Capitulo 61.- Un poco de Amabilidad.
Harry se sentó cerca de la chimenea. Ron y Hermione se le unieron con una bolsa de bombones y algunos palitos.
"¿Estas bien?" Hermione preguntó. Después de hablar con Draco y de ver lo alterado que estaba se dio cuenta de que las memorias de Harry debieron haber sido muy dolorosas.
"Estoy mejor. Dumbledore y yo hablamos." Harry sonrió pero sus ojos verdes todavía reflejaban preocupación.
"¿Draco habló contigo?"
Harry sonrió suavemente. "Si, fue una gran sorpresa. De alguna manera aclaramos algunas cosas. Él me hizo ver que era algo de debía hacer."
Ron frunció en ceño. "¿No es algo peligroso de hacer, o sí, por que yo todavía no confío en él."
"No, no es nada de eso." Harry suspiró profundamente y puso uno de los bombones en el palito. Él lo puso en las llamas mirando como se volvía de color café.
Ron y Hermione se miraron uno al otro confundidos. "¿Entonces que es?" Hermione preguntó suavemente.
Harry pasó saliva, viéndose muy incomodo. "La Profecía."
Hermione suspiro. "Harry, no te preocupes, no tiene sentido intentar descifrar lo que dice."
"Yo sé lo que predice." Él respondió en voz baja.
Ron se le acercó más. "¿Cómo?"
"Después de lo que pasó el año anterior, Dumbledore me llevó a su oficina. Hablamos, bueno él habló y yo le grite y destruí su oficina."
"¡Que!" Hermione preguntó sin poder creerlo.
"Estaba enojado con él por la muerte de Sirius y por no haberme dicho de algunas cosas." Harry la miró con los ojos muy abiertos. Su mirada regresó al fuego. "Después de que me calmé él me dijo que había algo que me había ocultado durante años." Él tomó aire temblando.
Hermione se le acercó más y lo rodeó con un brazo poniendo su cabeza sobre su hombro. "Esta bien, sea lo que sea esta bien. Nos puedes decir."
"Vamos Harry." Ron lo animó.
"Dumbledore tenía la profecía original, la que fue destruida sólo era una copia." Él explicó.
"¿Qué decía?" Hermione susurró.
"Básicamente que yo soy el único que puede derrotar a Voldemort, ninguno de los dos puede vivir sí el otro sigue existiendo. Sí quiero vivir, tengo que matarlo." Harry dijo en voz baja sintiéndose muy enfermo. Hermione lo abrazó más fuerte. Ron mordió su labio mirándolo con inmensa simpatía en sus ojos.
"Te ayudaré en todo lo que pueda." Ron le aseguró.
"Yo también." Hermione susurró.
"No." Harry gritó. "No quiero que ninguno de ustedes mueran. No podría soportarlo." Él escondió su cara en el cabello de Hermione.
Hermione se separó de él y lo tomó por los dos lados de su cara. "Escucha, sí no lo matas, ni Ron ni Yo vamos a vivir de todos modos. Sí el gana de todos modos todos estaremos muertos." Ella vio a Ron quien se había acercado y asintió. "Ron y yo preferimos morir tratando de ayudarte a ganar que morir sin hacer nada."
"No es tu trabajo mantenernos a salvo Harry." Ron suavemente añadió.
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Draco despertó horas después sintiéndose más descansado y fuerte de lo que se había sentido en días anteriores. Snape se había sentado junto a él después de la conversación hasta que se quedó dormido. La Profesora McGonagall acababa de entrar al cuarto.
"¿Cómo te sientes?" Ella le preguntó con una sonrisa.
Él sonrió. "Con hambre."
"Ahora, eso sí es buena noticia. Me enviaron a ver como te estabas sintiendo y para ver si quisieras venir por un rato a la sala común de Gryffindor para que comas algo y ases algunos bombones."
Draco miró a su alrededor. "¿Donde esta el Profesor Snape?"
"Él fue a su oficina para preparar las clases para las siguientes semanas."
Draco pausó por un momento. El pensamiento de estar sentado enfrente de una chimenea con el trío dorado era bastante tentador, pero una parte de él todavía estaba celosa por lo que ellos tenían como amigos, ser parte de eso también le era tentador.
Minerva observo las emociones en el rostro de Draco. Todos eso años de resentimiento normalmente no se desvanecían tan fácilmente, aunque lo que él había sufrido en manos de su padre todavía había esperanza de que aceptara su oferta de amistad. Ella sabía que muchas veces Draco actuaba agresivamente, pero que era un muchacho inteligente.
"Tal vez pueda ir por un rato." El dijo dudando.
"Por supuesto. Puedes regresar aquí a la hora que tú quieras. Vamos ya, necesitas comer algo, tal parece que los profesores de nuevo se han olvidado que necesitas comer."
Draco sonrió ya que la profesora siempre trataba de hacerlo comer. "Mmm, Profesora McGonagall, necesito vestirme."
Ella sacudió la cabeza. "El Profesor Snape dio instrucciones estrictas de que descansaras esta noche, lo cual significa que te quedaras en el sillón enfrente de la chimenea. Te puedes poner una túnica encima de la pijama."
