¿Quién será mi próxima victima? ¿cómo morirá?, no se pierdan este capitulo
para averiguarlo.
CAPITULO XI
LA MUERTE DE LA DAMA DE LA OSCURIDAD
Dumbledore sabía ahora toda la verdad, pero no le era posible comunicarlo a los demás a causa del hechizo que había lanzado Kira sobre él, sin embargo, ahora estaban más alerta que nunca preparados para lo que pasara.
Harry estaba en el balcón de la mansión, le gustaba mirar lo que hacían los vampiros, en especial Warrick, le causaba mucha curiosidad su forma de actuar, de cómo guiaba a su clan. De repente, Warrick desapareció del jardín, Harry lo buscó sólo para darse cuenta que ahora estaba frente a el, como si hubiera aparecido de la nada
—¡Que es lo que deseas preguntar?— le dijo Warrick mientras clavaba sus ojos azul cobalto en los ojos verdes del chico
— eh...yo sólo quería preguntar.. como es la inmortalidad—
El vampiro lo observaba con mucha curiosidad, el estaba tan fascinado con el chico, como el chico lo estaba de él
—La inmortalidad es un regalo que no cualquiera puede mantener, muchos se cansan y se dejan morir. El paso del tiempo es implacable, y difícil de soportar, además que puede llegar a ser una existencia muy solitaria, porque lo preguntas, ¿acaso quieres convertirte en uno de nosotros—
—No... yo no—
Un escalofrío recorrió la espalda del adolescente al ver los blancos colmillos de Warrick y como no dejaba de verlo
—Eres especial chico, si alguna vez me necesitas, llámame, yo podré encontrarte sin problemas—
El vampiro se alejó, regresando con los de su clan, dejando a Harry, confundido, pero visiblemente complacido con ese encuentro, era la primea vez que alguien se ponía a sus ordenes sin hacerle una expresión de desagrado.
Mientras tanto Kira ya había escogido a su siguiente victima, Sirius Black, tenía algunas deudas pendientes con él. Esa noche salió sola con su capa de terciopelo, hacía frío, sabía que Sirius Black estaba solo. Dumbledore y los demás miembros de la Orden buscaban alianzas para poder enfrentarse definitivamente a Voldemort. Harry vio salir a Kira y sintió curiosidad por saber a donde iba, Warrick iba con él, la siguieron por un largo rato, hasta que ella llegó a su objetivo. Con un solo movimiento abrió la puerta y entró, la casa estaba completamente en silencio, la chimenea estaba encendida y un hombre estaba sentado frente al fuego. Kira se acercó tan silenciosa como un gato
—Tanto tiempo sin verte Sirius—
El se sobresaltó, aquella voz no le era desconocida, pero sentía que nunca la había oído, se levantó de un salto de su asiento para quedar frente a ella
—Tu no eres Lilly—
—Como puedes estar tan seguro de eso, acaso todo lo que pasamos juntos no importa nada—
Ella se acercó a él hasta quedar a pocos centímetros, Sirius veía aquellos profundos ojos verdes y en su corazón crecía el odio al ver que un ser tan despreciable utilizara la imagen de alguien tan querido para él
—Se que estas utilizando algún hechizo o encantamiento para hacerte pasar por ella—
—Y porque no lo averiguas, si me matas el hechizo desaparecerá y me verás como realmente soy, no es lo que piensas—
El intentó sacar su varita pero ella lo golpeo haciéndolo caer al suelo, la varita voló por los aires cayendo a varios metros de ellos
—No pensaras que fuera sencillo—
—Juro que te haré pagar por lo que has hecho con Harry—
Sirius se lanzó hacía ella para golpearla, ella aprovecho su impulso para tirarlo al suelo, el cayó de espaldas, ella se sentó sobre él utilizando sus rodillas para inmovilizar las manos de Sirius. De pronto sintió como su cuerpo se paralizaba
—Cuantas veces no deseaste tenerme así, pero eras demasiado leal para admitir lo que deseabas hacer con la esposa de tu mejor amigo—
—¡CALLATE, TU NO ERES LILLY!—
Ella sonrió
—Es una lastima que sólo puedas disfrutarlo por tan poco tiempo, pero debes pagar por lo que me hiciste la última vez que nos vimos—
