Capitulo 48.- Solsticio de Invierno.
Con un suave quejido de dolor y mucho esfuerzo, Draco se volteó lentamente de lado para poder respirar mejor. Algo de la oscuridad que lo había llenado había desaparecido por las palabras de Potter. Por lo menos Snape no estaba muerto. Por lo menos no todavía. El todavía tenía la esperanza de que había alguien vivo que se preocupaba por él.
Una ola de nauseas lo llenó cuando su estómago se empezó a revolver y se acercó a la orilla de la cama para vomitar, pero no pudo, aun así su estómago lo seguía molestando. Una mano fría le levantó la barbilla y le vació el contenido de un frasco en su boca. El trago esperando que la poción trabajara rápido. La mano fría lo acarició mientras McGonagall se sentaba junto a él.
"Te asustaste mucho." Dijo con voz suave mientras acariciaba al exhausto adolescente. Ella lo cubrió con más cobijas y deslizó un brazo bajo sus hombros para abrazarlo amablemente de manera que su cabeza descansara bajo su hombro.
Normalmente Draco se hubiera soltado pues no le gustaba ser abrazado, pero no lo hizo ya que no tenía ninguna fuerza en él. Estaba completamente exhausto, todas las heridas del encuentro con Lucius le dolían. Se sentía mareado y con nauseas aun después de que le dieran la poción, y además sentía el pecho como sí Hagrid se hubiera sentado en él. Ya no tenía fiebre, sino todo lo contrarió, se sentía con mucho frío.
Por mucho que hubiera protestado por el abrazo de McGonagall se sentía muy bien estar cerca de ella y que le acariciara la parte de atrás del cuello. Su cabeza se sentía pesada y sus pensamientos eran borrosos, el adormilado se pregunto sí de esa manera se hubiera sentido sí su madre lo hubiera abrazado. Se sentía seguro, tibio, y contento de que alguien lo quería.
Un olor a caldo le llegó a la nariz. El abrió sus ojos para encontrar una taza cerca de su boca. "Toma pequeños traguitos, te ayudará a sentirte mejor."
Draco lo dudó.
"No te pondrás enfermo, la poción ya debió haber hecho efecto y este dura alrededor de cuatro horas."
El tomó unos cuantos tragos y luego volteó la cara dejando caer su cabeza sobre el hombro de la Profesora cerrando los ojos.
Ella retiró la taza y le acarició el brazo. "El Sr. Potter y Srta. Granger trabajaran en una poción especial para el Profesor Snape mañana después de la hora de trasfiguración. Y como eres muy bueno en pociones creo que sería una buena idea que los ayudarás."
El muy cansado abrió los ojos. "Si." Fue todo lo que logró decir. Ella le acercó una vez más la taza de caldo y lo convenció de tomar más. El lo hizo sin muchas ganas.
"Duérmete un rato y piensa como en Navidad te vas a sentir mejor y el Profesor Snape, bueno eso espero, estará bien de nuevo." Ella le acarició la mejilla y le quitó el pelo rubio de la cara. Sus ojos se estaban cerrando y el se acurrucó sobre el brazo de la profesora y la rodeo con uno de sus brazos. El corazón de la profesora empezó a doler cuando se dio cuanta que tal vez su madre nunca lo había abrazado de esa manera en su vida entera. Pobre pequeña alma.
Era una lastima que él y Potter se cayeran tan mal, los dos había crecido sin amor.
Ella lo abrazó hasta que su respiración se calmó y amablemente lo acomodó en las almohadas.
El se paro enfrente de Snape y le lanzó una llama brillante que salía de su varita. Snape cayó a sus pies con una expresión de horror en su rostro. Tratando de respirar Draco se levantó abruptamente. Un quejido de dolor escapó de sus labios, un dolor horrible le llenó el pecho. Una mano le tocó el hombro. "Trata de respirar despacio."
"Es mi culpa." El dijo muy angustiado.
"Tu no pediste ser golpeado y no pediste que el profesor Snape fuera a buscar a tu padre. No es tu culpa." Lupin dijo lleno de razón.
"No debí haberme reunido con mi padre."
Lupin le apretó el hombro. "Ya pasó. Esta en el pasado. Culparte no va a cambiar nada."
Los enormes ojos grises de Draco lo miraron ansiosamente. "¿Cómo esta el Profesor Snape?"
"Sigue igual."
Draco tomó aire y miró a las sabanas de su cama."
