón principal, ahí estaba Voldemort, Malfoy y Colagusano.
—Veo que te has recuperado— Dijo Voldemort al verla
—¿Qué ha pasado?—
—El mundo mágico es un caos, muchos se niegan a admitir que he regresado, además la destrucción de Hogwarts a desatado la histeria entre los magos, lo consideraban el lugar mas seguro del mundo mágico—
—Deben estar reconstruyéndolo ahora, es un símbolo de seguridad para ellos, debemos golpearlos nuevamente antes de que se recuperen—
El se acercó a ella
—Las criaturas de la noche siempre han sido despreciados por los magos, porque no permitirles un poco de diversión; tal vez sea suficiente para que nos ayuden—
—Los hombres lobo son parias, siguen buscando aceptación en el mundo mágico, no sirven para nuestros propósitos—
Voldemort se acercó más y le beso el cuello
—Los vampiros son una buena opción, solo buscan comida—
—Algunas veces son incontrolables—
—Se que tu puedes controlarlos sin problemas, ahora debemos enfocarnos a nuestro siguiente objetivo, Azkaban—
—¿Cuándo?—
—Mañana, solo esperaba por ti— —¿Que hay con Severus Snape?, aún no confió del todo en él—
—Creo que desperdicias sus talentos, será marginado del ataque—
—No, lo quiero junto a mi quiero vigilarlo de cerca, así que creo que es mejor que convoques ahora a los mortifagos, atacaremos esta noche—
Desde la puerta se oyó la voz de Harry
—Quiero ir—
él entró, su mirada era decidida
—Quiero ayudar—
Kira se acercó y lo abrazó
—No tienes que preocuparte, todo saldrá bien, no necesitas involucrarte en esto—
—La última vez que estuviste en peligro, no pude hacer nada para ayudarte, no quiero que te pase nada, de verdad quiero hacerlo—
Él la abrazó más fuerte
—Esta bien, si es lo que deseas hacer—
En pocas horas los mortifagos estaban reunidos, Harry los vía desde el piso superior con Kira, que al ver a Snape se cubrió el rostro con la capucha de su capa. Voldemort hablaba
—Este asedio será difícil pero podremos obtener el control de Azkaban, divídanse en pequeños grupos y esperen ordenes, manténganse en contacto, y lo más importante no tomen prisioneros—
Todos empezaron a desaparecer, Snape estaba a punto de irse cuando Voldemort lo detuvo
—Tú te quedas junto a Kira, deberás protegerla a ella y a Harry —
Snape se sorprendió, no se imaginaba que algo así pasaría, vio a Voldemort desaparecer del salón mientras Kira y Harry bajaban las escaleras
—Snape, es hora de irnos—
—El chico debería quedarse, es muy joven para..—
—El irá con nosotros, además estas aquí para defendernos—
Los tres salieron después de que la mansión quedó vacía, Kira tomó la mano de Harry y extendió su mano a Snape, con recelo él la tomo, y cuando se dio cuenta estaban frente a Azkaban.
Kira se acercó a Harry y le entregó un hermoso collar con un hermoso dije en forma de dragón
—Harry esto será difícil, los recuerdo llegaran nuevamente a tu cabeza, si crees no poder con ellos, póntelo, te sentirás mejor—
Snape comprendió lo que pasaba, era un collar para bloquear el poder de los dementores, no podía impedirlo sin descubrirse.
Los tres se acercaron a la puerta principal, un dementor les cortó el paso, su mano putrefacta se dejo ver debajo de su raída túnica. Harry se estremeció, los recuerdos del ataque a Kira empezaba a regresar a su cerebro, los gritos, el perro, no pudo soportarlo más y se puso el collar, de inmediato todo desapareció, sin embargo, la flama del odio había sido alimentada nuevamente por los recuerdos, dándole más motivación para probarle a Voldemort que podía hacer esto. Kira se acercó al dementor, que al sentirla se retiró un par de pasos, ella habló
—He regresado para darles lo que les prometí, alíense con Voldemort y tendrán las victimas que han deseado, déjenos entrar y les daremos a sus primeras victimas—
El dementor se alejó, del interior empezaron a salir más, dejando a la prisión sin vigilancia, varios magos del ministerio salieron a ver que pasaba, Kira los paralizó en el momento que salieron, entregándoselos a los dementores. Voldemort apareció entonces, con sus mortigfagos y el ataque empezó, la prisión se volvió un pandemonium, gritos, luces, ruido de destrozos. Kira, Harry y Snape veían todo desde afuera. Los dementores ya habían terminado con sus victimas y esperaban pacientemente a que les proporcionaran más. Poco a poco la resistencia de la prisión cayo, y al amanecer, Azkaban pertenecía a Voldemort. Harry estaba confundido, no estaba seguro que sentir al respecto, pero nunca más dejaría sola a su madre, no importa lo que pasara. Snape sabía que estaba en peligro que ella no confiaba en él, y no pudo avisar a Dumbledore del ataque a Azkaban, estaba viendo como magos estaban siendo acabados, pero si intentaba algo seguramente sería descubierto y no podría volver a ser útil.
