La caja de los recuerdos...

Introducción:

Esta historia fue creada para ser un regalo.

En un principio no pense ponerla, pero es que si no la pongo, no se entiende la tercer parte de esta serie de fics XD.

Esta historia debería ir incluida en "Kidara la sacerdotisa", pero no fue así por la presión puesta sobre el narrador... ( pregunta quien fue...)

El mayor motivo de esta historia es aclarar algunos puntos de la historia en sí, si no les gusto el final del primer Fan's Fick; con este pueden sentirse satisfechos con esta parte : )

... En medio de la cuidad, la gran cuidad, como no ver algunas figuras correr por ahí, escapando de algunos miembros de la mafia?...

Bueno, este caso era distinto, corrían por que se sentían cohibidos por la realmente, tonta decisión de haberse disfrazado...

... TENÍAS QUE DISFRAZARNOS ASÍ? – preguntó, uno de estos personajes.

No es mí culpa¡¡¡ - grito otro ( vestía una falda larga, color carmín, era un chico de cabello claro, tenía ojos azules, y lápiz labial corrido en la boca) la verdad era que no iba molesto, ni nada así, únicamente evitaba reírse - Kilua, tú nunca contradijiste a Kidara¡¡¡

Yo estaba ocupado en ese momento... – exclamó, mirando hacía el frente con el ceño fruncido. Tambien vestía una falda, una blusa blanca desabrochada, y a su ves también llevaba lápiz labial...

Lo único que hiciste fue responder una llamada¡¡ ahora cállense¡¡¡ - les grito un hombre aparentemente intelectual. Justo en ese instante, lanzaba lejos sus gafas para leer, que ni siquiera tenían vidrio, se soltaba la corbata apresurado – nadie contradijo a Kidara¡¡

... no es mí culpa que sean tan distraídos... – dijo mirándolos con desdén. Ella tambien vestía aquella ropa carmín, y la blusa blanca, igualmente la llevaba desabotonada, revelando que llevaba debajo un traje negro, de esos que tiene diseños orientales. Esta era un joven, de mediana edad, tenía rasgos similares al primer personaje descrito. En su mano izquierda llevaba un báculo que terminaba en espiral.

...no es momento de pelear¡¡¡ tenemos que escapar rápido¡¡¡ - les grito el joven rubio. Todos callaron precipitadamente.

Si nos remontamos a una media hora atrás entenderían lo ocurrido...

Estas 5 personas: ayudaron a la que llamamos Kidara en una toma de información en un corporación de la mafia, al llegar ella se infiltró, haciendo su trabajo; obviamente fue descubierta por su manera de actuar, tan inconsciente y despreocupada...

Decidieron en último momento disfrazarse para salir sin hacer muchos problemas. Pero eso fue el mayor problema, entre este grupo se encontraban Kilua, Kurapica, Kidara, Leorio y Gon.

La genial idea de la cual todos culpaban a Kidara, era disfrazarse, y salir como estudiantes, y lo mas chistoso fue que todos a excepción de Leorio, se vistieron como unas jovencitas... en el caso de Gon: no engañaba a nadie, pero aún así prosiguieron con el plan. A Kurapica no costo mucho trabajo disfrazarse ( ya lo había hecho), y Kidara era mujer, Kilua tubo algunos problemas, pero aún así lo hizo sin chistar.

Al principio pasaron relajados y aguantando risas ante los guardias .pero después ocurrió lo que no querían, a Leorio se le escapo: " oye, tú¡¡ Kilua¡¡ no seas ..." y los notaron, y así vemos esas figuras correr por el parque de la gran cuidad de "London".

-... Kidara no puedes ser inteligente y llevarnos? – le preguntó Kilua ya molesto de correr, y deteniéndose para darle la cara a las personas que lo seguían.

yo pienso que así es más divertido¡¡ - le dijo parando.

Dentro de una semana va a ser noche buena, no puedo relajarme un tiempo? – le preguntó Leorio deteniéndose tambien.

Para que? Para emborracharte? – le preguntó Kurapica mirándolo con cara de : " No tienes remedio".

Peleamos o nos vamos? – preguntó Kidara, mirándolos mientras le daba un golpe por la espalda a un tipo.

Por que mejor no nos vamos? Necesito hacer algo... – dijo Leorio.

Eso es lo que estaba diciendo de hace ya bastante tiempo... – dijo Kilua apretando los dientes.

Muy bien... – dijo indiferente. En un sólo movimiento, llevaba el traje negro y la capucha. Extendió sus alas, tomó a Kurapica que tenía la mano extendida para que lo tomara, después toma a Gon con el otro brazo, a su vez, Gon asió el báculo de Kidara, de él pendían Kilua y Leorio.

London ( Londres), era una cuidad grande y muy habitada, sobre volaron el "Big Bang", cerca había un par de edificios, uno era de ladrillos, el otro concreto pintado de azul. Ella descendió en picada hasta allí, la buhardilla tenía un invernadero que tenía espacio tanto para platas como para unas cuantas personas, y una entrada para el último piso. Kidara dejó bruscamente a Gon junto a los demás, el báculo desapareció de las manos de Gon, por otra parte, dejó suavemente a Kurapica en el techo.

La obvia razón, era un incidente ocurrido en el coliseo del cielo, cuando había ocurrido algo intimo entre Kurapica y Kidara, se atrevieron a abrir la puerta sacar una foto y escuchar todo lo que habían hablado. Ellos dos seguían molestos, aunque no se notara tanto. bajaron por el edificio, hacía el 5 to piso, la construcción no guardaba ningún secreto, era un simple edificio de departamentos, mientras Kidara abría la puerta del departamento, escuchaban las voces de las personas que los perseguían.

... busquen al niño cara de gato¡¡¡... ( indirecta para Kilua)

Kilua escucho vagamente la indirecta, la rabia lo inundó, y casi, si no fuera por Gon y Leorio, se abría asomado por la ventana y haber gritado un insulto de vuelta.

No lo pudieron detener con facilidad, para cuando se dieron cuenta Kidara y Kurapica habían entrado y cerrado la puerta. Golpearon alrededor de 15 minutos, Kidara les abrió de mala gana, los tomo por la ropa y los arrastró al sillón, donde habitualmente dormían. Ella se retiro a su habitación en el departamento, continua al baño y a la de Kurapica, Kilua le echó caras...

realmente siguen molestos... – exclamó Leorio lanzando furiosamente los cojines del sillón a la pared.

Si... como ya nos dimos cuenta de lo que ocurría y ellos dos no son del tipo de personas que aceptan ciertas cosas con facilidad, que nosotros los hubiéramos visto y escuchado los... - dijo Kilua echándose una paleta a la boca.

Pero ustedes les sacaron una foto! – les recordó Gon. En ese instante palidecieron.

¡¡¡ A Chi se le ocurrió eso¡¡¡¡ - le gritaron.

Pero...

...quieren callarse? – se escucho la voz de Kidara desde la habitación del pasillo.

Ellos no respondieron, por su parte se prepararon para dormir; a regañadientes.

Al día siguiente, se levantaron muy adoloridos, el día anterior se habían roto sus espaldas como nunca, incluso Kidara estaba adolorida.

ay¡¡¡ - se quejó Kilua, moviendo su cabeza con sus manos, haciendo que no sonarán sus huesos.

Realmente los tacones son algo muy incomodo... – susurró Kidara tomando té, miraba por el ventanal del departamento, como las nubes tapaban rápidamente el sol, ya estaba bastante helado...

Buenos días... – dijo con una leve voz, Leorio.

Buenos días... – le respondieron.

