Capítulo 2.- ¿Qué vas a hacer ahora?

El toque de queda había llegado al colegio, pero eso no le iba detener de dar con su objetivo a corto plazo: encontrar al chico de oro y ¿por qué no?, hablar con él. Dio vuelta en uno de los pasillos del tercer piso antes de dar con unas escaleras que, por su aspecto, no se habían usado en muchisimo tiempo y no dudó antes de encaminarse pisos arriba por estas mismas.

No recordaba haberlas visto alguna vez en sus dos años de rondas nocturnas (y eso que pasaba muy seguido por ahí), por lo que apuntó mentalmente consultar esa parte del castillo en 'Hogwarts a través de los tiempos' mientras seguía subiendo sin prestar atención al polvo que se pegaba a las orillas de su túnica, se encargaría de eso más tarde. La sola idea de encontrarse con la persona con la que había querido hablar desde ese incidente en la tarde valía todas las molestias que estaba tomando.

Se detuvo unos instantes para observar la alfombra roída que se atoró en su zapato antes de sacar su varita y deshacerse de esta; el instinto le obligó a inclinarse para ver más de cerca la capa removida de polvo que no cubría algunas partes de los frágiles escalones que amenazaban con romperse de un momento a otro y sonrió con satisfacción, plenamente consciente de que escaleras arriba se encontrara su objetivo.

Lo que no esperó es que, escaleras arriba, se encontrara con una piltrafa de lo que debía ser Harry Potter. Entró por la resquebrajada puerta de madera provocando un chirrido por parte de esta sintiendo como el helado aire se colara por cada uno de sus huesos y posó su mirada por todos los sucios rincones llenos de lo que lo que posiblemente eran sillones convertidos en aserrín, antes de divisar un bulto que temblaba considerablemente. Al acercarse más pudo distinguir la figura de un chico en posición fetal y al inclinarse sobre esta vio, con la poca luz que se colaba débilmente por los cristales rotos, el rostro enmugrecido de Harry contraído de dolor, murmurando palabras inaudibles, llorando apagadamente.

No lo pensó dos veces antes de conjurar una camilla y correr con rumbo a la enfermería, sin dejar de culparse internamente por el estado de Harry. En su apuro no reparó en ver por donde pisaba, lo que provocó que una de sus piernas se atorara en uno de los escalones cuando este se rompiera en dos. Con la mano que tenía libre jaló su pierna con todas sus fuerzas y, sin prestar atención al intenso dolor que se hizo presente en su tobillo cuando este fue liberado, siguió corriendo hasta que sus fuerzas le exigieron detenerse, a pocos metros de la enfermería, para recuperar el aliento.

Removió el mechón de cabellos que cubrieron su vista y lo acomodó en su lugar antes de mover nuevamente la varita y avanzar con paso seguro a la enfermería, volteando a cada instante para asegurarse de que la camilla que transportaba al chico le seguía. Se detuvo frente a la puerta unos instantes, meditando lo que le habría de contar a la enfermera, pero nada se le ocurría y, tras una nueva mirada al chico en la camilla, abrió las puertas buscando a Madam Pomfrey, ¡al diablo con las explicaciones!, su prioridad era la salud del chico-que-vivió, y ya se las arreglaría después.

No había nadie en la enfermería a esas horas, así que depositó sutilmente al chico sobre una de las camas vacías que se encontraban más cerca de la oficina de la enfermera antes de dirigirse hacia ahí y entrar sin tocar. Suerte que la enfermera no era de esas personas que se entretenían haciendo algo indebido en su espacio, de lo contrario eso hubiera resultado por demás vergonzoso. La señorita Pomfrey, que se encontraba sentada en la semioscuridad, observando una caja de cristal de considerable tamaño donde se encontraban cientos de seres luminosos que bailaban sin ordena alguno se sorprendió tanto de ver a un alumno despierto pasada la medianoche que casi tira la caja de su escritorio.

- Señorita ¿qué hace usted...? –Comenzó a sermonerarle insegura.

- Creo que hay alguien que debe de ver... –y sin esperar palabra dio media vuelta rogando que la mujer le siguiera y se paró frente a la cama del chico.

