Ya dije que no ponía más lo del diclaimer porque todos lo sabéis y JK también, eso es algo que no se olvida. Ahora, espero que tampoco nadie olvide que algunos personajes de este fic (Guilmain madre e hija, Nora, la personalidad de Mark...) son nuestros y no los prestamos a nadie.
Saludos a todos, soy Mahe. Veo que la impresión de que haber descubierto quien es el padre de la otra Mahe, la jovencita Guilmain, continúa, jeje. Eso es bueno. Gracias a todos por seguir aquí.
LaUrYDaRkAnGeL: hola, bienvenida a UP. Me alegro mucho de que nos encontraras y hayas podido seguir leyendo. Que bueno ver que también te cae bien Mahe, jeje, después de las reacciones en el foro no esperaba que aquí cayese mejor. ¿Crees que Hermione se comporta así solo por celos? no sé yo... ; ) y sobre Snape, uff, no sé tampoco si en verdad este hombre pueda cambiar su forma de ser por mucho padre que sea ahora (el asqueroso vampiro de siempre, jajajaja, buena definición para el murcielago : D )
Stiby: si que fue duro que Mahe se enterara así de la verdad pero su madre tiene tendencia a no contarle las cosas (y eso es algo que la propia Mahe le echó en cara en el cumpleaños de Harry cuando no le avisó y cuando de pronto se encontró que tenía que hacer prácticas con él. Si no le comentó eso con antelación ¿cómo le va a contar lo de su padre? Fijaos que desde ese capi ya os estábamos avisando de la tendencia de esta mujer a callarse las cosas ¿cuánto más se estará callando? ; ) )
Seika: no me puedo creer que vayamos a hacerte ver a Snape de forma diferente! jejeje. Bueno, tú no te preocupes que si comienza a caerte bien,será un secreto entre nosotras para que no te excomulgen de la orden ; ) Gracias por tus palabras.
Nelly spe: hola! cuanto sin verte por aquí. Que Harry ayude a Mahe lo veo dificil cuando ahora está enfadado con ella y realmente sigue sin creerla,él cree que simplemente le cae mal a Hermione y por eso se comporta más rarilla pero nada que ver con la maldad de la que le hablaba Mahe. Y bueno, si después de lo mal que le ha sentado descubrir quién es su padre, le tratara como a tal de la noche a la mañana, entonces es que a esta chica habría que llevarla a San Mungo. Una aclaración: nadie más sabe quien es el padre así que imagínate cuando se enteren : s
Kata: jajajaja, ¿has tenido un pensamiento Heineken sobre lo de "tocar de otra manera"? xD Pensamiento Heineken es a lo que nosotras llamamos cuando pensamos mal pero en este caso Virginia habla de tocarle a través del poder antiguo para poder sentir si es sincero.Y tú lo has dicho, Snape y Mahe no tardarán mucho en enterarse de que ambos lo saben ; )
Marc: relación tensa entre Snape y Virginia? relación muuuuy tensa, diría yo ; )
Cristy-secret:Vamosa tener quecontratar a Nela como manager por la publicidad que nos hace, jejeje.Me alegro mucho de que te hayamos sorprendido con el fic y que te haya llegado a enganchar tanto como para leertelo del tirón, es todo un halago para nosotras. Bienvenida a UP : )Te esperamos por aquí.
Eric Arturo: nuestro chico de 5 en 5, jeje. Que Snape tenga sentimientos... pues no sé porque un mortifago (o ex-mortifago) con sentimientos es algo extraño, no?quizá tiene algo oculto que aún no conocemos.
Bueno, pues vamos con el capi de hoy, a ver qué descubrimos en este interior ; )
CAPITULO 46: En el interior
(Por Mahe)
Los chicos estaban en la clase especial de Transformaciones con McGonagall realizando un ejercicio por parejas. Michael estaba con Mahe y Harry con Hermione. El alboroto en la clase era considerable ya que la transformación que les había pedido la profesora era bastante complicada. Mahe llevaba unos días con el talante irascible que solía tener cuando estaba preocupada o enfadada por algo y la revelación inesperada que había tenido sobre la identidad de su padre la hacía sentirse así. Como si de una invocación al motivo de su estado de ánimo se tratase, un joven apareció en la puerta de la clase.
-¿Qué ocurre, Collins? -preguntó McGonagall
- Perdone, profesora, me mandan a traer una nota para Mahe Guilmain -respondió el chico.
Mahe levantó la cabeza al escuchar su nombre y le miró.
- Está bien, pase y entréguesela.
El chico entró en la clase mirando a todas las alumnas sin saber quien era Mahe y ésta le hizo señas para que se acercara.
