Capítulo 17: Intromisión en la batalla

No le importó mucho que no pudiese usar las esmeraldas del caos, no entendía por qué no funcionaban pero en ese momento su cerebro se había bloqueado, su visión se concentraba en Matt, como si no existiese nada más. Sonic cerró los ojos un momento, los sentía arder, le dolían, es más, ahora sentía que le dolía todo, todas las heridas que le había hecho Matt, la pierna que una vez le rompió, todos los golpes que se había dado en todas sus batallas, con un escalofrío que nunca había sentido recorrerle de arriba a abajo, quizá porque hasta ahora nunca había odiado tanto a alguien, tan profundo y a la vez saliendo tanto de él, no era capaz de retenerlo dentro, toda la energía que se había ido con el intento fallido de convertirse en Super ahora volvía a él, y después de todo eso se relajó, extrañamente dejó de sentir la tensión por un momento, se puso en pie y miró a Matt muy serio.
-¿Querías verme cabreado?- Sonic apretó los puños, su gesto cambió. -¡Pues ahora me verás, pedazo de cabrón, acabaré contigo aunque sea lo último que haga!
¿Quién o qué era ese erizo que tenía ahora delante? Matt lo sabía, que Sonic se enfadaría si le decía aquello y pensó que sin el poder de las esmeraldas perdería mucho como guerrero. Así era, su velocidad no era ahora tan importante y sus golpes no eran tan acertados ni tan fuertes, pero seguía siendo un adversario peligroso. Sabía que estaba a un paso del abismo, sólo debía forzarle un poco más, y Sonic, como si no tuviese la cabeza en su sitio, le estaba siguiendo el juego. El erizo azul no recordaba si alguna vez se había emborrachado de verdad, pero debía ser algo parecido a como estaba ahora, con las acciones lentas, con las sensaciones que no le llegaban a tiempo para reaccionar a sus adormecidos sentidos, había ensordecido y su visión temblaba a ratos, por mucho que Matt le hablase de vez en cuando, él ya no le oía, volvía a atacar sin dejarle terminar, y una nueva patada le golpeaba el costado, un puñetazo le hacía perder el equilibrio, pero una voltereta y de nuevo salía disparado hacia su presa acertando algunos golpes. Hubo un momento que incluso perdió la conciencia, fue nada, dos segundos, aunque fue suficiente para que por la mente de Sonic pasase algo.

Tumbado boca abajo en el sof�, Sonic estaba vencido en el cuartel general de los frikis, con Tete-chin sentada sobre su espalda, jugando a la videoconsola con Arigata, que estaba sentada más al otro lado del sof�, detrás de ellos apareció Noa.
-¡Hola, mami-chin!- Saludó alegremente.
-¡Hola! ey, mola ese pelo.- Señaló el cabello rojo teñido de la loba.
-�¿A que sí!- Sonrió la loba.
-¿Que ahora te disfrazas de Knuckles?- Sonó floja la voz desde debajo de Tete-chin.
Noa se asomó y le vio intentar sacar la cabeza.
-¿Qué haces ahí?- Preguntó Noa.
-Tete-chin lo está sodomizando.- Dijo graciosamente Arigata.
-¡Hala!- Rió Tete-chin.
-Sois un par de pervertidas...- Las miró de reojo Noa.
-No les hagas caso...- Dijo Sonic intentando moverse. -¿Quieres hacer el favor de salir de encima mía? tengo un dolor de espalda que pa qué contarte.
-Luego te doy un masaje si quieres...- Bromeó Tete-chin.
-Con que salgas de encima mía me quedo contento...- Y dijo por lo bajo. -Nunca hagas apuestas con Tete-chin.
Tete-chin se levantó y dejó a Sonic sentarse entre ella y Arigata, la cual estaba admirando la versión poligonal de Shadow en el juego. Siguieron jugando un poco más a la videoconsola, aunque Sonic tenía el día gracioso y le dio por toquetear el mando de Tete-chin mientras jugaba.
-¡Ayyy¡estate quieto! eres malo.- Se quejó Tete-chin. -¡Noaaa, haz algo!
La loba, aún apoyada en el respaldo del sofá con los brazos por detrás de ellos, le dio un capón a Sonic.
-No molestes a mi mami-chin.- Dijo Noa.
-Ohhh, a mi sistercilla no le gusta perder.- Medio rió Arigata.
-Y al erizo le gusta que le pequen porque no ha dicho nada.- Rió Noa.
-Amy pega más fuerte que tú, imitación de Knuckles.- Se burló Sonic de Noa.
-No te metas con su versión "Super"- Dijo Tete-chin.
-¿Versión "Super"?- Preguntó extrañada Arigata.
-¡Soy Super Noa!- Declaró con fuerza la loba.
-Tiene el pelo rojo¿no?- Razonó Tete-chin. -Como Knuckles.
-Pero mi roji se le ponían las púas rosas en los juegos viejos.- Explicó Noa.
-Bueno, rojo, rosa¿qué más da? yo también me pondré de Super, me teñiré el pelo de rubio otra vez.- Rió Tete-chin.
-Yo ya estoy en "Super" yo soy rubia natural.- Añadió Arigata.
-Vaya trío de frikis...- Rió también Sonic.

