Capitulo 42. - Variaciones del Amor.
Snape se sentó detrás de su escritorio viéndose más pálido de lo usual.
Harry tembloroso se sentó enfrente de él.
"El año pasado viste en mi pensadero y viste a tu madre defenderme de tu padre y sus amigos cuando me molestaron."
Harry asintió. "Si, pero le dijiste ¡sangre sucia, eres igual que Malfoy cuando le dice de la misma manera a Hermione. !"
"Si, es cierto que le grite. Pero debo recordarte que la Srita. Granger ayudo a Draco cuando lo necesitaba, tu madre hizo lo mismo cuando yo necesitaba su ayuda."
Harry se veía confundido. "¿Cuándo?"
Snape se quedó callado, viendo fijamente a su escritorio.
"¿Profesor Snape?"
Snape aclaró la garganta. "Cuando tenía 16 recibí una lechuza de un vecino diciéndome que mi madre estaba muerta. Fui al lago y Lily me siguió. La insulté y traté de hacer que se fuera pero ella se sentó a mi lado y empezó a hablarme, No le dije lo que había pasado pero de alguna manera ella me comprendió. Finalmente le dije." Snape se quedó en silencio por un rato mirando a la pared detrás de Harry. "Ella era tan amable, tenía tanta compasión en ella... Me sentí un poco enamorado de ella ese día. Durante el año estudiamos juntos, yo la ayude a estudiar pociones y ella me ayudó a estudiar adivinación. Ella realmente trató de convencerme de convertirme en un mortifago, pero no la escuché, pensé que ser mortifago me daría todo el poder y control que quería. Cuando recibí la marca oscura nuestra amistad terminó. Ella me dijo que no podía ser amiga de alguien capas de hacer todas las cosas horribles que hacen los mortifagos. Ella desde luego se casó con tu padre después de la graduación. Para el tiempo en que tu tenía un año yo ya era un espía para Dumbledore, Cuando escuche de los planes del Señor Oscuro inmediatamente fui a tu casa, pensé que de alguna manera podía detenerlo. Pero llegué muy tarde.
Snape cerró los ojos por un momento y Harry pudo ver lo mucho que le afectaban esas memorias. Él aclaró su garganta de nuevo. "Nunca le dije a tu madre lo que en realidad sentía por ella, y luego verla muerta..." El se detuvó y aclaró su garganta por tercera vez.
"Puede ser que te parezcas mucho a James, pero tienes el espíritu compasivo de tu madre y su gran valentía. He visto últimamente más de ella en ti."
"¿Así que tu y mi madre eran amigos?" Harry preguntó incrédulo.
"Si" Snape respondió cansado.
"¿Y que pensaban mi padre y Sirius de eso?" El no podía imaginar a ninguno de los dos aceptando la amistad de Snape y su madre.
"Ellos nunca se enteraron."
Harry pasó saliva. "¿por que me dejaste ver esa memoria."
"Después de todas las veces que te he lanzado el hechizo legilimens, pensé que sería justo dejarte hacerlo. Después de todo lo que dije ayer, quería que vieras una memoria que había guardado y que nadie más había visto, para así poder mejorar en oclumencia. Necesitaba que confiarás en mí y me temo que destrocé eso ayer. Tu eres después de todo el hijo de Lily y are todo lo que pueda para ayudarte."
"Pero todos estos años me odiaste por que me parecía a mi padre."
Snape lo miró con sus oscuros ojos. "Si, eso es verdad. Tal vez una parte de mí despreciaba a tu padre por lo que él y sus amigos me hicieron y otra parte de mi estaba celoso de James por que Lily lo amaba. Sí las cosas hubieran sido diferentes..." Él se detuvó por un momento pensando. "Aun así hay cosas que debemos superar."
Harry se quedó en silencio tratando de digerir toda la información que Snape le había revelado. Se llenó de enojo al pensar en el comportamiento de Snape en los últimos cinco años.
"Sí realmente amaste a mi madre, ¿Cómo pudiste ser tan injusto conmigo?, tu dijiste que mi padre hizo tu vida miserable, bueno pues tu también lo hiciste conmigo."
"Te salve la vida en primer año, y más o menos hice lo mismo el año anterior cuando le dije a la Orden que estaba en problemas. Todavía me es bastante difícil no pensar en tu padre cuando te miro."
Harry lo miró muy enojado. "No se para que me enseñaste esa memoria, por que eso no cambia nada." El se levantó para salir de la oficina, pero en eso momento alguien abrió la puerta.
La Profesor McGonagall entró. "Severus, discúlpame por interrumpir, pero Draco esta despierto."
De repente Snape se vio diez años más joven. El miró a Harry. "Lo siento Harry, necesito irme. Practica tus ejercicios de respiración y despeja tu mente. Sé que estas enojado conmigo, pero estoy tratando de ayudarte."
Con eso dejó el cuarto y Harry se sentó por un momento tratando de entender por que se madre sería amiga del hombre que la había llamado sangre sucia.