Kidara, Kurapica ya desayuno? – le preguntó Gon, mirando extrañado a su alrededor sin encontrarlo.

No lo hizo, salió muy temprano... lo escuche salir.

Miren¡¡ está nevando¡¡ - exclamó Kilua mirando con una sonrisa los pequeños y delicados copos de nieve.

... es cierto¡¡¡ dentro es navidad¡¡¡ - dijo bruscamente Leorio, golpeando su palma de la mano con su puño, con alegría.

Es cierto... – dijo Kidara dejando su taza en la mesa, y asomándose por la ventana.

No tienes frío vestida así? – le preguntó Kilua mirándola mirar el cielo extendiendo las manos para dejar caer los copos en ellas. Kidara vestía un traje negro, en el cuello llevaba un cinta a modo de collar, del vestido, a la altura de los brazos, pendían algo así como unas tiras que rodeaban sus brazos. Tenía el cabello amarrado, y un parche en su mejilla derecha, donde tenía la cicatriz.

No, más bien tengo calor – dijo cerrando la ventana - este traje es de nen, puedo controlar el calor que me proporcionan.

Kilua? – le preguntó Gon, dejando su plato en la cocina del departamento.

Por que no salimos? Quiero comprar algo para mi abuela y Mito-San, para navidad, tu sabes...

...esperen – les dijo ella, viendo que salían – tomen – les dijo sacando de los pliegues de su ropa un fajo de billetes – cuando vuelvan, no me busquen, tendré que ir a trabajar otra vez , lamento tener que hacer que estén aquí...

no te preocupes¡¡ - le dijo Leorio tomando los billetes y dándole unas palmadas en la espalda. Kilua lo detuvo en la puerta, le quito el dinero, y le cerró la puerta en la cara. Se dio vuelta y trato de encontrar a Kidara para pedirle dinero, pero la ventan estaba abierta, ella ya había salido – por que siempre tiene que ser así...

Kidara sobre volaba London, llevaba su túnica roja abierta, ella no iba a trabajar, también iba por regalos de navidad¡¡¡

Lo primero era lo primero, más que el trabajo... los había mantenido en su departamento, o ellos se habían mantenido, pero nunca había tenido una navidad con regalos, por que no tratar ahora?

El centro comercial... no? Que lugar era el indicado para comprar cosas para la gente que apreciaba tanto?

por otra parte Leorio se había quedado en el departamento, había bastante licor para entretenerlo todo el día...

Kilua y Gon, se encaminaron al centro comercial, con toda tranquilidad, lo que no sabían era que alguien los acechaba...

Sinceramente Kurapica había salido a buscar un paquete que le había enviado Shina, para navidad, un encargo para regalarlo a Kidara, y otras cosas para hacer a todos un regalo muy especial. Shina conocía mejor que él los gustos de Kidara.

En el otro lado de la cuidad Kidara estaba rondando por el mercado negro, en busca de algunas cosas en particular, sabiendo que un alguien le seguían entre la multitud...

... ya¡ - dijo parando en medio del gentío, lo dijo suavemente – sale, seas quien seas eres muy malo escondiendo tu presencia

... – de entre la gente, como un fantasma, una sombra se asomó silenciosamente...

quien eres? Por que si eres un cazador de recompensas, te equivocaste de presa - dijo haciendo desaparecer sus compras navideñas, y empuñando su báculo defensivamente.

Me llamo Zen, y tengo noticias para ti de la tribu Kurruta – le dijo acercándose sin evocarla a arcar, y tomando el báculo.

De la tribu Kurruta? – repitió.

Si... tengo noticias para ti, Kidara: el ángel de la muerte...

Kidara lo miró un instante, con desconfianza, lo miró con desdén, y siguió caminando hacía el frente. Él la siguió sin resignarse, la siguió sin hacer preguntas, pero aún así, estorbándole.

quieres dejarme en paz? – le preguntó deteniéndose en la salida del mercado.

Que tiene? A ellos les dejaste... – dijo moviendo los labios, como replicándola.

Tienes un sakki, muy potente, me molesta – le dijo observándolo frívolamente.

Sakki? Aura asesina? – dijo incrédulo – debiste confundirme, si soy cazador, pero no asesino – le reitero agitando sus manos en signo de que negaba aquella afirmación.

Como sea... sólo vete, no me interesa lo que me digas sobre la tribu – dijo tomando nuevamente su rumbo, hacía el siguiente mercado.

Espera¡¡ esto te va a interesar¡¡¡ - le dijo buscando frenéticamente en sus bolsillos. Kidara encogió los hombros, tomo una bolsa de tela negra, materializó sus compras nuevamente y las introdujo en el bolso, eran pequeñas cajas forradas de gamuza.

No me intere... – iba a d4ecir que no le interesaba, pro Zen, extrajo de su bolsillo un collar de compromiso Kurruta.

Ahora si me crees? – le preguntó sonriendo. Kidara se acercó, por un instante el pensó que ella le diría algo amable, pero en vez de eso, le propino una bofetada.

Eres un asalta tumbas, no? – le preguntó cada vez más molesta y está ves tomando vuelo.

Espera¡¡¡¡

Kidara se hizo la sorda, y continuó, sin mirar, como Zen corría desesperado tras ella...

por otra parte, Gon Y Kilua encerraban a Leorio en un armario del departamento. El caso era que se había emborrachado de tal forma que, no sabía quienes eran Gon y Kilua.

Mientras revisaban lo que habían comprado, y sacaban el árbol de navidad que habían comprado, reían con las idioteces que decía Leorio de un momento a otro, o de la TV.

Que le compraste a Kidara? – le pregunto Kilua a Gon.

Bueno, le compre un libro... pensé que tenía gustos similares a Kurapica... – dijo poniendo la estrella en el árbol.

Yo le compre una arete – dijo sin molestarse.

Un arete? – le preguntó extrañada;, desde cuando Kilua compraba cosas así?

Si, no creo que le venga mal - reitero. Poniendo un poco de muerdago en el árbol.

Si... no encontré mucho para Kurapica, así que le compre una bufanda – dijo con una sonrisa que mostraba sus dientes.

Yo le compre... que le compre? – dijo pensativo ( como todo efecto de animación, aparecieron unos signos de interrogación a su alrededor).

A Leorio, bueno, compre una corbata – dijo riendo entre dientes, escuchando a Leorio decir : " oye¡¡ ... tráeme una cerveza, y una jovencita, deacuerdo? Que aquí se supone que tengo una, pero no me hace nada, ni me dice nada¡¡"

Yo le compre también una corbata – dijo sacudiéndose las manos, para sacarse el polvo. Y justos observaron un instante el árbol, hasta que...

... "hay alguien aquí?"... busco a Kilua¡¡¡ ...

sonó una voz femenina, poco madura.

Kilua y Gon se miraron; quien le buscaría, Gon se acercó y miró de reojo por la puerta, se encontró con una niña de más o menos su edad, vestía una falda roja hasta las rodillas, usaba unas militares color musgo, para arriba llevaba, una polera tambien roja, con algo así como una bufanda de piel artificial. Sinceramente le dio frío verla, él llevaba un chaleco color verde oscuro, y pantalones largos color tostado.

hola¡¡¡ - le dijo alegremente – busco a Kilua¡¡¡

Kilua? – repitió.

Si, donde está? – peguntó empujándolo a un lado bruscamente, Kilua no se encontraba en la salida, la niña lo busco frenéticamente, hasta que entro a la habitación de Kidara, y pegó un grito. Gon entro a la habitación, se encontró con un estropajo, lleno de manchas de sangre.