- Gracias -le dijo al chico pero de repente vio que era un alumno de Slytherin haciéndole sentir un escalofrío al recordar quien era el jefe de casa. Ni por un momento parecía librarse de ese pensamiento. El muchacho se dio la vuelta y Mahe miró el pergamino que le había entregado, sellado con el escudo de Hogwarts mientras notaba como la mirada de Hermione se clavaba en su espalda, curiosa por saber de qué trataba la nota. La chica abrió el pergamino y leyó:
Srta. Guilmain
El profesor Snape me informa que tiene un castigo pendiente de cumplir con él. Me ha pedido que le comunique que deberá acudir a su despacho esta tarde a las 18.00h.
Att. Profesor Flitwick
Jefe Casa Ravenclaw
Resopló con fuerza: no recordaba que Snape le había dicho que estaba castigada antes de salir de la clase especial en la que le enfrentó y el saber que tendría que cumplirlo esa misma tarde, se sintió nerviosa no solo por el castigo, si no porque tendría que estar a solas con él, con su padre y le odiaba. Michael le interrogó con la mirada al ver su expresión de angustia y la chica le enseñó el pergamino. La cara de Michael cambió también y silbó.
- No será tan malo cuando ni siquiera él se ha atrevido a decírmelo de su puño y letra -le dijo la chica tratando de quitarle importancia aún cuando en su interior sentía la preocupación por enfrentarse y los nervios a flor de piel. Sabía que Hermione estaba pendiente y que se habría imaginado que la nota era por el aviso de castigo. Estaba segura de que ella no lo había olvidado pero no le iba a dar el gusto de mostrarse nerviosa ante ella.
El resto del día pasó más rápido de lo que hubiese querido incluso la clase de Historia de la magia con el profesor Binns se le hizo corta. La hora del castigo se acercaba a pasos agigantados.
A las 17.45 se dirigió a las mazmorras sintiendo su corazón latía con fuerza a cada paso que daba acercándose. No le gustaba nada la idea de pasar allí la tarde pero tenía que hacerlo. Llegó a la puerta del despacho, se detuvo, suspiró profundamente un par de veces y llamó. Un momento de silencio pero de pronto, escuchó que le contestaban.
- Adelante
Abrió la puerta y vio a Snape sentado tras su mesa aparentemente concentrado en sus papeles pero ni siquiera la miró. La chica entró en silencio y cerró la puerta acercándose solo unos pasos. Desde ese primer momento, podía sentirse la tensión en la estancia, ninguno de los dos hablaba. Mahe carraspeó y Snape, sin moverse un centímetro, solo levantó la vista y la miró fijamente.
- Siéntese
Mahe se dirigió a una mesa en la que había un caldero y junto a ella, una mesita auxiliar con ingredientes pero no abrió la boca. "Si quiere que cumpla el castigo, va a tener que ser él el que hable y me diga qué quiere que haga" Y como si le hubiese escuchado, Snape se levantó y se situó frente a ella. Las miradas que ambos se dirigían irradiaban rencor.
- Como veo que se considera una experta en pociones, voy a ponerla a prueba -le dijo con voz fría- Ahí tiene los ingredientes, invente una.
Se dio la vuelta sin esperar a que la chica le preguntase alguna duda y se volvió a sentar dejándola paralizada "¿Que invente una poción? pero ¿de qué habla?" -pensó irritada- "de acuerdo... lo haré. Vas a ver que puedo hacerlo... Severus" -pensó con tono despectivo su nombre.
Se concentró en la gran y variada cantidad de ingredientes que tenía en la mesa auxiliar: esencia de belladona, ajenjo, acónito, luparia, crisopos... Suspiró silenciosamente para que el profesor no notase sus nervios y aparentó estar comprobando que tenía todo lo que necesitaba para realizar su trabajo pero en realidad se sentía totalmente insegura con ese hombre sentado frente a ella. Nunca había inventado una poción. De hecho, eso era algo que no se le pedía a ningún alumno no graduado aunque estuviese en 7º, solo a aquellos que se preparaban para Masters. "¿Pero qué me invento?" pensó desesperada mientras su mente seguía en blanco "Piensa en tus clases en Beaux" le dijo repentinamente su voz interior "Piensa en tus libros, ¡algunos te los sabes de memoria! ¡Incluso te los has traído!" Y de pronto, recordó algo que le hizo reaccionar y tener una idea "¿Por qué no?" se dijo. Sacó un pergamino y su pluma y comenzó a anotar las medidas y elementos que iba a utilizar.
La tarde fue pasando y Mahe seguía pendiente de su poción. Sentía el cuello tenso y la vista cansada. En un momento en el que tuvo que detenerse mientras el brebaje llegaba al nivel de temperatura necesario, miró fugazmente a Snape y los pensamientos acudieron a su mente:
"Prepotente, antipático, detestable y encima, mortífago. ¡Vaya padre!" Cogió las raíces de ajenjo y comenzó a cortarlas pero en cada corte imprimía la rabia que sentía en sus pensamientos. "Trata a todos como si fuéramos estúpidos y el único estúpido es él" siguió cortando las raíces "Abandonó a mi madre, se pasó al lado oscuro y... -de repente, una idea le asaltó y sintió un escalofrío- ... ¿a cuántas brujas y magos habrá matado a las órdenes de Voldemort? ¿seguirá siendo un mortífago? ¿un mortífago en Hogwarts?"
