Cuando Los Celos Matan
Muchisimas gracias por los reviews n.n me encantaron, especialmente el tuyo Ran-k, nisha hermosa, gracias por los animos -se limpia las lágrimas-, bueno, pues este es el último cap. de esta historia. Y ya no digo más por que ya han de querer leer nn.
Disclaimer: Cualquier personaje con parecido a los verdaderos es pura coincidencia… XD ejem… lo siento… demasiado chocolate en exceso no es bueno… (aunque esto más bien es una advertencia OO)
Advertencia: Ahora si habrá lemon ¡YUPI! Esto… ejem… el fic contiene yaoi, lemon y cursilerías (según mi punto de vista)
Capitulo 5
Dejemos hablar al corazón...
(ne/a: ñ.n ¡que cursi! Publico –lanzándome lo que tengan a la mano- ¡quítate que no nos dejas leer a gusto! ne/a: esta bien, esta bien T-T ya me voy)
Ya habían pasado dos semanas desde lo que ocurrió afuera del departamento de Kaede…
Hanamichi no había querido preguntar nada acerca de lo sucedido esa tarde…no había querido molestar a su kitsune con preguntas un tanto incómodas…
Déjame ver si entiendo Hana – comenzó a decir Yohei – me estas diciendo que el kitsune y tú están viviendo bajo el mismo techo… ¿cierto?
El pelirrojo solo asintió.
¡Y PORQUE DEMONIOS NO FUISTE CAPAZ DE DECIRNOS ESO ANTES! Ya han pasado dos semanas… que se fueron como agua… y en esos días… te lo mantuviste callado… ¿Cuándo nos lo ibas a decir? – exclamó Yohei
Te juró que se los iba a decir… pero se me olvido… mi mente no puede con dos cosas al mismo tiempo…
¿Y en que otra cosa estaba ocupada tu mente? –
En… algo… - tartamudeó.
¿Algo? – pregunto pícaramente.
Hana no respondió… solo se puso completamente rojo…
Hana… dinos… - pidió Takamiya - ¿Es una chica, verdad?
Tonto – dijo Yohei, que le dio un golpe en la cabeza – Recuerda que la única chica que Hana tiene en su cabeza es Haruko
Oh, es cierto-
¡Oh¡Miren la hora que es! Me tengo que ir… sayonara – y se alejó de ahí, a paso apresurado.
Hana nos oculta algo, chicos – afirmó Yohei.
SI – dijeron los chicos a coro…
Hola Hanamichi – saludo Rukawa, que estaba sentado bajo un árbol de sakuras.
Hola… perdón por la tardanza…-
No te preocupes… acabó de llegar…-
OK – y se sentó a su lado.
Es un muy bonito día… ¿no crees? – dijo Kaede viendo al cielo.
Tienes razón… - y también volteo a ver el cielo.
Se quedaron así un rato… sin articular palabra alguna… simplemente admirando el cielo impasible… Hana miró a su kitsune por el rabillo del ojo y pudo notar que su blanquecino rostro estaba ligeramente pigmentado de rosa… y sus labios dejaban asomar una sonrisa.
¿Estará pensando en alguien? se preguntó, curioso, aunque a la vez celoso.
Si… es un día perfecto… - sus párpados se cerraron despreocupadamente y se recostó en el suelo.
En esas semanas que habían pasado… Hana había logrado conocer a Kaede en toda su totalidad… lo que a muchos ahora les sorprendía, a él le sorprendieron hace tiempo ya…
Últimamente, Kaede ya no era el mismo chico frío que todos conocían… bueno… aún es el chico insensible que todos conocen… pero ya no tanto como antes…
Hana cruzó sus piernas, y apoyo sus codos en sus rodillas, al tiempo que descansaba su cabeza en sus manos…viendo fijamente al zorruno chico que no lo dejaba conciliar sueño, pues este siempre ocupaba sus pensamientos…
Ah, Kaede… tengo tantas dudas… entre ellas esta la que siempre me atormenta todos los días… ¿me amas?
¿Por qué no puedo ser capaz de decírtelo¿Por qué tengo miedo¿Por qué cuando estoy frente tuyo siento mis labios enmudecer?