Ella sacó un cuchillo de plata y se preparó para hundirlo en el pecho de aquel hombre, de pronto oyó un ruido, alguien acababa de entrar, debía darse prisa, intentó descargar el golpe pero de pronto algo se lo impidió, la filosa punta del arma estaba a pocos centímetros de Sirius cuando Harry entró, Kira lo vio, pero no podía moverse de su mano cayo el cuchillo como si no pudiera cometer un acto de tal naturaleza, o pro lo menos eso pensó Harry al verla sin embargo, la verdad era otra. Par Kira el cuarto empezó a desaparecer, hasta quedar en la total oscuridad, le pareció ver su reflejo en esa oscuridad, se acercó para ver mejor, pero no era su reflejo, esa imagen era por lo menos 10 años más joven que ella y entonces lo comprendió
—Lilly—
—No puedes continuar con esto Millie, por favor detente—
—No puedes regresar, por eso invocaste mi alma ha este lugar, ingenioso—
Lilly se acercó
—Por favor, detén toda esta locura, aleja a Harry de Voldemort—
—Tú me pediste que lo protegiera, y eso es lo que he hecho todos estos años, ha sido un niño feliz, y nunca le ha pasado nada—
—No sabía que mis ruegos llegarían a ti, no sabía ni siquiera que existías, podía presentir que había algo más allá pero no sabía que eras tu, no sabía que mi último gran deseo llegaría a ti—
—Yo tampoco pedir sentir tanto amor por tu hijo, como si fuera mío, dejaste ese sentimiento en mi corazón y aún sigue ahí, hice lo mejor que pude para él, lo protegí y lo ame como tu lo hubieras hecho, tal vez de la misma manera no, pero si con el mismo fin—
De pronto Kira sintió algo, algo estaba por pasar, ella se acercó a Lilly y la abrazó
—No puedo detenerlo, ya todo ha pasado, el destino es el que tiene las cartas en su mano ahora, Lilly, somos hermanas y te quiero, pero ya no puedo hacer nada para detener esto—
—Pide ayuda a Dumbledore, a la Orden ellos te ayudaran—
Se alejaron para poder mirarse directamente a los ojos, Lilly sabía que si su hermana sentía el mismo amor por Harry que ella podría convencerla tarde o temprano, tal vez su alma podría eliminar algo de la maldad del alma de su hermana
—Por favor Millie, hazlo por él—
Kira se llevó las manos al cuello y sonrió
—Sabes, eres la única que me ha llamado por mi nombre muggle, no recordaba que existía, el nombre que nuestros padres escogieron para mi, Evans un apellido que nunca use, Tom decía que era la dama de la oscuridad, por eso me nombro Kira, eso es lo que significa mi nombre. Es una lastima que nadie más pueda llamarme Millie otra vez, siento de verdad no poder ayudarte aunque quisiera Lilly, ya es muy tarde, salvaste a Sirius Black de una muerte segura, pero al hacerlo has causado mi muerte—
—No es posible...—
—Al detenerme Harry pensará que no pude hacerle daño a Black, me creerá incapaz de lastimar a nadie y eso provocará un dolor más grande cuando muera a manos de Black, él ya debe haberse dado cuenta que estoy indefensa, que no puedo moverme y no desperdiciará esta oportunidad, ya una vez me salve de su ataque, pero esta vez no lo permitirá—
Los ojos de Lilly se llenaron de lagrimas, su voz estaba llenándose de angustia
—Sirius no es capaz de hacerte daño, no si te pareces a mi—
—Lo he hecho enfurecer, lo hice creer que estoy utilizando tu imagen, no se detendrá hasta matarme, ya no falta mucho, ya no puedo hacer nada—
Lilly observó entonces las manos de Kira, estaban cubiertas de sangre
—Te veré del otro lado querida hermana—
Kira cerró los ojos, sólo para empezar a sentir un infinito dolor en su cuello, pudo percibir el sabor de su sangre en la boca, a penas podía respirar, pudo sentir el peso del gran perro negro sobre ella, las grandes patas delanteras estaban sobre sus hombros impidiéndole moverse, intentó moverse pero el perro mordía una y otra vez su cuello destrozándolo, podía oír los gritos desesperados de Harry intentando liberarla del enorme perro negro. Sirius estaba fuera de si, solo deseaba exterminarla, Harry sintió tanta desesperación que no supo como pasó, pero de repente el perro volaba por los aires y se estrellaba contra un mueble quedando inconsciente. Arthur Weasley, Remus Lupin y Minerva McGonagall aparecieron en la habitación, el caos reinante en la habitación los tomo de sorpresa, Sirius inconsciente en un rincón, Harry frente a ellos junto al cuerpo ensangrentado de quien parecía ser Lilly Potter. El chico gritaba con todas sus fuerzas.
