Cuando los celos matan
Gracias a todos los que dejaron reviews... asi me dan ganas de una vez dejar todos los cap... pero No... quiero dejarlos en suspenso... Yuki es un personaje que mientras vaya avanzando la historia se aclara el porque esta ahí...
Advertencia: Este fic contiene yaoi… más adelante lemon.
Disclaimer: Cualquier personaje que aquí aparece, o lleguen a aparecer… no son míos
Capitulo 2
Mare Magnum Confusión
Aún recuerdo su expresión en su rostro cuando despertó… se veía tan bellamente ingenuo… aquellas profundidades azules destellaban una infinita inocencia que jamás creí ver en él…
¡Que rabia sentí cuando ese mal nacido llegó y te besó! Eso fue lo peor… tuve tantas ganas de romperle toda esa cara de baka estúpido que tiene… pero por ti me contuve… resistí a mis impulsos… pero… no hiciste nada… nada… al igual… que yo… tampoco lo evite, me siento tan do'ahou idiota…
Pero ya veras… pronto ese baka no será un obstáculo más… ya verás…
Hanamichi se había visto callado después de que Yuki se fue de la enfermería… Kaede se sentía raro, pues en ni un solo momento se habían cruzado insultos ni nada… se quedó observando las blancas sabanas, mientras que sus manos la estrujaban, impacientes…
- Oi, do… digo, Sakuragi… - le llamó débilmente.
El pelirrojo lo volteo a ver inmediatamente… esa era la primera vez que aquel ser con corazón de hielo, consentía llamarlo de ese modo…
- No me gusta este lugar… - llegó a decir muy quedamente, Hanamichi tuvo que acercársele un poco para oírle.
¿Te quieres ir ya?
Él solo asintió, tímidamente… sintiendo un rubor recorrer sus mejillas… - si… - reafirmó.
Hana se acercó a donde él y le tentó la frente… no tenía fiebre ni nada y al parecer su herida cerró hace rato ya – Bien… – le dijo, levantándose de la cama, que era donde se encontraba sentado -… ya estas mucho mejor…
- Arigatou Gracias – agradeció con una sonrisa en sus labios, al tiempo que volteaba a verlo.
-… esto… no hay de que – no evitó sonrojarse al verlo ahí… sonriéndole…solamente a él… de una forma tan cálida, no muy común en él.
Le ayudo a acercarse a la orilla, donde él kitsune se sentó… mientras esperaba a que el do'ahou le acercará sus ropas…
- Kitsune… ¿te podría hacer una pregunta?
- Vale… - dijo con su clásico tono glacial, mientras se colocaba la camiseta.
- Ese "sujeto"… ¿es cierto lo que dijo? – dijo, dándole un tono un tanto colérico a sujeto.
Kaede dejo de vestirse… ¡claro que no se gritó a si mismo. – Si así fuera ¿te molestaría? – y continuó con su labor.
El pelirrojo se vio atrapado por esa pregunta… no respondió… no quería hacerlo…
- Gomen Perdón… eso no me debería de molestar… - se disculpó por preguntar algo fuera de su incumbencia. Salvado.
Si… salvado, aunque se sentía extraño al recibir ese trato por parte del kitsune.
- Esto… vamonos ya ¿ne eh?
- Claro – y le sonrió, cosa que sorprendió y sonrojo al pelirrojo, provocando que no se viera donde comenzaba su rostro.
Hana ayudó a Kaede a levantarse, rodeo su cintura con su brazo y con la mano que tenía libre, colocó el brazo del kitsune por sobre su hombro…
El pelirrojo no evitó sentirse embriagado por el suave aroma que desprendía de su piel…era un esencia algo dulce pero no mucho… nada empalagosa, pero embriagante a un extremo peligroso, que creía que haría una locura que jamás se perdonaría…
¿Te sientes bien do'ahou? – le pregunto de pronto, Kaede, preocupado… salió de sus ensoñaciones.
- Sí… estoy bien… - continuaron caminado hasta la salida del instituto…
¿Te puedes subir a la bici? – le preguntó Hana, mientras tomaba la bici del kitsune y se subía a ella… en su voz se notaba claramente preocupación.
Kaede asintió levemente… subió lentamente al vehículo y espero a que el pelirrojo comenzará a pedalear.
- Te llevaré a mi casa… - dijo Hana, sin más.
El chico detrás suyo parpadeo… ¿A tu casa?
