La Odisea del Jalogüin
Episodio 3: La aldea.
19/06
"... Ayer dormí fuera del tanque, no queria volver a entrar... al menos no despues de lo que paso... ¡Me muero de hambreee!... Ya sé, y si me corto un dedo y me lo como!... Cuatro dedos... creo que no me iría mal con cuatro dedos... Cuatro dedos... o tres... ¡Los Meñiques!... esos no me sirven para nada.
20/06
Unos beduinos aparecieron... Malditos Buitres, querian cambiarme a annie por doce camellos y un garrafón de agua... Ella no vale eso... Vale 50 camellos .
Como no llegamos a un acuerdo, nos mandaron al demonio... no sin antes haberles robado comida suficiente para un par de horas... pero sigo con hambre, maldita sea!
El sonido abrupto de un helicóptero llena inmediatamente el interior de la cabina del tanque. Annie levanta la mirada y alcanza a escuchar un sonido familiar para ella... El atronador golpeteo de proyectiles 7mm en la arena del desierto.
Antes de que Annie acertará tan siquiera a levantarse, InuYasha entra estrepitosamente dentro de la cabina y, después de hacer gestos y taparse parte del rostro con su plavera por el tufo que habia, Toma una de las armas que habia dentro del tanque y se vuelve hacia Annie y le grita:
— ¡Es un Leopard II!
— Un que?
Antes de que InuYasha pudiera contestarle, Un ruido ensordecedor lo interrumpe y ambos salen disparados hacia el frente de la cabina. Después de un momento, InuYasha se quita las partes metalicas del tanque que le cayeron encima y observa un enorme boquete que se habia abierto en la parte posterior del tanque. Entonces comienza a darle ligeras palmaditas en el rostro a Annie para ver si estaba bien.
— Annie... ¿estas bien?... ¡Contestame!
Ella comenzó a moverse y solamente hacia gestos y decia cosas ininteligibles.
— Lo tomaré como un si!
Entonces otro impacto se sintió, pero esta vez fue un poco más debil. Pasaron unos segundos y Annie se levanta presa del pánico y abraza a InuYasha.
— ¿Que demonios está pasando? -decia Annie mientras se aferraba a InuYasha como si su vida dependiera de ello.
— Los comandos de Naraku... -comenzó a decir InuYasha mientras se soltaba de Annie- ¡Nos encontraron!... Yo trataré de detenerlos, tu quedate aqui.
— ¡No vayas, te matarán!
InuYasha solo contesta con una sonrisa. Se incorpora rápidamente y sale del tanque con rifle en mano. Levanta la vista y no ve señales del helicóptero, por lo que comienza a alejarse del tanque. InuYasha mueve la cabeza frenéticamente buscándolo pero éste no se veia por ninguna parte. Entonces baja el arma y se vuelve hacia la parte trasera del tanque.
Entonces una descarga de balas lo toma por sorpresa y siente como el helicóptero le pasa encima a muy poca distancia. Desorientado, InuYasha se levanta y se revisa buscando una herida. Entonces el helicoptero vuelve a pasar encima de él, solo que esta vez los proyectiles hicieron blanco en la pierna derecha de InuYasha quien cae al suelo gritando de dolor.
El helicóptero se detiene encima de InuYasha y uno de sus ocupantes sale con un rifle en manos para darle muerte al mercenario. InuYasha levanta la vista y observa como le apuntan con el rifle y, pensando que ese sería su fin, baja la mirada y espera el impacto. Entonces una enorme explosión derriba el helicóptero que cae estrepitosamente en la arena del desierto.
Con Annie en mente, InuYasha se levanta a duras penas y trata de caminar, pero se topa con una enorme cantidad de AK-47's apuntandole. Despues del susto inicial, InuYasha se da cuenta de que se trata de rebeldes islámicos que habia en la región. Entonces uno de ellos se acerca con Annie sujeta y, antes de que él pudiera hacer algo, uno de los rebeldes comienza a gritarle:
— Quien eres y que haces aqui?
— ¿Que?
— Llevenselos!
Al recibir la orden, comienzan a arrastrarlos hacia una aldea disfrazada que más bien era una base de operaciónes para los rebeldes. Los niños comenzaron a rodearles presas de la curiosidad dado que la gran mayoria nunca habia visto a un occidental nunca. Entonces se detuvieron en una de las chozas y de ella sale un rostro familiar.
— Bienvenidos a mis dominios.
— No puede ser... -dijo InuYasha volviendose hacia Annie- ¡Osama!
Les habla en árabe.
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