"¿Por qué demonios tengo que recordar eso ahora?" Pensó Sonic al ponerse de pie. Miró a Matt una vez más, quería centrarse en su objetivo, aquello no tenía nada que ver con lo que estaba pasando, tan sólo le perturbó un poco lo de transformarse en Super, la batalla habría acabado hace rato si se hubiese transformado, pero aún le quedaban fuerzas para continuar, así que se lanzó a por él de nuevo.
-¡Parad!- Gritó alguien.
Aunque Amy bajó de la moto y les gritó mientras corría como podía hacia ellos, ellos no le hicieron caso, estaban tan enfrascados en lo que hacían que ni se habían dando cuenta de su presencia, hasta que Amy sacó uno de sus martillos de la nada y golpeó con su brazo bueno justo en medio entre ellos haciéndoles parar.
-Cuando yo digo "parad" quiero decir más quietos que estatuas de piedra.- Logró captar su atención.
-¡Hola, Amy!- Saludó animado Matt. -Me alegro de que estés bien.
-¡Hola, Matt!- Saludó animada Amy también, le dio un par de vueltas a su martillo con una mano y le dio un par de martillazos a Matt. -¿Cómo quieres que esté? me caigo del helicóptero y ni organizas una misión de rescate.
-¡Ayyy! que sí lo hice... Mimi estuvo mirando por los alrededores pero no te encontró.
Sonic alucinaba, la cara de Matt había cambiado completamente, pero no le importó, él miraba a Amy, por un momento pensó que se había equivocado, que todo lo que había pasado hasta ahora no había pasado nunca, ya no lograba diferenciar entre los sueños, los recuerdos y el presente, pero ahí estaba Amy, ni se fijó en las vendas que llevaba, simplemente estaba ahí riñendo a Matt por algo que Sonic ni escuchó, lo único que hizo fue acercarse a ella, ignorando la conversación entre Matt y Amy, y cuando Amy se giró hacia él la abrazó por sorpresa, estrechándola fuerte contra él, sintiendo un gran alivio cuando vio que no era un sueño que al abrazarse se desvanecía, la abrazó demasiado fuerte para el estado en el que estaba Amy en ese momento, que la pilló por sorpresa y al sentir que le apretaba el brazo gritó. Sonic dio un salto asustado por el grito y la soltó, vio que se agarraba el brazo y le preguntó qué le había pasado.
-Ay, Sonikku, tú nunca escuchas... me caí del helicóptero...- Aclaró Amy intentando ocultar una lagrimita de dolor.
-¿Que te qué?- Se extrañó Sonic. -¡él te tiró!- Señaló a Matt.
-No, Matt ni siquera estaba presente...- Amy miró a Matt. -¿Ya has estado haciendo de las tuyas? si quieres hacerte bueno tienes que dejar de engañar a la gente.- Siguió sermoneándole.
-Ah... no es tan fácil...- Se quejó Matt. -Además, tenías que haberle visto cuando se lo dije...- Matt se acercó un poco a ella.
Sonic se interpuso entre ellos y le dio un empujón a Matt diciéndole que no se acercase a ella. Amy intentó tranquilizarle, quería explicarle lo que habían hablado, de verdad deseaba acabar aquello de forma pacífica, que se había acabado la guerra, las batallas y el sufrimiento, ya sabía que Matt había hecho muchas cosas malas, pero ya encontrarían la forma de hacerle pagar sin necesidad de destruirle, ni a él ni a Sonic.
-¿Estás bien?- Se giró un poco Sonic hacia Amy sin hacerle caso, pero sin perder de vista a Matt.
-Eh... sí, dentro de lo que cabe, es gracias a un friki que he conocido, a todo esto ¿dónde anda?
Amy se giró, veía la moto aparcada pero Takeshi no estaba.
-¿Takeshi?- Llamó Amy al ver sobresalir de detrás de un árbol la funda de su espada. -¿Se puede saber qué haces? ven a conocer en persona a Sonikku, eres mi testigo principal.
-Ay...- Se oyó su voz. -Es que ahora me da vergüenza.
Sonic no dio de culo al suelo porque aún estaba en guardia entre Matt y Amy, pero notó una gota de ridículo resbalarle por la sien murmurando "frikis"
-Deja de hacer el tonto y sal.- Ordenó Amy.
-¿Testigo de qué?- Movió la cabeza extrañado Matt.
-Del motivo principal por el que os he separado.- Aclaró Amy, tomó aire y lo dijo. -Por la historia de tus padres que me contaste y lo que he averiguado de Sonikku... creo que sois hermanos.
Pero no terminó de decirlo, el suelo tembló y se oyó una explosión en la cueva.