Ya no soporto esta espera… tengo que gritar esto a los 4 vientos… dejar que mis palabras se las lleve el viento y esperar a que estas lleguen a tus oídos y me digas que también sientes lo mismo.
Algún día… ya veras… lograre confesarte todo lo que en mi corazón hay…
Al final de clases, Hana se topó con Haruko, que estaba buscando a Kaede.
¿Lo has visto? – pregunto.
No… ¿para que lo querías? – pregunto, desconfiado.
Es que ya llevo tiempo buscándolo y no lo he hallado… este… quería preguntarle ¿Qué fue lo que paso? Se suponía que íbamos a tener una cita…
¿una cita? – preguntó Hana, sin creérsela.
Pues… si – dijo, sonrojada la muchacha.
En ese momento llegó el tema de conversación de los jóvenes… Rukawa Kaede… que solo vio con indiferencia a la jovencita…
Ho… Hola Rukawa… - saludó mientras se le acercaba.
………
Te andaba buscando…-
Ah si… ¿para que? – preguntó sin dejar su indiferencia a un lado.
Pues… tú y yo íbamos a tener una cita… ¿no lo recuerdas?
Kaede negó, meneando la cabeza – ¿yo para que querría una cita contigo?
Rukawa… - dijo la muchacha con lágrimas en sus ojos.
Tal vez estaba dormido… porque para ser sincero ni siquiera me acuerdo haberme topado contigo…
Haruko comenzó a llorar – Pero…
Tengo cosas más importantes que hacer que estar oyendo los sollozos de una tía estúpida – y caminó a las afueras del colegio, a donde estaba su bicicleta.
Haruko se alejó de ahí corriendo, con lágrimas nublando su vista.
Hana no hizo nada para calmar a la jovencita, dejo que se fuera, solo se apresuró a llegar hasta donde su kitsune…
¿Que paso?-
El kitsune solo lo ignoró… tomó su bici pero Hana evitó que se subiera a ella…
¡Dime maldita sea!-
No paso nada – dijo simplemente, con total desinterés.
Paso algo… yo lo se… te conozco…-
Apenas dijo esto, Kaede le dirigió una mirada que no logró descifrar… más logró distinguir claramente un pequeño destello que hacia que sus ojos le atrajeran más…
Apartó la mirada rápidamente, y la clavó en un punto neutro…
Kaede no dijo nada, solo se subió a su bici y pedaleó fuera de la preparatoria, dejando a Hana solo…
Mi vida es un asco… y no hay nada que me diga lo contrario…
Me gustaría poder confesarte todo… ser sincero contigo… desde que vivó en tu casa, has sido sincero conmigo, y yo no puedo hacerlo… porque tengo miedo…
Tengo miedo a cambiar… tengo miedo a sentir y a vivir algo nuevo… algo hermoso… algo que haga que mi vida tenga un solo destello de luz para continuar…
Pero lo deseo con tanto fervor… deseo este cambio… deseo… deseo estar contigo… hacerte feliz… y ser feliz… ambos por igual… quisiera saber que este es solo un sueño más que pronto acabará… no dudo que eso sea esto…
Llego a mi casa… como siempre, tan fría… tan mía… arrumbó la bicicleta en el concreto, y abro la puerta de la entrada…
Todo sigue siendo tan frío... entró lentamente y me dirijo hacia un pequeño buró lleno de polvo y tomo un portarretratos que sobre de él esta…
Ahí, estábamos mi padre, un hombre como ningún otro, yo siempre lo admire; mi madre, una mujer de pensamiento frío pero carácter dulce; yo…con mi siempre rostro inexpresivo, asomando una pequeña mueca que bien podría confundirse con una sonrisa… y mi hermano Yuki, como siempre tan sonriente…
Un suspiro escapo de sus labios, mientras regresaba la fotografía a donde estaba, cuando sintió una tibia respiración en su cuello…
¡demonios! No cerré la puerta-
Lentamente volteo, con miedo, cuando se encontró con una cálida mirada avellana…
¿Hana?-
Sabía que vendrías para acá – dijo sencillamente, con una sonrisa dibujada en sus labios.
