Capitulo 40. - La Preocupaciones de Maestro de Pociones.
Albus Dumbledore entro enojado por la puerta del cuarto de Severus Snape queriendo hablar con él por lo cruel que había sido. Pero lo que vio cuando entro lo detuvo.
Snape estaba acostado en la cama recargado contra la cabecera y con Draco en sus brazos. Su oscuro cabello formaba una cortina que ocultaba su rostro mientras su frente se recargaba contra la rubia cabeza de Draco. El chico obviamente estaba inconsciente, aun así el ver como se levantaba su pecho le aseguró a Dumbledore de que aun estaba vivo.
"¿Severus?" Él levantó la cabeza, sus ojos oscuros estaban llenos de sufrimiento.
Todo el enojo que sentía Dumbledore contra él se desvaneció por un momento. Sólo una vez hace muchos años él había visto a Severus en ese estado. Fue la noche en que se volvió un espía.
"Ya lo intente todo, incluso la poción para detener la muerte, pero lo estoy perdiendo." Dijo Severus en un tono lastimero.
Preocupado Dumbledore se acercó a donde estaba Draco. "Severus, necesitas acostarlo en la cama, quiero examinarlo."
Él sacudió la cabeza. "No."
"Severus, necesitas soltarlo por un momento." Dumbledore le pidió.
Los oscuros ojos se cerraron. "El no puede morir así, necesito que él se de cuenta de que lo quiero, que hubiera hecho cualquier cosa posible para prevenir esto."
Dumbledore suavemente le puso una mano en el hombro. "No te rindas. Draco sabe lo mucho que lo quieres."Él le aseguró.
Él sacudió la cabeza, pero lentamente se levantó y acostó a Draco sobre las almohadas.
Dumbledore escucho la respiración del muchacho, sintió su frente dándose cuenta que tenía fiebre y también sintió su débil pulso. Él puso sus manos en el pecho de Draco. Empezó a murmurar extrañas palabras que Snape nunca había escuchado. Una orbita dorada y plateada se empezó a formar en sus manos. Sus ojos estaban fuertemente cerrados en concentración. Sus manos se juntaron cuando la orbita se poso dentro del pecho de Draco. Respirando con dificultad Dumbledore se volvió a sentar.
"¿Qué fue eso?" Dijo una lastimera voz. Los ojos de Snape se veían más suaves de curiosidad-
Dumbledore tomó la mano de Draco amablemente. "Sí su espíritu es lo suficientemente fuerte eso lo ayudará a luchas para vivir, sin embargo Severus, sí su espíritu esta muy cansado y ya no quiere seguir luchando, esto hará su transición al velo más gentil y placentera."
Los ojos de Dumbledore estaban en Draco, pero un suave sollozo detrás suyo lo hizo enfocar su atención nuevamente en Snape.
Él estaba sentado en el suelo con las manos sobre su rostro y los hombros le temblaban.
Con un suave apretón Dumbledore le soltó la mano a Draco y la metió en las cobijas para irse a sentar en el suelo al lado del preocupado maestro de pociones.
El recordó como hace muchos años Severus Snape estaba así de mal después de atestiguar el asesinato de una familia muggle completa con todo y niños pequeños por un grupo de mortifagos del cual él formaba parte. Él había llegado esa noche pidiéndole ayuda después de colapsar en el frío piso de piedra. Severus lo había dejado consolarlo esa noche. Severus le había probado ser un valioso espía, leal a la luz; aun así su violenta niñez y los duros años que había pasado en Hogwarts como estudiante, lo había convertido en un hombre amargado, que nunca aceptaba amor, consuelo o un poco de amistad. Él odiaba que lo tocaran y evitaba cualquier demostración física de amistad como los abrazos. Después de todos esos años, Dumbledore nunca pudo completamente derribar la barrera que Severus Snape ponía así mismo para defenderse y así ayudarlo a ser menos amargado. Esa amargura lo defendía de los otros como una armadura.
Verlo tan devastado por las heridas de Draco lo hizo darse cuanta que el amor había hecho que esa barrera se desvaneciera. Era obvio que Severus quería a Draco como si fuera su hijo.
El brazo de Dumbledore rodeo los temblorosos brazos de Snape.
"No puedo decir nada que te ayude a sentir mejor. Lo que pasó no fue tu culpa. Los mortifagos atacaron a cualquiera que se les puso enfrente, no debieron haberse dado cuenta de que Draco es el hijo de un mortifago."
Snape lo miró, sus ojos se veía salvajes de enojo. "¡Fue Lucius!"