"Pero Hermione estará ahí."
McGonagall levantó las cejas. "¿Es eso un problema?"
Draco se sonrojo visiblemente.
"Después de que te encontraron, y de que te trataron de sanar, tu estabas usando considerablemente menos ropa, verte en una túnica y pijama no la va a sorprender."
"No quise decir eso." Con un suspiro de frustración Draco dejó de hablar y tomó la túnica que le daba McGonagall.
"El Sr. Weasley me dijo que después de la lección de oclumencia preguntaste por mí, siento no haber podido atenderte, estaba en Hogsmeade, pero quiero asegurarte de que siempre cuentas conmigo y que eres bienvenido a hablar conmigo cuando quieras y a la hora que lo necesites."
Draco se quedó quieto por un momento. "¿Qué dijo Weasley?"
"No mucho, sólo que tu querías hablar conmigo y que como yo no estaba te había llevado con el Profesor Dumbledore. De todos modos hable con el Profesor Snape más tarde. Siento mucho todo lo que pasó."
Él asintió.
"Ahora estas a salvo." Ella apretó su brazo. "¿Te estas empezando a sentir un poco mejor?"
"Si." Él le dio una pequeña sonrisa.
Cuando entraron a la sala común de Gryffindor, el humor parecía estar muy pesado. El trío dorado lo miró, pero ellos parecían distraídos y se veían incómodos.
Draco aclaró la garganta. "No tengo que estar aquí, me puedo regresar."
Harry fue el primero que se levantó. "No quédate, sólo estábamos hablando." Sus ojos verdes estaban preocupados. "Les dije."
Draco se dio cuenta de que les había hablado de la extraña voz que había escuchado en la lección de oclumencia.
"¿Malfoy lo sabe?" Ron casi grito.
Hermione le puso una mano en el brazo reteniéndolo, mientras se daba cuenta de algo. "Creo que vio parte de ello durante la lección de oclumencia de Harry."
Draco asintió rápidamente en dirección de ellos, luego volteó a ver a Harry. "Me alegra de que hayas tenido los pantalones para hacerlo."
Los ojos de Harry se entrecerraron. "No es asunto de pantalones."
Draco pasó saliva dándose cuenta de que debió haber puesto más atención en lo que le decía al chico dorado. Lo viejos hábitos eran algo difícil de abandonar. Él asintió de nuevo y la Profesora McGonagall lo dirigió al sillón.
"El Sr. Malfoy estaba bajo estrictas ordenes de quedarse en el sillón, y no hacer nada extenuante. Tengo el frasco de poción para el estómago en caso de que lo necesite." Ella se lo dio a Hermione. "El Profesor Snape vendrá aquí a recogerlo en unas horas. ¿Espero que todos se comporten propiamente?" Ella los miró a todos seriamente. "Sí me necesitan usen la chimenea. Estaré en un brindis por el nuevo año con el restó de los profesores en la oficina del director."
Después de que ella se fue, Ron sonrió ampliamente. "Bueno ahora que la media noche esta cerca, traje una pequeña sorpresa. Seamus las dejo e realidad para que nos las tomáramos en Navidad, pero como no estuvimos aquí pensé que serían buenas para el año Nuevo." Él desapareció por un momento y trajo una caja con seis cervezas de mantequilla.
"Son de las que tienen alcohol."
"¡De ninguna manera, No podemos tomar eso. ¡Nos podrían expulsar por eso!" Hermione empezó a gritar.
Draco empezó a reír. "¿Siempre es así?"
Ron sonrió. "Mas o menos."
Harry sonrió amablemente a Hermione.
"Bueno, yo no voy a tomar de eso." Ella aseguró como indignada.
"Vamos Hermione, no son muy fuertes, puedes tomar una." Ron trató de convencerla.
"He visto lo que la bebida le hace a las personas." Ella dijo.
"Crabbe, Goyle y yo las hemos tomado." Draco dijo.
Ella resoplo. "Ves, eso es lo que quiero decir."
Draco comenzó a reírse. "Se supone que ustedes los Gryffindors son amables."
Ella lo miró feo mientras Harry y Ron trataron de no reírse.
Ron destapó dos botellas y le dio una a Harry y otra a Draco.
"Ron, Draco todavía no esta bien, él no debería estar tomando." Hermione dijo mirándolo con preocupación
"Estoy bien." Draco dijo con un tono despreocupado en su voz.
Harry le acercó un plato de sándwiches y algunos bombones asados. "Por lo menos come algo o McGonagall nos cortará la cabeza."
Draco puso el plato de sándwiches en sus piernas y comenzó a comer.
Hermione tomó una de las botellas y la destapo para tomarla.
"Pensé que no ibas a tomar nada." Harry dijo.
Ella sonrió. "Cambie de opinión." Ella tomó un pequeño trago. "¿Se dan cuenta de que no saben muy diferentes a las otras?"
Ron sonrió. "Sí saben diferente, son mucho mejores."
"El contenido de alcohol es muy bajo, además no vamos a salir a ningún lado." Harry aseguró.
Hermione se recargó en el sillón y sonrió picadamente. "Vamos a jugar a decir la verdad. ¿Quién fue la última persona a la que besaron?"
