Capítulo 2: Angustias encontradas

- Ahome ¿estarías preparada si de verdad él te lo pidiera? - dijo una chica de cabellos castaños que en esos momentos estaba tejiendo un abrigo.

- Por supuesto yo lo amo con todo mi ser, ya tú lo sabes - dijo Ahome con una sonrisa - pero algo me dice que el no me lo va a pedir tan rápido.

- Ahome, tu y yo conocemos muy bien a Inuyasha y sabes que tu tendrías que ser la que se lo pidiera - dijo Kikyo que estaba observando unos dibujos que había mandado de tarea a sus alumnos - el se las da de "él más valiente" en situaciones de batalla, pero cuando se trata de su vida amorosa, esa supuesta valentía desaparece rápida y misteriosamente, la verdad es que el es bastante tímido

- En eso tienes razón - dijo Ahome con una sonrisa - él tardó mucho tiempo en decirme lo que sentía por mí.

- Pero Kikyo, solo porque Inuyasha sea un cobarde en ese tipo de muestra de amor se tengan que intercambiar los papeles - apunto Sango con cierto enfado - no, el hombre tiene que ser el que se lo pida a la mujer, no me imagino a Ahome con un esmoquin, un ramo de flores y algunos dulces, arrodillándose frente a él y diciéndole - en eso su voz se agravó intentando imitar a la de un hombre - "Inuyasha, tan bello como una flor cuando los rayos de sol cubren sus pétalos, iluminando su encanto y sublimidad ¿aceptarías casarte conmigo?.

- "Acepto, cariño" - Kikyo agudizo su voz, sonando bastante burlona.

Las tres mujeres estallaron en carcajadas, Ahome con un esmoquin e Inuyasha contestando como una mujer enamorada, eso si fuera bueno verlo (N/A: Je, solo imagínense a Inuyasha con un precioso vestido lila rodeado de rosas blancas, zapatillas con tacones de los que hay que hacer un milagro para poder caminar (yo si --U), guantes plateados hechos de lentejuelas, y sus cabellos recogidos en una preciosa trenza terminada en un lazo rosa y grande, sus labios rodeados de un rojo carmín, sombras en los ojos y un cierto rubor marcado en sus mejillas, ¿a que no sería una preciosura?. Ahome, Sango, Kikyo tienen una rival.... jajajajaja, bueno seguro que quieren que deje de escribir tonterías y que continúe con el fanfic ¿no?).

- Imitaste la voz de un hombre a la perfección Sango jajajajaja - reconoció Ahome riendo - y Kikyo, como agudizaste tu voz... sonó graciosa.

- Gracias - se inclinaron ambas.

- "Rara vez yo había oído a Kikyo hacer bromas, me alegro, eso indica que ella está superando su pasado e intentando ser feliz - pensó Ahome - a pesar de que Inuyasha es muy tímido, sé que algún día me lo dirá.

- Si de verdad te ama, sin duda te lo pedirá - dijo Sango.

- Solo dale tiempo, a pesar de que él transmite la sensación de estar seguro de sí mismo, en realidad tiene miedo de que tú lo rechaces - dijo Kikyo.

- Si es verdad, Inuyasha a veces finge sentimientos que realmente no siente, pero ¿Por qué va a tener miedo de que yo lo rechace? Si cuando estamos juntos yo siempre le demuestro que yo lo amo - dijo Ahome un poco ofuscada.

- Especifica de que manera se lo demuestras - Sango tenía una curiosa sonrisa que no se podía interpretar.

- Bueno, lo abrazo, le hago de comer, le canto, miramos las estrellas juntos, le leo cuentos... - pero se calló al observar mejor la sonrisa de Sango y sus mejillas adquirieron un rojo intenso y se escandalizó - ¡Sango, ¿Acaso crees que Inuyasha y yo..?

- Espera un momento - la interrumpió Sango confundida - ¿A Inuyasha le lees cuentos? OOUUUUU

- ¡Ay por favor Sango! - Ahome estaba asustada - ¡No se lo vayas a decir a nadie! ¡Prometí guardar el secreto!