Yo…-
¿Esa era tu familia adoptiva? – pregunto, sacándolo de si mismo.
Si – y giró su mirada al suelo.
Hana paso su mano por sobre su hombro y tomo el portarretratos
Este de aquí… es con el que me peleé ¿verdad?...-
El zorruno muchacho solo asintió levemente… el pelirrojo decidió no preguntar más…
Venga… vamonos a casa… - y dejó lo que traía en sus manos en el buró.
Sujeto a Kaede de la muñeca y lo sacó del apartamento… cerró la puerta y se alejaron de ahí caminando.
Esta vez yo cocinaré – dijo Hana rompiendo el incómodo silencio.
Lo más seguro es que la comida termine hecha cenizas-
¡TEME KITSUNE!... Kitsune Bastardo!-
No me niegues que la última vez que cocinaste, la comida se quemó…-
No se quemó, es solo que no medí el tiempo que debía estar expuesta al fuego…-
¿No es lo mismo?-
……………- Hana no le respondió, solo lo miro con un poco de enojo.
Al llegar, Hana llevó la bici al jardín trasero y ahí la dejo aparcada, mientras que Kaede abría la casa para entrar.
Primero comemos y después vamos a los entrenamientos... – le dijo Kaede mientras se adentraba a la casa.
¿No te lo dijo Mitsui?-
¿Qué?-
Que hoy no hay entrenamientos… fueron suspendidos…-
Bueno, no importa… - se arremangó las mangas y entró a la cocina.
¿Qué se supone que harás, kitsune? – preguntó mientras lo seguía.
Hacer la comida-
¡Pero te dije que yo lo haría!-
Bueno, me preparó para tener a la mano el extinguidor…
¡KITSUNE! – exclamó enojado.
Ya, ya… si vas a cocinar hazlo ya…-
Me encanta saber que a pesar de todo, aún sigues brindándome esa sonrisa que reservas solo para mi… esa cálida sonrisa que hace que mi mundo se pinte de muchos colores… esa sonrisa que a nadie más le has permitido ver… esa sonrisa que me recuerda lo cobarde que soy…
Me encanta cuando te ríes de mis estupideces, tus ojos siempre tienen un brillo que me atrae cuando lo haces… porque no me pides que cambie, y me aprecias tal y como soy… porque eres la persona que más amo en este mundo… porque tú, desde un principio, nunca fuiste como yo… no… tu siempre fuiste diferente…
Tan diferente…
Ten hermoso…
Tan perfecto…
Todo en ti me encanta… tus ojos, tus labios, tu carácter… me haces sentir en un sueño… pero este sueño algún día tendrá que terminar… así… en un parpadear todo acabará…
¿Me pregunto si falta poco? No… no quiero eso… no quiero perderte…
Vuelvo a la realidad y te veo frente a mí, viéndome con tus preocupados ojos azules… ¿Qué pasa? Te llegó a preguntar.
- ¿Estas bien? – me preguntas con un tono en verdad preocupado.
Te sonrió para tranquilizarte y comenzamos a comer en silencio… por el rabillo del ojo, no dejo de mirarte… tan apacible, calmado,… hermoso… de pronto, tu mirada se clava en la mía y nos quedamos viendo fijamente un rato… ah… siempre me pierdo en el azul de tus ojos Kaede mío…
Sostuvieron la mirada unos instantes, hasta que Hanamichi apartó la suya… Kaede solo acertó a sonrojarse levemente… volvieron sus miradas a sus respectivos platos.
¿Por qué no puedo evitar sonrojarme cuando me miras? Pero me es tan difícil calmar mis sentidos…
Ya no aguanto esta espera… no aguanto… te lo quiero decir ya… besarte dulcemente… probar tus labios que tanto me encantan… y dejar que todo termine de una vez…
¿Qué más puede pasar, además de un rechazo? Es cierto… ¿Qué más puede pasar? Nada...
Mi corazón late con fuerza… tengo miedo… soy un maldito cobarde…
Kaede… - llamó Hana de pronto.
