CAPITULO 57.- ABRAZOS POR TODOS LADOS.

Ellos se encontraron en la cena donde Ron les dijo lo que había pasado con Malfoy en el corredor. "¿Harry, que demonios pasó en oclumencia, El estaba muy alterado, hasta sentí pena por el¡Yo, sintiendo pena por Malfoy!" Ron sacudió la cabeza sin poder creerlo.

Hermione notó la angustia en el rostro de HARRY. "¿Harry, que pasó?"

Harry dejó su tenedor. "Fue horrible." El dudó un poco en como decirlo con las palabras correctas. "La mamá de Malfoy nuca quiso tener hijos, así que nunca lo quiso para nada. Lucius ha golpeado a Draco desde que estaba pequeño y sus métodos han sido peores al pasar los años. Hermione, su padre lo golpeo por que tu tuviste mejores calificaciones y por que escapé de Voldemort en el cuarto año, Lucius uso un látigo. Draco le dijo que no quería ser un mortífago, por eso Lucius lo golpeó cuando fue a Hogsmeade, con su bastón."

"¿MALFOY NO QUIERE SER UN MORTIGAFO, TU ESCUCHASTE ESO?" Ron preguntó sorprendido.

Harry asintió sintiéndose enfermo de ver la vida de Malfoy y la reacción que este tuvo después. "El esta destrozado, tenemos que tratar de ayudarlo, la única persona en que confía es el Profesor Snape y ahora el esta enojado con él. Se debe de sentir muy solo."

"Cuando lo encontré insistí en traer a alguien, le dije que sí traía a Snape pero el definitivamente no lo quería. El pidió que lo llevara con Dumbledore o McGonagall. Dumbledore se veía muy preocupado así que creó que él lo ayudo." Ron explicó.

Hermione no había dicho palabra después de la descripción de la lección que dio Harry. Había lágrimas en sus ojos. "tenías razón Harry algo estaba mal con él. Está muy lastimado."

"Sus heridas casi están sanadas." Ron dijo en voz baja.

"No quiero decir físicamente, por dentro Ron."

Ron asintió. "Supongo que tienes razón, estaba llorando en el pasillo. Nunca pensé ver a MALFOY LLORANDO, EN REALIDAD NUNCA PENSÉ VERLO SENTIR ALGO."

Hermione se levantó y fue a la mesa de los profesores. "Profesor Dumbledore sólo quería saber sí Draco estaba bien. Harry y Ron me platicaron lo que pasó."

Dumbledore le sonrió amablemente. "Como lo puedes imaginar, el está muy alterado. Tal vez tú, Harry y Ron puedan hacer un esfuerzo por ser más amables y pacientes con él en los siguientes días. El necesita amigos y gente que lo quiera. Se siente perdido y muy sólo en este momento."

Ella asintió. "¿Dónde est�?"

"Dormido en mi oficina."

Hermione volteó a mirar a Snape. "¿puedo ir a tu cuarto y buscar algo que le regale?"

Snape asintió viéndose confundido.

Luego volteó de nuevo a ver a Dumbledore. "Podría llevárselo, prometo que no lo despertaré sólo se lo voy a dejar. Puede que se sienta mejor cuando despierte y lo vea."

Dumbledore le sonrío. "Por supuesto, mi contraseña el pastel de calabaza."

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No te culpes Severus, ninguno de nosotros sabía lo cruel que es Lucius. En lo que necesitamos enfocarnos es en que Draco se recupere mental, emocional y físicamente. Le ha ido bastante mal. Lo peor que podría pasar es que se aleje de nosotros y que no responda o bien que nos termine odiando. El nos necesita desesperadamente." Dumbledore aseguró muestras lo rodeaba con un brazo y le daba palmadas en el hombro.

Snape asintió. "Hablaré con el mañana y le explicaré por que no terminé el hechizo antes. El necesita saber que no está sólo y que yo estuve en una situación similar hace algunos años."

"Creo que eso también beneficiará a Harry a entender un poco de tu pasado. Lo ayudará a entenderte mejor."

Snape se veía incomodo con la sugerencia. Aun así asintió a regañadientes.

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Hermione encontró y tomó el dragón de peluche para rápidamente llevarlo a la oficina de Dumbledore. Draco estaba dormido de lado en una cama cerca del escritorio. Fawkes silbó suavemente. Ella en silencio caminó hacia la cama. Cerró los ojos por un momento acordándose de la vez que lo habían encontrado cerca de la casa de los gritos y del dolor que él estaba sufriendo. Él ahora se veía igual de pálido que esa vez. Ella cuidadosamente levantó la cobija y le puso el dragón cerca de su cuerpo.

Hermione se fue, pero se encontró con la Profesora McGonagall en el pasillo.

"¿Cómo estuvo el viaje a Hogsmead?", "Muy bien, encontré todo lo que necesitaba¿Cómo esta el Sr. Malfoy?"

"Esta dormido."

"Bien, el pobre chico necesita descansar después de todo."