Un humo negro lo rodeaba dejándolo sin aire, sofocándolo, Sentía como sí se le quemaran los pulmones, él se tropezó y calló en el suelo cubierto de nieve. El adolorido se levantó y volteó a ver con que había tropezado, su corazón se detuvo. Acostado sobre la nieva estaba el Profesor Snape. El calló de rodillas a su lado buscándole el pulso, y pronto se dio cuanta de que no tenía. La única persona en él mundo que se preocupaba por él estaba muerta. El se despertó temblando incontrolablemente. Los brazos de alguien lo rodeaban. "Shh, esta bien, cálmate Draco, estas a salvo, estas en Hogwarts; sólo fue un sueño, no es real. Sólo trata de respirar despacio."
El se dio cuenta de que era el Profesor Snape, y con sus débiles brazos lo rodeo, escondiendo su rostro en el hombro de Snape. "Perdóname, perdóname."
"Draco, yo soy el que debería de pedir perdón. Debí de haber puesto más atención. Debía haberte forzado a ir a la conferencia de pociones. Ven, déjame verte." Snape de separó de él, sus manos tomaron la cara de Draco entre sí. "No sabes lo bien que se siente verte despierto." La voz de Snape sonaba ronca.
Los ojos grises de Draco se llenaron de lágrimas. La mano de Snape le acarició la mejilla. "Hussh, esta bien, ya todo acabó y sobreviviste. Tomará tiempo pero te recuperarás completamente."
"Mi padre." Draco susurró.
"Lo sé. Cuando vi las heridas en tu espalda, me di cuenta de lo que las había causado. Perdóname por no haber esto ahí para protegerte." Snape susurró, en su voz era evidente el sentimiento de culpa.
Draco pestañeó rápidamente. Snape tomó su mano de manera protectora.
"Tu eres la única persona..." Draco susurró antes de que un nudo en la garganta le dejará terminar la oración.
Snape le acarició el pelo. "Yo no soy el único, créelo o no Granger, Potter y Weasley te encontraron y te ayudaron. Los Profesores Lupin y McGonagall ayudaron a cuidarte. El Profesor Dumbledore hizo un hecho antiguo que creo yo te salvó la vida y te trajo de regreso"
Draco cerró los ojos. "¿Ellos saben?" dijo muy cansado.
"Sólo el director, y posiblemente McGonagall y Lupin; los demás piensan que fueron los mortifagos. Ellos y los dementores fueron a Hogsmeade y dos estudiantes fueron asesinados. Todos creen que fuiste víctima de ese ataque."
La mano de Draco apretó la suya. Snape pudo sentir lo asustado y sólo que se sentía en ese momento.
"Todos estamos aquí para ti. No dejaré que esto te pase de nuevo Draco. ¿Debo preguntarte como terminaste encontrándote con Lucius?"
Draco tembló por sus palabras. Y su respiración se hizo más rápida. "Él me envío una carta, me dijo que me extrañaba mucho. Pensé que el tiempo que pasó en Azkaban lo había cambiado. Quería verlo y comprobar sí era cierto."
Una solo lágrima rodó por la mejilla de Draco.
"Ya acabó, no importa ahora. Por favor sí alguna vez te sientes a hacer algo como eso otra vez, ven y habla conmigo o habla con el director. Sí quería ver tanto a Lucius, no te lo hubiera impedido, pero podía haber estado cerca y prevenir el que casi perdieras la vida. Sé que Lucius es cruel y violento, pero nunca me imaginé que llegaría al punto de casi matarte."
"El sólo me dejó en la nieve." Draco susurró.
Snape vio la desesperanza en el rostro de Draco. "Ya no pienses en eso. Concéntrate en descansar y en curarte. ¿Cómo te sientes de tu pecho?"
"Me duele." Draco respondió roncamente.
"Eso me esperaba por ahora; tomará algún tiempo en sanar. ¿Cómo te sientes de la espalda?" Snape preguntó amablemente."
"Mejor, ya no me duele tanto."
"Bien, te puse en la espalda un poco de poción sanadora y te pondré un poco más mañana. ¿Cómo está tu mandíbula y tu muñeca?"
Draco movió la muñeca y la flexiono lentamente. "Creo que están un poco entumidas, pero ya no me duelen."
"Tenemos que enfocarnos en bajarte la fiebre, estuviste a punto de que te diera neumonía." Snape dijo dándose cuenta de cómo se le caían los párpados de sueño a Draco, se dio cuenta de que el chico necesitaba dormir mucho y que él tiempo que había estado despierto lo había cansado demasiado. Él le acarició la frente caliente y le apretó la mano de nuevo. "Vete a dormir ahora, ya no quiero más pesadillas de acuerdo, o tendré que poner un poco de poción para dormir sin sueños a las pociones que te he estado dando. Me quedaré aquí hasta que te duermas."
Draco sonrió suavemente. Él estaba muy agradecido de que él Profesor Snape estaba a su lado. Cuando se estaba quedando dormido escucho un suave susurro. "Tú eres amado, Draco."
