Capítulo 11: Castigar a los malos
Él era muy fuerte, ahora más que antes, cualquiera habría sucumbido, pero ella no, ella contaba con una fuerza mayor que cualquier poder otorgado por dioses o demonios, era la fuerza de su corazón, que mientras la besaba no para de fortalecerse pensando en todo aquello, en que sus sentimientos por Sonic eran mucho más poderosos que todo aquello, pasase el tiempo que pasase, aunque el viento se extinguiese, ella seguiría amándole por encima de todo. Fue un empujón salido desde lo más profundo de su corazón, apartando a Matt de ella, incluso él estaba sorprendido, pensó que si la obligaba un poco al principio tendría que dejarse hacer, podría convencerla de que juntos seguirían adelante a pesar de todo, pero aquel "NO" retumbó demasiado en él, le estaba rechazando. El erizo amarillento se quedó un momento en silencio en el suelo, se puso serio, la miró y dijo:
-En ese caso... tendré que matarte...
Amy se asustó, creó un martillo y le golpeó en la cabeza, él no supo esquivar los primeros golpes, pero luego la detuvo con la voz un poco diferente, como la de un niño que había hecho una travesura.
-¡Ay, para ya, era broma!
Se detuvo en seco, no tenía ninguna gracia, y dudó un poco antes de guardar el martillo.
-Eres tonto...- Le dijo Amy sentándose de golpe en el suelo cruzando los brazos.
-Jeje, que cara se te ha quedado... ya lo ves... como todo el mundo, si le buscas las cosquillas, hasta la más santa de las personas saca sus instintos más salvajes.
-Esto no eran instintos salvajes, era defensa propia, supervivencia.
-Instintos salvajes al fin y al cabo.
Y otro momento de silencio así, sentados en el suelo, Matt de cualquier manera, ella más recogida, intentando olvidar aquel nuevo beso, sí quería ser besada, pero por Sonic, no por aquel que había hecho tanto daño. ¿Por qué hacía todo aquello? ¿Por qué hacer sufrir tanto y ahora querer volverse bueno? Debía estar loco, al psiquiatra lo mandaba de cabeza, nada de prisiones estatales, a un hospital psiquiátrico.
-¿Por qué le quieres?- Preguntó Matt con otra expresión, una que Amy no había visto nunca en él. -¿es porque es un héroe?
-Ja...- Medio rió Amy. -Es un héroe y le admiro por ello... pero no es sólo eso, es su corazón, esa fuerza que me da para seguir adelante siempre sin rendirme nunca...
-Es un héroe.- Cortó Matt. -Un jodido héroe, un famoso venido a más, lo mismo te enamoraste de él como si fuese un cantante, o mejor un actor, actúa día a día por sus fans, sólo ayuda si hay gente delante para que le vean.
-Sonikku no actúa.- Se defendió ella.
-Ya, claro... una vez me dijiste que realmente no le conocías, sólo sabes de él que es de Green Hill, pero ¿es realmente de ahí? ¿por qué nadie tiene datos de su pasado?
-Porque no le gusta la prensa rosa... pero eso no tiene nada que ver ¿quién manda en los sentimientos? ¿quién decidió que cuando se me acerca me tenga que latir el corazón de esta manera? simplemente ocurrió, es un sentimiento demasiado hermoso como para buscarle explicación, y de todas formas ¿acaso te conozco a ti? confiaba en ti y fuiste tú el que traicionó nuestra amistad.- Amy hizo una pausa volviendo su mente al pasado. -No me respondiste... ¿por qué?
-Ahora lo sabes, porque me gustas, no quería que estuvieses con ese odioso héroe.
-¡Pero no es sólo eso!- Le gritó Amy. -¿por qué odias a Sonikku? ¿porque yo le quiero?
-Ese es sólo un motivo, es un héroe, le odio, odio a todos los héroes que fingen ser los geniales salvadores a cambio de estancias gratuitas en hoteles o banquetes a costa de los impuestos que nosotros pagamos. Sólo son famosos, ya te lo he dicho.
-Sonikku no es así, bueno, un poquito. ¿Qué tienes en contra de los héroes de verdad? estás confundiendo términos... yo... siempre he pensado que por muchos malos que haya en el mundo, en el fondo todos son buenos con malas experiencias. ¿Qué te pasó a ti?