¿Eh? – reaccionó, mientras se acomodaba en el sofá.
¿Qué tal si vamos a dar un paseo?
Mmmnn…-
Anda…-
OK, OK… vamos…-
Hana no dijo nada… solo le sonrió…-
Salieron de la casa, caminaron hacia las concurridas calles de Kanagawa… en una de esas, se encontraron con un grupito de sonrientes chicas que, al ver a Kaede, no dudaron en coquetearle… cosa que no le agrado para nada al pelirrojo… para su suerte, el Kitsune las estaba ignorado por completo…
Después de aquella pequeña interrupción, siguieron su camino… recorrieron toda la ciudad… hasta que llegaron a un pequeño parque, en el cuál había pocas personas… y se sentaron en el primer banco que vieron…
¡Que rápido oscureció¿No crees, Kitsune?-
Seh… - dijo, mientras veía el cielo impregnarse de miles de refulgentes luces fosforescentes…
… Kaede… te… te quería preguntar algo…… esto… - dijo tragando saliva, mientras que sus mejillas se teñían de rojo.
Hana… perdón… - interrumpió Kaede, sin dejar de ver el firmamento, como si no lo estuviese escuchando.
�¿Eh!-
Si… - después dio un profundo suspiro -… por… por no haber sido sincero contigo…
¿Cómo que sincero?-
Kaede agachó la mirada, y se quedó viendo el suelo… - Si…… - pensó como decirle todo de una buena vez -… por no haberte dicho que Yuki era mi hermano…
……- Hana no dijo nada, solo lo escuchaba atentamente.
… yo fui adoptado a los 9 años… mis padres adoptivos tenían un hijo propio que era mayor que yo por dos años…
Yuki...-
Asintió levemente -… después de que murieron, quedamos solos en la casa… aunque quede solo cuando él se fue a los Estados Unidos por una beca de estudios… claro esta que no la podía rechazar… así que me quedé solo en aquella casona… para entonces, tendría ya unos 12 años en mi haber…
Hana se preocupó por su Kaede, y en un inocente acto sin conciencia, pasó un brazo por sobre sus hombros y lo acercó hacía si… Kaede sorprendido solo se dejo llevar y recargó su cabeza en su hombro…
…sumanai… Lo siento – dijo en un susurro.
El pelirrojo le sonrió hermosamente… después Kaede volvió a hablar…
…he permanecido solo tanto tiempo… el frío siempre estaba presente… y la soledad era mi único resguardo… pero aún así seguía sintiendo el frío abrasando mi cuerpo... y a la vez, sintiendo mi cuerpo entumirse en una horrible sensación de filosas dagas clavándose en mi cuerpo… cuando en realidad era mi misma soledad evitándome escapar de ella…
Yo… yo te puedo ayudar a escapar de ella…-
¿Hana?
… sabes… he querido decirte algo desde hace tiempo… pero he tenido miedo… - dijo, tomando seguridad.
¿Miedo¿A qué? – pregunto Kaede alzando el rostro.
A una respuesta que no me gustaría recibir… pero ya no soporto más… soy muy débil – esto último lo dijo con una sonrisa irónica.
Kaede no comprendía bien.
Decidiéndose al fin, sujeta con más fuerza al kitsune y en un suave murmullo, le dijo al oído…
Ai Shiteru... Te amo… (n/a: mmnn… la traducción no es muy específica que digamos… ai shiteru también puede significar te quiero, pero yo quise ponerlo como te amo y así se queda)
El Kitsune sintió sus mejillas arder… no podía creer lo que escuchaba… elevó su mirada para observar al pelirrojo…
… Kaede…-
El pelirrojo no pudo evitar sonreír para si mismo, al ver la inocente expresión que Kaede tenía en su rostro… sus ojos destellaban suma sorpresa y sus carnosos labios entreabiertos en un gesto, también, de sorpresa.
