Hola de nuevo, espero que a todos les este gustando, el siguiente capitulo estará listo en un par de días, alguien tiene que morir y estoy ajustando los últimos detalles, nos vemos pronto. gracias por sus reviews ^ ^

CAPITULO X La noche del vampiro

Harry empezó su educación al lado de Voldemort, Kira siempre estaba presente, observando y evaluado, nunca intervenía. Las artes oscuras que Voldemort sabía iban más allá de lo que la mayoría imaginaba y ahora el único con quien compartía este conocimiento era aquel chico de ojos verdes. El día siguiente a su iniciación como discípulo de Voldemort el clan de vampiros apareció para jurar su lealtad hacía el señor oscuro y obtener la recompensa que les había prometido a cambio, Harry debía estar presente para que quedara clara su posición ante aquellos seres. Lo primero que aprendió era a no invitar a entrar a un vampiro a la casa, pues una vez que se les ha invitado, no hay magia que pueda expulsarlos y siempre encontraran una manera de entrar aunque todas las entradas posibles estén cerradas. Así que la reunión se llevó a cabo en el jardín de la mansión, la luna llena iluminaba los alrededores con una luz plateada, Voldemort iba al frente seguido de Harry y Kira, un grupo de 9 ó 10 personas los esperaban, vestían de manera elegante con relojes finos y ropa de diseñador, su piel blanca parecía brillar bajo la luz de la luna. El mas alto se acercó e hizo una reverencia frente al señor tenebroso.

—Mi nombre es Warrick, estoy aquí para cerrar nuestro pacto—

Harry pudo ver los dos pequeños pero afilados colmillos que sobresalían del resto de sus dientes, Warrick se acercó a sus compañeros, eran de diferentes grupos étnicos

—Ellos conforman mi clan, Donnely, Yukio, Yuma, Mitchel, Aideen, Borka, Kaylee, Maximilian y Fabián y prometemos servirte señor de la oscuridad—

El amanecer empezaba a acercarse, los vampiros presentían su cercanía y empezaron a inquietarse. Kira hizo un movimiento con su mano y brazaletes de oro aparecieron en la muñeca izquierda de cada uno de los vampiros presentes, en ese momento todos ellos sintieron el cuerpo paralizado, la angustia se reflejaba en sus ojos e iba creciendo conforme el amanecer se acercaba, hasta que el primer rayo de luz apareció iluminando el horizonte con una luz rojiza, y en pocos segundos el jardín fue iluminado, la piel de los vampiros se veía pálida como la cera a la luz del sol, pero sus cuerpos no estaban en llamas, no había dolor, como lo habían deseado los habían convertido en caminantes diurnos, entonces pudieron moverse para sentir nuevamente el calor del sol en su piel, Warrick se acercó.

—Estamos a su servicio—

Sin embargo, Fabián no pudo soportar esta extraña libertad que ahora se les ofrecía, de un salto se lanzó contra Kira y Harry, quien ante la impresión dio un paso atrás esperando el ataque, pero entonces el brazalete desapareció de la muñeca de Fabián y apareció en la mano de Voldemort, el vampiro se hizo polvo en segundos, después de lanzar un espantoso grito.

—No intenten traicionarme o correrán la misma suerte que él, sírvanme bien y recibirán mas de lo que han pedido—

Voldemort regreso a la mansión tomando del hombro a Harry, Kira los seguía de cerca

——Debes siempre sentirte en control de la situación nunca muestres debilidad o te tomarán como un ser débil y fácil de engañar—

Al entrar al gran salón Kira vio a Snape platicando con Lucius Malfoy, ella pensó que era hora de jugar con los seguidores de Dumbledore, ya que estaba segura que él era el traidor, ella se acercó a Harry y le dijo al oído

—Es hora de que te acostumbres a tu nueva posición, ve hacía ellos y ordena a Snape que me vea en la biblioteca —

Algo nervioso Harry se dirigió a los dos hombres, mientras Kira entraba en la biblioteca, Lucius y Severus se dieron cuenta de la presencia del chico. Voldemort observaba a lo lejos, Harry estaba nervioso pero lo hizo con todo el aplomo que podía

—Snape, mi madre quiere verte en la biblioteca, ahora—

Los hombres hicieron una reverencia aunque había cierto desagrado al tener que obedecer las ordenes de aquel chiquillo, Snape pensó que era una buena oportunidad para averiguar más de aquella mujer. Snape se despidió de Malfoy, hizo una ligera reverencia a Harry y se dirigió a la biblioteca, la puerta estaba semiabierta, así que entró. Kira estaba en el gran ventanal que daba al jardín, su capa estaba en el sillón, su cabellera castaña rojiza caía suavemente por su espalda.

—Cierra la puerta con llave Severus, no quiero que nos molesten—

Él obedeció, se quedó junto a la puerta observándola, le sorprendía que no usara las ropas propias de un mago bajo la túnica o la capa, era la primera vez que la veía sin que se cubriera totalmente la cara y el cuerpo. Kira estaba elegantemente vestida con un conjunto de terciopelo negro, la blusa de cuello alto hacía lucir en todo su esplendor el crucifijo que Voldemort le regalara, llevaba una falda corta y unas botas altas de gamuza. Snape la miró por varios minutos percatándose de que no solo se veía hermosa, sino peligrosa también.