Matt giró la cara, había dado justo en el centro de la diana, una flecha que le dejaba un sabor amargo en la boca, todo aquello lo había dejado atrás, lo había olvidado, pero Amy seguía insistente, quería saberlo, cómo había llegado a esa situación, quería encontrar de nuevo al Matt que ella pensaba había sido el original hacía mucho tiempo. Se acercó un poco a él.
-Dímelo, cuéntame qué paso antes del odio, antes del crimen...- Le puso una mano en el hombro, no podía evitar ser compasiva con él, al fin y al cabo le alagaba el que se hubiese enamorado de ella.
-Antes del crimen...- Repitió Matt haciendo memoria. -Antes... no les odiaba.
Llegó el momento, Amy se volvió a sentar en frente de él, muy atenta, si quería que todo saliese bien tenía que solucionar aquello, si lo hubiese hecho antes quizás se habrían ahorrado mucho sufrimiento, se echó la culpa de nuevo, fue muy egoísta, ir con Matt y su grupo a desahogarse por Sonic, sin preocuparse realmente en que sabía que Matt perdió a sus padres de forma violenta y sabiendo que él le dijo que eso aún le hacía daño. "Qué egoísta fui... debí haberme dado cuenta antes"
-¿Quieres convertirte en uno de mis generales?- Le preguntó Matt súbitamente.
Sólo sus generales conocían la historia que iba a contarle a Amy, eso fue lo que le dio a entender a Amy. Ella esperaba que se la contase y aliviar aquello que le oprimía, así que asintió, pero a la par dijo que no esperase que luchase por él ni nada por el estilo.
-No temas, tan sólo quiero que te quedes conmigo...
Y empezó a contárselo, aquella sombra que le seguía desde que tenía 12 años, desde que murieron sus padres. Nunca fue un ejemplo de bondad, se consideraba a sí mismo el pobre niño rico, así que decidió hacer lo que quería en contra de todo lo que ordenaban los mayores, su padre era presidente de una empresa y debía mantener la compostura, pero él no estaba de acuerdo. Su infancia la pasó gamberreando con los que él consideró eran sus amigos, aunque le dejasen ir con ellos sólo por la subvención que proporcionaba a la banda.
-Tú no te acordarás porque eras muy pequeña cuando ocurrió, pero en aquellos tiempos aquel incidente tuvo bastante repercusión...
En todos los periódicos apareció la noticia de la muerte del presidente de la empresa junto a su familia en un incendio en su mansión de madrugada.
-"El presidente de Bigstar fallece en un incendio, según cree la policía provocado."
-Pero tú te salvaste,- Le cortó Amy. -¿por qué no dijiste nada?
-Obvio, yo provoqué el incendio.
Amy se echó un poco hacia atrás, entendía por qué no existía nada referente a su nombre actual, sí que recordaba vagamente algo sobre una empresa llamada Bigstar, aunque ahora el presidente era otro, no el propio Bigstar. De todas formas le asustó la forma en la que contaba los hechos, sin expresión alguna, al menos en principio, durante ese descanso en silencio fue cambiando gradualmente hasta que su faz reflejó cierto desprecio.
-Aquel día,- Continuó. -había llegado un "héroe" a la ciudad, yo ni le conocía, pero al parecer hacía años había salvado al mundo o algo así, la cuestión es que vino a mi casa para hablar con mi padre. Ese mismo día mi padre y yo volvimos a discutir.
Matt tomó aire, una vez más había salido de su casa dando un portazo, un crío insensato de 12 años desbocado dispuesto a vengarse con alguna trastada, en esta ocasión algo que había visto en la televisión, aprovechando que se encontraba el héroe en la ciudad. Fabricó un cóctel molotov ayudado por sus compañeros y se dirigió a su casa de madrugada él solo, lanzó aquel explosivo y mientras comenzaba a arder corrió a buscar al héroe. Ahí las cosas se torcieron, las palabras del héroe exactas fueron "lo has provocado tú, apañatelas tú, déjame dormir que mañana tengo que rodar un anuncio" y luego fue demasiado tarde.
-¡Ese no era un héroe ni era nada!- Se quejó Amy. -Hay farsantes, pero también hay héroes de verdad...
-A él le consideraban "héroe de verdad" pero ya no caeré más, ahora hago las cosas por mí mismo, y si he de matar uno a uno a estos farsantes lo haré y disfrutaré con ello.
