Capítulo X
Misao estaba completamente atónita. Cierto que en sus sueños siempre estaba el clásico de despertar y ver a su amado Aoshi-sama a su lado... (N.A¿Y en los de quién no? XD) pero ahora lo último que hubiese querido era verlo.
¿Ha... hablar-balbuceó Misao, incorporándose y posando su mirada en los fríos ojos azules de Aoshi. Y una serie de pensamientos invadió su mente, entre ellos el de fingir que se desmayaba o salir corriendo... ponerse a llorar no parecía tan ridículo... Lo cierto es que si el mismo Aoshi-sama había venido a su habitación a buscarla a esas horas de la mañana para hablar, seguramente era porque deseaba aclarar las cosas de una vez... Pero la había pillado desprevenida... Ni siquiera se había molestado en pensar qué le diría llegado el momento para aclarar lo que ella misma había dicho...
Lo que Misao ignoraba era que el apuesto joven llevaba horas vigilando su sueño. Había regresado del templo poco después de que ella se durmiera, había tomado el relevo a Omasu, para que ésta pudiera descansar un poco, y había pasado prácticamente toda la noche observando el dulce rostro de la chica mientras dormía y meditando acerca de sus sentimientos hacia ella...
Sus sentimientos... Eso era de lo que necesitaba hablar.
- Verás... -comenzó a decir él, mientras observaba fijamente a la chica.- Es con respecto a lo que sucedió en la pelea contra los ninjas.
- Ah, la pelea de los ninjas... -interrumpió ella, sonrojándose intensamente.- Si... yo... eh... creo que... me desesperé... Sí, eso fue... Me desesperé creyendo que iba a morir... y bueno... yo... -bajó la vista, evadiendo aquellos ojos azules que tanto amaba.- Bueno... usted sabe que... eh... en momentos así... pues... se dicen muchas cosas sin sentido y... No sé.
- Ya veo... -dijo él, sin cambiar en lo más mínimo su expresión...- Así que cosas sin sentido.
- Eh... Si... y... pues... la verdad es que yo...
Sus palabras dejaron de fluir al sentir la cálida mano de Aoshi levantando suavemente su rostro y mirándola fijamente.
¿Podrías repetir lo que acabas de decir mirándome a los ojos?
Misao se sintió desfallecer ante esa mirada profunda de Aoshi. No... No era capaz de repetirle lo que acababa de decir sintiendo la presión de su mirada sobre ella... Así que bajó su rostro nuevamente, dejando clara su incapacidad de hacerlo.
- Aoshi-sama... Yo.
- Shhhhh... -dijo él suavemente. Se levantó en silencio, dirigiéndose a la puerta corrediza y... la abrió de golpe.
¡OUCH!
¡AY!
- Okina¡Quítate!
¡Mueve tu codo, Shiro!
¡No lo puedo quitar si Okon no se mueve!
¿Se les ofrecía alguna cosa -preguntó fríamente Aoshi, viendo a los cinco Onniwabanshuu a sus pies. Todos se quedaron paralizados al verlo.
- Ehhh... -dijo Omasu.- No... ¡Nada! Sólo... Íbamos pasando por aquí!
- Si... ¡Eso es-agregó Okon, con una sonrisa nerviosa.
- Bueno, chicos... Creo que es hora de ir a preparar el desayuno... ¡Nos vemos!
Y los cinco salieron corriendo, dejando una nube de polvo tras ellos. Misao sólo observaba la nube con una enorme gota tras su cabeza.
- Y bien... -retomó él, volviéndose a sentar junto a ella.- Me debes una respuesta.
La mente de Misao era un torbellino de ideas, de las cuales no lograba pronunciar ninguna. Pero algo tenía claro: ya no había ya marcha atrás. Tenía que enfrentar que había dicho la verdad.
- Pues... la verdad... es que no... No puedo repetírselo mirándolo a los ojos... Porque... sé que... estoy mintiendo... y.
- Entonces... Sí me amas...
Misao asintió por toda respuesta, mientras que sus mejillas parecían estallar por el rubor tan intenso que las cubría. - Pero... -dijo ella de pronto.- Quiero aclarar que yo no le estoy pidiendo nada, Aoshi-sama... Yo solamente quiero estar a su lado y que usted sea feliz... Eso es lo más.
- Misao.
- ...importante para mí, así que yo comprenderé perfectamente si usted.
- Misao.
- ... no puede corresponderme de esa manera, además que...
No pudo continuar al sentir uno de los índices de Aoshi sobre sus labios.
- Misao... yo...
No podía esperar más: o era ahora o no sería nunca. La miró fijamente con sus fríos ojos azules, los cuales fueron suavizándose y volviéndose más expresivos, más... vivos.
- Yo también te amo...
Si antes las mejillas de Misao estaban a punto de reventar, hubiesen quedado pálidas al compararlas con la intensidad del rubor que tenían ahora.
¿C... cómo ha dicho?
- Que yo también te amo...
