Bueno, Mahe ya os habrá advertido de que teneís dos capítulos esta noche, el primero era corto pero unido a este teneís más para leer que otros días así que espero que disfruteis. A partir de aquí teneis que estar muy atentas y poner atención para ir uniendo los diferentes pasajes, hay muchos personajes que controlar y es deber vuestro saber quien lucha en cada caso. Si os despistais, lo siento... (que mala que soy). A leer que no hay rr.


CAPITULO 77: Conociendo al enemigo

(Por Nigriv)

Corría desesperado, mirando hacia todos lados, intentando descubrir algún rostro conocido a quien preguntar, cuando alguien lo atrapó firmemente de la camiseta y lo hizo parar haciendo que se sobresaltara.

-.¡Ron!. - Se volvió hacia la voz y vio a su antigua compañera de Casa que era quién lo retenía.
-.¡Alicia!. - Exclamó aliviado por encontrar a alguien conocido.-. ¿Es aquí dónde están los jóvenes?.- La chica asintió y Ron suspiró al saber que habían llegado.-. ¿Qué tenemos que hacer?. - Le preguntó con un tono de voz algo desesperado.
-Defenderos lo mejor que sepáis.
-. ¡Eso ya lo se!. - le gritó nervioso.-. ¿Algo más?
-Tu padre dijo que lucháramos agrupados o en parejas, nunca solos.- Él y Ginny asintieron, no pensaban separarse de todos modos.- Tened cuidado y suerte.- les dijo.

Ellos siguieron avanzando entre muchos de los que alguna vez fueron sus compañeros en Hogwarts, la mayoría Gryffindors pero también entre algunos de otras Casas, ambos con la esperanza de encontrar a alguno de sus hermanos. Pero antes de ver a ninguno, todo se aceleró.

A la orden de despliegue del enemigo, que resonó por todo el cementerio, los más jóvenes hicieron todo lo contrario y, rápidamente, se replegaron agrupándose aún más. Pillados de improviso, el retroceso de sus compañeros los separó y cada hermano fue empujado en dirección opuesta. A su alrededor parecía estar cerrándose un círculo de magos algo mayores. Tal vez los gemelos y Percy estuvieran ahí.

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Tras la orden de dispersión de Voldemort, Dumbledore se apareció ante ellos. Su expresión era grave, como pocas se la había visto. Una punzada de dolor le atravesó el corazón ante el recuerdo de esa misma expresión el día que comunicó a sus amigos que debían recurrir al encantamiento Fidelio.

-Rápido, todos a sus puestos. Los Jefes de Casa, seguidme, los dementores llegaran en seguida, es primordial controlarlos. Tened cuidado y ¡suerte!. - dijo a todos los que esperaban allí; Tonks, Podmore, Diggle, Kingsley, Vance... sin duda los más significativos en la Orden.

Antes de desaparecerse, Dumbledore clavó un instante su mirada en él y una última advertencia resonó en su pensamiento. "No puedes hacer nada por él, lo ayudarás más quedándote al margen." Siempre igual, siempre tenía que quedarse al margen, sabía lo que debía de hacer, pero no significaba que lo aceptara.

A su lado la mayoría de aurores comenzaba a desaparecerse siguiendo las instrucciones de mezclarse en la batalla, de buscar o intentar batirse con los mortífagos más experimentados y buscados. A su lado, Virginia y Remus permanecían junto a él sin moverse.

-Cuídate hermano- le dijo Lupin, mirada triste y expresión cansada, demasiado.
-Estaré atento- le respondió tomándole el brazo y enlazando el suyo con el de él, en un gesto adquirido en su época de merodeadores. Remus asintió, sabía de sobra a qué se refería, las palabras entre ellos sobraban y entonces, él también se desapareció.

Miró a su izquierda, Virginia mantenía la mirada fija casi en el mismo punto que él. Mahe estaba cerca de donde Harry y Voldemort preparaban su enfrentamiento. Tras ellos, el sonido de hechizos y maleficios denotaba que la batalla había comenzado; al frente, poderoso y enemigo parecían no reaccionar aún.

De pronto, una varita salió disparada hacía las manos de Voldemort desde el lugar dónde estaban las chicas. Guilmain, al verlo, no pudo reprimir una exclamación mezcla de sorpresa y terror. Observó que casi avanzaba al frente y tomando su brazo la retuvo; debía de sentirse igual que él, pero ambos tenían una misión que cumplir, debían de ser fuertes.

-.¡Virginia! Esto es una guerra, tenemos que seguir el plan.

Ella lo miró un momento y sus ojos reflejaron toda la angustia que él mismo experimentaba, oprimiendole sin cesar el pecho. Era duro, pero todos los líbelos, ellos dos incluidos, habían jurado no acercarse a ellos, mucho menos al inicio de todo y Mahe estaba demasiado cerca para dejar que ella se le acercara. Su amiga debía de tener su energía al máximo pues una especie de descarga eléctrica le hizo soltar su brazo al recibir un latigazo inesperado que le recorrió todo el miembro prolongandose desde sus dedos.

-Concentrémonos- la exhortó.
-Sí – le respondió tajantemente- porque tenemos compañía.

Notó como apretaba su varita, expresión concentrada repentinamente. Al voltearse, observó las figuras de dos mortífagos que se habían aparecido entre ellos y las chicas. Expectantes y alerta, aún no los habían atacado. Una de las figuras, incluso encapuchada, le era claramente reconocible y verla hizo que una mueca apareciera en su cara al instante.

