Holaaaa.. aca empiezo un nuevo fic, aunque esto no significa que voy a dejar el otro (le tengo especial cariño a El Valor de una Promesa por ser mi primer fic de Inuyasha) y voy a continuarlo... pero hoy viajando en colectivo para inglés me vino esto a la cabeza, y decidí probar a ver que tal sale.. espero rr!!!.


LAZOS DEL DESTINO

CAPÍTULO 1:

El aire aún olía a muerte. Aquella parte del bosque, que en una época había estado poblado de árboles y de vida animal, tan solo era ahora, el escenario de la última batalla final.

Aunque cansados, aquellos guerreros que habían tomado parte de la pelea ostentaban sonrisas de alivio.

Aome había caído al suelo, al fallarle las piernas. El arco que había utilizado para derrotar a Naraku, se hallaba tirado a su lado. Si... Naraku había sido derrotado, y por la misma joven. Los demás aún la observaban, admirados de su valor.


Flashback

- Inuyasha!!! – Aome gritó su nombre al verlo caer tras un ataque de Naraku. Intentó correr a su lado pero Miroku la detuvo.

- Déjelo... esta es su batalla – murmuró. Ella abrió los ojos pero comprendió y dejó de debatirse en los brazos del monje.

Pero las cosas iban de mal en peor. Naraku devolvía con facilidad los golpes producidos por la espada de Inuyasha, y este comenzaba a mostrar signos de cansancio. Pero volvía al ataque, siempre una vez mas, dispuesto a no dejar que aquel monstruo lo derrotara.

Sango se hallaba algo distanciada de los demás, luchando con Kohaku. Este intentaba explicarle sobre la debilidad de su señor, Akago, pero la joven no le creía. Aún pensaba que su hermano estaba bajo la influencia de Naraku, y no quería permitirse caer bajo sus engaños una vez mas. Sus amigos no lo merecían, ella misma no lo merecía.

-por favor! Debes escucharme! – gritaba el joven. En su voz se reflejaba la desesperación que sentía en ese momento.

- HIRAIKOTSU!

Kohaku la esquivo a tiempo. De un salto se situó tras su hermana y la inmovilizó.

- ahora escúchame! - susurró impaciente.

- jamás! No volveré a caer en lo mismo! – gritó mientras se debatía.

- Por favor... Sango..hermana – ella quedó inmóvil al oír su nombre. Hermana... la reconocía! La conocía!

- Kohaku... – las lágrimas comenzaron a caer pero él la interrumpió.

- Después hablaremos... ahora tengo algo urgente que decirte y necesito que me escuches. Cerca de aquí se encuentra Kanna con un bebé en brazos, Akago. El corazón de Naraku está escondido en el cuerpo del pequeño, y deben atravesarlo si quieren derrotar a N....ohh – un dolor insoportable detuvo sus explicaciones. El fragmento de Shikón escondido en su espalda había sido arrancado por el mismo Naraku, qien se había dado cuenta de la traición de su sirviente.

Kohaku cayó al piso, apoyándose en manos y rodillas.

- Cam...camina hacia el este, y encontrarás una cueva... – su voz se extinguió, sus ojos se apagaron.. y finalmente..murió.

Sango se puso de pie. Apartó las lágrimas, mas tarde podría darse el lujo de llorar. En ese momento, no había tiempo para mostrar debilidades.


Se acercó a sus amigos. Inuyasha continuaba lanzando ataques, Naraku los repelía y comentaba que tan inútil era el hanyou.

-Aome, debo hablar contigo – murmuró. Llevándola a unos metros de distancia de los demás, le explicó brevemente lo que había dicho su hermano menor.

Debían ser precavidos. Con seguridad Naraku no dejaría algo tan importante sin una estrecha vigilancia, y de sobra sabían que Kanna era peligrosa. Luego de una breve discusión en voz baja, se decidió que Sango acompañaría a Aome a la cueva, incluyendo a Kirara. Shippou y Miroku se quedarían, atacando de vez en cuando a Naraku para que este no se diera cuenta de la ausencia de las otras dos.

-En marcha – susurró Aome desapareciendo entre los árboles.

Cuando estuvieron algo alejadas, ambas montaron sobre Kirara para ir más rápido. Aome preparó su arco y flecha, Sango tenía su hiraikotsu listo, Kirara enseñaba los colmillos, dispuesta a atacar.


Viajaban en silencio, con los cinco sentidos alertas, preparadas para defenderse ante el menor indicio. Finalmente salieron a un claro. Del otro lado del río se veían varias cuevas.

De inmediato supieron cual era la correcta. En aquella, la energía maligna se hacía mas fuerte. Se acercaron a la entrada, preparando sus armas, asumiendo posiciones. Kirara lanzó un gruñido y Kanna apareció, llevando un bebé en sus brazos.

Sango, aún con el corazón ardiendo por el dolor de su pérdida, lanzó su arma contra ella, pero fue esquivado con facilidad. La exterminadora continuó atacando, una y otra vez, sin descanso. Aome esperó el momento adecuado para atacar, apuntando la flecha sagrada al pecho del niño.

Una gran cantidad de monstruos apareció, y tuvo que olvidar momentáneamente su objetivo para defenderse. Kirara iba de un lado a otro eliminándolos rápidamente.

Consciente de que Naraku a esas alturas ya se habría dado cuenta, la joven corrió al interior de la cueva. Como si los pensamientos se materializaran, él apareció en ese momento, seguido por Inuyasha y Miroku.

Viendo que no quedaba otra alternativa apuntó algo descuidadamente y lanzó la flecha, que atravesó la cueva limpiamente y se clavó... en Akago.

Fin del Flashback


Inuyasha había corrido hasta Aome para asegurarse que estuviera bien. Esta se dejó abrazar, todavía respirando agitada por el esfuerzo.

Sango, al ver que todo había terminado, cayó de rodillas, abrumada por la muerte definitiva de su hermano menor. Miroku no dijo nada, pero colocó una mano sobre su hombro en señal de apoyo, sabiendo que las palabras no tenían lugar en aquel momento.

Shippou saltaba felicitando a su amiga, gritando "vivas" y amenazando con el puño a un Naraku que ya no existía.

De Kanna nada se sabía. Había desaparecido ni bien fue liberada. Con la muerte de Kagura a manos de su mismo creador, el camino quedaba libre de servidores del monstruo.

La perla de Shikon había sido reunida, y Aome la sostuvo en sus manos. La observó unos instantes, y sin vacilar ni por un instante, alargó el brazo ofreciéndole la joya al hanyou.

- es tu desición – murmuró mirándolo a los ojos.

Confundido, Inuyasha tomó la perla de la mano de su amiga. Después de cincuenta largos años finalmente la había conseguido.

Sus amigos lo observaron expectantes. Cual sería su decisión?


Bueno... se que el capítulo me quedó un poco corto... pero quiero dejarlo ahí por hoy.. espero que les guste el primer cap..

En cuanto a los pedidos de actualización de "El Valor de una Promesa", mañana o pasado estaré subiendo el quinto capítulo.. es un fic que no voy a cortar..voy a terminarlo.. aunque falta muchísimo para ello..jeje. pero voy a ir subiendo todas las semanas.

Besossss