- Esta bien soy una tumba - dijo Sango con seriedad - "Ay, si Miroku se enterara de esto...."

- Pero puedes hacer algo al respecto - dijo Kikyo inesperadamente soltando los dibujos que estaba corrigiendo.

- ¿Qué? - preguntó Ahome confundida - ¿A qué te refieres?.

- Si Kikyo, no entiendo - preguntó también Sango - ¿Qué puede hacer Ahome?.

- Tiene que insinuárselo - respondió la mujer - tienes que recordárselo, en los momentos menos pensados, dile cosas que tengan relación con bodas, háblale de otros matrimonios, alguna cosa que se te ocurra.

-¡Gracias Kikyo! Esa es una gran idea - dijo Ahome entusiasmada - así yo puedo hacer algo al respecto sin ser muy obvia.

- Si, además ¿No han notado que Inuyasha esta un poco extraño en estos días? - apuntó Sango.

- Si, en cierto modo - dijo Ahome - no es que ya no me abrace ni me bese, sino como si tuviera pánico de algo, como si quisiera decirme algo pero no se atreviera.

- Por eso es que te doy este consejo - dijo Kikyo - esa es la señal, Inuyasha no se atreve a decirte nada, tienes que demostrarle que a ti te gustan las bodas, algo relacionado, eso sí, tienes que asegurarte que estén completamente solos.

- Claro - asintió Ahome - ya oíste Sango SOLOS �.�

- ¿Por qué me miras así Ahome? - preguntó Sango frunciendo el entrecejo con un poco de enfado - ¿acaso me crees capaz de espiarte? ¡Claro que no! ¡Soy tu mejor amiga y por eso te respeto! ¡Yo nunca haría algo así!

- Si, eso lo sé - dijo Ahome con una sonrisa - fue una broma, sé que no serías capaz de hacer algo así, confío en ti

- Si, si quieres ayuda puedes contar conmigo - dijo Sango - "Eso de que fue broma no me lo creo, ¿cómo puede pensar que yo podría hacer eso? Además con que moral me lo dice si ella es la reina de las entrometidas, aunque sea mi gran amiga" - pensó un poco ofendida.

- Ya llegará el momento - Kikyo agarró los dibujos de sus alumnos y los empezó de nuevo a corregir -¡Vaya, que lindo! Es de Kohaku - en el dibujo estaban Ahome, con un arpa, Kikyo con un violín y Sango con una flauta, las tres tenían unos hermosos kimonos, Ahome tenía uno rosado con violetas blancas, Sango mostraba uno azul con claveles fucsia y Kikyo lucía uno rojo con girasoles. - Kohaku sabe dibujar muy bonito, que bueno que su recuperación fue rápida.

- Kohaku es un niño muy talentoso - dijo Sango orgullosa de su pequeño hermano.

- Si, junto con Shippo es mi mejor estudiante, y hablando de Shippo - Kikyo sacó un dibujo que estaba identificado con su nombre - el también dibuja muy bien jeje - se rió al ver de lo que se trataba el dibujo: era Shippo, más grande de lo normal, pisoteando la cabeza de un adolorido, llorón y rendido Inuyasha - vaya, vaya, muy divertido.

- Esos son deseos frustrados - dijo Sango con una sonrisa un poco malvada.

- Shippo es bastante creativo - se notaba por su amplia sonrisa lo mucho que le gustaba el dibujo.

- Ahora que estoy viendo el dibujo de Kohaku estoy recordando algo - dijo Sango un poco pensativa - ¡El aniversario de Fumiko! ¡Es dentro de dos semanas! ¿Cómo pude olvidarlo? - Sango estaba desesperada - ¡Y no tengo nada nuevo que ponerme!

- ¡Ay no, es verdad! - Ahome tenía la misma expresión de temor - Soy una tonta, tonta y mil veces ¡tonta! Fumiko muy contenta nos había entregado la invitación hace un mes, se ve tan feliz, tan enamorada de Eien, su marido. Fumiko es nuestra amiga, ella nos ayuda cuando tenemos problemas ¡Sería una gran ofensa para la pobre si faltamos porque fuimos unas irresponsables en conseguir algo adecuado!

