Ya mismo se presenta la boda... no dejen de leer... no será muy tranquila la celebración, jeje
Feliz Navidad a todos y que entren con buen pie en el año 2005.
Muchos besos a todos.
Cleo-lil.
9. Algo común entre los dos, que tu rechazas...
La chica pelirroja se levantó de golpe arrastrando la silla. Abrió la boca de par en par mirando a la doctora, se echó la mano a la cabeza, sin todavía ser capaz de llegar a pensar las consecuencias de aquello. La cabeza empezó a darle vueltas mientras sus fuerzas aminoraban viéndose incapaz de mantenerse en pie. Sus ojos azules empezaron a cerrarse intentando fijar la vista en algo que no se moviera ni que fuera doble.
La doctora la miró sonriendo, mientras se acomodaba en la silla y cerraba los ojos hablando para ella misma.
- Es normal esa reacción, lo que quiere decir que no se lo esperaba...
- ¡Ya sé que no se lo esperaba! No hay que ser muy inteligente... ¡pero dígame si es normal que se desmaye así! – la morena cogió a la chica justo cuando se caía y logró dejarla en la silla de la que se había levantado, medio inconsciente, mientras la miraba preocupada y le daba leves palmaditas en la cara.
- Eh... no, lo normal es que el padre es el que se desmaye... – la joven doctora bordeó la mesa para llegar hasta la chica pelirroja.
- Pues espérate a que se lo diga a ese egocéntrico rubio... – la morena habló para sí mientras la doctora la miró con una ceja alzada-... será mejor que ni pregunte.
Un rato después, ya habían reanimado a la pelirroja y se había despertado, mientras tomaba un vaso de agua. Dos caras estaban mirándola pausada pero preocupadamente, una era la de su cuñada y su mejor amiga y la otra de la doctora.
- ¿Estás bien? – la morena la miraba suspirando menos preocupada cuando la pelirroja asintió convincentemente.
- Será mejor que repose en su casa durante todo el día...
- Pero tengo que trabajar... – la doctora negó mientras escribía en su mesa, aún de pie, un papel.
- Hoy no, mañana quizás, no te preocupes. Toma... – le entregó en el papel donde excusaba que la pelirroja no podía trabajar. La morena la ayudó a levantarse, mientras se despedían de la mujer y se iban lentamente. Cuando salieron de la consulta habló con la pensativa chica.
- Y bien...
- ¿Y bien qué? – la pelirroja la miraba con una ceja levantada, mientras la morena rodaba los ojos.
- Cuando se lo vas a decir... – la chica abrió los ojos dándose cuenta ahora del problema, y con la cabeza baja, fue incapaz de contestarle-... no serás capaz de abortar, la doctora nos dijo que estabas de dos semanas, es ya una pequeña vida... – la morena la veía tristemente mientras la otra se paraba.
- No pienso hacer eso Hermione... – la chica miró su tripa y se acarició suavemente-... es sólo que... yo no sé si... – la morena la miró aprensivamente.
- Quieres a ese inútil, ¿cierto?- la pelirroja la miró suspirando levemente.
- Para que nos vamos a engañar, Hermione... pero me niego a seguir con una persona que sólo está conmigo por interés...
- Y eso quiere decir... – la pelirroja la miró decidida, con los puños apretados.
- Que me voy a casar con él... – la morena la miró interrogantemente-... y después me separaré de él para siempre, no quiero a alguien como él a mi lado, aunque lo quiera tanto... - Aunque sus palabras sonaban tristes, al igual que su mirada, su voz estaba envalentonada y era decisiva.
- Y le piensas decir... – la pelirroja miró hacia abajo helada mientras dirigía una mirada dulce hacia lo que estaría pudiéndose crear en su interior.
- No le voy a decir nada... no creo que sea lo más conveniente, no creo que sea lo mejor. No quiero a alguien que no quiera a su hijo...
- Pero un hijo sin padre...
- Yo le daré el amor por los dos... – la chica la miró mientras su cara se deprimía y empezaba a mojarse por las lágrimas. La morena se acercó amargamente y la abrazó, teniendo cuidado de su propio hijo.
- Ginny, comprende que estás siendo un poco egoísta... – la pelirroja se apartó furiosa mientras se restregaba los ojos rápidamente.
- Ya sé que soy egoísta, pero no me queda nadie que me proteja ni me ayude... y ya sabes que él por mucho que haya puesto para que este pequeño sea mi hijo, no pienso permitir que sea su padre... – se cruzó de brazos decididamente, mientras la morena la miraba sorprendida.