-Sabía que me facilitarías el trabajo, Bellatrix- le dijo con su voz más firme a la enmascarada. Virginia lo miró de reojo, sabía que ella era su objetivo primordial aquella noche, pero no encontró temor en sus emociones, todo lo contrario, parecía sereno, centrado de pronto en su enemiga.
-Tenemos algo pendiente 'primo' ¡Y ya me estoy hartando de ti! El que escapo de Azkaban, el único que regreso… Ni siquiera el velo fue capaz de retenerte. ¡Bien, la muerte lo hará esta vez.
-Por una vez estamos de acuerdo, 'prima', esta vez será a muerte.

Se hizo un momento el silencio, ninguno de los cuatro parecía querer dar el primer paso, todos alerta, expectantes. La tensión aumentando por segundos. Tras los encapuchados ningún otro mortifago quedaba ya, todos estaban tras ellos dos, enfrascados en la lucha con sus compañeros de la Orden. Parecía haber un pacto silencioso por el cual, nadie se acercaba más allá de dónde Bellatrix y su acompañante permanecían parados. Solo Mahe y Hermione estaban más adelantadas y a ningún mortifago parecía haberle importado la presencia cercana de las dos chicas. ¿Habían despreciado su potencial o también ellos cumplían órdenes de alejamiento de su Señor?

En medio del silencio Bellatrix finalmente hizo además de alzar su varita, preparada para atacar, Virginia y Sirius reaccionaron rápidamente, tomando posiciones defensivas. Pero inesperadamente su acompañante puso su mano izquierda sobre el brazo derecho de la mujer e impidió que comenzara su ataque.

-Espera, quiero asegurarme- le dijo antes de poner toda su atención sobre Virginia.- Tú eres esa antigua de la que todos nuestros chicos hablan ¿verdad? La profesora de Defensa.- le dijo con una voz tan melosa que la molestó. "¿Y éste quién se cree que es" - pensó ella.
-. ¡Vaya!. - exclamó sin poder evitarlo.-. ¿Y quién se supone me conoce tan bien?. - Preguntó varita preparada pero evidentemente curiosa ante las palabras del hombre.
-Lestrange- le respondió con una inclinación de cabeza hacia ella que despertó la sonrisa en Bellatrix "El siempre tan caballeroso, incluso antes de matar" pensó manteniendo su sonrisa, adoraba cuando su marido adoptaba esa actitud.- Rodolfus- Añadió el enmascarado como queriendo evitar la confusión con su hermano y sin apartar la vista de ella.

En ese momento un acumulo de furia e ira brotó descontroladamente en todo su ser. Ni siquiera la percibió acumularse pues fue instantánea al escuchar el nombre del que se ocultaba bajo la máscara. Lo antiguo simplemente actuó y supo que la onda expansiva de sus emociones había alcanzado incluso al enemigo, dejándole así ver cómo se sentía. Todo su cuerpo se tensó, más alerta aún si cabe y se aferró fuertemente a la varita, dejando como pocas veces hacía que la rabia y el odio tomaran el control de sí misma. Sirius la miró extrañado ante esa reacción y observó como la punta de su varita irradiaba chispas descontroladas, impulsadas seguramente por la potencia que lo antiguo estaba acumulando en ella. La intensidad de las emociones que su amiga le trasmitía respecto a Lestrange en esos momentos eran tan potentes, o más incluso, que las que Bellatrix despertaba en él. "¿Por qué?" llegó a pensar antes de que la voz de Lestrange lo hiciera reaccionar alejando su pensamiento de lo que había despertado tan repentinamente en Virginia.

-Ya no me cabe duda- confirmó el hombre risueño bajo su máscara.- Me lo acabas de demostrar Guilmain.- Sentenció tras aquella muestra tan obvia de su poder, ya seguro de que era la oponente que buscaba.- Aunque un buen antiguo debería de controlarse mejor - dijo esta vez casi riendo- Tal vez nuestros chicos hayan exagerado respecto a ti.
-. ‚?Y qué puedes saber tú de eso?.! Cuando hiciste que lo antiguo te abandonara a base de maldad.

Estaba sulfurada, pero a pesar del odio que comenzaba a sentir que la invadía aún podía percibir claramente, sin concentrarse, el asombro de su amigo. Sabía que la miraba de reojo, preguntándose tal vez si es que ya se conocían, cómo y porqué es que ella le hablaba así. Pero toda su atención estaba puesta en el que, sin esperarlo, sería seguramente su adversario más duro a batir esa noche

-Si Lestrange, puedo rastrearlo… ¡Y sé que tú solo mataste tu poder!. - "Un antiguo venido a menos" fue el pensamiento de Sirius al escucharla. "¿Pero cuánto?" Al igual que su voz, su risa también sonó melosa.
-Es verdad que me abandonó lo antiguo- le confirmó- Pero el poder que mi Señor me entregó lo supera con creces. Ésta noche lo podrás comprobar.
-Ésta noche bien y mal se enfrentan definitivamente; el alba dirá cuál vencerá no solo entre nosotros.

Volvió el silencio y, en apenas unos segundos, un fuerte aullido resonó al este, seguido de un coro de acompañamiento que, a modo de eco, anunciaba la ya inminente llegada de los licántropos y la lucha que a ese lado estaría comenzando. Estaba perdiendo tiempo.

-Cuídate- dijo mirando a su amiga y, mientras se desaparecía, su voz aún se escuchó con toda claridad.-. ¡Sígueme prima!

Frente a ella Bellatrix también desapareció automáticamente, casi parecía haber estado esperando algo así, pero Rodolfus aún seguía ahí. "Tengo que alejarme" - pensó velozmente- "No solo por la consigna, Mahe está ahí mismo. No puedo librar esta batalla tan cerca de ella" Antes de que Lestrange la atacara también ella decidió desaparecerse.

-Atrápame si puedes – le espetó, y acto seguido desapareció.


EA! aquí lo teneis a ver que tal os parece...