- ¡Y para más colmo tengo que buscar un regalo apropiado para la pareja! - La expresión de horror se acentuaba más - y ver que ropa va a llevar Kohaku puesta, y claro, estoy segura que tendré que vigilar a Miroku en la cuestión del regalo, no se le vaya a ocurrir regalarles algo indebido, lo conozco perfectamente � .

- Me espera una larga batalla con Inuyasha - Ahome se estaba poniendo azul - Inuyasha es muy terco en cuestión de ropa, siempre anda tan mal vestido, nunca querrá ponerse esos "ridículos trapos" como los llama él. Creo que tendré que darle un somnífero, ponerle la ropa yo misma uu - su cara enrojeció violentamente al imaginarlo - llevármelo y despertarlo en la fiesta.

- Chicas, ya cálmense - Kikyo estaba harta de ver tanta desesperación - están exagerando demasiado, primero que todo falta dos semanas para la fiesta, tiempo suficiente para conseguir ropa, regalos, y demás cosas. Sé que Inuyasha y Miroku son dos problemas que hubiera sido mejor resolver con más anticipación, pero yo tampoco puedo decir nada, a mí también se me olvidó --UUU - Las gotas de Kikyo se volvían cada vez más grandes por las miradas de gran sorpresa que Ahome y Sango le dirigían - me entregó la invitación y no volví a acordarme más, he estado tan ocupada con mis alumnos, además ayudo a Kaede los fines de semana a cuidar enfermos, a pesar de estos inconvenientes, esta fiesta nos cayó del cielo.

- ¡Es verdad! - exclamó Ahome con entusiasmo - es el ambiente perfecto, puedo hablar de la pareja o algo así, y después él a lo mejor me llevará a un lugar privado, en la noche llena de estrellas, los luceros brillando, una fuente en el lugar, arrodillándose frente a mi y... ¡aaaahhhhh! - Ahome pegó un grito de emoción, estaba completamente sonrojada.

.- Todo saldrá de perlas - dijo Sango feliz por su amiga - pero claro tienes que ser muy cuidadosa, deber planear bien lo que vayas a decirle.

- Sango tiene razón - dijo Kikyo con el entrecejo fruncido - Cualquier error puede afectar tu relación con él.

- ¿Cómo cuales? - preguntó Ahome confundida.

- Cuando empieces a referirte acerca del matrimonio - empezó Kikyo serenamente - no vayas a decir cosas como "¿Qué vestido te gustaría que yo llevara puesto para nuestra boda?" ó "Me gustaría en nuestra boda que en vez de cargar el cabello suelto te hicieras varias trenzas, te verías muy adorable". No digas ese tipo de comentarios, porque sino se sentirá muy frustrado e incómodo y eso podría afectarte a ti.

- Me sorprendes Kikyo - reconoció Sango - pensé que no sabías nada de ese tipo de cosas, como eres una sacerdotisa.

- Lo que pasa es - empezó a explicar Kikyo - es que cuando yo estaba estudiando para ser sacerdotisa, yo tenía varias amigas y conocidas que tenían problemas con sus novios y esposos, y claro, como veían que yo estaba muy dedicada a convertirme en sacerdotisa y que era la mejor alumna, a menudo me buscaban para hablar conmigo acerca de sus problemas, otras, decepcionadas de los hombres, me decían que tenían envidia de cómo yo los ignoraba y me dedicaba a lo mío. Al tiempo de que tantas mujeres me contaran sus problemas, que casi todos eran el mismo, los entendía y poco a poco les iba dando consejos acerca de cómo solucionarlos. Siempre fue así hasta que... - Kikyo calló porque el resto de la historia ya Ahome y Sango la sabían muy bien - todavía algunas mujeres hablan conmigo, pero más que todo son las madres de mis alumnos.

- Eso si que debe ser aterrador - Sango se estremeció un poco - que todo el mundo te cuente sus problemas sin importarles si a ti te interesan.

- A mi no tanto - dijo Ahome - me gustaría poder dar consejos, ayudar a las personas con sus problemas.