Bueno... mi amiga tiene algunos problemas... – le dijo Gon llevándola lentamente fuera de la habitación.

Mató a Kilua, no? – le preguntó limpiándose las lagrimas con los puños.

No – dijo riendo fingidamente – Kilua salió... o eso creo... – dijo asiendo memoria; Kilua había salido de la habitación en el momento que la intrusa había abierto la puerta.

Pero... donde está?¡¡¡¡ - le preguntó lanzándolo una vez más a un lado, está ves entrando a la habitación de Kurapica, que estaba mucho más ordenada y limpia, trajino por debajo de la cama, cuando vio la mesita de la cama, fijó su mirada en le pendiente Kurruta que se le había quedado alguna vez a Kidara cuando se conocieron.

Déjalo – le ordeno Gon quitándoselo delicadamente de las manos.

Tú sabes donde está Kilua¡¡¡ por que no me quieres decir? – le preguntó llorando no con gritos, si no que con chillidos.

No lo sé...

Gon... deja de hacer problemas.. – dijo Kilua, cayendo del techo.

Kilua¡¡¡ - exclamó la niña, y se lanzó para abrazarlo.

.. – Kilua la miró como bicho raro, y a la vez como; " quien está ...?" – quien eres?

No me recuerdas? – le preguntó aprensándolo cada vez más.

No – dijo tratando de safarse, cuando parecía que le iba a quitar la respiración.

Tu me salvaste, una noche, había una fiesta – dijo soltándolo – esa noche, te ví entrara con una dama, muy pálida – Kilua puso una cara de repugnancia, estaba hablando de Irumy... – encontré a mi hermana asesinada, y al parece el asesino me quería callar¡ - exclamó, poniendo un tono dramático a su relato – entonces me caí del balcón de mí casa, y TÚ, de la nada me sujetaste¡¡¡ - dijo está vez casi a gritos.

Hee... – dijeron con sonrisas cada vez más falsa, y cada vez más nerviosos.

Por eso te he buscado, para ayudarte¡¡¡ en lo que tu quieras¡¡¡ - dijo lanzándose otra vez contra él.

La puerta del departamento de volvió a abrir; Kurapica había vuelto.

Él miró extrañado la escena, mientras cerraba la puerta. A su vez la niña, lo miró y se sonrojo.

vaya¡¡¡ - dijo soltando a Kilua – tu...

ah? – dijo impresionado, y echándose atrás.

Tú ... tú debes ser su hermana¡¡¡ - dijo apuntándolo con el dedo índice. Kilua, tanto como Gon, Kurapica y Leorio dentro del armario cayeron al piso, en señal de que ella estaba muy equivocada.

Yo no soy su hermana... – dijo molesto, se incorporo, y muy molesto, se dirigió a su habitación.

Kilua, quien era? – le preguntó como si Kurapica fuera un intruso.

Mira¡¡¡ yo lo que quiero saber, es quien eres¡¡¡ - le dijo a gritos, y con tal fuerza, que ella se sintió como muy pequeña...

Kidara, seguía su camino lentamente, ignorando a Zen, que la seguía silenciosamente, llegó un momento en que Kidara se molestó y tomó vuelo, y aterrizó en una de las cornisas de un edificio de la gran cuidad.

...No seas así¡¡¡ - le dijo con voz lastimera – que pierdes con escuchar?

Nada – dijo tercamente – pero no quiero saber nada respecto a la tribu¡¡¡ - dijo saltando al siguiente edificio.

Pero¡¡ no es algo así¡¡¡ - dijo corriendo entre la multitud – Kidara¡¡¡ - dijo en especial de manera fuerte esta frase.

Quien te dijo mi nombre? – le preguntó volviendo a saltar.

Soy cazador haker... – dijo sólo modulando con los labios.

Mmm... – y aterrizó cerca. Zen, la siguió corriendo a penas, ella le esperaba en una esquina.

Ahora... vas a escucharme?' – dijo tomando air4e entre medio.

Realmente debes ser un cazador mediocre... te cansas tan pronto? – le preguntó caminando a un parque, que se ubicaba al frente de aquella manzana, en el centro del parque había una laguna congelada, ya varias personas patinaban en él.

Lo lamento, empecé hace muy poco... – dijo a duras penas, sentándose en una banca.

Ya... no importa – dijo con tono de desaprobación – al menos se que puedes usar nen; tienes un zetsu muy malo, pero al menos sabes – termino rápido la frase antes de que él le dijera algo.

Está bien... se supone que la tribu Kurruta esta en Luncunsan, no? – dijo tomando otro tono de voz.

Si, eres un profanador o algo así? – le preguntó sin mirarlo.

No

Entonces? Por que me buscarías, no son muchas las personas que saben que soy Kurruta

El caso es que tu madre, hizo un trato con mi padre, antes de lo que ocurrió, yo no era un Kurruta, pero me dejaron esto... – dijo sacando de su bolsillo una bolsita de gamuza, de ella extrajo, una lagrima de cristal rojo, envuelvo como en ramificaciones de oro y plata - me dijeron que le diera esto a mi prometida...

Eh... prometida? – le preguntó incrédula. Tomó el cristal bruscamente, y lo miró detenidamente.

Si, ese fue el trato que hizo tu madre con el mío... – le dijo sacando otra cosa de su bolsillo, una hoja de papel muy gastado por el tiempo. También lo miró, era exactamente la misma carta que ella había recibido, pero con al diferencia que se dirija a Zen.

De donde lo sacaste? – le preguntó a punto de romper en varios pedazos el papel, él se lo quitó rápidamente de las manos, y lo miró como si ella lo hubiese infectado con algo.

Mi padre lo guardo, hasta le día de su muerte, antes de morir me dijo sobre ti, eso fue hace más o menos dos años – dijo cabizbajo.

No puedo creerte¡ - dijo rotundamente, lanzándole el collar, y alejándose.

... – una sonrisa maliciosa se expresó en el rostro de Zen, Kidara iba desprotegida; la rodeo con su aura, e inconscientemente se dirigió a su departamento, para cuando despertó, ya estaba abriendo la puerta.

Que ocurrió? – preguntó extrañada, el brillo de sus ojos volvió...

Me trajiste a tu casa – le dijo como ingenuo.

Yo nunca dije eso – dijo mirándolo penetrantemente – a demás, somos dos las personas que sobrevivieron, así que vete de una vez, no necesito de una carta falsa¡¡¡ - le dijo bruscamente, abrió la puerta con un golpe, y le dejo fuera.

Kidara respiro ondo, y volvió a abrir la puerta, "... yo ya tengo una persona especial, por que tubo que ocurrir algo así, esta persona no se que hizo para que lo hiciera pasar, pero el collar, tanto como la carta son reales... pero..."

HOLA¡¡¡¡¡ - dijo una voz chillona.

Eh? – dijo mirando hacía el lado, de pronto sintió algo girándole algo en la espalda.

Hola¡¡¡ - reitero, era la niñita metiche que había llegado buscando a Kilua – tu eres su hermana, no?

Hermana? – repitió extrañada.

Del chico rubio¡¡ - dijo riendo.

He... no – dijo impresionada y volviendo a cerrar la puerta, sin dejar a Zen entrar.

Kilua¡¡¡ - grito. Kilua salió del baño con un trapo, todo mojado.

Que... – dijo sin ánimos.

Quien es...

Kilua, quien es ella? – le preguntó lanzando a un lado a la intrusa.

