Capitulo 58.- Dos Adolescentes con Problemas.

Cuando Draco abrió los ojos la siguiente mañana, el encontró al Profesor Snape sentado a su lado. Él inmediatamente se puso tenso y se le revolvió el estómago.

"¿Cómo te sientes esta mañana?"

Él se sentó. "Bien." Dijo mirando a todo lados excepto a Snape.

"La siguiente lección de oclumencia es en una hora en mi oficina por sí te nos quieres unir."

Los ojos de Draco miraron fríamente a Snape. "¡No quiero volver a tener una lección de oclumencia en mi vida!"

Snape tomó aire, asegurándose de estar calmado y paciente. "No sería la lección para ti, es el turno de Harry." Él se levantó. "Sí cambias de opinión eres bienvenido a ver." Él se dio cuenta de que las defensas de Draco estaban al máximo y que no había nada que pudiera decir o hacer para acercársele. Él obviamente necesitaba más tiempo para calmarse. Él lo volvió a mirar de nuevo antes de salir, Draco estaba mirando a las cobijas de su cama. "Tendremos que hablar de esto en algún punto, Draco. No me puedes evadir para siempre." Luego dejó la habitación.

El corazón de Draco comenzó a latir rápidamente haciéndolo que se sintiera incomodo, incluso la palabra oclumencia había causado que le dieran escalofríos en el cuerpo. Él quería hablar con Snape, quería decirle que lo perdonara por haberle dicho que lo odiaba, pero no sabía como. Él tenía miedo de que Snape le dijera que ya no le importaba y que ya no lo quería.

Dumbledore entró a la oficina, él había escuchado la pequeña platica entre Draco y Severus. Los dos eran personas que no eran muy buenas para expresar sus sentimientos. "Bueno días Draco, ven y come un poco de avena, vamos al comedor."

Él estaba feliz de que el director le ofreciera de comer, aunque se sintiera un poco mareado, pero sabía que el profesor no le dejaría en paz hasta que comiera.

Él se levantó y Dumbledore lo dejó que se bañara en su baño. Él se puso un cambió de ropa que alguien había dejado para él. Se puso el suéter que McGonagall le había dado.

ElloS caminaron dirigiéndose al gran comedor, la respiración de Draco se volvía cada vez más rápida a medida que la aprensión lo sofocaba. Dumbledore le dio unas palmadas en la parte de atrás de su cuello, se relajó un poco.

Hermione, Weasley y Potter estaban sentados en una mesa y parecía que Weasley les estaba contando una historia muy divertida. Hermione volteó a mirarlo y le dio una pequeña sonrisa. Él le sonrió dudando un poco. Se sentó al lado de la Profesora McGonagall quien le dio la bienvenida, de la misma manera que Lupin lo hizo. El Profesor Snape no estaba ahí. El tomó el plato de avena, y logró comer la mitad del tazón con el consejo de los profesores. El también tomó un vaso de jugo de naranja.

Cuando la Profesora McGonagall se retiró diciendo que necesitaba trabajar en la clase para el siguiente año, Hermione fue a sentarse junto a él. "¿Por qué no te vienes a sentar con nosotros por un rato?"

Él entrecerró los ojos. "Como sí Weasley y Potter fueran a estar muy felices por mi compañía."

"Tal vez ellos te sorprendan." Ella lo retó.

Él respondió fríamente. "No quiero la lastima de nadie."

Ella se quejó. "Nunca pensé que fueras un cobarde de los que se van a esconder a su cuarto todo el tiempo. Espero que por lo menos vayas a la lección de oclumencia. Te ayudará a dejar de sentir pena por ti mismo"

Con eso ella se regresó a su mesa, dejando a Draco un poco molesto y a Dumbledore tratando de no reír o sonreír. Lupin discretamente tomó un trago de su jugo de calabaza pero sus ojos tenían una chispa de alegría mientras miraba a Dumbledore.

Cuando el trío dorado se fue, Remus le pidió ayuda a Albus con su nueva clase de defensa contra las artes oscuras. Dumbledore volvió a darle una palmada en el hombro a Draco y se fue a su oficina con Remus.

Odiaba que el trío dorado probablemente estaban pensando ahora que era un cobarde. Él había sobrevivido a más cosas que esos tres juntos. Mientras el enojo lo llenaba temporalmente, él se levantó sintiendo como ese enojo se disipaba y en su lugar lo llenaba la humillación y la vergüenza, se dirigió a la oficina de Snape. Él sabía que ya era tarde. Mientras más se acercaba, más temblorosas se ponían sus piernas, más rápido latía su corazón y su avena y jugo de naranja se le revolvían incómodamente en el estómago. Él empezó a sudar frío recordando lo que había pasado el día anterior.