- Está bien, está bien... ¿tampoco piensas decírselo a tus padres o tu familia? – la pelirroja empezó a dudar.
- No lo sé... quizás... ¡oh, pero Dios! Mañana noche es la recepción de la boda... - la pelirroja se apoyó en la máquina que tenían de refrescos, dándose pequeños golpes en la cabeza, mientras pasaba por allí una enfermera mirándola.
- Perdonen... – se acercó a Hermione y le habló bajito-... ¿es de la planta de Trastornos Cerebrales? – la morena ladeó una sonrisa, negando suavemente.
- No se preocupe... le acaban de dar una mala noticia... – la enfermera se acercó a la chica tristemente, le colocó una mano en el hombro y la pelirroja se le abrazó empezando a llorar. La enfermera vio a la morena con mirada interrogante.
- Ehm... ¿se acaba de quedar estéril de por vida?- decía ella indecisa, no iba a decir que estaba embarazada y el padre la había dejado... La pelirroja al escucharlo rompió a llorar gravemente.
- Bueno, chica no te preocupes, seguro que podrás tener muchos hijos, aunque sean adoptados... ¡muchos! Y tu marido estará muy contento, si estáis los dos juntos afrontaréis todos los problemas... – la chica de ojos azules que había parado de llorar un poco para escucharla se fue al lado de Hermione rompiendo a llorar. La enfermera estaba confusa-... dije algo que...
- Esto... ¡no! –No... que va-... es que esta chica es muy sensible... – dándole palmaditas en la espalda salieron de allí, lentamente llegando a la recepción del hospital, dónde estaba una enfermera con una carpeta atendiendo a la gente. La pelirroja se acercó hasta allí, mientras sacaba un papel del bolsillo. Su vista empezó a nublarse nuevamente.
- Rose, perdona... – hablaba a la chica dándole el papel, en el cual ponía que por motivos de embarazo, debería reposar en su casa al menos un día-... no se lo digas a nadie, pero hoy me voy a casa por esto... – le dio el papel mientras lo leía, cuando terminó, abrió los ojos con una sonrisa de oreja a oreja mirándola. La pelirroja rodó los ojos, sabiendo lo que vendría ahora. Digamos que la chica era de esas personas que les gusta enterarse de todo, de todo... todo. A las que vulgarmente llamamos cotillas... ésas.
- Ginny, querida... – decía con voz dulce pero algo empalagosa-... ¡felicidades! ¡Seguro que es de ese rubio que vi en Corazón de bruja! – la pelirroja empezó a marearse mientras la chica, alta, con el pelo largo y rubio, seguía hablando.
- Eh... lo siento, Rose, pero no me encuentro bien... – la pelirroja se llevó la mano a la cabeza, intentando sujetarse a algo sólido. La chica enseguida salió de detrás de la mesa y fue a cogerla, mientras la morena Hermione, se acercó.
- ¿Estás bien, Ginny?
- Sí... – unas ligeros síntomas de querer vomitar le subieron por la garganta agriamente. Miró a la chica rubia-...Rose, ¿podrías decirle a Thomas por qué no vengo hoy a trabajar?
- Sí, claro, eso está hecho...
- Y no le digas exactamente el porqué... ya hablaré yo mañana con él.
- De acuerdo... – la rubia se dio la vuelta mientras la morena ayudaba a la pelirroja, mientras ésta última aún miraba a la rubia.
- ¡Rose! – la rubia se volvió con una ceja levantada mientras la pelirroja la miraba fríamente.
- Que sí Ginny... ¡ por quién me tomas!- la pelirroja salió de allí con la morena.
- Si no la conociera... – las chicas avanzaron, y tomando la puerta, viendo hacia fuera que no hubiese nadie, como ningún muggle... salieron. El edificio estaba disfrazado como una tienda antigua de moda, que se veía claramente que estaba cerrada, aunque aún quedaban maniquíes en los escaparates... además había un repelente de muggles.
En la acera había un banco dónde se sentaron ambas, para que la pelirroja pudiese descansar. Era Navidad, y como tal en Inglaterra, hacían días bastante fríos. La chica de ojos azules disfrutó al sentir el viento clavarse en cada poro de su piel, sintiendo el frío, que quitaba de encima de ella el sofoco que tenía de antes. La morena se quedó pensativa... mientras la pelirroja pensaba en todo lo que estaba a punto de caérsele encima.