Hana… yo… -
Lo había pillado de sorpresa… ¡que inesperada sorpresa!... y el que tenía planeado decírselo en ese momento… cuando por fin salió de su sorpresa, intentó articular una frase… solo una…
También te amo…-
Ahora la sorpresa era de Hanamichi… ¿había escuchado bien¿Su Kaede POR FIN le decía que también le amaba? Eso debía ser un sueño… uno muy hermoso por cierto… pero cuando sintió correr lágrimas en su hombro, supo que no lo era…
�¿Qué pasa! – pregunto preocupado - �¡Estas bien?
Estoy bien, -se limpió las lágrimas con el dorso de la mano -, lo que pasa es que…aun no puedo concebir que esto sea verdad…
Ahora si lo había visto todo… ¿su Kaede llorando? Pero a pesar de todo, se sintió absolutamente feliz al saber que era correspondido… quiso besarlo, pero supo de inmediato que no era el momento ni lugar adecuado…
Vamonos ya Kaede…-
Este solo asintió levemente, mientras ocultaba su rostro tras su brazo.
Se levantaron de la banca, no sin antes el pelirrojo limpiará el bello rostro de su acompañante de aquellas fugitivas lágrimas derramadas por felicidad…
Sus lágrimas… que cálidas son… jamás había visto a Kaede llorar… creo que la impresión fue demasiada…
Ahora más que nunca, me siento más atraído hacía él… tengo deseos de conocer a Kaede Rukawa tal y como es… de conocer su mundo, vivir en él… formar parte de su rutina… de hacerlo feliz…
Su inocencia me cautivo completamente, mientras que la ingenuidad y simpleza que demostraba cuando estaba conmigo simplemente me sedujo aún más…
¿Quién podría imaginar a un ingenuo Kaede Rukawa con deseos de amar? Nadie… pero yo… soy el único que es capaz de brindarle eso que tanto anhela… dejar aquella prisión de soledad que siempre lo mantuvo cautivo…
- ¿Me ayudarás a salir de ella?
Claro que lo haré, porque te amo demasiado…
Primero llegaron a departamento de Kaede, esta vez Hana no reprimió sus pensamientos solo para él…
No me gusta este lugar – y sujetó con más fuerza al kitsune, que aún lo tenía junto a él.
¿Por qué?-
No se… me da escalofríos…-
Abrió la puerta y entraron.
No te preocupes – le sonrió dulcemente -… no permaneceremos aquí.
Entró a su cuarto y prendió la luz con algo de torpeza… ya no recordaba donde estaba el switch de la luz… cuando hubo estado prendida, entró ahora si.
Hana se quedó en la puerta, viendo que buscaba su amado… al parecer era algo que le estaba costando trabajo encontrar… entonces vio como se agachaba para verificar bajo la cama… nada… ¿sobre el montón de ropa? Tampoco… ¿En la cama? No, ya lo hubiera visto… ¿En el closet? Mmmnn… aún no buscaba ahí…
Se acercó rápidamente, abrió la puerta, tiro todo lo que había ahí hasta que lo encontró…
¿Qué es eso? – pregunto Hana, mientras veía la pequeña cajita que traía su Kaede en sus manos.
Es un regalo… para ti – un leve sonrojo se apoderó de su rostro.
Hana tomo la pequeña cajita, y de ella sacó una cadena con un relicario, ambos de plata…
¿Y esto?-
Era de mi madre-
Entonces no puedo aceptarlo – se lo tendió para que lo tomará. Pero Kaede no lo tomó, solo negó con la cabeza.
Yo quiero que tu lo tengas… - cierra con su mano el puño de Hana -… además, quiero pensar que cumplirás con tu promesa – esto último lo dijo con un dejo de tristeza.
Cuando Hana se dio cuenta, lo condujo contra su pecho y lo estrechó fuertemente entre sus brazos…
Por supuesto que la cumpliré… tenlo por seguro…-
Gracias Hana-
Después de eso, regresaron a la casa de Hana… este abrazando a Kaede, quién se encontraba feliz y totalmente avergonzado a la vez.