No lose, pero desde que llego, no ha hecho más que gritar, dijo que tenía hambre, y le dijimos que hiciera lo que quisiera – Gon ponía cara de: " quien dijo nosotros? Tú le dijiste¡¡" – y lo que puso en la olla explotó, después empezó a a jugar con el retrete... ahora, si tiramos la cadena, devuelve todo... – dijo cerrando la puerta, cuando este empezó a sonar de manera hueca.

Ósea; mi departamento es un desastre – dijo levantando una ceja.

Si, y no que hacer con ella – dijo finalmente.

Por que no la matas? – le preguntó sin inmutarse.

No puede, ella dijo algo así que él, era un héroe... – dijo Gon alegremente.

... – de pronto la niñita se tiró nuevamente contra Kilua, Kidara no puedo evitar reírse un instante, tapándose la boca con la manga de su Túnica.

Quien eres? – le preguntó la niña colgándose del cuello de Kilua.

He... me llamo Kidara, y tu estas destruyendo mi departamento – dijo frívolamente, de pronto los ojos de la niña se llenaron de lagrimas.

Kilua¡¡¡ es mentira¡¡¡ yo no he destruido su casa¡¡ - apunto a Gon con el dedo – él fue¡¡¡

He... – todos quedaron un poco Plop! Con lo dicho.

Sólo di quien eres¡¡ - dijo Kidara tomándola por el cuello de su ropa, y sentándola en el sillón.

Soy la hija del duque Reikay... bueno a los 7 alguien mató a mi hermana, y ese alguien me empujo por el balcón, Y Kilua apreció y me sostuvo para que no cayera... - dijo ilusionada.

TU NOMBRE¡¡¡¡ NIÑA QUE NO ENTIENDES? – le dijo a gritos Kidara, perdiendo la paciencia.

Mmm... Kilua¡¡¡¡ - y volvió a lanzarse contra él.

Quieres dejarme? – le preguntó mirándola como bucho raro.

No...

ah... – exclamó con un suspiro.

Me tienes harta... – Kidara tomó la cinta que usaba en su cintura, la lanzó contra la niña, está quedo clavada al techo después de que la cinta la envolvió y se la llevó con ella al techo; como una serpiente – ahora; CUAL ES TÚ MALDITO NOMBRE? – le preguntó con impaciencia.

Leem... – dijo dejando caer unas lagrimas.

Bien – dijo dejando su Hatsu – te podrías ir?

Irme? – dijo cada vez más triste.

Si, ya has causado muchos problemas – dijo abriendo la puerta, pero recordó, que Zen estaba afuera, palideció un instante, y volvió a cerrar la puerta.

Que? – le preguntó Kilua extrañado.

Mejor, quédate está noche... – le dijo entre dientes.

Gracias¡¡¡¡ - grito, y se lanzó contra ella, pero en vez de llegar a sus brazos, su cara se golpeó contra el báculo de Kidara.

Pero no te emociones, tu vas a dormir, en el piso – y se alejo a su propia habitación.

Está un poco rara... – susurro Gon.

Kidara? – preguntó mientras Leem lo abrazaba, como trepándose por su espalda – quieres dejarme en paz! – le preguntó tomándola de una pierna, y lanzándola a un lado.

Si... – lo miro con una falsa sonrisa – ella normalmente, la abría lanzado por la ventana...

Tendrá sus razones, algo vió en el camino a casa, por que... viste la expresión en su cara? - ... dijo safandose otra ves de Leem, que está vez, ya se había aferrado, pero trataba de darle un beso...

Kilua... – pero no termino la frase, por que Kilua la estaba ahorcando, aunque a ella no parecía afectarle.

Que quieres? – le preguntó agitándola cada vez más fuerte. Ella no hacía nada más que reírse - ... ah¡ me rindo, has lo que quieras – y se alejo a la habitación de Kidara. Normalmente, ella pretendía hacer que dormía allí, pero siempre salía a dormir fuera.

Hola¡¡¡ - dijo ella, y le tomó la mano a Gon, y lo llevó hacía la ventana – tu puedes volar?

He... yo? – de pronto recordó, lo que le había enseñado Biscuit In The Greed Island, una técnica del nivel A, poder flotar impulsado por aura, nunca lo había ensayado otra vez, después de eso...

Mira¡¡¡ - dijo apuntando a Papá Noel, por la ventana.

Si... – esa sería una noche muy larga.

Como siempre, Kidara dormiría o en el parque, o en un árbol, todo dependía de lo primero que encontrara, está vez, no lo hizo, encontró una niña, en una banca del parque , usaba una camisa, de esas que son muy delgadas, como para ir a dormir, tenía los labios morados con el frío, y se soplaba las manos para calentárselas. Kidara la miró desde un pino, estaba comenzando a nevar, otra vez. No pudo evitar sentir pena por ella, el caso de Kidara, su aura la protegía del frío. La miró unos momentos, una sola imagen paso por su mente, ella había pasado por eso alguna vez. Descendió, la niña se estaba quedando dormida, Kidara la tomó en sus brazos, y se la llevó a aquel pino...

Es lindo, ver a una joven con alas, como un ángel, que te recoja de morir congelado, no? Esa fue la impresión de la niña, medio dormida.

... veo que eres muy persistente – susurró Kidara.

Y yo veo que no eres tan sangre fría como creía ... – dijo Zen, saliendo de las ramas superiores de árbol – acostumbras dormir en estas condiciones?

Si, es una costumbre, y normalmente no duermo – dijo tapando con su túnica a la chica...

Ahora si me vas a escuchar? – preguntó sentándose en la rama continua.

No

Vamos, no pierdes nada, es sólo escuchar, y ahí verás si me crees o no... – rogó.

Está bien, tienes 1 hora

Una hora?... bien... lo primero es lo que te dije, y después; ... te h estado investigando¡¡¡ quiero que seas mi prometida¡¡¡ - dijo bajando la mirada, pero aún así a gritos.

He? – exclamó impresionada.

Si¡ aparte de que tú madre y mi padre nos hayan hecho esto, yo quiero que lo seas¡¡¡

Quien es tú padre? – le preguntó suavemente, y también cabizbaja.

Es mejor que no lo sepas... pero te gustaría salir un día conmigo? Mañana, si es que no tienes a nadie... – dijo rápidamente, como para evitar el nervio.

Yo.. – iba a decir que tenía a alguien, pero si este hombre decía las cosas con tanta firmeza, quizás si era verdad...

Tienes a alguien... ya veo... – bajo del árbol de un salto – pero aún así, sólo un paseo...

Sólo un paseo.. – la niña se estaba helando, debía llevarla a algún lugar...

Se dirigió a un hotel, allí hablo con la persona encargada, ( que era es cliente que le debía cierta suma de dinero, y por eso le daba el hotel gratis a ella), converso con él cliente en persona, y negociaron que la niña se quedaría allí hasta que se acabara la deuda( ósea toda su vida..)

Se dirigió al departamento, esa noche debía hablar con ÉL.

Entro por la ventana de la habitación del baño, por allí se dirigió flotando hacía la habitación de Kurapica.

... Kurapica, estás despierto? – preguntó.

...desperté cuando entraste – susurró.

Tengo algo de que hablar – dijo sentándose junto a él, en la cama. Él se incorporo, y se sentó a su lado.

De que quieres hablar? – le preguntó observándola.

Tú.. te sentiste comprometido conmigo, cuando ocurrió "eso" en el coliseo del cielo? – le preguntó cabizbaja y ruborizada.

Si.. por que preguntas? – le preguntó sonrojándose.

Por que una persona dijo que sentía algo por mí, y me dijo algo muy comprometedor, según él mi madre le comprometió, y yo no se nada ya, no se nada de nada, no puedo decir que es mentira, por que lo dijo con tal firmeza... – Kurapica la miro cada vez más cabizbajo.