- Pasado mañana es Nochebuena, y dentro de cuatro días pasaré a llamarme Ginebra Ann de Malfoy... – sus ojos parecían perdidos en algún punto del amplio cielo, cubierto por espesas nubes oscuras que le daban un tono lúgubre-... mañana es mi recepción.
- Ginny... si Draco está desheredado ya, ¿por qué os casáis? – la chica la miró asintiendo, aunque no la había tomado por sorpresa la pregunta.
- Bueno... pusimos la boda desde hace un tiempo, bueno, la puso Draco... yo me enteré apenas ayer. El caso es que le pregunté... y como por lo visto ya mandó las invitaciones, y todo está arreglado... nos tenemos que casar. Además, sólo lo desheredarán en el caso de que se case conmigo, si no, seguirá perteneciendo a la familia Malfoy... Lo que sus padres no quieren es que toda su fortuna pase a ser mía.
La morena la miró tristemente, mientras una ráfaga de viento pasó. Unas gotas le llegaron a la morena, no era lluvia... eran las lágrimas de la chica que tenía al lado.
- Ginny... no creo que debas casarte con él... déjalo, te estás haciendo daño a ti misma...
- Lo sé, pero si no me caso con él, va a seguir aquí... y si algún día me ve con mi hijo... – la chica se recogió el pelo revuelto por el viento, sonrió y cerró los puños-... creo que voy a dejar ya de lamentarme... aunque se me ha ocurrido algo.
Hermione vio en sus ojos un brillo especial que le recordaba a los gemelos cuando iban a hacer alguna trastada. Pero sonrió al ver que su amiga reía de nuevo... La pelirroja se levantó decidida, y una sonrisa estremecedora se escuchó
- ¿Qué tienes pensado hacerle?
- ¿A Malfoy? Nada... es con mis hermanos con los que tengo que arreglar cuentas...
- Ya lo llamas por su apellido...
- Es lo que se merece... – cruzó los brazos en el pecho.
- ¿Ya no estás cabreada con tus hermanos? Si le gastas una broma lo único que harás será que se enfaden más contigo...
- Tsk, tsk... no conoces a mis hermanos. Bueno, Ron quizá sea así, pero Fred y George me las cobrarán... me voy a valer de las múltiples admiradoras que van todos los días a su tienda, eso y una pequeña entrevista en el Corazón de Bruja...
- Ginny... no seas mala.
- Y espérate a que no le juegue alguna a Ron... pero de las buenas. Oye Hermione, me voy a desaparecer, nos vemos en tu casa...
La pelirroja miró fijamente a ambos lados de la calle viendo que no pasaba nadie. Saludó a la morena y se dispuso a desaparecer. La chica negó suavemente sonriendo.
- Esta chica cambia de humor muy fácilmente...
La chica apareció rápidamente en el lugar que tenía pensado, justo en la tienda de los gemelos, a punto de realizar una broma en ellos. Sacó la varita de su bolsillo y se la puso detrás de la oreja tapándola con el largo cabello rojizo. Estaba en la puerta, mientras su sonrisa permanecía en su boca, aunque la estuvieran empujando incesantemente muchachas que visitaban el lugar todos los días. Se armó de coraje y entró abriendo la pequeña puerta, decorada con cristales de distintos colores.
La empujó haciendo que sonase una pequeña campanilla. Veía a sus hermanos que estaban subidos en unos barriles intentando hablar por encima de los chillidos de las chicas, así como unas cinco haciendo un corro y otras tres. Se dirigió hacia allí con paso contundente, mientras se quitaba la túnica y dejaba ver la ropa muggle que llevaba debajo. La tiró hacia un lado, mientras era vista por uno de sus hermanos, que cambió una sonrisa por la boca abierta, dándole incesantemente a su hermano con el codo. Ambos muchachos se bajaron rápidamente de los barriles, y poniéndose al lado de su hermana...
- Vamos... hoy vamos a cerrar antes...
- Pero Fred, ahora íbamos a quedar, ¿no vienes?
- Eh... – las chicas empezaron a protestar por su actitud mientras los chicos empezaban a tranquilizarlas. Ése era su momento-... como podéis pensar que dos bombones como nosotros no quedaríamos con vosotras... – un gemelo cogió por el cuello al otro poniendo poses atractivas, intentando tapar a su hermana. La chica asomó su cabeza, fingiendo disgusto, cogiendo su varita detrás de la espalda.
- Pero chicos... no entiendo como podéis engañar a estas chicas- ambos gemelos se separaron mirando a su hermana, que ahora quedaba a vista de todas.
