Gracias a todos por seguir mi historia, y por dejar sus review son muy importantes para mi, esta historia esta a algunos capítulos de acabar y espero que les guste como ha quedado, nos vemos pronto ^^

Capítulo IX

La iniciación

Harry estaba solo en su habitación, temblaba como una hoja, la toma de Azkaban fue cruel y despiadada. Los gritos aún sonaban en su cabeza, Kira entró en silencio, se acercó a él y lo abrazó fuertemente. El se acogió en sus brazos.

—¿Debemos hacer esto Madre?—

—Si no deseas quedarte, puedo enviarte a casa, lejos de todo esto—

—Entonces, veámonos de aquí, dejemos esta vida—

El corazón noble de Harry aún luchaba contra la maldad y el odio que querían dominarlo, Kira lo sabía

–Te enviare de regreso a casa cuando tu quieras, los cerezos están por florece, es mejor así, eres demasiado bueno para esto, este horror y destrucción debe ser repugnante ante tus ojos—

Ella se dio la vuelta y se dirigió a la puerta, tomo la perilla antes de salir le dijo

—No puedo ir contigo, te acompañare parte del camino, recuerda que no importa lo que pase, siempre estaré contigo cuando me necesites—

Estaba abriendo la puerta cuando Harry la cerró nuevamente

—¿Por qué no puedes ir conmigo?.¿Por qué debes quedarte?—

—Tengo una deuda con Voldemort, digamos que durante algún tiempo fue como un padre para mí, por mucho que no este de acuerdo con las cosas que esta haciendo, es un compromiso que no puedo eludir, lo siento Harry—

—Yo...—

—Piénsalo Harry, yo respetaré la decisión que tomes, aunque eso signifique que tengas que alejarte de mí—

Ella le dio un beso en la frente y salió de la habitación dejándolo solo. Kira se dirigió a uno de los aloncitos de la mansión, ahí estaba Voldemort esperándola

—¿Lo hará?—

—Tardará un poco, pero lo hará, ahora debo irme, ellos esperan—

—¿Todos nos apoyaran?—

—No, sólo unos cuantos rebeldes, pero creo que serán suficientes, regresaré antes del amanecer—

Estaba por salir cuando Voldemort la detuvo sosteniéndola por una muñeca

—Tengo algo para ti, tal vez sea de utilidad—

Voldemort le coloca una cadena al cuello, finamente adornada con pequeños rubíes y zafiros, y en el centro una cruz de plata que brillaba bajo las tenues luces de las velas

—Sé que no la necesitas, pero sabia que se vería bien en ti—

Ella le dio un beso y salió de la mansión. No tardó mucho en llegar a la ciudad, las calles ya estaban desiertas, caminó por varias calles, hasta que de pronto oyó que la seguían, se detuvo y giró para ver quien era. Un hombre alto estaba parado como a unos 50 metros de donde ella se encontraba. Vestía de negro, con un traje fino, camisa de seda y reloj de oro. Su cabello era negro y su piel pálida parecía cera.

—Una mujer tan bella e indefensa como tu no debería caminar por estas calles sola—

Kira pudo darse cuenta que no era el único en la calle otros estaban escondidos en los techos cercanos, observando atentamente lo que pasaba.

—No soy tan indefensa como parezco—dijo ella con una voz melosa

El se movió hacia ella con una velocidad sobrehumana, salvando la distancia que los separaba en un segundo, ella pudo ver entonces los ojos de este hombre, de un azul cobalto que haría que cualquier mujer cayera a sus pies. Ella habló con voz calmada pero firme

—¿Están dispuestos a aliarse con Voldemort?—

—¿Él, nos dará lo que pedimos?—

—Si, mi clan esta dispuesto a hacerlo—

—¿Los demás clanes no se interpondrán?—

Él la examinaba con curiosidad, en especial la reliquia que colgaba de su cuello

—No, desean evitar el contacto con cualquier mago, no desean intervenir en la guerra que se avecina, se han alejado de aquí, la mayoría ya ha emigrado, y los que aun queda, están por irse—

—Bien, mañana tendrán lo que piden— Al decir esto, ella se empezó a alejar, el se abalanzó hacia ella y la tomó en sus brazos

—¿Cómo sabemos que cumplirán su palabra— él se acercó su boca al cuello de Kira, pero el crucifijo le impedía morderla, de pronto sintió que todo su cuerpo se paralizaba como si fuera de piedra, ella le habló al oído

—La cruz es solo una bonita joya, no la necesito para defenderme de los de tu clase, si quisiera ya habría acabado contigo y todo tu clan, no intentes morderme si no quieres terminar como un montón de ceniza—