Los más temibles mortifagos, los más fieles seguidores de Voldemort salieron triunfales por la puerta principal, sintiendo el calor del sol después de los terribles años de encierro, con una sed de venganza renovada con su nueva libertad.
LA CAIDA DE AZKABAN
Voldemort entró en una de los habitaciones de la mansión de los Riddle, con mucho cuidado colocó a Kira sobre la cama. Harry veía la habitación estaba muy deteriorada y llena de polvo, la cama estaba en malas condiciones y las cortinas sobre el dosel estaban raídas; la pintura de las paredes estaba oscurecida por el moho y la humedad. El chico se deprimió al pensar que su madre debía estar en ese lugar. Voldemort se acercó a él.
—Iré a buscar ayuda para ella, puedes usar tu magia para lo que desees, nadie te molestará aquí—
Voldemort salió dejándolos solos, Harry apareció un recipiente con agua y algunas telas, las remojó en el agua y empezó a limpiar la sangre del rostro de Kira, con cuidado abrió los ojos, intentó hablar pero la sangre proveniente de su pulmón se lo impedía, cada momento su respiración se hacía mas pausada, su pulmón sano empezaba a llenarse de sangre, por la comisura de sus labios empezaba a correr un delgado hilo de sangre, volvió a caer en la inconsciencia, Harry empezaba a desesperarse. Segundos después regresó Voldemort acompañado de Lucius Malfoy, llevaba consigo varios recipientes. Lucius se acerco a Kira y desgarró la ropa que cubría la herida del hombro. Harry puedo ver entonces el daño real, los músculos sobresalían, la piel había sido arrancada, la clavícula se había partido y un extremo de la fractura estaba totalmente expuesto: No pudo soportar más y les dio la espalda, pero aun así podía oír los lamentos de Kira cuando empezaron a curarla. Sintió que los minutos eran eternos; de pronto todo ceso. Malfoy se acercó a él y le entregó un frasco con un contenido de color verde
—Daselo a beber cada cuatro horas, eso le ayudara a sanar más rápido—
El chico se dirigió a la cama, Kira estaba completamente dormida, la herida de su hombro estaba totalmente cubierta de vendajes y la sangre ya no manchaba sus labios.
—Dormirá por un par de días— Dijo Voldemort saliendo después de la habitación acompañado de Malfoy
Harry no podía permitir que ella estuviera en un lugar así, durante la noche se dedicó a mejorar el lugar. Al otro día Malfoy entró a cambiar los vendajes de Kira y se sorprendió del cambio, la habitación había sido completamente restaurada, digna de un rey. Cambió los vendajes, Harry pudo ver que la herida del hombro estaba casi totalmente curada, seguramente al otro día estaría completamente curada.
—Sirius Black de verdad quería matarla— dijo Malfoy mientras recogía los vendajes usados. Harry se acercó a él.
—¿Sirius Black es el que mandó a atacar a mi madre?—
Voldemort entró en ese momento
—Sirius Black es el perro negro, es un animago—
El odio empezó a invadir el corazón de Harry —Quiero que pague por lo que hizo—
Voldemort lo vio a los ojos
—Si lo deseas realmente y me lo demuestras, te enseñaré todo lo que se, puedes llegar a convertirte en mi discípulo, con el suficiente poder y conocimiento para hacer lo que desees—
Después de decirle esto salió de la habitación, Malfoy terminó sus tareas e hizo lo mismo. Por los siguientes días Harry se mantuvo al lado de Kira, muchas noches se quedo dormido sosteniendo su mano, pensaba que si la soltaba algo terrible podría pasarle. Al cuarto día ella abrió los ojos, se sentía algo adolorida, pero totalmente recuperada. Harry la abrazó fuertemente, después de un rato, él se quedó dormido en sus brazos. Después de arroparlo y cerrar el dosel bajó al salón principal, ahí estaba Voldemort, Malfoy y Colagusano.