- ¿De qué habla la chica ésa?- una chica morena preguntó con brazos en jarra y mirándolos mal.
- Eso Ginebra... cállate- la pelirroja sonrió.
- ¿No habíais oído de la popularidad de mis hermanos en pubs mágicos SOLO para HOMBRES?- las chicas empezaron a mirarse las unas a las otras. Los gemelos la miraron con la boca abierta, intentando pensar que quería hacer su hermana. La chica se inclinó hacia delante y susurro algo a las chicas-... no sabéis lo que llevan debajo de esos jerseys... – señaló su ropa, mientras que los dos hermanos reclamaron.
- No tenemos nada... – empezó Fred.
- ... que esconderos- terminó George.
- Si tan seguros estáis... – los empujó hacia delante a los dos-... mostradles que no lleváis nada debajo de esos jerseys... – la chica tosió justo cuando murmuraba un hechizo y movía la varita rápidamente, aunque pensaba que si lo hubiera dicho en voz alta tampoco iba a pasar nada, no la iban a oír, puesto que estaban más pendientes de las furiosas chicas.
Los chicos se iban a levantar los jerseys delante de todas las muchachas cuando sintieron algo debajo que los hizo pararse y bajarlos inmediatamente. Tragaron saliva y se miraron ambos asustados. Todas las chicas se quedaron paradas sin poder creérselo. Los pelirrojos miraron a su hermana mientras intentaban quitarse lo que llevaban debajo. Ella les sonrió.
- Cuanto más intentéis quitároslo, más abrochado estará... - les susurró. Ellos inmediatamente metieron la mano en sus respectivos bolsillos buscando sus varitas. Las sacaron justo cuando la pelirroja las cogió-... vamos chicos, admitid que no sois verdaderos hombres...
Los dos pelirrojos iban furiosos en busca de su hermana cuando ella ni se inmutó. Los dos se miraron, con las cejas levantadas, y por instinto y con sudor frío, echaron un vistazo atrás... Las muchachas se acercaban rápidamente hasta ellos, mientras la pelirroja se quitaba de en medio y se sentaba en la mesa...
Un rubio caminaba lentamente por una calle mientras intentaba no coger un resfriado por el frío que hacía... Miró su reloj rápidamente, mientras pensaba que iba a llegar tarde para hablar con su madre. Sus pasos resonaban por la calle... nadie había. Quizá por el mal tiempo... o porque era la hora de comer. Metió las manos en sus bolsillos, entrecerrando los ojos y dándose prisa.
Pasó por delante de Gringotts, en sentido hacia abajo, como para irte del callejón Diagon... recordando las persecuciones que les tocó vivir a él y a la pelirroja. Como un día tal como ése, lloviendo como si nunca hubiera caído una gota, mientras se refugiaban en las galerías del sitio. Dándose calor el uno al otro, acercando sus bocas en un contacto que despertaba todos los sentidos dormidos... sin querer, y sin darse cuenta, se había detenido, soñando despierto en un suceso que quizás no volvería a repetirse... Sacudió la cabeza pisando la realidad y siguiendo el camino equivocado que había tomado.
Unas cuantas gotas cayeron sobre el asfalto, resbalando sobre la suave cara del rubio como lágrimas que le hacían recordar, cuando estaban en la cárcel, justo el día antes de matarlos... cuando le dijo a la chica que estaba seguro de todo. Había quedado claro que ella no lo estaba, y él, de lo que sentía, desde la primera vez que le propuso el trato... Recordó las manos suaves de la chica por su cara, por su cuello, sus cabellos tocados por sus manos, sus tersos labios acariciando suavemente su mejilla. Todo aquello hizo que parase en un escaparate, dónde había un dije, un hermoso dije de plata con detalles en rubíes y que se abría en dos partes. Se quedó mirándolo recordando cuando la chica llevaba uno, pero con la foto de ella y un moreno, al que había querido durante incontables años.
- Aunque no pueda competir con ese amor, aún ella ya no amándolo... – miró su reloj y creyó que con el retraso que llevaba ya no le iba a importar a su madre que llegara un poco más tarde. Abrió la puerta de la joyería y entró en ella.
En la tienda de los gemelos...
- Me pregunto dónde estará el demonio de nuestra hermana... – unos chicos pelirrojos cerraron la puerta de su establecimiento medio cansados. Parecía que volvían de haberse metido en una jaula con leones. Sus caras estaban adornadas con feos arañazos al igual que sus brazos. Mejor será ni preguntar por debajo de los destrozados jerseys... uno de ellos llevaba un ojo morado.