—Acércate—

Él obedeció, quedó a pocos pasos de ella, sólo necesitaba estirarse para tocarla

—Sé lo que has estado haciendo, sé que has llevado información al exterior—

Se sintió acorralado, pero lo disimulo lo más que pudo, agradecía que ella estuviera de espaldas y que no hubiera visto su reacción inicial

—No haría eso, le debo fidelidad a mi señor—

Ella empezó a girar mientras hablaba hasta quedar cara a cara

—A mi no puedes engañarme Snivellus—.

Snape no pudo ocultar su sorpresa, tanto por lo que había oído como por lo que estaba viendo retrocedió atemorizado y tropezó con el sillón, se quedó sentado inmóvil por la sorpresa

—¡Lilly Evans!—

Ella se acercó al sillón, apoyó su rodilla en el sillón entre las piernas de Snape, se inclinó hacía adelante colocando sus manos en el respaldo dejando al profesor de pociones sin escapatoria. Sus rostros estaban a pocos centímetros uno del otro. Él podía verla bien, cada detalle

—Veo que no te has olvidado de mí—

No podía creerlo, Lilly estaba muerta, todos lo sabían, pero esa mujer frente a él era idéntica, aquel rostro y esos hermosos ojos verdes que eran idénticos a los del chico que se encontraba a pocos metros de ellos.

—Sé que iras a contar esto a tus amigos, y ya no importa sabes, Harry no se separará de mí ahora, aun no he decidido si le diré a Voldemort o no, pero más te vale que sigas apareciéndote por aquí como si nada, porque el señor tenebroso podría sospechar de ti y te buscaría hasta matarte y no queremos que pase eso... aun... así que quiero que seas un buen chico y le digas esto a Dumbledore y procura tranquilizarte sino quieres que sospechen algo—

Le dio un beso en la boca y salió de la biblioteca dejándolo solo, aturdido y temeroso.

Esa noche Snape se reunió con la Orden, al oír la noticia de lo que había pasado todos se quedaron sorprendidos, ahora comprendían lo que había pasado con la foto, y porque Harry parecía tan allegado a aquella mujer

—¿cómo puede utilizar la apariencia de Lilly?, la poción multijugos sólo funciona con personas vivas, No es así profesor— Dijó Sirius visiblemente molesto —No perdonaré a esa mujer, no sólo a contaminado la mente de Harry, sino también a usurpado la memoria de Lilly, prometo que cuando la tenga cerca la mataré—

Dumbledore se acercó, estaba sereno y no dejaba que su sorpresa nublara su juicio

—Debemos averiguar como lo hace, y acabar con ese hechizo cuanto antes, para llegar hasta Harry—

Todos salieron a investigar, sólo quedaron Dumbledore y Arthur Weasley

—Albus, ¿qué crees que está pasando?—

—Hay algo más profundo alrededor de esto que nosotros desconocemos, ahí está la clave de lo que buscamos—

—Iré a casa, Molly debe estar preocupada, tal vez alguno de los chicos sepa algo—

Dumbledore se quedó sólo, de pronto una figura femenina salió de las sombras, el tomo su varita listo para pelear

—No vine a pelear, es algo muy aburrido sabes, nunca me ha gustado hacerlo—

Kira salió de entre las sombras, Dumbledore de repente sintió como su cuerpo se paralizaba, sabía que era ella la que poseía esa magia. Ella se acercó más hasta que él pudo verla bien. Era sin duda la viva imagen de Lilly, pero no detenida en el tiempo como imaginaba, sino como si no hubiera muerto y hubiera seguido su vida

—¿Quién eres?—

Ella se acercó y lo abrazó, como si hubiera encontrado a alguien muy querido después de mucho tiempo, susurro unas palabras

—Cantamen Cassandra—

Ella se alejó un poco y lo observó

—Eres muy poderoso, no deseo tener un enfrentamiento contigo, además no deseo matarte, fuiste muy querido por alguien muy cercano a mí, eso me hace sentir simpatía por ti—

—Deja libre a Harry—

—No puedo hacer eso, pero te daré algo, te diré toda la verdad, lo único malo es que el hechizo que acabo de lanzarte te impedirá que lo comentes con alguien, y si de algún modo lo logras decir, nadie te creerá, no puedo arriesgarme aún a que descubras mis secretos—

Ella volvió a acercarse a él y le dijo todo al oído, cada detalle y cada secreto, al terminar le dio un beso en la mejilla como si se despidiera de su padre y desapareció. Horas después Arthur regresó y encontró a Dumbledore meditando frente a la chimenea, preocupado por el grado de abstracción del director de Hogwarts, se acercó preocupado

—¿Que sucede?—

— Arthur, debemos ser cuidadosos, es peor de lo que imaginamos—