- Si, claro � - Sango tenía una cara de pocos amigos - a ti lo que te gusta es entrometerte en la vida de los demás, y si te lo cuentan aún mejor ¿verdad?.

- ¡Qué! Ôô ¡Eso no es verdad! - Saltó Ahome un poco molesta por el comentario - yo no soy ninguna entrometida y lo saben perfectamente.

- Si tú lo dices.... te lo creeré - dijo Sango con fingida resignación - vamos, solo era un chiste - esto lo dijo al ver el rostro enfadado de Ahome - solo era una pequeña broma - dicho esto la expresión de Ahome se relajó.

- Bueno, la verdad es que en un momento si llego a ser bastante molesto que todo el mundo te contara sus problemas a cada momento, de paso que uno tiene bastante con los de uno, vienen otros a cargarte de más, pero de todos modos yo me acostumbré, solucionaba problemas y a la vez aprendía de la vida (N/A: ¿A que esa no es una interesante manera de aprender de la vida, jejejeje), pero ya, eso paso hace tiempo, dejemos de hablar de ese tema y retomemos el anterior, como te iba diciendo Ahome, tienes que ser muy cuidadosa con lo que vas a decir, eso es lo primero de lo que tienes que asegurarte.

- Si claro, seré bastante cuidadosa - su rostro reflejaba concentración ante las instrucciones que se le estaban dictando, no podía dejar pasar esa oportunidad, tenía que saber si Inuyasha sería lo suficientemente valiente para pedírselo...

- Y otra cosa - intervino Sango - tienes que verte muy bien, así que no se como vas hacer con los exámenes finales de tu colegio, pero en estas dos semanas tienes que esforzarte para conseguir lo más bonito y adecuado para ti, yo me encargaré del peinado y maquillaje -.

- Gracias Sango, eres una gran amiga - Ahome estaba muy ilusionada, nada podría salir mal, se lo pediría esa misma noche, dentro de dos semanas...

- Y el regalo... - Sango de pronto observó el abrigo que estaba tejiendo - este abrigo era para Miroku, pero mejor se lo regalo a Eien, ya que ambos tienen la misma talla y a Fumiko no sé lo que le regalaré, esta semana busco algo bonito.

- Si, aunque puedes regalarle lo que sea, Fumiko y Eien serán muy agradables, pero de que están locos, están locos - dijo Ahome - me acuerdo que Hikaru me contó que el día que se casaron ambos llevaban trajes negros, velas negras y un libro de rezos, lo que no me acuerdo es para que.

- Yo si me acuerdo, incluso una vez que hable con Fumiko me contó lo de su boda - empezó Kikyo a relatar - ambos tenían el concepto de que en las bodas en vez de celebrar la unión eterna, se debería dar un "funeral", para dejar atrás la etapa de solteros, por eso es que se vistieron de negro en esa ocasión tan especial, consideran que esa fue la muerte de la soltería.

- Y no solo eso - intervino Sango - me contaron también que no hubo invitados, y si los hubo solo fueron sus padres y hermanos, además ella no llevaba ningún ramo de flores, como es costumbre y ni siquiera hubo baile ni nada, incluso el sacerdote que los casó por poco no le da un infarto en plena ceremonia, sobre todo en la parte cuando la niña que los esperaba al final del pasillo, en vez de arrojarles arroz, lo que les tiró fue plumas de cuervos negros y después se arrodillaron y empezaron a rezar para darle el descanso eterno a su soltería.

- Y en vez de irse de luna de miel - Ahome siguió el relato - pasaron dos meses de trabajo interminable en los cementerios, ayudando a enterrar a las personas y rezando por cada una de ellas, Dios mío, si les gusta llamar la atención pues lograron su objetivo y si están locos de verdad, pues necesitan ayuda urgente O.O.

- No importa cual sean las razones por las que hacen esas cosas - dijo Kikyo - si ellos son felices esta bien, se nota que su relación es especial.

- Tienes razón - dijo Ahome - además por más locos que estén son una linda pareja y son unas grandes personas.