Sonrió discretamente cuando sintió cerca de sí la presencia de la enfermera y más aún al ver de reojo la expresión de desconcierto en su cara, pero no era una sonrisa burlona ni sincera, era una sonrisa melancólica. Desvió la mirada del individuo de la cama y la posó en la todavía desconcertada enfermera, quien luchaba decir alguna palabra coherente. En otro momento le pudo haber resultado gracioso, pero no en ese momento en específico.

-¿Qué... qué le sucedió al joven Potter? –Fue la pregunta que pudo formular después de varios minutos.

- No tengo idea –mintió naturalmente la chica –lo encontré cerca de la torre de astronomía en ese estado y pensé que usted podía ayudarle –su vista regresó a la cama - ¿se va a poner bien?

- Naturalmente, pero me temo que tendrá que pasar la noche aquí, ¿qué hacía...

- No sé si recuerde que soy prefecta –aclaróla chica antes de que siguiera con su interrogatorio.

- Ahh, claro –concedió Madam Pomfrey mientras se dirigía a su oficina para conseguir algunas pociones y vendas, y posteriormente volver a la única cama ocupada –creo que debería regresar a sus habitaciones, yo le avisaré cuando reaccione.

Y con un débil 'gracias' abandonó la enfermería con dirección a su sala común, consciente de que posiblemente no podría conciliar el sueño esa noche, al menos no por medios naturales.

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El exceso de luz en el lugar le impedía seguir durmiendo, pero no por eso había cogido sus gafas o contestado alguna pregunta que la enfermera le hiciera, haciéndole creer a esta que lo que fuese que le hubiere pasado le convirtió (al menos temporalmente) en un ser autista o catatónico, pero su opinión le tenía sin cuidado; él sólo se limitaba a observar la pared de su lado derecho, pensando vagamente en todo lo que le sucediere el día anterior, sin poder hacer algo por evitar sus recuerdos, pero sin derramar lagrima alguna, ya que se había prometido no volver a hacerlo nunca y lo iba a cumplir.

Tenía una vaga idea del tiempo, posiblemente ya pasaba de la hora de la comida, pero o el hambre parecía no manifestarse en su ser o él no la sentía. Una y otra vez maldijo todo lo que conocía a ese entonces (sin atreverse a maldecir a Draco Malfoy) y como otras veces, estuvo a punto de llorar, pero su autocontrol se manifestó por completo.

Cuando la enfermera se retirase a atender a un alumno de cuarto al cual le brotaban tentáculos de los dedos, posó su vista en sus manos para encontrarse con que se estaban vendadas y sonrió tristemente ante la idea de que se hubiera hecho daño y todavía no le sentía, pero había un dolor que todavía sentía, un dolor que ni con el paso del tiempo lograría sanar por completo.

La puerta de la enfermería volvió a abrirse, pero nadie se acercó a su cama, por lo que comenzó a observar el techo sin verlo realmente, pensando en la forma perfecta de vengarse de quien fuera su mejor amiga, de quien le había traicionado de la peor manera y con ese pensamiento esbozó una media sonrisa que sólo una persona captó, pero él no se dio cuenta.

Pasaron lo que le parecieron horas, pero fueron escasos minutos, antes de que escuchara la familiar voz de Ron al otro lado de la puerta de la enfermería, por lo que cerró lentamente los ojos para parecer dormido, aunque en verdad no lo necesitaba. Su amigo, y alguien más se acercaron rápidamente a su cama antes de que la chica le preguntara por su estado.

Se tensó al escuchar esa voz y la sangre comenzó a correrle aceleradamente al reconocerla, se trataba de su ex-amiga Hermione. ¿Pero quien se creía esa chica para ir a visitarle? Le entraron unas ganas enormes de saltarle encima y golpearla hasta que no quedara algo de ella, pero su cuerpo no reaccionó a ninguno de sus impulsos, se sentía pesado.