No sabes que hacer? Pereces una niña de 12 años.. yo entiendo que nadie te haya dicho algo así, yo tampoco te lo he dicho... pero tú que sientes? – le dijo parándose.

Pero, no sé... me invito a una cita como amigos mañana... – susurró.

Que te invito! – exclamó perdiendo su tono de preocupación a un tono casi enojado.

Si...

Pero Kidara... no¡ yo... yo te acompañaré... .- dijo suavemente, Kidara levantó la mirada, él, estaba preocupado¡ pero aún así, ella misma había estado a punto de llorar.

No sé que decir... él no sabe de ti, por que yo no le dije... – de pronto algo le pasó por la mente – Kurapica? Alguna vez una mujer te ha dicho algo muy comprometedor? – Kurapica palideció.

La verdad... – dijo acercándose a la puerta.

... – Kidara lo miró enojada, y también se encamino tras él.

Por que tenías que preguntar algo así? – le preguntó con una sonrisa fingida.

No lo sé, únicamente quería saber... – dijo terminando con un suspiro.

Una compañera de trabajo que murió me dijo que la besara cuando la conocí...

Que la besarás? – está conversación le hacía ver como una chica distinta...

Pero no le dije que sí... obviamente... – la puerta se abrió bruscamente, Kidara estaba casi en sima de Kurapica por querer saber la noticia, pero el empujón de la puerta la hizo caer sobre él... y un flash los ilumino inmediatamente...

HOLA¡¡¡¡ BUENAS NOCHES¡¡¡ - gritó Leem, sonriendo con una cámara de fotos instantáneas en las manos.

Que haces aquí? – le preguntaron al unísono desde él piso.

...que pasó? – se escucho la voz de Kilua desde el pasillo, en dirección de la habitación de Kidara.

Nada... – susurró Kidara parándose, Kilua los miró limpiarse la ropa, y miró el papel que aún no era sacado de la cámara...

Que es esto? – preguntó sacando la foto, la miró y su sonrisa cada vez se hizo más grande.

Kilua, por favor, no te hagas ideas... – dijo Kidara quitándosela de las manos. Al observarla, notó que parecía que ella estaba dándole un beso.. " tirados en el piso"...

Alguien lo va a lamentar mañana... – susurró Kilua, y se retiró, Kidara volvió a irse por la ventana, y Kurapica se encerró otra vez con llave en su cuarto.

Por que se enojan...

Una joven, saltó del techo de aquel edificio al que habían ido aquellos jóvenes, tan peculiares, se encamino hacía el parque, allí Zen estaba sentado en una banca, jugaba con un cuervo que estaba posado en su mano.

ya llegaste...

si, hermano, saqué una fotografía, pero no creo que sea de tú agrado, ellos dos estaban en una misma habitación solos, mírala... – dijo entregándole un sobre.

Mizu, no debes preocuparte, viendo su historial, ella nunca a tenido un contacto cercano, con algún hombre, a excepción de este... hay que quitarlo del camino, después de que tenga la cita con ella, y la confunda más, tú mátalo, será muy simple – explicó con una sonrisa.

Matarlo... – se relamió.. – no serpa fácil , y menos con sus amigos cerca... el problema será cuando ella, cuando ella se de cuenta...

Lo sé, pero ya logre controlarla casi completamente una vez, y si ella parece cuando estés trabajando, no te molestes tanto y trata de hacerle un daño considerable, y sí no, logra matarla con sus ojos rojos, por favor, ella es un espécimen muy especial, y también quítale su collar al rubio, y el báculo, es un instrumento sacerdotal muy valioso, intenta no mancharlo con sangre... y tu que harás si todo sale al revés?

Seguiré siendo Leem, la que todos odian...

Gracias Mizu...

Nos vemos en la cita, yo te vigilaré, y "él" también la va a vigilar...

Buenas noches...

... si... lo sé, si, nos vemos... en el parque... si entendí, gracias, allí estaré...

la llamada se corto, al día siguiente de haberlo conocido, ya iba a salir con el para saber más detalles sobre el supuesto compromiso.

Por favor¡¡¡ - exclamó Kidara – Kurapica, no exageres, no pasará nada¡

Se le llama prudencia, y tú no deberías creer¡ - le replicó

Pero tienen un pendiente original¡¡¡

... pueden dejar de pelear? – les grito Kilua, Leem lo estaba "acosando" – quieres salir? – grito todo rojo.

NO

Sale¡¡¡ aléjate¡¡¡ ... no¡¡ que haces? – grito mientras ella se acercaba a su rostro – te advierto¡¡¡

Quieres dejarlo? – dijo Kidara perdiendo la paciencia - hoy ya te deberías haber ido¡¡¡ - la tomo por el pie, trasformo el lazo que usaba en la cintura; está se alargó y envolvió a Leem, Kidara la arrastro por la habitación, la colgó por la ventana y allí la dejó.

Por que tanta molestia? – le preguntó Kurapica asomándose, y viéndola llorar.

Hasta que no diga lo que tiene que decir, no la suban – susurró.

Ah ? – exclamó Kilua.

Sólo no la suban, deacuerdo, Gon? No importa si se cae, si llora no cae, si la gente los demanda tampoco, somos cazadores, es cosa de mostrar su licencia – Leorio miraba con interés a la chica que aparentemente estaba aterrorizada, Gon asintió a lo que dijo Kidara con la cabeza, pero aún indeciso.

Y a donde van? – les preguntó Gon, viendo que ella iba vestida distinto a otras ocasiones; usaba un pantalón a lo militar, color marfil, con botas militares negras, el cinturón que usaba tenía medias lunas de una tela de aspecto áspero, llevaba una polera sin mangas que se abotonaba por el frente, con broches al estilo oriental, y el cuello de esta era levantado tapando parte del cuello que siempre cubría con una cinta. El último detalle era un parche en una de sus mejillas tapando su marca.

Volveremos en la tarde, por favor, no hagan ningún desastre.

Si...

Al cerrarse la puerta se escucharon unos suspiros y risas.

Se encaminaron al parque, ya estaba nevando, Kidara llevaba sobre su liviana ropa su típico atuendo, eso sí como si fuere un abrigo. En la entrada se separaron, Kurapica, no alejo su mirada de ella hasta que la dejo de ver, eso significaba que ya se había encontrado con Zen. Apretó su puño, y camino por el sendero paralelo a ellos, para poder observar.

Por otra parte Mizu, los seguía, siendo una sombra casi imperceptible entre la gente y los elementos de parque.

Kidara caminaba lentamente junto a Zen, mirando el piso, sin escuchar las palabras nerviosas de él.

...sabes patinar? – le preguntó, cuando llegaron a la laguna congelada.

...si, pero desde hace varios años que no lo he vuelto a intentar... – dijo poniéndole por fin atención.

Puedes intentar? – dijo caminando hacía la orilla de la pista.

He... sí.. – dijo nerviosa, sabía que no podía ser muy atenta con Zen, por que "él" la vigilaba. Dobló un pie, y paso su mano a su alrededor, haciendo que un filo, que podría servir para patinar, apareció en la superficie del calzado, repitió la operación con el otro pie, e indecisa se paró sobre el hielo... una chica pasó y la arrastró hacía adelante. En ese momento se molestó, y pasó a su persecución, de un impulsó se deslizó rápidamente por la cubierta, cuando llegó con la chica, la miró desafiándola, está la miró con una sonrisa maliciosa, ambas lanzaron la mirada hacia una punta de hielo que había dentro de el domo, miraron a un niño que pretendía pasar, cuando pasara era el punto de partida... cuando pasó, varios segundos antes que ella, sin hacerlo de adrede corto a la mitad el pilar de hielo, la chica la miró raro y se alejo al otro extremo de la cubierta... Kurapica desde lejos no podía evitar decir; " por que siempre tiene que ser tan impulsiva y poco prudente..." pero de todas formas rió, Kidara lo notó y desvió la mirada; era cierto había exagerado.