"¿Qué le va a pasar ahora, quiero decir no lo pueden regresar a su casa después de todo lo que pasó." Hermione preguntó con preocupación.

"No, él se quedará con el Profesor Snape, no te preocupes." Ella sonrió amablemente. "Nosotros ya nos ocupamos de eso."

Hermione sonrió con alivio. "Que bueno, buenas noches."

Minerva y Remus se enteraron de los detalles de lo ocurrido ese día durante la cena. Ellos se horrorizaron al escuchar el abuso que había sufrido Draco. El corazón de Minerva se entristeció por el chico. Ella insistió en quedarse un rato con él esa noche. Ella se acordó de la vez que él había tenido una pesadilla cuando se encontraba en la enfermería. El estaba muy alterado, ahora podía ver la razón de ello.

Ella se sentó juntó a él, estaba dormido pacíficamente. Estaba feliz de ver eso. Ella se había enojado y había regañado a Albus y a Severus por haberlo dejado sólo. A ella le preocupaba que después de lo que había ocurrido hoy, él se podría despertar después de una presadilla y sin nadie que estuviera con él. Sí él iba a estar del lado de la luz, lo más seguro es que necesitaría todo el amor y el apoyo posibles.

Ella se acordó del pequeño de once años que una vez había sido. Tenía la cara de un angelito, y aun así tenía la personalidad de un pequeño demonio. Sonrió al hacer memoria de la vez en que él felizmente había ido a delatar a Potter y a sus amigos por andar afuera a altas horas de la noche, y su mirada lastimada cuando le dijo que también estaba castigado. Ahora enfrente de ella estaba un adolescente más alto, pálido y delgado. Su cara tierna de niño ahora era una cara con facciones más duras y afiladas. De alguna manera se estaba convirtiendo en la viva imagen de su padre, pero aun así por dentro se estaba convirtiendo en algo que su padre nunca podría llegar a ser.

Draco hizo un sonido muy parecido a un sollozo. Ella le acarició el pelo acariciándoselo. Sus ojos cansados de repente se abrieron y la miraron con sorpresa. Y luego aparentemente recordó lo que había ocurrido. Él miró al otro lado, obviamente muy tenso. "Esta bien Sr. Malfoy, piense en Hogwarts como un santuario. Piense en que el profesor Snape, Dumbledore, Lupin y yo somos sus guardianes, y estamos aquí para ayudarte." Ella pausó mirando su delgada cara. "Tu todavía eres la misma persona, eres fuerte, decidido, necio. Una vez que el susto inicial de lo de hoy desaparezca, te volverás más fuerte." El la miró a los ojos, y esta sonrió suavemente. "De eso no tengo duda."

El miró a otro lado. "¿Lo sabes?"

Ella replicó suavemente. "Si." Viendo lo incomodo que se sentía cambió de tema.

"Como el Profesor Dumbledore me dijo que vomitaste el desayuno y que no comiste nada, te traje una taza de caldo. ¿La verdad es que yo no comprendo como pueden creer que te vas a recuperar sin comer nada?" McGonagall se quejó.

Una sonrisa divertida apareció en los labios de Draco al oír como la profesora se quejaba de Snape y de Dumbledore. El se sentó lentamente.

Cuando McGonagall le dio la taza se preocupo. "No puedo comer sin la poción."

"Tengo el frasco de poción pos sí acaso, pero debes intentarlo sin ella."

El tomó la copa dudoso y lentamente lo comió.

"Bien, ahora quedate calmado y piensa en cosas felices, como que estas en tu nueva saeta de fuego y estas en el campo de Quidditch."

El sonrió maliciosamente. "Y que por fin derroto a Potter."

McGonagall lo miró reprovatoriamente, pero por dentro ella estaba feliz que aunque fuera por un momento quitara la mirada de deprimido que tenía.

"Draco, sí alguna vez te sientes mal o quieres hablar, quiero que estés enterado de que puedes venir conmigo."

Él miró a las cobijas de su cama por un momento mientras ella le quitaba la taza de la mano. "Desearía que lo de hoy no hubiera pasado." Él dijo en un susurro.

Ella lo abrazó y después de un momento de duda el rodeo su cuello con un brazo. "Cuando me abrazas así me preguntó sí así su hubiera sentido sí mi madre me hubiera querido."

"¿Exactamente como te hace sentir?" McGonagall preguntó.

Draco se soltó sonrojándose visiblemente. "Bueno, no lo sé, como sí estuviera a salvo, me hace sentir bien, como sí alguien realmente se preocupara por mi."

McGonagall sonrió. "Bueno, alguien en realidad se preocupa por ti. Lo que pasó ahora está en el pasado, y aunque tal vez nunca lo olvides tienes un futuro al cual mirar."

Todavía había mucho miedo e incertidumbre en su mirada. Ella se dio cuenta de que le tomaría algún tiempo antes de que pudiera dejar atrás el pasado. Ella lo volvió a abrazar fuertemente. "No le tengas miedo al futuro Draco."