Amy no sabía cómo hacérselo entender, estaba equivocado, Sonic no era así, había salvado mucha gente en las sombras, sin reconocimiento, simplemente lo hizo, pero Matt estaba completamente convencido de aquello.
-Joder...- Exclamó Matt. -Mi padre puede que se lo mereciese, vi a mi madre llorar muchas veces por una amante que había tenido él, pero mi madre... mi hermana pequeña... ellas no lo merecían- Comenzó a hablar más de lo que había hecho con sus generales. -Aquel falso héroe debió hacerlo al menos por ellas.
-Pero todo eso no justifica lo que has hecho desde entonces, tomaste un mal camino.
-El único camino que tenía delante.- Le corrigió él. -Una vez te has ensuciado dejas de ser bueno, el resto viene solo, pasas de robar en tiendas a golpear a la gente, de ahí a matar sólo hay un paso, incluso llegas a acostumbrarte, lo más irónico es que hasta que le rompí la pierna a Sonic no me habían pillado. Así de bien está la justicia, yo que soy el malo, yo que merezco un castigo, no son capaces de dármelo, y sin embargo está yendo a la cárcel gente inocente que no tiene dinero para pagarse un buen abogado.
-Eso es ley, no justicia, ¿y que es eso de "soy el malo y merezco un castigo"? ¿de verdad piensas que has hecho mal? si piensas eso es que no eres tan malo.- Nuevamente se acercó a él, le acarició la mejilla. -¿Acaso has hecho todo esto para que te castiguen? ¿para aliviarte de lo que pasó aquella noche?
-Les odio.- Matt cerró los ojos.
Caminaba algo cabizbajo, realmente no se había parado a pensar en ello, ya había visto lo que eran capaces de hacer, casi matan a Tails, intentaba no pensar en lo que le podía pasar a Amy si Claws decidía tomarla como rival en amores.
-Pero ella me quiere a mí...- Pensó en voz alta Sonic.
-¡Eh, hola Sonic!- Le llamó la atención una eriza amarilla de pelo castaño.
-¡The Eva! ¿Qué haces aquí?- Sonic se asombró.
-Pues según me ha dicho Knuckles... "correr el mismo peligro que vosotros con la panda de frikis que se ha reunido aqu" aunque creo que exagera un poco, Arigata lo que quería que les diese clases de dibujo o algo así.
-Jaja, es que dibujas genial.- Sonic hizo el gesto con la mano de ok.
-¿Sí, de verdad? pues me anima mucho que me digan esas cosas...- Le miró un momento. -Hablando de animados... tú no lo pareces mucho.
-Vaya... ¿tanto me has dibujado que te conoces de memoria todas mis expresiones?- Sonic hizo una pausa. -Supongo que ya lo sabes a estas alturas, ¿no?
-Tete-chin me dijo algo de que Amy corría un gran peligro o algo así.
Sonic se apoyó con la espalda en la pared.
-Si le pasa algo... nunca me lo había planteado en serio.- Demasiada presión, demasiada angustia oprimiéndole el corazón en ese momento. -Tengo que protegerla.
-Sonic...- La expresión de la chica era triste.
Y aquella cara extrañó a Sonic un momento, él estaba triste, sí, pero tampoco era para que ella se pusiese con aquel gesto, o al menos no lo entendió hasta que ella al acercarse y pasar su mano por la cara del erizo azul recogió ¿lágrimas? ni se había dado cuenta, estaba llorando, nunca había llorado delante de nadie, apoyó una mano sobre una pierna y con la otra intentó deshacerse de aquellas debilidades, extrañamente sin éxito, por cada una de la que se liberaba otras ocupaban su lugar.
-Perdona Eva, estoy en "esos días"- Se burló Sonic de una de las frases que usaba Tete-chin.
-Jaja, tonto, venga, ahora recomponte y trae a Amy, que Arigata dice que no se quiere quedar sin trabajo en el club de fans de Amy.
Sonic rió un momento, se puso derecho, sacudió la cabeza librándose al fin de las saladas lágrimas, dando un par de palmadas en su cara y relajandose, "mente despejada" pensó. Salió corriendo haciendo un gesto heróico a modo de despedida pensando "estas lágrimas son mi castigo".
continuará...
