DISCLAIMER: Afortunadamente el hecho de que Mahe y yo escribamos esto no le quita el sueño a JK, ella sabe que no la vamos a superar, y nosotras sabemos que no podemos así que... ¿tengo que decir algo más?

Hola! Ya veo que ayer conseguimos varias reacciones, no se si el capítulo de hoy os gustará pero a mí me encanta! Será que os está escribeindo Nigriv.... Y aunque la escena de ayer estaba completa no mesentí satisfecha del conjunto hasta obtener esta última reacción.Y voy a tener que controlar a la loca que me asalta que sigue de los nervios, normal con todo lo que está pasando, pero ahora ya sabeís lo que hace cuando explota y mi mente lo siente. En fin allá vamos.

Kata: Si en ese momento Mahe encuentra a Hermione se la lleva pa alante fijo!!! Pero ya se encontrarán, ya, en otro momento. Ya has visto que si que Virginia encuentra a Mahe pero vamos poco puede hacer en ese momento y lo sabe. Pero lo que más me ha gustado y fijo que a Meh también le habrá gustado es esa expresión de que te tenemos con el alma en un hilo... Uff me has calado hondo que lo sepas! GRACIAS. ¿Has dicho SEV? ¿He leido bien? Jajajaja ay que bien suena eso!!!! Ya verás el porqué! Pero si no quieres estar cerca de Mahe te pierde muchao de la historia! Jajaja Ya veo primero era la curiosidad por saber del padre y ahora como es que Mahe descubrirá que el lo sabe... Jajajaja En fin para todo hay un tiempo, ya sabeís lo que podeís esperar de nosotras pero... espereís lo que espereís intentaremos seguir sorprendiendoos.

Seika: Nos sentimos felices de lo que nos dices sobre la historia pero hoy casi hubiera preferido que te respondiera Mahe porque mira que decir que quieres matar a Snape!!!! Mira que me gustan los merodeadores pero es que incluso en los libros oficiales me encanta Snape asi que creo que no pod´ria llegar a ser una buena Lupiniana (que lastima! con lo que me gusta ese lobito) Es ue no puedo decidir. Y mira que contengo a Guilmain que si no.... jajajaja Ya os dije que tuvierais piedad de ella. Apoyo las crucius a Hermione pero no las demás! en fin que remedio. Pero lo que nos hemos reido en el MSN con tu rr Mahe y yo eso es de agradecer! Creo que este capitulo no será de tus preferidos Seika, pero no despesperes que se de uno que te va a encantar!

Kamesita: Uff claro que la noticia le afecta más depués de esa "clase" y el modo en que se lo dice, vamos que Guilmain se pasó tres pueblos creo. ¿Snape te da pena? De verdad? Ay que no puedo creer lo que leen mis ojos! (Esa es parte de Guilmain fijo) auqneu por ahora no parece darle pena a nadie eh? Mira la respuesta que le dió Guilmain antes de cerrarle la puerta. Pero ya me dirás que te parece este capi ;) y no te preocupes que creo que algún golpe despertará a más de uno/a y... ¿tu crees que se va a marchar? Ahora que la cosa está tan "divertida"? Bueno yo más bien diria que Virginia conoce demasiado bien a su hija como para arriesgarse a esa mentirijilla. Ya se enterará de toda la verdad otro día (ni soñarlo1 con lo que esa mujer calla!) jajaja Seguimos contandoos despacito y sin pausa.


CAPITULO 45: Al calor de la chimenea.

(Por Nigriv)

Hacía su ronda nocturna como de costumbre pero al pasar por el despacho observó luz a través de la rendija de la puerta y, sin pensar las consecuencias de sus actos, llamó. A la voz de 'Adelante' abrió la puerta y se quedó allí parado. Ella estaba frente al fuego, iluminada tan solo por el resplandor de las llamas.

-¿Podemos hablar Virginia?- Estaba nervioso, su propia voz se lo confirmó.
-¿No te parece muy tarde para discutir Snape?- le dijo sin dirigirle la mirada.

Decidió a entrar y, cerrando la puerta tras de sí se acercó hasta la chimenea. Sabía que ella lo estaba observando, cuando se giró para hablarle halló en su cara una expresión entristecida.