Entraron a la casa, que estaba sumida en la total penumbra… el kitsune caminó hacía las escaleras para dirigirse a su cuarto cuando sintió una fuerte mano cerrarse alrededor de su muñeca…
Cuando se giró para ver que quería el do'ahou… su do'ahou… unos labios aprisionaron los suyos…
Eran tan cálidos y tan dulces… después de salir de su asombro, se dejó llevar y cerró sus ojos para disfrutar mejor el beso…
Mientras, Hana por fin daba respuesta a su mas anhelada pregunta¿Cómo serán los labios de Kaede?... ¡perfectos! Suaves, delicados, cálidos, carnosos, dulces, todo… era difícil de describirlos… simplemente perfectos…
Hábilmente comenzó a acariciar hasta donde permitía la ropa… sus lenguas se enredaban con frenesí…
Lentamente, fue despojando a Kaede de sus ropas, este le imitó y también lo libró de sus prendas, quedando completamente desnudos…
Dejaron de besarse y se contemplaron mutuamente, observándose con inmensa pasión…
Hana, ansioso, volvió a aprisionar los labios de Kaede mientras lentamente lo acostaba en un amplio diván que ahí se encontraba…
Sus manos se paseaban por todo su cuerpo ahora al descubierto, explorando lo que no pudo al principio, grabando la sensación de su piel en sus palmas, memorizando cada curva, cada línea, cada detalle de él…
Cuando dejó de besarlo, bajó sus labios por su cuello, dando ligeros besos en su piel, hasta llegar a su pecho donde lamió y besó con dulzura.
Se posesiono de uno de sus pezones rosados, lamiéndolo, mordiéndolo, succionándolo dejándolo así sensible a cualquier caricia. Lo mismo hizo con el otro.
Despacio, bajó la mano hasta su entrepierna donde comenzó a acariciar el miembro del kitsune, masturbándolo para hacer salir su esencia… no tardó mucho, se vino sobre su mano y su vientre… con su lengua limpio el semen de su vientre para después atrapar el miembro de su ahora amante en su boca.
Kaede no dejaba se gemir y suspirar ante cada caricia de su pelirrojo, en ratos enredaba sus largos dedos blanquecinos entre sus hebras rojas, jalándolas cada vez que tocaba un punto sensible…
Hana lamió lentamente desde la base hasta la punta, saboreando el sabor de la piel de su novio… deleitándose enormemente al ver cuán excitado estaba… escuchando la dulce melodía que emanaba de sus labios, dedicada solo para él… le excitaba saber que era él quien provocaba esos deliciosos gemidos…
Separó los glúteos de Kaede a sus lados, advirtiendo lo que pronto pasaría.
Cuando dejó en paz su miembro, se lamió dos dedos… los acercó a la entrada de Kaede pero no los introdujo.
No sabes cuanto he soñado con este momento… - dijo mientras se inclinaba un poco hacía adelante, para rozar los labios de su novio.
Igual yo – dijo con una hermosa sonrisa dibujada en sus labios.
Con cuidado, introdujo un dedo el cuál arrebato un fuerte gemido de sus labios, para calmar su dolor, lo comenzó a mover de forma circular causándole ahora, placer. Después metió un segundo dedo con suavidad, dilatando la húmeda y deseada entrada que deseaba profanar…
Comenzó a frotar los dedos dentro de Kaede, quién, gemía constantemente, con sus mejillas rojas.
Sus manos se aferraban con fuerza del cojín, que estaba bajo su cabeza.
Sacó sus dedos al poco rato, los cuales lamió, deleitándose con el sabor de su amor.
¿Estas listo?-
Kaede solo asintió levemente, entonces vio como su Hana tomaba su propio miembro y lo acercaba a su entrada. Sintió como lo penetraba con delicadeza, para evitar todo lo posible el dolor.
Aún no puedo creer que esto este pasando. Seré completamente suyo por fin.
De un solo golpe, Hana entró, provocando que Kaede diera un grito de dolor, mientras su espalda se arqueaba y sujetaba con más fuerza el cojín. En sus ojos aparecieron algunas lágrimas saladas.
Este bendito dolor me esta matando… siento partirme por la mitad… pero aún a pesar del dolor… puedo sentir a mi pelirrojo…
El pelirrojo acaricio los costados del kitsune para así aminorar un poco el dolor. Espero un momento, mientras que su amado se acostumbraba a la invasión, cuando esto llegó, lo comenzó a embestir suavemente en un vaivén calmado.