La verdad era que el brazo le dolía bastante, el corte que le había hecho Claws era profundo y no había dejado de sangrar. Se detuvo un momento a cojer aire.
-Nos alejamos del lugar donde empezamos a pelear...- Pensó en voz alta el equidna, lo dijo de una forma serena, seria, solemne.
-Será idiota...- Murmuró Rouge oculta con Shadow en un árbol. -Se ha perdido... y no es capaz de reconocerlo ni a sí mismo.
-¿Por qué no bajas y le echas una mano?- Sugirió Shadow.
-Primero que suelte a la tía esa que lleva en brazos.- Puso morros Rouge.
-¿Vas a dejar que se desangre por celos?- Le picó el erizo negro.
-¡Yo no estoy celosa!- Le gritó Rouge.
Knuckles se giró al oír ruido, miró hacia el árbol pero no vio nada, el sol le daba y el brillo para él era cegador, así que siguió andando en la dirección que creía era correcta, y cuando vio unas manchas de sangre en el suelo se acercó para darse cuenta de que era suya y que había estado dando vueltas en círculos.
-¡Ahhh ya estoy cansado!- Admitió Knuckles. -¡Y la novia de Freddy Crugger que no hace más que sobar y pesa casi tanto como Rouge!
En ese momento Shadow agarró a Rouge para que no le saltase encima. Knuckles dejó a Claws en el suelo y le cogió el sombrero que había recogido tras la batalla, se lo puso.
-Pues ahora me quedo con tu sombrero.
-Será crío...- Murmuró Rouge.
Pero el temblor del suelo y el ruido de una explosión hizo que Claws se despertase. Ambos quedaron en silencio un momento, cada uno pensó lo suyo, en Sonic y en Matt, se miraron sin decirse nada, al menos Knuckles ya sabía qué dirección tomar.
-Sube.- Le dijo a Claws sabiendo que ella aún no tenía fuerzas para ir hasta allí.
Claws dudó un momento, no lo entendía, quería ayudarla después de todo lo que había pasado, se sintió menguar más aún, pero aceptó la espalda de Knuckles como transporte aferrada a ella como una niña pequeña a caballito de su padre.
-Qué tonta... yo que pensé que era especial...- Pensó en voz alta Rouge.
-Qué cruz...- Dijo Shadow.

continuará...