No lo podía creer... Esto era algo... ¡Impensable¡Imposible! Incluso sentía miedo de despertar en cualquier momento y ver que solamente se trataba de un sueño... Pero no despertó... Ambos estaban ahí, mirándose intensamente como si fuese la primera vez, como si nunca antes se hubiesen visto... Pero entonces los temores de Aoshi vinieron a él de nuevo... Sus ojos se opacaron levemente y se apartaron de la mirada de Misao, quien se quedó un poco extrañada.
- Aoshi-sama.
- Pero... hay algo que debo hablar contigo... antes que cualquier otra cosa...
Misao se dispuso a escucharlo.
- Temo por ti... -comenzó a decirle.- Tu vida corrió mucho peligro en esta batalla... Y yo no podría perdonarme a mí mismo si algo llegase a ocurrirte... Tú sabes que aunque en esta era reina una relativa paz, siguen habiendo muchos peligros y yo, como ex-Okashira de los Onniwabanshuu, aún tengo enemigos que estarían dispuestos a hacer cualquier en mi contra... Como atentar en contra de la persona que amo...
Misao se sonrojó intensamente. "La persona que amo..." ¡Esa frase se escuchaba tan bien, saliendo de los labios de Aoshi-sama! Y más ahora que sabía que esa persona que él ama, es nada más y nada menos que ella.
- Con el paso del tiempo, las fuerzas se van terminando... y temo que llegue el día en el que no sea capaz de defenderte si llega a suceder algo malo, o que en alguna misión te suceda algo... Esta vez estuviste ante demasiado peligro y si algo te hubiese sucedido, sería enteramente mi culpa.
- Pero... -dijo ella, mirándolo a los ojos.- Nada sucedió... y si hubiese pasado, no hubiese sido su culpa... Soy yo quien siempre escoge ir tras usted, por muy peligrosa que sea la situación. Soy yo quien decide poner en riesgo mi vida... con tal de estar a su lado...
Misao esbozó una dulce sonrisa, que llenó de calor el corazón de Aoshi.
- Aoshi-sama... -dijo ella, posando una de sus pequeñas manos en la mejilla de Aoshi.- A mí no me importaría nada... con tal de estar a su lado... ¿Estás segura-preguntó él, poniendo su mano sobre la de ella.
- Nunca he estado más segura en mi vida...
Los ojos de ambos chocaron intensamente, cada uno explorando en la mirada del otro... Y observando su propio reflejo en los ojos de la persona amada...
Sus alientos se sentían muy cerca, con sólo unos centímetros separando sus rostros y sus ojos se fueron cerrando lentamente, como saboreando cada segundo de lo que estaba sucediendo; reteniendo en sus memorias cada sensación en su corazón...
Se besaron... El primer contacto con los labios del otro les hizo sentir un intenso escalofrío que recorría sus cuerpos. Las manos de Misao rodearon el cuello de Aoshi, mientras que éste la sujetaba por la cintura, oprimiéndola contra sí. Sus labios recorrían lentamente los del otro, como reconociendo este nuevo territorio recién conquistado... Era un beso suave, lento, puro... un beso concebido cual si fuese un hijo, nacido del amor que ambos sentían...
Se separaron. Hubiesen podido seguir eternamente de no ser por cierta ley natural que dice que todo organismo vivo debe respirar o de lo contrario morirá.
- Aoshi... -susurró Misao, con sus ojos fijos en el ex Okashira y sintiendo el rubor en sus mejillas y el calor que había quedado en sus labios. Su corazón casi saltaba de su pecho, de la inmensa alegría que sentía. Ya no habían más dudas, ya no más temores...
Aoshi sonrió, ante la sorpresa de Misao. Era la sonrisa más pura y hermosa que ella jamás hubiese visto... La grabó en su mente mientras acariciaba la mejilla de su amado. Podría permanecer así toda la vida, observándolo y sintiendo cómo su amor por él crecía a cada segundo...
Había librado una gran batalla contra su corazón en estos últimos días, pero había perdido. Y agradecía a Kami-sama porque fue así. Ahora que tenía el amor de Aoshi, no necesitaba nada más en esta vida...
Snif, snif (Lita lagrimea al releer lo escrito) ¡Amo a esta parejaaaaa!
¡Bah! Me equivoqué. Voy a necesitar otro capítulo para concluir, aunque este me salió... ¿corto? (Bueno, todos mis capítulos son cortos...)
Maldito editor de Yo subo los archivos tan ¡perfectos! y se come hasta los guiones de los diálogos... Pero bueno
En fin, mis agradecimientos a Vanina (Que creeme que ya aprendí las sabias palabras de Gabo Márquez... Aunque ojalá las hubiese aprendido de otra manera...), misao shinomori-12 (Aquí está la continuación), Karla (¡No te cortes las venaaaas!), Ania-san, Alcione Chan (Muchas gracias por los animos. ¡En verdad!), aska ishida, gaby (que ya tienes ahí la conversación XD Aunque siento que es mucha palabra y poca acción..) Justary-san (Bueno, ya que hablas de compensación, hasta un capítulo más de lo pensado me salió U)
Y nos vemos a la próxima.
Lita Kino.