- Nunca me habían dado una paliza tan grande... ¡menudas locas!- el chico puso una mueca de locura en su voz y en sus ojos-... me han arrancado casi hasta el jersey ¡Y a ti un ojo morado!- el chico empezó a reírse violentamente, casi tirándose al suelo.
- Que le iba a hacer, estaba sin varita y las salvajes no me dejaban atinar a coger ninguna broma para auyentarlas... ¡cómo se le ocurre a nuestra hermana! ¡eran diez contra dos!- el chico se removió el pelo furioso.
- Eran ocho... exagerados – la chica los miraba apoyada en la baranda del piso de arriba, al cual se subía por unas escaleras. Un brillo en sus ojos se hacía creciente. George alzando una ceja se dirigió hacía allí medio sonriendo.
- Espera George... – Fred se acercó hasta su gemelo mientras sonreía mirando hacia el suelo-... mira ése caramelo, ¿no te parece sospechoso?
- Sí... – el gemelo lo miró sonriendo mientras asentía. Se quedaron ambos parados antes del caramelo. La pelirroja puso una cara de sorpresa, con la boca muy abierta, aunque los perceptivos pelirrojos no habían dejado escapar un deje de sonrisa antes de su fingida sorpresa.
- Yo no encanté eso... ¿qué iba a hacer con el dichoso caramelo?
- ¿Qué tal una trampa en el suelo... – empezó George
- ... o en el techo?- terminó Fred
- O quizás al pisarlo se activa algo...
- ... o al comerlo- ambos pelirrojos le sonrieron mientras la chica bajaba por las escaleras y se acercaba a ellos. La pelirroja se puso justo delante de los dos gemelos mirando el caramelo.
- Yo no encanté el caramelo... y ahora se lo demostraré, desconfiados- se acercó al caramelo y poniéndose en su lugar, lo cogió ante la mirada asombrada de ambos pelirrojos y se lo metió en la boca degustándolo.
Los gemelos la rodearon mirándola desconfiados, como si en algún momento fuera a pasar algo... y cuando se puso cada uno al lado de ella, sonó un leve crack y el suelo alrededor de la pelirroja se vino abajo llevándose consigo a los dos, a lo que parecía haber debajo: un sótano.
- Os dije que no había encantado el caramelo... ¡ni qué pasaba nada con él! Anda... creo que se me olvidó deciros que encanté los lados alrededor del caramelo. Si me hubierais hecho caso, ahora no os hubiera pasado nada... – la chica siguió masticando el caramelo, mientras los miraba desde arriba.
- Pero Ginny... – uno de los chicos le gritaba desde abajo.
- Espera George, voy a alumbrar con la varita... – la chica sacó las varitas y les tiró dos mientras alumbraba por el agujero con la suya. Vio a los dos chicos saliendo de dos barreños llenos de una sustancia verde. Cuando los chicos se vieron se quedaron sin habla... -Vaaaaya... pero si están cubiertos de una sustancia verde ¿qué será?- la chica sonrió divertida realizando una pregunta retórica.
- Ginny... qué es esto... - decía uno de ellos.
- ¡Fred! Se puede limpiar, no te preocupes... – el otro gemelo lo miró limpio y movió su varita limpiándose.
- Hermanita... ¿sólo algo verde para mancharnos? Eso es que estás...
- ... perdiendo facultades- ambos la miraron desde abajo mientras ella asomada por el agujero no les hacía ni caso, sino que miraba atenta su reloj.
- ¡ATENCIÓN!... ¡cinco!... ¡cuatro!... ¡tres!... ¡dos!... ¡uno!... ¡YA!- ambos se miraron asustados tragando saliva mientras la pelirroja los miraba entretenida. Nada pasó-... vaya, tengo que tener el reloj adelantado, ¡lo siento!
Justo cuando uno de los gemelos iba a protestar, sonó un plop y ambos chicos cambiaron totalmente... El del ojo morado, es decir, George se había transformado en un chico con una cresta roja de pelo, una cazadora de cuero negra y unos pantalones de cuero a juego. Llevaba dos pendientes en cada oreja y un piercing en la ceja, mientras masticaba chicle sin parar. El otro llevaba un gorrito de tela muy infantil y un gran pañal, su boca estaba decorada con un chupete azul. Ambos se miraron asustados e intentando hablar, aunque era imposible decir nada con el chicle y el chupete en la boca.