Escuchó como Madam Pomfrey contestó la pregunta de la chica con un "se pondrá mejor" y volvía a hablar con otra persona de algo que no pudo escuchar por que en ese instante Ron comenzó a hablarle con la esperanza de que reaccionara a sus palabras. Sonrió internamente ante la sincera preocupación de su mejor amigo (y tal vez el único) y le entraron ganas de contestarle, pero no lo hizo, no quería hablar en presencia de esa. La voz de la Gryffindor se escuchó nuevamente, ahora le hablaba (al igual que Ron). Lo que de parte de su amigo le pareció un gesto noble, viniendo de ella parecía una verdadera hipocresía, ¿no estaba enterada de que se encontraba en esas condiciones por su culpa? La rabia comenzó a invadirle nuevamente, pero como no podía hacer nada se limitó a rezar por que ella se fuera de ahí o al menos dejara a un lado toda esa farsa.

Los pasos de la enfermera se perdieron al llegar a su oficina, fue cuando se escuchó:

- Vaya ¿qué tenemos aquí? La señorita yo lo sé todo esta visitando a su amigo convaleciente –comentó burlona.

-¡Cállate Parkinson! ¿Por qué no te largas? –Espetó la castaña sin un rastro de paciencia que sorprendió a Ron.

- Es un placer alejarme de tu compañía –sonrió burlonamente y se dio la vuelta, no sin antes comentar venenosamente –espero que el cargo de conciencia te deje dormir.

La chica estuvo a punto de gritarle, pero en ese momento apareció la señorita Pomfrey pidiéndoles que guardaran silencio o se vería en la penosa necesidad de pedirles que se retiraran y cuando volvió a perderse en su oficina, Ron se atrevió a comentar en voz baja:

-¿A que se refiere con eso Herm?

- No tengo idea –mintió tan naturalmente que su amigo le creyó, haciendo que el enojo de Harry creciera más y más.

El silencio se hizo presente hasta que Ron comentase algo y Harry le dio la razón al comentario de su amigo.

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Estaba sentada en la sala común cuando Neville entró a toda prisa y se dirigió a donde Ron y ella hacían los deberes, deteniéndose frente a ella tratando de normalizar su respiración. Ella le sonrió, pero internamente le molestaba la interrupción del chico, molestia que no se reflejó en su rostro ya que era toda una experta en el arte de fingir emociones.

Comenzaba a exasperarse cuando el chico por fin pudo decir palabra, que más que palabra fue un nombre, el nombre de su amigo desaparecido, captando su total atención. Luego de varios minutos en lo que Ron perdiese la cabeza y le presionase para que hablara o lo dejara continuar con sus deberes para así ir a los entrenamientos de Quidditch más tarde, se enteraron que Harry se encontraba internado en la enfermería desde la noche pasada y, sin pensarlo dos veces, corrieron hacia allá dejando olvidados sus deberes en la sala común, dejando a Neville con la palabra en la boca.

Ron no notó la extraña ansiedad que la invadía y dio gracias por ello, ya que no necesitaba darle explicaciones a dos personas al mismo tiempo, al menos no si no era necesario. Había cosas que su ingenuo amigo no comprendería ni en cien años.

Al llegar a la enfermería trató de estar lo más callada posible para no alterar a su amigo en caso de que se encontrara consciente y sólo se dirigió a la señorita Pomfrey, quien se encontraba hablando con su Slytherin menos favorita: Pansy Parkinson, la cual le ignoró lo más que pudo. La enfermera no le quiso dar muchos detalles, sólo se limitó a decirle que su amigo se pondría mejor y después le ignoró para seguir hablando con esa antipática en voz baja.

Volvió a la cama de Harry y notó que su cuerpo estaba tensado, posiblemente por si culpa, y comenzó a hablarle notando los pequeños cambios que seguro Ron no había notado. Su amigo estaba definitivamente muy molesto con ella y arreglar la situación no le iba a resultar nada fácil, pero seguramente lo conseguiría.

Cuando la enfermera se retirara a su oficina pudo escuchar claramente la burla de la Slytherin, pero no estaba dispuesta a dejarle salirse con la suya, por lo que le contestó de la manera que un Slytherin lo haría, insultándole de regreso. Al parecer la chica no tenía muchos ánimos de discutir, por que avanzó hasta la salida, no sin antes comentar algo que la dejó helada "espero que el cargo de conciencia te deje dormir", claro que después de convivir tanto tiempo con Malfoy su sorpresa no se notó en su rostro. Y le hubiera contestado algo mordaz de no ser por que en el momento en que Parkinson salía de la enfermería la señorita Pomfrey les regañó por hacer escándalo y su amigo le preguntó:

-¿A que se refiere con eso Herm?