Inuyasha y los demás habían conocido a Fumiko y a Eien justamente cuando llegaron a la aldea después de haber derrotado a Naraku. No los habían visto anteriormente ya que ellos eran personas muy curiosas y por eso se las pasaban viajando por todo el mundo. Provenían de buenas familias ya que ambos eran hijos de poderosos terratenientes, además que habían estudiado en el exterior. Cuando se casaron (ellos iban a celebrar ya los cinco años) ya estaban hartos de las altas sociedades, querían una vida sencilla, trabajar con dedicación y esfuerzo como los campesinos, así fue como llegaron a vivir a la aldea. A pesar de eso Eien compró una buena extensión de tierra que había estado sin trabajar a un viejo y avaro terrateniente que estaba a punto de morir. Nadie había podido comprar esas tierras, ya que el mezquino anciano pedía una cantidad exorbitante y ningún habitante de la aldea de Kaede tenía esa cantidad de dinero. Eien y Fumiko eran personas progresistas y caritativas, querían que la economía de la aldea fuera más fuerte, así que Eien sin dudar, las compró y así, muchas personas, provenientes de aldeas destruidas, podían conseguir un modo de vida tranquilo y honrado trabajando en sus tierras. Aunque por supuesto antes de llevar a cabo este proyecto hablaron con Kaede para ver que tal le parecía, ella lo aprobó inmediatamente, ya que observó que ellos lo hacían por el bienestar de los aldeanos y de los habitantes de otras regiones. A pesar de todo en vez de solo ver como los demás trabajaban y disfrutar de las comodidades, la extraña pareja trabajaba día y noche y cuidado si trabajaban más que los propios campesinos, eso ya conformaba el aura extraño que los envolvía. Inuyasha, queriendo ayudar a los demás, trabajaba en esas tierras.

- Por cierto amigas creo que tenemos que irnos, se nos está haciendo tarde - dijo Kikyo mirando la hermosa luna llena que en esos momentos las iluminaba y levantándose de su silla - no puedo tardarme demasiado, mañana hay clases y no quiero faltar.

- ¡Dios mío! - exclamó Ahome muy asustada - ¡mañana tengo examen y me falta la mitad por estudiar! ¡tengo que volver a mi época! -se levantó de un solo golpe y salió corriendo inmediatamente.

- ¡Adiós Ahome y buena suerte! - Le gritó Sango viendo como se perdía su figura en la lejanía.

- Ahome no tiene remedio - dijo Kikyo negando con la cabeza - mañana empieza sus exámenes finales y en vez de estar estudiando viene a perder el tiempo con nosotras.

- Ya la veremos dentro de unos cuantos días llorando porque se quedo dormida estudiando o porque en pleno examen se le olvido todo - pronosticó Sango con una sonrisita malvada.

- Si Ahome supiera que su mejor amiga en vez de desearle lo mejor está pronosticando su próxima caída - dijo Kikyo burlonamente.

- Vamos Kikyo, sabes que lo que estoy diciendo es nada más y nada menos que su probable futuro - aclaró Sango.

- Si, auque la vida te da sorpresas y créeme, que sorpresas - en eso el rostro de Kikyo adquirió cierta melancolía, pero así de rápido como apareció así se esfumó - creo que soy yo la que tengo que irme ahora - empezó a caminar en dirección a su hogar.

- Hasta mañana y que duermas bien - se despidió Sango.

- Igual - así se despidió y continuó su camino. A medida que continuaba su camino ella contemplaba un poco distraída las estrellas, numerosas y brillantes en el manto oscuro e infinito que dominaba el cielo, la luna majestuosa en esos momentos debía de sentir frío, ya que unas densas nubes la estaban arropando, el frío que ella misma sentía en esos momentos provenía del viento que se dirigía directamente hacia ella y desordenaba sus negros y largos cabellos que, a no ser por su azulado brillo, se confundían y se perdían en la noche - "Mejor me doy prisa, ya que gracias a esas nubes la noche esta más oscura de lo normal y no quiero tener ningún accidente" - caminó un poco más rápido, pero no corrió para evitar caerse.