"Draco, necesito que te quites la camisa de la pijama para que te pueda poner la poción en la espalda que dejó el Profesor Snape. Queremos que te cures pronto."
Draco pasó saliva y con los dedos temblorosos empezó a desabrochar los botones.
"Sé que es doloroso, pero te prometo hacerlo lo más rápido posible."
Draco asintió, dejando su camisa sobre la cama. El cuidadosamente se volteó y se acostó sobre su estómago. El se tensó tan pronto como Lupin empezó a ponerle la fría poción que ardía como fuego sobre la delicada piel que estaba sanando.
Lupin estaba sorprendido de que Draco no hiciera ningún ruido. Aparte de temblar una vez después de que le aplicó la poción en una parte muy sensible de su piel, Draco no se movió.
"Ya terminé. ¿Estas bien?"
Draco lentamente se sentó, tosiendo por la presión de haber estado boca abajo. Lupin lo ayudó a ponerse su camisa y a abrocharse los botones ya que las manos de Draco temblaban más que antes.
"Acuéstate, te pondré una bolsa caliente en el pecho, te hará sentir mejor."
Draco se acostó otra vez. "¿Dónde está la Profesora McGonagall?"
"Se esta preparando para enseñar transfiguraciones en este momento. Ella insistió en quedarse contigo la mayor parte de la noche."
"¿Cómo te estas sintiendo esta mañana Draco?" El director entro y puso algo en la mesa de noche.
Draco trató de contestar pero tosió de nuevo.
Dumbledore frunció el ceño y miró a Lupin. "Aparentemente la salida de anoche tuvo ciertos efectos."
Lupin se levantó y dejó que Dumbledore se sentará cerca de la cama. El le quitó la bolsa caliente y puso sus manos a la altura de sus pulmones. Los ojos de Draco se cerraron cuando el calor comenzó a llenarlo. El no sabía que clase de magia estaba utilizando Dumbledore, pero siempre que la usaba le ayudaba a calmar el dolor. El tomó aire profundamente sin toser.
"¿Mejor Draco?" Dijo su preocupada voz.
"Sí, gracias."
"Creo que un plato de avena te ayudará a recuperarte más rápido." El tomó el plato que había puesto en la mesa de noche y lo puso enfrente de Draco.
Draco lo miró aprensivamente.
"Remus, tienes el frasco de poción para el estómago en caso de que Draco la necesite?"
"Sí, aquí esta, Minerva dejo un poco en caso de que fuera necesaria."
Los ojos de Dumbledore brillaron. "Minerva siempre planea a futuro."
Dumbledore tomó la cuchara y revolvió la avena para después acercarle una cuchara llena a Draco.
Con un suspiro su temblorosa mano trató de tomar la cuchara.
Dumbledore se vio preocupado. " Tal vez más tarde puedas tratar de hacerlo tu solo, déjame ayudarte ahora." Dumbledore se ofreció acercándole la cuchara a la boca. "Será nuestro pequeño secreto." El susurró y le guiñó el ojo.
El no podía creer que el director lo estuviera alimentando con una cuchara en la boca y que aparte de eso él lo estuviera permitiendo. Su padre estaría horrorizado. Draco no pudo detener la pequeña sonrisa que se formaba en su rostro.
Harry se dirigió a la enfermería después de transfiguraciones. Dumbledore estaba sentado al lado de Snape.
"Bueno días Harry. ¿Dormiste bien?"
"Más o menos."
Dumbledore asintió. "Todos estamos preocupados por el Profesor Snape, gracias por buscar a Draco anoche."
"En realidad fue Hermione quien lo encontró."
"Lo sé, pero tu y Ron lo buscaron y considerando su relación pasada con él, es admirable como ustedes tres hicieron ese esfuerzo."
"Creó que Draco esta cambiando lentamente."
Dumbledore sonrió. "Creo que estas en lo correcto."
"¿Cómo esta el Profesor Snape?"
"Me temo que su condición no ha cambiado."
"¿Qué tanto puede seguir de esa manera."
"No mucho a menos de que recurramos a métodos más extremos, lo cual haremos sí es necesario, pero yo espero que su condición cambie antes de la Navidad. Yo soy optimista Harry."
Después de Transfiguraciones Harry y Hermione se llevaron los ingredientes para la poción con ellos para trasladarlos al cuarto de Snape.
"Todavía no comprendo algunos de estos ingredientes, una gota de sangre de aquellos más importantes. ¿Qué quiere decir eso?" Hermione preguntó confundida cuando entraron al cuarto.