- Pero mirad que monos estáis... – la chica les sonrió-... George, creo tener entendido que a Katie no le gustaban los chicos que van de duros ni los rockeros de heavy... mm... y Fred, creo saber que Angelina odia los chicos infantiles, y si te aguanta es porque te quiere y porque dijo que maduraste... creo que ambas van a cambiar de opinión... – ambos chicos empezaron a quejarse asustados pero no se les escuchaba bien por el chicle y el chupete-... perdonad pero no os oigo bien... ¿queréis saber cuanto tiempo estaréis así?- ambos sacudieron la cabeza asintiendo-... bueno, realmente hasta cuando yo quiera, al final lo puse hasta que le enseñéis vuestras pintas a cien personas – ambos se miraron a punto de explotar- realmente vine a vuestra tienda para olvidar lo de la otra vez y si queríais venir a la recepción de mi boda... – los chicos escribieron con la varita algo en el aire: Íbamos a ir de todas formas...´´ La pelirroja abrió la boca asombrada. Ellos se señalaron a sí mismos, a lo cual la chica sonrió y con un agitamiento de varita desapareció el chupete y el chicle de sus bocas.
- Ginny, no íbamos a faltar el día de tu recepción ni de tu boda... eres nuestra hermana- ambos se miraron arrepentidos, mientras hablaba esta vez Fred.
- ... además, nos sentimos mal por lo que te dijimos... – mientras decían eso, hizo plop y sus vestimentas cambiaron para dar lugar a Fred vestido de payaso y George de bailarina de ballet. La pelirroja los miró riéndose.
- Se me olvidó deciros que cambian los trajes cada cinco minutos...
- ... hermanita, se te olvidan últimamente muchas cosas, como pasarte por casa o visitarnos. Estuvimos muy preocupados por vuestra desaparición, papá y mamá esperaron a que vinieseis... y tú no viniste. Al final nos avisó Dumbledore...
- ... es verdad, lo siento tanto... – se le apareció una mirada triste.
- Bueno, ¡sácanos ya de aquí y quítanos el hechizo ya!
Un rato después...
- Ginny... has aprendido muy bien lo que te hemos enseñado... – ambos gemelos vestidos y sentados en un sofá miraban a su hermana, la cual tomaba unas pastas que le habían dado.
- Sí, Gin, estamos orgullosos de ti... aunque queremos que nos enseñes esa sustancia, se vendería muy bien... – ambos mostraron sonrisas muy amplias mientras ella asentía suavemente.
- Sí, claro... os di una buena lección.
- Que nosotros nos merecíamos... – dijeron a coro.
- ¡Fred! No copies lo que digo...
- ¡Eso te iba a decir yo George!
- Bueno, chicos, ¿vendréis todos a la recepción?
- Claro hermanita... – decía Fred sonriendo
- ... aunque no sabemos si Ron... – George miró a su gemelo seriamente.
- Ron... sí, quería hablar también con él... pero antes quería daros a la familia una noticia importante, ¿está Charlie en casa?
- Sí, claro... bueno, no sé si habrá ido a la ciudad pero llegaba para cenar... - la pelirroja miró su reloj y eran ya las cinco.
- Vaya... se me pasó el tiempo volando... ¿vamos a casa?
- Sí... pero que es eso que quieres contarnos...
- Os lo contaré cuando estemos allí, de verdad... por cierto, gracias al ojo morado se os podrá distinguir mejor, dadme las gracias... - decía mientras los gemelos cerraban la tienda después de haber salido.
- Gracias hermanita... – ambos lo repitieron a coro, esta vez tirándose a por la pelirroja riéndose, mientras caminaban de vuelta a casa por el callejón Diagon.
Justo cuando pasaban por delante de Gringotts, chapoteando y riéndose los tres, semejante a tres pequeños niños, la pelirroja vio a alguien con el cual no esperaba encontrarse. Se paró en el camino, mientras sus hermanos sin darse cuenta seguían adelante, riéndose.
- Ginny... – los dos hermanos miraron sonriendo para atrás y cambiaron totalmente sus caras al ver a su hermana parada tristemente. Uno de ellos se dirigió hasta ella y parándose a su lado la miró atentamente. Ella ni se inmutaba. Miró hacia donde la chica veía con tanto interés, y descubrió un rubio mirándola igualmente.
La chica dio dos pasos indecisa, separada por la inseguridad y el dolor de su quebradizo corazón, pero al ver la misma mirada en los ojos grises del muchacho, se atrevió arriesgándose a hablar con él. Corrió hasta su lado y se paró justo enfrente de él. Una sonrisa afloró en su hermosa cara mientras lo miraba, y el rubio le contestó igualmente.