- "Esta noche se lo voy a pedir, será esta noche" - pensaba un chico de cabellos negros azabache que en esos instantes tenía un semblante de creciente impaciencia - "No hay nadie en la casa, a lo mejor va a llegar primero que las demás" - su mano estaba metida en su bolsillo, que parecía que estuviera sosteniendo algo. El cuerpo del chico estaba temblando ligeramente - "¿Qué me está pasando? ¿Por qué estoy temblado?, no, no debo tener miedo, debo controlarme" - seguía temblado - "Vamos Inuyasha, eres un hombre, has enfrentado cosas peores, has peleado con monstruos muy poderosos y les has ganado" "Pero en esos tiempos tenías tus poderes" - escuchó una voz interior que le dijo eso - "Es verdad, pero yo combatí con mi corazón y mis deseos de triunfar y eso nunca se irá de mi" - se estaba empezando a controlar - "Se que Ahome me ama tanto como yo la amo a ella, se que no me va a rechazar" "Puede ser que te rechace, que te esté engañando y de verdad no te ame y que se marche para siempre" - "No, ella no es así, mi dulce y amada Ahome no es así, se lo voy a pedir y si me aceptará, y aunque no lo hiciera, por lo menos tengo el consuelo de que tuve el valor de decírselo, vaya consuelo, saber que soy valiente, pero no tenerla a mi lado" - sonrió con ironía - "Solo debo esperar y dejar que suceda lo que el destino me depara" - de pronto escucho unos pasos que se acercaban a donde estaba el - "¡Debe ser Ahome!" - se levantó rápidamente del suelo, notó que tenía polvo en la ropa, se sacudió presurosamente - "Se me olvido lo que le iba a decir" - empezó a temblar de nuevo - "Tengo que calmarme" - de pronto en la entrada de la cabaña pudo observar unos cabellos negros azulados que a causa del viento se podían observar - "Es ella" ¡Aho...! Ah... hola Kikyo - se desanimó bastante cuando vio entrar al resto de la figura a la cabaña y ver que no era Ahome.

- Hola Inuyasha - saludo amablemente Kikyo al terminar de entrar - ¿Estás solo?.

- Así es - contesto con cierta amargura - ¿Dónde está Ahome? - giró la cabeza para todos los lados pero no la veía.

- Se fue a su época - contestó reprimiendo una sonrisa al ver la espantada cara de Inuyasha.

-¡¿QUÉ?! - gritó con furia - ¡Ahome no me dijo nada! - empezó a gruñir - ¡Cómo se va a ir a su época sin avisarme! ¡La voy a traer ahora...! - empezó a dar unos pasos pero Kikyo le detuvo colocándole una mano en el hombro de Inuyasha.

- Inuyasha, si haces eso ella no te lo perdonará, y lo sabes muy bien - Kikyo le advirtió esto con un tono un poco amenazador - además, recuerda que ella nos dijo a TODOS y eso te incluye a ti - Inuyasha inclinó un poco la cabeza - nos dijo que en su escuela iba a presentar sus últimos exámenes y necesitaba permanecer unos días en su mundo. Sabes que esos exámenes son muy importantes para ella, esta dando lo mejor, y si de verdad la amas, no vayas a complicarle más las cosas pidiéndole que regrese.

- Si lo sé, pero... - iba a replicarle pero de pronto entraron dos figuras más a la aldea.

- ¡Que viento tan terrible hay en esta noche! - se quejo la voz de una anciana.

- ¡Hola Kikyo! ¡Que tal Inuyasha! - saludo alegremente la voz de un niño.

- Kaede, Shippo, que bueno que hayan llegado - dijo Kikyo.

- ¿Y Ahome? - preguntó Shippo con extrañeza.

- "Otro que no se acuerda" - pensó Kikyo con cierto enfado - Shippo acuérdate que ella tiene unos exámenes muy importantes en su mundo y no va a estar aquí por unos días.

- Ay es verdad, no me acordé jiji - dijo el niño un poco apenado, pero su semblante de repente se mostró serio - con respecto a eso Kikyo, Kaede, hay algo que quiero preguntarles.

- ¿Qué es lo que quieres preguntarnos? - dijo Kaede con sorpresa.