- Es que como no se en donde vives… pues… bueno, además de que la mía ya no esta tan lejos que digamos…
Kaede se sonrió ¿Quiere decir que ya somos amigos? – pregunto, con su tono de siempre, pero feliz en el fondo…
Hanamichi dejó de peladear un momento… la bicicleta continuó con su suave movimiento… esa era una muy buena pregunta… ¿Ya eran amigos?... pues no le mal agradaba la idea para nada, ya que eso significaba convivir más con su kitsune… - Si – contesto simplemente, al tiempo que volvía a darle impulso a la bici.
¿Qué te hizo cambiar tan rápido de idea? – volvió a preguntar.
el beso que ese baka estúpido te dio Por nada en especial… simplemente me di cuenta que no era bueno pelearnos por estupideces… ¿no crees?
- Bueno… si… también me paso eso por la cabeza…
- Llegamos a mi casa… - dijo al tiempo que se detenía totalmente.
¿Si?
Analizó la fachada… era una casa modesta… era de paredes claras, pocas ventanas y la puerta de madera de la entrada a la casa… no era mucho… más bien era un departamento, en lugar de una casa…
- Esta genial tu casa, do'ahou… - llegó a decir el kitsune, mientras el pelirrojo acomodaba su brazo por sobre su nuca, y su otro brazo por su cintura.
- Gracias, aunque no es mucho… pero prefiero el interior… es más acogedor – dijo con un a sonrisa en sus labios.
Caminaron lentamente hasta la entrada… cuando Hana abrió la puerta y pudieron entrar, prendió torpemente el switch de la luz y dejó ver el interior de la casa…
- Tenías razón, do'ahou… es más acogedor…
- Sí
Llevo al kitsune a su habitación y lo ayudó a recostarse en la cama… salió de ahí cuando el kitsune se hubo dormido profundamente, claro… se quedó un rato admirándolo en secreto… observando sus delicadas facciones tan parecidas a las de un kitsune… viendo esas hermosas profundidades azuladas ahora ocultas en un despreocupado gesto… respirando tranquilamente sin preocupación alguna… bajando y subiendo su pecho en un acompasado vaivén.
Kirei Hermoso apagó las luces de la habitación y cerró la puerta tras de si.
Aun no se como fue que desperté en un sueño… por que eso es esto… un sueño… un simple y hermoso sueño del que no deseo despertar, ya que aquí… tu te preocupas por mi, lo que nunca antes hizo alguien por mi…
He caminado sin rumbo todo este tiempo… ya que desde que recuerdo, mis padres me abandonaron en este peligroso sendero por el que aún vagó… veo gente llegar y pasarme, ignorándome… pero entonces, entonces llegaste tú… con esa sonrisa inextinguible y tus ojos inflamados de pasión que a diferencia los míos, solo reflejan lo que ven… no demuestran nada… y eso es lo que a la gente no le agrada de mí…
Como les encanta jugar conmigo al creer que soy de hielo… el Ice King me llaman, ja… que estupidez… si supieran que me siento morir por dentro…
Dormía tranquilamente… duró buen rato dormido en el suave colchón… Hanamichi entraba y salía de ahí a cada rato… siempre para lo mismo… para ver a su adoración… a aquel que amaba en secreto y, por temor, no se lo decía… ya, fastidiado, decidió quedarse dentro de su cuarto en un pequeño diván que había a lado de la cama… era grande, lo suficiente para dormir tranquilamente ahí y observar sin problemas a su zorruno invitado…
¿a que le tengo miedo se llegó a preguntar con un poco de frustración.
Se acomodo en el diván, y recostó su cabeza en su agarre… fijo sus ojos en su hermoso invitado, que en esos momentos se veía tan frágil y sumamente bello… a los pocos instantes, quedó profundamente dormido…
Y si te digo lo que siento… ¿me corresponderás¿Lo harás? Eso es a lo que más le temo… que no lo hagas… tal vez volveríamos a los antiguos tiempos de peleas sin sentido… en los que yo me contenía y fingía rencor hacía ti… pero me es tan difícil…
- Hana
Nunca dejo de oír tu voz… tan serena y suave…
- Hana
Te oigo tan cerca… siento tu cálido aliento en mi oído…
- Soy yo, Hana
¿Qué? Me volteó y veo tu hermoso rostro demasiado cercas del mío…sonriéndome dulcemente
¿…Kaede…?
- Te amo Hana… - me dices débilmente con un tono simple y dulce.