Haciéndome el amor, acariciando mi cuerpo, conociéndolo, explorándolo…
En cada embestida, los gemidos se fueron intensificando… mientras que cada embestida se volvía más rápida.
Ah… Ha… Hana…… ahhh…-
Ambos chicos llegaron al límite... Kae sintió algo cálido que lo llenaba… rápidamente atrapó los labios de su pelirrojo y aún entre ellos, un gemido escapó… sus labios jugaban entre si… mientras que Hana salía lentamente de su adorado kitsune.
Después de salir de su interior, se recostó a su lado y comenzó a acariciar su cabello, húmedo de sudor, al tiempo que con su mano libre le apartaba unos mechones de cabello que se pegaban sensualmente a su frente.
Se quedaron en silencio, para intentar regularizar sus respiraciones, solo se dirigían tontas sonrisas de felicidad… poco a poco los mantos de Morfeo los cubrieron y quedaron profundamente dormidos.
Por fin somos uno solo… por fin puedo estar con la persona que tanto amo… la persona con la que deseo compartir mi vida entera…
Por que su inocencia oculta tras esa mascara de frialdad me cautivó enormemente… mientras que sus ojos tan azules como el cielo me maravillaron…
¡Dios! Lo amo tanto… no deseo separarme de él… es mi vida…
Unos traviesos rayos dorados se colaban por la ventana, cayendo de golpe en el rostro de aquel pelirrojo, él cuál remisamente fue abriendo los ojos a causa del escozor que le provocaban los lánguidos rayos.
Cuando los hubo abierto completamente, se hallo con una bella imagen… su Kaede durmiendo placidamente sobre su pecho, respirando pausadamente, con sus profundidades ocultas tras esos párpados despreocupados de todo.
Eres tan hermoso – murmuró, con un leve sonrojo en sus mejillas.
Como respuesta tuvo un trivial bostezo, mientras una mano se acercaba sus ojos para frotarlos.
¿Mmnn?-
Ohayou koi... Buenos días amor-
Ohayou... Buenos días – le dijo con un mohín coqueto.
Se sonrieron como si fuera la primera vez… mientras que en sus rostros se distinguía claramente un leve sonrojo.
Kaede apoyó su cabeza en el amplio pecho de Hana y siguió observándolo, mientras unos posesivos brazos lo rodeaban.
Se quedaron así un rato hasta que se dieron cuenta que tenían que ir a clases…
En la preparatoria, todos estaban sorprendidos por la nueva actitud de los chicos problema… ya no peleaban y siempre llegaban juntos…
Te ves muy feliz ¿Qué paso Hanamichi? – pregunto Yohei.
Pues… nada que importe mucho – dijo con una sonrisa, mientras observaba su almuerzo, el cuál le fue preparado por su amado.
Dinos Hana… ¿O qué¿Ya no somos tus amigos? – pregunto Takamiya.
Claro que lo aún lo son-
Entonces dinos… - pidió Okus.
Pues… - su rostro se puso rojo. - … pues… esto…
Ya se… se trata de una chica ¿verdad? – trato de adivinar Nomah.
Hana negó con la cabeza. – No es una chica…
¿Entonces?-
Pues… es que… - decidió por decirles de una vez por todas -… ya tengo pareja… - su cara parecía un tomate.
Todos se quedaron boquiabiertos, para después felicitarlo.
Felicidades Hana ¡ya era hora! – dijo Yohei.
Por fin te le declaraste a Haruko – Takamiya le dio una palmada en su hombro.
No es Haruko – dijo en un tono serio.
�¿Qué!-
Lo que dije…-
¿Entonces quién?
El kitsune – dijo simplemente.
�¿QUEEEEÉ! – gritaron al unísono.
Sus ojos se abrieron como platos, y sus bocas casi caían al piso, de no ser porque sus quijadas se los impedían.
Debes de estar bromeando¿v-verdad, Hana?-
No-
Volteo a ver su almuerzo y comenzó a comer, ignorando a los sorprendidos muchachos.