—¡POR FAVOR AYÚDENLA!—
Pero ellos veían la enorme herida dejada por Sirius en el cuello de Kira, estaban en shock, no había nada que pudiera ayudar, tardarían mucho en preparar algo para curarla, además sabían que ella era la culpable de que Harry e fuera, y pensaban lo mismo que Sirius, cuando muriera el hechizo se desvanecería y el chico podría ver que ella no era su madre, debían dejarla morir para recuperar a Harry Potter
—No podemos hacer nada, lo sentimos—
Los ojos verdes de Harry estaban llenos de lagrimas, su mirada era una suplica, debía haber una forma de salvarla, Arthur intento acercarse para separarlo de ella, pero Harry se aferraba a Kira —¡NO SE ACERQUEN A MI!—
Una fuerza mágica los obligo a alejarse, emanaba del chico cada célula de su cuerpo estaba creando magia intentando ayudar a su madre pero era inútil, Kira vio a Harry, con mucho trabajo logro tocar su rostro, quiso hablar pero no había forma que saliera ningún sonido de su garganta destrozada, pero el pudo entender lo que decía "Lo siento, te quiero mucho Harry"
—¡NOOO, NO PUEDES MORIR, NO PUEDES DEJARME—
Harry volteo a la ventana, Warrick estaba afuera, no podía entrar
—Warrick, entra rápido, debes hacer algo—
El vampiro apareció a su lado, la voz de Harry se apagaba
—Hazlo, ahora—
El vampiro vio la decisión del chico y no titubeo, dejo caer su sangre sobre la boca de Kira aunque el sabía que posiblemente ya era demasiado tarde, pero el chico necesitaba sentir ese apoyo o se volvería loco
—No puedo asegurarte que funcione, tal vez ya era demasiado tarde—
Warrick abrazó al chico que empezaba a sollozar descontrolado, los magos presentes estaban sorprendidos ante esta imagen, un chico sosteniendo el cuerpo inerte de una mujer, mientras un vampiro los custodiaba. McGonagal intentaba romper el escudo mágico que Harry había colocado, pero era demasiado fuerte. Black estaba herido y seguía inconsciente. Por varios minutos todo quedo en silencio. Harry habló con una voz vacía y lejana
—Debemos llevarla a casa—
Warrick soltó a Harry y con mucho cuidado tomó el cuerpo de Kira en sus brazos, sus hermosos ojos verdes seguían abiertos a pesar que ella había muerto ya hacía varios minutos, el chico los vio ahora sin brillo y fijos, con cuidado. Ambos se dirigieron a la puerta, el paso de Harry era tembloroso, Lupin habló
—Harry, podemos ayudarte, no te vayas—
Antes de cruzar la puerta Harry se detuvo, no quería mirarlos, su voz sonó amenazadora
—No vuelvan a pronunciar mi nombre, regresaré a saldar cuentas con ese asesino—
Ambos hombres salieron sin mirar atrás perdiéndose en la noche.