Él pudo moverse nuevamente y se separo de ella. Kira saco de su ropa un cuchillo de plata y con rapidez hizo un corte en la palma de su mano, de inmediato la sangre empezó a corres por el corte, ella ofreció su mano

—Mi sangre sellará este pacto, si cumplen con nuestras expectativas recibirán mucho más de lo que piden—

El tomo la mano de Kira con suavidad, y posó sus labios sobre la herida, después de algunos segundos, el saco de su bolsillo un pañuelo de seda y con cuidado vendó la herida

—Mañana en la noche, iremos a expresar nuestro agradecimiento a lord Voldemort—

Y desapareció en la noche, al igual que todos aquellos que observaban a la lejanía. Ella regresó a mansión, Harry la esperaba en la puerta y se percato de inmediato del pañuelo ensangrentado que cubría la herida.

—Estas herida— Kira lo vio con ternura

—No te preocupes estoy bien, no es nada de cuidado—

Ella se dirigió a la biblioteca donde esperaba Voldemort

—¿Y bien?—

—Han aceptado estarán aquí mañana—

Harry veía todo desde la puerta, Kira se dirigió hacia un pequeño estante que contenía algunas pociones y tomo una de color púrpura que vació sobre la herida en poco tiempo estaba completamente curada. Tiro el pañuelo al suelo. Harry no podía soportar esto, seguramente si él hubiera ido a hacer lo que Voldemort le pidió a Kira, ella no habría salido herida, no podía permitir que se siguiera arriesgando así, debía conseguir más poder para protegerla. Con decisión camino hasta Voldemort y le dijo

—Quiero aprender, quiero ser mas fuerte, haré lo que me digas que debo hacer—

Voldemort lo vio con satisfacción, Kira se acercó a él

—Estas seguro Harry, aún puedes alejarte de todo esto si lo deseas— le dijo como si quisiera protegerlo, él la miró a los ojos, en su mirada había la convicción de que esto era lo que debía hacer

—Si, quiero hacerlo, desde hoy mismo si es posible—

Voldemort se acerco a él

—Bien esta noche todos sabrán que serás mi discípulo, es una noche importante, Kira ayúdalo para el ritual—

Kira salió de la habitación seguida de Harry. Mientras tanto Voldemort llamó a colagusano

—Mi lord, en que puedo servirle—

—Convoca a todos los mortifagos para esta noche, Harry Potter se convertirá en mi heredero, prepara todo para el ritual, al caer la noche nos convertiremos en la alianza más poderosa del mundo mágico—

La noticia fue conocida por los mortifagos esa misma tarde, Snape daba la noticia a Dumbledore en los cuarteles secretos de la Orden del Fénix, los ojos azules de él antiguo director de Hogwarts se veían tranquilos detrás de sus gafas de media luna, Lupin se acerco, consternado

—No podemos permitir que Voldemort convierta a Harry en su discípulo, aun tenemos esperanzas de salvarlo, ¿no es así, profesor? —

Dumbledore caminó unos pasos alrededor de la habitación absorto en sus pensamientos

—Todavía podemos recuperarlo, su corazón es tan puro como el de sus padres, nuestro mayor obstáculo es esa mujer que se hace pasar por su madre, ella es el peligro real, si podemos mostrarle a Harry a sus verdaderos padres podremos traerlo de vuelta, el debe conocer su origen, Severus ¿has visto a esa mujer?—

—Si, pero nunca he visto su cara, siempre esta encapuchada—

Todos se quedaron en silencio un momento, Sirius Black se acercó, sacó de entre sus ropas la foto de Lily, James cargando a Harry

—Esta debe servir, debemos rescatarlo de esa mujer—

Sirius se acercó a Snape y le entregó la foto

—Eres el único que puede llegar a él—

Snape la tomó, Dumbledore se acercó a él

—No te arriesgues si no es necesario, necesitamos saber que está pasando, si te descubren perderemos toda posibilidad de acercarnos a él, ten cuidado—

Snape salió de la habitación. Al anochecer estaba llegando a la mansión, había mucha actividad, varios magos encapuchados estaban en el interior, la mayoría hablaba en voz baja, pero se podía distinguir entre los murmullos el nombre de Harry Potter. Al entrar al gran salón, Snape pudo distinguir un altar de mármol al centro, con un pequeño caldero de oro sobre una flama azul. Su contenido estaba hirviendo, varias pequeñas vasijas estaban alrededor conteniendo varios líquidos, entre ellas una que contenía lo que sin duda era sangre. De pronto sintió que alguien lo aferraba de un brazo, un estremecimiento cruzo su espalda al darse cuenta que era Voldemort quien estaba a su lado.

