CAPÍTULO 16- Pesadillas
"Así que, ¿Por qué lo hiciste Potter?" Draco se había levantado y sentado en la silla cerca de la cama de Harry.
Harry sonrió cansado. "¿De vedad crees que te voy a decir?"
Draco se molestó "Bueno, como casi me matas, creo que lo menos que podrías hacer es decirme por que."
"Podría, pero no lo haré" Harry respondió suavemente.
"¿Qué, te da pena?" Draco lo ret
Harry lo miró intensamente "¿Porque no me dices primero lo que tu estas ocultando?"
El color dejo la cara de Draco, pero se recuperó rápidamente. "¿Qué quieres decir Potter? Yo no tengo nada que ocultar"
Harry levantó los hombros. "Sí tu lo dices"
Con un resoplido de enojo, Draco se levantó y se dirigió a su cama, cuando se acostó, se dio cuenta de que Potter había cambiado de tema. Sus ojos se entrecerraron, ¿Qué estaba escondiendo Potter?.
Madam Pomfrey entro con caldo para Harry y un plato de sandwiches y jugo de calabaza para Draco.
Harry todavía no quería comer, pero la Profesora McGonagall le había dicho que mientras más rápido empezará a comer, más pronto saldría de la enfermería. Todavía se sentía algo tembloroso, pero su respiración se había calmado un poco y con la ayuda del té de Snape ya no había vomitado. Todavía tenía escalofríos y fiebre de vez en cuando, sus costillas seguían doliendo mucho , pero Madam Pomfrey le dijo que sólo era cuestión de tiempo para sanarlas.
No pudo contener el quejido cuando se sentó y sintió frío en su cuerpo. Respirando agitadamente, tomó la taza de caldo que le había traído Madam Pomfrey, dirigió la taza temblorosamente a su boca. El logró tomar la mitad, pero se sintió mareado de nuevo y puso rápidamente la taza en la mesa de noche.
Alguien había dejado una túnica en la silla que estaba al lado de su cama. Tenía frío pero no quería meterse a las cobijas de nuevo, quería mantenerse sentado por lo menos un rato.
Trato cuidadosamente de alcanzar su túnica pero de repente un dolor horrible lo llenó, justo en las costillas. Con un gritó de dolor se volvió a sentar abrazando sus costillas y jalando aire.
Draco había estado observando a Potter de reojo, cuando trató de tomar la túnica y gritó de dolor, el se levantó, y se dirigió a Potter. "¿Quieres que traiga a Madam Pomfrey?"
Harry sacudió la cabeza, temblado cuando contestó. "No, ella no puede hacer nada todavía"
A regañadientes Draco tomó la túnica y se la puso en los hombros a Potter.
Harry lo miró confundido. "Gracias"
Asintiendo rápidamente Draco regreso a su cama para terminar con su jugo de calabaza.
Madam Pomfrey regresó para revisarlos. "¿Están bien los dos?"
"Potter no está tan bien"
"¿Qué pasó Potter?" Ella se dirigió hacia él para sentir su frente
Draco no pudo más que sonreír ante la mirada molesta que le lanzó Potter.
"Estoy bien, en serio, sólo me dolieron las costillas por un momento" Harry explicó.
Ella asintió. "No te terminaste el caldo"
Harry sacudió la cabeza, "No quiero el resto"
"Insisto en que te tomes mañana una taza completa o un tazón de avena" dijo ordenándole.
Se dirigió a Draco. "Plato y vaso vacíos, bien hecho Sr. Malfoy espero que pueda regresar a su cuarto mañana"
Draco sonrió.
"Ya es hora de que apague las luces. "La únicas luces que dejó prendidas fueron unas pequeñas linternas cerca de las camas de los chicos" "La Profesora McGonagall vendrá a revisarlos en la noche"
Dejó a los dos muchachos bajo las cobijas.
Justo después de la media noche. Draco se despertó. No supo primeramente por que lo hizo, pero luego escuchó a Potter dando vueltas en la cama y murmurando algo.
El parecía estar teniendo un sueño muy malo. Quejándose Draco se levantó y se dirigió hacia él. Sacudió su hombro. "¡Potter, despiértate!"
Voldemort tenía a Hermione y se estaba burlando de él. "No puedes ganar Harry, mataré a todos los que quieres, uno por uno" Luego gritó la maldición avada Kedabra, y una luz verde salió de su varita, Hermione cayó frente a él , muerta, sus ojos estaban abiertos, mirándolo como sí lo culpará. Harry grito. "No", un horrible dolor le estrujaba el corazón.. La horrible cara de Voldemort sonrió y gritó apuntando. "Mira" Harry con los ojos llenos de lágrimas dejó de ver el cuerpo muerto de Hermione justo a tiempo para ver a Ron caer tras el Velo. "No, no te mueras" Harry sollozó.
"Muévase Sr. Malfoy" La Profesora McGonagall tocó la cara de Harry suavemente. "Vamos Potter, estas teniendo una pesadilla, despiértese" Harry despertó muy asustado y tomó la mano de la Profesora McGonagall "Hermione y Ron , por favor dígame que están bien, por favor valla a buscarlos"
"Shhh, ellos están bien. Acabo de venir de la Torre de Gryffindor , te prometo que los dos están bien; sólo tuviste una pesadilla" Minerva se dio cuenta de que tendría que hablar con Severus sobre esto lo más pronto posible en la mañana. Aparentemente la poción para dormir sin sueños se había desvanecido lo suficiente como para dejar que las pesadillas comenzarán de nuevo, tal y como el Sr. Weasley le había dicho que ocurrían"
Harry de repente se dio cuenta de que Malfoy estaba ahí parado y mirándolo con una expresión de sorpresa. Sus manos rápidamente secaron sus lágrimas de su rostro. Cerró los ojos y tomó aire, primero Snape y ahora Malfoy. Seguro que no podría estar más humillado de lo que estaba ahora.