Harry se sonrojo. "Cho¿Qué tal tu Ron?"
"Padma." Él dijo triste. Luego pregunto. "¿Y que tal tu Malfoy?"
"Pansy, bueno ella me besó. ¿Y tu a quien besaste Hermione?"
Hermione con una chispa en sus ojos respondió. "Harry."
"¿Qué?" los dos Ron Y Draco casi gritaron.
Loa ojos de Harry se abrieron grandemente mientras miraba a Hermione con sorpresa.
Ella se rió. "En la mejilla, no especifique donde, Ron."
Harry sonrió suavemente recordando cuando hizo eso.
"Por supuesto que yo pensé que en los labios." Ron se quejó.
"Una señorita no besa a alguien y después lo cuenta." Hermione dijo levantando la mejilla.
Después de comer los sándwiches y de tomar la cerveza de mantequilla una enorme sensación de sueño llenó a Draco, y se le hizo difícil mantener los ojos abiertos.
"SHH, Nuestro invitado se quedó dormido." Harry interrumpió a Ron mientras hablaba de la primera vez que había volado con su saeta de fuego.
Hermione se acercó al sillón y le quitó suavemente el plato que tenía en la mano y que amenazaba con caerse. Ella lo cubrió con una cobija.
"Quien hubiera pensado que los tres pasaríamos en año nuevo junto a Draco Malfoy." Ella preguntó.
Ron resopló. "Ciertamente yo no." Él rió suavemente. "Estoy sorprendido de que Trelawny no lo haya predecido, sería bastante tonto."
Mientras comían todos los chocolates de la caja de Honeydukes, Harry les dijo de el plan que tenía Dumbledore de enseñarles oclumencia y muchas otras maneras de pelear contra las artes oscuras.
Hermione estaba muy emocionada ante el prospecto de las nuevas clases para el siguiente año. "No puedo esperar, me pregunto como será aprender a aparecerse." Su entusiasmo fue interrumpido por Draco.
"No detente por favor, me duele mucho, por favor detente." Draco se quejó lastimeramente, moviéndose.
Draco se levantó respirando muy agitado y dándose cuenta de que el trío dorado lo miraba con confusión. Con un suspiro de sorpresa se dio cuenta de que tenía lágrimas en la cara. "¡Me lleva!" Él susurró. Él se los quitó de encima, se levantó de el sillón y se dirigió a la puerta. Ya no quería más lástima.
Sorprendidos por sus repentinas acciones, Ron, Harry y Hermione se fueron tras de él.
"Draco, está bien, regresa." Hermione le gritó. "Accio Malfoy·" Ron dijo agitando su varita.
Draco se detuvo de repente y sintió como caía de espaldas, se había atorado en un pedazo de la suave alfombra y calló encima de Ron.
Sorprendido se sentó, limpiándose la cara. Hermione inmediatamente fue con él y lo rodeó con un brazo. "¿Estas bien, Ron, se supone que no debes usar ese hechizo en una persona."
"Perdón, pero me llegó a la mente cuando tratamos de detenerlo." Él y Harry se arrodillaron a su lado. "Perdón Malfoy, no quise lastimarte."
"No estoy lastimado." Draco dijo en voz baja tratando de respirar normalmente.
"No necesitas estar apenado." Harry añadió.
"No lo estoy." Draco respondió sin levantar la mirada.
"¿Fue el hechizo cruciatus, no es así?" Harry preguntó con sus ojos abiertos de sorpresa.
Draco asintió a regañadientes. Él le dio una palmada en el brazo a Hermione y se separó de su abrazo.
"¿Tu padre?" Harry preguntó.
Los ojos grises de Draco miraron a Harry enojados. El le gritó. "¿Quién más?" Luego tomando aire para calmarse él le explicó. "Cuando tenía once años, huí de la casa y vine a Hogwarts, después de eso se enojo mucho conmigo. Luego cuando regresé a la casa en un fin de semana cuando ya teníamos clases, él me castigó con el hechizo." Su voz había bajado a un susurro, pero tomó aire y se levantó.
Él se regresó a la sala y se acostó en el sillón mirándolos con resentimiento.
Harry se dio cuenta de que Draco estaba cubriendo su pena con la clásica mirada fría de un Malfoy. "Hey, casi es media noche, tomen una copa."
Todos tomaron una copa pidiendo deseos para el próximo año. Mientras Ron y Hermione empezaron a reír por algo, Harry se retiró por un momento y comenzó a pensar en Sirius cerrando los ojos. Él los abrió de nuevo encontrándose con los ojos llenos de dolor de Draco.
Draco trató de concentrase en el año nuevo que tenía enfrente, sabía que sería una mejoría en cuanto a el pasado, pero luego pensó en Lucius, el espectro de su padre lo detenía en muchos aspectos. Él se encontró con la mirada herida de Harry
Draco aclaró la garganta y en voz baja dijo. "Por tu padrino." Harry aclaró la garganta conectando su copa con la de Draco. Luego añadió. "Por Snape." Draco sonrió suavemente no separando su copa de la de Harry. "Por un mejor año."