El escalofrío aumentó de intensidad y se estremeció. Pero no sólo fue el pensamiento en sí, el haber caído en la cuenta de que aquel hombre podía seguir siendo un siervo de Voldemort y que nadie lo supiera, si no porque ese pensamiento estaba siendo compartido en ese mismo momento. Levantó lentamente la vista y vio que Snape la miraba fijamente: le estaba haciendo legislemens.
"Sabe quien soy" -pensó Snape- "lo sabe y me odia"
Sin poder evitarlo, Mahe sintió una fuerza que le hizo introducirse también en los sentimientos y emociones de aquel hombre: tenía la guardia bajada y podía evaluarle.
La mezcla de sensaciones era insoportable. Pudo sentir como en su interior habitaban diferentes sentimientos encontrados tanto hacia ella como hacia su madre y sintió que él sabía quien era ella. Ambos se miraban sin apartar la vista, sin darse cuenta de donde estaban. La concentración que tenían era tal que, sin querer, se estaban mostrando el uno al otro como un libro abierto en el que Mahe reflejaba todo el desprecio, rencor y odio que sentía por él aumentado al saber que era su padre y Snape mostraba la confusión, sorpresa y rabia que sentía por ella, aumentado igualmente al saber que era su hija. La concentración de energía en el ambiente estaba llegando a límites extremos pero no podían de dejar de mirarse fijamente. Un reloj sonó de repente sacando a los dos de su estado. Snape lo apagó y volvió a mirarla y ambos se dieron cuenta de lo que habían hecho: habían descubierto sus pensamientos y sentimientos. El volver en sí tan bruscamente los dejó aturdidos: Mahe estaba pálida y temblaba, su respiración extremadamente acelerada. Snape estaba tan trastornado como el día en que Guilmain le reveló la verdad.
- Márchese -dijo de pronto el profesor. Era absurdo mantener a la chica allí frente a él después de lo que había pasado.
Mahe no esperó que lo repitiera dos veces, recogió como pudo sus cosas y salió del despacho. La puerta se cerró y Snape suspiró profundamente. Por su mente pasaban las palabras que la chica había pensado de él.
-Insolente -susurró. Al cabo de unos instantes, se levantó de su mesa y se acercó a la que ella había estado sentada. Se fijó en el pergamino que había dejado con los ingredientes que estaba utilizando para la poción que iba a inventar y, curioso, le echó un vistazo mientras una disimulada sonrisa apareció en su rostro y pensaba "Es buena"
Mahe subió hacia el hall y llegó a las escaleras del mármol pero se detuvo, se sentía mareada. Intentó subir pero finalmente tuvo que sentarse en los escalones. Desde que había aprendido a ver más allá de la gente, a evaluarlas, no había captado nunca una sensación tan fuerte de energía. El haberse introducido en él sin esperarlo y que él, en cierta forma, lo hubiese hecho en la mente de ella, la había dejado agotada física y mentalmente. Sin duda, Snape tenía en su interior mucha fuerza acumulada. Cerró los ojos respirando lentamente.
- Mahe ¿qué te pasa? -Michael se había acercado a ella pero la chica sólo negó con la cabeza- ¿Te ha pasado algo con Snape? -preguntó preocupado. Ella abrió los ojos de golpe al escuchar el nombre.
- No... -acertó a decir- no ha pasado nada.
Harry, Ron y Hermione entraban en ese momento al hall y vieron como la pareja estaba sentada en los escalones.
- No me encuentro bien -dijo la chica.
- Vamos a la enfermería a ver a la señora Pomfrey.
- Mira Mahe, está pálida ¿qué le pasará? -preguntó Ron a Harry y Hermione
- Con tal de llamar la atención, cualquier cosa –comentó Hermione despectivamente
- Venga, te voy a llevar a la enfermería -insistió Michael pero Mahe negó con la cabeza otra vez, se estaba agobiando con tanta insistencia- Entonces, déjame llevarte a la torre y subes a tu habitación y te echas un rato.
A aquella propuesto asintió y Michael la ayudó a levantarse pero al incorporarse, abrió los ojos y vio al trío mirándola y sin esperarlo, cruzó su mirada con la de Harry. Su expresión era preocupada y asustada como el día que la vio salir de la Sala de los Requerimientos pero no se acercó a ella. Michael rodeó a Mahe por la cintura y se fueron escaleras arriba.
- Míralos, que tortolitos -dijo Hermione en tono burlón. Ron rió pero Harry se quedó muy serio mirando como subían juntos las escaleras.
¿Alguien se acordaba de que Snape le había dicho a Mahe que estaba castigada, antes de salir de la clase de pociones donde se pelearon? jejeje. Hasta mañana.
