Alooooo.. me tardé para escribir el segundo capítulo.. la verdad, se me hizo bastante difícil... se que no es muy largo..pero llegué a estar satisfecha de él.. ahora quiero ver que opinan ustedes..

Abajo respondo rr y les hago una consulta.


LAZOS DEL DESTINO

CAPÍTULO 2:

El ambiente estaba tan tenso que podía romperse con cuchilla. Nadie se animaba a decir palabra... apenas se animaban a respirar.

Inuyasha contemplaba la joya que Aome había depositado en sus manos, indicándole con ese gesto, que la decisión era solo suya.

Estaba fría. Él la contempló. Habían pasado tantas penurias por aquella joya... tantas aventuras.. tantas batallas. Por ella había conocido a sus amigos.. a Aome...

Que hacer? Recordó lo que Kikyo le había pedido cincuenta años atrás. Un humano... convertirse en un ser humano completo. Pero.. era eso lo que deseaba? No.. definitivamente no. Odiaría sentirse tan débil, tan incapaz. No quería perder sus poderes, no quería esconderse toda la vida de toda clase de monstruos que sin duda lo buscarían para vengarse en cuanto se corriera la voz de su debilidad.... entonces.. un demonio? se convertiría en un demonio completo? Era ese su deseo? Pero.. perdería a sus amigos...se perdería a sí mismo. Quería acaso convertirse en alguien parecido a su hermano? a Sesshoumaru?

Se acercó lentamente a Aome hasta quedar frente a ella. Un recuerdo, una imágen momentánea le había ayudado a decidirse. Fue la imagen de su amiga. Sus palabras quedaron grabadas para siempre en su memoria: "a mi me gustas como hanyou".

Alargó el brazo y depositó la joya nuevamente en manos de la joven.

Ella abrió los ojos sorprendida.

- que significa esto? - se animó a preguntar mirándolo a los ojos.

- significa que elijo ser quien soy.. elijo ser un híbrido. Ya no necesito el poder de la perla.

Los demás los contemplaban con sorpresa. Hasta Shippou guardaba silencio. Aome continuaba frente a él, sin decir nada. Sonrió.

- me alegro - dijo en voz baja antes de abrazarlo - me alegro muchísimo.

Inuyasha correspondió a su abrazo, y ambos permanecieron así por tiempo indefinido. Tan solo un carraspeo nada disimulado del monje Miroku quien los observaba sonriente les hizo darse cuenta que estaban frente a todos.

Sango, algo alejada de los demás, tenía lágrimas en los ojos. Se sentía feliz por su amigo... por los dos si se decidían a confesar aquellos sentimientos que eran tan obvios para los demás pero que ellos parecían no ver. Pero el dolor aún continuaba vigente. Kohaku había muerto... su hermanito.. su último familiar. Ahora estaba sola.

Kirara se acercó y frotó su cabeza contra uno de los tobillos de su ama en señal de apoyo. Sango bajó la mirada y la alzó. Quizás debía alejarse un tiempo... buscar su camino.

Levantó la cabeza. Miroku estaba observándola y ella sostuvo su mirada. El monje solo vio dolor en sus ojos y se sintió perdido. Quien era él para hacerla feliz?

Inuyasha y Aome continuaban perdidos uno en el otro. Ambos sumidos en sus pensamientos, todos referidos a quien tenían enfrente. Ninguno de los dos tenía intenciones de moverse, hasta que Shippou tiró de la falda de su amiga.

- Vamos a la aldea... tengo hambre.

De mala gana Aome rompió el vínculo invisible que los había unido en los últimos minutos y se volvió para seguir al pequeño. Inuyasha la siguió en silencio. Miroku se le unió, seguidos por una melancólica Sango, que aún se debatía entre sus ansias de alejarse y empezar de nuevo, y el deseo furioso de quedarse junto al monje.

Shippou, ajeno a todo, saltaba adelante mientras conversaba con Aome sobre la decisión de Inuyasha.


Ya en la cabaña de la anciana Kaede, esta se mostró muy complacida de la decisión tomada por el hanyou, aunque desde hacía un tiempo ya estaba segura del resultado. Podría ser anciana, pero no era ciega. La atracción entre Inuyasha y Aome era tan fuerte que se veía a la legua, si bien ellos dos parecían no notarlo, y sufrían, cada uno por su lado.

