En la abadía
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Odio la abadía.
Si algún día llegué a pensar que estar aquí mejoraría mi vida, fue un error. Un error demasiado grande como para olvidarlo en esta o en las siguientes vidas.
Siempre se habla de Tala, de Bryan o hasta de Ian. ¿Pero de mí? Nada. Soy sólo un relleno para completar el equipo de cuatro. Me dicen "el otro" y es casi seguro que no saben ni siquiera mi nombre. Sólo me ven como alguien grande y feo, una sombra que jamás llegará a nada, mientras que los otros lograrán todo lo que se propongan. Sólo por ser más bien parecidos que yo.
No me merezco ésta vida.
O tal vez sí. Tal vez sólo estoy tratando de olvidar todo lo que existía fuera de la abadía para hacerme a la idea que este es el único lugar en donde no me señalarán despectivamente. O no de forma tan notoria, al menos. Si ni siquiera mi madre, si es que era realmente mi madre, me miraba con cariño. ¿Acaso podría esperar otra cosa del mundo exterior? Si ni siquiera Boris me mira, excepto en los entrenamientos, cuando es indispensable.
Sé lo que le hizo y lo que le hace a Bryan. Todos piensan que soy muy tranquilo, pero sólo porque no pueden leer mi mente. Mi vida no sólo es el Beyblade. Es sólo una forma de vivir. O de sobrevivir. Ya no encuentro diferencia entre una cosa y la otra. Creo que el único que no sospechó nada fue Ian. Tala estaba demasiado ocupado con Kai y Bryan demasiado celoso como para verlo. Pero Ian es fanático de las armas, casi tanto como del Beyblade. Es por eso que su lanzador tiene ésa forma. Porque tal vez quiera que le salga el tiro por la culata y lo mate.
Después de todo, la mayoría de los que están aquí o se van o se matan. O se dejan matar.
Boris lo sabía. Sabía lo que iba a pasar, y sabía que nadie sospecharía. Pero yo sí lo sé. Sé que Bryan tuvo que elegir entre matarlo o seguir viviendo. Porque estoy casi seguro que lo único que paraba a Boris era el no tener a otro tan entrenado como Bryan. Como un perro que lame la mano que lo golpea.
No sé para qué Bryan lo estuvo soportando tanto tiempo. O tal vez sí. Como yo, no tenía adónde ir, así que cortó por lo sano, y le clavó un puñal en el pecho. Buen chico, más de una vez quise hacer lo mismo. Pero no porque quisiera que fuera a mí a quien violara, sino por no prestarme la más mínima atención pese a todos mis esfuerzos. Derroté a Kai, y eso es algo que Tala no pudo hacer. Ni tampoco Bryan. Podía sentir que odiaba a Ray por haberse robado el corazón de Kai, o sólo su deseo. Es lo mismo, cuando encuentre a otro lo dejará para que muera de pena, lentamente, o que se mate. Parece ser el pasatiempo preferido de Kai.
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No, jamás sentí atracción por nadie. Hombre o mujeres, especialmente las últimas, porque jamás las ví. Entrenábamos separados, y siempre me hacían a la idea que ninguna me miraría sin repugnancia. Lo que vieron los Bladebrakers fue sólo una pequeña parte de lo que en realidad sucedía dentro de la abadía. Kai tuvo entrenamiento especial por ser nieto de Voltaire, y jamás tuvo que visitar las mazmorras en donde me depositan todas las noches para que duerma.
Pero no puedo dormir con todos mis pensamientos en la cabeza. A todos nos dan cuartos separados, pero sé que ninguno la pasa como yo. Al menos, ellos tienen camas y mantas. A mí no me dan nada de eso, sólo un baño frío cada mañana, con agua de deshielo. En verano me bañaban en agua hirviendo, hasta el punto que mi piel la sentía como fría, y no era ningún alivio cuando salíamos a entrenar.
Por eso es que no me muevo tanto. Porque mi cuerpo ha sido torturado hasta el punto de no poder moverme sin sentir dolor. Aprendí a moverme con el mínimo de movimientos posibles, pero ni eso servía. Las pocas veces que cambiaba de expresión era para disimular el dolor que sentía con cada movimiento. Mi rostro se desacostumbró a sonreír, si es que alguna vez había sonreído. Lo único que podía sentir era odio.
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Por eso, cuando los guardias corrieron gritando que Tala se había disparado, no sabía qué sentir. No le tenía ningún afecto, porque todo el hielo que había a mi alrededor había pasado a mi corazón. Cerraron mal mi celda, dejando las llaves en la cerradura. Y yo aproveché la situación.
No sabía adónde ir, pero cuando pasaron los guardias con una camilla me escondí. El ver el rostro de Tala con aquélla expresión me hizo sentir que tenía hielo en vez de sangre. Jamás había visto una expresión así, y menos en el rostro de Tala. Parecía haber envejecido cuarenta años en un solo momento, sin contar con que dejaba un reguero de sangre al pasar, sangre que salía de su nuca.
No podía creerlo. El Cyborg estaba muerto.
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¿Dije muerto? Sí, lo estaba. Y Boris no estaba allí, sino revolcándose con Bryan. Nadie sabía qué hacer, Voltaire no estaba, y Boris no aparecía por ningún lado. Y no volvería a aparecer vivo.