CAPITULO XI
LA MUERTE DE LA DAMA DE LA OSCURIDAD
Dumbledore sabía ahora toda la verdad, pero no le era posible comunicarlo a los demás a causa del hechizo que había lanzado Kira sobre él, sin embargo, ahora estaban más alerta que nunca preparados para lo que pasara.
Harry estaba en el balcón de la mansión, le gustaba mirar lo que hacían los vampiros, en especial Warrick, le causaba mucha curiosidad su forma de actuar, de cómo guiaba a su clan. De repente, Warrick desapareció del jardín, Harry lo buscó sólo para darse cuenta que ahora estaba frente a el, como si hubiera aparecido de la nada
—¡Que es lo que deseas preguntar?— le dijo Warrick mientras clavaba sus ojos azul cobalto en los ojos verdes del chico
— eh...yo sólo quería preguntar.. como es la inmortalidad—
El vampiro lo observaba con mucha curiosidad, el estaba tan fascinado con el chico, como el chico lo estaba de él
—La inmortalidad es un regalo que no cualquiera puede mantener, muchos se cansan y se dejan morir. El paso del tiempo es implacable, y difícil de soportar, además que puede llegar a ser una existencia muy solitaria, porque lo preguntas, ¿acaso quieres convertirte en uno de nosotros—
—No... yo no—
Un escalofrío recorrió la espalda del adolescente al ver los blancos colmillos de Warrick y como no dejaba de verlo
—Eres especial chico, si alguna vez me necesitas, llámame, yo podré encontrarte sin problemas—
El vampiro se alejó, regresando con los de su clan, dejando a Harry, confundido, pero visiblemente complacido con ese encuentro, era la primea vez que alguien se ponía a sus ordenes sin hacerle una expresión de desagrado.
Mientras tanto Kira ya había escogido a su siguiente victima, Sirius Black, tenía algunas deudas pendientes con él. Esa noche salió sola con su capa de terciopelo, hacía frío, sabía que Sirius Black estaba solo. Dumbledore y los demás miembros de la Orden buscaban alianzas para poder enfrentarse definitivamente a Voldemort. Harry vio salir a Kira y sintió curiosidad por saber a donde iba, Warrick iba con él, la siguieron por un largo rato, hasta que ella llegó a su objetivo. Con un solo movimiento abrió la puerta y entró, la casa estaba completamente en silencio, la chimenea estaba encendida y un hombre estaba sentado frente al fuego. Kira se acercó tan silenciosa como un gato
—Tanto tiempo sin verte Sirius—
El se sobresaltó, aquella voz no le era desconocida, pero sentía que nunca la había oído, se levantó de un salto de su asiento para quedar frente a ella
—Tu no eres Lilly—
—Como puedes estar tan seguro de eso, acaso todo lo que pasamos juntos no importa nada—
Ella se acercó a él hasta quedar a pocos centímetros, Sirius veía aquellos profundos ojos verdes y en su corazón crecía el odio al ver que un ser tan despreciable utilizara la imagen de alguien tan querido para él
—Se que estas utilizando algún hechizo o encantamiento para hacerte pasar por ella—
—Y porque no lo averiguas, si me matas el hechizo desaparecerá y me verás como realmente soy, no es lo que piensas—
El intentó sacar su varita pero ella lo golpeo haciéndolo caer al suelo, la varita voló por los aires cayendo a varios metros de ellos
—No pensaras que fuera sencillo—
—Juro que te haré pagar por lo que has hecho con Harry—
Sirius se lanzó hacía ella para golpearla, ella aprovecho su impulso para tirarlo al suelo, el cayó de espaldas, ella se sentó sobre él utilizando sus rodillas para inmovilizar las manos de Sirius. De pronto sintió como su cuerpo se paralizaba
—Cuantas veces no deseaste tenerme así, pero eras demasiado leal para admitir lo que deseabas hacer con la esposa de tu mejor amigo—
—¡CALLATE, TU NO ERES LILLY!—
Ella sonrió
—Es una lastima que sólo puedas disfrutarlo por tan poco tiempo, pero debes pagar por lo que me hiciste la última vez que nos vimos—