—Me alegra que llegaras a tiempo Severus, me interesa saber que esta pasando con ese amante de los sangre sucia, debe ser un sacrificio muy grande convivir con gente de esa clase pero tu esfuerzo será recompensado—

—Es un honor poder servirle mi señor—

—Bien espero que sea verdad, si no, sabes que lo pagaras con tu vida, ahora prepárate, la ceremonia empezara pronto, es hora de ir por el chico—

Snape hizo una reverencia y pensó que esta era su oportunidad

—Mi señor, permítame hacerlo—

Y se alejo de inmediato. Subió la gran escalinata de mármol, y tocó suavemente en la habitación de Harry, desde el interior se oyó una voz invitándole a entrar, al abrir la puerta vio al chico parado al centro de la habitación, y Kira afuera en el balcón viendo hacia los jardines, como siempre su rostro oculto, Snape se acercó al chico

—Es hora, ¿estas listo?—

Harry asintió con la cabeza, Snape dejó caer la foto frente al chico como si hubiera sido un accidente, Harry la vió y de inmediato la levantó, era la misma foto que estaba en su amada casa, sobre una mesita junto a su cama, el único recuerdo que tenía de su padre

—¿de donde ha sacado esta foto?—

—Un amigo de tu padre la tenía—

Harry la observó varios minutos, con cariño toco el rostro del hombre que lo saludaba desde la foto

—Prometo protegerla padre, nada le pasará mientras este conmigo—

Snape no podía prever esta reacción, no era posible, el chico conocía a sus padres, entonces, ¿qué misterio había detrás de todo eso?, Snape entonces se dio cuenta que ella los había observado todo el tiempo a pocos metros de ella, y que no había hecho nada para impedir que el chico viera la foto. Kira se acercó con paso lento a Harry y tomó la foto y la dejó sobre la mesita de noche

—Debemos ir ahora Harry—

Ambos se dirigieron a la puerta, antes de salir Kira se detuvo

—Vamos Snape no debes perderte de esto—

Aun desconcertado por lo que acababa de pasar los siguió, al bajar por la escalinata todos los mortifagos presentes hicieron una vaya guiando el camino de los recién llegados hacía el pequeño altar, Snape tomo el lugar que habían dejado para él cerca del altar, Kira iba atrás de Harry con paso lento, Voldemort los esperaba junto al caldero que seguía hirviendo. Snape sabía que el ritual que estaban a punto de hacer tenía el objetivo de eliminar la última barrera de protección del muchacho, la que su madre había utilizado para protegerlo de la maldición que Voldemort le lanzara, estaba tranquilo porque la única forma de eliminarla era utilizando la sangre de algún mago de su familia, y con su madre y padre muertos no había manera que lograran completar el ritual, esto les daría más tiempo para encontrar otra manera de liberar al muchacho.

En pocos minutos el ritual empezó, cánticos en extrañas lenguas salieron de la boca del señor tenebroso, los ingredientes empezaron a ser lanzados al caldero, la poción cambió de color varias veces, el recipiente con sangre fue vaciado al último, después Kira se acercó, con un alfiler de plata se hizo una herida en la punta de su dedo, algunas gotas de su sangre cayeron en el caldero, la poción tomó un color dorado al igual que el humo que salía de ella. Voldemort vació un poco en una copa de oro y se la dio a Harry. El chico no lo pensó dos veces, tomó el contenido de un solo trago, por un momento se sintió mareado, un extraño frió recorrió todo su cuerpo, y segundos después desapareció. Voldemort se acercó a él, y por primera vez en todo el tiempo que había estado en la mansión lo toco, con su dedo índice recorrió lentamente la cicatriz de su frente, una gran sonrisa recorrió aquel rostro mas parecido a un reptil que a un humano, su voz siseante resonó en el salón

—Mortifagos, hoy Harry Potter se ha convertido en uno más de nosotros, como un heredero de Salazar Slytherin—

Horas más tarde Snape se reunía con Dumbledore y la Orden, Sirius se acercó de inmediato al profesor de Pociones

—¿Que sucedió?, ¿Funcionó?—

Snape lo esquivo y se dirigió directamente a Dumbledore

—Lo siento profesor, la fotografía no tuvo ningún efecto en él, sabe perfectamente quienes son sus padres—

Dumbledore seguía tranquilo

—No me esperaba esto, debemos pensar en otra cosa y pronto—

la voz de Snape sonó sombría

—Eso no es todo profesor, el señor tenebroso ha logrado hacer desaparecer la protección que La madre de Harry había dejado, y lo ha convertido en su discípulo—

Un silenció sepulcral se apodero de todos en la habitación, todos sentían la misma opresión en su corazón, y por primera vez Dumbledore parecía verse cansado y preocupado, todos sabían lo que pasaba, cada minuto la posibilidad de salvar a Harry Potter de las garras de Voldemort se alejaba cada vez más.