- Es algo que me a circulado por la mente estos dos meses, que quería descubrir yo mismo, pero no lo he logrado, si Inuyasha uso la perla para convertirse en humano, entonces... ¿Cómo Ahome puede viajar sola de una época a otra sin el poder de la perla de Shikon? Porque yo me acuerdo que una vez ella me dijo que con los poderes de los fragmentos que ella tenía era que ella podía viajar.

- Vaya Shippo, me sorprendes, para la edad tan corta que tienes haces preguntas que tienen sentido, eres muy inteligente - dijo Kikyo con una sonrisa, ante aquel elogio Shippo adquirió una pose de autosuficiencia - es una pregunta interesante, pero tengo la respuesta - Shippo la miraba fijamente - Ella puede viajar a su antojo por ambos mundos porque ella de cierto modo conserva en su interior parte de los poderes de la perla - Shippo la miraba confuso, no estaba entendiendo nada - al estar en contacto tanto tiempo con los fragmentos, a medida que pasaba el tiempo su cuerpo iba absorbiendo parte de la energía de los fragmentos, además de que en algunas peleas ella usaba sus poderes para vencer al enemigo, y también ella me ayudó dos veces a unir los fragmentos, con eso su cuerpo almacenó tanta energía de la perla que ya no necesita de ella para atravesar los dos mundos. Es por eso que ella puede atravesar los dos mundos a su antojo.

- ¡Ya entendí! - exclamó Shippo muy contento - ¡Gracias!.

- De nada - contestó la mujer - por cierto Inuyasha, hay algo que se me olvido y creo que a ti también.

- ¿De que se trata? - preguntó él con curiosidad.

- Se trata de algo relacionado con Fumiko y Eien - dijo Kikyo para ver si Inuyasha reaccionaba.

- Fumiko y Eien, dos almas de Dios - dijo Kaede - hace unos momentos estaba en su hacienda discutiendo la manera de cómo vamos a conseguir más campesinos para trabajar las tierras, ya que con los ataques a nuestra aldea muchos de los campesinos tenían que ayudar a defenderla y por su puesto, buena parte de ellos cayeron en la batalla, lo único que tenemos que esperar es que sigan viniendo más personas de otros lugares.

- Kaede - dijo Kikyo con una pequeña sonrisa - te acuerdas perfectamente de una celebración que tiene que ver con ellos ¿verdad?.

- ¡Claro! - dijo Kaede con la misma sonrisa - ¡De su aniversario! Pues claro que yo no lo olvidaría.

- ¿Aa...ni...ver..sario? - dijo Inuyasha entrecortadamente - ¿Cuál aniversario?.

- Si, ¿Cuál aniversario? - preguntó Shippo nervioso. Sabía cual era ese aniversario, solo que no se le pasó por la cabeza en ningún momento.

- Lo sabía - dijo Kikyo, ahora su sonrisa era maligna - ninguno de los dos se acuerda que en menos de dos semanas los cinco años que tienen Fumiko y Eien de casados se van a celebrar.

- ¡¿En menos de dos semanas?! - Exclamó Shippo empezando a asustarse - ¡Tengo que conseguir algo decente para ponerme!.

- Bah, tonterías - dijo Inuyasha con desdén - yo iré con lo mismo que tengo puesto en estos momentos - señaló su atuendo rojo - así me evitó esa molestia - se sentó en el suelo con la intención de dormirse.

- Inuyasha, este no es el momento de comportarse como un bebe de tres años - dijo Kikyo fríamente.

- ¿A quién llamaste bebe de tres años eh? - Inuyasha se levanto de un solo salto a confrontar a Kikyo

- ¿Acaso ves a otro niño malcriado por aquí? - dijo Kaede apoyando a su hermana.

- Pues, al único niño malcriado que veo aquí es a Shippo - dijo señalando al pequeño zorro que estaba a su lado.

- ¿Cómo te atre..? - el niño tenía intención de golpear a Inuyasha pero Kikyo lo detuvo.

- Me refiero a ti - dijo Kikyo - deberías aprender de Shippo que siendo menor que tu se preocupa por su presencia.