La Profesora McGonagall se dirigió a Draco. "Sr. Malfoy gracias por haber venido a ayudar al Sr. Potter , estoy segura de que se quedara con esto para usted mismo, de lo contrario me veré obligada a castigarte y a quitar puntos a Slytherin.
Draco la miró. Se regresó a su cama. Así que Potter estaba soñando a la sangre sucia y a la comadreja muertos. Ver a Harry llorando lo hacia sentirse extraño. Incluso sí la Profesora McGonagall no lo hubiese amenazado, él sabía que no se lo contaría a nadie. Lo hizo recordar como se sentía de avergonzado cuando lloró enfrente de Snape, se metió de nuevo en las cobijas y se durmió con el sonido de la voz de la profesora calmando a Potter.
Harry tomó unos cuanto tragos de el té que le había hecho Snape, para calmar su estómago. La Profesora McGonagall lo cobijó y finalmente se sentó en la silla, tomando su mano. "Vete a dormir Potter yo me quedaré aquí sentada contigo" Harry asintió y agradecido se durmió profundamente.
Minerva no tenía idea de que no sería Harry el que más necesitaría su ayuda esa noche. Se había empezado a quedar dormida cuando lo gritos de Malfoy la despertaron.
Se levantó y fue a verlo. Estaba en posición fetal y cubierto de sudor. "Perdóname" el dijo, Minerva lo sacudió suavemente para despertarlo.
Era la última navidad. En una elegante fiesta a la que asistieron numerosos miembros de la alta sociedad.
"Dime Draco, como te va en Hogwarts" Preguntó John Dark
"Me esta llendo muy bien" Draco respondi
"¿Eres el mejor de la clase?" Escuche que una sangre sucia era la mejor"
Draco rió. "¿Hermione Granger?, Si, ella es la mejor, pero no por mucho tiempo, ella caera al igual que Potter"
"A caso no es cierto que Potter te gana en cada partido de Quidditch que tienen juntos?"
Draco se sentía incomodo. Este mortifago era también un gran enemigo de Lucius, los dos peleaban por obtener la atención del Señor Oscuro.
"Bueno, técnicamente si, pero..."
"John nos disculpas, necesito un momento con mi hijo" Dijo la amenazadora voz de Lucius.
Draco se tensó, una sensación de horror le recorría la piel.
"Por supuesto Lucius"
"A tu cuarto Draco" le susurró entre dientes.
"Padre, yo..." "¡Silencio!"
Tan pronto como entraron al cuarto, Lucius puso un hechizo silenciador en la habitación, Draco se quedó pegado en la pared.
"¡Tu le confesaste debilidad y falta de talento a mí peor enemigo!" Los ojos de Lucius miraban duramente a los de su hijo.
"Quítate la camiseta"
Draco suplicante sacudió la cabeza. "Perdóname"
Lucius sacó su varita y le quitó la camiseta. Antes de que este último pudiera razonar con Lucius, el bastón con una serpiente en la punta lo había golpeado en el hombro, sacándole sangre.
Draco calló de rodillas. Lucius nunca le había pegado con la punta del bastón. Le pegó 5 veces más en la espalda , hasta que volteo a verlo con la cara llena de lágrimas. Una mirada de satisfacción se reflejaba en el rostro de su padre. El calmadamente recogió la camisa que le había quitado y con esta le limpio la sangre a la cabeza de la serpiente.
"Espero que regreses a la fiesta en 5 minutos. No me desilusiones de nuevo" El dejó la habitación al mismo tiempo que Draco colapsó en el suelo llorando.
Despertó abruptamente y se sentó. Con una expresión de completo horror, se encontró cara a cara con la Profesora McGonagall quien se veía preocupada.
Minerva observó a Draco. El la veía totalmente conmocionado. La lágrimas se deslizaban sobre sus mejillas, su pelo estaba desordenado sobre sus ojos y su respiración era muy agitada.
"¿Qué paso?" le preguntó suavemente.
Ella se sentó en la cama a su lado. "Esta bien Sr. Malfoy, no tiene que decirme, obviamente tuvo un sueño muy malo". Ella deslizó su brazo alrededor de sus hombros temblorosos para traerlo más cerca, el se quedó quieto y muy tenso. Ella estaba sorprendida, había sido una noche de pesadillas, mientras descansaba su bardilla en la frente de Draco hasta que dejó de temblar y su respiración se calmó. "Todo esta bien ahora, estas a salvo en Hogwarts"
Amablemente le limpio las lágrimas de su cara, y lo acostó de nuevo. Exhausto cerró sus ojos y se quedó dormido.
Minerva se volvió a sentar preguntándose acerca de lo que había pasado esa noche. Los dos obviamente habían tenido sueños perturbadores , y ni siquiera era luna llena o algo por el estilo. Los malos sueños de Harry eran de esperarse; pero Draco Malfoy el príncipe consentido de Slytherin, eso si que no era de esperarse. Ella sonrió tristemente recordando algo que alguna vez le había dicho Dumbledore. "Nunca asumas nada de un estudiante" Ella necesitaría hablar de esto también con Snape, acerca del chico, en la mañana"