... oye... siempre haces eso? – le preguntó Zen, poniéndole la mano en el hombro.

No.. – susurró, y goleó su mano atrevida.

Quieres tomar algo? – le preguntó saliendo de la pista, como si no hubiera notado que ella estaba enojada.

No.. esto termina aquí¡¡¡ - dijo molesta, no había ocurrido nada, era como algo corriente.

Pero si ni siquiera a comenzado... – dijo con un tonó sombrío.

Que? – Zen, se acercó en un instante, la miró fijamente, Kidara se sintió caer, pero tenía una noción de lo pasaba, estaba caminando inconscientemente hacia un hotel...

... ESPERA¡¡¡¡ ZEN¡¡¡ corre¡¡¡ él viene¡¡¡ - grito Mizu, corriendo entre la multitud.

Como? ... cierto, estaba vigilando – dijo con una sonrisa sombría – está en trance, llévatela, tú sabes donde... ese chico ya es un grave problema para nuestros planes – dijo tomando en sus brazos a Kidara, y pasándola a Mizu.

La llevó? Y que pasa si despierta? – le preguntó mirando de reojo hacía la dirección de que supuestamente venía Kurapica. Que no se acercaba, habría ido a alguna parte cuando , ella se encontraba en problemas?

Nada, sólo retenla, yo se que puedes " querida" – dijo alejándose – voy a terminar con los estorbos...

Si... claro¡¡ - asintió, y camino hacia la entrada del hotel... Mizu, era un joven muy atractiva por cierto, pero usaba ropa, bastante ostentosa.. usaba un peto color negro, de cuero, con dos tiritas muy pequeñas sosteniéndolo, usaba un tatuaje en forma de dragón en su abdomen, su rostro llevaba únicamente los labios pintados de negro, su cabellera era castaña, sin ser amarrada, llevaba pantaletas, de mezclilla, bastante holgadas, color púrpura, medias con rejillas, y botines sin taco... debajo de un abrigo de charol rojo, en London, realmente daría frío verle.

... a donde me llevas?.. – preguntó viendo la situación y aguantando a penas el Hatsu de Zen.

Sólo cállate.. lo sabrás cuando lleguemos ...

... la puerta del departamento se abrió bruscamente, sacudiendo a todos los que allí estaban.

que te ocurre, Kurapica? – preguntó Gon, viéndolo enfadado.

Han revisado a Leem? – preguntó asomándose por la ventana, la cinta estaba tres pisos más abajo, prensada de un hasta para banderas – no la vigilaron?

No... – aseguró Leorio.

... no la vigilaron por que son unos ineptos.. – los cuatro amigos se dieron la media vuelta.

Tú eres Zen, no? – dijo mordazmente Kurapica.

Si, y ustedes son los estorbos.. – Zen estaba sentado sobre el respaldo del sillón, balanceaba su pierna como un juego, en su mano derecha, asía un cuchillo, de esos que tiene triple filo, (que se usaban en la marina de Japón, estas armas, tiene la propiedad de que, al atacar a alguien, la herida produce una hemorragia precoz) y en la otra el arcillo (aro) de Kidara – veo, que si no los mató a todos, no podré realizar mis planes, como estaban planeados...

Que le hiciste bastardo? – le preguntó conteniendo su furia al ver el pendiente, señal de que algo había ocurrido.

La pregunta es: por que no me seguiste? – dijo dando justo al clavo, Kurapica de pronto se sintió culpable.

Kurapica¡¡¡ - le grito Leorio tomándolo de la ropa – por que no la seguiste si viste cuando se la llevaron!

Yo...

No es momento de que peleemos entre nosotros; examinen detenidamente su aura¡ - les dijo apuntándolo.

Si, Leorio, mírenla bien... - agrego Kilua usando Gyou.

Ah? – dijo Leorio incrédulo, apenas podía usar Gyou...

Es cierto, se ve pequeña, pero es una energía muy concentrada... – susurró Kurapica.

No importa si se dan cuenta o no, el cazador de triple estatus, debe tener un Renn así...

Cazador de triple estatus? – repitió Gon impresionado.

.. no deberías impresionarte.. – susurró Kilua dándole un pisotón.

.. quizás sea de triple estatus, pero no tengo el prestigio como otros cazadores, que obtuvieron sus títulos.

Que quieres exactamente? – le preguntó Leorio, viendo que se salían del tema.

Matarlos... – dijo casi cantando... en ese instante desapareció del sillón, y reapareció de tras de Leorio, este impresionado no pudo hacer nada más, le dio un golpe en la nuca y eso fue todo para él.

Al volver a desaparecer, apareció tras Gon, este apenas pudo escapar del golpe...por otra parte Kurapica estaba tras él, lo perseguía sin esfuerzo, de pronto se sintió adormecido, y detuvo sus movimientos, vagamente escuchaba los gritos de Gon y Kilua, él estaba allí parado en un lugar dentro de su mente...

Cuando volvió en si, Gon y Kilua, yacían tirados en el piso, con múltiples cortes de la espada de Zen, ambos se estaban desangrando...

por que haces esto? – le preguntó impresionado.

Hacerlo yo? – dijo incrédulo – yo sólo hago el bien, por el futuro de Kidara, Mizu y el mío.

Que bien? Hacer semejante cosa sólo por el cariño de alguien que quizás jamás de lo de¡¡¡ - le replico.

Eso lo dices, por que tú eres quien tiene su corazón, pero en mi caso puedo hacer que se olvide de quien es, puedo hacer que se olvide de ustedes y reemplazar sus recuerdos con otros.

Como? Ella no lo olvidará¡¡¡ - contradijo, pero Zen no parecía escuchar ni una sola palabra.

Eso crees? Si te atreves a escapar ella muere, tú sabes que estaba en trance cuando me la llevé, mi hermana puede hacer lo que quiera con ella... pero mientras tanto¡¡¡ ... tú y yo debeos ver quien se queda con esta persona... casi única en su clase a no ser por ti – dijo desafiante.

A mí... a mí no me interesa que ella no quiera estar junto a mí... – susurró cabizbajo – a mí me interesa que ella sea feliz, pero no puedo evitar sentirme celoso, si ella está con una persona que no la quiere en verdad... – recitó apretando los dientes.. – por eso¡¡¡ no voy a permitir que logres lo que quieres¡¡¡

No importa que tan fuerte sea tú mentalidad, no podrás ganarme, en el estado psicológico en que te encuentras...

... – no respondió simplemente levanto la mirada, el color de sus ojos mostraba como se sentía.

Ahora veamos...

Se miraron un instante, y en ese mismo lapso, ya se habían interceptado en el aire, cuando Kurapica intento golpearlo con la cadena el la detuvo con su mano e intento darle con su espada de triple filo en el rostro , lo único que logró fue rozarle el cabello. Nuevamente se sintió adormecido, pero no del todo, Zen estaba en frente suyo, por el Hatsu que usaba no podía moverse con libertad, parecía que cuando Kurapica se acercaba , se podía creer era capaz de romperle la cabeza con la cadena, pero no fue así, cuando estaba ya muy cerca, sus movimientos se detuvieron, y la espada atravesó su abdomen...