No te respondo, no… lo único que hago es tomarte entre mis brazos y besarte tiernamente en los labios…
Siento como pasas tus brazos tras mis hombros y acercarte más a mí, mientras que el beso se hace más apasionado…
- También te amo… - digo, con mis labios aún atrapados entre los tuyos…
Hace tanto que soñé con este momento y por fin ha llegado… estoy tan feliz como nunca antes he estado…
Lentamente me separó de ti… no me gustaría romperte por mi estupidez… juntamos nuestras frentes y nos quedamos viendo a los ojos… los tuyos son tan hermosos…
- Permíteme amarte por siempre… - te pido en un susurro.
Asientes levemente con una sonrisa en tus labios… pero después tu sonrisa se convierte en una mueca de duda… ¿me quieres decir algo? Dímelo… no importa lo que sea…
- Quiero ser tuyo
Mi sorpresa es infinita… ¿en serio? Llegó a preguntarte para saber si oí bien… vuelves a asentir, viéndome con una hermosa mirada inocente que hasta ahora he podido apreciar…
- Hana… déjame ser parte de ti… - me pides, mientras me miras profundamente. Yo sólo te sonrió.
Te vuelvo a besar y juego con tus labios… me encantan, son tan suaves, dulces, tibios…
Ya no aguanto más, y por fin me has pedido lo que tanto anhelaba… sin demora, levantó tus brazos y deslizó tu camiseta por ellos, dejando al descubierto tu bien formado abdomen… deslizo mis labios por tu mentón hasta tu cuello y de tu cuello a tu blanco pecho… donde comienzo a besar y a lamer tus rosados pezones…
Tus dedos se enredan en mi cabello, jugando con él, al tiempo que de tus labios escapan suaves gemidos placenteros que me excitan.
Lentamente, te voy recostando en la cama con sumo cuidado mientras me deshago de tus ajustados jeans… aunque tu no te quedas atrás… sigues mi paso… hasta que finalmente ambos nos hallamos desnudos… yo sobre ti… aspirando tu aroma, deleitándome ante la visión que me otorga tu desnudez…
Mis manos acarician tu piel mientras pasean por tu pecho… delineando cada curva, cada músculo para intentar grabarlos en mis dedos…
Por fin llegó hasta tu miembro pulsante, exigiendo atención… lo tomó entre mis manos y comienzo a masturbarte lentamente para hacer salir toda tu esencia… quiero probar todo tu ser… quiero tenerte completamente…
Mi espera no duro mucho… te vacías en mi mano, manchando tu vientre… acercó mi boca a tu miembro y comienzo a lamer aquel fruto digno de cualquier dios… tus gemidos toman intensidad y siento que deseo más…
Te beso apasionadamente, recorriendo con mi lengua tu interior… frotándose con la tuya con frenesí… dándote a probar tu propio sabor agridulce…
Mientras aún te besó, abro tus torneadas piernas lechosas y me acomodó entre ellas…
- …H…Ha…Hana…… - gimes mientras te aferras a mis costados, clavando ligeramente tus uñas en mi piel…
Te silencio con un beso en los labios al tiempo que con lentitud mi miembro se aproxima a tu entrada… esa húmeda y estrecha entrada que tanto deseo explorar………
Unos párpados se alzaron lentamente dejando ver unos ojos cafés… el pelirrojo había estado durmiendo 3 horas para ser exactos…
Y hubiese durado más de no haber sido porque me dormí sobre mi brazo… ouch… se me durmió
Pero había algo que no encajaba… para ser más precisos, dos cosas no andaban bien ahí…
1.- estaba cubierto por una sabana y
2.- sentía un pequeño bulto en su entrepierna que le dolía…
Cuando se fijo mejor que tenía… se dio cuenta que había tenido su primera erección involuntaria…
�¡Demonios!>>
En algún lugar de Kanagawa…
A las 16 hrs. de hoy, un avión se estrello en una autopista… 79 personas murieron mientras que otras…
- Hoy es un día de esos en que el mundo se vuelve loco – dijo un joven peliazul, mientras apagaba la radio.