-No he venido a pelear Virginia.- La vio que cerraba los ojos y pensó que a pesar de intentar controlar su genio la frase no había sonado así y creyó que lo echaría.
-Siéntate Severus.

Se hizo el silencio, no sabía que lo había impulsado a llamar, a querer hablar con ella, pero estaba ahí y se sentía extraño. Muchos recuerdos acudieron a su mente; eran esas horas de la noche que de jóvenes gustaban de compartir frente al calor de la chimenea. No pudo evitar un amago de sonrisa, hacía tiempo que no sonreía realmente, ni en privado, ni para sí mismo.

-¿Y bien?- lo sacó ella de sus pensamientos- ¿Vas a quedarte callado?

Cuando posó los ojos en ella casi se estremeció. Por un momento vio caer la frialdad que siempre mostraban y al fondo de ellos descubrió un resquicio de la luz que de adolescente los iluminaban al mirarla. Apartó la vista de él evitando azorarse, ni siquiera debería de sentir aquello.

-Es que, por un momento, me recordaste a la chica de quince años que se sentaba junto al fuego conmigo…

Su voz transmitió sentimiento, no estaba mintiendo, seguro, esa fue la luz que había visto en su mirada, la luz de un recuerdo. Pero era tarde y su visita inesperada… Se esforzó en mantener su postura, él aún ejercía cierto poder sobre ella, a pesar de todo, y si comenzaba a recordar no le haría ningún bien. Llevaba más de un año luchando contra recuerdos y sentimientos, ahora menos que nunca podía dejarse caer.

-¿Cómo estás?- le preguntó.
-Bien- exclamó ciñendo el entrecejo- ¿A qué viene esa pregunta?- añadió desganada.
-Sentí la explosión Virginia, me preocupé- Cuando ella lo miró advirtió que estaba extrañada por que él supiera de esa reacción.
-Ya veo- afirmó- Ni siquiera en un momento así puedo tener intimidad- añadió apenada.

Sabía que estaba débil, aún debía de sentir los efectos de aquella concentración de energía. Lo antiguo era tan poderoso como peligroso.

-¿Dolió?- Giró la cabeza e intentó responderle airada, pero las palabras que salieron de su boca no fueron las que ella precisamente espera decir.
-Hay cosas más dolorosas Sev.

Nada más terminar de oírse mordió su labio inferior fuertemente. La angustia descargada en la frase no era solo el motivo de su desesperación, si no el haber usado aquel apelativo cariñoso que guardaba para él. Se sintió furiosa contra sí misma y solo el sabor de su propia sangre la hizo volver a la realidad. Severus estaba callado, mirándola. Pensó que le había dado el momento oportuno para descargar lo que realmente lo había llevado a hablar con ella pero, sorprendentemente, él se mostró sereno, tan sólo la calidez de sus ojos daba a entender que había captado aquel diminutivo y, afortunadamente para su ya debilitado ánimo, no lo usó contra ella.

-Solo quería ofrecerme Virginia, por si necesitas alguna poción, para reponerte…
-Gracias- contestó secamente- Pero ya lo antiguo volvió a la normalidad.
-Sí pero una poción…- le oyó insistir aunque lo cortó.
-¡¡Si me hiciera falta se la pediría a mi hija!!- le dijo un poco exaltada. No quería nada de él.
-Nuestra...

"No debería de morderme el labio, ¡debería de morderme la lengua!"- pensó mosqueada consigo misma- "Espera…"

-¡¿Qué dijiste?!- le gritó.

Snape se quedó un momento sin respiración. Pensaba que aquella afirmación se había perdido en el aire porque en verdad no sabía de dónde había salido la palabra. Había llegado allí sin propósito pero preocupado por la amiga que un día perdió. No quería hablar sobre la que ahora sabía su hija, sin embargo, era inútil negar que su subconsciente lo había traicionado. Ahora tendría que afrontarlo.

-Dije… Nuestra.- Temió su reacción a la confirmación.
-Que lleve tu sangre no la hace tu hija Severus, nunca lo fue ni creo que llegue a serlo.