La sacerdotisa conocía la confusión que existía en el corazón de Inuyasha. De sobra sabía la exigencia de su hermana al joven de irse con ella hasta el mismo infierno, presión innecesaria según ella, ya que los dividía un mundo entero. Ella estaba muerta, él aun en el mundo de los vivos. Pero nada podía hacer, él era demasiado orgulloso como para discutir con ella lo que podía sentir, tanto por Kikyo como por Aome.

Inuyasha observó como Aome se ponía de pie y salía en silencio de la cabaña. Los demás no habían notado su partida, ya que estaban todos concentrados en una de las historias de la anciana sobre los tiempos en los cuales entrenaba para sacerdotisa junto con su hermana. Curioso, quiso seguirla. Todavía estaba confundido por lo sucedido hacía rato. De hecho, no estaba seguro de lo que hubiera pasado si Shippou no los hubiera interrumpido en aquel momento.

Aome llegó junto al pozo, y miró su interior. Estaba oscuro como la boca del lobo, pero no la asustaba. Sabía que del otro lado tan solo se encontraba tan solo, la época de la cual provenía.

- Supongo que no me queda otro remedio que volver a casa... – se dijo en voz baja.

No quería hacerlo.. no quería volver. Ya no pertenecía al mundo donde había nacido. Poco a poco se había ido acostumbrando a la época antigua hasta que esta se había convertido en su hogar.

Sabía que no podía abandonar su mundo. Su familia estaba allí.. sus amigas también... después de todo, pertenecía allí, pero su corazón gritaba su deseo de quedarse.

Inuyasha.... tarde o temprano Kikyo volvería a buscarlo y ambos se irían para siempre.. y ella.. quedaría sola.

No! – negó con la cabeza. No... no quería estar sola... Inuyasha.. él..

- Aome – la voz de su amigo la sacó de sus pensamientos sobresaltándola. Se quedó parada hasta que él llegó a su lado. Sin mirarse o decirse una palabra, caminaron por el bosque sin rumbo fijo. Sin destino... sin una dirección exacta...

Se quedaría así para siempre, caminando junto a él, sin ir a ningún lugar preciso. Sabía que con él podría ser feliz donde fuera.. Pero esto no era posible. Él tenía un acuerdo con Kikyo, la amaba... la había elegido.

- que piensas? – preguntó él mirándola de reojo.

- En.... nada.. – respondi tras vacilar unos instantes.

El guardó silencio nuevamente. De pronto se sentía incómodo.

- Inuyasha...

- Dime

- Que piensas hacer ahora? Te irás con Kikyo?

El volteó a verla con los ojos abiertos por la sorpresa. Pero en seguida recuperó la calma.

- yo...


yyyyyyyyy..lo dejo ahí por ahora...jejeje.. en el prox. cap. (que esta vez supongo lo escribiré mas rápido) se enterarán que pasa con Inuyasha y Kikyo.. esta aparecerá finalmente...

La consulta que tengo que hacerles... que opinan de los fics alternativos (porque tengo uno escrito y no estoy segura si publicarlo o no).. en fin..ustedes me dirán..

SaraMeliss: bueno..los otros fics los actualicé el otro día..y dentro de poquito vuelvo con los nuevos capítulos de ambos... en cuanto a la decisión.. ahí la tenes.. (no puedo concebir a Inu como un humano debilucho... como hanyou si..pero me acordé de las palabras de Aome y buen... lo prefiero así.. je).. besoss

Niyushi Takamiya: jeje gracias por lo de buena escritora... nn me alegro mucho que te guste.. voy a intentar hacer mas largos los capítulos siguientes.. esto es recién una mera introducción.. en fin.. gracias por tu rr!!!!

Sayo Shukishiro: jaja graciasssssssssssss..me alegro que te haya gustado.. ahora la pregunta se repite: que hará inuyasha??? por cierto..te dejé rr en el fic libertad.. lo viste? aca los rr porque me estan apurando..(ademas la conexion se me esta cortando todo el tiempo y si pierdo lo q escribi como me pasó el otro día me pego un tiro..jejej) besosssssss