"Tal vez significa una gota de Sangre de aquellos que significan algo para el Profesor Snape, tal vez Draco, Dumbledore y yo."
Draco estaba sentado en la cama mirándolos con una combinación de resentimiento, vergüenza y un poco de esperanza.
"Tu y Dumbledore no significan nada para él." Draco dijo en su molesta manera usual.
"Bueno, el también nos escribió una carta." Harry dijo calmadamente.
Draco se quejó y miró a otro lado.
"¿Cómo te sientes?" Hermione preguntó.
"Bien." El dijo tratando de levantarse de la cama.
"Draco, necesitas quedarte en la cama." Lupin dijo calmadamente.
"De ninguna manera, Potter no puede hacer una poción decente, necesito hacerlo yo."
"Un paso más fuera de esa cama y te encontrarás de regreso amarrado a la cama. Y lo digo en serio." Lupin lo amenazó en un tono suave y calmado.
Draco lo miró feo y de nuevo se recargó en las almohadas.
Harry ignoró los insultos usuales de Malfoy y puso el caldero en una mesa que Lupin había puesto cerca de ellos.
Hermione leyó los ingredientes en voz alta.
"Poción para despertar y dar fuerza. Un cuarto de agua, una pizca de rosamaría. 2 gramos de saffron, una rama de daturna, 5 gramos de frebrina, un botón de flor de media noche y tres gotas de aquellos más importantes. Hervir por 16 minutos y hasta que su consistencia sea espesa y tenga el color del pasto, la dosis es de un cuarto de taza."
Ella miró a Draco. "Sí eres tan inteligente, dinos que significan los últimos ingredientes de la poción."
Draco miró a las sabanas de la cama pensando profundamente. El miró a Harry. "Realmente ¿El les escribió una carta a ti y a Dumbledore?"
"Si." Harry respondió mirando la mezcla de emociones en la cara de Draco.
"Entonces supongo que tienes razón." Él dijo en voz baja.
"Esta bien, entonces comencemos." Hermione respondió felizmente.
Ella trajo el caldero frió a la cama de Draco mientras Harry trajo los ingredientes. Cada uno midió y mezcló los ingredientes en el caldero. Lupin los dejó por unos minutos y regreso con un pequeño frasco.
"La sangre del Profesor Dumbledore." El añadió las gotas. Después trajo dos jeringas. El tomó el brazo de Draco y le sacó un pequeña cantidad de sangre de una vena. El añadió la sangre a la poción y luego le pidió a Harry que le tendiera el brazo, involuntariamente Harry tembló recordando lo mucho que le había dolido cuando Snape le había sacado sangre cuando había tenido la sobredosis con la poción para dormir sin sueños. Draco se veía divertido. "¿Te asunta ver sangre Potter?"
Harry lo miró feo. "No, sólo que no me gustan las agujas."
Draco tenía muchas ganas de decir algo sarcástico acerca de que el chico dorado le temía a la agujas, pero se contuvo.
Después de que Lupin le añadiera la ultima gota de sangre. Harry añadió el agua y pusieron el caldero en la mesa donde encendieron una parrilla y empezaron a hervir la poción. Harry la mezclaba a intervalos regulares y cuando pasaron los 16 minutos la poción se veía perfecta, Harry la puso en una botella. "Se lo daré a Dumbledore para que se la administre al Profesor Snape."
"Quiero estar ahí." Draco demando.
"Lo siento Draco, pero te vas a quedar en la cama el resto del día. La poción tardará tiempo en hacer efecto. Sí hay algún cambio te prometo que te llevaré con el Profesor Snape, pero por el momento necesitas quedarte aquí y descansar, duerme un poco, después te traeré tu tarea." Lupin dijo.
Harry miró nuevamente al adolescente enojado. "Sí algo pasa te avisaré."
Draco asintió con la cabeza visiblemente, con resentimiento en sus ojos.
Lupin regresó a la silla donde estaba y empezó a leer el libro que había dejado a un lado.
Hermione limpió lo de la poción y le susurró. "Lo siento Draco."
El la miró. "Gracias Hermione." Sus ojos se abrieron con sorpresa. Luego sonrió cuando se dio cuenta de que la había llamado Hermione.
Ella lo miró igualmente sorprendida. Luego sonrió y sacudió la cabeza por la inesperada sorpresa.
Ella dejó el cuarto cuando Draco se acostó sobre las almohadas resoplando de preocupación.