- No te parece como si en realidad hubiera un muro que los separara... - Fred asintió a su hermano.
- Parece mentira que vayan a casarse...
El rubio acercó su mano hasta la cabeza de la chica y acarició una vez más sus cabellos. La chica abrió los ojos, deseando de poder abrazarlo, de poder contarle todo lo que le había pasado esa mañana y de algo que tenían los dos más que común. Levantó la mano y torciendo una mueca triste se abalanzó abrazándolo. Se cogió fuertemente a su cuerpo, como si desapareciera al día siguiente.
- Gin... ¿te ocurre algo?- la chica separó la cara de su cuerpo mirándolo sonrientemente. Era la primera vez que escuchaba a Draco Malfoy hablar comprensivamente.
- No... ya no- la chica había dicho eso como si fuese la última vez que le demostraba su cariño, como si mañana el chico que tenía delante cambiara para siempre, como si ya no fuera a verlo jamás con los mismos ojos llenos de amor. Se separó de él melancólica, sabiendo que sería la última vez que diera al chico esos signos de tanto afecto. Dio dos pasos hacia atrás separándose del rubio, despidiéndose con un beso... para salir corriendo junto a sus hermanos.
La noche tormentosa estaba invadida por un cruel viento que se llevaba todo lo de poco peso a su paso. Una ventana estaba empañada por la respiración de una chica apoyada en ella. Ya ni la Luna ni las estrellas lograban verse reflejados en sus ojos azules, azules llenos de nerviosismo, de inseguridad... ¿y el amor que había antes en ellos? No se fue... pero está escondido en lo más profundo de ellos, esperando que al reflejarse los rubios cabellos de quien espera, vuelva a resurgir. Mientras tanto, una realidad más debían de afrontar, la sinceridad ahora se hacía participe en ellos en su totalidad celeste...
- ... bien- decía la chica suspirando y dándose la vuelta, pasando la mirada por cada uno de los presentes en el hogar familiar, todos menos Ron-... quiero deciros algo muy importante.
- Vamos, cielo, habla... nos tienes preocupados- la chica vio a su madre, la cual había hablado, y se dio cuenta de que cada uno de ellos estaban preocupados por ella, sólo por ella. Quizá, y sólo quizá ahora, te das cuenta de que en los momentos difíciles, los únicos en los cuales realmente puedes contar son tu familia, después, tus amigos más íntimos... pero primero, tu familia.
- ¿Y Ron? – Miró a sus padres esperanzada aún, como si su hermano fuese a salir dándole una sorpresa, de la cocina.
- Eh... no pudo venir... - la Sra. Weasley evitó mirarla a los ojos.
- No quiso venir... – todos se quedaron callados. Fue un silencio incómodo e incesante que duró algunos minutos-... está bien, sólo quería deciros que... estoy embarazada.
Ola, soy yo de nuevo... con mis tonterías:) Aquí esta el nuevo chap, que siento decir más corto que el último ¡¡ Pero igualmente cargado de sorpresas, principalmente relacionado con el embarazo de la pelirroja, que pasara... ¿se lo dirá a Draco? Bueno, lean y ya verán ¡Me acabo de dar cuenta que ya van muchos chaps de este fic, casi ni me di cuenta, se me paso volando! ¡Ya mismo es la recepción de la boda! Bueno, os digo que es en el capitulo que viene... jeje, el que viene quizá sea un poco... de preparación, se nota la tensión entre ambos. Imagínense, cada uno se piensa que el otro no lo quiere... ¡qué ingenuos!
Bueno, quería dedicarle el chap a chicas como Paulina Malfoy y Yalimie, que agrego a mi messenger y charlan conmigo... Por cierto, Yami, si estás leyendo esto, que espero que te decidas a hacer pronto conmigo un fic!! Ya ves que soy pesada... ;) .Y tb espero que mas gente hable conmigo por el messenger y pregunten lo que kieran! Yo no me canso de contestar, se lo aseguro...