En eso, Hana vio a lo lejos a su kitsune que se acercaba a donde estaba, alzó su mano para llamarlo.
¡KITSUNE¡AQUÍ!-
Cuando llegó con él, simplemente se sentó a su lado… entonces se percató de la presencia del gundam de Sakuragi.
Hola – saludó, mientras en su rostro se trazaba una pequeña sonrisa amistosa.
Esto desencajó a Yohei y a los demás… ¿Rukawa sonriendo?
H-Hola – Yohei fue el primero en hablar, imitando el gesto de Rukawa.
Y así, el gundam comenzó a conocer al novio de su amigo… se dieron cuenta que no era un mal chico, solamente no le gusta llamar la atención… a diferencia de Hanamichi.
Aceptaron su relación sin problema alguno… al contrario, inclusive aceptaron a Kaede como otro integrante del gundam.
Sus compañeros de equipo se enteraron después de que eran pareja, quienes los felicitaran con sinceridad y que esperaban que por fin la época de peleas cámpales nunca más regresara.
Por otra parte, las fans del kitsune, al enterarse que este tenía novio, lo acorralaron y le pidieron que desmintiera eso…
Tembló un poco al ver lo peligrosas que podían ser… pero aún así, admitió que tenía novio, y encima de eso, que este era Hanamichi…
Un estruendoso grito inundó los pasillos de la preparatoria…
Después del largo día de ambos, arribaron a su casa a descansar… esa noche compartieron el lecho… Kaede se abrazó a Hana, mientras que este lo rodeaba con sus brazos, en un abrazo un tanto protector.
Una gran sonrisa compartía el rostro de ambos, mientras que con lentitud se iban sumergiendo en un sueño.
- Después de todo y todo, terminamos estando juntos…-
- Es cierto… jamás pensé que llegaría este momento…-
Una sonrisa inundo su rostro, mientras acercaba una mano a su rostro -… pero llegó, y ahora estamos juntos…
- Solo espero que esto no sea un sueño de los que pronto acabarán... -
- Claro que no… esto es real… - le beso ligeramente en los labios.
Mientras recibía ese pequeño beso, sus manos sujetaron sus brazos y se aferraron a él…
Lentamente el beso se fue convirtiendo más y más apasionado hasta el punto en que sus lenguas se enredaban entre si.
Se separaron lentamente, hasta quedarse viendo a los ojos… un brazo rodeo su cintura y lo jaló hacía el.
- Nuestra vida, juntos, comienza aquí…-
- Y lo que venga lo enfrentaremos juntos… ¿verdad, Hana?-
- Si… no importa que nos ponga el destino enfrente… -
- Saldremos adelante…-
La noche caía sobre la ciudad, llevando en ella todos los sueños de sus habitantes… convirtiéndolos en una momentánea realidad de la que pronto saldrán…
Una pareja que dormía placidamente en el mismo lecho, compartían un sueño en común… salir adelante y compartir todos los días de sus vidas juntos… retando al destino a los que sea…
Porque no existen límites para amar… porque siempre estaré contigo… porque estoy seguro de que al igual que las estrellas se queman a diario en el cielo, nuestras vidas jamás se quedaran estáticas…
OWARI
Notas de la autora (comentarios que nunca faltan):
¡Ta Da¿Qué tal? Pues esta es mi primer fic HanaRu (¿a poco no se notó? O.ô)… y no duden que este no será el único que habrá.
Insisto con mi gran GOMEN… porque algunos caracteres no salieron y pues tal u.u
Espero que les haya gustado este fic tanto como a mí al escribirlo y subirlo… estoy muy agradecida por su apoyo, por todos los reviews que dejaron, ya que me sentí muy mal por el fracaso que tuve en la sección de Beyblade XPP.
Este proyecto (fic) de Slam Dunk, es el único en salir completo al sol (ejem… pantalla…) este fue mi primer proyecto romántico, el cuál no estuvo nada mal…
Otra vez gracias por sus reviews y nos vemos después en otro fic Slam Dunk n.n
Besos. Sayonara.
