Carta para Draco-2

Draco sabia por donde empezar, salió corriendo de su cuarto y cruzando rápidamente la sala común, se alejo de las mazmorras. Como loco vagó por todo el colegio y no lo encontró, busco en los jardines, allí solo vio a sus amigos, cosa que le hizo pensar que estaba solo, así que si estaba solo, ya lo había localizado.

Sabia donde estaba cuando ansiaba la soledad, como le había dicho el mismo, siete años observando dan para mucho. Subió lo más rápido que pudo las escaleras que le llevarían hasta donde estaba la persona que el ansiaba, la que nunca espero que lo amara y aun así lo hizo.

Se cruzo con muchos alumnos, todos vestidos para su salida a Hogsmeade, el no iría y sabia que su escritor de cartas tampoco lo haría, hacia tiempo que no quería salir de la comodidad del castillo, se le notaba deprimido, ahora sabia el porque, el era su motivo.

Si supiera que su amor era correspondido¿es posible que no solo le hubiese mandado la carta¿es posible que le hubiese hablado abiertamente de lo que sentía, ahora era el momento de saberlo, ansiaba saberlo. Su pulso se hacia mas rápido a medida que se acercaba a su objetivo, notaba como el calor invadía su pálida cara, la pelusilla de su nuca se erizaba con el simple hecho de pensar en el encuentro, no podía mas.

Cuando llego abrió la puerta con brusquedad y entro, cerro la puerta y le puso un hechizo de privacidad, no quería ser interrumpido por nada ni nadie, ese era el día en que todo saldría a la luz y quería que fuese único y especial, no todos los días alguien se declara sabiendo que su amor es correspondido.

Se adentro en la estancia, la suave luz de la mañana se colaba por una ventana del fondo, esta proyectaba una sombra sobre el suelo, una sombra humana, que se volvió rápidamente al notar que ya no estaba solo.

¿Malfoy?.

Si, soy yo.

¿Qué haces aquí, si has venido a buscar pelea te puedes ir, no tengo ganas ni tiempo de...

Cállate, por favor, he venido a decirte algo, no quiero que me interrumpas, déjame hablar hasta que termine y luego tu mismo decidirás si me marcho o me quedo¿de acuerdo?.

S..si, de acuerdo.

El chico se acerco hasta donde estaba el objeto de su atención y se sentó en el alfeizar de la ventana, junto a este, la ventana era lo bastante amplia para acogerlos a ambos sin que tuviesen que tocarse, así que los dos se pusieron cómodos.

He recibido una carta, su contenido me incita a pensar que tú eres su autor, no sé porque, pero en el fondo de mi ser sé que así es.

Yo...no..

Déjame seguir, sé que has sido tu, no he hecho ningún hechizo de rastreo si es lo que piensas, es solo que mi corazón sabe que eres tu...tienes razón, todo lo que me dices es cierto, soy un capullo insufrible que todo lo da por hecho, soy alguien que no merece la pena, pero todo eso puede cambiar...por ti puedo cambiar, nunca antes le dije a nadie algo así...pero te amo.

�¡Que?.

Calla...por favor, no tengo bastante coraje para mantener una conversación ahora, tu mismo lo has dicho en tu carta, soy un cobarde, si me uní a la orden fue para proteger mis propios intereses..también por venganza, tú lo sabes bien, me conoces. Me halaga que me veas como alguien que reconoce sus debilidades, pero no puedo evitar ser un cobarde...tengo miedo y mi miedo se disipa si estoy a tu lado, ese fue mi motivo principal para unirme a vosotros, sentirte cerca me hace sentirme fuerte, protegido, se que no os fiáis de mi, pero soy totalmente fiel a la causa...tu eres mi causa, a donde tu vayas yo te seguiré, si tu murieras...yo moriría también.

Draco yo...

Draco puso su dedo índice en los labios que hace rato ansiaba besar, hizo que callaran antes de que no pudiese aguantar mas los impulsos de sus deseos, lo callo y siguió hablando, no quería que el poco valor que estaba teniendo se disipase.