...allí yacían los 4 amigos, tirados en el piso, medio despierto alguien se lamentaba, la nieve entraba por la ventana, mojando la sangre derramada, ya nadie vendría, nadie y "ella" estaba ya comprometida, no había ya nada que hacer, todo dependía del camino que eligiera Kidara para su futuro... entre sangre y nieve, también habían lagrimas, lagrimas por no haber podido lograr la meta, por no haber podido protegerla...

que me vas a hacer? – preguntó Kidara, estaba tirada en una cama, no podía mover su cuerpo, pero parecía estar vagamente consiente de lo que hacía Mizu. Ella tenía una jeringa en sus manos, y se acerba para quizás inyectarle algo a Kidara.

Sólo te voy a dar esto para que te mantengas así, pronto el Hatsu de mi hermano terminara...

No, por favor... – dijo intentando moverse, logrando únicamente sacudirse.

No tienes a donde ir, mi hermano ya debe de haber matado a tus amigos, no se como puedes estar consiente de lo que estoy haciendo en el estado en que estas

Por que estas cosas no me afectan tanto, mi primer jefe, me controlaba... si lo intentas, te las verás...

Vérmelas? No me hagas reír, soy una Huntre's de triple estatus – dijo lanzando algo del liquido de la jeringa al aire.

... – Kidara, se sintió un tanto distinta por un instante, en ese instante uso su técnica " The Hatsu Shield"

un escudo? Que demonios... – el Renn de Kidara la lanzó al aire.

Te lo advertí... no tengo tiempo para jugar contigo – susurró y extendió sus alas, pero un shuriken pasó por el aire, cortando una de sus alas, Kidara ignoró el dolor, y se dio la media vuelta. El ala se estaba tiñendo de rojo.

No puedes salir, vez que no pudiste persuadir mi ataque? – pero algo helado invadió su espalda, los ojos de Kidara reflejaban claramente, que fuera o no una Huntre's 3 o 20 estatus, no le importaría para matarla.

Me estorbas... creo que es hora de que mi sombras salgan... – dijo para sí, sostuvo un shuriken de Mizu con las manos, dejando que cortara sus manos, en un golpe de aura su ropa habitual de materializó bruscamente, rompiendo los vidrios y haciendo "volar" algunos objetos de la sala. Está mirada era una que no usaba desde hace mucho tiempo, cuando entrenaba...

Sombras? – Kidara se alejo hacía la ventana, Mizu la siguió, pero un Deguon,( espada larga)se posó frente a ella, una joven de mirada sin expresión la empuñaba, era casi idéntica a Kidara a diferencia de que era de un aspecto más infantil; vestía un traje, como una mantilla azul, con franjas naranjas en las mangas, esta mantilla le llevaba hasta las rodillas, por debajo de la mantilla llevaba un traje blanco, iba descalza, y en medio del frío, unas simples vendas cubrían sus pies, juntos a algo así como unos arneses.

Ella se encargaran de ti.. Suikun, si ella tiene preguntas respóndelas, sabes que "ella" no hablará, únicamente tratará de matarle.

Entendido – susurró la otra joven, era Kidara, pero llevaba el cabello corto, sus cicatrices estaban bien marcadas, no llevaba la cinta que usaba Kidara en el cuello, mostrando claras marcas color rojo en forma de escrituras, su ojos eran rojos, y sus labios negros, a diferencia de la niña que tenía el cabello un tanto largo, y sus ojos eran negros.

Quienes son? – preguntó inmóvil.

Somos la representación de las auras que hay dentro del cuerpo de Kidara, somos sus sombras

Auras? – dijo extrañada, la niña bajó su espada para que pudiera escuchar.

Ella tiene tres auras, es una reencarnación, y tú debes quedarte aquí, si te resistes te matamos – dijo casi alegre.

Un experimento, no lo confundas... – susurró para sí la representación infantil de Kidara.

Si, sí.. gracias Kun¡ - dijo molesta – como vez, si conoces algo de la historia antigua, Kun significa cuna, y Sui oscuridad, te da una idea de que somos? – le preguntó mirando molesta a Kun.

Si... pero déjenme entender algo, por que tengo que luchar con ustedes? – aprovechando que ella responderían todas sus preguntas.

Kidara, no tiene tiempo para asesinarte, es muy forzado matar a alguien de triple estatus – dijo con naturalidad, Mizu puso cara de " por Dios, que clase de chica es la que no se inmuta por ser asesina o por tener un cazador de triple estatus en frente cuyo oponente¡¡" .

Y...- dijo plasmada por lo dicho, con un "tic" a un lado de la boca – de donde salieron? – tratando de averiguar si ellas le podían dar datos, interesantes, y de ayuda para saber más de Kidara y retrasarlas, para que no ayudaran a su creadora con Zen.

Nosotras? Pregúntale a Kun, no tenemos tanto tiempo para estas cosas, eres un estorbo... – dijo sacando de su cintura unos Sai, y poniéndose a la defensa.

Kidara dijo que se supone que no diría nada, no podemos acabas, ya¡ - dijo frívolamente, apoyó la espada en su hombro, en ese instante desapareció, se sopló las uñas, las retocó, y como filos de espadas empuño con orgullo sus zarpas.

Veo que ella es muy hostil... – susurró sacando lentamente sus Kunais.

No te preocupes en disimularlo, así lo hará más interesante... – sonrió, también guardo sus Sai 's, e imitó a Kun.

Ya veo... no creo que sobrevivan a esto¡¡¡¡ - saltó en el aire, se mantuvo suspendida en el, al girar rápidamente lanzó un tropel de Kunais contra las dos auras.

... – ella no se movieron, las armas las atravesaron, como fantasmas, logrando únicamente mover sus cabellos – las armas no funcionan contra nosotras... – susurraron con los ojos cerrados – debes atacarnos usando Kyo, o no te servirá de nada...

Mizu lanzó sus armas a una pared, el lugar donde supuestamente le esperaba su hermano estaba muy cerca, Kidara llegaría muy pronto, no es que temiera su llegada, lo que temía era que él saliera dañado...

" no deberías desconcentrarte¡¡¡" grito Sui, cortándole a un lado de la pierna. Mizu, no hizo ninguna mueca de dolor, uso Kyo, como ellas le habían indicado, habían dañado su orgullo y honor. Al principió tenía cierta ventaja, pero el cansancio la venció, su estamina bajaba rápidamente, en cambio ellas, eran creaciones de nen, era muy poco probable que sintieran el cansancio o el dolor. Eran seres que aparentemente no tenían sentimientos, pero aún así parecían disfruta de la pelea, a medida que avanzaba la batalla, el entusiasmo de ambas partes aumentaba. Mizu las vió como verdaderas personas, verdaderas guerreras, cuando finalmente cayó herida y cercana a la muerte, ninguna de las dos la acabó, ninguna se acercó a decirle algo humillante.

Te pedimos perdón... – susurró Kun.

Perdón?... – dijo apenas y casi riendo – no... por que no me acaban? Esto ya termino, ya nadie me necesita¡¡ - grito con sus últimas fuerzas, parándose apenas., pero sin creerlo Kun la levantó, ahora que la veía no parecía aquella niña fría de su primera impresión, le parecía una niña muy pálida, pero con una sonrisa, sus manos eran cálidas, y suaves, no parecía la persona que estuvo a punto de matarla.

Nosotras nos excedimos, la intención de Kidara nunca fue matarte, ella más bien quería que te dejáramos algo así como desmayada... – dijo con una sonrisa de lamentación.

Pero como? -Dijo impresionada. Sui sacó uno de sus cabellos y cerró la herida más grande de la joven.