Bueno, mientras os dejo con las contestaciones a los reviews:
Yose-Malfoy-Felton: ¡¡Ola!! ¿Sabes? Siempre me divierto con lo que me dices... :) Eres la única que se toma cada chap y su actualización tan en serio... jeje, ¡yo diría que eres un poco impulsiva! Si me equivoco me corriges... yo cruel??? Jjejeje, quizá un poquito... bueno, lo arregle, un poco? Creo que empeoré su relación en este chapter! Espera a leer... bueno, has visto? Seguí como me pediste . En fin, sabíais que no podía matar a ninguno, creo yo, pero puse las cosas como si llegarais a pensar de si la autora se le fueron los cables... no te preocupes, porahora no te quedarás viuda... Espero que os guste los chaps romanticos, porque a veces aunque lo intente no me salen muy divertido!! No sirvo para esto... v.v pero bueno...
Besitos chica!! Y escríbeme que ya sabes que no tengo vacaciones!!
Ashley-malfoy: bueno, no voy a decir cuando es el chap final, porque sino no sería sorpresa, pero en mi pequeña mentecita, ya lo tengo todo pensado y no penséis que todo quedará bien... eh? Odio los finales felices de película... pero si no os quedáis agusto cuando llegue el final, siempre puede haber continuación
No tardé mucho, y espero que el siguiente tampoco... besitos!! Escríbeme!!
Zoe simitis: ola, me alegro mucho de que leas también otros fics mios!! Bueno, como habrás podido comprobar, creo que la pelirroja nunca se atreverá a decirle al chico que está embarazada de él... ya sabs pork. Pero bueno, quiza se vaya arreglando o no eso lo decid mi mentecita. Cuidate muxo, y muxos besos!!
Cocojajas: jajaj, todavía no estoy muy segura de lo que le va pasar a la boda, estoy barajando varias posibilidades. Pero antes, claramente viene la recepción... te imaginas que ni se hablan en ella? Jejej, ya lo verás... Muxos besos,wapa!
Anzu: bueno, siento mucho que no estés en tanto tiempo... aunque dudo mucho que logre actualizar muy pronto, a mí ya me empiezan pronto las clases. Gracias por decirme todo eso de este capitulo!!! Me agradan mucho esas cosas :) Anque no podras ver la imagen de Draco... pork no se lo dira! Que rollo, eh? aunque si habrás visto la cara de Ginny... Bueno, chica, muxos besos!!!
Anyuly: jajaja, sabes que?? Este fue una de las mejores cosas que me dijeron. Muchas gracias por decirme que soy una gran escritora, porque en realidad yo no creo que lo sea!! Me alegro que te guste, lo hago por vosotros... y bueno, la verdd es k este fic puede acabar mal ¡¡ o bien ;) No lo sé ni yo! Muchos besotes!!!
Lanna: muchas gracias por decirme eso, me reconforta bastante. Gracias a ti por leer! Muchisimos besos y spero que vuelvas a scribirme.
Iraty Rowling: si, yo creo que lo mejor es imaginarse la cara que ponen estos protas... y la que han puesto en este chap los pelirrojos. Bueno, tenía que sacar a la pareja de allí, si no me ibais a tirar tomates o algo :S Si, Dumby es la caña!! Viva por el! Bueno, pienso que Pansy empieza a pensar en todas las fechorías que hizo, y se le cargó la conciencia... v.v... pobresita, no kiere ser como su mami... pero en fin, kiza aparezca en la recepción dando de nuevo la lata, pero sin darse cuenta ella! En serio! Muchos besos wapa! Hasta la proxima!Y lo del niño no lo sé... kiza sea varon!O hembra!
Niv Riddle: ola, Feliz Navidad! Bueno, si k puse en un aprieto a este par siempre me ocurre lo mismo... Lo siento, pero creo que Gin no va a decirselo... lo siento, pero bueno, no te preocupes, que la pelirroja seguira su vida felizmente... Me alegro que me hayas escrito!
Rikku: jajaj ya ecribo, chiquilla, que no kiero que te de nada... XD, bueno, muxas gracias por todo! FELIZ NAVIDAD Y PRÓSPERO AÑO NUEVO!! Besotes de azucar!! Jejeje!
Joy Evans: Me alegro m,ucho de que te pongas contenta con mi fic... y si, ya me entere hace tiempecito de lo del 6º libro, asi como unas semanas y me alegro bastante. Yo scuxe k en ingles lo sacaban en julio de este año que entra ahora... ¡¡ por fin, tanta espera!! Besucos!!
Paulina Malfoy: ola chica, como ves, aki sta el nuevo chap!! Jeje, no me acordaba que me dijeras que tenía una gran imaginación, pero a veces si k la tengo... pero evito que salga a relucir, si no sería catastrófico U Muchos besos!! Espero verte conectada!! Y gracias de nuevo por decirme que escribo muy bie!!