Cuando leí tu carta sentí que mi mundo por fin tenia luz, siempre entre tinieblas pensé que moriría, que nunca tendría lo que más ansió, esto es algo que nunca soñé, mi mente no puede permitirse el lujo de tener sueños tan bellos y perfectos, no puede permitirse que entre las tinieblas de la guerra alguien sueñe a su vez conmigo, es demasiado valioso el amor para desperdiciarlo en sueños, quiero hacerlo real y tangible.

Se levanto de donde estaba para pasear su miedo por la habitación, el otro chico lo observaba con cara de no entender el porque de todo lo que le estaban contando, su mente pensaba que como broma, era perfecta, pero ya estaba pasando de castaño oscuro, si no estuviese en el mundo mágico pensaría que estaba en un programa de cámara oculta. El también se levanto y se acerco hasta el rubio intentado que se diese la vuelta y encararlo para terminar con toda esta tontería.

Draco se dio la vuelta al tiempo que el chico se le acercaba, este aprovecho y lo empujo contra la pared, lo acorralo contra esta y situó sus manos a los lados de su cara, su cuerpo ejercía de prisión, su pecho era la mas perfecta de las rejas.

Dices que me amas desde hace un año, ahí yo te gano, creo que me enamore de ti la primera vez que te vi- su cara estaba tan cercana a la del otro chico que este podía sentir su aliento cálido y suave rozando sus labios- era muy pequeño para saber que eso era amor, cuando por fin supe lo que era, fue demasiado tarde, me enseñaron a odiar todo lo que tuviese que ver contigo. Mi padre disfrutaba enseñándome a odiar cada parte de tu ser, cada centímetro de la piel que yo ansiaba lamer, esos ojos que yo solo quería cerrar con un beso, que ansiaba que me miraran en la mañana después de una noche de amor. Como odie cada segundo de esas enseñanzas, pero no podía hacer nada, demostrar mi amor solo podía traerme problemas...que cobarde, antepuse mi pellejo a todo lo que sentía por ti, mas adelante me di cuenta de que era lo mejor, si el señor oscuro sabia de mi amor, podía utilizarme contra ti, usarme...todavía me quedaba mi orgullo, así que decidí unirme a vosotros, si debía perder a mi familia que fuese por algo superior a ellos...solo tu eres ese algo.

El chico se estaba poniendo nervioso, intentaba que se quitara de encima suya, pero la fuerza de los nervios de Draco podían contra la fuerza del miedo que sentía el otro en ese momento.

Por favor...no me rechaces, no me digas que esta carta es solo una broma, creo que no podría resistirlo.

Unos ojos atónitos lo miraron cuando su cara se acerco, ojos que casi se salen de sus orbitas cuando sintió los labios arder con el roce de otros que no conocía, ojos que se cerraron para disfrutar de algo que estaba sintiendo, que llevaba tiempo intentando evitar.

Draco beso suavemente los labios finos que tenia delante, acaricio seria mas correcto, terciopelo contra hielo, hielo que se fundía despacio inundando todo de suave vapor, etéreo y tibio como el amor. El beso fue aceptado, recibido con temor, pero querido hasta el final, los labios acariciaban, la lengua urgía a entrar en esa boca y acariciar la tibieza de su interior, cuando esto paso, estallaron miles de sentimientos y sensaciones, todo se intensifico y...se rompió.

Draco fue empujado lejos del cálido cuerpo que temblando, se dejo caer contra el alfeizar.

No...esto no puede ser..esto no puede pasar, no es justo. –Sus ojos suplicaban por otro beso, su mente peleaba por volver a la realidad y su cuerpo no podía reaccionar a todo lo que tenia frente a si mismo- Draco...yo no te...

¿Me estas diciendo que no has sentido lo mismo que yo¡mientes¡he sentido como tus labios se derretían contra los míos, tu corazón latía al ritmo del mío, tu cuerpo pedía lo mismo que el mío!.