Dumbledore palideció por un momento. "Sé que Lucius es un hombre violento, pero Draco es su hijo, ¿Por qué crees que él hizo esto?"
Snape pasó saliva. "Ya ha golpeado a Draco antes, pero nunca de esta manera. No sé que lo orillo a hacer esto."
"¿Estas seguro de que fue Lucius?"
"Sí."
La mirada de Dumbledore regresó a Draco. "Tendremos que protegerlo. No dejaré que lo golpeen de nuevo."
Snape roncamente respondió. "Sí es que vive."
Él suspiró mirando a Snape.
"Quiero que te vayas al otro cuarto, acuéstate y duerme, Me quedaré con Draco esta noche. Mañana necesito que hables con Harry."
Snape se sintió culpable ante la mención de Harry, calmadamente preguntó. "¿Cómo esta Harry?"
Dumbledore levantó las cejas y muy serió replico. "Después de sentirse terriblemente culpable se quedó dormido en mi oficina. Tus crueles y horribles acusaciones hicieron que Harry se sintiera insignificante, sus defensas casi no existen y ahora tiene serias dudas acerca de que sí puede derrotar a Voldemort Tu sólo en una noche has devastado a un chico por que estas triste y decidiste gritarle para liberar tu dolor y frustración. ¡ME PROMETISTE QUE NO ME LASTIMARÍAS!"
La mirada de Dumbledore hizo que Snape volteará a otro lado.
Dumbledore continuó. "Severus, eres un adulto, es de esperarse de los estudiantes que pierdan el control y que digan cosas horrible pero tu me decepcionaste inmensamente. Esa no es la primera ves que te desquitas con los estudiantes. Necesitas aprender a controlarte antes de que uno de estos días le cause un daño permanente a alguien. Abusar verbalmente de un niño es más o menos lo mismo que abusar físicamente de él. Los dos tipos de abuso destruyen el espíritu. Tu personalmente estas familiarizado con eso, hubiera esperado algo mejor de ti"
Snape inhaló con dificultad y él miró a Dumbledore llenó de Culpa y rápidamente volteó a otro lado, odiaba ver la decepción en los ojos de Dumbledore.
"Mañana hablaras con Harry y le darás una lección de Oclumencia, espero que arregles el daño que causaste."
Snape sacudió la cabeza. "Prometo que hablaré con Harry y arreglaré todo, pero mañana necesito quedarme con Draco."
"Los otros profesores y yo nos quedaremos con Draco, sí hay algún cambio en su condición te hablaremos inmediatamente."
Los ojos preocupados de Snape vieron a Draco.
"¿Severus?"
"Como desee director." Dijo Snape muy cansado.
"Necesitas descansar. Todo esto ha sido muy duro para ti. Sé que estas lastimado y tratare de hacer todo lo que pueda para ayudar a Draco, pero necesito que te cuides y que hables mañana con Harry."
El se levantó y tomó a Snape del brazo. "Ven, confía en mí y déjame ayudarte."
Una parte de el quería safarse de Dumbledore, pero la otra parte quería que lo ayudara y consolara.
El se levantó y siguió a Dumbledore hasta la otra habitación. A regañadientes el se acostó en el cómodo sillón, Loki inmediatamente saltó a su lado. Dumbledore lo cobijó con u cobertor calientito. Loki se acurrucó en su brazo y empezó a ronronear.
"Despiértame inmediatamente sí hay algún cambio, en Draco. Sí él..." Snape cerró los ojos por un momento. "Sí comienza a pasar por el velo, quiero abrazarlo en sus últimos momento. Él necesita sentirse amado, él tuvo muy poco de eso en su vida." La voz de Snape era lastimera.
"Shh, Severus te prometo que te despertaré. Pero todavía hay esperanza, piensa en ese en lo que te duermes." Dumbledore le acarició el pelo negro. "Draco es muy afortunado de tenerte en su vida."
El se sentó junto a él hasta que se durmió. Luego se fue a sentar junto a Draco y tomó su mano entre las suyas. El chico estaba muy grave.
El se acercó más al muchacho. "Vamos Dragón, sé que tu puedes lograrlo. Sé que tienen un gran espíritu, aunque siempre dirigido hacia el lado oscuro; pero creo que algo ha cambiado y Lucius se dio cuenta de ello. Tienes muchas personas aquí en Hogwarts que te ayudarán, especialmente el Profesor Snape quien obviamente te quiere como un hijo, aguanta Draco, por favor aguanta.