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"¿El no va a venir verdad?" Harry dijo sentándose en el sillón de Snape.

"No lo sé. Todavía esta asustado, su vida cambió completamente, y esta muy humillado."

"Tal vez debí haber hablado con él, pero creo que estaba muy resentido esta mañana. Tal vez hubiera sido muy pronto." Harry aseguró.

"Él no hubiera sido muy agradable contigo. Estuvo bien en que no te le acercarás todavía. Deja que él se te acerque a ti." Snape le respondió.

De repente la puerta se abrió y Draco estaba ahí. Él estaba muy sonrosado y respiraba entrecortadamente.

Harry fue el primero en hablar. "¿Estas bien?"

Draco lo ignoró y miró a Snape. "Terminemos con esto rápido."

Snape frunció el ceño, bastante molesto con la actitud de Draco. "Harry, eso depende de ti."

Draco observó detenidamente a Snape.

Harry tomó aire y asintió mirando a Snape.

"Draco ven aquí y pon tu mano en la varita conmigo. Harry toma aire, aprecio que estés haciendo esto."

Draco entrecerró los ojos mirando a Harry mientras Snape decía. "Legilimens."

La primera memoria era una mujer gritándole a Harry. "Eres un fenómeno, justo como lo eran tus padres."

Luego. "Hagas lo que hagas no vas a hacer que retiré lo que le dije a la tía Marge." Harry le dijo a un gran hombre gordo que estaba enfrente de el con el puño levantado. Luego una mujer muy fea y gorda le gritó a Harry. "Deberían mandarte a un orfanato, pequeña serpiente mentirosas, insolente mal agradecido."

Luego escucharon la voz de una mujer gritando. "No, no a Harry, no a mi hijo, mátame a mi en su lugar." Mientras un horrible sentimiento de frío los inundaba. Ellos sintieron como sí alguien los jalará mientras Harry caía al suelo en un lugar llenó de fría niebla.

En la siguiente imagen vieron a Cedric Diggory tirado en el suelo y muerto, con los ojos muy abiertos, luego sintieron un horrible dolor mientras Harry se agarraba la cicatriz, luego un hombre pequeño le hizo una cortada en el brazo a Harry, después el Señor Oscuro le lanzo el hechizo cruciatus a Harry viéndolo con sus ojos rojos.

Luego vieron a Ojo Loco transformarse en Barty Crouch.

La siguiente memoria era Dolores Umbrige forzando a Harry a escribir con una pluma negra que le desgarraba la piel como sí fuera un cuchillo.

Los dos sintieron un increíble miedo, desesperanza y odio cuando Lupin tomó a Harry después de que Sirius cayera por el velo. Luego una voz misteriosa hablaba diciendo que Harry era el elegido, el único que podía derrotar al Señor Oscuro, que tendría que matar o ser asesinado, por que sólo uno de los dos sobreviviría.

La imagen de una familia de muggles ser asesinada por mortifagos fue la siguiente memoria, una niña pequeña calló al suelo después de que Lucius Malfoy le lanzará el hechizo asesino.

Snape detuvo el hechizo sabiendo que Harry ya había tenido más que suficiente por un día. Harry calló al suelo temblando violentamente. Antes de ir por Harry volteó a ver a Draco quien estaba pálido como una hoja de papel, sus ojos estaban muy abiertos y llenos de lágrimas. Él trató de tomar aire, sabía que tenía que ir con Harry, pero no se podía mover, simplemente no podía. Sintió como se le revolvía el estómago, y supo que se iba a enfermar. Él abrió la puerta y salió poniendo su cabeza contra la fría pared de piedra del pasillo. Él trató de calmar su respiración y de limpiar su mente de todas las cosas horribles que había visto.

Él quería acostarse, se regresó a la oficina de Dumbledore esperando que él no estuviera ahí y que no hubiera quitado la cama todavía.

"¿Draco?" se detuvo reconociendo la voz. Ella era la última persona que quería que lo viera así de nuevo. El cerró los ojos fuertemente.

"¿Fuiste a la lección de oclumencia no es así?" Hermione preguntó acercándosele por detrás. Ella se dio cuenta con preocupación que se veía como sí estuviera a punto de vomitar.

Ella lo agarró de la mano y se lo llevó a la recamará de Snape. Ella lo sentó en el sillón, y le puso una cobija sobre los hombros mientras buscaba con la mirada en el cuarto un frasco de poción para el estómago. Ella finalmente encontró uno y se lo trajo. Su cabeza ahora descansaba en sus rodillas, con las manos cubriéndole la cabeza. Ella amablemente le retiró una mano. "Tomate esto."

Él tomó el frasco y rápidamente lo tomo todo.