¡No, no lo entiendes!...yo no te he escrito esa carta..Draco.

El rubio lo miro con cara de espanto, no podía creer lo que estaba oyendo, tenia delante al ser que amaba, a quien había abierto su corazón sabiendo que le correspondía, estando seguro de ello y lo único que recibía era una puñalada en su corazón, en su orgullo. Esto no podía estar pasando, en el mundo perfecto que había creado en tas pocas horas, no tenia cabida el engaño, la mentira.

Me...me has engañado, como he podido caer, ser tan estúpido, seguro que después te reirás mucho con tus amigos- su cara denotaba la profunda tristeza que anidaba en su interior- que tonterías digo, esto no lo has planeado tu solo¡Merlín porque me haces esto!.

Draco...

No, déjalo, es lo que querías desde hace tiempo, lo sé...el arma perfecta...mi amor, ahora ya sabes lo que siento, no te preocupes, no te voy a amenazar para que no lo hagas publico..haz lo que quieras, ni mi corazón ni mi orgullo lloraran por tus burlas...no estoy vivo para sentir esas cosas...tu odio ha matado todo.

Se alejo de el, derrotado y confuso, no le quedaba nada por lo que luchar, jamás un Malfoy había caído tan bajo...le había ofrecido en bandeja de plata su propia destrucción. Sus pasos lo llevaban hasta la salida cuando sintió unos brazos que lo abrazaban por la espalda y lo acercaban a un cuerpo tembloroso.

Draco...yo no te odio.

El nombrado se dio la vuelta despacio, sus oídos estaban todavía asimilando lo escuchado, cuando tenia delante al que habló, lo miro larga y pausadamente, unos ojos lo miraban sinceros , unas manos acariciaban su rostro intentado borrar la huella de la decepción.

No te he escrito ninguna carta..pero eso no significa que no deseara hacerlo, que cada día deseara decirte lo mucho que te...amo, lo mucho que te necesito. Yo también te amo desde el primer día que te vi, pero tu indiferencia y el odio que me demostrabas, me hacían alejarme de ti, odiarte a la vez...pero eso nunca prevaleció, siempre fui muy...Gryffindor como tu dices, siempre pensé que algún día me amarías como yo a ti, que lo que sentía por ti no quedaría en una ilusión rota...dime que me amas y seré tuyo para siempre...te entrego el mismo arma que tu me has dado a mi y que no quiero.

Te amo, claro que te amo, con todo mi ser- su rostro se ilumino de nuevo y sintió renacer a su muerto corazón- siempre te he amado, siempre lo haré...te quiero...Harry.

Tendremos que buscar a quien a escrito esa carta y darle las gracias por esta oportunidad, sin el seguiríamos en la ignorancia, sufriendo como idiotas.

Es verdad, lo buscaremos¿quién habrá sido?.

Mas tarde lo averiguaremos...ahora no tenemos tiempo, ahí mucho que recuperar.

Por fin dos enemigos se unían como tanto habían ansiado sin saberlo. Dos bocas se unían en un beso eterno lleno de promesas silenciosas pero sinceras, reales como el calor que empezaba a reinar en la habitación.

En los jardines del colegio un chico observaba la ventana de la torre de astronomía, un muchacho de ojos llorosos y dientes saltones, lloraba por un amor que nunca tendría, por un amor que se dispersaba por el ambiente de una habitación que el nunca disfrutaría como ellos ahora hacían.

Neville Longbotton lloraba en silencio lagrimas de amor no correspondido, que cruel destino para algo tan bello, inalcanzable para el que siempre quiso ser amado, sufriría su pena y seguiría con su vida, al fin y al cabo no le quedaba otro remedio, después de ver como la ropa caía en esa habitación, sabia que nunca tendría nada que hacer con eso que sentía y que tontamente había grabado en una carta, nunca sabría cuanto había significado esa carta en la vida de esas dos personas que ahora hacían el amor sin saberse observados.