Dios, como odiaba que le dijera Herm - No tengo idea –mintió por costumbre –tal vez quería meterse con nosotros... y con Harry por lo que le sucedió.

Ron pareció meditarlo unos momentos antes de comentar lo que a ella le pareció una incoherencia –pero no se estaba metiendo ni con Harry ni conmigo, parecía ensañada en molestarte sólo a ti.

- Lo que pasa, Ron, es que eres demasiado ingenuo como para descifrar el significado de sus palabras.

-YO creo que...

-¿Sabes que Ron? –Comentó visiblemente molesta -, creo que debemos regresar a la sala común ya que al parecer Harry no va a despertar.

Y prácticamente a rastras sacó a su 'amigo' de la enfermería sin darse cuenta de que tras cruzar la puerta, el moreno abriera los ojos.

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El Harry Potter que salió de la enfermería una semana después definitivamente no era el Harry que todo el mundo conocía; ya no era el chico alegre que platicaba con todos y se desvivía por ayudar a los otros, era un Harry más callado y distante para todo el mundo, menos para su inseparable amigo Ron, con el único que se relajaba y le hacía reír.

Todas las clases de esa mañana se las pasó sorprendentemente callado, poniendo atención hasta al profesor Bins(¡!) y tomando nota de cada comentario de sus maestros; pero lo que le llegó a llamar la atención a algunos Gryffindor fue que no cruzó palabra con su amiga Hermione, y hasta algunos comenzaban a murmurar que acababan de terminar una tormentosa relación secreta por culpa de su amigo Ron, de quien estaban enamorados ambos.

Harry se pasó las primeras horas de clase pensando en la forma perfecta de vengarse de quien algún día fuera su mejor amiga. Pero no se le había ocurrido nada productivo, si dejábamos a un lado el contarle a su amigo pelirrojo y/o lanzarle un cruciatus a ella, lo cual comenzaba a desesperarle. No es que no hubiera disfrutado el que Ron le gritara hasta el cansancio a la castaña y le retirara la palabra, pero sabía muy bien de sus sentimientos hacia la chica (hasta ella lo sabía) y eso sólo le hubiese hecho daño a él.

De una cosa estaba seguro, lo que fuera que se le ocurriera debía dejarla tan devastada como lo estuviera él (o tal vez más), tenía que encontrar el punto débil de su nueva enemiga y destrozarla lentamente, hasta verla convertida en cenizas, hasta alejarla por completo de Malfoy...

Otra vez estaba pensando en Malfoy, era inevitable. Entre apuntes, venganzas y recelos estuvo pensando en Malfoy, observando a Malfoy, alucinando conversaciones (y otras cosillas) con Malfoy.

Y se encontraba observando comer a Malfoy a la hora de la cena cuando sintió que la persona que menos quería ver se sentó a su lado. Intentó, como otras veces, ignorarle, pero al parecer ella no iba ceder tan fácilmente, por que comenzó a decirle en voz baja (para que sólo él escuchara) que necesitaban hablar. Como lo escuchaba, la chica todavía tenía el cinismo de querer hablar con él después de todo lo que había hecho, lo que provocó la ira del moreno.

Se puso en pie llamando la atención de casi todo el comedor y le dijo venenosamente "ni te atrevas a seguirme", antes de abandonar el comedor visiblemente furioso, con rumbo a las afueras del castillo. No le importó decirlo frente a todo el castillo, ni los murmullos que se levantaron cuando abandonó el lugar, simplemente quería alejarse de ella antes de hacer algo impropio, como ahorcarla ahí mismo.

Ya casi llegaba a las puertas, cuando escuchó una voz que le preguntaba a sus espaldas-¿Y ahora que vas a hacer?

Continuará

N.A. Si volvía a meter una vez más a esa enfermera iba a ser para que la desollaran o algo así, no la esperen muy pronto, tengo que recuperarme del trauma reciente. Ya me han dicho antes que soy cruel al dejar los capítulos a medias, pero no puedo evitarlo, está en mi naturaleza. Ojalá este capítulo sea del agrado de alguien y tengan la suficiente compasión de esta pseudoescritora de fics como para dejarme un review, lo apreció bastante! Muchisimas gracias a quienes me dejaron un review, me llenaron de alegría y los voy a responder.