Él era muy fuerte, ahora más que antes, cualquiera habría sucumbido, pero ella no, ella contaba con una fuerza mayor que cualquier poder otorgado por dioses o demonios, era la fuerza de su corazón, que mientras la besaba no para de fortalecerse pensando en todo aquello, en que sus sentimientos por Sonic eran mucho más poderosos que todo aquello, pasase el tiempo que pasase, aunque el viento se extinguiese, ella seguiría amándole por encima de todo. Fue un empujón salido desde lo más profundo de su corazón, apartando a Matt de ella, incluso él estaba sorprendido, pensó que si la obligaba un poco al principio tendría que dejarse hacer, podría convencerla de que juntos seguirían adelante a pesar de todo, pero aquel "NO" retumbó demasiado en él, le estaba rechazando. El erizo amarillento se quedó un momento en silencio en el suelo, se puso serio, la miró y dijo:
-En ese caso... tendré que matarte...
Amy se asustó, creó un martillo y le golpeó en la cabeza, él no supo esquivar los primeros golpes, pero luego la detuvo con la voz un poco diferente, como la de un niño que había hecho una travesura.
-¡Ay, para ya, era broma!
Se detuvo en seco, no tenía ninguna gracia, y dudó un poco antes de guardar el martillo.
-Eres tonto...- Le dijo Amy sentándose de golpe en el suelo cruzando los brazos.
-Jeje, que cara se te ha quedado... ya lo ves... como todo el mundo, si le buscas las cosquillas, hasta la más santa de las personas saca sus instintos más salvajes.
-Esto no eran instintos salvajes, era defensa propia, supervivencia.
-Instintos salvajes al fin y al cabo.
Y otro momento de silencio así, sentados en el suelo, Matt de cualquier manera, ella más recogida, intentando olvidar aquel nuevo beso, sí quería ser besada, pero por Sonic, no por aquel que había hecho tanto daño. ¿Por qué hacía todo aquello? ¿Por qué hacer sufrir tanto y ahora querer volverse bueno? Debía estar loco, al psiquiatra lo mandaba de cabeza, nada de prisiones estatales, a un hospital psiquiátrico.
-¿Por qué le quieres?- Preguntó Matt con otra expresión, una que Amy no había visto nunca en él. -¿es porque es un héroe?
-Ja...- Medio rió Amy. -Es un héroe y le admiro por ello... pero no es sólo eso, es su corazón, esa fuerza que me da para seguir adelante siempre sin rendirme nunca...
-Es un héroe.- Cortó Matt. -Un jodido héroe, un famoso venido a más, lo mismo te enamoraste de él como si fuese un cantante, o mejor un actor, actúa día a día por sus fans, sólo ayuda si hay gente delante para que le vean.
-Sonikku no actúa.- Se defendió ella.
-Ya, claro... una vez me dijiste que realmente no le conocías, sólo sabes de él que es de Green Hill, pero ¿es realmente de ahí? ¿por qué nadie tiene datos de su pasado?
-Porque no le gusta la prensa rosa... pero eso no tiene nada que ver ¿quién manda en los sentimientos? ¿quién decidió que cuando se me acerca me tenga que latir el corazón de esta manera? simplemente ocurrió, es un sentimiento demasiado hermoso como para buscarle explicación, y de todas formas ¿acaso te conozco a ti? confiaba en ti y fuiste tú el que traicionó nuestra amistad.- Amy hizo una pausa volviendo su mente al pasado. -No me respondiste... ¿por qué?
-Ahora lo sabes, porque me gustas, no quería que estuvieses con ese odioso héroe.
-¡Pero no es sólo eso!- Le gritó Amy. -¿por qué odias a Sonikku? ¿porque yo le quiero?
-Ese es sólo un motivo, es un héroe, le odio, odio a todos los héroes que fingen ser los geniales salvadores a cambio de estancias gratuitas en hoteles o banquetes a costa de los impuestos que nosotros pagamos. Sólo son famosos, ya te lo he dicho.
-Sonikku no es así, bueno, un poquito. ¿Qué tienes en contra de los héroes de verdad? estás confundiendo términos... yo... siempre he pensado que por muchos malos que haya en el mundo, en el fondo todos son buenos con malas experiencias. ¿Qué te pasó a ti?