Te responderemos cualquier pregunta antes de irnos con la condición de que no nos interrumpas – dijo Kun extendiendo sus alas.

... para que propósito, originalmente fueron creadas? – les preguntó respirando con dificultad.

Eso es bastante simple, cuando era más joven, cuando tenía alrededor de 10 años, a Kidara le dijeron que tenía un secreto de tres en sí... después de eso pasó un año, y notó que habían cosas en ella que no pensaba, que algo más le ordenaba hacerlo, así creó una materialización, Sui representa a la Kidara injertada en ella para su auto protección al ser reencarnada, y yo representó a la Kidara que existía antes de ser asesinada cuando era pequeña, ella nos utilizó para entrenar, pero como éramos sus auras conocíamos mejor nuestros limites, y le enseñamos ideas que podría realizar si practicaba, con esto logramos que ella se convirtiera en lo que es, pero lo que más buscaba era consuelo... – Mizu cerró sus ojos, ya agotada, pero no muerta.

Ya debemos irnos, Kun, ella despertará... pensé que nunca hablarías¡¡ - dijo saliendo por la ventana junto a ella.

... era porque eras una bocona, hablabas demasiado, así que sólo hable cuando tú no estabas... – dijo sin inmutarse cuando Sui puso cara de " así que era eso... ya nos las veremos, te odio..."

mas vale que no esté muerta, por que Kidara nunca te dejará salir otra vez... – dijo suavemente y adelantándose, muy adelante se veían dos figuras, muy notorias por sus ropas de colores fuertes en el centro del lago del parque... pero habían dos más que se acercaban por una de sus orillas que daba a los grandes edificios...

Kidara tenía los pies azules por el hielo, estaba frente a frente de la persona que estaba a punto de matar. El fumaba tranquilamente un cigarro.

Veo que me estas menospreciando... – dijo sonriendo.

La verdad es que u ya te diste cuenta de el estatus que tengo, no? – le preguntó riendo.

Si, pero si he matado de triple estatus... una vez... – dijo cabizbaja.

Antes de que se te ocurra preguntar algo; como supiste de mis intenciones? Me di cuenta cuando dijiste que se terminaba...

La verdad – dijo levantando la mirada, el rojo de sus ojos penetraba fuertemente – dependiendo de mi estado de animó, puedo usar una técnica... puedo introducirme en la mente de la gente y ver cosas de su pasado o lo que piensan, y así lo descubrí...

Entonces ya sabes por que me interesé en ti... – dijo cada vez más feliz – ya no me importa, puedo controlarte... – con una sonrisa desagradable, expandió su aura con la intención de manipularla.

No te servirá... – susurró mirándolo como taladrándolo.

Que demonios...? – su aura se vió retractada por un Enn.

Es un escudo de aura, todos mis amigos lo saben usar, pero no sabían de tu habilidad... – dijo calmada.

No será... sabían usar esa técnica? – dijo con sarcasmo.

Que les hiciste? – le preguntó extendiendo sus garras, y cerrando los puños, provocando una herida.

Sólo hazte la idea de que ya no están a tú lado.. – dijo con sus ojos muy abiertos – te diré la verdad, yo pertenecía a una tribu que se ubicaba en la montaña que seguía a los Kurrutas, una tribu muy antigua, pero a la tonta de mi madre se le ocurrió ir, se enamoró de alguien, y el resultado fui yo¡¡¡¡ - se sacó el gorro que llevaba, hizo ciertos movimientos y se sacó unos lentes de contacto – MIRAME BIEN¡¡¡¡ - uno de sus ojos era rojo y el otro azul – QUE CREÍSTE CUANDO ME VIERON? POR ESO ME INTERE EN TI, TÚ TAMBIÉN SUFRÍAS¡¡¡

YO NO SUFRÍA! YO TENÍA A ALGUIEN; TÚ ACABAS DE ACABAR CON SU VIDA! – gritó con todas sus fuerzas y rabia.

...pero estoy yo... cuando ocurrió la masacre yo fui, buscaba una aventura, yo ya era un Hunter, pero ví esas tumbas, yo conocía muy bien las costumbres de tú gente, y encontré el collar... después investigué, tú eras una, de los dos¡¡¡ - dijo moviendo los brazos histéricamente.

... – el viento soplaba muy frío, una nevada se acercaba, Sui y Kun estaba arriba, cuando Zen había terminado, ellas ya habían descendido, la cantidad de nieve arrastrada por el viento aumento, y perdió de vista a Zen, escuchando sólo su voz.

No me importa si termine con esa persona especial para ti, lo que me importa es que me reconozcan como la persona que tuvo piedad de una joven desamparada, que logró tener sin ninguna trampa ni por conveniencia una joven de alto prestigio, eso es lo que quiero¡¡¡ a pesar de ser de trile status, no tengo prestigió alguno como tal, pasé por semejante trabajo para nada, yo buscaba respeto¡¡¡ - y su voz de perdió en el viento.

... la verdad yo también buscaba eso, pero me di cuenta que no valía la pena a obtener el respeto de la gente que de todas formas sólo lo haría por que yo era una cazadora... – sui Y Kun desaparecieron con el viento, devolviendo su aura a la dueña – así que decidí olvidarme de la tribu, pero e ella había alguien que no podía olvidar, una persona que me dio cariño incondicional... pero en unos años me perdí, perdí mi libertad, aún así, en la penumbra, o en el dolor recordaba esa persona, esa era la razón por la que luchaba tanto, por ver otra vez a una persona, tú no sabes lo que sentí cuando llegue a la tribu y todo, absolutamente toso, estaba devastado, había perdido esa persona, ahora que la conozco y tengo algo de él, latente en mí, y tú extingues su llama... – u instante de silenció, Zen si la escuchaba - TE ODIO, QUIERO QUE TE VAYAS A LO MÁS ONDO DEL INFIERNO! DONDE TE PUDRÁS Y NO VUELVAS NUNCA, NO VOY A DUDAR EN SECARTE DE SANGRE, HASTA QUE MUERAS DE DOLOR! TE RETORCERÉ! SI... – su respiración se volvía acelerada, las marcas que había desaparecido una vez, retornaron con más fuerza, pero está vez no era Suikun, era la Kidara de 12 años, la que no sentía nada, la que mataba sin piedad. Ahora había emergido un ser que había sido encerrado por más de 8 años.

Saltó, su báculo, que había empuñado todo el tiempo, su ropa nen desapareció, ahora era cuando tenía toda su aura a su disposición. La punta en espiral del báculo se alargó hasta formar una hoz, vió una figura moverse en la laguna, bajó en picada, Zen no la sintió, por ese error, la hoz se enterró en su hombro, Kidara tenía la mirada más oscura que había tenido en mucho tiempo. Lanzó un alarido de dolor, el Kyo rodeaba la hoz, provocando que lo cortado se quemara, ya no podría recuperarse de eso...

Debería de haberlo sentido, pero su poder estaba al máximo, la igual que su zetsu, Kidara intentó sacar la hoz, está volvía a su forma original clavándose en el hombro el tipo ese. " él tipo ese" enterró un brazo en el estomago de Kidara, está fue una batalla realmente muy corta... Kidara cortó del hombro hacía debajo de Zen, matándolo, por otra parte ella también estaba grave. La ropa que usaba debajo de su Hatsu se había vuelto a manchar, esa ropa había absorbido toda la sangre de todas las peleas de Kidara, ahora se limpiaba con la nieve...

Kidara cayó al piso... el cuerpo inerte de Zen, cubría todo el piso, junto con la de Kidara...

..." creo que me voy con ustedes, chicos..."

Continuara…