Muy largo -u.- Oh por dios, me siento obligada contigo a dar lo mejor de mi en este fic. Se que Draco no es así, pero tiene una razón lógica para estar con ella (ya no digo más) gracias por leer.

Yo.- Tu!!!!!! Gracias por decir que te gusta, me hace muy feliz, cuando leí tu review casi salto por todo mi cuarto :P A ver que te parece Hermione en los próximos capítulos, ojalá no la odies mucho. A Harry no le duró tanto el trauma, no es tan débil y va a invertir muuucho tiempo en tramar la venganza perfecta, y Draco... bueno, Draco es otra historia.

Amy-lee-malfoy.- Gracias por tu review, me anima bastante y más el hecho de que prometieras dejarme uno por capítulo, es un lindo detalle, ahora solo falta ver si el desarrollo te agrada, muchisimas gracias! ¿Actualizar pronto? No sé con que ritmo voy, por que aunque la idea esta bien plantada en mi pequeño cerebro no me gusta escribir por escribir y si el capítulo no me convence lo vuelvo a hacer varias veces (aunque suene medio obsesivo), por ejemplo este, no sabía bien como empezarlo para llegar a donde quería (el último diálogo), de hecho las cuatro partes de las que se compone eran una forma distinta de empezarlo, ojalá te agrade!

Shatrekim.- Si me pusieran a elegir un genero no dudaría en escoger el suspenso, me encanta y supongo que me influencía bastante por lo que he podido notar. Ojalá cumpla con las expectativas, se que lo volví a dejar en suspenso, no puedo evitarlo, gracias por leerlo y dejar un review!

Cerdo Volador.- Gracias, espero no defraudar a nadie y mucho menos a ti :P

Liwk.- Hola! No sé por que, pero los capítulos de este fic me quedan especialmente cortos, espero corregir eso y lo de triste, de los dos fics que he escrito de Harry y Draco este es el que termina mejor (¬¬ el otro tal vez no lo publique). A herm con Draco, se me hace que nada más a mi se me ocurrió eso, al menos al publicarlo como Harry/Draco, pero tengo una razón (lo juro)... Vaya, gracias, tenía la idea de no poner indicios de quién se trataba, pero eso va más allá de mi propia crueldad, como te podrás dar cuenta, tengo la maña de escribir en impersonal para no dar indicios de la persona a la que me refiero. Lo de Pansy con Harry, te lo diría, pero luego arruino una parte de la historia, así que puede ser y puede no ser. Ya con lo último de que Harry se una pronto con Draco, tal vez (veamos que tan mala puedo ser), Gracias por tomarte un tiempo para dejarme un review!

Anna Ukio Kaori.- Ok, ya acepté que soy medio cruel (pero nada más un poco), más de tres personas no pueden estar equivocadas, aunque todavía me resisto a creerlo del todo. Si, que Harry los encontrara era indispensable para lo que viene, pues mi niño no se va a quedar con los brazos cruzados. A mi tampoco me gusta la pareja Herm/Draco para serte sincera, pero así se me ocurrió. Lo del romance, depende de con quien, de que va a haber va a haber, sólo no pierdas la paciencia. Gracias por leerte mis ocurrencias!

Conejo.- Después de escribirlo me acordé que Harry se podía resistir a esa maldición, por eso puse eso de que simplemente no le dieron ganas de luchar y se dejó llevar. Ahh, me alegra el que te guste, cuando lo escribí no estaba muy segura de publicarlo, pero aquí esta. Hermione, no creo que vaya a ser un final feliz para ella. Nos vemos!

Quiroga.- Y es una introducción, gracias por decir que tengo estilo, no pensé que te fueran a gustar mis fics, significa mucho para mi que des tu opinión, por que se que es sincera (a veces de más) y hasta haces que me sonroje... Duele el amor, no creo llegar a angst, por eso le puse drama y el título es por la canción de Alex Syntec, pero NO es un sonfic ni está basado en ella, sólo me gustó el título, estaba entre ponerle así o algo en latín, pero creo que así está bien por el momento, gracias por el review y por la traducción que me hiciste!