Llevaron a Tala al laboratorio, y de inmediato pensé que lo harían un Cyborg por completo, pero me equivoqué. Cuando me llevaron a la fuerza, creí que me sacarían los órganos o el cerebro para que Tala viviera, pero no fue así. Reparaban su cuerpo como podían, los científicos estaban medio dormidos primero, pero apenas vieron a Tala se despabilaron por completo.
Fueron horas y horas en que ví cómo Tala cambiaba lentamente su semblante, y pasó de ser afilado y agónico a uno casi normal. Pero sabía que, si por milagro lo hacía revivir, no sería el mismo. ¿Acaso eso que sentía por Kai lo había hecho suicidarse? ¿Acaso se había enamorado de ése... de ése traidor? Nunca pude entender por qué existía el amor, si hacía que las personas se portaran así. Pero lo que yo pensara no importaba.
No, no querían mi cerebro. Querían mi sangre, y me sacaron toda la que necesitaron. Y necesitaron mucha. Quedé más pálido que Bryan, pero no se detuvieron. No sé en qué momento dejé de sentir, pero cuando desperté, Tala miraba al techo. ¿Cómo lo revivieron, si cuando lo habían traído estaba muerto? Tala giró su cabeza hacia mí, y pude ver que no me reconocía. Lo hacía de forma mecánica, y adiviné que le habían puesto en el cuerpo más circuitos que nunca. Tal vez nunca llegara a ser el mismo. Pero no, no lo habían hecho un Cyborg.
Tala había decidido serlo.
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Ya no tenía corazón, era prácticamente un robot, pero sabía que no era así. Era humano, por más metal que le hubieran puesto, pero ahora Tala realmente creía que era un Cyborg. Tal vez se convenció que el tener corazón no lo ayudaría en nada, o que su alma sólo lo haría sufrir por Kai. Qué podía saber yo. Nunca me habían amado, y sabía que jamás amaría. Pero Tala sí que sabía lo que era amar apasionadamente, su corazón sufrió las consecuencias.
Tala, debiste haber sabido que esto pasaría. Nuestros corazones de hielo no soportarían jamás las llamas de un amor tan apasionado, porque se llevarían todo nuestro sentir que no fuera odio. Lo sabías, pero le creíste a Kai. ¿Cómo pudiste confiar en alguien que traicionó a su equipo, con el que vivió muchas experiencias que jamás viviremos? Tú, que fuiste entrenado como todos nosotros para desconfiar y odiar, caíste en la más veja de todas las trampas. A veces dudo que seas más inteligente que yo.
Ésa noche no ví a Bryan, pero pronto sabría de él. Ian lo trajo, con un ataque de hipotermia. Pero Ian no tenía nada, hasta se veía más feliz que nunca. Nunca me dijo qué estuvo haciendo esa noche, pero desde entonces anda más cambiado. Pero da lo mismo, después de todo, ni siquiera él notará jamás que estoy aquí...
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Pobre Spencer, nadie lo mete jamás en un Yaoi... Oka que sea el menos parecido de todo los DB, pero de ahí a sacarlo bestialmente, hay una gran diferencia... Y hablando de sacar bestialmente, ¿cómo pudieron ser tan bestias de sacar a Iván (Ian) en G-revolution? Ok, ok, Sergei ya apareció (Spencer) en una serie, pero de ahí a que lo pongan en lugar de Iván... La serie me gustó un poco menos después de eso.
¿Tala al final no se murió? Juro que esto se me está yendo de las manos, ya no sé si son ellos los que escriben. O sí lo son, me controlan y soy sólo una marioneta. Jamás creí que continuaría... aunque no sé si en el próximo capítulo (donde vuelve el Yaoi) alguien trate de matarse... Iván también tiene sus cositas... Y adivinen con quién!
Silverhell: Me halaga que me elogies tanto. Este fic fue uno a los que le puse más sentimiento, y me alegra mucho que te haya llegado. Y si, a veces los personajes te agarran y no te sueltan hasta que escribís lo que ellos quieren. Si te pasa seguido es porque estás llegando a tu madurez artística. No me gusta para nada lo que hizo Tala, y menos lo que hizo Bryan (eres el primero que lo llama Bryan-kun) Me hace muy feliz el saber que pude hacerte entrar en mis letras! Este fic continúa hasta el capítulo ocho, escenas inéditas incluídas. Y si, a los genios se los reocnoce después de muertos (en especial si es una mujer)
Galy: Habéis visto? Bryan tiene muuuuchas cosas sueltas en la cabeza. quería dar la sensación que Bryan se iba a suicidar, para atestar el golpe sorpresivo al final. De hecho, saqué la idea del puñal del fic "Release Me" que me gustó mucho. "...Él no jaló el gatillo" que frase. Cierto, no jaló el gatillo, pero Bryan está medio tocado. Fue demasiado para èl. Y tienes razòn, si no les gusta lo que escribo a la mayorìa, pues ellos se lo pierden. Y sé lo que eso eso, el que haya autores de masas más que de calidad que venden muchos ejemplares y a los artistas verdaderos no se les da casi reconocimiento. Si lo sabré yo, que vivo en Argentina. Y es cierto, la mayoría de los fics buenos tienen menos rewiews (salvo algunos que son larguísimos, pero como en todo, hay una excepción a la regla) Danke por tu rewiew!
Ishida Rio: Chica! El fic sigue hasta el capítulo ocho, con escenas inéditas inclusive. Y no es que tenga demasiado ego (como el disco de Charly García) sino que me lo han pisoteado muchas veces y ya me harté, así que ahora a sacar las uñas y los dientes y a pelear!
Chau
Nakoruru