—Veo que te has recuperado— Dijo Voldemort al verla
—¿Qué ha pasado?—
—El mundo mágico es un caos, muchos se niegan a admitir que he regresado, además la destrucción de Hogwarts a desatado la histeria entre los magos, lo consideraban el lugar mas seguro del mundo mágico—
—Deben estar reconstruyéndolo ahora, es un símbolo de seguridad para ellos, debemos golpearlos nuevamente antes de que se recuperen—
El se acercó a ella
—Las criaturas de la noche siempre han sido despreciados por los magos, porque no permitirles un poco de diversión; tal vez sea suficiente para que nos ayuden—
—Los hombres lobo son parias, siguen buscando aceptación en el mundo mágico, no sirven para nuestros propósitos—
Voldemort se acercó más y le beso el cuello
—Los vampiros son una buena opción, solo buscan comida—
—Algunas veces son incontrolables—
—Se que tu puedes controlarlos sin problemas, ahora debemos enfocarnos a nuestro siguiente objetivo, Azkaban—
—¿Cuándo?—
—Mañana, solo esperaba por ti— —¿Que hay con Severus Snape?, aún no confió del todo en él—
—Creo que desperdicias sus talentos, será marginado del ataque—
—No, lo quiero junto a mi quiero vigilarlo de cerca, así que creo que es mejor que convoques ahora a los mortifagos, atacaremos esta noche—
Desde la puerta se oyó la voz de Harry
—Quiero ir—
él entró, su mirada era decidida
—Quiero ayudar—
Kira se acercó y lo abrazó
—No tienes que preocuparte, todo saldrá bien, no necesitas involucrarte en esto—
—La última vez que estuviste en peligro, no pude hacer nada para ayudarte, no quiero que te pase nada, de verdad quiero hacerlo—
Él la abrazó más fuerte
—Esta bien, si es lo que deseas hacer—
En pocas horas los mortifagos estaban reunidos, Harry los vía desde el piso superior con Kira, que al ver a Snape se cubrió el rostro con la capucha de su capa. Voldemort hablaba
—Este asedio será difícil pero podremos obtener el control de Azkaban, divídanse en pequeños grupos y esperen ordenes, manténganse en contacto, y lo más importante no tomen prisioneros—
Todos empezaron a desaparecer, Snape estaba a punto de irse cuando Voldemort lo detuvo
—Tú te quedas junto a Kira, deberás protegerla a ella y a Harry —
Snape se sorprendió, no se imaginaba que algo así pasaría, vio a Voldemort desaparecer del salón mientras Kira y Harry bajaban las escaleras
—Snape, es hora de irnos—
—El chico debería quedarse, es muy joven para..—
—El irá con nosotros, además estas aquí para defendernos—
Los tres salieron después de que la mansión quedó vacía, Kira tomó la mano de Harry y extendió su mano a Snape, con recelo él la tomo, y cuando se dio cuenta estaban frente a Azkaban.
Kira se acercó a Harry y le entregó un hermoso collar con un hermoso dije en forma de dragón
—Harry esto será difícil, los recuerdo llegaran nuevamente a tu cabeza, si crees no poder con ellos, póntelo, te sentirás mejor—
Snape comprendió lo que pasaba, era un collar para bloquear el poder de los dementores, no podía impedirlo sin descubrirse.
Los tres se acercaron a la puerta principal, un dementor les cortó el paso, su mano putrefacta se dejo ver debajo de su raída túnica. Harry se estremeció, los recuerdos del ataque a Kira empezaba a regresar a su cerebro, los gritos, el perro, no pudo soportarlo más y se puso el collar, de inmediato todo desapareció, sin embargo, la flama del odio había sido alimentada nuevamente por los recuerdos, dándole más motivación para probarle a Voldemort que podía hacer esto. Kira se acercó al dementor, que al sentirla se retiró un par de pasos, ella habló
—He regresado para darles lo que les prometí, alíense con Voldemort y tendrán las victimas que han deseado, déjenos entrar y les daremos a sus primeras victimas—
El dementor se alejó, del interior empezaron a salir más, dejando a la prisión sin vigilancia, varios magos del ministerio salieron a ver que pasaba, Kira los paralizó en el momento que salieron, entregándoselos a los dementores. Voldemort apareció entonces, con sus mortigfagos y el ataque empezó, la prisión se volvió un pandemonium, gritos, luces, ruido de destrozos. Kira, Harry y Snape veían todo desde afuera. Los dementores ya habían terminado con sus victimas y esperaban pacientemente a que les proporcionaran más. Poco a poco la resistencia de la prisión cayo, y al amanecer, Azkaban pertenecía a Voldemort. Harry estaba confundido, no estaba seguro que sentir al respecto, pero nunca más dejaría sola a su madre, no importa lo que pasara. Snape sabía que estaba en peligro que ella no confiaba en él, y no pudo avisar a Dumbledore del ataque a Azkaban, estaba viendo como magos estaban siendo acabados, pero si intentaba algo seguramente sería descubierto y no podría volver a ser útil.
Los más temibles mortifagos, los más fieles seguidores de Voldemort salieron triunfales por la puerta principal, sintiendo el calor del sol después de los terribles años de encierro, con una sed de venganza renovada con su nueva libertad.