- Debería darte vergüenza tonto jejeje - dijo Shippo mirándolo burlonamente.

- Cállate - le dijo Inuyasha con tono cortante - y tu Kikyo, sigue así y serás tan insoportable como Ahome.

- ¿Sabes Inuyasha? - dijo Kikyo con una de sus miradas que eran capaces de congelar a quien fijara su vista en ella (las de la serie) - mi físico se parecerá al de Ahome, pero sabes perfectamente que en actitud somos muy distintas - su mirada era cada vez más mortífera - No se te ocurra volver a compararme con ella, o te juro que te irá mal ¿De acuerdo? - Lo miró directamente a los ojos

- Si, esta bien - Inuyasha estaba aterrado por la mirada de Kikyo, y para ocultar su miedo, bajo su cabeza como niño regañado.

- Inuyasha - La voz de Kikyo se suavizo y su semblante ya estaba tranquilo - Lo que quiero es que te veas bien en el aniversario - se acercó un poco más a él - eso es lo que quiere Ahome, por favor hazlo por ella.

- Ahome... - susurró Inuyasha algo avergonzado.

- Ella se esta esforzando mucho por salir bien, incluso está muy ansiosa porque llegue el día del aniversario, ella quiere celebrar junto con Fumiko y Eien sus años de casados así que cuando ella venga debes ser paciente y aunque no te guste lo que te vayas a poner para la fiesta, acéptalo y no vayas a pelear con ella. Hazlo, si la amas de verdad.

Inuyasha solo se limitó a asentir.

- uuuuuaaaaahhhhh - bostezó el pequeño zorro - tengo mucho sueño, mejor me voy a dormir, buenas noches - se fue para dirigirse a su cama que estaba a pocos metros de ahí.

- Yo también me voy a dormir - dijo la anciana Kaede - que descansen bien - siguió la misma dirección que Shippo dirigiéndose a su cama.

- Es mejor que yo también me vaya a dormir - dijo Inuyasha, el cual seguía un poco avergonzado. Inconscientemente metió su mano en un bolsillo y apretó un objeto que había en él.

Kikyo notó esto y le dijo en un tono misterioso: - Tranquilo Inuyasha, no tengas miedo, ten paciencia. Inuyasha volteó inmediatamente hacia donde estaba ella y la miró un poco confuso, estaba a punto de preguntarle, pero algo le dijo que era mejor que por el momento no lo supiera, así que se dio la vuelta para dirigirse a su cama.

La sacerdotisa también se dirigió a su cama. Era la que estaba más cerca, así que no tuvo que caminar mucho. Ya estando en ella se soltó la cola que ataba sus cabellos y estos quedaron libres, se despojó de su vestimenta y en su lugar la reemplazó por una ligera túnica blanca. Ya en su cama, ella se preguntaba si su vida no tendría más giros sorpresivos, y si los hubiera, deseaba con todo su corazón que no la hicieran sufrir. Con ese último pensamiento, Kikyo fue atrapada por los brazos del cansancio y llevada a un mundo de sueños.

Notas de la autora: ¡Ohaiyo yaa! Aqui vengo yo de nuevo n.n. Como verán este capitulo me quedó más largo de lo que yo había estimado u.u. No hace mucho que lo escribí, como dije una vez hay capítulos que tienen tiempo de haber sido escritos. Esta medio tonto, lo se --U, pero buee... ¡Se me olvidaba! A todos los que han leido hasta ahora mi porquería de fic ¡Domo arigatou gozaimasu! y a los que lo han intentado ¡Pues lo mismo! XD y como lo agradezco tanto voy a contestarle a:

Yumiro: ¡Gracias por decir que mi fic está bueno! n.n y con respecto a que no tiene nada que ver el título...en parte tienes razón ¿que quiero decir? cuando escribí el epílogo ya le había colocado el nombre, pero los capítulos que vienen fueron...imprevistos XD. Pero no creas si me sigues leyendo (cosa que sería un milagro XD) te vas a dar cuenta del porqué del título n.n, pero paciencia, ya lo veras...

Hasta otra!!!