Ella sacó un cuchillo de plata y se preparó para hundirlo en el pecho de aquel hombre, de pronto oyó un ruido, alguien acababa de entrar, debía darse prisa, intentó descargar el golpe pero de pronto algo se lo impidió, la filosa punta del arma estaba a pocos centímetros de Sirius cuando Harry entró, Kira lo vio, pero no podía moverse de su mano cayo el cuchillo como si no pudiera cometer un acto de tal naturaleza, o pro lo menos eso pensó Harry al verla sin embargo, la verdad era otra. Par Kira el cuarto empezó a desaparecer, hasta quedar en la total oscuridad, le pareció ver su reflejo en esa oscuridad, se acercó para ver mejor, pero no era su reflejo, esa imagen era por lo menos 10 años más joven que ella y entonces lo comprendió
—Lilly—
—No puedes continuar con esto Millie, por favor detente—
—No puedes regresar, por eso invocaste mi alma ha este lugar, ingenioso—
Lilly se acercó
—Por favor, detén toda esta locura, aleja a Harry de Voldemort—
—Tú me pediste que lo protegiera, y eso es lo que he hecho todos estos años, ha sido un niño feliz, y nunca le ha pasado nada—
—No sabía que mis ruegos llegarían a ti, no sabía ni siquiera que existías, podía presentir que había algo más allá pero no sabía que eras tu, no sabía que mi último gran deseo llegaría a ti—
—Yo tampoco pedir sentir tanto amor por tu hijo, como si fuera mío, dejaste ese sentimiento en mi corazón y aún sigue ahí, hice lo mejor que pude para él, lo protegí y lo ame como tu lo hubieras hecho, tal vez de la misma manera no, pero si con el mismo fin—
De pronto Kira sintió algo, algo estaba por pasar, ella se acercó a Lilly y la abrazó
—No puedo detenerlo, ya todo ha pasado, el destino es el que tiene las cartas en su mano ahora, Lilly, somos hermanas y te quiero, pero ya no puedo hacer nada para detener esto—
—Pide ayuda a Dumbledore, a la Orden ellos te ayudaran—
Se alejaron para poder mirarse directamente a los ojos, Lilly sabía que si su hermana sentía el mismo amor por Harry que ella podría convencerla tarde o temprano, tal vez su alma podría eliminar algo de la maldad del alma de su hermana
—Por favor Millie, hazlo por él—
Kira se llevó las manos al cuello y sonrió
—Sabes, eres la única que me ha llamado por mi nombre muggle, no recordaba que existía, el nombre que nuestros padres escogieron para mi, Evans un apellido que nunca use, Tom decía que era la dama de la oscuridad, por eso me nombro Kira, eso es lo que significa mi nombre. Es una lastima que nadie más pueda llamarme Millie otra vez, siento de verdad no poder ayudarte aunque quisiera Lilly, ya es muy tarde, salvaste a Sirius Black de una muerte segura, pero al hacerlo has causado mi muerte—
—No es posible...—
—Al detenerme Harry pensará que no pude hacerle daño a Black, me creerá incapaz de lastimar a nadie y eso provocará un dolor más grande cuando muera a manos de Black, él ya debe haberse dado cuenta que estoy indefensa, que no puedo moverme y no desperdiciará esta oportunidad, ya una vez me salve de su ataque, pero esta vez no lo permitirá—
Los ojos de Lilly se llenaron de lagrimas, su voz estaba llenándose de angustia
—Sirius no es capaz de hacerte daño, no si te pareces a mi—
—Lo he hecho enfurecer, lo hice creer que estoy utilizando tu imagen, no se detendrá hasta matarme, ya no falta mucho, ya no puedo hacer nada—
Lilly observó entonces las manos de Kira, estaban cubiertas de sangre
—Te veré del otro lado querida hermana—
Kira cerró los ojos, sólo para empezar a sentir un infinito dolor en su cuello, pudo percibir el sabor de su sangre en la boca, a penas podía respirar, pudo sentir el peso del gran perro negro sobre ella, las grandes patas delanteras estaban sobre sus hombros impidiéndole moverse, intentó moverse pero el perro mordía una y otra vez su cuello destrozándolo, podía oír los gritos desesperados de Harry intentando liberarla del enorme perro negro. Sirius estaba fuera de si, solo deseaba exterminarla, Harry sintió tanta desesperación que no supo como pasó, pero de repente el perro volaba por los aires y se estrellaba contra un mueble quedando inconsciente. Arthur Weasley, Remus Lupin y Minerva McGonagall aparecieron en la habitación, el caos reinante en la habitación los tomo de sorpresa, Sirius inconsciente en un rincón, Harry frente a ellos junto al cuerpo ensangrentado de quien parecía ser Lilly Potter. El chico gritaba con todas sus fuerzas.