"No tengo miedo." Dijo de manera poco convincente.

Más tarde ella lo convenció de que se acostará de nuevo, él encontró su dragón. "¿Tu me trajiste esto aquí?" Él le dijo preguntándose como había llegado a la cama.

"No, supongo que fue la señorita Granger, ella estuvo aquí un rato antes de que yo viniera, mientras estabas dormido."

Él abrazó el muñeco bajo las cobijas. Él se fue a dormir con un pensamiento en su mente. "Los dragones sobreviven a casi todo."

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El hombre salió corriendo de la habitación. El se detuvo cuando escucho un fuerte ruido. Alguien gritó "Avada Kadevra." Y calló sin vida al piso. Pronto una mujer lo siguió cargando a un niño, ella gritó, una luz verde la golpeó, ella y el niño cayeron al suelo. Otra niña de alrededor de cinco años se asomó por la esquina pues se había despertado por el ruido. Ella miró con los ojos muy abiertos al hombre enfrente de ella. "Es tuya Lucius." Dijo la voz horrible de una figura con ojos rojos. Lucius sonrió. "Gracias mi señor." Mientras el apuntaba su varita y gritaba el hechizo asesino. El pequeño cuerpo cayó al suelo y los demás mortifagos gritaban emocionados.

"No, no." Harry gritaba con su mano apretando fuertemente su cicatriz con la mano.

"Harry,HARRY DESPIERTA, ESTAS TENIENDO UN SUEÑO."

Ron lo sacudió mientras Harry se sentaba confundido. Su cicatriz le ardía como fuego. Su respiración era entrecortada, se levantó tambaleándose, se le revolvió el estómago y se dobló para vomitar.

"Iré por McGonagall." Ron salió corriendo del cuarto. Harry logró caminar hasta la puerta y caminó lo más que pudo en la escalera hasta que colapsó en esta.

Hermione escuchó el ruido y corrió al pasillo; Harry estaba sentado en las escaleras con las manos sobre su cara. "¿Harry que pasó?"

Él no respondió. Ella lo rodeó con un brazo descansando su cabeza sobre la de él. Un minuto después Ron y Snape llegaron. "La Profesora McGonagall no estaba en su cuarto, por eso traje al Profesor Snape."

"Me gustaría que ustedes dos se regresarán a su cuarto, yo me ocupo de Harry."

Los dos dudaron.

Snape los miró. "AHORA." Dijo en un tono bajo y peligroso.

Los dos se fueron mirando a Harry muy preocupados.

"¿Potter, que ocurrió?"

Sin levantar la cabeza para mirar, el le relató todo el sueño, él no vio como Snape palidecía.

El se dio cuenta de que Voldemort y los mortifagos habían empezado a matar familias muggles de nuevo para divertirse. El sabía lo horrible que era ya que el había sido testigo de ello hace algunos años. Él se dio cuenta de que Harry estaba muy impresionado. Él todavía no levantaba la cabeza y temblaba mucho.

"Harry, mírame."

Harry respiró profundamente y levantó la mirada. Sus ojos verdes estaban llenos de angustia.

"Creo que ahora te das cuenta de tienes que aprender oclumencia más rápido. Bueno, mañana tendremos una lección. Es obvio que los pensamientos y las acciones de Voldemort se están metiendo en tu cabeza de nuevo. Necesitamos que los bloquees."

Harry asintió. Su corazón latía rápidamente al recordara la familia muerta, esa memoria aun era vivida para él.

La mano de Snape le acariciaba el pelo.

"¿Estas bien?"

Harry cerró los ojos fuertemente y sacudió la cabeza.

Snape se acercó y le dio una palmada en el hombro.

"Lucius fue el que mató a la niña pequeña."

Snape se quejó. "Eso no me sorprende."

Harry todavía temblado se acercó más a Snape abrazándolo.

No lo tomes tan a pecho, no hay nada que pudieras haber hecho para ayudarlos. Lo único que podemos hacer es prepararte de tal manera que seas lo suficientemente hábil como para derrotar al Señor Oscuro."

"Todavía no he podido salvar a nadie. Cedric y Sirius murieron enfrente de mi."

"Un nuevo año va a llegar Potter, el profesor Dumbledore y Lupin tuvimos una discusión durante la cena esta noche. Vamos a entrenarlos este nuevo año a todos los que estén interesados en habilidades más avanzadas como lo son aparecerse, pociones avanzadas, y oclumencia. Quiero que aprendas rápido oclumencia para que me ayudes a entrenar a los otros."

"¿Y que va a pasar con Draco?"

"Todavía no estoy seguro de que quiera continuar con las clases, tal vez necesite algún tiempo. Tal ves después de ver tus memorias se sienta un poco menos humillado."

Harry sonrió cansado.

"Mira al año nuevo con esperanza Harry."

Los ojos verdes llenos de desesperanza de Harry miraron a los oscuros ojos de Snape.

"Recuerda que nos tienes aquí a todos nosotros." Snape dijo apretando el brazo de Harry.