Hola, soy Mahe. Para que no nos acuséis de que el capítulo ha sido tan cortito como el estornudo de nuestro gato (que gracia me hizo la comparación, jeje) hoy tenéis doble ración, oki? Por si acaso, llegáis a este capi creyendo que es el que os toca hoy, mirad el anterior "Capítulo 70: Wolfbarne", no os lo dejéis atrás que merece la pena, eh? Os aviso por si acaso no os dais cuenta ya que, aunque Nigriv está editando para avisar de que hoy subimos dos, no sé si ffnet hará el cambio rapidito. No voy a esperar que haya algún review porque tengo unas ganas de que leáis... ufff :D
CAPITULO 71: Y el día llegó...
(Por Mahe)
El día se presentaba tenso como los anteriores. Simplemente saber que Hogwarts se había cerrado después de que durante siglos mantuviesen sus puertas abiertas era algo que no se podía asimilar tan fácilmente. Pero el motivo de ese cierre, lo que mantenía en realidad la tensión entre todos los habitantes de Grimmauld Place era saber que la batalla se acercaba...
En la cocina, Virginia y Mahe tomaban té. Ninguna de las dos hablaba, cada una estaba sumida en sus pensamientos. El temor de lo venidero se reflejaba en el rostro de madre e hija y no había forma de evitarlo. "Está preocupada por él, me hace sentirlo, me lo está transmitiendo..." se estremeció la chica mientras miraba a su madre que mantenía la vista fija y perdida en un punto indeterminado de la mesa "Pero ¿qué garantías hay de que esté de nuestro lado?.¿simplemente porque nos avisó? puede ser una trampa..." Desvió su mirada y suspiró. Ella también estaba preocupada pero por Harry. Tantos presentimientos, tantas intuiciones, el silencio de él por no revelarle qué pasaba por su mente... era demasiado. Hermione también estaba en la casa y desde hacía días le hacía sentir más intranquila que nunca. "Es un aviso" pensaba convencida pero su miedo por Harry era tan enorme que a veces llegaba a pensar que su intuición se mostraba exagerada. Desde que comenzó a sentir la negatividad de Hermione, aunque había aumentado a extremos que le hacían sentir escalofríos con solo recordarlo, no había llegado a encontrar pruebas fehacientes de que estuviese relacionado con Voldemort pero no podía evitar vincularlo. "Tiene miedo por él, mucho miedo, puedo sentirlo en mi interior como si fuera el mío propio" pensó Guilmain al mirar a su hija ahora que la chica se había vuelto a perder en sus pensamientos "y comprendo cómo se siente".
En una sala de la casa, Sirius y Lupin también se mantenían en silencio. No había mucho que hablar cuando en las mentes de ambos hombres se encontraban los mismos temores. Sirius observaba a Lupin que estaba sentado en un sillón con los ojos cerrados. Su aspecto era débil, casi enfermizo y se entristeció "Ay, amigo, esa luna llena... ¿Cómo puedo ayudarte? Si pudiera conseguirte la poción de alguna forma... lo haría aunque fuese lo último que hiciese en mi vida. Pero verte así... me parte el alma, hermano"
Harry estaba en su habitación. Paseaba nervioso, ávido de noticias, necesitaba saber qué estaba pasando, necesitaba que alguien de la Orden que estuviese de guardia les informase si se había producido algún incidente, algo que les hiciera confirmar que en breve estarían luchando... que en breve se estaría batiendo en duelo con Lord Voldemort. Su pensamiento, sin embargo, no podía evitar acudir a los suyos: Sirius, Ron...Cerró los ojos y susurró su nombre "Mahe..." notando como sus latidos aumentaban al recordarla. Sabía que estaba abajo, en la cocina, pero la sentía tan cerca con solo pensar en ella que no pudo evitar sonreír durante unos segundos hasta que su sonrisa se volvió preocupación de nuevo. No había querido contarle de la profecía para no inquietarla pero aún habiéndoselo ocultado, sabía que se encontraba mal, estaba mal por él y no quería verla así. Con aquel pensamiento, el temor le fue invadiendo poco a poco nuevamente. Su destino era luchar pero por nada del mundo quería que ni ella ni nadie participasen en la batalla que estaba a punto de comenzar aunque sabía que en cuanto se encontrase ante Voldemort, no le iban a dejar solo y eso le ponía más nervioso. Si alguien tenía que morir era él pero ellos no, no lo resistiría.
Sumido en sus pensamientos, se asustó al escuchar la puerta de la habitación abrirse. Harry se giró extrañado por la forma en que se había presentado la inesperada visita: Hermione estaba allí. La chica, sin decir palabra, le miró fijamente durante unos segundos, entró y cerró la puerta tras ella de golpe.
- Hermione... ¿qué pasa?.-no contestó. Se limitó a seguir mirándole y avanzó un par de pasos hacia él. Pero su mirada era fría, más fría que nunca-.¿Hermione?