—¡POR FAVOR AYÚDENLA!—
Pero ellos veían la enorme herida dejada por Sirius en el cuello de Kira, estaban en shock, no había nada que pudiera ayudar, tardarían mucho en preparar algo para curarla, además sabían que ella era la culpable de que Harry e fuera, y pensaban lo mismo que Sirius, cuando muriera el hechizo se desvanecería y el chico podría ver que ella no era su madre, debían dejarla morir para recuperar a Harry Potter
—No podemos hacer nada, lo sentimos—
Los ojos verdes de Harry estaban llenos de lagrimas, su mirada era una suplica, debía haber una forma de salvarla, Arthur intento acercarse para separarlo de ella, pero Harry se aferraba a Kira —¡NO SE ACERQUEN A MI!—
Una fuerza mágica los obligo a alejarse, emanaba del chico cada célula de su cuerpo estaba creando magia intentando ayudar a su madre pero era inútil, Kira vio a Harry, con mucho trabajo logro tocar su rostro, quiso hablar pero no había forma que saliera ningún sonido de su garganta destrozada, pero el pudo entender lo que decía "Lo siento, te quiero mucho Harry"
—¡NOOO, NO PUEDES MORIR, NO PUEDES DEJARME—
Harry volteo a la ventana, Warrick estaba afuera, no podía entrar
—Warrick, entra rápido, debes hacer algo—
El vampiro apareció a su lado, la voz de Harry se apagaba
—Hazlo, ahora—
El vampiro vio la decisión del chico y no titubeo, dejo caer su sangre sobre la boca de Kira aunque el sabía que posiblemente ya era demasiado tarde, pero el chico necesitaba sentir ese apoyo o se volvería loco
—No puedo asegurarte que funcione, tal vez ya era demasiado tarde—
Warrick abrazó al chico que empezaba a sollozar descontrolado, los magos presentes estaban sorprendidos ante esta imagen, un chico sosteniendo el cuerpo inerte de una mujer, mientras un vampiro los custodiaba. McGonagal intentaba romper el escudo mágico que Harry había colocado, pero era demasiado fuerte. Black estaba herido y seguía inconsciente. Por varios minutos todo quedo en silencio. Harry habló con una voz vacía y lejana
—Debemos llevarla a casa—
Warrick soltó a Harry y con mucho cuidado tomó el cuerpo de Kira en sus brazos, sus hermosos ojos verdes seguían abiertos a pesar que ella había muerto ya hacía varios minutos, el chico los vio ahora sin brillo y fijos, con cuidado. Ambos se dirigieron a la puerta, el paso de Harry era tembloroso, Lupin habló
—Harry, podemos ayudarte, no te vayas—
Antes de cruzar la puerta Harry se detuvo, no quería mirarlos, su voz sonó amenazadora
—No vuelvan a pronunciar mi nombre, regresaré a saldar cuentas con ese asesino—
Ambos hombres salieron sin mirar atrás perdiéndose en la noche.