Matt giró la cara, había dado justo en el centro de la diana, una flecha que le dejaba un sabor amargo en la boca, todo aquello lo había dejado atrás, lo había olvidado, pero Amy seguía insistente, quería saberlo, cómo había llegado a esa situación, quería encontrar de nuevo al Matt que ella pensaba había sido el original hacía mucho tiempo. Se acercó un poco a él.
-Dímelo, cuéntame qué paso antes del odio, antes del crimen...- Le puso una mano en el hombro, no podía evitar ser compasiva con él, al fin y al cabo le alagaba el que se hubiese enamorado de ella.
-Antes del crimen...- Repitió Matt haciendo memoria. -Antes... no les odiaba.
Llegó el momento, Amy se volvió a sentar en frente de él, muy atenta, si quería que todo saliese bien tenía que solucionar aquello, si lo hubiese hecho antes quizás se habrían ahorrado mucho sufrimiento, se echó la culpa de nuevo, fue muy egoísta, ir con Matt y su grupo a desahogarse por Sonic, sin preocuparse realmente en que sabía que Matt perdió a sus padres de forma violenta y sabiendo que él le dijo que eso aún le hacía daño. "Qué egoísta fui... debí haberme dado cuenta antes"
-¿Quieres convertirte en uno de mis generales?- Le preguntó Matt súbitamente.
Sólo sus generales conocían la historia que iba a contarle a Amy, eso fue lo que le dio a entender a Amy. Ella esperaba que se la contase y aliviar aquello que le oprimía, así que asintió, pero a la par dijo que no esperase que luchase por él ni nada por el estilo.
-No temas, tan sólo quiero que te quedes conmigo...
Y empezó a contárselo, aquella sombra que le seguía desde que tenía 12 años, desde que murieron sus padres. Nunca fue un ejemplo de bondad, se consideraba a sí mismo el pobre niño rico, así que decidió hacer lo que quería en contra de todo lo que ordenaban los mayores, su padre era presidente de una empresa y debía mantener la compostura, pero él no estaba de acuerdo. Su infancia la pasó gamberreando con los que él consideró eran sus amigos, aunque le dejasen ir con ellos sólo por la subvención que proporcionaba a la banda.
-Tú no te acordarás porque eras muy pequeña cuando ocurrió, pero en aquellos tiempos aquel incidente tuvo bastante repercusión...
En todos los periódicos apareció la noticia de la muerte del presidente de la empresa junto a su familia en un incendio en su mansión de madrugada.
-"El presidente de Bigstar fallece en un incendio, según cree la policía provocado."
-Pero tú te salvaste,- Le cortó Amy. -¿por qué no dijiste nada?
-Obvio, yo provoqué el incendio.
Amy se echó un poco hacia atrás, entendía por qué no existía nada referente a su nombre actual, sí que recordaba vagamente algo sobre una empresa llamada Bigstar, aunque ahora el presidente era otro, no el propio Bigstar. De todas formas le asustó la forma en la que contaba los hechos, sin expresión alguna, al menos en principio, durante ese descanso en silencio fue cambiando gradualmente hasta que su faz reflejó cierto desprecio.
-Aquel día,- Continuó. -había llegado un "héroe" a la ciudad, yo ni le conocía, pero al parecer hacía años había salvado al mundo o algo así, la cuestión es que vino a mi casa para hablar con mi padre. Ese mismo día mi padre y yo volvimos a discutir.
Matt tomó aire, una vez más había salido de su casa dando un portazo, un crío insensato de 12 años desbocado dispuesto a vengarse con alguna trastada, en esta ocasión algo que había visto en la televisión, aprovechando que se encontraba el héroe en la ciudad. Fabricó un cóctel molotov ayudado por sus compañeros y se dirigió a su casa de madrugada él solo, lanzó aquel explosivo y mientras comenzaba a arder corrió a buscar al héroe. Ahí las cosas se torcieron, las palabras del héroe exactas fueron "lo has provocado tú, apañatelas tú, déjame dormir que mañana tengo que rodar un anuncio" y luego fue demasiado tarde.
-¡Ese no era un héroe ni era nada!- Se quejó Amy. -Hay farsantes, pero también hay héroes de verdad...
-A él le consideraban "héroe de verdad" pero ya no caeré más, ahora hago las cosas por mí mismo, y si he de matar uno a uno a estos farsantes lo haré y disfrutaré con ello.