Su voz sonó firme, conciente de sus palabras, y al igual que antes sintió serenidad en lugar de temor. Recordaba que cada vez que había imaginado estas situaciones nunca se sentía tranquila, todo lo contrario. Eso sí, el dolor era tan fuerte como siempre imaginó. Realmente no lo dijo con intención de herirlo pero no le gustaba que él se refiriera así a Mahe. Volvió a hacerse el silencio. Estaba cansada, le dolía la cabeza y desde que él llegó sentía un nudo en el estomago que la estaba ahogando. Sabía muy bien lo que era, pero no podía dejar caer la defensa que el curso anterior creó ante él, no permitiría que cayera.

-Pero puedo haberlo sido Virginia, si me lo hubieras dicho.- Se le veía tranquilo a pesar de estar hablando del tema. Sin duda estaba poniendo todo su autocontrol en mantenerse sereno, había sentimiento en sus palabras sí, pero estaba aplicando la fría lógica y no se notaba que hablara el corazón.
-Claro, qué fácil lo ves ¿no?- Ella comenzó a alterarse un poco "Cálmate"- pensó- ¿Qué crees que debería de haber hecho Severus? ¿Ir a tu querido amigo Lucius, el único que parecía saber de ti, y decirle que te diera el mensaje de que ibas a ser padre?- A pesar de mostrársele serena sabía que la ira comenzaba a tildar sus palabras, ¡no lo podía evitar!- Una aurora embarazada de un mortifago Severus ¿Sabes acaso tú lo que es temer incluso por la vida del hijo no nacido?... ¡NO! ¡Claro que no!

Snape se levantó y fue a apoyarse en la chimenea. Calló un momento mirando al fuego, parecía estar preparándose mentalmente para algo. Entonces se volvió hacia ella y la miró fijamente.

-Dejé al Señor Oscuro antes incluso de la caída de los Potter Virginia. Mahe apenas tendría un año. Tampoco entonces me buscaste.

Su voz sonó extrañamente cálida, no parecía reprocharle nada, pero sí le transmitía tristeza. Había olvidado que Severus también podía sentirse así pues incluso de joven eran pocas las veces que se mostraba derrotado, aunque a ella no podía engañarla en eso. En cierto modo sintió pena al decirle aquello pero de nada servía ocultar una verdad que los dos habían vivido…

-Lo último que supe de ti Severus, es que Dumbledore había contratado a un joven Master como profesor de pociones en Hogwarts y, evidentemente, pensé en ti. Pero eso no quería decir que hubieras abandonado al señor Oscuro.
-Se hizo una vista, Dumbledore me avaló y finalmente ningún cargo se formuló contra mí. Tuviste que enterarte Virginia, más siendo aurora ya.
-¿Y crees que un juicio y la opinión de Dumbledore borrarían el recuerdo de esa marca que yo misma descubrí en tu brazo aquella noche?- Sin poderlo contener un suspiro prolongado salió de sus labios; después de tanto tiempo aún le dolía el recuerdo y el sentimiento. No recibió respuesta "¿Es que acaso la había?"
-Aún me crees de su lado ¿verdad?- Alzó la cabeza y lo miró. El había sido muy claro en su pregunta, pensó que al menos merecía su sinceridad.
-Si.- Lo vio cerrar los ojos un instante y, sin concentrar energía siquiera, sintió todo el dolor que emanó de él. Sin saber por qué se levantó y se le acercó.
-¿Ni siquiera que esté en la Orden te convence?- insistió.
-Eso menos que nada- le dijo justo al pararse en frente de él. A ese respecto sí que se mantendría firme.
-¿Puedo hacer algo para que me creas?- le preguntó como último recurso pero claramente sin atisbo alguno de confianza. Parecía suplicante.
-Puede…- le respondió mirándole fijamente de nuevo. Un poco de luz apareció en sus ojos negros- Déjame tocarte Sev.