Se sentó en un sofá cercas de la entrada de la casa y vio por la ventana abierta…- Ah, Kaede… me gustaría que estuvieras aquí – dijo mientras apoyaba su cabeza en su mano.- Ese kisama pelirrojo no me alejará de ti… no lo hará… me las pagará… juró que me las pagará por entrometerse en mi camino… Hanamichi Sakuragi se arrepentirá por haberte puesto los ojos encima, Kaede mío…
En la casa de Sakuragi…
Después de limpiarse, Hana se acercó a la cama y vio que su kitsune no estaba durmiendo… movido por la preocupación, lo buscó… más no lo encontró… bajó las escaleras corriendo hasta llegar a la sala de estar… ahí no estaba… ¿en el recibidor? No, tampoco estaba ahí…
De pronto, un olor llegó a él… era el delicioso olor que despedía la comida…
Caminó con lentitud a la cocina y se halló con que su Kaede estaba cocinando la comida… ¿comida?... cena mejor dicho…
- Con que ya te despertaste… - dijo Kaede, volteando a ver al monito pelirrojo.
- Sí… desde hace como 20 minutos… ¿Qué haces?
- Mmnn… obed… katte tome la cocina okatte egoístamente para mí… espero que no te moleste…
- ……………… ¿Eso fue un juego de palabras … Oh no, claro que puedes usarla… no es molestia…
- Venga, siéntate… ya esta listo esto…
- Hai si
Se sentaron a comer tranquilamente el obed, platicando de cosas sin sentido… cuando terminaron, Hana se levanto rápidamente, mientras que Kaede recogía los platos…
- No, no te levantes… yo lavó los traste sucios – le dijo Hanamichi, evitando que se levantará.
- No quiero ser una molestia… no hay problema… – le dijo con su tono frío de siempre, mientras se paraba.
- Pero es mi casa, y no quiero que te esfuerces en lavar los trastes…
- No me hables como si estuviera lisiado, Sakuragi – dijo enojado, mientras le quitaba los platos de las manos.
¡TEME KITSNUE Kitsune bastardo! Si te digo que no lo harás, es porque no lo harás… - y se los arrebato.
Kaede se quedó en una pieza. No dijo nada, solo volvió a sentar…
-……… Creo que me pase al tratarlo tan mal… - cogió la esponja que tenía a un lado, le roció un poco de jabón líquido y comenzó a fregar los platos. – Esto… kitsune… gomen nasai… no debí hablarte de ese modo…
Kaede bajó la mirada y se quedó viendo el suelo… - fue mi culpa – se excusó el kitsune -… esta es tú casa, no la mía… no puedo hacer lo que se me pegué la gana…
Hana parpadeó perplejo… jamás había oído escuchar al kitsune excusarse de esa manera…
¿Qué te pasa do'ahou? – pregunto Kaede sacándolo de sus pensamientos.
Hanamichi reaccionó al instante -… nada… estoy bien – le dirigió una sonrisa… lo cuál sonrojó al muchacho.
El pelirrojo no evito pensar en lo hermoso que se veía su kitsune sonrojado… de repente, como rayo, llegó a su cabeza las imágenes de su sueño…
¿Fue un sueño … si fue un sueño, fue el sueño más real que jamás hubiera tenido… pero eso le parecía casi imposible… podría jurar que sintió en verdad su tibio aliento en su oído, oler su peculiar aroma hipnotizante, sentir el tibio y reconfortante calor que emanaba de su cuerpo al casi hacerle el amor…
¡Hana, hazme caso! – dijo el kitsune más que exasperado al ver que el pelirrojo no atendía a su llamado.
¿Eh? –pregunto, un poco indiferente a lo que sucedía.
- Desde hace rato que te estoy hablando – se quejo Kaede (n/a: que exagerado… solo pasaron un minuto y medio).
- Sumanai Perdóname No fue mi intención ignorarte… es solo que estaba pensando…
¿Se puede saber que estabas soñando? – interrumpió, curioso.
- En… - se tapó la boca con las manos… ¿Tenía planeado decirle que había soñado con él¿Qué había soñado que intimaba con él¿Qué le diría ahora? – Soñé que me llamaban de la NBA para unirme a sus filas… - contesto después de quitar sus manos de sus labios.
¿Ah si? – preguntó sin creérsela.
- Sí – y rió nerviosamente, aguantando la mirada asesina que su Kaede le proporcionaba.
- Do'ahou… - dijo simplemente…
El que le dijera así hubiese molestado a Hana de no haber sido porque cuando pronunció esas palabras… en sus labios se asomaba una sonrisa…
Y hasta aquí le dejo a este capitulo… es que me dio flojera -.- y además no quise adelantarles lo que vendrá en el próximo capitulo -
Dejen reviews si quieren que continué con el fic…
Esto… sayo… besos