Amy no sabía cómo hacérselo entender, estaba equivocado, Sonic no era así, había salvado mucha gente en las sombras, sin reconocimiento, simplemente lo hizo, pero Matt estaba completamente convencido de aquello.
-Joder...- Exclamó Matt. -Mi padre puede que se lo mereciese, vi a mi madre llorar muchas veces por una amante que había tenido él, pero mi madre... mi hermana pequeña... ellas no lo merecían- Comenzó a hablar más de lo que había hecho con sus generales. -Aquel falso héroe debió hacerlo al menos por ellas.
-Pero todo eso no justifica lo que has hecho desde entonces, tomaste un mal camino.
-El único camino que tenía delante.- Le corrigió él. -Una vez te has ensuciado dejas de ser bueno, el resto viene solo, pasas de robar en tiendas a golpear a la gente, de ahí a matar sólo hay un paso, incluso llegas a acostumbrarte, lo más irónico es que hasta que le rompí la pierna a Sonic no me habían pillado. Así de bien está la justicia, yo que soy el malo, yo que merezco un castigo, no son capaces de dármelo, y sin embargo está yendo a la cárcel gente inocente que no tiene dinero para pagarse un buen abogado.
-Eso es ley, no justicia, ¿y que es eso de "soy el malo y merezco un castigo"? ¿de verdad piensas que has hecho mal? si piensas eso es que no eres tan malo.- Nuevamente se acercó a él, le acarició la mejilla. -¿Acaso has hecho todo esto para que te castiguen? ¿para aliviarte de lo que pasó aquella noche?
-Les odio.- Matt cerró los ojos.
Caminaba algo cabizbajo, realmente no se había parado a pensar en ello, ya había visto lo que eran capaces de hacer, casi matan a Tails, intentaba no pensar en lo que le podía pasar a Amy si Claws decidía tomarla como rival en amores.
-Pero ella me quiere a mí...- Pensó en voz alta Sonic.
-¡Eh, hola Sonic!- Le llamó la atención una eriza amarilla de pelo castaño.
-¡The Eva! ¿Qué haces aquí?- Sonic se asombró.
-Pues según me ha dicho Knuckles... "correr el mismo peligro que vosotros con la panda de frikis que se ha reunido aqu" aunque creo que exagera un poco, Arigata lo que quería que les diese clases de dibujo o algo así.
-Jaja, es que dibujas genial.- Sonic hizo el gesto con la mano de ok.
-¿Sí, de verdad? pues me anima mucho que me digan esas cosas...- Le miró un momento. -Hablando de animados... tú no lo pareces mucho.
-Vaya... ¿tanto me has dibujado que te conoces de memoria todas mis expresiones?- Sonic hizo una pausa. -Supongo que ya lo sabes a estas alturas, ¿no?
-Tete-chin me dijo algo de que Amy corría un gran peligro o algo así.
Sonic se apoyó con la espalda en la pared.
-Si le pasa algo... nunca me lo había planteado en serio.- Demasiada presión, demasiada angustia oprimiéndole el corazón en ese momento. -Tengo que protegerla.
-Sonic...- La expresión de la chica era triste.
Y aquella cara extrañó a Sonic un momento, él estaba triste, sí, pero tampoco era para que ella se pusiese con aquel gesto, o al menos no lo entendió hasta que ella al acercarse y pasar su mano por la cara del erizo azul recogió ¿lágrimas? ni se había dado cuenta, estaba llorando, nunca había llorado delante de nadie, apoyó una mano sobre una pierna y con la otra intentó deshacerse de aquellas debilidades, extrañamente sin éxito, por cada una de la que se liberaba otras ocupaban su lugar.
-Perdona Eva, estoy en "esos días"- Se burló Sonic de una de las frases que usaba Tete-chin.
-Jaja, tonto, venga, ahora recomponte y trae a Amy, que Arigata dice que no se quiere quedar sin trabajo en el club de fans de Amy.
Sonic rió un momento, se puso derecho, sacudió la cabeza librándose al fin de las saladas lágrimas, dando un par de palmadas en su cara y relajandose, "mente despejada" pensó. Salió corriendo haciendo un gesto heróico a modo de despedida pensando "estas lágrimas son mi castigo".
continuará...