Ella se sentó a su lado. "¿Por que no estas hablando con HARRY?"

Él la miró fríamente. "¿Y tu que crees¿Qué se supone que le voy a decir, lo siento mucho por tu jodida vida."

"Si, y tal vez disculparte por las cosas que hiciste para hacérsela peor."

Sus ojos se entrecerraron y ella se dio cuenta de que había lágrimas en ellos cuando volteó a otro lado.

"Draco." Ella dijo suavemente. "Por favor, todos estamos peleando por nuestras vidas desde que Voldemort regresó, no dejes que todo ese odio que sentiste en el pasado gane. Debes darte cuenta de que la vida de Harry no es tan grandiosa como pensaste que lo era, así como él se dio cuenta acerca de la tuya. ¿No puedes acercártele ni si quiera un poquito?"

Draco empezó a temblar incontrolablemente y tomó aire para calmarse. Con la voz muy ronca el preguntó. "¿Cómo?"

Hermione pensó por un momento. "Bueno, cuando él esta muy alterado va a sentarse al lago. Ya no hace tanto frío afuera así que ponte algo de ropa calientita para que puedas ir a hablar con él. Tal vez debas empezar por agradecerle ya que te dejo ver sus memorias, sé que no fue fácil para él dejarte hacer eso. Le tomo años antes de que nos platicara todo a mi y a Ron."

"¿Qué quiere decir esa imagen en la que una voz misteriosa esta hablando del Señor Oscuro y que dice que él tendrá que matar o ser asesinado?" Draco preguntó en voz baja.

Hermione frunció el ceño. "¿De que estás hablando?"

Draco se veía confundido, y volteó a otro lado. "No lo sé, olvídalo."

Tomó aire profundamente otra vez.

"¿Ya te sientes mejor?"

Él asintió tratando de no respirar tan rápido. Ella le puso una mano en la espalda dándole masaje. "Toma aire muy profundo y luego suéltalo lentamente."

Él lo hizo. Luego volteo a verla. El dolor llenó su corazón al ver lo vacíos que estaban sus ojos.

"Gracias de nuevo." Él intentó sonreír débilmente.

"De nada. ¿Crees querer unirtenos a Ron, a Harry y a mi cuando nos sentemos a comer la próxima vez?"

Él se veía algo incomodo por la idea. "Tal vez, pero sí no lo hago eso no quiere decir que sea un cobarde." Sus fríos ojos tenían una chispa de enojo.

Ella no pudo detener la sonrisa que se formaba en su rostro. "Sí eso dices."

Él sonrió suavemente.

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Snape tembló cuando trató de consolar a Harry. La intensidad de las imágenes y los gritos de Lily le habían destrozado el corazón. Sólo podía imaginarse como se estaba sintiendo.

Él lo levantó y lo llevó al sillón y lo cubrió con el cobertor. Harry cubrió su cara temblando.

"No puedo creer que deje a Malfoy ver todo eso." Él susurró. "Supongo que se burlará de eso para siempre."

"NO, no lo hará. Créeme en eso. Él estaba muy asustado y tal vez ahora es más humilde."

Harry casi se ríe temblorosamente. "¿Malfoy humilde?"

"¿Después de todo lo que viste ayer, todavía lo preguntas?"

"No es lo mismo. Los padres de Malfoy no murieron por él; él no miró a su padrino caer por el velo por que lo hizo todo mal. Él no se tiene que convertir en un asesino para poder vivir."

Snape suspiró y puso sus brazos alrededor de él, trayéndolo cerca con todo y cobertor.

"Tu madre odiaría que pensarás de esa manera. Ella te diría que murió para que pudieras vivir más años y no para que vivieras lamentándote por la muerte de tu padre y de tu madre para que pudieras vivir. Y a Black se le destrozaría el corazón sí se esterara de que no puedes vivir por que su muerte te hace sentir culpable. Tu sabes eso Harry."

"Lo extraño mucho." Harry dijo cuando finalmente de sentó y se quitó las manos de la cara. Sus ojos verdes estaban llenos de dolor y miseria.

"No puedo sustituirlo, peo te ayudaré lo más que pueda." Snape aseguró. Sus oscuros ojos estaban muy serios.

Harry lo miró y pasó saliva. "Cuando casi te mueres, me di cuenta de que de alguna manera me habías ayudado a llenar el vacío que había dejado Sirius cuando cayó por el velo. Estoy feliz de que estés vivo."

Esas simples y honestas palabras tocaron el corazón de Snape de la misma manera en que Harry se acercó a él y lo agarró del cuello. Él acarició su cabello negro y le dio una palmada en la espalda. El sabía que James Potter se estaba revolcando es su tumba, bueno, tal vez no, pero él sabía que Lily estaba sonriendo.