Y sin darle tiempo a reaccionar, la chica sacó su varita, le apuntó y gritó:
-.¡DEBILIS CORPUS!
Un rayo azul impactó en Harry que abrió mucho los ojos sorprendido y solo atinó a decir un "Pero... Herm...". Las piernas no le respondieron y cayó de bruces al suelo. Trató de levantarse pero se sentía débil, extraño, no podía. Hermione mantenía la varita con el rayo activado sobre el cuerpo del chico que intentó gritar para pedir ayuda pero de su garganta no salía apenas voz.
- Her... mione...
Ella seguía en silencio, actuando como una autómata y no parecía escuchar ni entender a su llamamiento. Harry sentía como perdía las fuerzas en todo su cuerpo pero intentó arrastrarse hasta la cama e incorporarse sujetándose a las sábanas: su varita estaba sobre ella. El rayo seguía recorriéndole inexorablemente, debilitándolo cada vez más incluso su respiración. Ni sus piernas, ni sus brazos, ni sus manos... apenas sentía estímulo en ninguna parte de su cuerpo. Lo único que sentía era el agobio en su interior y la desagradable sensación de verse atacado por su mejor amiga. No creía que pudiese aguantar mucho pero hizo un esfuerzo y agarrado a las sábanas para no caer de nuevo al suelo, levantó el brazo.
- Acc…
-.¡ACCIO!.-gritó la chica a la vez extendiendo su mano izquierda y atrayendo hacia ella la varita del chico- Esto no te va a hacer falta.
Y con una sonrisa malévola, tiró la varita al suelo ante la mirada de incredulidad y asombro de Harry.
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Mahe se había levantado de la mesa. estaba demasiado nerviosa como para estar sentada. Cogió su taza de té y se apoyó en la pared justo frente a su madre que seguía sentada. Tenía las manos frías, le hormigueaba todo el cuerpo y comenzó a sentir una inquietud que le recorrió de pies a cabeza y se asustó: solamente se encontraba así cuando iba a tener un mal presentimiento pero aquel aviso de que algo iba a llegar estaba siendo peor que nunca. De pronto, la taza cayó al suelo.
-.¡Mahe!.¿qué te pasa? .-se había quedado pálida y su respiración había cesado durante unos segundos. Sentía un escalofrío tan estremecedor que le costaba volver a respirar con normalidad. Se sujetó a la mesa, mareada y temblorosa. Virginia se levantó rápidamente y fue hacia ella- Mahe...
Intentó tomar aire y volvió a respirar aunque entrecortadamente. Nunca, nunca había tenido un presentimiento tan fuerte de que algo estaba pasando, algo malo, algo que no lograba entender. Pero en milésimas de segundo, comprendió lo que era: solo alguien podía hacerle sentir aquel peligro...
- Harry... -susurró.
Como pudo se acercó a la puerta, la abrió bruscamente y salió corriendo de la cocina todavía mareada por la impresión ante la mirada asustada de su madre.Guilmain corrió tras ella pero la chica ya había cruzado el recibidor y comenzaba a subir las escalones de dos en dos.
-.¡MAHE!.-gritó Guilmain-.¿qué pasa?
-.¡Busca a Hermione!.-gritó a su madre sin detenerse a mirarla-.¡BUSCALA!
-.¡Pero Mahe!.¡está con Ron!
-.¡BUSCALA!
Guilmain no entendía qué ocurría pero confiaba en su hija. Si su corazón le había pedido que fuera en busca de la chica, era porque sabía que podía estar haciendo algo extraño y simplemente haber percibido la energía alterada de Mahe mientras había tenido el presentimiento, no le hizo pensárselo más y corrió en busca de Hermione.
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Hermione se acercó a Harry, le miró atentamente y aunque ya había cesado en lanzarle el hechizo, su expresión era tan fría como cuando le estaba atacando. El chico no había podido sujetarse más y yacía en el suelo y aunque no sentía dolor, su cuerpo pesaba enormemente, como si no fuera suyo. Sus ideas eran confusas, su mente estaba tan débil como el resto de su ser. Incluso su respiración era más pausada al igual que los latidos de su corazón. La chica se arrodilló junto a él y echó un brazo por detrás de su cuello para incorporarle un poco.
- Nos vamos, Harry -dijo con una voz que no era propia de ella- Nos está esperando...
Harry se sentía totalmente desesperado. No tenía fuerzas, no tenía varita, no tenía forma de avisar a nadie... De pronto, ante sus ojos apareció algo que en un segundo le hizo comprender que era su única y última oportunidad: concentró hasta las más minúscula molécula que le quedaba despierta en su interior y... cerró la mano. Una luz grisácea brillante, los rodeó y desaparecieron mientras algo metálico caía al suelo.
Uff, pues ya tenéis esto encaminado, jeje!. ¿A dónde llevará Hermione a Harry¿Y que será esaúnica y última oportunidad que ha aparecido ante los ojos de Harry? mañana todos aquí que pasamos lista, eh? ; )