Esta vez usó el nombre a conciencia, segura de que con ello conseguiría reblandecerlo, que la dejara comprobar aquello que necesitaba desde el curso anterior. Vio como la observaba unos segundos, indeciso, y entonces alargó la mano y tomando una de las suyas la acercó a su cara. Al contacto de su mejilla su propia mano comenzó a arder y le transmitió tal cantidad de sensaciones que no pudo evitar estremecerse. En ese momento Snape cerró los ojos y suspirando se abandonó totalmente al contacto. A pesar del agotamiento lo antiguo actuó y ella tuvo la certeza de que nunca la había olvidado, de que nunca buscó ni encontró otro amor y, ante la fuerza de sus sentimientos, su propio corazón tembló. Aún sobrecogida por el contacto lo vio abrir los ojos, sabía que en los suyos vería la sorpresa de la revelación. Él aún le mantenía la mano sobre la mejilla cuando le habló.

-¿Te convences ahora?- Preguntó temeroso, conciente de lo que aquel contacto había extraído de él.
-No puedo Severus, nada tiene esto que ver con mis dudas- le dijo apenada- No me refería a tocarte así, y lo sabes…

Iba a retirarle la mano cuando el la separó de su cara y con la suyase la devolvió a su sitio, junto a su cuerpo. Mientras retiraba la mano dejó deslizar los dedos a través de la palma de su mano, hasta la yema de sus propios dedos. Virginia tuvo que contener el aliento… Aquel era un gesto que siempre le gustó y él lo sabía demasiado bien.

-No puedo permitir que hagas eso Virginia- Su voz era firme aunque tildada de tristeza- El año pasado estuvo demasiado cerca aunque no te lo propusieras y nos habría costado muchas perdidas. Por eso te prohibí tocarme, y por eso me alejé de ti desde aquella noche. Tu presencia en Hogwarts resultó casi peligrosa.
-Entonces ¡es que algo escondes, Severus! Me dejas igual- terminó la frase intentando no sulfurarse demasiado ahora que parecía que podían volver a hablar.
-Todos escondemos cosas Virginia-fue su respuesta y ahora sí que le sonó con reproche.
-¿Qué cambió este año para que te me acercaras de nuevo Sev?- le espetó resentida.
-Supongo que… mis sentimientos… la situación…- Ella lo miró sorprendida por sus palabras pero no se calló.
-Así no conseguirás que cambie mi opinión sobre ti Severus. Ya te aleje una vez de mi vida por ese motivo, ¡no dejaré que vuelvas a ella mientras dude de ti!-Sus ojos mostraron momentáneamente desesperación y sin esperarlo la tomó de los hombros, firmemente, pero sin hacerle daño, y mirándola fijamente le dijo.
-El final está cerca Virginia, no lo dudes. Espero que entonces tu corazón sepa mirar más allá de tus ojos para saber a que lado estoy.

No sabía que le impresionaba más, si su gesto, sus palabras o los sentimientos que recién le había trasmitido y que revoloteaban por sus pensamientos despertando sensaciones largamente escondidas por ella misma. Cuando le vio agachar la cabeza hacia ella tembló solo de pensar si tendría la osadía de intentar besarla. Pero no, se acercó a su frente y fue ahí que sintió sus labios. Si la hubiese besado tal vez su reacción hubiera sido abofetearlo pero ante aquel gesto tan tierno se quedó paralizada. No era propio de él renunciar a nada y sus ojos le habían mostrado su deseo y desesperación por besarla. Lo vio avanzar hacia la puerta dándole la espalda mientras aún le hablaba.

-Intentaré demostrarte, en el tiempo que nos quede, que cambié. Solo te pido que me des la oportunidad Virginia, que no me rehuyas más. – Llegó a la puerta y se giró de nuevo hacia ella, solo entonces esbozó una sonrisa de verdad, la primera que le veía en tantos años.- Y cuídate ese labio mujer, no merecía morderse tan fuerte.

La puerta se cerró e instintivamente llevó sus dedos a los labios, aún tenía sangre. Al mirar su mano todo lo que momentos antes le habían transmitido sobre él volvió a su mente y toda su fortaleza se derrumbó. Él había vuelto a confesarle su amor y eso, eso fue lo que más le dolió.


Cuidaros UP's (eso se me ha pegado de Mahe)